Hewina Astaldë

Me llamo Hewina... Hewina Astaldë.

Nací un florido día de primavera en el continente de la luz, en las afueras de un pequeño burgo cercano al Valle Rosenthal; y más concretamente, en la casa de una humilde familia cuyos integrantes son Vahn Astaldë (mi padre), Alena Astaldë (mi madre) e Ilmund Astaldë (mi abuelo).

Ellos y yo somos los únicos miembros que quedan del Clan Astaldë, un clan de magos y hechiceros Claritas que fue muy importante y numeroso en el pasado... pero debido a guerras, epidemias y otros infortunios el numero de integrantes fue reducido hasta tal punto. Por lo tanto los integrantes actuales del clan Astaldë vivían una vida tranquila y dedicada a sus ocupaciones.


Ilmund, mi abuelo, es el dueño de un comercio artesano llamado "Artesanía Astaldë". Obviamente, también es el líder actual del clan.

Vahn, mi padre, es uno de los pocos médicos de dónde vivo, y trabaja en una clínica.

Alena, mi madre, es boticaria y herbóloga, y también trabajaba en la clínica. Digo trabajaba porque debido a su enfermedad sin diagnóstico pasó de trabajar en ella a ser una paciente más...
Conocíó a mi padre cuando él estudió durante una temporada en Ventus, y cuando ambos terminaron sus estudios ella se fue a vivir con él a Lumen.

En cuanto a mi, yo crecí con mucho cariño por su parte y sin problemas económicos. Fui una niña soñadora y juguetona que debido a sus costumbres atípicas no tuvo nunca amigos de su especie, a pesar de ser parte de una familia muy conocida y rumoreada. Sin embargo era feliz. Me pasaba la vida jugando en las afueras... por el valle, por pequeños bosques y en lugares así... deshabitados y con abundante vegetación, ya que eran los que mas me gustaban y donde más libre me sentía. Y no estaba siempre sola, ya que conocía a muchos animales de los que me acababa haciendo amiga. También me gustaba mucho dibujar, leer, aprender a tocar mi ocarina... y además, como el clan Astaldë tiene sus tradiciones y tenía que convertirme en hechicera, recibía un entrenamiento por parte de mi Abuelo y mi Padre. Mi Padre me enseñaba a luchar con mi báculo, el cual mi Abuelo me otorgó al nacer, y mi Abuelo intentaba enseñarme a utilizar la magia... sin éxito. Eso fue algo que siempre me frustro mucho... ser incapaz de aprender algo más que un simple Cläir em yäk o un Ebrain aitchbrëa. Sin embargo él como me vio aptitudes creativas y me interesaba mucho cuando lo veía trabajar en su taller, decidió introducirme en el oficio.

Y así transcurrió mi vida. De forma pacífica, con sus dichas y desdichas... hasta el momento de la llamada.

El Clan Astaldë luchó en muchas guerras... y esta no sería una excepción. Sin embargo mi abuelo ya estaba muy mayor como para luchar... y mi padre tenía que quedarse para cuidar a mi madre e investigar su enfermedad. Por otra parte, yo no tenía impedimento alguno para no ir... y además mi abuelo y mi padre ya no podían centrarse tanto en mi entrenamiento. Por ese motivo decidí cumplir con mi deber, dejarlo todo e ir a Brontë. Mi abuelo quería e insistía en que fuese, pero mis padres se mostraron bastante reacios a ello. Después de una larga noche de discusión, tras haber decidido por fin mi destino mi madre lloró... mi padre lloró también... e incluso mi abuelo lloró. Obviamente, yo también lloré... pero era lo mejor.

Y entonces llegó el día de mi partida. El rumor ya se había extendido entre la gente: Hewina Astaldë, la nieta del artesano loco; la hija del Doctor Astaldë y la Aether moribunda se iba de Lumen para unirse al ejército que luchará por la paz. Curiosamente, aquel día a todo el mundo se le había dado por salir a pasear por cada sitio que pisaba. Me despedí de mucha gente entonces... incluso de gente que nunca se había preocupado lo más mínimo por mi. De toda esa gente solo añoraría a los compañeros de la clínica en la que trabaja mi padre, a nuestros vecinos, a la panadera, al cartero y a mi maestra.

Tras despedirme de mi familia con un fuerte y largo abrazo partí con mi equipaje, mi bolsa y mi báculo hacia Brontë. Los añoraría mucho... pero tenía ganas de emprender esta nueva aventura.