¡Son mis tierras!

ADAIN - CASA DE SKALOR





Skalor pareció hacer oídos sordos a las palabras del aether, y pronto el improvisado combate había dado comienzo sin que ninguno de los chicos pudiese hacer demasiado por evitarlo.

Adain pudo evitar el ataque del hombre que se le abalanzó, aunque, pese a todo, notó cómo el puño movía algunos mechones de su pelo al pasar, habiéndolo hecho tan cerca que resultaba escalofriante. Y, para colmo, al tratar de huir de los golpes de aquel tipo, se topó la mesa a su espalda, que enseguida cortó su huida.
Para cuando se vio allí acorralado, el hombre avanzaba de nuevo, con una expresión seria completamente definitiva.

Un puñetazo con la diestra salió disparado hacia la boca del estómago de Adain, que ya no podía retroceder más.
El aether, por su parte, había dado con algo frío en su búsqueda por la mesa, y al palparlo había descubierto que, efectivamente, se trataba de una estilográfica, artículo difícil de encontrar en las casas comunes, pero no tanto en el despacho de un hombre pudiente como Skalor. No obstante, dada su situación, decidió esperar por el ataque antes de reaccionar.


Dallas se encontraba, mientras tanto, enzarzado con el otro hombre, evitando y propinando algunos golpes. Ninguno parecía llevar la ventaja, en aquel momento.

-¡NO DESTROCÉIS MI DESPACHO! -advertía Skalor mientras tanto, manteniéndose como espectador.


FdR- Ten cuidado con afirmaciones en las que tu personaje encuentra cosas, como el abrecartas. Salvo que narrador haya especificado objetos concretos, no debes suponer que los hay. En último caso, siempre puedes preguntar por mp o cualquier otro medio si tienes alguna duda, pero procura no dar por hecho -3-


BEN - JARDINES DE SKALOR

Ben se encargó de que los destrozos cesasen, y aunque algunos, más jóvenes, la miraron con cierto desagrado, las gentes le hicieron caso, y pronto escuchaban su petición.

-Creo que tiene la puerta del servicio por detrás -comentó una mujer.

Pronto se encargaban de rodear y examinar el lugar. Ben había rodeado ya una parte del edificio cuando encontró una habitación en la que había movimientos y sonidos. La ventana estaba alta, tanto que apenas podía ver más que el techo de la estancia, pero no le sería difícil, simplemente asiéndose al alfeizar y encaramándose, mirar su interior: la escena con la que se encontraría dentro sería la de su compañero, Adain, acorralado contra una mesa por un hombre de generosas proporciones; a Dallas presentando un aspecto similar contra la pared del fondo y a Skalor, que lo contemplaba todo cerca de la puerta, con gesto de frustración.

-Hemos encontrado una ventana abierta -escuchó que le decían un de los jóvenes que se acercaban desde fuera.

-Bueno sí, dirás que no la has roto tú -murmuró otro, mirándolo con reproche.

Le había faltado poco al golpe y me notaba el pulso acelerado en la garganta. El viejo seguía dando voces desde la puerta y mi atacante preparaba el siguiente golpe. Tenía que pensar deprisa. Palpé la punta de lo que resultó ser una estilográfica. No era un arma muy eficiente pero era mejor que nada. No podía apuñalarlo, no podía arriesgarme a lanzársela y fallar y no se me ocurría otra cosa. Me va a doler... Pero si salía bien era mejor que nada. Igual tenía suerte y no le hacía demasiado el impacto.

Al ver venir el puño agarré la estilográfica apuntando hacia su mano con la punta metálica y colocando la otra en la parte de atrás para frenar el retroceso, como si fuera a esculpir. Como si fuera a esculpir y el mármol se abalanzase para golpear el cincel... En el mejor de los casos se clavaría el metal en la mano y frenaría el golpe, como mucho me haría daño en la palma, o eso esperaba. En el peor el hombre lo esquivaría y tendría que pensar algo más.
No, en el peor de los casos ignorará el pinchazo y me acabará clavando la mano al estómago con la pluma...

No tenía alternativa, tenía que intentarlo. Coloqué la pluma rápidamente cuando el puño se acercó a mi estómago, haciendo algo de fuerza en el gesto para sumar la de su golpe a la mía. No sabía qué iba a pasar. Apreté los dientes y fruncí el ceño mientras lanzaba el golpe.

CASA DE SKALOR




Adain se las estaba viendo difíciles contra su oponente, pero se las arregló, inesperadamente para su adversario, para darle la vuelta a la situación. Interponiendo la pluma entre el atacante y su cuerpo, pudo conseguir arrancarle un alarido de dolor cuando el puño impactó primero contra la punta. La sangre no tardó en brotar y aunque el guerrero de Brontë terminó recibiendo un impacto también, fruto de la inercia, este no fue, ni de lejos, tan fuerte para dejarlo sin aliento. Y el hombre enseguida retrocedía, apretando el puño sangrante, y los dientes, con el rostro contraído.

El combate no duró mucho más. Skalor volvió el gesto hacia la ventana cuando esta comenzó a abrirse, y cuando Ben se encaramó a ella pareció, incluso, palidecer. Los refuerzos habían llegado, y no había forma ya de que dos hombres se enfrentasen a tal multitud.


* * * * * *

Las negociaciones duraron varias horas, estando supervisadas por los guerreros. Finalmente Skalor escuchó al pueblo, aunque arrugando el ceño como siempre, y pareció ceder a la presión, consciente de que su dinero no valía nada si tenía en contra a todos los clientes. Y pese a que se mantuvo gruñón hasta el final, terminó por aceptar el entregar la tierra a los hermanos a cambio de una mensualidad, asegurando mediante un contrato que al alcanzar la suma una cantidad determinada la compra estaría finalizada y les pertenecería eternamente. Y también salía ganando, de algún modo, pues había logrado vender la tierra por un precio algo superior al de su compra, se aseguraba una mensualidad de dinero fija y, además, los hermanos le ofrecerían sus productos a precios más bajos.
Aunque pese a todo el hombre no sonreía. No dio las gracias a los guerreros ni se despidió de ellos cuando ellos hubieron acabado con su labor allí, evitando incluso mirarlos con deliberación.

Cuando ya regresaban por las calles, yendo a reunirse con Iria, que todavía no sabía qué había sucedido, una mujer los detuvo, acercándose a Ben con una sonrisa.

-Muchas gracias por despertarnos a todos -le dijo-. Skalor no es un mostruo, pero sí un hombre avaro, y necesitábamos la fuerza para demostrarle que también nosotros tenemos derechos-. Miró un instante a Adain también, risueña-. Gracias a los dos -dijo entonces, entregándole a Ben dos botellitas atadas a un cordel que servían como collares-. Lo usaba mi padre para emborracharse, pero creo que vosotros le daréis una utilidad más apropiada -les dijo.

Se trataba, según supieron luego, mientras seguían de camino hacia las tierras guiados por Dallas, de dos Botellas de Falso Fondo. Aparentemente apenas cabrían en una mano, conteniendo, como mucho, lo que un pequeño frasco de perfume, pero realmente eran artefactos encantados que tenían capacidad de un litro y medio del líquido que fuese, pudiendo entonces portarse mucha cantidad en un espacio muy reducido y sin cargar con el peso correspondiente, pues también este, como el tamaño, se reducía.


* * * * * *

Cuando finalmente alcanzaron el terreno Dalas parecía más exultante todavía, aunque se había mostrado muy contento de la situación desde que habían salido de la casa. Buscó enseguida a su hermana, llamándola, y los cuatro se reunieron en la pequeña chabola que tenían los hermanos en medio de aquel terreno para que ella escuchase la historia. Por primera vez, incluso Iria parecía francamente contenta, y se mostró amable y efusiva ante las buenas noticias.



-Cuando os vi husmeando por aquí nunca pensé que conseguiríais algo como esto -les confesó-. Sois increíbles. Muchísimas gracias . Entonces, tras una leve duda, miró a Ben-. Tengo algo para ti. Espera un momento -le dijo.

Se metió en la habitación contigua, y volvió poco después con una gorra de color marrón claro, que tendió a la caeruleus con gesto algo arrepentido.

-Nunca quise romper la tuya. Sé que no es lo mismo, pero espero que al menos sirva para pedir disculpas. Pareció afectarte mucho.

-Y supongo que ahora debemos pagar vuestros servicios -observó entonces Dallas-. Aunque me temo que nosotros no somos tan ricos como Skalor... Tenemos algunos ahorros, si los queréis... ¿A qué asciende vuestra tarifa? -les preguntó, muy serio-. Haremos lo que sea por pagarla. Os debemos mucho.

El golpe en el estómago casi parece lo de menos al ver que ha salido bien la idea y que el hombre retrocede, no obstante el problema no acaba ahí y Dallas sigue enzarzado. Sin saber qué hacer oigo de pronto un sonido estridente y una voz familiar. Las trompetas de la caballería. Me giro con el rostro iluminado para encontrarme a Ben encaramada a la ventana, anunciando que la casa está rodeada por una turba de ciudadanos indignados.

Las negociaciones y el final de la historia fueron bastante tranquilas. Skalor no volvió a mirarnos siquiera, cosa que no sólo no me importó sino que casi agradecí. Dallas, por otro lado, no dejaba de sonreír. Al menos una parte está contenta...

De camino de regreso a las dichosa tierras, ahora propiedad de los dos hermanos, una mujer nos detuvo para felicitarnos. En sus palabras se veía el trabajo que había hecho Ben mientras estábamos con Skalor. Parecía muy contenta.
Las botellitas que nos regaló no parecían gran cosa pero cuando nos enteramos de lo que eran me quedé fascinado. Parecía algo bastante útil. Pensé en el comentario de la mujer sobre emborracharse y torcí el labio. En otras circunstancias me habría hecho mucho mal tener una de estas...

Las escenas se sucedieron. Iria ya no tenía el tono desconfiado de antes y se contagió de la alegría de su hermano, que parecía aumentar más y más. Además Ben tenía una gorra nueva. Sin embargo se planteó un problema de última hora.

-Bueno, no podemos cobrarles a ellos, para empezar no quiero dificultarles las cosas y no tiene sentido... La verdad es que no tengo muy claro cómo funcionan las misiones en ese sentido...¿Brontë no lucha por el bien común sin ánimo de lucro? -Aunque de algún lado tendrán que sacar el dinero para mantenernos, después de todo es como el ejército...Espera, en el ejército tienen sueldos...- Espera, ¿trabajamos a comisión? No entiendo nada, por qué íbamos a tener que cobrarles a...Oh, espera... -Fue entonces cuando entendí a lo que se refería Ben y ahogué un grito. -¿Hemos fallado la misión? -No sólo no habíamos cumplido lo acordado sino que nos habíamos enfrentado al hombre que nos había llamado y habíamos hecho lo opuesto. Pero...

En lo que hablaban con los hermanos, Adain y Ben se dieron cuenta de que no habían cumplido con el encargo de Skalor, que había sido el que había contratado a Brontë. No obstante, la mayor parte del pueblo y los hermanos parecían contentos, y el uso de violencia por parte de Skalor hacia los guerreros les había dado, por completo, el derecho a cambiar de bando. Al fin y al cabo, Brontë no era un conjunto de mercenarios que trabajaban cumpliendo cualquier labor para cualquiera que pagase, y la moral se valoraba mucho en sus filas.

Cuando ya habían dado nuevamente las gracias, y justo antes de que los guerreros partieran, Dallas se acercó de nuevo a ellos, seguido de su hermana.

-No tenemos mucho que daros, pero Iria y yo hemos decidido que no podemos dejar que os vayáis con las manos vacías después de todo lo que habéis hecho.

Les entregaron, pues, dos anillos y, tras explicar el uso de aquellos y despedirse una vez más, estrechando las manos de los guerreros, Adain y Ben regresaron a casa.


MISIÓN CUMPLIDA (De algún modo...)

Recompensa:

-2 puntos de experiencia.
-2 Botellas de Falso Fondo (Aparentemente son pequeños frascos sin apenas capacidad ni peso, pero pueden almacenar un litro y medio de cualquier líquido).
-2 anillos llameantes (Cada uno de ellos tiene 5 cargas de fuego, equivalentes a un flagrare de magia 5, y se lanzan a voluntad apuntando con el anillo en la dirección deseada. Se recargan absorbiendo el poder mágico del portador, a razón aproximada de una carga por hora.)
-10 galletas de lava para cada uno (Deliciosos dulces de Ignis dulces y picantes al mismo tiempo. Ñam ñam. Crujen.)
-1 litro de licor de fuego para cada uno (Parece que la mujer de verdad quiso quitar a su padre de la bebida, porque entregó las botellas mediadas de este fuerte licor de Ignis. Beberlo es como entrar en la misma Iracunda. Se recomienda pasarlo a otra botella para poder aprovechar el obsequio.)
-La gorra nueva de Ben (Lo sentimos, Adain D: )
-Iria y Dallas como amigos. Nunca sobran, se dice.