Massen Dew Moderador
Edad : 24 Mensajes : 2840
| Tema: Massen Dew Jue Jul 14, 2011 11:46 pm | |
| Nombre: Massen Apellido: Dew Edad: 13 años (nacida el 13 de marzo del 1000) Descripción física: Más bien bajita. Tiene rasgos muy infantiles, con los ojos muy grandes y acuosos, de tono azul verdoso. Lleva el pelo siempre recogido en un peinado de trenzas, así que nadie sabe muy bien cómo es de largo. El color de su pelo es grisáceo, con brillos blanquecinos. Tiene la piel muy blanca, con un lunar muy marcado en la mejilla derecha. Es muy menuda. Descripción psicológica: Aunque le gusta parecer misteriosa, no puede evitar ser extremadamente expresiva. Enérgica e inquieta, siente curiosidad por todo lo que hay a su alrededor, pero a la hora de preguntar se vuelve muy tímida. Es totalmente incapaz de guardar un secreto, y tiende entusiasmarse con todo. Odia las responsabilidades, y a pesar de despreciar a los niños pequeños, no puede evitar ser ella misma infantil más a menudo de lo que le gustaría. Arma inicial: Cerbatana, de nombre Loksass, en honor a su padre, que se la regaló. Otras cosas: Siente fascinación por la vida, y en concreto con las plantas, aunque no sabe nada de herbología. Tiene fobia a las alturas. Está obsesionada con el agua, hasta un punto fuera de lo normal para los piscis. Raza: Piscis. Stats: - Fuerza: * * - Resistencia: * * - Velocidad: * * * - Agilidad: * * * * - Inteligencia: * * * - Técnica: * * - Puntería: * * * * Habilidades: - Gran nadadora. - Aprende rápido. Defectos: - Miedo a las alturas. Trasfondo: - Spoiler:
Nací en Ciudad Nevada. Por aquel entonces, mi familia se limitaba a Loksass y Allie, mis padres, y mis cinco hermanos mayores: Leen, Minta, Seranne, Inwir y Sock. Vivíamos en un barrio marginal de la capital, y mi padre acostumbraba a pasar varios días fuera de casa, porque reclamaban su trabajo en el Palacio. Loksass era un carpintero especializado en armas, de muy buena fama, pero tremendamente empobrecido a pesar de su reputación. Mi madre, que había trabajado algunos años en el ejército, había abandonado para dedicarse enteramente a nosotros, en contra de su voluntad. Y alimentar a una familia cada vez más numerosa no era una tarea fácil.
Un día, cuando yo contaba apenas tres años, Seranne, que por entonces tenía cerca de diez, llegó a casa con el labio partido, un tajo profundo en la mejilla derecha y una muñeca rota. Seranne siempre había sido muy temeraria, y era habitual que se peleara con otros chicos, pero aquel día había vuelto especialmente maltrecha. Bastó que Allie se enterara de que había habido armas de por medio para que tomara la resolución de hacernos salir de aquella casa. Recuerdo muy bien aquella noche, porque gritó hasta quedarse afónica. Primero gritó a Seranne por hacer todas las tonterías que se le pasaban por la cabeza; luego gritó a Minta y a Leen por no haberla vigilado, y por último gritó a Loksass, diciendo que aquel lugar era insoportable y que nosotros no debíamos crecer en un ambiente así.
Al día siguiente, se puso a hacer maletas y nos mandó al norte, a un pueblo perdido, a vivir con dos ancianos totalmente extraños para nosotros. Fue así como acabé en casa de Cole y Seam, mis abuelos. La abuela Seam nos acogió con los brazos abiertos. Estaba encantada de tener tanta compañía, y adoraba estar con nosotros. Siempre se preocupaba por todos los detalles. El abuelo Cole, en cambio, era poco cariñoso y gruñón, y no le hacían gracia los niños. Se pasaba el día encerrado en su estudio, y sólo salía para comer o para intentar convencernos de que fuéramos a estudiar con él. A mí, personalmente, jamás logró convencerme, aunque su convencimiento de que sólo los hombres eran realmente capaces de convertirse en intelectuales no lo animó precisamente a insistir.
Allie sólo volvió a aquella casa, que yo recuerde, en tres ocasiones: la primera, seis meses y medio después de llegar nosotros allí, para traer consigo a Seranne, que se había quedado con ella en casa mientras se recuperaba, y a Inma, que, según su criterio, ya era lo suficientemente mayor como para separarse de sus padres (acababa de cumplir un año); la segunda, siete años después para añadir a lo que ella había convertido en su guardería particular a tres nuevos miembros: los gemelos Carie y Solce, que contaban entonces cinco años de edad, y a Arenette, de dos años escasos. Esa visita fue muy especial para mí, pues Loksass vino con ellos, y la visita, que duró una semana, coincidió con mi décimo cumpleaños. Fue entonces cuando Loksass me regaló mi cerbatana, que pasó a considerarse mi más preciado tesoro, entre otras cosas porque era el primer regalo de cumpleaños que mi padre me había hecho jamás.
Volví a ver a Allie dos años después, cuando trajo a Sill y a Dannick, de dos y un año, los benjamines, a vivir con nosotros. A continuación, anunció que no volvía a la capital, sino que buscaría una ocupación en algún otro sitio, y no volvió a dar noticias a ningún miembro de la familia.
Nunca fui una persona muy apegada a mi familia. Solía obligar a Sock a escapar de casa cada día para que nadie nos reclamara, y pasar el día entero a nuestro aire, hasta que el abuelo consiguió su atención. A partir de entonces, me dediqué a hacer lo mismo, pero sola. Nadaba, corría, jugaba, siempre lejos de casa, siempre escondiéndome de todos, pero siempre deseando encontrar a alguien que quisiera seguirme en mis pequeñas aventuras diarias.
Cuando me llegó la llamada de Brontë, la situación en casa era deprimente. La abuela se dedicaba enteramente a los pequeños, y el abuelo había arrastrado a su encierro en el estudio a Sock, mi hermano más querido. Leen se había vuelto a la capital como aprendiz de Loksass, y aunque volvía de vez en cuando, no daba demasiadas señales de vida. Minta y Seranne ingresaron en el ejército a los 15 años, y aunque Minta solía venir de visita, sólo sabía de Seranne lo que ella nos contaba. La propia Seranne, por su parte, no había vuelto a dejarse ver. Inwir se había ido hacía cosa de un año a buscar a Allie, pero daba noticias de lo que iba haciendo en su búsqueda.
Tomé la decisión de ir a Brontë en tres días. El primero hablé con la abuela, que muy a su pesar me animó a ponerme en marcha, pues era la primera vez que mostraba interés por algo que pudiera serme útil en el futuro. El segundo día decidí que no valía la pena y deseché la idea. El tercer día interrumpí el estudio de Sock y el abuelo para anunciar, mochila al hombro, que dejaba la aldea para ir a Fulmen. Sock se limitó a palidecer y quedarse clavado en el sitio. Esa fue nuestra despedida. El abuelo se puso como un tomate (el contraste entre ambos era muy gracioso) me gritó que era una cría y que no tenía futuro para nada, y que dejara de decir estupideces y fuera a ayudar a mi abuela. Yo, por supuesto, contesté en el mismo tono que él nunca me había dado la oportunidad de demostrarle de qué era capaz, y que estaba decidida a demostrármelo al menos a mí misma. Me despachó entre gritos, insultos y blasfemias, y cerré la puerta de la habitación con un sonoro golpe cuando vi volar un diccionario hacia mí. Me despedí de mis hermanos y mi abuela y abandoné la casa con el firme propósito de no volver, si podía evitarlo.
Última edición por Massen Dew el Jue Mar 11, 2021 4:27 pm, editado 4 veces | |
|
Nagorr Jefe de Raza
Edad : 58 Mensajes : 411
| Tema: Re: Massen Dew Jue Jul 14, 2011 11:50 pm | |
| Ficha aceptada. Puedes empezar a rolear en cuanto el juego se abra. | |
|