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 Campo abierto

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Gerald

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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyMiér Mayo 14, 2014 12:42 am

Nos llevó gran aprte del día llegar hasta el pueblo, pero finalmente habíamos alcanzado poco después del atardecer. Lo primero, a parte de orientarnos en el lugar, es dar con un lugar donde dormir, con lo que la posada fue la primera opción.

Dejo a Cierzo pelearse para encontrar una mesa mientras intento hablar con el posadero para pedirle alojamiento. Una vez todo hablado, busco a Cierzo entre la multitud y me uno a él en la mesa elegida, ya con una par de cervezas sobre la madera.

Todo en orden. Ahora espero que seas un buen bufón y me amenices la noche. ¡Señoritas, este hombre tiene dinero para derrochar! —Grito hacia las prostitutas más cercanas al lugar, alzando todavía más el tono entre la muchedumbre.
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Cierzo

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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyMiér Mayo 14, 2014 12:57 am

Tan pronto como llegamos al pueblo, ya hacia la noche, buscamos la posada con intención de asentarnos en condiciones. Y ya iba siendo hora, la verdad. Mientras Gerald se encargaba de encontrarnos techo, yo me abrí paso por la taberna, bastante animada, hasta una mesa situada en una esquina. Ya podía oír los quejidos de Gerald por mi elección, pero seguía prefiriendo un rincón en lugar de meterme a montar la fiesta en mitad del lugar, y tampoco podía decirse que sobrara el espacio. Ya tendríamos tiempo de extender la celebración.

De camino a la mesa tomé a un par de señoritas por la cintura a las que llevarme como compañía, al tiempo que hacía un gesto a la tabernera (otra buena pieza, por cierto), reclamando que me atendiera. Gerald no tardó en unirse, ya con un par de cervezas. Un hombre preparado. De todas formas, hice un gesto a la mujer para que prestara atención a mantenernos las jarras llenas.

Solté un gruñido ante la petición de Gerald, no muy por la labor.

-Ya sabes que mi humor no es gran cosa, pero deja de pedir tanto, que ya tenemos buena compañía para amenizarte la velada -gruñí, tomando la jarra y manteniendo a una de las putas bien sujeta a mi lado-. Ya que yo cubro esta noche, espero que sepas apreciarlo.
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyMiér Mayo 14, 2014 1:23 am

Doy el primer trago de cerveza apenas habiéndome sentado y doy una fuerte palmada en el trasero de la mujer que parece que me toca, haciendo que suelte uno de esos estúpidos gritos de complacencia que siempre se agradecen.

¿En qué clase de fiestas has estado tú? Me traes a la esquina, aquí castigado, con sólo dos mujeres y sin coro de borrachos. ¿Y todavía me dices que no tienes humor para amenizar la fiesta? Empieza a tragarte la jarra, no me apetece verte con esa cara de mendrugo —Bromeo, poniéndole la jarra contra el pecho para obligarlo a sostenerla. Me pongo entonces en pie y me subo al banco donde me sentaba.

¡Eh, eh, a ver, borrachos, putas y demás escoria! ¡Hoy estamos de celebración así que quiero que bebáis y folléis hasta que os arrastréis como cerdos en el barro! —Grito, levantando la cerveza y salpicando los alrededores para luego dar un largo targo. Hago gestos con las manos hacia arriba para que se anime el cotarro mientras trago y la gente parece animarse con gritos guturales o silbidos. La música se aviva con un tono más estridente y festivo y me bajo del banco todavía manteniendo una pierna sobre él con la que acorralo contra mí a la furcia de mi lado antes de meterle la cabeza en el escote generoso y apretarle el trasero. Me siento de nuevo entonces.

Esto es una fiesta —Reprocho a Cierzo con una media sonrisa.

Party Hard:


Última edición por Gerald el Miér Mayo 14, 2014 1:34 am, editado 1 vez
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyMiér Mayo 14, 2014 1:31 am

Gentes

Eran dos mujeres de buen ver, ambas chrysos, y no podía decirse que les hubiese tomado por sorpresa el acercamiento de Cierzo. Zalameras, sonrieron a sus atenciones, sin oponer resistencia, acompañándolo entre risas a la mesa en la que se encontraba el otro. Una de ellas tenía el pelo rubio, largo, ondulado, y la tez bronceda; los ojos, verdes, no dejaban de observar a los dos hombres, sonriendo incluso más que ella, con la misma zalamería. La otra era morena, una larga melena negra, lacia, brillante, algo más ondulada hacia las puntas, y su bien el busto de la primera era envidiable, el de la segunda, podría decirse sin miedo a equivocarse uno, era más generoso de lo que ambos guerreros habrían visto en mucho tiempo, si es que alguno había tenido la suerte de probar un par como aquellas en alguna ocasión. Esta sonreía distinto, como más tímida, pero no había que mirarla mucho -ni a e ella ni a sus altos tacones de aguja- para darse cuenta de que no era más que un papel.

Gerald dio su discurso, y pronto la música creció, sumándose a ella los voceríos de la gente, las risas, las canciones entonadas por un par de borrachos que estaban en una mesa más apartada. La cerveza, que ya corría bien, aumentó su cauce, y pronto pocos había en el lugar sin una jarra en la mano.

-¿Invitas tú? -preguntó socarrón un tipo desde detrás de Gerald, dando un buen trago a su cerveza y echándose la mitad por encima.

La mujer, por su parte, se sonrió, ayudando a Gerald a hundirse en su escote, pegándose a él sin tapujos, arrimándose a él con una sonrisa.

-¿Y qué estáis celebrando, gerreros? -pronunció, como si paladease, como si felase allí mismo aquella sola palabra.
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Cierzo

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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyMiér Mayo 14, 2014 1:45 am

Tal y como pensaba, las quejas no tardaron en llegar. Tampoco entendía muy bien qué le molestaba. Ambos sabíamos que prefería ser él mismo quien llamase la atención general, y que en dos minutos estaría, poco menos, subido a una fuente de cerveza. Mejor darle una base suave y que él mismo subiera el ritmo.

-Qué poco aprecio por la intimidad -satiricé, rotando los ojos-. Adelante, muéstrame tus habilidades festivas tú mismo.

No hubo que pedírselo dos veces antes de que hubiera conseguido la atención general. Yo, algo más tranquilo, me dediqué mientras tanto a saborear mi cerveza, mientras comenzaba a buscarle las curvas a mi compañera sin el menor reparo. Ya iba tocándome algo de esto, y eso tenía que agradecerlo.

Alcé una mano cuando uno de los hombres preguntó a Gerald por la celebración, y con la mano mi jarra, ya no tan llena.

-Corre de mi cuenta -remarqué, en voz algo más alta, con fin de que se oyera algo por entre el barullo general.

Levanté la jarra un momento más ante Gerald.

-Pues que la disfrutes -indiqué, antes de llevármela a los labios de nuevo, al tiempo que apretaba con fuerza uno de los generosos pechos de mi nueva rubia.
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyMiér Mayo 14, 2014 2:19 am

Parece que la fiesta se anima considerablemente y eso me gusta. No tardo en apurar más mi jarra para no quedarme atrás, rezagado frente a todos estos nuevos -y momentáneos- compañeros.

La intimidad viene al final de la noche, amigo mío. Si es que consigues tenerla hoy. Dudo que a nuestras amigas les importe demasiado la cantidad de gente —Comento, ladino y animado, pasando la vista de Cierzo a la mujer morena, dando más cuenta de sus enormes tetas que de su cara. Voy colando la mano por sus faldas, probando la calidad de la carne.

Por Mithos que sí —Respondo a su comentario, animado, chocando mi jarra con la suya.

Noto entonces como me riegan y suelto una carcajada estentórea, soplando para deshacerme del líquido que ha inundado mi cara por un momento y pasándome las manos por el pelo para echarlo hacia atrás. Me relamo, probando mi sabor junto con el de la cerveza. Cierzo responde al tipo y yo reafirmo su respuesta.

Sí, aquí mi buen amigo lleva la cuenta. Pero vuelve mejor cuando esté ebrio, es más fácil de convencer —Bromeo, socarrón, dándole una fuerte palmada al hombre para apartarlo un pco del medio y como gesto de hermanamiento. Doy otro trago largo a mi jarra, dejando apenas un culín en el fondo y, tras una mirada lasciva a mi acompañante, lo vierto sobre sus pechos para luego sorberlo y recogerlo con la lengua, iniciando un pequeño juego.

Miro a la mujer, prestándole cierta atención a sus palabras mientras agarro una nueva jarra de la mesa y voy bebiendo.

Pues hoy celebro mi cumpleaños y, aunque uqiero lo mejor para mi querido amigo aquí presente -el que me costea los caprichos, dicho sea- hoy, como día que me pertenece, creo que me merezco la compañía de las dos —Hago hincapié en la pronunciación de la última palabra al tiempo que doy una fuerte palmada en el trasero de la rubia. Luego acomodo a la morena sobre mí. —Aunque es un buen tipo y sé que me lo compensará más tarde —Comento, socarrón, mirando de reojo a Cierzo. —De momento puedo ver si compensas la falta de tu amiga —Añado, colando la mano entre sus muslos.
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyMiér Mayo 14, 2014 2:44 am

Poco a poco la fiesta se animaba, y cada vez era más complicado diferenciar unas conversaciones de otras: los gritos, la música, los cantos de los borrachos y unas jarras chocando contra otras provocaban un jolgorio de lo más agradable, a excepción de para los pobres diablis que estuviesen tratando de dormir en las habitaciones, habiendo elegido concretamente aquella noche para ocupar la posada sin intenciones de fiesta.

Pronto llegó a su mesa, sin que nadie las hubiese pedido, una nueva remesa de cervezas frescas, preparadas para sustituir a las que se acabasen en algún momento, y media botella de licor pareció quedar olvidada de algún otro borracho que le daba buena cuenta.

Las mujeres se dejaban tocar, riendo cuando hacía falta, sonriendo continuamente, pegándose a los guerreros sin reparo. La rubia se apretó contra Cierzo, sonriendo con deleite, recorriendo su pecho con las manos en un gesto sinuoso.

-Parece que tenemos a un hombre importante... -murmuró, con picardía, alcanzando su entrepierna por encima del pantalón, como por casualidad, sonriendo un poco más-. Y vaya si importante-. El azote de Gerald la hizo reír, volviéndose un momento hacia el chrysos, pero sin tardar demasiado en volver a prestar sus atenciones a Cierzo-. Tienes un amigo un poco egoísta -le susurró, pícara.

La morena, por su parte, terminó sentada sobre las piernas de Gerald, dejándose recorrer, riendo al ser rociada con cerveza, con disfrute, correspondiendo de la misma forma al juego que él había improvisado.

-¿Cumpleaños? -preguntó, con una sonrisa divertida, restregando su cuerpo contra el del chrysos, sinuosa, asegurándose de que los movimientos de su cadera estimulasen por encima su entrepierna, sin demasiada discreción, juguetona-. Las "felicidades" te las daré un poco más tarde -ronroneó.


En la mesa de al lado, por otra parte, podía oírse el monólogo de un hombre, que otros dos escuchaban riéndose a carcajadas.

-¡Se hacía llamar guerrero! Pero no tuve ni para empezar. Un solo derechazo, dos patadas, y ya estaba moqueando como un desgraciado -. Los tres rieron a coro-. Y si lo vuelvo a ver le vuelvo a enseñar que las mujeres de uno no se tocan. A esa fulana la largué, por supuesto. Una perra como esa no se puede tener entre las sábanas, que a la mínima se te lleva la cartera.

No tardó en llegar una nueva ronda. La bebida no paraba, como salida de ningún sitio, y ahí había otra jarra antes de poder echarla de menos, sin que nadie tuviera claro, siquiera, quién las llevaba.

La fiesta continuó durante horas en las que los berridos y risas aumentaban al tiempo que la cerveza descendía por barriles. El alcohol se unió al tabaco y derivados y ambos se mezclaron con la música, el olor a humanidad y las mujeres complacientes. La habitación alquilada no tardó en llenarse y lo que allí pasó hasta la salida del sol fue difícil de concretar con el panorama de la mañana siguiente.

Ambos guerreros habían superado con valor aquellas trepidantes horas y ahora tocaba continuar el camino cargando con las consecuentes fatigas mañaneras.

*Fundido*
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyDom Ago 03, 2014 1:39 pm

CUEVA JUNTO A LOS CAMINOS

La lluvia no parecía ir a parar, y Mara se dedicaba a contemplarla con ojos perdidos, cerca de la boca de la cueva, sentada sobre un saliente húmedo que ya no le importaba. Al menos no le faltaba el agua, debido a aquello, y hacía días que la comida estaba siendo bastante periódica, por lo que se encontraba relativamente en buen estado.

El sonido de unas ruedas sobre la gravilla, pasados unos minutos, la hizo alzar la cabeza, buscando bien su origen, y se asomó lo que pudo para observar sin ser vista. Un carro llegaba en aquella dirección, pasaría a unos diez metros de aquel conjunto de rocas en los que se refugiaba. Enseguida volvió dentro, pegándose a la pared, manteniendo la calma.

-Llega un carro -se oyó decir.

En la oscuridad se escuchó un leve gruñido y Sanders iluminó los ojos un poco, pasando a mirarla con aspecto amodorrado.

-¿Crees que vienen a por ti? -inquirió, sentándose en el suelo, desperezándose un poco.

-Parecen mercaderes -repuso Mara, bajando un poco el tono, bajando la vista al suelo con aire pensativo, analizando.

Sanders se levantó finalmente, apoyándose en el suelo y alzándose ya con el hacha en la mano, sacudiéndose un poco el polvo de la ropa y acercándose a la boca de la estrecha cueva, pasando junto a Mara, sin llegar a asomarse.

-No todo el mundo es lo que parece. Aléjate de la entrada y espera -ordenó simplemente, sin alzar la voz, haciendo girar el hacha en las manos con tranquilidad.

Mara apretó la mandíbula un instante, clavando los ojos en el chrysos, pero terminó por bajar la cabeza e ir a sentarse a donde él se encontraba apenas un minuto atrás.

-No los mates sin necesidad -murmuró la mestiza desde su posición, apretando los dientes y abrazándose las rodillas con las manos, tensa.

Sanders no respondió más que con una sonrisa , pegándose al muro para atisbar el exterior desde dentro, tensando los músculos, preparado para saltar en cualquier momento. Sin embargo, por suerte para todos, eran mercaderes.
Aquel día no murió nadie.
*Fin de escena*
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Alehyss

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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyVie Sep 26, 2014 4:59 pm

CIUDAD DEL INTERIOR


Llevo aquí un par de días, alojándome en una posada de mala muerte en la que los sonidos que puedo escuchar por las noches son de todo menos agradables. La limpieza también brilla por su ausencia, y las entradas y salidas de personas resultan de lo más dispares. Nadie habla, nadie pregunta, y la comida es espantosa. 

Tras mi salida de Brontë el viaje se ha hecho bastante ágil, aunque el tener que ir evitando pequeñas poblaciones ha sido lo más complicado. No me gusta dormir al aire libre, y menos aún en solitario, pero varias veces he tenido que hacerlo en árboles. Por suerte no me ha tocado lluvia, y pude hacerlo sin problemas. Tampoco me encontré con animales peligrosos, ni con bandidos. Todo ha sido muy tranquilo. Y como debe ser. Madame Desmarais me dijo que debo evitar ser vista. La capa que me dio, por su parte, debe de haber surtido efecto, porque nadie me habla mientras la llevo, más que la posadera con su tono anodino para preguntarme qué deseo comer o beber. Siento como si fuese la persona más anodina del mundo cuando camino con ella: un mero personaje de relleno, sin rostro siquiera, que solo sirve para ambientar un poco el lugar en el que la historia discurre.

Las calles de esta ciudad son bastante amplias, aunque no sea especialmente grande. Yo, sin embargo, me encuentro en una zona bastante mala. Ha habido algunos altercados estas dos noches en los callejones cercanos, y un muchacho ha amanecido herido, desmayado sobre un charco de sangre con una hipotermia por la pérdida de sangre unas calles más adelante. Resulta bastante deprimente. Una parte de mí se siente muy incómoda al respecto. No me resultan indiferentes esas cosas. Creo que nunca lo han hecho, aunque antaño hubiese sabido soportarlo con más entereza. Ahora solo puedo pensar, cada vez que oigo gritos viniendo de algún callejón, que seguramente podría acercarme a ver qué pasa, y quizás tratar de hacer algo.
No me recordaba tan altruista. Esto es nuevo para mí.
No sé si vendrá de Brontë, de mis experiencias ahí, o de que realmente siempre he pensado que si puedo ayudar a alguien y ello no me perjudica debería plantearme hacerlo. Pero ahora mismo me perjudicaría. Y por eso paseo por una zona algo más rica, perdiéndome entre personas de clase media, siendo una mas, tratando de no pensar en ello.

Llevo un tiempo sintiéndome sucia. Mucho, ya, pero ahora me doy más cuenta que nunca. Formé parte de algo espantoso. Nos creíamos justicieros, mercenarios, y éramos poco más que bandidos. Todo lo malo que hice, legalmente, se redujo a seis meses en la prisión de Brontë, más o menos. Y lo mal que lo paso es más por lo que le deparará el futuro a mis compañeros que por lo que hice. Pero aún así me arrepiento, y cada vez más. Cada vez me mancho más las manos, haciendo cosas de dudosa legalidad para salvar a otros que las tienen tan sucias como yo; más incluso. Y entonces escucho un grito venir de una pobre mujer a la que están tratando de robar y solo puedo pensar que no debo hacer nada porque podría perjudicar mi misión. La misión que servirá para salvar la vida de tres personas que ya jugaron demasiado a las segundas oportunidades y que, como yo, decidieron que preferían seguir un camino que no resultaba el más correcto.

Esto es la moral, ¿verdad? Me siento un poco sucia por esto. No aspiro a ser una soñadora como Dehnel, a buscar el mal en cada esquina, la justicia, y las cosas buenas del mundo. No quiero ser la salvadora de todos, ni una heroína. Pero tampoco quiero ser la sucia rata cobarde que escucha en un rincón cómo otros hacen cosas que considera incorrectas y que podría evitar mientras piensa que mejor no hacerlo.
Pero siempre he sido así. Siempre me he antepuesto a los demás. Y ahora, tantos años después de haber empezado a hacerlo, encuentro desagradable esa muestra de egoísmo.

Cuando acabe con lo que tengo que hacer iré a casa. Hace mucho que no me paso por allí. Mis padres quieren verme, y yo he de admitir que también quiero hacerlo.
Me valdré de mi egoísmo, pese a todo, para poder disfrutar de ellos unos días, aunque no sienta haber hecho nada que merezca esa recompensa.

Y mientras tanto, espero noticias.

*fin de escena*
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Alehyss

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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyMar Sep 30, 2014 7:30 pm

CIUDAD DEL INTERIOR - CALLEJÓN

A estas alturas, cuando tengo la impresión de que debo estar en un sitio no dudo demasiado en ir. Ya entiendo cómo funciona la mentalidad de madame Desmarais, y ella espera que acate sin preguntas, aunque solo sea obedeciendo a una sensación extraña que emana de mí y que parece salida de ningún sitio, sin seguir ninguna lógica.

Aún es de día. Eso es lo más extraño. He recorrido calles anegadas, con la capucha de la capa calada sobre el rostro. Por suerte, su efecto durante el día es el mismo que por la noche, y la gente ni me ha mirado. Por ahora todo marcha perfectamente. Tranquilo, por lo menos.

El callejón está vacío. Da a las partes traseras de un par de restaurantes, y el olor a deshechos y orines es penetrante, vomitivo. No obstante, a estas horas todavía no han empezado las cenas y los dueños no han salido, y los mendigos, por tanto, no han precisado venir tampoco, a buscar las sobras que otros desechan, por no considerarlas comida.
El tiempo pasa sin mayor inconveniente que el hastío. De vez en cuando escucho algún sonido crujiendo, pero terminan siendo poco más que ratas o algún mecña callejero.

Llevo algo más de media hora perfectamente inmóvil, encajada en una de las esquinas más recogidas del callejón, cuando por fin siento un sonido más humano: pasos. Una figura, también encapuchada, se acerca desde la entrada, sorteando un par de charcos pegajosos y dirigiéndose directamente hacia mí. Ni siquiera se quita la capucha, y tampoco saludo. En ese aspecto, yo hago lo propio. No he venido aquí a hacer amigos.

-Tú eres mi contacto, ¿verdad? -inquiere, y aunque no le veo la cara sé que me está mirando. Asiento. Él, por su parte, porque es un hombre, mira un momento a los lados, con cierto apuro. Hurga en su capa, entonces, sacando una bolsa de papel marrón oscuro, algo manchada de grasa, que me tiende. Tiene las manos pálidas y demacradas, las uñas desaseadas, mordidas-. Ten -dice primero, bajando un poco la cabeza para ocultar el rostro, debido a la cercanía. Me desliza entonces un sobre amarillento, muy pequeño-. Ahí tienes el lugar al que debes llevarlo. Mañana por la noche. Nadie debe verte. 

Hace lo que parece un amago de reverencia, muy escueto. Lo escucho tragar saliva.
Yo simplemente asiento.

-Buenas tardes -dice entonces, enseguida, dándome la espalda, apurando el camino de vuelta mucho más, regresando a la boca del callejón.

Yo me quedo un momento más, contra el rincón, abriendo el sobre y leyendo. Es fuera de la ciudad.
Dentro de la bolsa hay una pequeña caja de madera. Supongo que no se espera de mí que la abra, por lo que la dejo estar.

Cuando ha pasado un tiempo prudencial desde que él se ha ido, salgo yo del callejón, incorporándome de nuevo a las calles.

Ya queda menos.

*fin de escena*
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyJue Oct 02, 2014 12:51 am

PEQUEÑO CLARO


Llevo un buen rato esperando. A estas horas ha refrescado, y hacerlo no es tan agradable como más temprano, pero de todos modos es lo que toca. Aunque me han citado en un claro, según las instrucciones que me fueron dadas ayer, a unos diez kilómetros de la ciudad en la que me he estado hospedando, pero siguiendo unos caminos desusados por los que apenas van siquiera mercaderes, me encuentro apoyada contra uno de los árboles que delimita el pequeño bosque en el que me encuentro. Mantengo en todo momento la atención puesta en los sonidos que me rodean: casi siempre animales, que pasan de un matorral a otro, o que saltan por las ramas de los árboles cercanos.

Tengo los dedos de los pies aterecidos desde hace un rato, por lo que acabo moviéndolos un poco, dando un par de pasos en el sitio para activarlos. Espero no tener que estar aquí mucho más.

En la mano derecha llevo la bolsa de papel, tal y como me la dieron. En la pierna izquierda, bajo la capa, la kusarigama, por si hiciese falta. Aunque espero que no sea así. Espero que todo sea como madame Desmarais lo dispuso. Ya me he recuperado del dolor del muslo de la herida de Ignis, pero no me gustaría volver con una nueva cada vez que salgo de viaje.

*se queda*
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyJue Oct 02, 2014 1:31 am

Hacía días que no llovía por la zona, pero a aquellas horas el ambiente seguía siendo fresco, y la hierba emanaba algo de humedad que favorecía aquello. El viento, que soplaba entre los árboles, sin embargo, moría contra sus troncos y sus ramas, dejando el claro prácticamente protegido de la brisa.

Llevaba un tiempo contemplándola desde un árbol cercano, encaramado a una de sus ramas intermedias, oculto entre las hojas, sin llegar a salir, observando su actitud, sus movimientos. No podía ver su gesto debido a la capucha, pero de todas formas podía intuirlo. No era más que una de las piezas del puzzle que tenía frente a sí.

Cuando sintió aquel roce en la manga, bajó la vista, contemplando a la muchacha que tenía a su lado, que lo miraba desde abajo, con las comisuras de los labios algo curvadas hacia abajo, dejando patente su descontento.

-¿Hasta cuándo la vas a tener esperando, Sanders? -inquirió, dejando ir un suspiro frustrado-. Me estoy helando aquí arriba.

Él soltó una breve risa, jocoso, pasándole una mano por la cintura, atrayéndola hacia sí.

-Creo que desde que te conozco solo te he oído quejarte -respondió, entretenido, impulsándose desde la rama.

Un chillido ahogado, de mujer, fue lo que pudo oír Alehyss desde su posición, antes de que en el centro del claro cayese, pesada, pero estable, una figura que le resultaría reconocible sin demasiado esfuerzo. Llevaba, colgando del brazo, un cuerpo más pequeño, una mujer encapuchada, que se quejó un par de veces hasta que consiguió que la dejasen en el suelo, momento en el que se irguió con entereza.
Campo abierto - Página 2 The_bandit_by_dantewontdie-d5elt3j

-Buenas noches, señorita -saludó el hombre, haciendo una teatral reverencia. Él, a diferencia de la otra mujer y de Alehyss, iba con el rostro perfectamente descubierto-. Antes de nada, aunque sé que no te hará gracia la petición, querríamos verte la cara. No nos encontramos en una situación muy usual, y toda precaución es poca -expuso, jocoso. Su sonrisa se cerró, en una algo más peligrosa, más depredadora-. Estoy seguro de que sabrás comprenderlo.

La otra figura se mantenía a su lado, callada, esperando.
FdR- Pausau
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyJue Oct 02, 2014 9:49 am

Cuando por fin se revela una figura, cayendo en el centro del claro, como si viniese de las nubes. Porta otro bulto, una persona más, como si fuese un saco, y aunque enseguida es dejada en el suelo, sigo sin poder ver su rostro, ni nada más que la capa que la cubre. Solo sé que es una mujer por su voz, y aún así podría tratarse, incluso, de un hombre joven.

No obstante, todo esto pierde cierta importancia cuando la figura aparece. Porque él no lleva nada con lo que esconderse, como si estuviese verdaderamente orgulloso de quién es. El punto aquí es quién es...
Este hombre es mucho más poderoso que yo. Es el hombre que había secuestrado al chico claritas, a Jun. Nos enfrentamos a él y a algunos de sus hombres en Brontë, hace prácticamente año y medio. No creí, sin embargo, que fuese a volver a verlo sin más, y menos aún en un contexto como este.

Cuando me pide que ne descubra no puedo evitar tensarme, inspirando un momento por la nariz, conteniendo el aire dentro de los pulmones dos o tres segundos. Luego, con lentitud, me bajo la capucha, mirándolo fijamente en todo momento, a la espera de sus palabras para poder acabar rápido con esto.

-Me dijo que nadie debía verme -digo, sin embargo, manteniendo la distancia con cuidado, desconfiada.

Ante él, no podría oponerme. Aunque, en su caso, no hay otra opción. Ya sufrí su fuerza otra vez.
De todos modos, no he recibido ninguna señal de Madame hasta ahora, y estoy segura de que si estuviese haciendo algo equivocado ella me lo haría saber. Al fin y al cabo, esto no es para mí, es para ella, y sabe velar por sus intereses.
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyJue Oct 02, 2014 10:22 am

Campo abierto - Página 2 The_bandit_by_dantewontdie-d5elt3j


Alehyss se descubrió para las dos figuras que la observaban, lenta, cuidadosa, pero aquello no provocó que la reacción del hombre fuese diferente cuando la vio. Completamente tranquilo, como si aquello perteneciese a su ocio habitual, se llevó las manos a la cintura y abrió un poco los hombros, ensanchando su envergadura, inclinándose levemente hacia adelante con gesto jocoso. Incluso dejó ir una risa poco disimulada, aunque de volumen moderado.

-No me puedo creer que seas tú, aunque me dijeron que sería un rostro conocido. Tampoco es como si fuésemos mejores amigos, ¿no, chica? -comentó, recuperando poco a poco la compostura, aunque manteniendo el tono burlón en la voz-. ¿Has abandonado Brontë y optado por una vida más ilegal? ¿O eres una agente doble? -. Se acercó a ella, rompiendo la distancia de seguridad, examinándola de cerca como si no hubiese visto otra persona antes, inclinándose hacia ella y mirándola desde diferentes ángulos-. No te preocupes por nosotros. No diremos nada -repuso, con suma tranquilidad-. Es el trato. Ahora mismo estamos en el mismo bando, ¿no? -. Sus ojos descendieron hasta la bolsa que Alehyss llevaba, que se detuvo a mirar un momento más-. Creo que ahí tienes algo para nosotros -indicó.

Sanders echó un momento la vista atrás, clavándola en la figura que se mantenía inmóvil, unos tres o cuatro metros a su espalda. Le hizo un gesto, para que se acercase.

-Ven, Mara, que te la presento -. De nuevo, mientras la segunda figura se acercaba, Sanders clavó los ojos en la chrysos-. Hagamos bien las cosas -. Esbozó una sonrisa de tiburón-. ¿Cómo te llamas, guerrera?
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyJue Oct 02, 2014 10:34 am

Me mantengo inmóvil mientras habla, sin apartar la vista de él más que para hacer ocasionales barridos hacia la segunda figura, que hasta ahora, con lo que a mí respecta, se ha mantenido en silencio sepulcral.

Desde luego, "grandes amigos" tampoco sería lo que yo diría. No amigos siquiera. Lo que me pone nerviosa es la posibilidad de que no haya considerado pagado lo que le hice a su compañero. Si ahora mismo quisiese acabar lo que empezó junto a ala cueva, en Brontë, me encontraría en desventaja numérica. Uno de los motivos por los cuales evitar la confrontación debe ser mi primera máxima en estos momentos.
No obstante, él tampoco parece especialmente violento ahora mismo. Me atrevería a decir que parece estar pasándoselo bien. Para mí no tiene ninguna gracia, pero colaborar con ello puede ser la mejor opción.

-Esto es algo que tengo que hacer -respondo, escueta, aunque hubiese preferido permanecer callada.

Cuando menciona lo del mismo bando puedo sentir cierta intranquilidad, pero evito que pase a mi expresión. ¿No había dicho madame Desmarais algo similar? Los bandos cambian si trabajo para Brontë o si trabajo para ella. Aunque no esperaba que se refiriese a alguien como él. Al fin y al cabo, solo lo he visto una vez, aunque me ha bastado para recordarlo.

Alzo un poco la bolsa cuando la menciona, mirándola yo misma, y asiento con suavidad, haciendo amago de alzarla un poco más, con intención de ir a tendérsela, pero él parece menos interesado en ella que en otras cosas. En lugar de seguir hablando del paquete hace venir a su compañera, que es la única que mantiene su identidad en las sombras ahora mismo.

-Lester -respondo, sin más, seria, mirando la sombra que proyecta la capucha, y luego a él.

No he venido a hacer amigos. 
Quizás su actitud no sea agresiva, pero me siento acorralada ahora mismo. Es sumamente incómodo.
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyJue Oct 02, 2014 10:59 am

Campo abierto - Página 2 The_bandit_by_dantewontdie-d5elt3j


Sanders se echó a reír, descarado, cuando Alehyss respondió. Se llevó una mano a la cara y negó un par de veces, bajando la vista hacia el suelo, aún entre risas más suaves, como si aquello fuese, de hecho, el comentario más gracioso que jamás hubiese oído.

-Por favor, Lester. Aquí nadie te va a comer -dijo cuando por fin recuperó la compostura, mirándola de nuevo con aquel gesto depredador que parecía tener habitualmente-. Relájate un poco. Si queremos trabajar bien juntos tienes que estar más tranquila y confiar en nosotros. Mara antes no lo hacía -explicó, dando una pequeña palmada en el hombro de la encapuchada-, pero ahora ya confía en mí. ¿Verdad? -. La miró con una sonrisa-. Oh, Mara, venga, quítate eso. Entiende que esté nerviosa si somos más que ella y aún por encima sigues pareciendo un espectro.

-Hablas demasiado -repuso ella, con un suspiro cansado, retirándose finalmente la capucha, descubriendo el último rostro que faltaba por conocer en medio de aquel claro.

Era una chica de unos veintitantos, de media melena azul y ojos del mismo color, profundos y claros como el agua tranquila. Tenía la nariz algo ancha, aunque aquello no la afeaba, y las mejillas algo picadas.
Estaba más seria que Sanders, aunque no presentaba, ni de lejos, la misma tensión que Alehyss. Parecía, más bien, sosegada.

-Venga, explícale todo, rápido. Te he dicho que tengo frío.

Sanders rió con suavidad, y entonces asintió.

-Ya que las presentaciones están hechas, pasaré a lo importante, sí. Lester, ¿verdad? Verás... Vamos a necesitar que hagas algo más por nosotros...

*fin de escena*
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Zacharyas

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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyLun Oct 13, 2014 9:42 pm

CAMINOS

El camino estaba siendo agradable, de momento. Aunque para Zacharyas difícilmente las cosas eran de otra forma. No obstante, se esforzaba de todas formas por detenerse a menudo, consciente del estado de Ayne, si bien una parte de él deseaba saber qué pasaría exactamente si la situación era levada al límite.

Al alcanzar lo alto de una pendiente y ver la bajada se veía una población, todavía a dos o tres kilómetros de distancia. La bajada era algo escarpada, boscosa. No obstante, tampoco aquello era algo que preocupase al caeruleus, que se volvió hacia Ayne sin más, con una sonrisa tranquila, e hizo un gesto hacia el lugar.

-¿Quieres ir ahí? –inquirió, con tono amistoso.

Era grande para ser un simple pueblo, aunque Zacharyas tampoco lo hubiese llamado ciudad.
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Ayne Stalon

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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyLun Oct 13, 2014 9:45 pm

El bicho daba problemas a veces, y yo me mareaba. Era un bicho travieso. Pero normalmente podíamos ir bien y no se quejaba. Y caminábamos y caminábamos, y seguíamos y avanzábamos. Y, cuando el pueblo, sonreí.

Asentí, enérgica.

-¡Quiero comida caliente! -exclamé, contenta. Y bajé la vista y murmuré-: Y pescadito...

Hice una mueca y echamos a andar.

-Vamos, chiquillo.
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Zacharyas

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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyLun Oct 13, 2014 9:49 pm

Zacharyas reforzó la sonrisa ante el asentimiento de la chica, y acarició un instante su pelo con la mano libre, oprimiendo la de ella luego.

-¿Pescado? –inquirio, curioso, asintiendo de nuevo-. No estamos tan lejos del mar-. Carraspeó-. Seguramente haya buen pescado.

Y comenzó a caminar con ella, bajando aquella cuesta con precaución, en dirección al pueblo. Tardarían un buen rato, pero a Zacharyas tampoco le importaba el tiempo, precisamente. Al menos, pensaba, habían comenzado ya el viaje.
Estarían cada vez más cerca de Caligo, hasta que llegasen.

*fin de escena*
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Alehyss

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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyLun Oct 20, 2014 9:48 pm

Por fin ha llegado el día. Llevo esperando hasta hoy una buena temporada. He tenido que pasearme abiertamente por la ciudad en la que me encuentro ahora, contradiciendo las indicaciones iniciales de Madame, de alguna manera, y me he visto obligada a seguir una rutina estricta y todo solo por este día. Pero hoy todo acabará.
Lo estoy deseando. La verdad es que tengo ganas de volver a Brontë. No creí que tardaría tanto.

Como todos los días, he llegado para cenar a la posada en la que me he estado hospedando, y como cada noche he dado una agradable conversación, o eso creo, al señor Dumstole, el dueño, y a algunos más de los huéspedes. Me he hecho notar, diría. Luego, cuando la cena ha terminado, como cada noche, me he retirado a mi cuarto, haciendo especial hincapié en lo cansada que me encuentro hoy tras el largo día. No es extraño. Todas las noches me acuesto temprano y madrugo mucho para poder ver la ciudad. Eso le he dicho varias veces a la gente por aquí, en general, y eso me he pasado haciendo.

Cuando llego a la habitación simplemente me tomo una ducha, como cada noche. Pero hoy no me voy a dormir sin más, como siempre. Hoy me pongo la capa que Madame me dio, una vez seca y preparada, y me armo para salir. Aunque todavía queda. Tengo que esperar un poco a que las calles se vacíen, a que lleve un buen rato "dormida".

Tumbada en la cama, espero a que el tiempo pase. Se hace especialmente aburrido cuando simplemente consiste en esperar, Para colmo, los chirridos de muelle que empiezan a escucharse a través de una de las paredes lo hacen todo más desagradable.
No puede ser verdad... Hace mucho que no pienso en cosas como esa, porque he estado ocupada, pero mi cabeza tiene una capacidad especial para recordarlo y distraerse.

No pasa nada. Eso no es algo importante ahora.

Cuando llega el momento y el callejón al que da mi ventana está vacío la abro y me encaramo al alféizar. Me he asegurado de situarme en una tercera planta, como Sanders me dijo, para que nadie se crea que he usado la ventana para salir, aunque debido a las cañerías que descienden pegadas a la pared es fácil bajar. Antes, sin embargo, arrimo la ventana hasta que se encuentre casi cerrada, y entonces, sí, bajo a la calle.

Tengo hasta la hora del desayuno. Creo que es tiempo suficiente.
Con discreción, me uno a las calles, dirigiéndome hacia la salida de la ciudad, al punto de encuentro que el chrysos me dio. Todavía tardaré en llegar, está fuera de esta población, pero de todos modos no tengo prisa.
No de momento.

*fin de escena*
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Alehyss

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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyMar Oct 21, 2014 2:13 pm

Estoy agotada. No obstante, hoy he tenido que despertarme temprano, como cada día. Apenas he dormido, si es que lo he hecho, pero eso me garantizará una coartada. No es cien por cien férrea, porque estuve sola, pero el señor Dumstole es un buen hombre y él diría sin duda que pasé toda la noche en mi cuarto. Porque para él será así.

Atravieso las calles en silencio, perdiéndome entre la gente. Hay un mercado en una de las plazas de la ciudad, una especie de fiesta  de algo, y es un buen sitio para pasarse, para hacer vida pública. Hago un par de compras y luego me acerco a un puesto que vende comida y pido un poco, también. Odio los sitios concurridos como este, pero estar aquí no deja de ser parte de mi trabajo. No es algo que pueda decidir hacer o no hacer, y tampoco es la parte más dura.

Ya comida, me alejo un poco de la zona concurrida, dirigiéndome hacia el paseo que hay cerca. Hay algunos bancos, y tomo asiento un momento, estirando los pies con discreción. Por suerte, no estoy herida ni tengo un cansancio físico especial. Es simplemente sueño. Aunque debo evitar bostezar, ante todo, en la medida de lo posible. Porque a ojos del mundo no debo estar cansada.

-Al final has venido -suena una voz a mi espalda.

Amago una sonrisa y alzo el rostro, volviéndolo, mirando de reojo al hombre joven que está de pie a mi espalda. Se llama Gavin. Él me habló de este mercado hace unos días. Trabaja en uno de los puestos. Nos encontramos y charlamos, el motivo es irrelevante, y antes de que me fuese me propuso que viniese aquí hoy. Me sirve, de nuevo, como coartada, y además no es desagradable.
Podría decir que me cae bien, aunque debo mantener las distancias con él. Su interés es evidente, y no es algo en lo que quiera meterme ahora. Menos aún estando a punto de marcharme.

De nuevo, ahora con él, camino un rato por el marcado. La charla no es importante, pero está bien. Es agradable y ayuda a distraerme del sueño. De hecho, el sueño ya no es muy evidente, debido a la hora y a la actividad.
Hay algunas bromas de por medio, más viniendo de él que de mí. Insiste en comprarme algo, aunque diga que realmente no hay nada que quiera, y al final acepto un trozo de tarta de uno de los puestos. La más simple que tienen.

-¿Sabes? -inquiere de pronto, en algún momento algo más serio-. Esta noche han atacado a unos hombres en el bosque que hay cerca. Al parecer los encontraron malheridos, y uno había muerto.

-Qué miedo -comento, con una sonrisa algo tensa, como si de verdad me lo diese.

Él asiente, encogiéndose de hombros.

-Al parecer eran una especie de ladrones, o algo así. Supongo que se trataría de una pelea entre bandas, o algo semejante.

Supongo que eso será lo que la mayoría piense, pero no ellos. Lo obstante, nadie habrá visto ningún rostro aunque pregunten. Solo podrán contar algunos detalles de la incursión, y no dirán lo que les robaron porque ellos tampoco lo tenían lícitamente.
Ahora lo tiene Sanders, como todo lo demás.

Me apena un poco que uno haya muerto. Esperaba que pudiesen tratarlo a tiempo.

Gavin pasa algo más de una hora conmigo, aunque luego me indica que debe volver al trabajo. Lo acompaño a su puesto, tras proponérselo, y nos ponemos en marcha. Es de accesorios de cuero, nada importante, lo más simple que podría verse, aunque están bien hechos. El negocio familiar, según me contó. Su padre es artesano, aunque él no trabaja de eso. Sin embargo lo ayuda a veces, como ahora, en la venta.

-¿Quieres cenar conmigo? -me pregunta, antes de tener que ponerse al trabajo y de que yo me marche-. Conozco un restaurante que está bastante bien, cerca del centro.

Tiene unas expectativas concretas, es evidente. No obstante, no tengo nada que hacer por la noche, y no puedo marcharme todavía. No hoy. Tengo que mantenerme en la ciudad un día o dos más, como Sanders me pidió. Todo ello son instrucciones suyas, al fin y al cabo.
Lo veo excesivo, pero soy capaz de comprenderlo.

Me despido de Gavin poco después, y no tardo demasiado en abandonar el mercado. Ya me he agobiado suficiente.

Después iré a casa, cuando me vaya de aquí. Eso es lo que deseo hacer de verdad. Quizás por eso me siento de buen humor, pese a todo.

*fin de escena*
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyLun Nov 03, 2014 12:48 am

PUEBLO NATAL

Por fin he llegado. Creí que sería antes, pero al final el viaje se me ha hecho más largo de lo esperado. No obstante, aunque ya hace tiempo que no hay luz, pude ver la de las primeras casas desde lejos. Y he de admitir que se me ha llegado a acelerar un poco el pulso a medida que me acercaba. Y ahora, tras haber recorrido unas calles que se me hacían al mismo tiempo tan conocidas y tan extrañas, me hallo frente a una puerta que juraría que no ha cambiado un ápice.

Trago saliva un instante. Me siento intranquila, inquieta. He de admitir que una sonrisa quiere asomar a mis labios, y por algún motivo eso me incomoda y me pone nerviosa. Me aparto para alzar la vista una vez más a la estrecha casa de tres pisos. Siempre me pareció que era más pequeña de lo que su altura revelaba en un principio, y ahora se me hace incluso menor que antes.

Inspiro profundamente, plantándome de nuevo ante la puerta. ¿No lo he hecho ya? Y, ahora sí, golpeo con los nudillos un par de veces y me acomodo un momento.
Noto pasos, al poco. Cambio el peso de lado un par de veces y me acomodo el flequillo un poco hacia un lado. Ha crecido demasiado...

Puedo sentir los pasos llegando al otro lado. Sé quién es. Se mueve igual que siempre. El pestillo suena y entonces la puerta se abre definitivamente. Me siento un poco frívola, entonces, plantada en la puerta con una mochila colgada al hombro y una sonrisa algo extraña sin haber avisado de que venía, siquiera, con mi madre mirándome de frente pensando, seguramente, que quién llamará a la puerta a estas horas.

Es uno de esos silencios dramáticos en los que uno se da cuenta de muchas cosas en muy poco tiempo. Y yo, en concreto, suelo pensar mucho en poco tiempo. Soy capaz de ver el cambio del brillo en los ojos, desde que me ve hasta que me reconoce, o hasta que asimila que me ha reconocido. Y entonces es incómodo por un momento. Incómodo y tremendamente... emotivo, diría.

-Ma...

Me corta, llevándose las manos a la boca un momento.

-Oh, por Mithos, Ale...

Enseguida siento su abrazo. La tensión del cuerpo me abandona un poco. Me pican los ojos, pero no pasa nada.
Correspondo con fuerza. No la recordaba tan baja.

-Oh, cariño-. Se aparta un poco de mí. Lo justo para mirarme-. Estás aquí... -. Colocó sus manos en mis mejillas, y terminó por ascender un poco más la derecha para secar un par de lágrimas que han llegado a asomar a mis ojos-. No creí que... -. Negó con suavidad-. Ven dentro, que empieza a hacer frío.

Asiento con suavidad, dejándome guiar. El olor familiar de la cocina es lo primero que me llega al entrar, y cierro los ojos un momento. La verdad es que resulta muy reconfortante. Cuando los abro, entonces, escucho a mi madre hablar a mi espalda, un par de palabras, pero me adelanto acercándome a la nueva figura que acaba de bajar el último de los escalones que vienen desde el primer piso.
Me mira, serio como siempre, tras sus gafas tan frías. Tiene alguna arruga más, alguna cana, pero siegue siendo igual, diría. Aunque esa expresión de extrañeza, de sorpresa, por así decirlo, no se la había visto antes.

Recibe el abrazo con torpeza. Tarda un par de segundos en rodearme él con los brazos, y no lo hace con especial fuerza, aunque con la firmeza suficiente como para que lo sienta.

-Iba a avisarte ahora mismo -oigo decir a mi madre a mi espalda.

-Alehyss...

Respiro un momento en su pecho, acomodando un poco la cara en él, pero termino por retirarme. Le sonrío, entonces. Giro un poco el cuello para mirar a mi madre.

-Bueno... Yo pretendía haber avisado -murmuro, dejando ir un resoplido por la nariz, una risa algo avergonzada-. Pero al final no pudo ser...

*fin de escena*
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyLun Nov 03, 2014 3:36 pm

La comida familiar se me ha hecho extraña. Las preguntas, como siempre, no se entrometen en las partes más ocultas de mi vida. Siempre funciona así. Siempre me han respetado demasiado, creo. No los culpo. Yo siempre demostré una gran independencia, ya desde niña, de modo que ellos simplemente me empezaron a dejar hacer lo que prefiriese cuando tuve capacidad para decidirlo, porque tendía a ser consecuente con ello. Y así, prácticamente desde que recuerdo, he ido siendo, poco a poco, más dueña de mi vida, de alguna forma.
Así que incluso ahora, después de tanto tiempo sin pasar por casa y tanto más sin explicar a qué dedico mi tiempo y mi vida, las preguntas y los comentarios han sido simples. "Te has cortado el pelo. Con lo que te gustaba tu melena... Aunque déjame decirte que me gusta cómo te queda." "¿De verdad has estado en Ignis? ¿Y cómo es aquello? Mira que no está tan lejos y siempre he querido ir..." Pero nunca las que debían ser. "¿Dónde has estado?" "¿Por qué no escribes casi nunca?" "¿Qué tal en Brontë?"

Nunca parecen sorprenderse por nada de lo que haga, aunque yo lo considere horrible, o excelente. Se alegran y supongo que se entristecen, pero nunca lo mencionan, y nunca parecen sorprenderse. Es como si solo fuese asunto mío. Supongo que por eso he aprendido a ser así, a sentirme responsable de mi vida, de alguna forma, y a no cargar a los demás con ella. Me gusta ocuparme de mis asuntos.

-¿Quién está por aquí? -pregunto a mi madre, más entrada la tarde.

Ella se lo piensa un momento. Luego me dice algunos nombres. Delia, como siempre, por supuesto, y también Eve. Pavel me sorprende un poco más, puesto que ya había dejado el pueblo hace tiempo... Aunque, de todos los que me dice, hay uno que llama especialmente mi atención.

-¿Anthom? ¿Sigue Anthom aquí?

-Y vive en el mismo sitio que siempre -me indica ella, con un leve asentimiento y una sonrisa.

Hace mucho que no hablo con él, en concreto. La última vez que vine no nos vimos, y tampoco le he escrito. No me sorprendería que me haya olvidado. No que lo haya hecho literalmente, por supuesto, pero sí que no me tenga en cuenta en sus pensamientos, como si nunca me hubiese conocido. Creo que yo lo hubiese hecho de ser él.
Ya bastante raro fue que no me odiase en su momento.

-Supongo que le haré una visita, pero no hoy. Primero quiero ir a ver a Eve.

Eve.
Eve era mi mejor amiga. De alguna forma. Lo fue en algún momento, al menos. Incluso llegó a escribirme a Brontë. Y supongo que eso no es algo que pueda obviar.
Le prometí que si venía pasaría a verla. No diría que soy una mujer de palabra, porque eso en sí mismo sería ya faltar a mi palabra, mintiendo. Pero quiero verla, sin más.

-Hoy vendré a cenar, así que estaré en casa a la misma hora que papá, más o menos. Acaba de trabajar a la misma hora que siempre, ¿no?

-Con tu padre nunca se sabe, ya lo sabes. Estamos en época de fiebres.

-Entonces como siempre -confirmo, con una sonrisa suave-. Pasaré por allí antes de volver.

No trabaja lejos de aquí. Así puede atender las urgencias sin desplazarse demasiado si lo llaman por la noche. Incluso ha atendido en casa algunas veces. Y por lo que he visto ahora mismo llevan la vida más o menos igual que cuando yo estaba, así que todo se hace fácil de llevar.

Me despido de mi madre y salgo a la calle.
Esto sigue siendo raro.

*fin de escena*
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyMar Nov 04, 2014 12:53 pm

La temperatura ha bajado notablemente con respecto a hace unos días, y la humedad hace que el frío sea desagradable. Parto continuamente, por supuesto, de que el frío me desagrada mucho. No obstante, habiéndome abrigado resulta llevadero.

Ayer pasé la tarde con Eve. Se alegró de verme, se le veía, aunque al principio se la notaba un tanto incómoda. Y es normal, a fin de cuentas. La relación ha cambiado un poco, pero no ha sido desagradable. Me hizo preguntas sobre Brontë -ella no es como mis padres- y le hablé de algunas personas, aunque no le conté demasiado porque no me apetecía recordar ciertas cosas.
Ella sabe entender muchas cosas, es inteligente y respetuosa, pero hace mucho que nuestras realidades se separaron. De hecho, estoy segura de que le extrañó verme sonreír. No es algo que yo soliese hacer ya antes de irme. Supongo que siempre he pecado de orgullosa y seca.
No es algo que sea relevante en esto.

Algunas calles no han cambiado nada, y otras tienen algunos cambios, aunque no es anda exagerado. Supongo que he venido hace menos de lo que me parece. El mundo cambia cuando no estás, pero de alguna forma esperaba no reconocer algunos sitios, y, sin embargo, me encuentro con que las rutas se me hacen enormemente familiares. Así que no tardo demasiado en encontrar el camino indicado.

Anthom vive donde siempre, o eso me ha dicho mi madre. Su casa tiene la pintura algo descascarillada, pero es inconfundible. Saludo a una vecina con un gesto, cuando ya me estoy acercando, y ella se detiene para hablarme.

-¡Qué sorpresa! Eres la hija del doctor Lester, ¿verdad? Hacía mucho que no te veía. ¿Has venido de visita?

Lo típico de siempre. Le cuento por encima alguna historia: que he venido a ver a mis padres, porque llevaba mucho sin pasarme y que me quedaré un tiempo, que todo sigue igual, que hace más frío... Cuando por fin me deja ir para recorrer los escasos veinte metros que me separan de la casa la puerta ya está abierta, y Anthom me espera apoyado en el marco con una sonrisa extraña, divertida.
Se me hace raro, así que alzo la mano, caminando hacia él, y espero a que inicie él mismo la conversación.

-Eve me dijo que habías vuelto -me cuenta, sin apartarse. Yo me planto a un par de metros de él, de la puerta- y que vendrías a verme.

Alzo las cejas un momento, esbozando una sonrisa, con cierto deje desafiante. Empezamos como se debe, supongo.

-No le dije nada a ella. ¿Cómo lo supo?

Él sonríe también, y es una sonrisa similar a la mía, algo burlona, pero relajada. Se ha cortado el pelo.
Se encoge de hombros.

-Yo le dije que no lo harías, ¿sabes? Así que no tengo ni idea -. Se hace a un lado, de todos modos-. Pasa.

Es extraño estar con estas personas. Quizás el tiempo no haya cambiado las calles, pero lo cierto es que Anthom está muy diferente con respecto a la última vez que lo vi. El pelo, más corto, es solo algo sin importancia. Cualquiera puede cortarse el pelo. Yo misma lo he hecho, y el cambio fue considerable. Pero se notan los años que llevo sin verlo: tiene la cara más ancha, parece más adulto. Se ha dejado incluso algo de barba, aunque no sé si eso es parte de su nuevo aspecto o que ha decidido no afeitarse en un par de días porque le resultaba tedioso.

La casa huele a café, y cuando paso a la cocina veo una taza sobre la mesa. No está ni ordenada ni deja de estarlo. Un par de platos sin lavar, algo de polvo, pero no demasiado. No está sucio, tampoco impoluto.

-Vives solo -comento, a medio camino entre la afirmación y la pregunta.

Asiente.

-Mi madre murió hace algo más de un año.

Eve me dijo que estaba enferma hace tiempo. Hace demasiado tiempo, comprendo ahora. No me molesté en preguntar. Supongo que nunca he sido muy atenta.

-Lo siento -murmuro, sin más, suavizando un poco el tono.

De nuevo se encoge de hombros. Todavía sonríe.

-Tranquila. Son cosas que pasan-. No parece estar mintiendo. Supongo que la amargura se ha ido y solo quedará ese residuo de tristeza que nunca se va-. Ella estaba contenta. Supongo que vivió una buena vida-. Abre una alacena llena de tazas-. ¿Quieres algo? ¿Te quedas a comer?

Se me dibuja media sonrisa y ladeo suavemente la cabeza, muy poco. Asiento casi imperceptiblemente.

-¿Y ahora cocinas?

-¿Qué quieres que haga? Vivo solo -responde, tomando un par de vasos-. Algo tendré que comer. ¿Y tú ya cocinas? -me devuelve, con tono divertido, aunque encubierto.

Niego suavemente. Se me escapa un resoplido divertido.

-Todavía no se ha dado.

-Pero ahora sonríes -apunta, sagaz, sin cambiar nunca el tono tranquilo-. Qué novedad.

Charlamos un rato. Eve me contó cosas, y él también me cuenta cosas, algunas conocidas y otras distintas, más sobre él. Había intentado irse del pueblo, pero cuando su madre se puso enferma tuvo que quedarse a cuidarla. Ahora tiene casa y no quiere irse sin más, aunque seguramente, dice, acabe haciéndolo. Este sitio se le ha hecho pequeño, y la verdad es que yo lo entiendo. Me pasó lo mismo también. También pensaba, hace mucho, que quería salir de este sitio porque era demasiado pequeño. Y ahora que he vuelto lo encuentro más pequeño todavía, pero acogedor de todos modos. Más acogedor de lo que lo recordaba.

-Me dijeron que Pavel ha vuelto -le comenté cuando ya habíamos comido-. Pensé en ir a verlo también.

-Creí que te caía mal -comenta, con una sonrisa cruel, apoyando la cara sobre la mano, recodado en la mesa.

-Yo siempre pensé que le caía mal a él, y eso me hacía rechazarlo por defecto -respondo con simpleza, encogiéndome de hombros.

-Es que le caías mal -apostilla él, burlón-. ¿Y pese a todo quieres verlo?

-Así es más divertido -comento, estirándome sobre la mesa, apoyando la frente contra la madera. Estoy algo cansada.

Lo escucho reír. Su risa no ha cambiado. Parece que él, en esencia, tampoco. Aunque al mismo tiempo es muy distinto a como solía.

-Entonces deja que vaya contigo, que eso no me lo pierdo.

*fin de escena*
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MensajeTema: Re: Campo abierto   Campo abierto - Página 2 EmptyJue Nov 06, 2014 4:30 pm

-Cuando me lo contaron no me lo creí. Imagínate que te lo dicen a ti, "Alehyss Lester, la arrogante, ha vuelto al pueblo". ¿No era demasiado pequeño para ti? No es que te hubiese escuchado decirlo, por supuesto, pero lo llevabas escrito en la cara siempre, en esa expresión de estirada y ese mentón alzado que llevabas por delante, mirando siempre al frente como si lo que hubiese por detrás de ti te diese asco. De verdad que pienso aún ahora que te lo daba. ¿Te lo daba?

Pavel habla como siempre, con ese tono irritante de que lo que pregunta lo afirma y de que todo lo que dice lo sabe desde siempre, y más que tú. Yo he usado un tono semejante bastantes veces a lo largo de mi vida, y especialmente al hablar con él, porque yo también creía que la verdad eran mis palabras y no las suyas.
Lleva el pelo mucho más largo, recogido en una coleta que le rebasa los hombros, y no quiero imaginar cómo sería si esos rizos que tiene estuviesen completamente estirados.

-De verdad que todavía no me creo que te hayas dejado esa barba tan espantosa -le respondo, sin más.

Se queda muy serio un momento, examinándome. El primero en echarse a reír es Anthom, a mi espalda, aunque él termina haciendo lo mismo, y entonces avanza para darme un abrazo y un par de palmadas en la espalda.

-Sigues sin tener ninguna gracia. Creo que tienes incluso menos que antes-. Tuerce la sonrisa, bajo la barba espesa en zonas y apenas existente en otras. Realmente es muy antiestética-. Bienvenida. Me alegro de verte.

-Yo también -me limito a decir, asintiendo, con una sonrisa.

* * * * * *

Eve no puede dejar de reír. Es una risa contagiosa. Siempre lo ha sido, y eso que no ríe demasiado, aunque sonría bastante. Pero cuando lo hace es difícil no soltar al menos un resoplido.
Recuerdo cuando éramos niñas, cuando la conocí. Ya de aquella, con unos once años, y era bastante seria, pero entonces ella se rió, me arrancó una sonrisa y rompió el hielo.

-¿Y qué quieres? -logra decir, serenándose, mientras se seca el ojo derecho-. Es que de espaldas y con ese pelo tan largo no es tan raro que... -. Pero enseguida rompe de nuevo en carcajadas.

Pavel está totalmente rojo bajo su irregular barba rubia. Aparta la vista hacia la pared derecha, cruzándose de brazos. Eve se vuelve hacia mí. Ella está algo roja, también, pero de la risa.
Suspira, como si se hubiese fatigado enormemente.

-Ale se ha cortado el pelo -informa, como si los demás no pudieran verlo-. Te hace el cuello más esbelto... -comenta, dando un trago a su vaso de cerveza-. Estás guapa, pero no es justo. Tú siempre estás guapa. Creí que ahora que estabas en ese sitio vendrías con una cicatriz desde la frente a la barbilla, o sin un ojo...

Eso me hace pensar en Jager por un momento.
Sonrío y alzo algo el mentón, resuelta.

-Ya sabes que no me gusta que...

-"En la cara no", lo sé -me corta, risueña-. ¿Pero dónde sí? ¿Qué haces? ¿Les dices, "en la cara no, mejor aquí" o algo parecido? No creo que las cosas sean tan fáciles como eso.

-Funciona mejor no acercar la cara a cosas peligrosas -respondo, resuelta, con una sonrisa, he de admitir, algo arrogante.

-Pues eso a ti se te da muy mal, ¿no? -responde ella, mordaz-. Es decir...

Aparto la vista, asintiendo, dándole la victoria.

-Sé lo que quieres decir.

Esta vez es Pavel el que ríe en alto, y Anthom, aunque no resulta tan evidente, también dibuja una sonrisa bastante reveladora. Yo, por mi parte, bebo un sorbo de cerveza y me acomodo en la silla.
Estamos en casa de Anthom, rememorando viejos tiempos o poniéndonos al día de los nuevos, sin más.

-¿Aún sigues haciendo colección? -. Pavel me mira. Intenta provocarme, lo sé. Es lo que planea, al menos-. El pueblo se te quedaba pequeño por eso, ¿no? Supongo que sería aburrido follar siempre con los mismos.

Pero no me voy a enfadar. Creo que he cambiado a ese respecto. Creo que he tenido que comerme un poco el orgullo desde que vivía aquí, y creo que he aprendido. Creo que he crecido un poco a ese respecto.

-Es que los demás no valíais ni para planteárselo -respondo, alzando una ceja, torciendo la sonrisa.

La tarde transcurre tranquila. Las conversaciones son banales, pero agradables. Con el paso del tiempo la cerveza nos hace más arriesgados, y terminan diciéndose algunas burradas, pero nada importante. Yo prefiero escuchar más y hablar menos. Si hablase creo que rompería el buen ambiente. Mis historias son menos divertidas que las suyas. Y ellos hablan más a menudo, se complementan mejor.
Estando aquí, solo hablando del pasado o de alguna anécdota, me doy cuenta de lo lejos que me he ido ya de ellos.
Hace mucho tiempo, al fin y al cabo, que empecé a tomar un camino diferente.

-He estado saliendo con uno hasta hace un mes y me ha dejado -se queja Eve, algo más adelante, con un quejido-. Llevábamos medio año, era de un pueblo vecino. ¡Dijo que era mucha distancia! Pero si no eran ni tres horas... ¡No quiero imaginar a los que viven lejos de verdad! -. Arruga la nariz, frustrada-. Supongo que me la estaría pegando con otra. Qué se le va a hacer.

-Pues ir a partirle las piernas, en mi opinión -propone Pavel, dando un golpe sobre la mesa con el puño.

-No merece la pena -me limito a decir, encogiéndome de hombros-. Olvídalo. Una persona así sobra en tu vida.

-Por supuesto -declara Eve asintiendo.

-¿Qué tipo de doble rasero usas, Alehyss? -gruñe Pavel de mal talante. Está ya un poco perjudicado y decido ignorarlo.

-¿Y tú has vuelto a estar con alguien, Ale? -. Eve apoya la cabeza en mi brazo, acariciándome con la mejilla un momento, cerrando los ojos-. Que ya hace años, eh...

Niego, serena, aguantando la jarra entre las manos. Ya casi está vacía.

-No estoy interesada.

-¿Y tú, Anthom? ¿Sigues con Aidah?

Las manos se me crispan, y vuelvo la mirada hacia él, sin volver el rostro. Al mismo tiempo puedo notar como su reacción es parecida, cómo se pone nervioso, mientras responde a la pregunta de Eve sin dejar de mirarme, incómodo.
Y aunque la conversación vuelve a surgir y el ambiente no es necesariamente más pesado pasado un rato sí hay algo que ha cambiado. Al menos él intenta que nuestros ojos se crucen lo menos posible.

Supongo que no quiere ver reproche. No sé si hay algo que me permita reprochar nada, después de todo, pero...
¿Aidah? ¿De verdad?

*fin de escena*
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