Aren Darvenwish Jefe de Raza
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| Tema: Grandes baños Vie Mar 01, 2013 12:20 am | |
| Gigantesca sala de techos magnánimos y bañeras de amplitudes casi ilimitadas. Se trata de un vergel de aguas, sales e incienso que más se parece a una estructura de termas. Las bañeras se distribuyen según temperaturas y personas que las emplean en diferentes alturas formando cascadas, superposiciones y todo tipo de maravillas adornadas por vegetación y escultura que le dan aspecto de jardín arábico interior. La bañera central es ovalada y su zona céntrica frente a los enormes portalones de la sala está reservada en exclusiva para el dictador de Caligo y aquellos con los que decida compartir su baño. Habitualmente está ocupada por gran cantidad de lacayos del capitán general. Es una estancia privada. | |
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Aren Darvenwish Jefe de Raza
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| Tema: Re: Grandes baños Mar Abr 22, 2014 9:03 pm | |
| Un soldado corre por los pasillos del palacio con la respiración algo entrecortada por el esfuerzo, lleva información demasiado importante y teme que se pueda perder por cualquier causa. Subidos ya tres pisos y recorridos diferentes pasillos llega frente a una enorme puerta de doble hoja custodiada por dos guardias fornidos.
- Vengo a entregar un mensaje importante-.
- El líder Darvewis está tomando un baño en este momento.
- La situación es realmente importante, requiere su atención inmediata.
Los guardas se miran algo intranquilos, saben que si dice la verdad es preciso que pase pero si su jefe no considera la información de categoría tal como para interrumpir su baño, ninguno de los tres tendría un bonito futuro. Tras meditarlo unos segundos y a sabiendas de que el soldado estará al tanto del carácter del líder caeruleus, deciden dejarlo pasar.
Las puertas de abren lentamente y el soldado traga saliva bajo su yelmo, rezando lo que sabe para que a su líder la información le parezca tan indispensable como a él.
A medida que las puertas se abren un aroma perfumado y relajante llena el ambiente y el vapor que generan la cantidad de bañeras del suelo, pequeñas cascadas y fuentes se hace agobiante y agotadora. Se deja a la vista una enorme sala en mármol negro, ornamentada con decorados en plata y oro, con fuentes talladas y estanques con criaturas marinas salteados entre las bañeras que más bien aparentan piscinas. Hay bastante gente allí dentro también, todos súbditos y sirvientes a las órdenes del Líder caeruleus el cual, se encuentra recostado en la bañera central y más grande de todas, con los brazos estirados hacia los lados y apoyados en el mármol mientras un par de mujeres friegan su cuerpo.
El soldado, impresionado por la magnificencia de la sala, comienza a pensar en que quizá su noticia no era de tal calibre comparado con la visión de grandilocuencia que tiene su amo. Las palabras se le entrecortan y los nervios y el calor hacen mella en su determinación.
-Mi Señor Darvenwish…Traigo un mensaje-.
La voz del soldado suena entrecortada, pero él trata de mantenerse firme. Durante unos segundos se queda hipnotizado observando el contoneo de la mujer desnuda que frota con cuidado el pecho de su Señor. Como en estado de alerta, sus ojos se fijas en el salto que da la nuez de su líder antes de que el agua sufra una pequeña agitación. Aren Darvenwish alza con cuidado su cabeza mientras acaricia el hombro de la mujer que le acicala el pelo, y clava sus oscuros ojos en el individuo. Su sonrisa maleficente apenas se aprecia en sus labios y eso es mala señal.
- Debe de ser algo de tremenda importancia para que tengas que venir a mi baño haciendo que se vaya el vapor y el aroma de violetas y vainilla y acabando con la paz que estaba logrando en mi tiempo de recreo….
El soldado, intimidado por la actitud de su Señor, da un paso atrás de forma inconsciente y trata de ser breve y conciso en su cometido.
- Son los clanes, Mi Señor. Ha llegado un mensaje del Palacio de Brönte, todos los Líderes han sido allí citados para tratar la cuestión de aquella potencia que asola el mundo en estos tiempos. Se requiere su presencia lo más pronta posible.
Una vez rematado el discurso la sonrisa del jefe oscuro se ha borrado completamente y el soldado nota un ligero temblor en sus piernas. Ahora que ha dado el mensaje le parece realmente insignificante a comparación de lo que le parecía durante el camino.
-La reunión de los líderes de cada raza…A esto nos ha llevado la situación-. La cabizbaja meditación de Darvenwish y su rostro severo intranquilizan a todos los presentes. Aquellos que llevaban a cabo su baño cesan en la tarea e incluso la mujer que sostiene su bebida sentada en la baldosa tras de él, derrama el líquido de la copa aumentando la tensión.
Es entonces cuando Darvenwish sonríe plenamente con su habitual sombra de maldad mientras vuelve a mirar a la cara al soldado que se relaja en parte viendo la acogida de su líder, pero que no puede evitar un escalofrío al ser atravesado por esa mirada tan característica.
- Ya era hora de que todos nos viésemos de nuevo las caras. Casi puedo decir que agradezco la presencia del problema…-
El Señor de Caeruleus se irguió levemente hasta alcanzar el brazo de la mujer que sujetaba su bebida, lleno ahora del líquido derramado, y deslizó por él su lengua bífida creando un nuevo escalofrío en el soldado.
Olvidándose de la presencia del hombre, Aren Darvenwish salió con gracia y elegancia de la bañera y se quedó de espaldas a él a la espera de los hombres que, segundos más tarde, le pusieron un albornoz y escurrieron con delicadeza su pelo.
El soldado quedó inmóvil sin saber demasiado qué debía hacer en ese momento hasta que su líder pareció darse cuenta de su presencia y giró levemente la cabeza para mirarle de reojo.
- ¿Sigues ahí? Retírate de una vez-. Comentó con desgana mientras se dejaba acicalar por sus lacayos.
El soldado tardó unos segundos en reaccionar, hizo una rápida reverencia y salió del lugar dejando nuevamente en la intimidad a su extravagante amo. Una vez en su habitación y ya vestido por sus sirvientes, pidió soledad e hizo llamar a su mayordomo.
Una vez este se presentó en la habitación, Aren dio sus órdenes sin siquiera mirarlo.
- Barthemius, ponte en contacto con Lumen. Nos espera un viaje que no tiene pérdida-
Una pérfida sonrisa continuó pincelada en su fina cara mientras observaba, con un brillo de ambición en sus ojos, el ya rojizo horizonte. | |
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Silvio Moderador
Edad : 31 Mensajes : 1997
| Tema: Re: Grandes baños Mar Ago 19, 2014 1:06 am | |
| Mi aspecto no puede ser mejor y lo que es más importante: soy feliz en este lugar. Sin duda, está siendo el mejor periodo de mi vida. Sin embargo, hace tiempo que Aren no me busca y lógicamente, yo no puedo encontrarle. -Oye Saltez.- Le digo pasándole una copa mientras me meto con él en una bañera.- ¿Qué es del señor Davenwish? ¿Tan ocupado está? Bien es cierto que ahora en verano son los Juegos de Caza y todas las fiestas estivales, pero... le echo de menos.- Bebo con tranquilidad.
Sáltez se tensa por unos instantes. Tenía órdenes directas de no desvelar al piscis que el líder no se encontraba en Perséphone sino en Brontë. Tragó saliva. - El líder está muy muy ocupado. Está en pleno apogeo político y no tiene tiempo para complacer tus deseos. Cuando él lo desee, tú estarás ahí. Mientras, esperarás.
Se levantó y se fue rápidamente. Parecía incómodo con aquel tema y no quería dar pié a más conversación sobre aquel asunto.
-Bueno, vale. Relájate, ¿vale?- Respondo morrudo al ver cómo se va. Me encojo de hombros y decido disfrutar del baño en silencio.
*Fin de escena* | |
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