Massen Dew Moderador
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| Tema: Los antiguos dioses Vie Sep 28, 2012 9:28 pm | |
| A lo largo del tiempo y el espacio de Mithos se desarrollaron, desde los inicios más primitivos de las razas, religiones y creencias que condicionaron la rutina de aquellos que las seguían. De los tiempos más remotos se recogen vestigios de antiguas religiones, en las que primaba el culto a un número incontable de dioses asimilados a hechos de la naturaleza; los principales de estos dioses eran la diosa Adhila, asimilada al sol y a la energía activa, junto con Selther, su esposo, dios de la luna y la energía en calma. Su oposición les proporcionaba por un lado la fascinación y el amor, pues ambos querían lo que les faltaba, aunque también reinaba entre ellos el odio y la discordia debido a sus diferencias.
Los claritas y caeruleus de la antigüedad adoraban por encima de todos a estos dioses, siendo predominante entre los claritas el culto a Adhila y entre los caeruleus el culto a Selther. De ahí que las costumbres de estas razas se adapten a sus dioses protectores; así, los claritas incineran a sus muertos, para que sientan el calor de Adhila antes de llegar junto a ella; mientras que los caeruleus entierran a los suyos, para que vivan en la noche eterna de Selther. Por otra parte, se cuenta que fueron estos dioses los que escogieron a los primeros gobernantes de Caligo y Lumen.
Existía una importante unión entre los grupos religiosos de ambos continentes, que tenían una gran influencia política, económica y diplomática, y mientras su poder se mantuvo fuerte, apenas hubo enfrentamientos entre las dos razas. Más adelante, con la corrupción de los templos llegó la limitación de su poder, y la tensión que había crecido entre ambas razas dio lugar a la primera gran guerra.
Según versiones más tardías de esta mitoligía, Adhila y Selther dieron lugar al mundo, y sus cuatro hijos (Zende, dios del agua; Myrinn, diosa del fuego; Foshiru, dios del viento y su gemelo Karrdum, dios de la tierra) fueron los encargados de poblarlo. Algunos cuentan que Shelther secuestró una noche, mientras Adhila dormía, a su hija Myrinn, que de su unión nació Ksà, la chispa de la vida, y que Adhila, furiosa ante el agravio, quiso fulminar a la criatura. La energía vital de Ksà impidió su muerte, y el único resultado fue que la luz de Adhila se introdujo en sus ojos, fluyendo por su cuerpo debido a la energía activa de la diosa. | |
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