Nombre:
Shirokiba JizōEdad: 21
Raza: Claritas
Arma inicial:
KatanaDescripción física:
A pesar de no haber sido un niño demasiado grande o corpulento parece que la pubertad lo golpeó con fuerza. En poco tiempo alcanzó una altura considerable y, algo aún más extraño para su raza, le proporcionó una gran cantidad de pelo para lo que acostumbran los claritas. Por fortuna este es bastante localizado aunque al igual que el que le cubre la cabeza tiene un tono rubio ceniza que lo hace destacar sobre su piel oscura haciéndolo parecer más de lo que en realidad es.
Sus rasgos faciales parecen conservar algo del niño que fue aunque la barba de 3 días que luce (y de nuevo el tono claro de su pelo) parecen añadirle más años de los que tiene. Todo esto le otorga un aspecto más bien tosco a su cara aunque tal vez sin el bello facial la cosa cambiaría ya que este parece perfilar sus rasgos dándole dureza a sus formas. Es de complexión atlética con la musculatura trabajada, tonificada, aunque apenas lo parezca debido a su altura que le da una apariencia más esbelta y corrige un poco la proporción.
En cuanto al pelo de su cabeza tiene la largura suficiente como para caerle hasta los hombros si es que lo lleva suelto alguna vez, ya que la naturaleza rebelde de este lo hace estar en un estado caótico con facilidad por lo que lo suele llevar recogido. La forma en la que lo haga dependerá de lo que se aburra en el momento aunque en general procura que sea cual sea el peinado no le moleste en la cara.
Si algo más se tuviera que decir acerca de este hombre sería sobre sus ojos, alargados y rasgados, de un tono lavanda, situados bajo dos cejas espesas (otra vez demasiado pelo). A pesar del aura seria y dura, como de militar, que irradia el resto de su ser, sus ojos parecen tristes, o tal vez cansados. Será cosa del color.
Descripción psicológica:
Si fuera su obligación, cargaría con el peso del mundo. Decir que es responsable sería quedarse corto ya que su sentido del deber es algo inamovible. Acostumbrado estar solo no es muy bueno socializando por lo que se muestra seco y callado, aunque no es como si normalmente hablase demasiado. Pese a que es consciente de sus deficientes capacidades sociales a simple vista no parece tener interés en hacer más fácil atravesar su coraza, aunque puede que su interior tampoco sea muy distinto a lo que deja ver.
A pesar de parecer siempre frío y distante es una persona muy apegada a su familia y seres queridos, de fuertes vínculos. Tiene especial debilidad por los niños, seguramente debido a la gran cantidad de hermanas pequeñas que tiene.
Que no sea bueno con las relaciones personales no evita que le dé un gran valor a la vida y está dispuesto a defender a aquel que lo necesite y protegerlo incluso con la suya propia si es necesario.
Como último añadido, aun siendo una persona mayormente estable y tranquila, pulsando el botón adecuado eso puede desaparecer, volviéndose tremendamente agresivo, aunque solo en casos extremos. Normalmente la “explosión” se limita a gritos, aunque siendo capaz de gritar tan alto como puede no es que lo haga menos problemático.
Habilidades:
Especialmente habilidoso para la medicina. Gran potencial con la magia curativa, llegando esta incluso a verse poco o nada afectada en situaciones con poca luz en la que los claritas se ven debilitados, así como tener en cuenta sus conocimientos de plantas medicinales.
Es buen boxeador.
Defectos:
Alcoholismo. A pesar de no ser aun excesivamente grave el alcohol es algo común en su día a día. Su disciplina lo mantiene en forma y aseado aunque eso no evita que su dependencia afecte a sus aptitudes físicas y cada vez más a su salud. Sumado a otros factores, por ejemplo, tiene grandes dificultades para dormir, y siendo claritas no es como si la oscuridad le diese energías.
No es tampoco lo mejor para su explosivo mal humor aunque si es cierto que algo le ayuda a la hora de relacionarse con el medio.
Lleva siempre una petaca con él y un castillo como Brontë con unas bodegas preparadas para abastecer a un ejército dan muchas oportunidades de rellenarla siempre que quiera.
Otras cosas:
Le gusta hacer ejercicio siempre que puede por lo que suele llevar ropa suelta y ligera y las manos vendadas hasta poco más arriba que las muñecas ya que cómo se ha comentado boxear le relaja.
Es aficionado al parkour, que ve como una forma entretenida de mejorar sus habilidades.
Stats:
- Fuerza: * * * *
- Resistencia: * *
- Velocidad: * *
- Agilidad: * * *
- Inteligencia: * * * *
- Técnica: * * *
- Puntería: * *
Historia:
- Leer:
Hijo del jefe de su puedo natal y una de las mujeres de este.
No hay que pensar mal, su padre ha amado a todas sus mujeres, pero por desgracia ninguna ha vivido demasiados años. A pesar del afecto que profesaba a cada una de ellas este no superaba el amor a su puesto como jefe por el que tanto había luchado y se negaba a que su posición y su apellido desaparecieran con él por falta de un hijo varón. Por suerte o por desgracia, como se suele decir, a la séptima va la vencida.
El cargo de su padre, debido a la importancia de la zona (que si bien no era especialmente próspera era un punto clave en algunas rutas comerciales de Lumen) le facilitó encontrar con quién desposarse con gran facilidad a pesar de que la desgracia parecía rodearle.
El nacimiento de Shirokiba parece tranquilizar la situación, convirtiéndose no sólo en el heredero que tanto había esperado su padre además de en el entretenimiento de su gran número de hermanas que lo cuidan y nunca lo dejan desatendido. La enfermedad y la muerte aparecen en su vida a muy temprana edad y, preocupado por sufrir pérdidas en su cada vez más extensa familia, despierta en él un interés por la medicina ya de muy joven.
Complementa estos estudios con su entrenamiento en el ejército (con el que su padre pretende prepararlo para sucederlo) y no tarda en ascender de rango en la guardia de la ciudad, convirtiéndose con los años en alguien tan capaz de matar a un hombre como de salvarle la vida.
Consciente de su situación y de lo paradójico de su vida, dudando entre su deber y sus ideales, comienza a encerrarse más si cabe en sí mismo, cayendo en la bebida y aprovechando las guardias nocturnas , más discretas, para beber y alejarse de la gente.
Su rutina se acaba reduciendo a lo mismo: trabajar en la guardia nocturna, alcohol, y pronto una dieta y una rutina de ejercicios con los que pretende disimular el deterioro cada vez más sospechoso que causa el alcohol. Pronto, uno de los hombres más prometedores de la zona se ve reducido a una sombra de lo que era, quedando sólo una imagen falsa de cara al público para no preocupar a su familia o deshonrar a su padre y su posición.
Es en ese momento cuando recibe la Llamada. No le resulta muy difícil que su padre le deje marchar, con la excusa de continuar de esta forma su entrenamiento, y la mayor carga que tiene es dejar tan lejos a su familia (en especial a sus hermanas). Sabe no obstante que con tierra de por medio el camino que estaba tomando no perjudicará su imagen a la hora de tomar el relevo de su padre y ve en Brontë la oportunidad de redimirse y hacerse más fuerte, aunque también su propio final de no conseguirlo.