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 El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN

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Massen Dew
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Prosper
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MensajeTema: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyJue Mar 28, 2013 2:52 pm

Después de un largo viaje en un par de carrozas proporcionadas por el Palacio debido a la urgencia de la misión, los cinco guerreros bajaron a las puertas de la Ciudad Capital de la Provincia de Fudo. Los carromatos, dos para ser exactos, uno que portaba varones y otro a damas, esperarían en una posada cercana hasta que la misión concluyese para llevarlos de regreso a Brontë lo más rápido posible.
Los cinco, dos Aether, dos Chrysos y una Piscis, desentonaban un poco entre las gentes de Fudo, sin embargo no perdieron el tiempo y se adentraron por mercados y demás. Al fondo, uno de los Palacios Ancestros, el Palacio de Lord Efesto, coronaba la ciudad.
La guardia Ignita había sido avisada de semejante irregularidad y, siguiendo las indicaciones, no tardarían en encontrar a su contacto.

El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN WhiteKnightChroniclesfull1286074-copia2_zps257e7d72

FDR: ahora dispondréis de unos cuantos turnos libres en los que podéis rolear como queráis. En estos turnos, debéis asentaros un poco y localizar, gracias al contacto ignita, la entrada de la guarida.
Muy buena suerte, nos vemos dentro de unos cuantos turnos~
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Prosper
Miembro de la guardia de Ignis
Prosper


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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyVie Mar 29, 2013 4:18 am

Prosper caminaba por las calles de Fudo acompañado por tres hombres (dos flammas y un parvus). Se los había encontrado hacía unos segundos, cuando salía de de una de las callejas que separaba su casa de la plaza donde se había reunido con los miembros de Brontë, y, dado que parte de su camino era común, se había unido a ese pequeño grupo. El flamma no conocía al parvus, pero los otros dos hombres eran dos compañeros suyos de la guardia ignita. Como no frecuentaban las mismas zonas, apenas trataba con ellos, pero recordaba haberlos visto un par de veces (siempre de lejos, eso sí) acompañados por sus superiores. Según contaban mientras se adentraban en la colorida zona de los mercados, el parvus era miembro de una organización que llevaba su tiempo dando problemas en Ignis; se lo habían encontrado hacía unas horas, y ahora se dirigían a una de las prisiones para encarcelarlo. Prosper, aunque observaba los pequeños puestos que tenía a su alrededor en lugar de a sus interlocutores, los escuchaba con atención, asintiendo de vez en cuando y anotando mentalmente todo lo que consideraba interesante. De vez en cuando miraba de reojo al parvus, que parecía un par de años mayor que él, y se preguntaba qué habría hecho y si estaba solo en Ignis o no. No obstante, cuando los otros dos guardias terminaron su relato, no hizo ninguna pregunta: fuese lo que fuese lo que había pasado, ya lo descubriría cuando volviese de la misión.

Prosper frunció el ceño, pensativo. Según las indicaciones que le habían dado, el grupo de guerreros con el que debía encontrarse estaba formado por dos aether, dos chrysos y una piscis. Pese a que no sabía mucho más de ellos, el flamma esperaba que no fuese complicado encontrarlos: dentro de lo que cabía, era un grupo bastante variopinto; no debía costarle demasiado localizarlos, a pesar de que no habían fijado un punto de encuentro (o, en caso de que sí que hubiese uno, él lo había olvidado).

A medida que los cuatro hombres se iban adentrado en las calles que conformaban la zona mercantil, el silencio entre ellos aumentaba, así que, cuando el flamma detectó un grupo que coincidía con las características del que buscaba, se apresuró a despedirse de sus acompañantes. Luego, después de dedicarles un par de palabras, se volvió y comenzó a andar hacia los aparentemente cinco extranjeros. Mientras se acercaba a ellos, percibió cómo el chrysos del grupo lo observaba con una especie de atención, el ceño ligeramente fruncido y una expresión que parecía rozar la sorpresa en la cara. Se preguntó, antes de que el chico apartase la mirada y de que él desviase su atención a los demás, qué le pasaría.

—Disculpad, ¿venís del Palacio de Brontë? —inquirió cuando estuvo frente a ellos. Tras comprobar que así era, sonrió —. Encantado. Soy Prosper Frost y seré vuestro guía durante la misión. Imagino que os habrán hablado de mí, aunque no sé hasta que punto (una pequeña mención, imagino). —Observó uno a uno a los guerreros. Salvando el caso de la piscis, que parecía extremadamente joven, no debía ser mucho mayor que ellos—. ¿Puedo saber vuestros nombres o algo...?

FdR. tengo permiso para poner lo del principio y para referirme a lyam (sí, soy simpática y me he autodado permiso para describir a mi otro pj 8D). Cómo no sabía quién iba a empezar, ni cómo, ni qué se iba a hacer ni nada, he decidido agilizar un poco, postear con Prospecto y poner que se encontraban ya =3 De todas formas, si a alguien no le parece bien, puedo borrar sin fallo y postear esto más tarde owo (sólo decidmelo, porque no sé si queríais poner algo antes o no :_D).
Y eso. Pero, vamos, cualquier cosa, mp a la blusa~ =3
FdR2. tampoco sé cómo habían quedado estos... :______D Por eso es a lo "ola k asen, vienen de brontë o k asen"
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Heylel

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptySáb Mar 30, 2013 12:18 am

Tras partir de Brontë tuvimos un largo y apresurado viaje hasta Ignis en el que me tocó compartir carromato solo con Lyam. No es que fuese una molestia, pero sí fue algo tenso debido a la longitud del viaje. Lo cierto es que estaba preocupado y nervioso por todo, también contento e ilusionado, pero aun no habíamos ni empezado y no sabía qué podía pasar.

Llegamos al fin a la ciudad capital de Fudo en donde, tras poner un pie en tierras ignitas, estiro brazos y alas para desentumecerme del viaje. Es la primera vez que viaje a Ignis y me sorprendo mirando a mi alrededor. Es un lugar concurrido y colorido, con mucha vida. Las casa me parecen hermosas y el ambiente cálido como solía comentarse. Una nueva ilusión se unía a las demás; estoy en Ignis por primera vez y me ncanta el sitio. Creo que necesito relajarme un poco.

Parece que hemos llegado. Es maravilloso. Una pena venir por asuntos tan turbios... —Comento un poco para todos cuando descienden de las carrozas. Si la angustia de Silvanus no me atenazase junto con el cierto temor por lo que nos deparará la misión, ahora mismo estaría deseando sonreír y recorrer estas calles.

Al poco rato parece que se acerca un guardia de Ignis y, por la forma en la que nos saluda, parece el tipo del que nos han hablado. Hago una reverencia con las alas cuando se presenta y demás.

Buenos días, señor Prosper. Un placer conocerle, mi nombre es Heylel y sí, venimos de Brontë, ha acertado usted —Comento, amigable para no cargar el momento de tensiones innecesarias. —Algo nos han comentado sobre esperar a la guardia de Ignis y dirigirnos a Vieds De Cazz si no me equivoco —Miro a mis compañeros para corroborar la información.
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Massen Dew
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Massen Dew


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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyLun Abr 01, 2013 1:27 am

Todo había sucedido muy deprisa, y estaba bastante nerviosa. En cuanto había tenido noticia de que un grupo saldría desde Brontë en busca de Silvanus, me había apuntado rápidamente al cometido. Mis compañeros de viaje resultaron ser Heylel, Alehyss, Lyam y Fier. Aunque entendía que los dos primeros tendrían motivos similares a los míos para apuntarse a una misión así, no estaba segura de si Lyam tenía algún tipo de relación con Silvanus. Sin embargo, a la que más me extrañaba ver en el grupo era a Fier, que ni siquiera había tenido oportunidad de conocerlo. Esperaba que, pese a todo, todos estuvieran dispuestos a esforzarse al máximo por que todo saliera bien.

Compartí coche con Alehyss y Fier, y me habría parecido un viaje fantástico de no ser por lo nerviosa que estaba. Me pasé casi todo el camino mirando por la ventanilla, curiosa. Había estado en Ignis antes, pero nunca en la capital, así que cuando llegamos a Fudo sentí una mezcla de sentimientos contradictorios. Por una parte, aquello me recordaba en cierto modo a Ciudad Nevada, pero por otra, era un lugar completamente diferente. Aquel batiburrillo de calles y gente me impresionaba y emocionaba a la vez.

Cuando descendimos de los carros, pude observar que varias miradas se posaban en nosotros y tuve que contener una sonrisa. Lo cierto era que éramos un grupo de lo más variopinto. Estudié a mis compañeros, pensando en que solo faltaba en el grupo un chico piscis. Precisamente lo que habíamos ido a buscar.

No fue un piscis el que se acercó a hablarnos, sino un chico flamma que debía rondar la edad de mis compañeros. Cuando me miró, me sentí un poco fuera de lugar, aunque le devolví una mirada resuelta que expresaba mi intención de dar la talla. Inconscientemente, sin embargo, quería pasar tan desapercibida como fuera posible. Esa siempre era un arma un útil. Me llevé la mano al pecho, sobre el que reposaba Loksass, lustrosa y lista para ser usada en cuanto fuera necesario.

Me mantuve en silencio, dejando que Heylel respondiera a lo que Prosper Frost inquiría. Me limité a asentir cuando Heylel nos miró buscando un apoyo a sus palabras.

-Número 5 -apunté, volviéndome al flamma. Me había asegurado de memorizar bien la poca información que se nos había proporcionado.
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Lloyd

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptySáb Abr 06, 2013 4:19 pm

Con la misma rapidez con la que se habían movilizado dentro de Palacio, los guerreros iniciaron un rápido viaje hasta Ignis. Los habían dividido en dos grupos, separando a las mujeres de los hombres, así que al chrysos le había tocado compartir carromato con el aether Heylel. Pese a que suponía que había algún motivo para esa división, Lyam pensó que era una decisión molesta, principalmente porque le hubiese gustado compartir opiniones con sus compañeras, pero también porque estar solo durante un viaje tan largo con el aether iba a ser incómodo.

Durante el trayecto iniciaron un par de conversaciones que, como todas las que habían tenido, murieron a los pocos minutos, así que se pasaron la mayor parte del camino en silencio. El chrysos aprovechó el silencio para pensar. Mientras miraba por la ventanilla las calles que iban pasando, pensó en qué podrían encontrarse en Ignis. Pese a que el piscis sí que le preocupaba, la curiosidad era el gran motivo por el que estaba ahí. Si no hubiese tenido ese deseo de saber por sí mismo cómo era el lugar donde estaba Silvanus, el chrysos no se hubiese apuntado a esa misión (igual que tampoco hubiese ido a buscar al contacto, esa señora tan suya, si el jefe parvus no le hubiese obligado).

Cuando descendieron de los carromatos, Lyam estiró los brazos. Después saludó a sus compañeras con un gesto de la cabeza, sonriente, y miró a su alrededor. Sonrió con ironía. Justo antes de ir a Brontë, había estado en Ignis por asuntos de trabajo que había dejado apartados para ir a Palacio. Recordaba que habían hablado, él y sus otros compañeros, sobre el asunto del palacio y que, al final, contando con la aprobación de su superior, un grupo había decidido ir hasta Fulmen. Al final, de ese grupo sólo había llegado él. Se preguntó dónde estarían.

—Piensa que siempre puedes volver. Cuando todo esté arreglado, claro —dijo, desviando la vista de un puesto para mirar de reojo a Heylel. Luego volvió a observar los tenderetes y a la gente que vagaba por el mercado, preguntándose cómo sería el guardia con el que debían encontrarse.

En su campo de visión no tardó en aparecer alguien que podría ser la persona que buscaban. Sin embargo, el chrysos no tardó en dejar de prestarle atención al flamma que se acercaba a ellos para depositarla en los tres hombres de los que su presunto guía se había despedido. Lyam frunció el ceño, ligeramente confuso. Conocía al parvus que acompañaba a los otros dos flammas. Era el mismo con el que había hablado alrededor de un año en Brontë. ¿Qué hacía ahí? O, mejor dicho, ¿qué hacía ahí rodeado de dos miembros de la guardia de Ignis? Evidentemente, la respuesta era bastante sencilla, pero el chrysos estaba desconcertado. Desconocía que todavía hubiese compañeros suyos en Ignis. Y desconocía que hubiesen tenido tantos problemas como para que uno (como mínimo, porque imaginaba que serían muchos más) de ellos hubiese acabado preso.

Lyam apartó la mirada cuando los tres hombres se convirtieron en tres borrosos puntos al final de la calle y chasqueó la lengua. Segundos después, el supuesto guía se detuvo frente a ellos y les preguntó si venían de Brontë. Lyam pensó que no parecía mucho mayor que ellos.

Heylel fue el primero en hablar, dándole las indicaciones al guardia, que asentía mientras el aether explicaba todo lo que sabían. Luego Massen apuntó el número del lugar al que debían ir. Cuando la piscis, terminó de hablar, Lyam murmuró:

—Un placer, señor Frost. Mi nombre es Lyam.

Dado que sus otros dos compañeros ya habían dicho todo lo importante, no añadió nada más y se limitó a observar el suelo. La presencia del parvus le había inquietado. Sabía que no podía hacer nada para enterarse de lo que había pasado, pero aún así no podía evitar ese ligero nerviosismo. Observó de reojo al guardia, tratando de alejar cualquier tipo de pensamiento relacionado con el tema, y frunció ligeramente el ceño.
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Fier

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyDom Abr 07, 2013 12:24 pm

El viaje fue, a la par que entretenido, bastante deleitable. Sé que es una misión bastante importante, la vida de un compañero de Brontë está en peligro; pero aún así, me mantuve tranquila. Al principio, ir dentro del habitáculo me puso nerviosa. Mis alas eran demasiado grandes y no lograba quitarme la impresión de que estaba molestando, así que me disculpé suavemente con una sonrisa y salí al exterior. El cochero se alarmó un tanto, pero en sentarme a su lado, retomó el ritmo. Desde el pescante disfruté el viento y el paisaje, aprendiendo bastante sobre el camino. También se me permitieron las riendas en los tramos más suaves, con lo que fue el doble de sugestivo.

Cuando finalmente pisamos la capital de Ignis, Fudo, los nervios vuelven a tratar de dominarme. Bajo al suelo de un salto, y sostengo la puerta para Massen y Alehyss. El mercado me parece de lo más variopinto, así que me dedico a investigarlo de inmediato. Hay varias calles con puestos y tenderetes, con lo que decido no alejarme mucho por si acaso. No me parece una zona especialmente relevante para la misión, pero es mi primera vez en este continente y todo me llama la atención. En silencio examino todo lo que se me presenta, así como los dialectos y acentos que logro oír. Sonrio con calma, pero no separo mi mano de la empuñadura de mi falcata. Acaricio un perro callejero, cuando cinco soldados –o al menos paramilitares, la formación en la que caminaban denotaba entrenamiento físico y disciplina- se separan. Un flamma se acerca a mis compañeros, así que decido que ya es hora de reunirme con ellos, tras haber curioseado el ambiente.

Con sigilo, me acerco suavemente por detrás del soldado, mientras Heylel y Massen hablan con él. Asiento para mi misma, es el guía que en el castillo nos habían mencionado. Lo examino, al menos no me da una mala primera impresión. Lyam añade su nombre, con lo que imagino que me toca ya a mi presentarme. Mi curiosidad me llama a oler al tal Prosper Frost, me contengo. No me apetece demasiado hablar, casi no lo he hecho en todo el apresurado camino hacia acá. Aún así, es el deber de la buena educación.


- Fier Galatea-. Murmuro, saliendo de detrás de él para acercarme a mis compañeros. Añado una pequeña inclinación de cabeza con los tobillos graciosamente cruzados, no seré yo la que quede como maleducada. Lyam me sigue pareciendo curioso, con esos guantes, pero no me detengo demasiado en ellos.

Es innecesario que se añada nada más. Todos sabemos de dónde venimos y a dónde vamos. Sigo prestando extrema atención a nuestro alrededor, en mi mente lo tengo clasificado como entorno hostil. De cuando en cuando, también me preocupo por los compañeros, Massen me parece demasiado pequeña como para asistir a una misión como esta, pero también sé que es dura. Las pocas miradas que intercalo con Prosper, son fijas y directas a sus ojos. Por pura precaución, no termino de fiarme de él.

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Alehyss

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyLun Abr 08, 2013 11:49 pm

Hemos partido desde Brönte en dos transportes diferentes, separando a los varones de nosotras. Me parece algo ridículamente ineficaz y molesto, pues por culpa de ello no he podido intercambiar ideas con los chicos. De todas maneras, prefiero no mostrar a nadie mi incomodidad y solo ocupo mi lugar sin mediar palabra.
Conmigo viajan Massen Dew y Fier. Las examino con calma. La poca costumbre de todos nosotros a la hora de trabajar juntos hace que tenga que evaluarlas durante largo rato para tratar de adivinar en qué forma podría valerme de ellas para mejorar mis propias habilidades. Sé que Massen utiliza un arma de larga distancia, y más o menos la he visto portándola, pero no tengo idea alguna sobre la Aether.

Tras largos minutos de silenciosa obsevación, paso a afilar y limpiar mi kusarigama. El resto del tedioso viaje transcurre para mí lentamente, entre las guerreras, mi arma, mis pensamientos y secas palabras.

Al llegar al lugar, Fier nos abre la puerta y bajamos. Hago una leve inclinación de cabeza al pasar a su lado, a modo de agradecimiento. Me basto sola para hacerlo, pero los gestos amables han de agradecerse, y más cuando se está entre compañeros.

Al bajar, nos reunimos con los chicos, a los que saludo serena. Pronto se acerca el tipo al que buscamos y mis compañeros se encargan de darle los datos necesarios, por lo que yo simplemente me presento.

-Alehyss Lester -le digo, mirándolo fijamente a los ojos.

Va acompañado de tres más, pero el que me llama la atención es el parvus, el elemento disonante. Lanzo una mirada a Lyam, inquisidora, como esperando a que me diga qué opina él, pero enseguida vuelvo a mirar a Prosper Frost. Cualquier mirada podría ser tomada como muestra de debilidad o acto sospechoso.

Veamos qué pasa con todo esto.


FdR- Siento la tardanza, llevo desde el martes sin internet >___<
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Prosper
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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptySáb Abr 13, 2013 3:48 am

Prosper cruzó los brazos y escuchó con atención las palabras de los guerreros. El primero en hablar fue el aether, que se presentó con el nombre de Heylel y mencionó que sabían que tenían que dirigirse a Vieds De Cazz. Prosper asintió, serio. Pese a que a él ya le habían informado del lugar al que tenían que ir, dejó que tanto el aether como la piscis, que añadió el número exacto de la vivienda. Prosper sonrió. Que no hubiese dicho su nombre se le había antojado gracioso.

—Muchas gracias por la información —comentó, ensanchando la sonrisa. Luego, mirando sólo a la pequeña, añadió—. Pero, si no es mucha molestia, ¿podría saber tu nombre?

Después se giró hacia el chrysos, que se presentó como Lyam, y luego miró de reojo a la aether, que acababa de salir de detrás suya y que se presentó como Fier Galatela. Prosper frunció ligeramente el ceño, preguntándose por qué se habría alejado de sus compañeros. No obstante, no dijo nada. Tampoco le había molestado.

Finalmente, Alehyss Lester, la chrysos, habló. Prosper volvió a asentir mientras escuchaba su nombre y volvió a observarlos uno a uno. Eran un grupo bastante variopinto. Antes de partir hacia su destino, el flamma intercambió un par de palabras más con ellos, pidiéndoles que, por favor, le siguiesen y que no intentasen hacer nada raro. Después, comenzó a andar hacia Vieds De Cazz. Como era el que conocía el camino, iba delante de ellos, aunque no demasiado, tal vez un par de pasos o dos. El camino entre Vieds De Cazz y la plaza no era demasiado amplio (apenas había que recorrer un par de callejas), así que el grupo no tardó demasiado en llegar a la calle. Cuando estuvieron ahí, buscaron el número y, una vez dieron con él, se acercaron hasta la vivienda.

El número cinco de Vieds De Cazz pertenecía a una amplia mansión oscura. Lo que más llamaba la atención, aparte de la apariencia vieja de la casa y el cartel de "se vende" que estaba pegado en la puerta, era el mal aspecto del jardín: un descuidado y amplio cúmulo de hierbas de diferentes especies separaban al grupo de la construcción. A Prosper la vivienda le recordó a una de esas mansiones encantadas que protagonizan cuentos de terror para críos. Hasta tiene las ventanas cerradas, pensó mientras se adentraba en el jardín. Al hacerlo, descubrió que los hierbajos le cubrían hasta, más o menos, la cintura. Antes del todo a la casa, se detuvo y frunció el ceño, al tiempo que llevaba la mano izquierda al cinturón del que colgaban sus números puñales. Miró a ambos lados, como si esperase que algo apareciese o como si esperase encontrase algo fuera de lugar entre la hierba. Tras unos segundos de espera y observación, le hizo una señal al grupo para que se acercasen.

FdR. como ya avisé, aquí estamos xD
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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptySáb Abr 13, 2013 3:56 am

*Post it*
Chicos, un inciso muy rápido (para los nuevos y para los no tan nuevos):
Las misiones son roles especiales. Aquí no se guarda el turno. Si tenéis oportunidad, ¡responded sin dudarlo! no esperéis a que os toque vuestro turno en cada vuelta ni nada por el estilo. Por ejemplo, Alehyss, que ha sido la última en postear en la última vuelta, puede ser perfectamente la primera si se le da por postear mañana y no está mal hecho. ¿De acuerdo? ¡Venga, mucho ánimo!

(Seguid como si nada de esto hubiera pasado).
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Massen Dew
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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyDom Abr 14, 2013 10:13 pm

Noté cómo enrojecía, y bajé la vista, avergonzada. Tantos cambios, nervios e idas y venidas habían hecho que me olvidara de algo tan simple como presentarme.

-Massen Dew -respondí atropelladamente. Después de que todos mis demás compañeros hubieran dado su nombre, el ignita nos puso en camino hacia la dirección.

No tardamos en llegar. El número 5 de Vieds de Cazz era una casona grande, de aspecto algo siniestro y manifiestamente abandonada. No parecía la clase de vivienda que estuviera esperando una visita. Un cartel de "Se vende" colocado en la puerta daba un aspecto de dejadez aún mayor a la casa. Pensé que el cartel tenía algo extraño, pero no acababa de entender qué.

En cualquier caso, tenía problemas mayores ante mí. Observé la maleza que se extendía por el jardín hasta gran altura. Vi cómo nuestro guía se internaba en ella. Las hierbas le llegaban hasta la cintura. Traté de no traslucir el disgusto que sentía; aunque el hombre no era muy alto, yo era todavía más pequeña, y era probable que la maleza llegara a cubrirme el pecho. No era una idea agradable, y me alegré de haberme preparado con lo poco que tenía. Saqué de un bolsillo los guantes de malla barata con los que Aren Darvenwish nos había recompensado por ir a buscar sus bismontes y me los puse. No sabía hasta qué punto podían serme útiles, pero como mínimo evitarían pinchazos y rozaduras en las manos, bastante probables en un lugar así.

A la señal de nuestro guía, y sin mediar palabra, di unos pasos hacia el límite del terreno, apartando con las manos enguantadas la maleza para abrirme paso. Avanzaba despacio, con cierto reparo y mucha cautela, observando el terreno que se abría a mi paso y la broza que se extendía a mi alrededor.
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Heylel

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyMiér Abr 17, 2013 9:23 pm

Todos nos dispusimos a seguir a Prosper una vez nos presentamos y este explicó un poco su situación y la nuestra. El camino hacia la casa no era muy largo, algo que me pareció bastante extraño teniendo en cuenta que se suponía que nos dirigíamos a un lugar extraño y peligroso que no se había detectado antes en profundidad.

Cuando llegamos el lugar parecía destartalado y abandonado. Fue otra de las cosas que me llamó la atención ya que los mendigos y gente pobre solía acercarse a ese tipo de lugares para intentar pasar una noche mejor que a la intemperie. Me fijé un poco más en el lugar. Estaba sellado pobremente, con un cartel de "se vende" sin más explicaciones y un jardín en estado deplorable en el que bien podría haberse escondido una manada de mecñas.


Miro como el guardia se adentra sin demasiado miramientos y siento una punzada de preocupación. Levanto la mano.

Señor Prosper, disculpe. ¿Han intervenido las autoridades de Ignis aquí antes? Quiero decir, el lugar es bastante céntrico y sería lógico que alguien hubiese intentado entrar antes —Pregunto con gran curiosidad, mirando a un lado y otro pra acabar volviendo a mirar al guarida. —Bueno, también me refiero a que si han comprobado ya que el jardín es seguro o somo nosotros... —"Los conejillos de indias" quise decir —Los que tenemos esa tarea —Completo, mirando a mis compañeros por un momento. Me fijo, sobre todo, en la joven Massen. Me preocupa bastante.
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Alehyss

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyJue Abr 18, 2013 2:36 pm

Prosper se explica. Parece un tipo simpático, amigable. Ello no le da, en absoluto, puntos, pero agradezco que no sea un sobrerbio borde. Ello, a demás de añadir incomodidad y rivalidad al grupo, haría bastante más difícil la comunicación.
Pese a ello, no me fío de él. No me ha dato, todavía, ningún motivo para creer sus palabras. Espero, simplemente, a dar con algo que las respalde. Aunque por el momento todo transcurre sin problemas.

Nos indica el camino a seguir y todos vamos tras él en silencio. No intercambio palabras con nadie, memorizando las callejas colindantes y el camino que seguimos por si ocurriese cualquier desgracia. Es la primera vez que estoy en este lugar y perderme en caso de fuga no es, en absoluto, una opción a tener en cuenta.

En cuanto llegamos al lugar indicado, no puedo evitar fruncir el ceño. No obstante, la maleza puede ser un buen lugar en el que ocultarse o ponerse a cubierto en caso de ataque.

Escucho las palabras de Heylel y miro al flamma, esperando una respuesta.

Realmente no me importa desconocer el terreno. No es más que un inconveniente, como lo es no conocer la forma de combate de Fier y Prosper o el no saber exactamente a qué tipo de enemigos nos enfrentamos.

Me arrepiento de no haber pedido información a Jager. Quizás él me hubiese sabido filtrar algún dato.

FdR- Observa pero no participa u.u XD
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Fier

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyJue Abr 18, 2013 3:14 pm

Las calles y callejuelas siguen el patrón típico de una ciudad capital tan importante como podría serlo la de Ignis. No me preocupo demasiado en memorizar al detalle mientras avanzamos en grupo hasta nuestro destino, pues sé que de necesitarlo, sabré salir de la ciudad aun cuando no pueda volar. Sólo hay que seguir las callejuelas más alejadas de las calles centrales si eres perseguido, o los caminos más anchos si no lo eres.

En cuanto estuvimos frente a la dirección que se nos dio, alcé la mirada a la mansión. Oscura, derépita y decadente. Inclusive un cartel de venta. Tal vez eso es lo que más me intriga y me pone previo aviso, pues... ¿Qué clase de tarea habremos de realizar aquí? Recorro el jardín también con la mirada. Las hierbas, algunas demasiado altas como para nuestra propia seguridad, lo mantenía en un constante caos aún más escamante. Incluso cuando lo atravesemos, ¿Qué ocurrirá? ¿Llamaremos a la puerta como si nada, habremos de forzar alguna de las ventanas tapiadas? Entrecierro los ojos, mientras Prosper avanza tras un gesto invitador, y Heylel se preocupa.

Sonrío. No se me ha escapado la mirada paternal que Heylel le ha dirigido a la pequeña y ya muy puesta en la tarea Massen. Me acerco a él suavemente, y le tiro suavemente un par de veces de la manga, ignorando lo que el Flamma pudiese estar pensando, diciendo o haciendo. No necesito decir nada. Me adelanto en la hierba con un par de saltos para tener espacio y libertad, sin peligro de molestar a nadie. El grupo queda a mi derecha.

Extiendo mis alas y de un salto me impulso a volar verticalmente un par de palmos por encima del suelo. No pretendo atravesar así el jardín, no soy del tipo de guerrera que deja atrás a los compañeros. Pero, si ejercemos suficiente corriente sin necesidad de usar hechizos, facilitaremos bastante el avance que, Massen con unos guanteletes, está demostrando que puede ser innecesariamente molesto. Me cuesta mantenerme en el sitio mientras aleteo, es una mezcla de fuerzas confluyentes en los músculos de mi espalda. Pero, las hierbas comienzan a mecerse y doblegarse. Otra ventaja es que, de algo atacar, se le podría ver venir con un par más de segundos de adelanto.
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Lloyd

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyLun Abr 22, 2013 2:42 am

El chrysos atravesaba las callejas prestando atención al camino que recorrían, intentando memorizar tanto las calles que transitaban como las colindantes. Mientras avanzaba, se preguntaba qué clase de lugar sería el número cinco de Vieds De Cazz; el nombre indicaba que se trataba de una vivienda, pero dudaba que fuese una casa tan normal como las que habían visto cuando habían descendido de los carruajes.

No tardaron demasiado en llegar a la casona. Al verla, el chrysos alzó las cejas, sorprendido. Pese a que no tenía el aspecto del resto de las viviendas que había visto en Ignis, aquello tampoco era lo que esperaba. La mansión, pues aquello no podía recibir otro nombre, parecía abandonada, la madera decrépita y una vasta maleza por jardín. Tenía las ventanas cerradas y había un cartel de se vende en la puerta, y Lyam pensó que aquello era un intento de broma porque no tenía sentido. O al menos él era incapaz de verlo. La construcción, si bien concedía que podía asustar a algún crío, parecía la clásica vivienda que los méndigos ocupaban cuando no encontraban otro sitio para dormir. ¿Cómo era posible que ocultasen ahí a alguien y que los guardias no sospechasen nada? No era capaz de entenderlo.

Lyam miró de reojo a Alehyss, como si esperase que la chica le dijese su opinión sobre el lugar, y luego observó a Heylel, que acababa de dirigirse al flamma. El aether, aparte de mostrar su preocupación por desconocer el terreno, había expresado las dudas que él mismo tenía respecto a la intervención de la guardia ignita. Aquello, de alguna forma, le tranquilizó: no era el único que veía algo raro en ese lugar, así que no podían ser imaginaciones. Simplemente, la situación no tenía sentido.

No obstante, el chrysos sí que se adentró en el jardín. A diferencia del aether, él confiaba en que el guardia había inspeccionado el terreno antes de ordenarles que se acercasen. Y aunque no fuese así, tampoco le preocupaba desconocer qué podía haber en el jardín. Le dirigió, mientras caminaba hacia el lugar donde Prosper estaba, una última mirada inquisidora a la chrysos, observándola por encima de su hombro izquierdo. Luego se concentró en apartar las hierbas que le llegaban a la cintura y en caminar.
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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyMar Abr 23, 2013 2:38 am

Ante las preguntas que algunos guerreros le hicieron a su guía ignita, este respondió con gran acierto con una expresión parecida a aquella que dice: "si no había perros, ¿cómo encontrar la rabia?" Pues hasta la fecha nadie (o absolutamente nadie) conocía semejante estructura bajo Ignis (o dejaba conocerla).

Los chicos decidieron buscar algún tipo de entrada a la mansión, sin embargo nada de lo que intentaron hizo que la pesada puerta negra de nogal se moviese ni un ápice. Las ventanas daban la impresión de ser de diamante en vez de fino cristal. Si querían entrar no podrían hacerlo por un método convencional.

Fier, por su parte, hizo acopio de su fina inteligencia para, por lo menos, mover las hierbas un poco, de modo que pudieran dejar al descubierto cualquier cosa o cosas que en ellas se escondiesen y, efectivamente, desde las alturas, pudo ver durante unos instantes un montículo peludo y marrón que quedó momentáneamente a la vista en su aleteo.
No parecía algo que pudiese atacar si no era molestado, sin embargo, estaba en su mano decidir si avisar a sus compañeros o no y, de hacerlo, acercarse al lugar donde había visto aquel bulto de pelo marrón. Por otra parte, podría decidirse a ir ella sola y alejarse un poco del grupo o, simplemente, dejarlo pasar, creyendo que aquello que vio fuese no más que un juego de luces y sombras que había engañado a sus ojos.

FdR: Sólo Fier puede hacer referencia a este párrafo. Debe escoger y actuar en consecuencia: obviarlo, inspeccionar ella sola o avisar a sus compañeros. Tienes tres opciones. Escoge bien.


Sin embargo, el guía ignita decidió (como buen cabeza de grupo) adelantarse un poco y, en la parte de atrás de la vivienda encontró un enorme pedazo de tela que, al retirarlo, dejó ver tres enormes vasijas de mármol o un material parecido a este, completamente incrustadas en el suelo, las tres tapadas a cal y canto.
La primera grande, roja, vigorosa, poderosa. Imponente. Con preciosos grabados en oro y marfil. Tenía el tamaño de un hombre adulto y era de un material aparentemente indestructible (o por lo menos los vándalos no habían conseguido romperla). Como curiosidad, al tocarla, esta estaba cálida y emitía un calor reconfortante.
Spoiler:
La segunda era ya un poco más chiquita, del tamaño de la joven Massen Dew, aproximadamente. Curiosamente, era de un color tan azul como las aguas de Aqua y no tenía ningún tipo de grabado. Era completamente lisa, sin embargo tenía un par de grietas, debido al tiempo y la erosión. Como curiosidad, emanaba cierto frío al tocarla. Nada más.
Spoiler:
La tercera, por su parte, era blanca, y tenía un montón de grabados de personas practicando diferentes actividades. No emitía ni frío ni calor. Era bastante inerte y sosa en comparación a las dos anteriores. Debía tener el tamaño aproximado de un Parvus. Era pues, la más pequeña. Tenía zonas en las que la pintura estaba saltada.
Spoiler:

FdR: Sólo Prosper puede hacer referencia a este párrafo. Debe escoger y actuar en consecuencia: Primera vasija, segunda vasija o tercera vasija. Tienes tres opciones. Escoge bien. (Debes decirme por MP la que has escogido antes de postear para poder decirte lo que hay dentro y así completar tu post). Suerte.


La actividad en el número cinco de Vieds De Cazz era supina, por lo que ninguno de los guerreros que buscaban por su cuenta, apreció cómo aquella figura tan pelirroja como tatuada se dirigía hacia ellos corriendo calle arriba, casi con los mocos colgando del esfuerzo por el ansia de querer alcanzar a aquel variopinto grupo que daba color a la negra casa y al negro jardín. Pues, ¿cómo el gran y valeroso hombre, guerrero por antonomasia y una de las mentes más lúcidas y caballerescas de toda la faz del planeta, Rick Denhel, hijo de Reik Denhel, hijo de... sería capaz de dejar a un compañero en apuros?




FDR: para cualquier duda, MP. u.ú disculpadme si creéis que se me ha ido la mano con el mando de controlar personajes, pero es que esta "introducción" ya se estaba alargando y tenéis muchas muchas cosas que hacer aún, y creo que todos queremos que esto coja chicha òwo. Por cierto, si a alguien le dice que "no puede visualizar imágenes y que solo los administradores pueden" que avise que le cambio el Dominio.
Por cierto, como vamos a ser muchos, habrá ocasiones, (como esta) en la que sólo hable en concreto de ciertos pj. el resto que no se indigne, por favor :_D que hay pa todos x_D podéis seguir roleando como mejor os parezca. Lo siento si puedo causar molestias con mi forma de llevar la misión >.< U
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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyMiér Abr 24, 2013 8:34 pm

No parece que Heylel me vaya a seguir en mis movimientos de tratar de hacer el camino de los compañeros un poco más fácil y un poco menos peligroso, con lo que reprimo un pequeño suspiro y no despego la mirada de la hierba. No parece haber movimiento de vida por ella. Mientras, Prosper responde de manera adusta aunque acertada con ese gracioso y pequeño refrán. Paseo la mirada ya por mero gusto y curiosidad que por vigilar que realmente haya peligro, cuando algo peludo me llama la atención.

Ni siquiera me paro a tomar la consideración de que fuese necesario avisar a todo el equipo por algo que fácilmente podría haber sido un engaño para mis ojos. Aunque sé que no ha sido así. Desenvaino la falcata, y me dirijo con un suave aleteo al montículo peludo que he vislumbrado. No creo que me ataque, pero nunca viene de mal algo de acero ante ciertas bestias, posibilidades que se me pasan por la mente.

Para cuando toco suelo con ambos pies, ya me he dado cuenta de que no es un ser vivo. Al final, aquel montón de pelo marrón no ha sido nada más que 6 piezas de piel de bismonte, un poco sucias, mojadas y que olían un poco mal, pero pieles, al fin y al cabo que, con unos cuidados mínimos, volverían a estar como nuevas. Envaino, cavilando sobre qué harían allí o quién las dejaría. Las recojo de una brazada, y alzo de nuevo el vuelo para encontrarme con los guerreros.

Con suavidad, en silencio, y sin pretender molestar a nadie, las reparto a quienes quieran tener una piel, quedándome yo con la que me corresponde por derecho. Saludo a Rick con una sonrisa, no me lo esperaba encontrar por aquí, pero tampoco me extraña, es un aventurero de la vida. Cuando termino de mi reparto, me sitúo cerca de la puerta principal. No en el porche, ni siquiera a menos de cinco pasos. Pero me gusta examinar las cosas. Y puede que, tal vez encuentre algo, sólo tal vez.

FdR: Quien no quiera la piel de bismonte que lo mencione y Fier se la queda, quien la acepte no tiene mucho más que mencionarlo, tampoco pretendo montar interacciones que ralenticen esto.
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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyJue Abr 25, 2013 2:37 pm

Me había costado decidirme. ¿Quién era yo, culmen de la mendicidad, para ir a una misión con guerreros como aquellos? Aunque pronto comprendí que no debía guiarme por mi condición de guerrero, si no por la de amigo, y aquello era lo que recordaba en Silvanus: un amigo. Noble o mendigo, ¿qué más daba? A los seres queridos se les ayuda sin pensar en la propia nobleza. Así pues, decidí que el rescate del piscis sería una buena prueba para demostrar mi honor, recuperar mi nobleza y, ante todo, demostrarme a mí mismo que era capaz de servir para algo.

Me había ataviado con una capa marrón y unas botas de cuero cedidas bastante cómodas. Al no poder entrar en palacio para llevar a Värdjas, había decidido cambiar de arma. Mis manos impías no eran dignas de tan fiel espadón. Así pues, con mis pocos ahorros había comprado de paso una espada de hierro mellada y oxidada que pegaba mucho con mi nuevo aspecto (si bien el vendedor se había reído mucho de mí al vendérmela).

Ataviado con mis mejores galas de guerrero mendigo, entrené lo que pude y dejé a Telma en los establos del palacio. Había un amigo al que salvar.

Fue difícil seguirlos, pues no podía ir con ellos en aquellas carrozas. Una buena parte del camino la hice con unos comerciantes, cantando canciones con ellos y durmiendo al raso, aprovechando para entrenar un poco y recuperar parte de mi musculatura perdida. El último tramo, sin embargo, lo tuve que hacer a pie, así que mis horas de sueño se vieron menguadas. Sin embargo, por ser Ignis mi tierra, sabía llegar a donde se dirigían, de forma que no llegué a perderme más que un par de veces, y conseguí recuperar el rumbo con preguntas e intuición.

Y ahí estaba, al fin, corriendo hacia ellos el último tramo, jadeante y cansado, pero en el fondo contento.

-¡¡¡RICK EL MENDIGO SE PRESENTA!!!

Al llegar a las puertas del jardín, me detuve, apoyándome sobre mis rodillas dobladas para tomar aliento. Respiré hondo varias veces, notando cierto sabor a metal en la boca, por el esfuerzo. Con lágrimas en los ojos, alcé la vista y sonreí a Fier, que me saludaba.

¡Estaba ahí! No era un noble, quizás, pero no temía a la aventura.

Me acerqué hacia ellos, pasando por la maleza con desagrado.

Me embargaba la emoción.

FdR- Me tomé la libertad de “comprar” un arma igual a la que tenía pero en roñoso porque, os recuerdo, Rick renunció a su espada al renunciar a su apellido, de forma que no tenía modo alguno de luchar
XD En cuanto acabe la misión haré que se rompa o lo que sea, volviendo todo a la normalidad.
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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyLun Abr 29, 2013 3:30 pm

Volví la cabeza al oír una voz que me resultaba familiar. Al darme la vuelta, vi venir corriendo a Rick Dehnel, al que hacía meses que no veía. El flamma estaba muy cambiado. Al principio, mi expresión fue de total desconcierto, pero acabé por esbozar una sonrisa divertida. Desde luego, cuantos más, mejor, y se lo veía animado. Me extrañó que se presentara como "mendigo" (que yo supiera, tenía gran respeto por su linaje), pero no le di mayor importancia.

Miré hacia arriba cuando Fier se me acercó volando, y cogí la piel que me lanzó. Estaba vieja, sucia, y poco tratada, pero parecía gruesa y resistente, y no pensaba rechazar la posibilidad de un abrigo cuando ni siquiera sabía dónde íbamos ni cuánto tiempo íbamos a estar por allí. Así pues, la doblé como buenamente pude y la metí en mi mochila.

Seguí avanzando por el jardín, abriéndome paso como podía e intentando prestar atención a dónde pisaba, sin tener muy claro qué estábamos buscando. Me estiré y puse de puntillas para tener un campo de visión más alto por encima de la maleza y busqué a mis compañeros. Fruncí el ceño entonces, al ver que faltaba uno.

-¿Dónde está Prosper? -pregunté a nadie en particular.
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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyLun Abr 29, 2013 5:16 pm

Las miradas de reojo de Lyam no obtuvieron respuesta. Simplemente se las sostuve sin hacer ningún gesto ni comentario revelador. No había sacado suficientes conclusiones todavía como para ponerme a compartirlas.

Todos nos adentramos en el jardín, desperdigándose cada uno por donde considera oportuno, buscando algo entre la desagradable maleza. Sin duda, la primera en dar con algo interesante es Fier, pues pronto se
nos acerca con unas pieles cuya utilidad, por el momento, no logro imaginar. No obstante la tomo. Si no tienen ninguna utilidad, siempre estoy a tiempo de deshacerme de ella, pero no pierdo nada llevándola conmigo. Agradezco el gesto a la aether con un asentimiento de cabeza.

Mientras ellos buscan entre la maleza paso mi vista por las envejecidas paredes de la casa, buscando algún rostro en las ventanas o algún otro tipo de cosa inusual. Me pone nerviosa estar aquí: somos demasiado visibles, y el ser descubiertos puede sentenciar nuestro plan desde el principio. No solo somos un grupo numeroso, sino también pintoresco, y todo ello nos hace demasiado fáciles de identificar.

En cuanto pienso esto, escucho un grito a nuestra espalda. Un grito demasiado reconocible, y suspiro con hastío. Me vuelvo y veo al flamma correr hacia nosotros jadeando como si estuviésemos de excursión. Repaso de nuevo los alrededores para asegurarme de que nadie nos sigue ni ha habido reacciones del interior de la casa a los gritos del flamma.

Supongo que tenerlo de nuestra parte, si bien es un hecho catastrófico, no lo será tanto como tenerlo en contra.
Espero...


La pregunta de Massen resuena en el aire.

-Lo vi acceder a la parte trasera de la casa –le respondo, haciendo una seña en dirección al sitio por el que vi alejarse al flamma.

¿Qué pensaría él de la aparición de Rick Dehnel?

Tenía la sensación de que la aparición del cabeza hueca de Dehnel iba a traernos más problemas que ventajas. Una pequeña parte de mí, sin embargo, se alegraba. ¿Quién mejor que él para distraer al enemigo o usar la fuerza bruta?
Mientras no nos delatase su tendencia a gritar...
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Prosper
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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyMar Abr 30, 2013 3:12 am

Pese a que el comentario del aether le había parecido extremadamente irritante, Prosper respondió con buenas formas a su pregunta, explicándole que nadie en Ignis había tenido constancia de que existiese aquella construcción hasta ahora. Luego, tras dedicarle una mirada tal vez un poco cortante a Heylel, se adentró más en el terreno. Mientras caminaba, blasfemaba mentalmente. Tal vez nadie hubiese inspeccionado antes el terreno, pero él sí que había comprobado que no había nada raro antes de mandarles entrar en el jardín (al menos no había nada raro en la zona en la que estaban). ¿Qué más quería? Además, se suponía que el tío era un guerrero y que sabía que aquello podía ser peligroso, así que ¿por qué se quejaba? ¡Si hasta la pequeña piscis le había hecho caso! Si no estaba dispuesto arriesgarse un poco, que se hubiese quedado en Brontë.

Tras inspeccionar bien la parte delantera del terreno, el flamma decidió comprobar que no había nada raro en la parte trasera. No obstante, no pudo evitar fruncir el ceño al acceder a aquella parte de la casa: en medio del jardín había una enorme tela tapando algo. Aquello, debía admitir, no era lo que esperaba encontrar. Se había imaginado que aquella zona estaría más o menos igual de vacía que la anterior (donde sólo habían encontrado unas cuantas pieles), así que aquello había roto un poco sus esquemas.

El flamma desenfundó un puñal y se acercó a la tela, preparado por si lo que había allí debajo era peligroso. Con la derecha, retiró el tejido y, luego, suspiró aliviado. Bajo la tela se encontraban tres vasijas completamente diferentes: la primera era roja, ostentosa y enorme (un hombre podía caber perfectamente por ella, pensó Prosper); la segunda era azul, sencilla (no tenía ningún grabado y lo único que se podía apreciar en ella eran un par de grietas) y un poco más pequeña que la anterior; por último, la tercera era blanca, tenía grabados protagonizados por diferentes personas y era muchísimo más pequeña que las dos anteriores. Pese a que el contraste que había entre el aspecto de las tres piezas era curioso, a Prosper lo que más le llamó la atención fue la diferencia que había en el tacto de ellas: la primera vasija emitía calor; la segunda, frío; la tercera, nada.

Prosper ladeó la cabeza y apartó la mano de la última vasija. Se preguntaba qué había dentro de las piezas y si aquello,
fuese lo que fuese, afectaba a la temperatura que tenían. Movido por la curiosidad, decidió destapar la primera de todas.
Lo que encontró le volvió a sorprender: bajo la tapa de aquella enorme vasija había, en lugar de, por ejemplo, un dragoncillo, una especie de entrada a Mithos sabía dónde. Prosper cogió una piedrecilla del suelo y la lanzó por el agujero, sólo para comprobar hasta dónde llegaba. Luego se acercó a las otras vasijas, dispuesto a comprobar qué había ahí, pero un grito le hizo pararse en seco y volver corriendo a la parte delantera del jardín.

Al llegar, se encontró, de nuevo, con algo que no esperaba: había imaginado que el tal Rick el mendigo era un enemigo (uno muy tonto, pero uno a fin de cuentas), pero era evidente que todos conocían al extraño que acaba de aparecer en el número cinco de Vieds De Cazz. Suspiró y bajó el arma. No entendía por qué había gritado, pero la incorporación de un nuevo miembro al grupo no le desagradaba. Le extrañaba, pero no le desagradaba. Cuantos más, mejor.

Se acercó al grupo.

—Rick, yo soy Prosper Frost. Un placer tenerte con nosotros, pero, por favor, no grites —murmuró. Luego observó al resto del grupo—. He encontrado la ¿entrada? o algo así. No es exactamente lo que esperaba, pero creo que sería buena idea que la vieseis.

Sonrió. Tras comprobar que el grupo aceptaba su propuesta, rehízo el camino a la zona trasera. Cuando llegaron, señaló la enorme vasija roja.

—Esa... Es.

Se sentía un poco ridículo explicando que aquello era una entrada (¿cómo le explicabas a un grupo de adultos que tenían que meterse dentro de una vasija para llegar al sitio que buscaban sin perder seriedad? Es más, ¿cómo explicabas eso después de haber admitido que no tenías ni idea de dónde había salido la casona?).

fdr. y este día pasará a la historia como el día en el que sara decidió que podía prescindir de postear con lyam porque no iba a aportar nada más que wtffff (30-4-13)
fdr2. no tengo ni papa de cómo funciona la entrada xD
fdr3. :'D perdón por la tardanza (y por haber entendido mal los mps que me mandaron, porque pensé que ya entrabamos pero los releí y no, aún no entrábamos >__<)
fdr4. me hubiese gustado saber qué había en las otras dos porque mi personaje quería saberlo : < (gross sobbing)
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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyMar Abr 30, 2013 10:15 pm

FDR: voy a adelantar un poquito esto uwú

Prosper fue certero con su elección, pues encontró la entrada de la Organización La Sombra del Fuego en el primer intento.
En pocos minutos, todos ellos (incluidos el ahora mendigo Rick), observaban la curiosa “entrada” por lo que, raudos, se dispusieron a entrar en ella. La vasija era grande, sin embargo, parecía que los Aether deberían tener cuidado con no “lastimar” sus voluminosas alas.

Los chicos fueron cayeron verticalmente uno detrás de otro, directos a estamparse con el suelo, sin embargo, una casi infinita montaña del tamaño de un bismonte de los grandes de papelitos de caramelos, algodón y por qué no decirlo, babas, amortiguó en mayor medida su caída.

En cuanto todos estuvieron medianamente recompuestos, pudieron observar que se encontraban en el interior de una enorme gruta. Frente a ellos, un puente más bien gastado y, al fondo, unas escaleras picadas en piedra que conducían a un pórtico.
Al fondo del pórtico, una puerta y, delante de esta, dos Golem gigantes, acuclillados, cuya respiración dormida y tranquila, resonaba por toda la estancia. Cuando uno inspiraba, el otro exhalaba, y cuando uno exhalaba, el otro, inspiraba. Creaban así un “runrún” continuado en la sala debido a la fricción que las enormes piedras que formaban sus cajas torácicas producían al rozarse unas contra las otras. Era una estampa sobrecogedora y por qué no decirlo, con cierto grado de belleza.

Spoiler:

Entonces una risa molesta y aguda interrumpió la escena, haciendo que, a la par, los Golem diesen un respingo, sin embargo estos continuaron durmiendo.
Los chicos buscaron con la mirada de dónde podía proceder semejante risa y vieron caer una bola de fuego del tubo por el que hace pocos segundos ellos lo habían hecho torpemente. La “risueña” bola de fuego se movió a toda velocidad por el aire y se colocó al otro lado del puente y, al fin, el hombre que había violado la vigilancia del Palacio de Brontë, que había asesinado a Adela y secuestrado a Silvanus Kettleburn apareció ante ellos.

Spoiler:

Flastio se mordió el labio inferior, echó el culo hacia atrás y con su única mano les hizo un gesto con el índice de la misma con la intención de que acercasen. -Sssssss~ -siseó mientras lo hacía, para luego reír y, extasiado de felicidad, y sin poder parar ni un minuto, en el sitio, habló.- Al fin han venido sssusss amigosss - masculló contento.
-Hala... sssoiss muchossss - dijo aplaudiendo contra su pecho (ya que no podía hacerlo de otro modo)- Dicen que lasss fiessstasss ssson mejores cuantosss mássss ssseamosss

-Mmm... - se quedó meditabundo, mirándolos durante unos segundos, pues su cerebro trabaja a cien por hora. - ¡HAY DOS EQUIPOS! ¡DOS! ¡DOS! -bramó, dejando dos dedos levantados. - NO VALE HACER TRES. TRES ¡NO! ¡NO! -chilló más fuerte. -DOS- sentenció.
-Vamossss a jugar a un juego -explicó, acuclillándose y comenzando a caminar en círculos como si fuera una especie de simio, para luego tumbarse en el suelo y rodar, ya que cuando pensaba profundamente, era así como lo hacía. - Vamosss a jugar a un juego~ - repitió canturreando.

-VALE. YA ESTÁ. YA LO HE PENSADO TODO- dijo reincorporándose, bajo la atenta mirada de su auditorio.
- ¿Sabéisss qué ssse dice? ¿Sabéisss qué oigo por los mercadosssss? Que el ejército de Brontë esss el ejército de losss ssssiete coloressss. El ejército de razassss para las razasss, que la unión de todasss lasss razass en un ejército común protegerá al mundo... -chasqueó la lengua y sacó de su bolsillo un montón de raíces de regaliz- Efectivamente. Imaginaosss que vosssotrossss ssssoisss essstasss raícesss. -siseó, enseñando mucho los dientes. - ¿Veis lo que pasa si intento comeros a la vez? - dijo antes de meterse todo el manojo en la boca de una forma muy asquerosa, para luego sacárselo- BUAJ. - escupió- Todossss juntosss sssabéisss muy mal, sssoisss durosss y no puedo ni siquiera morderosss a gusssto. SSSIN EMBARGO- bramó de nuevo, haciendo eco y asustando de nuevo a los Golem, que continuaban dormidos. - ¿Qué ocurre sssi ssse sssepara al maravillossso ejército de Brontë del que todo el mundo habla?- dijo cogiendo una fina raíz entre sus dedos y llevándosela a la boca. - ¿Ssssabrán velar por el bien común? ¿Ssssserán capacessss de ssssalvar a sssussss compañerosss o ssse ssssalvarán a ellosss misssmosss? Quizás alguno quiera hacerle compañía al rubito~...- dijo tragando aquel trozo de raíz que había estado masticando mientras hablaba.

Sin embargo, durante la perorata de Flastio, los Horrdtes que custodiaban la Organización y que actuaban como sistema de "depuración de amenazas" se fueron arremolinando silenciosa y mortalmente alrededor del grupo. Flastio se dio cuenta entonces habló.- MIRAD MIRAD MIRAAAAD- dijo moviendo su mano y su muñón en el aire, con su desagradable voz aguda.- HAN VUELTO. OS HAN OLIDO AJAJAJAJA ¡ESTÁIS TODOS MUERTOS! ¡MUERTOS! ¡OS VAIS A QUEDAR AQUÍ CONMIGO Y TENDRÉ MUCHOS AMIGOS!- chilló mientras ardía en llamas para desaparecer.

Iba a jugar con ellos, pero los Horrdtes se le habían adelantado y prefirió dejarlos que entrasen en calor antes de comenzar el verdadero juego. Además, de este modo, podría ver el nivel de sus "dulces juguetes"

Ahora los guerreros tenían que deshacerse de aquella escalofriante amenaza a la cual se enfrentaban. Los Horrdtes eran de pequeño tamaño, sin embargo, uno de ellos destacaba por su ser bastante grande. Realmente aquella "manada" recordaba a una madre que había salido de caza con sus hijos. Deberían eliminarlos lo más rápido posible, si no querían acabar entre sus mortales garras. De golpe, como si hubiesen sido activados por un resorte, los más pequeños, se abalanzaron sobre los muchachos, atacaron uno a cada uno, con las garras hacia delante y sin emitir ni un sólo sonido, sin embargo, sus refulgentes ojos, denotaban unas ansias de almas frescas insaciables. Sin embargo, el grande se mantuvo expectante, como atento a valorar la situación, con las manos caídas y la cabeza ladeada, mientras su podrida capa ondeaba lentamente.

Los muchachos debían tener cuidado, pues si la joya bermeja que adornaba sus palmas les tocaban, quedarían desprovistos de sentimientos, conocimiento e identidad. En una palabra: sin alma, por otra parte, excepto uno de ellos, eran todos de un tamaño aparentemente "poco peligroso".
Spoiler:


FDR: Habéis dejado de ganar varias piezas de Metal de Iril que se encontraban en la vasija más pequeña. Prosper, a veces el camino más rápido no es el más adecuado. La vasija azul, por su parte, contenía asquerosos babociélagos que habrían saltado sobre el cálido cuerpo del Guía sin dudarlo ni un instante, con el fin de huir de la fría cerámica y cubriéndolo de babas.

FDR2: Cualquier duda, la que sea, MP. No hay orden DE MOMENTO xD seguid posteando en el orden que gustéis.

FDR3: NO. FLASTIO NO SE HA PRESENTADO X_D

FDR4: Los aether no tienen porqué haber caído. Una vez pasado el tubo, pueden volar perfectamente, por lo que se salvan de caer en tan "agradable" cama. Sin embargo, no podrán sujetar a nadie al vuelo.


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Rick

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyVie Mayo 03, 2013 1:38 pm

Prosper encontró la entrada y yo decidí entrar el primero de mis compañeros.

-Dejadme esto a mí, chicos. Soy un mendigo prescindible. Si este camino es equivocado, recordadme como un héroe y despedidme de Inger...

Tomé aire profundamente y entré en la vasija. Cuando caí al vacío, contuve un grito, creyendo que aquel era mi fin, pero no tardé en caer sobre un montón de papeles.
Me froté el dolorido culo y me aparté para que el resto del grupo no me dañara al caer.

Cuando todos estuvimos abajo, miré a mi alrededor. Aquel lugar era inmenso, y los golems durmientes no me causaban mucha tranquilidad, pero al menos no estaba despiertos.

-¿Y ahora qué hacemos? –pregunté a mis compañeros.

Pero no pasó mucho hasta que llegó la respuesta.
Seguí con la vista, confuso, aquella bola de fuego, sin entender qué sucedía. ¿Desde cuándo reía el fuego? Pero la bola no tardó en desaparecer para mostrarnos a un hombre... Al que tampoco conocía, pero por su risa y su aspecto no debía de ser un buen tipo.

Lo que decía parecía salir de boca de un desquiciado. Fruncí el ceño, preguntándome por qué los malvados malandrines siempre estaban locos. Aunque, claramente –pensé- una persona que no estuviese loca jamás elegiría el ruin camino del mal.

Iba a abrir la boca para replicarle noblemente cuando una especie de capas voladoras empezaron a rodearnos. Fruncí el ceño. Esto ya se me daba mejor.
Ya estaba pensando las mil maneras de demostrarles a aquellos trozos de tela quien mandaba y, de paso, averiguar qué clase de extraño ser había dentro.

-A ti voy a enseñarte yo por qué hoy no debiste venir a trabajar hoy –amenacé, sonriente, a la capa que tenía enfrente.

Cogí la herrumbrosa espada que llevaba a la espalda y apunté al enemigo.

-¡¡¡MUEREEEE!!!

Con energía, me lancé contra la capa con ojos flotante y extendí los brazos, realizando un ataque punzante con mi pesado mandoble con destino su cuerpo. Esperaba traspasarlo y acabar con su vida para poder ir a por el siguiente, pero si fallaba retrocedería para armar mi defensa: no me tenían buena pinta las joyas de sus manos.


FdR- Si hay cualquier problema, Master, lla llu nou.

FdR2- Empecé algo flojo para habituarme a la misión u.u

FdR3- Di por hecho que Rick podía hacer todo eso de primero porque fui la primera en postear u.u Espero que no haya problemas.
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Alehyss

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyMiér Mayo 08, 2013 12:46 pm

Me introduzco por la vasija tras Rick Denhel. Sea lo que sea que haya abajo, el flamma es capaz de destrozarlo, ahuyentarlo o, por el contrario, atraerlo antes de que nadie vea de qué se trataba.

Una vez fuera de los extraños papeles, observo la inmensa estancia. No tardo en ubicar el rítmico sonido que se escucha: dos seres rocosos junto a una puerta. No puedo evitar esbozar una cínica sonrisa para mí. Estoy segura de que al atravesar esa puerta se despertarán, y ello no es precisamente alentador.

En cuanto escucho la risa, mis músculos se tensan y llevo una mano a mi muslo derecho, en el que se encuentra prendida mi kusarigama. Busco con rápidas miradas el origen del sonido y, cuando veo la bola de fuego, la sigo hasta ver como aparece de ella un hombre. No parece, ni mucho menos, sorprendido por nuestra aparición. Ello resulta desalentador, aunque es normal. Si fuesen tan estúpidos como para no esperar a nadie darían pena como asociación.

Por lo que dice, parece que habremos de separarnos para rescatar a Silvanus. Lanzo una fugaz mirada de reojo a mis compañeros. ¿Piensan hacer caso a un tipo que forma parte del enemigo o lo ignorarán y mantendrán la formación al completo?
Sin embargo, no hay tiempo de discutirlo. Un grupo de Horrdets entra en escena. Por lo que dice el extraño, “nos han olido”.
Extraigo mi kusarigama con decisión y observo a las bestias venir. Uno de los Horrdets es de mayor tamaño, pero no se acerca tanto como el resto. Parece que nos observe.

Los pequeños nos rodean y aferro el mango de mi arma con fuerza. Estoy segura de que el grande no dudará en lanzarse contra nosotros en cualquier momento. No podemos descuidar nuestras espaldas.

-No hace falta que os diga que os mantengáis alejados de sus manos, ¿verdad? –siseo a mis compañeros, sin perder ya de vista a los oponentes.

Por desgracia, no he acabado de hablar y veo a Rick Dehnel, el ruidoso Rick Dehnel, abalanzarse sobre el primero sin cuidado alguno.

Me acerco con lentitud hacia el Horrdet que venía hacia mí. Me toma por una presa, al fin y al cabo. Decido parecerlo.
Ya está a escasos metros cuando me detengo, si bien él sigue abalanzándose hacia mí.
Giro la bola de mi Kusarigama en la mano izquierda. Cuando apenas nos separa metro y medio, la lanzo en dirección a su cabeza. Mi objetivo es engancharlo, enredarlo, pero nunca me enfrenté a un bicho de estos y no sé cómo de escurridizos son. De todas formas, me basta con que se mueva, trate de esquivarlo o evitarlo. En ese momento, ya esté enredado o simplemente cambie su rumbo o se detenga un instante, me lanzaré hacia él, desplazándome diagonalmente de un impulso, con el fin de colocarme a su espalda (ya sea detrás o en un lateral) para atarle desde esta posición a la parte de su cuerpo correspondiente a la cabeza, en forma de corte diagonal hacia abajo.
Confío lo suficiente en mi agilidad como para apartarme a tiempo si se vuelve.

En caso de que consiga atarlo o enredarlo en la cadena, me moveré a su alrededor un par de veces hasta enredar la máxima cantidad de su cuerpo posible para inmovilizarlo por completo y acabar después con él. Teniéndolo inmovilizado, sería sencillo destrozar las piedras de sus manos.

De todas formas, el ataque no debe prolongarse demasiado, pues debo estar atenta al mismo tiempo a los Horrdrets de mis compañeros y al gigante, que pueden cambiar de objetivo en cualquier momento.

FdR- Recordemos que Alehyss utiliza jabones que neutralizan el olor solo para no ser identificada, pero le frustra que, al ser la única, no le sirve XD

FdR2- Tengo que poner la medida de la cadena en algún lugar para que la veáis siempre... Pero mide aproximadamente 2 metros y medio.

FdR3- El movimiento que hace Alehyss es parecido a salir al golpear en un dô, es decir, aprovecha el momento en que lanza la bola para salir diagonalmente de esa forma y acabar a su lateral o a su espalda, como el master prefiera. Su objetivo pruncipal, sin embargo, es enredarlo.

FdR4- Si hay cualquier problema, por supuesto, mándame un mp o lo que sea y no dudaré en cambiarlo.

FdR5 (AÑADIDO)- Su pudieras dar mças o menos cuantas acciones permites por turno, serçia interesante u.u




Última edición por Alehyss el Jue Mayo 09, 2013 11:44 am, editado 1 vez
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Heylel

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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyMiér Mayo 08, 2013 2:50 pm

Prosper se toma las molestias de explicarnos un poco más sobre la situación y, por lo que deja entender, parece ser que a los ignitas no les importa demasiado si salimos de ahí abajo o no. No son noticias alegres, pero por alguna razón me dan fuerzas para seguir adelante y tomármelo en serio. Debemos salvar a Silvanus y salir con vida y si no lo hacemos nosotros nadie vendrá a ayudarnos.

Tras las primeras indagaciones por las altas hierbas, Prosper acaba por indicarnos unas vasijas de las cuales, una de ellas debería ser la puerta de entrada. Se ve forzado a escoger una y, por suerte, es la que buscamos. Poniéndonos en sobreaviso a los aether por nuestras alas, indica que debemos descender. Miro un momento a Fier como para corroborar que ha escuchado.

Rick había aparecido por sorpresa camino abajo, como si hubiese venido corriendo tras la carroza durante todo el camino. Sin embargo, en su momento me pregunté dónde habría venido, ya que dudo que, por muy portentoso que sea Rick, pudiese hacer semejante recorrido corriendo.

Eso no era prioridad, pero si el flamma abordó de nuevo mi mente fue por su arrojo al saltar el primero dentro de la vasija, seguido por Alehyss Lester. Tomo aire. No quiero tardar más tiempo en entrar y mucho menos ahora que tengo tanta determinación. Sigo a la chrysos y junto muy bien mis alas contra mi cuerpo para pasar por la vasija. Instintivamente, al sentirme ya liberado de paredes y en caída libre, abro las alas para evitar caer abajo y, con el corazón en un puño, busco rápidamente a mis compañeros por si la caída es peligrosa.
Me relajo al ver que han caído en un colchón que, si bien parece bastante asqueroso, no les hace demasiado daño.

Al momento una bola de fuego hace presencia y un tipo que no parece estar bien de la cabeza comienza a hablar y a gritar con el ruido de las gárgolas de fondo. No me gusta como suena lo que dice de dividirnos con lo que por mi parte trataré de evitarlo, pero no puedo evitar no quitar ojo de los gigantes de piedras mientras el otro parece revolotear en su sitio. Parecen mansas, pero siendo guardianes siempre debe esperarse algo de ellas. Por otra parte, dudo mucho que no lo sean. La figura de la gárgola siempre ha representado la defensa del lugar que hay a sus espaldas y habitualmente guardan un mensaje destinado a los extraños.

Me doy cuenta de que ya habrá tiempo para pensar en eso cuando el otro termina de hablar mientras los Horrdet se arremolinan cerca de nosotros. Son bastantes y, debido a su peligrosidad, consiguen preocuparme. Al escuchar a Alehyss me doy cuenta de que no soy al único y, en cuanto vienen a por nosotros, tengo la certeza de que es hora de ponerse en marcha.

Saco las tonfas mientras me mantengo en el aire y me fijo en el Horrdet que viene a por mí con la mano en ristre. Muchas son las leyendas sobre la piedra de sus manos con lo que mi primer instinto es evitarla y destrozarla.

Mantengo la tonfa izquierda frente a mí, con el puño a la altura de mi mentón y procurando cubrir la mayor parte de mi tronco. Hago girar la tonfa derecha en mi mano para que la zona más larga quede hacia afuera, en posición de ataque para lanzar un golpe directo a la mano del Horrdet en el momento en el que se lanza sobre mí.

Debo de estar bien atento a sus movimientos y a los de los otros, ya que mis alas aumentan considerablemente las posibilidades de convertirme en su blanco.
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Massen Dew
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Massen Dew


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MensajeTema: Re: El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN   El rescate de Silvanus Kettleburn MISIÓN EmptyMiér Mayo 08, 2013 7:07 pm

Prosper nos convocó a todos en la parte trasera del jardín, donde había tres vasijas. Abrió la más grande, y sentenció que aquella era la entrada. Sentí cómo se me encogía el estómago, pero no dije nada. Rick, pese a ser el último en llegar, decidió que abriría el camino. Lo siguieron Alehyss y Heylel, y mientras esperaba mi turno, inspiré hondo y traté de tranquilizarme. Más por distraerme con algo que por necesidad, me quité los guantes y los guardé en la mochila. No pasaba nada. No tenía por qué pasar nada.

Cuando Heylel desapareció por el hueco, me acerqué, pálida, a la vasija. Se suponía que, por ser la más menuda del grupo, entrar tendría que ser una tarea fácil para mí, pero temblaba tanto que me costó incluso más que a mis compañeros meterme dentro. Tal y como temía, no había suelo debajo. Tenía los ojos llorosos, y me resistía a soltarme de los bordes de la vasija, pero me fallaron las fuerzas y caí al vacío. Quise gritar, pero ni siquiera me salió la voz.

Por suerte, no fue una larga caída. Aterricé sobre un extraño colchón de pegajosos papeles, pero ni siquiera me importó. Traté de limpiarme como pude, con manos temblorosas, los lagrimones que me corrían por las mejillas, y me arrastré por aquel montón de porquería, sin fuerzas aún para levantarme, para dejar espacio a mis compañeros. Poco a poco me fui tranquilizando, y aunque me sentía un poco débil, traté de ponerme en pie. Al mirar al fin alrededor, descubrí que estábamos en una enorme caverna.

No tuve mucho tiempo de fijarme en los detalles, porque pronto una bola de fuego apareció y una voz resonó en todo el recinto. Un chico mutilado y de aspecto poco tranquilizador apareció ante nosotros, y comenzó a hablar como quien presenta las normas de un juego. Noté cómo de la debilidad pasaba a la tensión en apenas cuestión de segundos. El chico no dio demasiada opción a interactuar con él, pues tras soltar su extraño discurso desapareció entre llamas. Dejaba tras de sí un "regalito" con el que entretenernos.

Pese al cúmulo de emociones en apenas unos minutos, puse todo mi empeño en centrarme en la situación. No sabía de dónde habían salido, pero una horda de seres extraños y de aspecto poco amigable comenzaron a rodearnos. Parecían una mamá con sus hijos, pero no los habría cualificado como "familia encantadora". Los pequeños no tardaron en abalanzarse sobre nosotros, al tiempo que Alehyss nos aconsejaba alejarnos de sus manos, de un aspecto muy peculiar. No hice oídos sordos.

En el momento en que uno se acercó a mí demasiado para mi gusto, casi en un movimiento reflejo, le lancé un aquaerum directo a aquella joya extraña que tenía en la mano. En parte, quería inutilizarla, pero también era el punto más fácil, ya que iba por delante de su cuerpo. Al primer aquaerum siguió un segundo, apuntando al mismo lugar, y me mentalicé para convocar un tercero si insistía en acercarse. Si debía evitar aquella garra, tenía que preocuparme de ser lo más escurridiza posible; además, no podía perder ojo de los otros seres, que no andaban muy lejos.
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