La religión mayoritaria: El dios mundo

La creencia más extendida en Mithos en la época actual en el plano religioso es que el propio mundo, Mithos, tiene un espíritu pensante y poderoso, creador de todo lo que en él se halla y eterno observador de la vida que ha creado. Del mundo provienen la materia y la forma, pero la principal huella que ha dejado en las criaturas que lo habitan es la magia. Para un creyente, la energía que fluye a través de los seres es la esencia pura del mundo.

Se considera que la energía de Mithos no predispone el destino, pero las acciones de los seres vivos perjudican o benefician a su entorno, tanto en lo físico como en lo espiritual. Existen una serie de doctrinas, que según las variantes de la religión se han interpretado de una u otra forma. En cualquier caso, estas doctrinas suelen agruparse en una serie de leyes morales y de comportamiento social, junto con unos determinados ritos religiosos que se llevan a cabo en honor del mundo, y que se centran en la convivencia en armonía con el mundo y sus habitantes, para que así el espíritu de Mithos florezca y la energía fluya de forma adecuada.

En la versión más extendida de esta religión, existieron a lo largo de la historia una serie de archimagos, conocidos como los iluminë, cuyo excepcional poder les permitía captar la energía de una forma distinta al resto, comunicándose con facilidad con el espíritu de Mithos y que se sintieron responsables de mostrar el camino al resto de la humanidad. De entre ellos destaca Efesto, que recorrió el mundo en 100 días para inculcar a los hombres la doctrina del amor al mundo y su energía, y que por ello es considerado el más importante de los iluminë. Una de las discusiones más habituales sobre este hombre es, de hecho, a qué raza pertenecía, y en cada continente se da una respuesta distinta al respecto, pues todos quieren contarlo entre los suyos.

Según otras versiones de la religión, sin embargo, se atribuyen a Efesto acciones realizadas por otros iluminë. Destaca en Fulmen el culto a Zeus, por ejemplo, de quien se dice que puso por escrito, antes que nadie, las leyes morales de convivencia con Mithos, mientras que en Ignis se destacan los trabajos de Frigg y Eir, dos hermanas que establecieron, según se dice, las principales formas rituales y ofrendas de todo Mithos, y que se dice que facilitan la fluidez de la energía en las poblaciones practicantes y su entorno, para una mejor convivencia.