Diario de Ayne Stalon

Obtenido en Humus, en la misión Larvas gigantes

No reciben este nombre por pura casualidad léxica. Los brintalfitos brincan y saltan desde el momento en que salen de sus esporas (como buenos hongos que son) hasta que llueve o caen al agua. Son hongos del tamaño de una castaña, que rebotan contra todo y la única forma de pararlos o controlarlos es mojándolos, lo que produce su parálisis alrededor de 5 minutos, no más. Se pueden machacar (que es lo más eficaz para que no reboten en tu mochila) y cocer para utilizarlos como dulce remedio para la gripe e infecciones víricas simples. Sin embargo, su uso más habituales el divertimento de niños de todo el mundo (sobre todo de los más pillos) ya que su ingesta provoca saltos incontrolados hasta que el brintalfito haya sido digerido en su totalidad. Otra capacidad de este hongo es que, si se pela con un cuchillo y se ingiere la pulpa únicamente, provoca hipo. Los niños suelen jugar con ellos para meterse unos con otros. Además, puede funcionar con una saltarina natural, e incluso, en los últimos años, las carreras de brintalfitos se han vuelto bastante populares. Obtenidos en Lumen, en la misión A por los monstruos

Da luz a partir de la energía mágica del portador, iluminando solo para él. Obtenido en Fulmen, en la misión Nos asedian los ladrones

Con cuerda de 3 metros. Obtenido en Humus, en la misión Larvas gigantes

El material es resistente y rígido. Mide algo menos de un metro cuadrado. Obtenida en Humus, en la misión Larvas gigantes

Tales como pelo, plumas, piedras, una cinta manufacturada, una piedra que emite calor... En su mayoría, obtenidos en Brontë.

Con un precio en mercado nada desdeñable. Obtenido en Caligo, en la misión Desaparición en las minas

El usuario carga con una potencia y fuerza muy elevados, llevándose por delante casi todo lo que se ponga en medio de su trayectoria. Aprendida a través del Bonus de técnicas y hechizos

El usuario es capaz de cambiar repentinamente de dirección, incluso en medio de una carrera intensa, para dirigirse a un objetivo diferente o, simplemente, huir en el último momento. Aprendida a través del Bonus de técnicas y hechizos

El usuario se concentra al límite para evitar un golpe en el último instante, impidiendo así que el enemigo corrija su trayectoria. Aprendida a través del Bonus de técnicas y hechizos

El usuario lanza un golpe instintivo, que busca al rival prácticamente al azar, haciéndose más difícil de prever y defender. Narrador elegirá su destino (siempre en el enemigo). Aprendida a través del Bonus de técnicas y hechizos

Una esfera de tierra se forma en una de las palmas de una de sus manos -la que elija-, pudiendo dirigirla en la dirección que desee. Una vez formada, el conjurador podrá mantenerla en la mano cierto tiempo o lanzarla directamente, pero no fusionarla con otra o cambiarla de extremidad. Su potencia dependerá del nivel de magia del conjurador. Innato

Un muro del tamaño suficiente para cubrir al conjurador se levanta frente a él (o la persona a la que quiera proteger) a modo de escudo. Cuanto mayor sea la capacidad mágica del conjurador, más resistente será el escudo. Innato

El conjurador crea una grieta en el suelo ante sí. La profundidad y extensión de la misma dependen de su capacidad mágica. Aprendido a través del Bonus de técnicas y hechizos

El usuario invoca una avalancha de tierra que baja con fuerza sobre el enemigo, golpeándolo de arriba a abajo y que, con la potencia suficiente, puede llegar a pegarlo contra el suelo. Aprendido a través del Bonus de técnicas y hechizos

El usuario escoge un cuerpo en el aire que hacer caer al suelo. La fuerza del impacto del cuerpo contra el suelo dependerá de la capacidad mágica del conjurador, de la resistencia o ayuda que el cuerpo ofrezca a caer, así como de su peso. Aprendido a través del Bonus de técnicas y hechizos

El usuario puede ensordecerse a sí mismo hasta tantos segundos como poder mágico tenga. Aprendido en Lumen, en la misión A por los monstruos

El usuario crea una pantalla mágica de tamaño variable (nunca mayor que su propio cuerpo) ante su cuerpo, con las palmas extendidas, que lo protege de golpes físicos y hechizos. No es completamente transparente, por lo que la imagen se ve un poco distorsionada cuando la luz la atraviesa, de manera que es fácil delimitarla.
Solo puede invocarse al frente, a escasos centímetros de las manos, y solo se mantiene activa mientras está extendida una de las manos, por lo menos. Además, es una pantalla sólida, de modo que el usuario tampoco puede lanzar proyectiles desde su lado. A cambio, la cantidad de energía que consume es muy baja. Aprendido en Brontë, bajo tutela de Nagorr, en la lección Baadha

Cura heridas en profundidad y contusiones, pero no puede detener una gran hemorragia. La capacidad de curación, a nivel del tamaño de la herida, depende del nivel de magia del usuario. Puede usarse varias veces si una no es suficiente para completar la curación, pero un uso excesivo producirá fatiga.Aprendido en Brontë, bajo tutela de Laylee, en la lección Habilidades curativas

A Ayne Stalon le costaba mucho conseguir que alguien la considerara normal. Aunque, siendo del todo sinceros, había que admitir que nunca se había esforzado mucho al respecto. Principal causa de los problemas que sufría su familia, supo hacerse notar desde el mismo día de su nacimiento, y lo más curioso era que ni siquiera parecía hacerlo a propósito. Simplemente, ella era así.
Condenados al rechazo social por la menor de sus hijas, los Stalon vivían mudándose continuamente de una ciudad a otra. Pero el mayor rechazo que Ayne sufría lo llevaba consigo: Eralt, su hermana, cinco años mayor que ella, siempre se esforzó por demostrar a Ayne cuánto la repudiaba. Sus padres, más que quererla, parecían resignarse.
La única persona por la que Ayne sintió alguna vez auténtico aprecio fue por Sodeth, un caeruleus exiliado que se responsabilizó de la educación de Ayne entre los cinco y los nueve años de edad de la niña. Fue la etapa más larga que los Stalon consiguieron permanecer en un mismo sitio. Para Ayne, Sodeth lo era todo.
A los nueve años, Ayne tuvo la desgracia de presenciar la detención y condena a muerte de su instructor. Éste, considerado un enemigo del estado de Caligo, fue capturado y ejecutado. Aquella fue la única vez que alguien vio llorar a Ayne, aunque la niña pronto retomó su actitud habitual y pareció olvidar el asunto. Nunca, jamás, habló de ello con nadie.
Cuando recibió la llamada de Brontë decidió enseguida que no viajaría al Palacio, pero cuando su madre y su hermana se enteraron de que había sido convocada arreglaron todos los preparativos y la animaron desesperadamente a partir. Con una sonrisa, la chica tomó su equipaje y su poni y partió hacia Brontë.

Padres:
♂ Hellenn Stalon
♀ Sahirr Feth
Hermana:
♀ Eralt Stalon

Pareja:
♂ Zacharyas Blacksmith
Hijis:

♀ Julia Blacksmith:

♂ Mortimer Blacksmith: