¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.



 
ÍndiceÍndice  Últimas imágenesÚltimas imágenes  BuscarBuscar  RegistrarseRegistrarse  ConectarseConectarse  

 

 La escolta II

Ir abajo 
4 participantes
AutorMensaje
Narrador

Narrador


Mensajes : 1439

La escolta II Empty
MensajeTema: La escolta II   La escolta II EmptyLun Jul 13, 2020 1:07 pm

El viaje hasta la costa sureste de Caligo fue largo y tedioso para las tres guerreras. Primero tuvieron que desplazarse por tierra hasta la costa este de Fulmen, desde donde un barco las llevaría primero al puerto más próximo a la Ciudad Capital de Lumen. Una vez allí, y ya recorrido más de la mitad del viaje, hubieron de embarcar de nuevo en una nave que las llevaría a su primer destino, la costa sur del bosque de Lith.

Si bien el primer tramo implicaba desplazarse desde Fulmen, donde Brontë siempre había tenido mayor influencia, hasta el puerto de una capital, grande y bien surtido, la segunda parte de su viaje no resultaba tan accesible. La mayoría de los barcos que partían hacia Caligo lo hacían en dirección al puerto noroeste, el más cercano a la Ciudad Capital y el templo más importante del continente oscuro. ¿Qué asuntos podían tener ellas en dirección contraria? Sus explicaciones no satisfacían a las cabezas de mando de ninguna tripulación.

Finalmente, fue un pequeño carguero el que accedió a llevarlas a su destino, que implicaba atracar en uno de los puertos menores a los que se dirigía antes de seguir su camino hacia las costas de Aqua. No obstante, la capitana no tenía el menor interés en las compensaciónes económicas que las guerreras pudieran ofrecer; estaba un poco corta de personal, y lo que necesitaba era más mano de obra.

En este sentido, Krista pudo brillar con luz propia gracias a sus habilidades culinarias, que le proporcionaron un puesto fijo en la cocina durante el viaje. Sus compañeras, con habilidades menos claras aplicables a la navegación, tuvieron que apañárselas como pudieron realizando las tareas que les eran asignadas.

Por fortuna, el tiempo les concedió estabilidad, por lo que no tuvieron grandes problemas para llegar a su destino dentro del tiempo estimado. Una vez en tierra, y tras despedirse de la tripulación que las había llevado hasta allí, partieron en busca de la casa más grande de aquella pequeña ciudad portuaria. Por lo visto, a quien debían escoltar era a la prole de la gobernadora local.

Cuando llegaron a la ciudad estaba anocheciendo, y pudieron ver cómo las calles en penumbra comenzaban con su actividad más temprana de la noche. Recorriendo la avenida principal, llegaron ante la sombra de un edificio majestuoso, a la puerta del cual las esperaba un farol con una luz muy tenue, suficiente para hacerse notar pero escasa para iluminar nada, sostenida por la figura de un mayordomo, que las aguardaba diligentemente.

-Bienvenidas -las saludó, serio, cuando llegaron a su altura-. La señora las atenderá en el salón. Les señorites ya tienen todo su equipaje preparado y están desayunando. Estarán listes en media hora.
Volver arriba Ir abajo
Zaih'ra

Zaih'ra


Edad : 25
Mensajes : 147

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyLun Jul 13, 2020 5:13 pm

Cuando uan pensaba en Brontë, el famoso palacio en el que guerreros de todas las razas se unían sin diferencia para afrontar los más variopintos peligros nadie pensaba en que para ir a aquellos lugares recónditos tuviesen que coger el peor de los barcos. Y cuando alguien pensaba en viajar por el mundo para prestar servicios a la gente, nadie pensaba que uno de aquellos servicios sería fregar la cubierta a cambio de ser llevada en el peor de los barcos del mundo. Brontë era, pues, como los cuentos de princesas, el amor verdadero o la confianza en las personas: una patraña pintada de colores bonitos.

Aquel viaje se me hizo muy largo, especialmente por la insistencia de mis acompañantes en ser agradables cuando, evidentemente, no podían dejar de pensar en lo poco que yo lo era. Cada vez que las veía hablar entre ellas no podía dejar de imaginar lo mucho que se sinceraban sobre lo desagradable que era. Tenía que haber escogido una misión en solitario.

Me harté de fregar la cubierta de proa a popa, y entendí al fin lo que significaban aquellas palabras tras algún comentario en un tono algo desagradable por parte de gente que más adelante pediría a Brontë que, por favor, les ayudasen con sus problemas.

Solo recordar a Pris me trajo la calma en aquellos duros días. Acabaría aquello lo antes posible para volver junto a ella.

Llegar a puerto fue el primero de los alivios. Y encontrar la casa no fue gran cosa. Destacaba fácilmente entre el resto. Plantarnos en su puerta supuso casi el mayor de los alivios, arrancándome quizás la tercera sonrisa del viaje.

Cuando llegamos junto al hombre saludo con un gesto, pero dejé que fuesen mis compañeras las que hablasen mientras me mentalizaba de que todavía no había empezado la parte dura. No rechazaría algo de comer también. Pero tampoco lo dije. Solo las seguí cuando pasaron dentro de la casa.
Volver arriba Ir abajo
Anna

Anna


Edad : 28
Mensajes : 711

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyLun Jul 13, 2020 5:32 pm

El viaje es largo, pero no por ello desagradable. Tenemos la oportunidad de pasar por preciosas zonas de Fulmen, navegar a Lumen en un tranquilo y agradable viaje y luego, pese a las dificultades, conseguimos encontrar un barco que nos lleve a la zona de Caligo a la que vamos. Es un alivio, ya que de lo contrario tendríamos que viajar a un lugar más alejado y luego darnos prisa en ir en otro medio de transporte al lugar indicado.

También tenemos la suerte de que nos permitan pagar el viaje realizando ciertas tareas, lo que nos mantiene ocupadas y nos permite ahorrar el dinero que podría sernos útil en otras cosas, además de enseñarnos hasta qué punto Krista es buena cocinando. La capitana me parece una persona íntegra, admirable en cierto modo. Llego a poder usar mis habilidades de costura en pequeños remiendos, pero al final tengo que, junto con Zaih'ra, fregar la cubierta, hacer la colada o lavar los utensilios que Krista ensucia. Pero nunca me he opuesto al trabajo duro.

En algún momento del viaje me doy cuenta de que Zaih'ra no está muy dispuesta a las charlas o a relacionarse con la gente. Recuerdo que su hermana me ha dicho alguna vez que estaba pasando por una mala racha y decido no presionarla demasiado, dándole al mismo tiempo la oportunidad de unirse a cada cosa que hacemos.

Llegar a Caligo significa una disminución considerable en el tema lumínico. Por suerte, las tres podemos arreglárnoslas para iluminar la oscuridad. Aunque a cambio de esto nos ganamos las miradas de los transeúntes, más acostumbrados a la ausencia de una luz muy brillante.

- Tenemos que encontrar la casa de la gobernadora -comento a mis acompañantes cuando ya estamos recorriendo las calles.

No es necesario preguntar demasiado para dar con ella. Sonrío satisfecha al verla acercarse a medida que avanzamos. Por lo visto, ya hay alguien esperando.

- Somos de Brontë -indico cuando llegamos justo al hombre que guarda la puerta-. Gracias por salir a recibirnos.

Dejo que nos guíe dentro, al salón, sin perder detalle de la casa, aunque intentando disimularlo.
Volver arriba Ir abajo
Krista

Krista


Edad : 24
Mensajes : 130

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyVie Jul 17, 2020 1:40 pm

Está siendo un viaje maravilloso. Es la primera vez que salgo de Fulmen. Y nada menos que para una misión de Brontë. Además estamos recorriendo lugares preciosos distintos a todo lo que yo había podido ver antes. ¡Y la gente! Estamos conociendo a gente tan interesante. Sobre todo en el barco que nos trajo a Caligo, ya que nos permitieron mezclarnos con la tripulación. Yo estuve haciendo una de mis cosas favoritas: cocinar. Y también pude escuchar historias increíbles de la tripulación. Por desgracia, creo que Anna y Zaih'ra no se lo pasaron tan bien como yo. Realmente es una pena que no pudieran aprovechar el viaje al máximo.

Pero ahora que hemos llegado a nuestro destino, toca centrarse en la misión. Es un tema serio, tenemos que proteger a unos niños, y quiero hacerlo bien. No solo porque quiera probar mi capacidad y mis habilidades, también porque si nos han contratado de escolta es porque pueden correr peligro. Me desconcierta un poco no tener los detalles de lo que tenemos que hacer o lo que nos podemos encontrar, pero sé que va a ir bien porque voy con dos guerreras muy capaces en las que siento que puedo confiar. Además, los niños se me dan bien y creo que puedo hacer que se sientan a gusto además de protegidos.

Cuando llegamos a la casa, que más bien parece un pequeño palacio, Anna ejerce el papel de líder del grupo, ya que ella es la que tiene experiencia. Mientras esto ocurre y el mayordomo nos lleva al encuentro de la gobernadora, yo me limito a admirar el lugar. Esforzándome por parecer formal, intento mantener una expresión seria, a pesar de estar internamente boquiabierta.
Volver arriba Ir abajo
Narrador

Narrador


Mensajes : 1439

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyVie Jul 17, 2020 2:58 pm

El mayordomo, pese a no parecer muy contento con el tema de la luz, les permite utilizarla mientras las guía por los pasillos sin decir nada. Sin embargo, cuando llegan a una ornamentada puerta doble de madera, se detiene antes de abrirles paso.

-Tengo que pedirles que respeten la absoluta oscuridad de esta estancia -declara, solemne-. La señora tiene la salud delicada, y exponerse a la luz no le sentaría nada bien. Si tienen dificultades para moverse, yo mismo las guiaré hasta sus asientos. Será ella la que les explique los detalles de su cometido. Si alguna de ustedes lo prefiere, puede esperar aquí.

Dicho esto, y tras asegurarse de que ninguna está usando la más mínima luz para combatir la oscuridad reinante, abre la puerta a una completa oscuridad. Les da la opción de pasar las tres o enviar a una sola representante y, una vez han decidido, guía a quien corresponda dentro de la estancia y las sienta en un comodísimo sofá de tacto suave. La habitación tiene un ambiente fresco, bien aireado y suavemente perfumado.

Frente a ellas, tan a oscuras que resulta prácticamente imposible distinguir su silueta, una sombra aguarda a que se hayan puesto cómodas.

-Buenas tardes -saluda con voz aguda y afectada-. Espero que hayáis podido llegar descansadas hasta aquí. Me encantaría invitaros a ocupar uno de los barracones aunque fuera durante un día, pero es menester que les niñes partan cuanto antes -explica-. Si os place, puedo ofreceros algo de desayuno antes de partir, una vez hayamos concretado vuestra función. No me gustaría que mis pequeñes estuvieran acompañades de una escolta que no estuviera en plena forma.

Hace una pausa momentánea, y pueden oír el movimiento de unas telas antes de que, si el oído no las engaña, la mujer se lleve un paño a la boca para ahogar una tos que no suena demasiado halagüeña. Cuando se hubo recuperado, guardó el pañuelo y continuó.

-Les niñes están muy emocionades con este viaje -explicó-. Normalmente, sería mi escolta personal quien nos llevara, pero ya que yo no les acompañaré esta vez y necesito protección aquí, me he visto en la obligación en recurrir a servicios externos. Están encantades de poder ir a visitar a sus tías a la capital, pero nunca han hecho un viaje tan largo soles -. Hace una pequeña pausa y suspira, antes de coger aire de nuevo y endurecer la voz-. Si he contratado los servicios de Brontë es porque sé que, si el líder Darvenwish forma parte de un proyecto semejante, hay garantías de sobra para que el ejército cumpla con todas las expectativas. Si, Mithos no lo quiera, me estuviera equivocando y les niñes tuvieran la más mínima mala experiencia... No olvidaréis las consecuencias en lo que os queda de vida.

De nuevo, recurre al pañuelo para toser, esta vez más suavemente. Cuando vuelve a hablar, su voz recupera el tono que tenía al recibirlas.

-Les niñes son mis hijes, a fin de cuentas, y como tales, ocupan una posición social importante en este continente. Nadie querría que les pasara nada a dos futuros miembros distinguidos del ejército de Caligo, ¿verdad? Confío en que esta experiencia sea muy enriquecedora para elles. Viajaréis con un carro de viaje donde mis niñes puedan descansar con toda comodidad. Nada de posadas ni de caminos peligrosos o excesivamente transitados. Tendréis un mapa de las rutas que cuentan con mi beneplácito, y respetaréis el horario de descanso de les niñes. Esto no quiere decir necesariamente que tengáis que viajar de noche, salvo que os indiquen que el traqueteo del carro perturba su sueño. Supongo que no tengo ni que decir que siempre habrá al menos una de vosotras despierta para vigilar la ruta y atender a cualquier necesidad que les niñes puedan tener a cualquier hora de la noche o del día. También llevaréis un carro extra con provisiones suficientes para todo el viaje. No quiero que coman cualquier porquería.

Una nueva pausa, más larga, para toser. Ante la insistencia de la tos, tomó algo de la mesita que tenía a su lado y bebió, antes de depositar de nuevo algo que sonó como un vaso.

-Y como podréis entender, estáis a su servicio, así que espero que atendáis como corresponde a todas sus peticiones y preguntas. Confío en que puedan aprender mucho de vosotras. Sus tías ya tienen noticia de su llegada a Ciudad Capital próximamente y os estarán esperando allí. Recibiré nuevas de su llegada tan pronto como estén en su destino.

Oyeron entonces unos pasos a sus espaldas, y alguien se colocó junto al sofá en el que estaban sentadas.

-En fin, salvo que tengáis alguna pregunta que dirigirme, Thelah os guiará ahora hasta las cocinas. Allí podréis desayunar y tomar las provisiones que consideréis oportunas para el viaje. Les niñes ya deben de estar casi listes para partir. Estarán terminando ya de desayunar. Os esperarán frente a los establos cuando hayáis terminado.


Última edición por Narrador el Vie Mar 19, 2021 11:06 am, editado 1 vez
Volver arriba Ir abajo
Anna

Anna


Edad : 28
Mensajes : 711

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyDom Mar 14, 2021 4:56 pm

Asiento a lo de la luz, aunque lo cierto es que va a ser un problema a la hora de que veamos su expresiones. Pero ellos son los que nos han hecho el encargo, y no quiero empezar con mal pie.

-No se preocupe. Estar a oscuras nos parece perfecto -declaro amablemente, antes de que mis compañeras pongan cualquier tipo de pega-. Y entraremos las tres, si no hay inconveniente.

No sé si alguna de ellas preferiría quedarse fuera, pero no quiero empezar generando la sensación de que no sabemos lo que hacemos. Soy la más veterana y, lejos de sentirme alguna clase de líder, estoy absolutamente nerviosa. Y lo que más me asusta es que no entremos todas y se nos pase alguna información.

Entro delante. Disfruto un instante del perfume del cuarto y me muevo despacio, intentando no chocarme con nada. Agradezco al mayordomo con un gesto de cabeza que nos haya guiado y después tomo asiento en una esquina, dejando que mis compañeras tengan hueco de sobra para hacer lo propio.

Escucho lo que la voz, a la que no termino de dar cara, nos cuenta. Sonrío educada a la mención del desayuno, inclinando la cabeza con gratitud, aunque dejo que sean Krista y Zaih'ra las que declaren si prefieren comer algo o no hacerlo. Cuando la tos interrumpe la explicación de la mujer, simplemente mantengo mi gesto sereno y mi espalda recta, procurando no reaccionar a ello. Incluso intento mantener esa posición, algo más rígida, cuando se muestra implacable. No sé si es posible que hagamos que tengan una mala experiencia, aunque solo sea... por desagradarles... Me asusta pensar en las consecuencias.

-No se preocupe -digo, sin embargo, haciendo acopio de toda la seguridad que encuentro en mí-. Sus niñes están en las mejores manos. Le aseguramos que haremos cualquier cosa por su seguridad y bienestar. Cualquier cosa-. Estoy nerviosa-. Y, evidentemente, estaremos a su servicio también. Será un viaje agradable, llegarán en plena forma y a salvo y seguro que será una experiencia inolvidable.

Solo vamos a escoltarles... No puede ser tan difícil... ¿No?

Me seco las manos en los pantalones, disimuladamente.

-Me...-. Carraspeo-. Nos encantaría poder revisar las rutas lo antes posible. Para calcular los tiempos y coger la comida adecuada. Y conocerles cuánto antes, también -declaro, mostrando mi mejor sonrisa-. Es todo un placer y orgullo servirles.
Volver arriba Ir abajo
Zaih'ra

Zaih'ra


Edad : 25
Mensajes : 147

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyDom Mar 14, 2021 5:06 pm

Lo cierto es que hubiese preferido no pasar, pero eso solo lo supe una vez ya estábamos dentro, escuchando todo aquello. Anna había asumido el papel de líder, de alguna forma, y aunque me alegraba no tenerlo yo, en el fondo me molestaba un poco, porque no habíamos pactado nada. Si se pensaba que no era más que una novata que necesitaba ayuda, se equivocada.

No obstante, en cierto punto de la explicación, lo cierto es que me alegré de que hablase ella: su voz tranquila y agradable, aceptando todo aquello, sonaba sincera. Y yo, incrédula, trataba de mantener el rostro lo más neutro posible.

Asentí cuando nos ofreció desayunar, murmurando un "por favor". Al menos un café me levantaría el humor. Puede que fuese lo más excitante que fuese a encontrarme en todo el viaje.

¿Qué éramos? ¿Canguros? ¿Nos habían hecho ir allí para llevar a dos personas de paseo en palmitas y darles la comida y contarles cuentos? Solo de pensarlo me ponía enferma. Y la chrysos no podría ser más aduladora ni queriendo... "Es todo un placer y orgullo servirles". Por favor.

-¿Tienen sus niñes algún tipo de alergia o problema de salud que debamos tener en cuenta? -pregunté serena, intentando sonar monocorde, pero no enfadada.

No quería sorpresas a aquel respecto. Ni a ninguno.
Volver arriba Ir abajo
Krista

Krista


Edad : 24
Mensajes : 130

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyLun Mar 15, 2021 12:21 am

No tengo problema en quitar la luz y lo hago de inmediato en cuanto el mayordomo nos lo pide. Estoy muy emocionada por estar en esta misión y quiero que todo vaya sobre ruedas. Por eso me siento dispuesta a cumplir con las órdenes que nos den.

Anna lleva las riendas de la misión y eso me quita el miedo que pudiese tener. Se nota que sabe lo que hace y me hace sentir segura. Lo cierto es que al comienzo del viaje me daba respeto ir con una veterana como ella. Tan educada y serena. Pero resultó ser más cercana y abierta de lo que esperaba. Ahora me encuentro mirándola con admiración. Hasta que mis compañeras apagan sus luces.

Cuando entramos en el cuarto, me siento algo desorientada. No me gusta no poder ver. Pero nos guían hasta un sitio donde poder sentarnos. Me quedo sentada en el borde de lo que me parece un sofá, recta y con las manos sobre las rodillas. Mientras la señora de la casa habla, yo escucho atentamente con la intención de retener todo lo que nos diga. Sin emitir ningún sonido, asiento con seriedad a todo lo que nos comunica.

Al terminar la señora su explicación, tanto Anna como Zaih'ra intervienen en la conversación. A mí, en cambio, no se me ocurre nada relevante que no se haya dicho, por lo que me mantengo callada y atenta. No puedo negar que esté un poco nerviosa, al fin y al cabo. Solo espero que la gente de la casa no lo note. No quiero que piensen que les niñes estarán en malas manos.
Volver arriba Ir abajo
Narrador

Narrador


Mensajes : 1439

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyVie Mar 19, 2021 11:58 am

La señora Dupontell respondió a Zaih'ra en primer lugar.

Mis niñes están perfectamente sanes y llenes de vitalidad. Encontraréis que no tienen ningún problema de salud ─. Una fea tos interrumpió su respuesta─. Y así espero que siga siendo cuando vuelva a encontrarme con elles. Encontraréis también que son criaturas dulces, formales y educadas, muy maduras para su edad. No deberían daros ningún problema, ni espero que se les intente responsabilizar de ninguna dificultad que pueda surgir, porque sería una excusa ruin e impensable.

Volvió a tomar un sorbo de algo y a dejar el vaso de donde lo había cogido.

Podréis consultar las rutas autorizadas en las cocinas, mientras desayunáis. Thelah os acompañará durante todos los preparativos y saldrá a despediros cuando partáis. Podéis proceder.

Una vez la conversación hubo finalizado, el mayordomo se encargó de guiarlas de nuevo fuera de la sala y cerró la puerta tras ellas. A continuación, las llevó por un pasillo hasta una puerta, tras la cual el aspecto de la casa cambiaba un poco y perdía su decoración y aspecto pulcro, aunque no la calidad de su estructura. Tras aquella puerta las inundó también un olor profundo que solo podría provenir de las cocinas.

Efectivamente, un tramo más allá se encontraron en una habitación amplia y algo ruidosa, de la que emanaba bastante calor y olores de lo más sugerentes. En una mesa de madera que demostraba con su aspecto largos años de uso había desplegado un desayuno en toda regla, que incluía pan recién hecho, queso, fruta y huevos, entre otras cosas, además de al menos dos zumos diferetes, café y chocolate. Thelah las invitó a sentarse y servirse de lo que quisieran, y tomó él mismo asiento con ellas, haciendo un espacio en la mesa para desplegar un mapa.

Hay tres rutas autorizadas ─comenzó a explicar, poniendo un dedo sobre el punto del mapa en el que se encontraban─. La primera de ellas implica cruzar el río Dorian en el puente más cercano y atravesar el bosque de Lith por su zona norte, más allá del río. Sería un camino interior, bordeando la falda de la cordillera Astral hacia el noroeste, y entrar a Ciudad Capital por la puerta norte, que es la más cercana a la residencia de la familia Dupontell en la ciudad ─. Fue recorriendo el camino por el mapa con el dedo, y al terminar volvió al punto de origen─. La segunda ruta implica un trecho junto al mar, bordeando el bosque Lith por el sur y avanzando por la costa hasta la Garganta Iril. A partir de ahí, un camino sube casi directo hacia Ciudad Capital, a la puerta sur. Un tercer camino permite bordear el río Dorian casi en todo su curso, siguiéndolo hasta la capital y entrando por la puerta este. Existe una cuarta ruta muy común, la fluvial, que permite remontar el curso del río hasta Ciudad Capital y entrar por el puerto interior. Es la ruta más rápida, en realidad, pero la señora no la ha autorizado, así que debo insistir muy firmemente en que la eviten. De las otras tres rutas, dado que están autorizadas, las tres son igualmente aceptables y seguras, así que la decisión es suya. Si quieren consultar la preferencia de les señorites, por supuesto, pueden tener en cuenta su opinión, pero no se sientan forzadas a seguir sus exigencias ─. Miró a las tres guerreras─. Además, como verán en el mapa, las rutas marcan una serie de caminos concretos. Se trata de caminos que no son excesivamente transitados, porque la señora no quiere que se vean envueltas en el tráfico comercial. Pero tampoco son caminos en desuso o abandonados, porque la señora considera que eso haría el viaje menos seguro. Recorrerán, en general, caminos de tamaño medio y con tránsito moderado. También serán rutas lo suficientemente anchas para que puedan llevar los dos carros por ellas con comodidad.

Tras la explicación, el desayuno transcurrió con normalidad. Thelah aceptó las preguntas que las guerreras pudieran tener y les dio la conversación que quisieron. Una vez hubieron finalizado, tuvieron un momento para asearse antes de reunirse con sus escoltades, que, efectivamente, esperaban formalmente frente a los establos, junto a los dos carros que llevarían, que ya estaban preparados y a punto con sus monturas. Un carruaje de viaje, con un coche bastante largo, estaba tirado por cuatro caballos. El carro de las provisiones, algo más compacto, lo tiraba un bismonte.

Les niñes, efectivamente, tenían un aspecto casi angelical. Iban vestides prácticamente iguales, con sendos vestidos oscuros, de corte militar y aspecto de uniforme, que les cubrían hasta el cuello. La falda de los vestidos caía hasta por debajo de la rodilla, y ambes calzaban botas negras de tacón bajo y aspecto brillante. Sus largas cabelleras doradas iban recogidas, en el caso de una, en una trenza, y en el caso de le otre, en una coleta, y ambas estaban atadas con un lazo negro. Tenían una mirada clara pero penetrante, de un color a medio camino entre el azul y el violeta. Rondarían los diez años, y aguardaban con las manos a la espalda y el rostro sereno.

Thelah se adelantó hasta elles.

Tengo el honor de presentarles a Sofiel Delange Duciel Dupontell y a Louiliah Gabriele Delange Dupontell, les herederes de la familia Dupontell ─. Se volvió hacia les chiquilles─. Estas son las tres guerreras que Brontë ha enviado para su escolta. Les deseo el mejor de los viajes.

Les niñes asintieron al unísono, mirando a las guerreras con expresión cordial, con una coordinación envidiable.

Spoiler:
Volver arriba Ir abajo
Anna

Anna


Edad : 28
Mensajes : 711

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyVie Mar 19, 2021 12:55 pm

Lo cierto es que cada vez que la señora me habla de sus niñes me siento un poco más tensa. De alguna forma, cuánto más insiste en sus bondades más me imagino que serán unas criaturitas encantadoras pero un poco trastes. Pero confianzo en mi mano con los niños y en mis compañeras, solo asiento y sonrío a las palabras de la señora Dupontell.

-No se preocupe -insisto de nuevo, cuando termina de hablar-. Nos encargaremos que que todo esté en orden y sus niñes estarán en perfecto estado cuando se reunan.

Una vez hemos terminando de hablar con ella, me despido con una reverencia y me dejo guiar a las cocinas. Ahora siento una enorme necesidad de estudiar las rutas que podemos seguir y de conocer a les niñes. No sé si desayunaré demasiado, tengo el estómago algo cerrado. Aunque cuando Thelah nos pone frente a un montón de comida, tomo una manzana mediana con aspecto jugoso. No quiero desfallecer durante el camino. Pero en lo que me centro, realmente, es en las rutas que nos indica, llegando al extremo de sacar una hoja de papel y un carboncillo de un bolsillo y tomando notas sobre lo que dice. Lo cierto es que parece tan planeado todo que diría que... nada puede salir mal.

Agradezco a Thelah su explicación y termino la manzana. Finalmente llega el tan esperado momento de conocer a les niñes y nos llevan fuera. En cuánto los tengo delante siento que hasta me ruborizo ligeramente. Pero si son adorables. Con esas ropas tan pulcras, a juego, parecen dos figuritas talladas perfectamente. Incluso la forma en la que se mueven resulta grácil y encantadora.

-Es un placer conocerles -les digo, haciendo una reverencia y sonriéndoles con dulzura-. Yo soy Marianna Hélix-. Por algún motivo, tras escuchar sus nombres no puedo evitar dar el mío completo, como si fuese más apropiado-. Estaré encantada de escoltarles con mis compañeras. Ya nos han comentado los caminos posibles y me preguntaba si tendrían alguna preferencia, como pasar junto al mar o mejor junto al río.

Mantengo la sonrisa lo más firme posible, pero intento ser amable. Si les caemos bien desde el principio será más sencillo.
Volver arriba Ir abajo
Zaih'ra

Zaih'ra


Edad : 25
Mensajes : 147

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyVie Mar 19, 2021 1:06 pm

De modo que sus niñes estaban en perfecto estado de salud. Me resultaba complicado creerme aquello al cien por cien tras escuchar aquella tos, pero suponía que no tenía nada que ver. Yo me daba por satisfecha con que no se muriesen por darles de comer la fruta equivocada, sinceramente.

Me despedí de la mujer con un gesto educado y fui tras mis compañeras a las cocinas. Una vez allí, en lo que Anna parecía tomar nota de cada detalle innecesario como si no fuese capaz de retener información, yo me dediqué a examinar las viandas con ojo crítico. Aunque, evidentemente, acabé por servirme una taza de aquel café tan apetecible, además de tomar una hogaza de pan aún caliente y un huevo. Presté entonces atención a Thelah mientras hablaba, explicando las posibles rutas. Seguía sin entender por qué necesitaban a tres personas para ir de paseo, pero parecía una misión sencilla. No entendía por qué Anna se lo tomaba como si fuese un asalto a una fortaleza.

-Si puedo elegir, querría pasar junto al mar -comenté a mis compañeras, sin mayor entusiasmo-. Apenas lo habré visto una o dos veces en la vida.

Tampoco me importaba mucho más que aquello. Tendría otras oportunidades más adelante si deseaba visitar el mar.

Una vez terminamos el desayuno, ya listas para partir, o algo así, nos llevaron fuera junto a los carros y a conocer a las personas a las que haríamos de canguro. Anna enseguida se adelantó de nuevo, y la dejé hacer. Empezaba bien, tratándoles como si fuesen dioses. Lo cierto es que no me gustaba nada cuando la gente tenía gemelos y los vestía a juego. Y aquel caso no iba a ser diferente. Incluso la forma en la que se movían, al unísono, estaba al borde de causarme escalofríos.

-Zaih'ra Flegrell -me presenté, con una inclinación de cabeza más moderada que la de Anna-. Un placer.
Volver arriba Ir abajo
Krista

Krista


Edad : 24
Mensajes : 130

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyVie Mar 19, 2021 11:09 pm

Me mantengo atenta a todo lo que nos cuenta la señora Dupontell. Y cuando menciona el desayuno asiento entusiasmada. Al marcharnos intento despedirme formalmente, así que lo hago inclinándome un poco a modo de reverencia. ¿Es así cómo se hace? Espero no ofender a la señora con mi desconocimiento de protocolo.

Thelah nos lleva a la cocina, pero lo cierto es que podría haber llegado sola guiada por el olor. Es una cocina enorme y me pongo a observar alrededor. Está dispuesta de todos los materiales y utensilios que conozco e incluso algunos que no. Y deben de ser de los caros, además. Luego miro hacia la mesa, donde está desplegado todo el desayuno. Puedo notar cómo se me humedece la boca, me paso la lengua por los labios.

Me siento a la mesa y lo primero que hago es coger un pedazo de pan. Parece que acaban de sacarlo del horno. Me lo acerco a la cara, huele interesante. Creo que es posible que no sea solo de trigo. Muerdo un trozo. Efectivamente, es de mezcla de harinas. También lleva ¿espelta? Espelta, sí. Está delicioso, tiene una cocción perfecta. Esponjoso y con la corteza crujiente. Sonrío mientras me lo como.

Oh, no. De repente me doy cuenta de que están hablando del viaje. Pues sí que empezamos bien, Krista. Me obligo a prestar atención. Están hablando de las posibles rutas. No tengo una preferencia, pero creo que tampoco las he escuchado todas. Por si acaso, me aseguro de seguir la conversación mientras disfruto del resto del desayuno.

Una vez estamos listas, nos llevan fuera a conocer a les niñes. Ya está todo preparado en los carros. Solo queda presentarnos y ponernos en marcha. Me sorprendo al verles. ¿Qué clase de niñes son tan series y formales? La gente de la nobleza es muy extraña. Pero aún así no me creo que esto sea algo más que una fachada.

- Yo soy Krista Carroll. Encantada -les sonrío divertida.
Volver arriba Ir abajo
Narrador

Narrador


Mensajes : 1439

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptySáb Mar 20, 2021 9:10 pm

Les niñes intercambiaron una mirada fugaz, tan rápida que en un parpadeo se habría perdido. Fue Sofiel quien habló.

La escolta II Downlo13

Nos adaptaremos a cualquier ruta que las guerreras escojan ─declaró con voz transparente, segura y tan dulce como su aspecto.

Thelah asintió con gesto formal.

Como habrán visto en el mapa, el camino es el mismo hasta la bifurcación, a unos pocos kilómetros de la ciudad. Será mejor que aprovechen bien la noche. Si todavía tienen dudas, tienen un tramo de viaje para meditar la dirección que prefieran tomar ─indicó, acercándose a la puerta del carruaje para abrirla.

Las guerreras, hechas las presentaciones, no tardaron en tomar cada una su puesto. Anna se puso al frente del carruaje principal, mientras que Zaih'ra decidió encargarse de tirar del carro de provisiones. Así pues, Krista era la que quedaba libre.

La escolta II Downlo12

Por favor, viaje con nosotres ─la invitó Louiliah, antes de subir elle misme al coche, de la mano de Thelah. Tras dirigirle una sonrisa, Sofiel subió junto a su hermane.

Krista, que aceptó la invitación, se acomodó con elles en el interior del vehículo. Fue Thelah quien cerró la puerta tras elles, y una vez las guerreras estuvieron dispuestas, iniciaron la marcha, siguiendo las indicaciones de Thelah hacia la salida de la población, al norte.

Ni Anna ni Zaih'ra tuvieron mayores problemas para guiar a sus monturas, que respondían dócilmente a sus sencillas indicaciones. Pronto descubrieron que dirigir a aquellos animales era una tarea la mar de sencilla.

Krista, por su parte, fue la primera en poder disfrutar de los lujos que ofrecía el interior del coche principal. Era lo suficientemente largo para incluir dos literas y un jergón, además de los asientos principales, en los que iba sentada junto a les hermanes. Les niñes, por su parte, mantenían la formalidad que habían demostrado desde el principio, viajando en absoluto silencio, disfrutando de la tenue oscuridad que se percibía a través de las ventanas.

Al menos, así fue hasta que hubieron dejado atrás las últimas casas. Pasados apenas cinco minutos desde que habían dejado atrás la ciudad, como movides por un resorte, ambes se pusieron en marcha a la vez. De pronto, al unísono, fijaron sus penetrantes miradas en Krista, con ojos brillantes y expresiones mucho más propias de su edad que las que habían demostrado hasta el momento. Al poco, estaban inclinades sobre ella, como dos fieras sobre una presa.

¿De verdad sois guerreras?

¡De Brontë!

¿Qué hay que hacer para que te recluten?

¿Vais a enseñarnos a luchar?

¡A mí se me da bien la magia!

¿Cuánto tiempo lleváis en el ejército?

¿Habéis viajado a muchos sitios?

¿Podemos ir por el río?

¡Por la ruta fluvial!

¡Porfiiiitas! Mamá nunca nos deja ir en barco y a Lou le hace muchíiiisima ilusión.

Sofi se pasa los días suspirando por remontar el río. ¡La pobre ni siquiera consigue dormir!

El volumen de las intervenciones, que no dejaban espacio para réplica, iba en aumento. Al poco, las guerreras que iban fuera pudieron empezar a oír las voces que provenían del interior del carruaje, si bien estas llegaban demasiado amortiguadas para ser inteligibles.
Volver arriba Ir abajo
Krista

Krista


Edad : 24
Mensajes : 130

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyDom Mar 21, 2021 5:56 pm

El interior del carro principal es tan lujoso que me recuerda a la propia casa. Me dedico a admirar los objetos que hay. Estas camas son mucho mejores que cualquiera de las que yo he probado. Cómo son los nobles. Qué innecesario todo para un carro. Si solo es un viaje.

Les niñes siguen igual de estirades, así que yo mantengo el silencio. Me planteo sacar algún tema o incluso proponerles alguna canción o juego de viaje. Pero la verdad es que son tan tieses, que me da un poco de reparo cómo puedan reaccionar. Pero bueno, al fin y al cabo con solo niñes. Me decido a preguntarles por sus juegos favoritos cuando Louiliah me hace una pregunta. Y Sofiel otra. Y ya no pararon. Intercalando turnos sin tiempo ni para respirar me bombardean. Yo en un primer momento me quedo quieta, con los ojos abiertos. Pero en seguida me echo a reír.

- Así que aquí están les chiquilles -digo entre risas. Levanto una mano con la palma hacia delante, ceremoniosamente.- No se preocupen, señorites. Responderé a todas las cuestiones. Siempre que las hagan de una en una -digo con un deje burlón.

Les miro un segundo y luego apoyo los codos en las rodillas, adoptando una postura mucho más desenfadada.

- A ver. Sí somos guerreras de Brontë. No haces nada para que te recluten, te llaman desde el palacio. No hay tiempo suficiente para enseñaros a luchar, pero puedo enseñaros algún movimiento si lo mantenéis en secreto. ¡A mí también se me da bien la magia! Pues Zaih'ra y yo llevamos meses, pero Anna lleva años. Por supuesto, los guerreros viajamos a muchísimos lugares distintos. Y la ruta ya está elegida, iremos por la de la costa. ¡La pobre Zaih'ra casi no ha visto el mar en su vida! -voy respondiendo todo, sonriente. Creo que no me dejo nada.- Y bien, ¿algo más que queráis saber?
Volver arriba Ir abajo
Anna

Anna


Edad : 28
Mensajes : 711

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyDom Mar 21, 2021 7:19 pm

La verdad es que les niñes son un encanto. Debido a muchas cosas, entre ellas el hecho de estar sirviendo en Brontë, por poner un ejemplo, actualmente no me planteo una vida con mis propios niños en un futuro, pero al verles así, vestides a juego con esa ropa tan impoluta y bonita, no puedo evitar imaginar el partido que podría sacarle a dos pequeñas criaturas tan encantadoras como estas. No necesito ni esforzarme para pensar en cientos de prendas posibles, como unos trajes a juego con colores complementarios, o en unos pequeños petos para un día en el campo...

Cuando toca iniciar el viaje me acomodo en mi posición, guiando el carro principal, tras asegurarme de que todo lo demás está en orden. Estoy segura de que Krista, siendo como es de enérgica y amable, cuidará bien de les niñes. Y Zaih'ra parece... bien estando ella sola.

El viaje transcurre en calma. Lo cierto es que nunca he guiado un carro, pero es bastante más sencillo que llevar las riedas de Lino. Parece que los animales están bien educados. Voy bien atenta al entorno, por si algo pudiese sorprendernos, pero lo que termina por llamar mi atención, cuando llevamos ya un buen rato de viaje y hemos abandonado la ciudad, parece venir del interior del carro.

-¿Va todo bien dentro? -pregunto, con tono suave pero lo suficientemente alto y direccionado para que puedan escucharlo desde el interior del carro-. ¿Se han mareado? ¿Necesitan parar?
Volver arriba Ir abajo
Zaih'ra

Zaih'ra


Edad : 25
Mensajes : 147

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyDom Mar 21, 2021 7:27 pm

Cuando me dieron a elegir la posición que deseaba ocupar, enseguida decidí tomar la que suponía que nadie quería. Esperaba que en aquel carro nada ni nadie me molestase. No terminaba de ver cómo conducir el carro de las provisiones podría considerarse una misión para un guerrero, pero era mejor aquello que jugar al veo veo. Y además era una forma de estar sola y tranquila.

Les niñes aceptaron nuestra decisión, que terminó siendo mi sugerencia, y me sentí hasta alegre por ello. Si pasábamos junto al mar al menos sacaría unos buenos recuerdos, dignos de una postal, de aquello. Me dediqué, en lo que avanzábamos, a pensar en historias interesantes para contarle a mi hermana cuando me preguntase cómo había sido mi primera misión. Al menos no le diría que mi carro lo tiraba un bismonte, porque hasta aquello era un poco decepcionante.

El paisaje cambió cuando dejamos las casas atrás y, con ello, también la tranquilidad. Las vocecillas que salían del interior no me resultaban comprensibles a aquella distancia, pero pronto Anna intervino, por lo que, simplemente, me mantuve pendiente para lo que fuese necesario. Esperaba no tener que parar ya, porque apenas llevábamos un rato y como fuese así todo el viaje me iba a encontrar con Pris siendo una anciana a mi regreso.
Volver arriba Ir abajo
Narrador

Narrador


Mensajes : 1439

La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II EmptyVie Mar 26, 2021 1:32 pm

Finalmente, les niñes le concedieron a Krista un turno de palabra. Cuando supieron que la ruta no sería la fluvial que tanto anhelaban, se miraron entre sí con expresiones contritas y se dejaron caer desanimades contra el respaldo de su asiento, suspirando lastimeramente. Sofi tomó la mano de su hermane, dándole un pequeño apretoncito, y se volvió para mirar a Krista con cara de circunstancias.

La escolta II Downlo13

¿Podremos, al menos, parar en alguna playa? ¿Dar un paseíto en barco? Aunque solo sea un ratito de descanso.

Lou levantó la mirada hacia Krista, esperanzade por la propuesta de su hermana. Pero, antes de que pudiese añadir nada más, les llegó la voz de Anna. Tras dar un nuevo aprentón a la mano de Lou, Sofi se soltó para ponerse de rodillas sobre el asiento y descorrer una cortina sobre el respaldo, dejando a la vista una suerte de acceso al pescante. Lo abrió, resuelta, y asomó la cabeza para mirar a Anna.

¿Puedo dirigir contigo? ─preguntó. Y, sin esperar respuesta, se escurrió por el acceso y trepó al pescante, a sentarse junto a ella─. Es una pena que mamá no nos haya dejado llevarnos a Jade. Es mi yegua favorita. Mamá dice que es demasiado independiente para formar parte de un grupo de tiro. Ojalá nos hubiese dejado ir galopando hasta la capital. A mí me encanta montar, ¿sabes? Kris nos ha dicho que eres la que más tiempo lleva en Brontë. Entonces, ¿eres la jefa del grupo? Tienes que haber visto cosas maravillosas... ¿No os molesta viajar de noche?

La escolta II Downlo12

En el interior del carro, Lou cerró el ventanuco tras su hermana y se volvió hacia Krista con una sonrisa un poco más moderada. La miró un momento fijamente, como estudiándola, antes de hablar.

¿La magia chrysos no es muy difícil? Perdón. A lo mejor estoy asumiendo lo que no es. Pero sois chrysos las dos, ¿verdad? Anna y tú. Es que siempre me han dicho que es una magia muy inestable, ¿es verdad? Me encantaría verte usarla. Podríamos hacer un intercambio. Tú me enseñas a luchar un poco y yo te enseño algún hechizo que no conozcas. Algo sabré que no hayas aprendido en Brontë. Llevo muchos años estudiando.

Mientras parloteaba, había empezado a dar suaves y rítmicas pataditas contra la base de su asiento, aunque no parecía muy consciente de su propio gesto.

Entre tanto, llegaron a la intersección de caminos donde comenzaría su ruta escogida.
Volver arriba Ir abajo
Contenido patrocinado





La escolta II Empty
MensajeTema: Re: La escolta II   La escolta II Empty

Volver arriba Ir abajo
 
La escolta II
Volver arriba 
Página 1 de 1.
 Temas similares
-
» La escolta
» La escolta
» La escolta II

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
 :: El Mundo de Mithos :: Caligo :: Misiones.-
Cambiar a: