El soldado caminaba con rapidez y decisión por los pasillos. Tenía un mensaje importante que dar y no permitiría que nada le hiciese titubear. Cuando llegó a la puerta que daba al lugar donde se encontraba el jefe de clan, no dudó ni un instante en adentrarse en la sala sin esperar una respuesta del interior.
Dentro, dos personas se encontraban jugando al ajedrez. Una joven, de cabellos rubios y largos, estaba quieta, con el mentón apollado en la mesa. Observaba el tablero. Por su parte, su contricante, lider de clan, estaba en un pequeño sillón. Tenía las piernas flexionadas, y los pies apoyados en el mismo sillón en el que se sentaba. Su mano izquierda jugueteaba con la figura de un caballo, que no tardó en colocar en el tablero. La ficha, con su movimiento, se llevó por delante un alfil de su rival, que dejó escapar un suspiro como respuesta.
El soldado, tras unos segundos de silencio, se dirigó a su superior.
— Líder Piscis, traigo un mensaje importante — dijo, mientras avanzaba un par de pasos —. Es necessario que acuda al Palacio de Brönte. Su presencia es necesaria.
El mensajero miró a Splash, que se pasó una mano por el cuello. Luego observó a la joven, que todavía meditaba su siguiente movimiento.
— Entiendo... — susurró su superior, provocando que el soldado despegase su mirada de la joven —. Iré en seguida. Cuando termine la partida. Entonces me pondré en marcha.
El soldado frunció ligeramente el ceño, pero no dijo nada. La muchacha movió su torre tres posiciones hacia delante, llevandose consigo un caballo. Blues, que así se llamaba quien gobernaba el continente de Aqua, esbozó un amago de sonrisa y movió su reina dos posiciones hacia la derecha. Luego miró a la chica y, con un tono calmado, dijo:
— Jaque mate...
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Tema: El aviso. 
