Muro de bronce (I)

EXPLANADA CERCA DEL PUEBLO DE PASO

Ayne Stalon




Atardecía, y el sol sacaba reflejos anaranjados de la armadura del hombre que esperaba en medio del claro, inmóvil. De su mano izquierda colgaba un escudo, ancho, y casi tan largo como su cuerpo; de la derecha surgía una larga lanza amenazante. Sus rasgos eran duros, varoniles, y rígidos, propios de un flamma, y la armadura metálica que cubría su cuerpo le terminaba de dar la imponencia necesaria.
No era tan alto como parecía por su aspecto amenazador, superaba por poco el metro ochenta, pero cuando Ayne alcanzó el lugar fue evidente que la diferencia de alturas no sería un problema.

-Saludos, guerrera de Brontë -pronunció, con voz grave y profunda, haciendo una leve inclinación de cabeza-. Me alegra que hayas respondido a mi llamada. Soy Muro. Con tu permiso, deseo demostrarte que existen muchos otros guerreros poderosos fuera de esos muros.

Extendió la diestra hacia delante, acercando su arma a la muchacha sin actitud agresiva.

-Saludemos -dijo-. Luego dará comienzo.

El hombre contempló a Ayne algo confuso mientras esta se preparaba, apartando el farol mágico de la zona de batalla primero, y acercándose después a él, con total tranquilidad. No dijo nada hasta que ella preguntó, momento en el que, confuso, ladeó un instante la cabeza.

-¿Un tesoro? -inquirió, arrugando un poco el ceño, con su voz grave y fuerte-. Me temo que no cuento con tesoros, guerrera Stalon. ¿Desea algo en particular?

Desde luego, el saludo, la intervención de Ayne en general, habían contrariado a Muro, pero ese enseguida asintió cuando ella se mostró preparada para empezar, recuperando un poco la seriedad inicial.

-Cuando lo veas oportuno -asintió, moviendo con fuerza el brazo, anteponiendo el escudo para cubrirse entero, sacando la lanza por el lateral, amenazante

El hombre se movió, avanzando hacia ella. Su avance era ruidoso, imponente. Casi parecía, efectivamente, un muro que la buscaba, y que se la llevaría por delante, sin lugar a dudas, si la alcanzaba.

STATS:

Velocidad: *

Muro la miró un momento, como calibrando sus palabras, y terminó por soltar una afable carcajada y asentir. Si era aquello, el hombre estaba seguro de que no habría un problema con ello.

-Por supuesto, guerrera Stalon. Si luchas correctamente, no veo por qué he de rechazar una petición tan simple -aseguró, con una sonrisa, antes de ponerse en marcha.

Cuando Ayne correspondió a su avance, Muro giró, tratando de seguirla en todo momento con el escudo para no perder su factor defensivo. Quizás no fuese muy veloz en desplazamiento, pero pivotar era una acción sencilla que le permitía cubrirse bien, aunque a cambio tuvo que detener su carrera, llegando a chocarse contra el pervatia, que también le impedía avanzar si no lo sorteaba. Y parecía complicado que aquella mole saltase.

Ayne logró, finalmente, encajar el filo curvo de su guadaña y tirar, pero al hacerlo se encontró con que el escudo estaba firmemente asido por el poderoso brazo del hombre. No cualquiera podría cargar con aquello, al fin y al cabo.
Mientras tiraba sin resultado, por otra parte, Muro lanzó una punción cruzada con la lanza que buscaba su cuerpo, su costado, volviéndose ligeramente hacia ella para tener una trayectoria de ataque diagonal.

-Gracias, guerrera Stalon -respondió, tras terminar el movimiento.

STATS:

Fuerza: * * * * *
Velocidad: *

Técnica: * * *

Ayne evitó el ataque sin demasiado problema. La lanza ni siquiera la rozó. Pero, pese a su fallo, Muro no se acobardó, y aprovechó que ella lo atacaba para hacer lo mismo, lanzando una nueva estocada a su hombro derecho, buscando inutilizarlo para ipedir que siguiese atacando.
Ayne, por su parte, encontró un pequeño hueco en la corva izquierda del hombre: el arma se atascó entre las placas y, aunque él no hizo ningún gesto de dolor, la zona hacía amago de ceder un poco en aquel sitio. No parecía, sin embargo, haberlo herido.

Ayne podía seguir con su plan de alejarse e invocar un pervatia o tratar de aprovechar algo más aquella articulación en la armadura, que parecía estar más desprotegida.

STATS:

Fuerza: * * * * *
Resistencia: * * * * *
Velocidad: *

Técnica: * * *

El arma de Muro impactó contra el hechizo que Ayne conjuró a tiempo, y este se resquebrajó lentamente, antes de disolverse en el aire, absorbiendo por completo el golpe que hubiese atravesado a Ayne sin piedad.

-Buena maga -comentó el guerrero, sin hacer más alusiones, con una sonrisa de esfuerzo, concentrado en el combate.

Cuando Ayne continuó tirando, con su harma hundida en la corva metálica de Muro, pudo apreciar, tras un forcejeo, cómo los ojos de este se ensanchaban un instante, y cómo su mandíbula se tensaba. El hombre, antes de que ella pudiese hacer nada, hincó la rodilla en tierra, con un leve gruñido de dolor.
Muro lanzó un fuerte barrido horizontal con el escudo, que impactó contra el mango de Amatista, logrando de aquel modo arrancar el arma de su cuerpo. Tenía algo de sangre en la punta. Tras aquello, apuntando hacia Ayne, el hombre lanzó un nuevo ataque, estirando el brazo cuanto, podía, pero no era una punción, sino un corte, aprovechando los filos laterales que tenía la punta de su extraña lanza. Iba a por su vientre.

STATS:

Fuerza: * * * * *
Resistencia: * * * * *
Velocidad: *

Técnica: *

De nuevo, el arma fue interceptada, destrozando el hechizo, pero sin alcanzar a la parvus. El hombre se levantó, con dificultad, haciendo un leve gesto de dolor, y se volvió hacia ella de nuevo. Ya estaba rodeado por dos costados, pero parecía no importarle. Respondió con una sonrisa a las palabras de Ayne, ladeando la cabeza un instante, pero no pronunció ninguna palabra, concentrado.

Preparó el arma, apuntando al cuerpo de Ayne, pero no atacó. El escudo cubría casi todo su cuerpo, y se mantenía muy serio. Visto así parecía, efectivamente, un muro infranqueable. La lanza, amenazante, sobresalía desde el lateral, como si defendiese la fortaleza que la enganchaba.

STATS:

Fuerza: * * * * *
Resistencia: * * * * *
Velocidad: *

Técnica: *

El primer terra der de Ayne se coló entre la lanza y el escudo sin que Muro pudiese evitarlo, chocando contra la pechera metálica, arrancándole un leve gruñido, más de molestia que de dolor. Ante el segundo, sin embargo, el hombre se cubrió, y el escudo recibió el impacto completo sin tener apenas retroceso.
El hombre dejó ir una risa suave ante el comentario de Ayne, asintiendo con calma.

-Se intenta -comentó, con tono afable.

Pero no tardó en recuperar la seriedad de nuevo. Frunciendo el ceño, Ayne pudo ver, incluso a la armadura, cómo el cuerpo del hombre, entero, se tensaba. Dio lentos pasos, apartándose del pervatia que le habían interpuesto justo enfrente para poder apuntar a ella con su cuerpo. Parecía serle muy aparatoso el moverse, o girar, pero luego, en cuanto quedó libre, inició una nueva carga contra Ayne, con el escudo por delante, embistiendo. Él solo parecía una manada entera de karnikarsh.

STATS:

Fuerza: * * * * *
Resistencia: * * * * *
Velocidad: *

Técnica: *

Muro parecía incómodo. Cada vez que trataba de escapar de los muros que la parvus invocaba, esta creaba otro, que detenía su avance. El flamma terminó por fruncir el ceño, deteniéndose ante el último muro de piedra, que le cortaba el paso. Primero se cubrió para parar el terra der. Luego se preparó. Entonces, con fuerza sobrehumana, golpeó el oervatia de pleno con el escudo. La primera vez los cimientos temblaron y la piedra se resquebrajó, y la segunda el pervatia estalló. Por desgracia para él, ya no tenía adversarios delante cuando se dispuso a atacar de nuevo.

Volvió el rostro, buscándola con la mirada. Parecía algo agobiado, pero serio. Ella tardaba menos en rodearlo que él en, simplemente, girarlo.

-¿No te aburres de hacer muros que tiraré abajo? -inquirió, viendo aparecer otro ante sus pies.

Con un fuerte gesto, clavó el extremo de su lanza en el suelo, el que no tenía filo, penetrándolo como si estuviese hecho de un material blando, y apuntó a Ayne con su mano derecha, manteniendo el resto del cuerpo cubierto.

-Flagrare -invocó, y el hechizo salió hacia ella.



STATS:

Fuerza: * * * * *
Resistencia: * * * * *
Velocidad: *

Técnica: *
Puntería: * *
Magia: * * *

Aquel terra der sí penetró, por los pelos, en las defensas del hombre, aparentemente más concentrado en la destrucción de aquel muro que en su propia defensa, por un instante. Y si bien Ayne no había apuntado muy bien, aquello casi fue una fortuna para ella, pues su ataque impactó en el lateral del cuello del hombre, dándole de refilón, abriendo una pequeña herida que comenzó a sangrar débilmente, resbalando hacia el interior de la armadura.

Por otro lado, el flagrare del hombre apenas la rozó levemente en el gemelo izquierdo mientras saltaba, dándole la sensación instantánea de quemazón, efímera, que no supondría más que una pequeña molestia para Ayne.

Quizás él no fuese muy veloz, pero con aquel escudo ante sí, y vistiendo la armadura, Muro parecía francamente imbatible. El único espacio libre de protección era la cabeza, y le bastaba ascender un poco la izquierda para solucionarlo.
Aquello fue lo que hizo con el último hechizo de Ayne, aunque su reacción, demasiado lenta aquella vez, no pudo pararlo a tiempo, y la cabeza de Muro retrocedió involuntariamente un instante, mientras él dejaba ir un gruñido.

La miró, serio, de nuevo, siguiéndola con la rotación de su cuerpo en el mismo punto, tratando de darle siempre la cara. Su cuerpo comenzó a emitir un vapor extraño, y el hombre no habló.


STATS:

Fuerza: * * * * *
Resistencia: * * * * *
Velocidad: *

Técnica: *
Puntería: * *
Magia: * * *

El vapor emitido por el flamma se intensificaba por momentos. Parecía venir de la parte inferior de su cuerpo, de sus pies y piernas. La guerrera, sin embargo, parecía más concentrada en rodearlo con pervatias que en prestar atención a aquella bruma caliente que emanaba de su cuerpo.

Su rostro se tensó. De pronto el hombre parecía estar haciendo un esfuerzo sobrehumano, aunque estaba inmóvil. Ni siquiera se cubrió del terra der, que lo alcanzó en el rostro, haciéndole girar la cabeza hacia la izquierda, abriéndole una herida en la mejilla, arrancándole un gruñido de dolor.
Y entonces la miró. Antes de que Ayne pudiese darse cuenta, se había puesto en marcha. Embistió de nuevo, llevándose por delante el muro que lo contenía, arrancando la roca del suelo con el escudo.

Se dirigía hacia ella, seguido por aquel vapor extraño, que abandonaba sus articulaciones, buscando placarla con el escudo. Y de pronto, por algún motivo, parecía mucho más rápido.

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Fuerza: * * * * * * *
Resistencia: * * * * *
Velocidad: * * *
Agilidad: *

Técnica: *
Puntería: * *
Magia: * * *

Ayne logró separarse de la trayectoria de Muro a tiempo, y, por la fuerza que parecía llevar en su embestida, aquello había parecido la mejor decisión posible.
Cuando el hombre se volvió de nuevo hacia Ayne, parecía algo más lento, y la fatiga había aparecido en su rostro al instante, pero se mostraba serio de todas formas. Llegó a esbozar una sonrisa suave un momento. Al ver llegar el terra der se cubrió con el antebrazo derecho: no era el escudo, pero la armadura que llevaba allí parecía hecha del mismo material, y aunque su brazo sufrió cierto retroceso, el flamma no sufrió daño alguno.

De nuevo, la emprendió contra ella, escudo por delante, y aprovechó para apuntar con la diestra de nuevo, como si amenazase con la armadura pero haciéndolo con la mano, siguiendo con ella la trayectoria del cuerpo de Ayne mientras corría hacia ella para llevársela por delante, preparado para disparar.

Aunque el hombre estaba notablemente cansado, seguí pareciendo una fortaleza impenetrable. Quizás Ayne debía buscar alguna forma alternativa de poder acceder bien a él, o quizás, simplemente, Muro acabase cayendo por su propio peso.

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Fuerza: * * * * * *
Resistencia: * * * * *
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Magia: * * *

La frustración de Muro era patente en su expresión, cubierta cada vez por líneas de sudor más evidentes, causadas por el enorme esfuerzo que había realizado, que, por si fuese poco, había sido infructuoso. Quizás por aquel cansancio no intentó lanzar otro flagrare cuando el primero impactó a escasos centímetros de ella, contra el suelo.
Por aquel cansancio tampoco pudo evitar que ella se colase, mucho más pequeña, más veloz, y que lo enganchase de nuevo, haciendo que hincase la rodilla derecha en tierra con un gruñido, herido en aquella parte donde la armadura flaqueaba.

Desarmado, arrodillado, agotado, Muro soltó el escudo, que cayó adelante con un sonoro golpe. Apuntó entonces a ella con ambas manos, sin alzarse del suelo. Parecía que le costaba especialmente levantar aquel peso cada vez que debía hacerlo.

-No te creas que estoy acabado -murmuró, con una sonrisa cansada.

Invocó entonces dos flagrares, casi al tiempo, que volaron hacia ella, hacia los pies, uno detrás del otro.

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Fuerza: * * * * *
Resistencia: * * * * *
Velocidad: *
Agilidad: *

Técnica: *
Puntería: * *
Magia: * * *

El combate se alargaba. Ayne no mostraba rastros de cansancio, mientras que Muro parecía estar muy afectado por este. Sin embargo, los golpes no los alcanzaban. Ella se protegía con baadhas de los ataques a distancia del flamma, y este con sus protectores, con la armadura. Al tener solo la cabeza al descubierto, le bastaba con alzar el brazo para interceptar los hechizos. No obstante, aquella vez soltó un quejido. Incluso con la armadura de por medio, el duro impacto terminaba siendo doloroso para él.

Dejó caer el brazo la lado de su cuerpo, con un jadeo.

-¿No estás cansada? -inquirió, risueño-. Si que sois duros los de Brontë. ¿Son todos como tú?

Pese al cansancio, parecía relajado, entretenido incluso. No obstante, el haber incrementado su fuerza le había salido caro, y se notaba en su estado.

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Fuerza: * * * * *
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Velocidad: *
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