Ficha de Mion Aloe

Nombre: Aloe

Apellido: Mion (para ella ambos son nombres indistintamente)

Edad: 19 años.

Descripción física: Es una chica algo menuda. Rondando el metro sesenta y tres, tiene la cara más bien redondeada, el cuelo fino y los hombros y las caderas suaves. Sus pechos son bastante grandes para su constitución y destacan en contraste con su figura. La curvatura de sus lumbares está bastantes remarcada haciendo que su  trasero se redondeé hacia afuera de forma natural. Sus piernas son finas y algo más largas de lo esperado y sus pies pequeños, en proporción a su cuerpo. Tiene la piel tostada característica de su raza, pero no todo lo oscura que pudiera ser debido a su sangre mestiza. En su cara y hombros se pueden distinguir pequeñas pecas muy oscuras que rematan el toque infantil de su cara. Tiene unos grandes y redondos ojos verdes, ligeramente rasgados y la boca pequeña, al igual que la nariz. Su pelo verde llega algo más arriba de los hombros, siendo más largo en la parte delantera y corto hacia la nuca. Su gesto habitual es similar al de un gato curioso, con los ojos abiertos con interés y sorpresa. Sus orejas son algo cortas comparadas con las de un claritas puro y tiene tres escamas a cada lado del ombligo, siguiendo la línea descendente de sus crestas ilíacas.
Su ropa habitual son los vestidos cortos y veraniegos, preferiblemente rosas o blancos, sencillos.

Descripción psicológica: Es una chica que puede parecer algo tímida, pero a la hora de actuar no le supone ningún problema adaptarse a la situación. De entrada no es demasiado habladora, pero su curiosidad la lleva a superar sus inseguridades y comunicarse. Su actitud es  inocente y amable, pero realmente es bastante desconfiada y no tiene reparo en ponerse seria si es necesario. Es trabajadora y se esfuerza por hacer las cosas bien a la primera, ya que sabe que casi nunca hay segundas oportunidades.

Arma inicial: Lleva un pequeño picahielos escondido en el muslo.

Habilidades:
-Encanto: Su aspecto resulta encantador y dan ganas de protegerla y hacerla sonreír haciendo que resulte agradable y confiable a primera vista. En combate, usando un dado de 6 caras, si sale más de un 3 (4,5 o 6) el adversario no podrá atacarla.

-Gran gusto: Su sentido del gusto está muy desarrollado hasta el punto de ser capaz de distinguir ingredientes o rastros de sabores. Esto le permite identificar drogas o venenos y diferenciar si una persona está enferma por su sudor.

Defectos:

-Insomnio: Como las noches en el orfanato no eran muy agradable, le cuesta mucho dormir y descansar bien, tiene muchas pesadillas y se siente intranquila en la oscuridad.

Otros datos: No es una guerrera ni sabe luchar, va a Brontë a aportar los servicios que bien pueda, ayudando en lo que le ordenen como forma de prestar ayuda. Es mestiza de claritas y flamma lo que le otorga una piel muy suave y con una temperatura más alta que un claritas corriente.

[Actualización: Actualmente es guerrera de Brönte]


Raza: Claritas.

Stats:
- Fuerza: *
- Resistencia: * * * *
- Velocidad: * * * *
- Agilidad: * *

- Magia: * * * *
- Técnica: *
- Puntería: * * * *

Historia:
Es una chica de clase baja de un pueblo perdido de Lumen. Criada en un orfanato, tuvo que buscarse la vida para sobrevivir entre el resto de los niños con los que vivía, pues el más débil se quedaba sin ración. Trató siempre de evitar conflictos y pasar desapercibida además de tratar de ayudar y aprender todo lo que pudiera de las mujeres que llevaban el orfanato. Aunque no eran las mejores personas del mundo y de entrada se negaron a enseñarle nada, Aloe se limitó a observar y repetir hasta que decidieron que, al menos, la podrían usar para ahorrarse trabajo.
Sobre los 15 ya era prácticamente la recadera oficial del lugar y podía aprovechar ese puesto para obtener ciertos beneficios como salir al mercado sin supervisión o sacar algún bocado a mayores de la despensa. Aun así la vida no era nada agradable en los bajos fondos de Lumen y tuvo que sobrevivir a la calle. Así fue como tomó como costumbre esconder siempre algo punzante en su cuerpo. Aprendió a leer y escribir lo básico gracias a las amistades que hizo yendo al mercado y a los ajados libros que guardaban en el mugriento sótano del orfanato esperando al invierno para ser usados como alimento para la chimenea.
Cuando cumplió 18 rogó que le permitiesen quedarse en el orfanato como ayudante y, aunque inicialmente la rechazaron, finalmente consiguió que prorrogasen su estancia un año más. Un par de meses antes de cumplir los 19 se marchó para servir a Brontë sin que nadie supiese si había recibido o no la llamada.