¿Quién eres?

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La primavera había llegado a Lumen. El lugar rezumaba magia y polen por los cuatro costados, y el sol brillaba con fuerza en el cielo, iluminándolo todo a su paso. Incluso en la distancia, podíais ver cómo una niebla de destellos cubría la superficie del lago Veredith. Lo que para ti, Adain, podía considerarse una visión idílica, era para ti, Frikka, la peor tortura posible. Y es que, ¿acaso nadie podía tener el detalle de pensar en ti y apagar un poco la luz?

Por suerte, era el único detalle desagradable. La temperatura era fantástica, y la suave brisa os revolvía el pelo (y las plumas, en el caso de Adain). Tú, Frikka, podías buscar lo más parecido a un refugio a la sombra de las casas, que aunque no muy altas, conseguían aliviar ligeramente el malestar que te producía el sol.

Solo una joven os esperaba, y se acercó a vosotros antes incluso de que hubierais terminado de acortar las distancias. Os miraba con expresión determinada, mostrándose firme en su avance, que realizaba en grandes zancadas. Alguna otra persona que pasaba por allí le dedicó una mirada de desdén y siguió su camino. Nadie más que ella parecía prestaros atención.

-Nos alegra mucho que hayáis podido venir -declaró cuando llegó a vuestra altura, con una sonrisa evidentemente forzada-. Seguidme, por favor. Os acompañaré un trecho. ¿Necesitáis algo? No hay mucho que podamos hacer por vosotros, pero si hay algo...

La acompañasteis cruzando aquella calle de parte a parte, y con ello fuisteis a dar al otro lado del pueblo. Desde allí, un camino bajaba por la colina, en evidente dirección al lago. Ella os miró, forzando una nueva sonrisa.

-No tiene pérdida -declaró-. Solo... Bueno, me encantaría ayudaros, pero la verdad es que no tengo mucha información. Mi hermano y otro chico fueron vistos por última vez bajando por este camino. Con la primavera se altera mucho la magia del ambiente, y pueden pasar muchas cosas. No es común que pase nada peligroso, pero -. La sonrisa acabó por quebrársele- el caso es que no han regresado. Nadie se atreve a aventurarse sin más, pero... supongo que con vosotros será diferente. Se oye mucho hablar de Brontë y su fuerza. Casi suena absurdo pediros algo así, pero...

Acabó por callar, dejando un silencio incómodo. Si teníais algo que decirle, era vuestra oportunidad en aquel momento. Si no, el camino perfectamente marcado os esperaba, de frente hacia aquella luz que reflejaba el lago Veredith.

Edad : 27 Mensajes : 1436

La puta mierda del sol nos recibe. Gracias, mundo. Luego los mierda diurnos estos irán a Caligo y no verán nada. Todo esto está muy mal repartido. Pero bueno... Al menos me ha tocado con Adain, que es buen tipo. Y más mal que bien... Mejor que otros que se me ocurren, desde luego.

-Joder con el sol -gruño, por enésima vez, acomodándome la mano izquierda sobre los ojos a modo de visera. La derecha ya se me ha cansado un poco-. Es que no sé cómo lo aguantáis. Si también os duele mirarlo. Soy unos incomprendidos, eh.

Ni luz ni sombra. Hijos de nadie. Vaya una pena.
A mí no me dan ninguna.

Al cabo de un rato encontramos, o más bien nos sale al encuentro, a una mujer que parece ser la que se encargará de guiarnos por aquí. Frunzo el ceño, notando cómo la miran. Joder con la gente. Qué humos tienen por aquí.
Recapitulemos entonces.

-¿"Os" alegra? -inquiero, señalando a un par de transeúntes al azar-. Porque nadie parece muy atento. ¿Están enfadados por algo?-. La examino en lo que habla, como puedo, dándome sombra con la mano y avanzando con ella y con Adain-. En principio, con saber lo que ha pasado...

Vale. Su hermano y "otro chico". La primavera altera la magia y...
Arrugo el ceño, pero trato de relajarlo y mostrarme más afable al darme cuenta de que está preocupada. Que no todo es patear culos, Fifi, joder...
Me llevo el pulgar al pecho, señalándome, esbozando una sonrisa segura.

-Nosotros nos encargaremos de todo. Déjalo en nuestras manos -le digo, en primer lugar-. Somos, a fin de cuentas, dos guerreros expertos. Frikka y Adain, para servirte. Y nos ayudaría mucho saber qué es eso que pasa en la primavera con la magia. Dices que no suele ser peligroso, pero... ¿Qué "es"? ¿Han pasado cosas raras antes?

Edad : 32 Mensajes : 509

Al llegar el sol parece cubrirlo todo y la luz me deslumbra durante un momento. Alzo la mano sobre los ojos a modo de visera hasta acostumbrarme y observo el paisaje que me rodea para situarme. Lumen... Suspiro para mí mismo. La sonrisa en mi rostro es evidente y aunque intento controlarme y mantener la compostura hay un brillo en mis ojos y una energía que me revuelve desde dentro.
A lo lejos se ve el lago, brillando como encantado. La verdad es que aun cuando me fugué con la idea de viajar nunca esperé llegar tan lejos; de alguna forma había tenido suerte. Qué coño, he tenido mucha suerte... Me giro para mirar a mi compañera. Conocía ya a Frikka por lo que de alguna forma iba más relajado y mantenía menos rígidos los modales cosa que agradecía. Siempre pensaba librarme de ellos pero era como que los llevaba impresos en la piel, era subconsciente. Supongo que la confianza ayudaba a rebajar grados de respeto y por lo tanto de estúpida cortesía y modales nobles.

-La brisa, el sol...Todo apunta a que es un lugar genial para volar. -Digo casi para mí mismo. -Es bastante agradable, ¿no te parece? -No fue hasta que lo dije y no había vuelta atrás que me fijé en que mi compañera en cuestión no iba a disfrutar tanto del paisaje precisamente por el sol. Pero ya estaba dicho así que oliéndome su reacción sonreí nervioso. Algo avergonzado extendí un ala para darle sombra, bajándola a su altura para cubrirla más. Bueno, supongo que no... Me rasqué la nuca aún incómodo pero pronto recuperé la compostura: no era un gesto educado.

-No duele, molesta, pero sólo si lo miras fijamente. Además de tanto volar por Ignis estoy curado de espanto, esto es bastante agradable la verdad. -Cierro un instante los ojos notando el viento revolviéndome el pelo, relajando las alas...Pero no es el momento.

Pronto una mujer nos da alcance. No esperaba tardar mucho en encontrarnos con los que nos habían llamado pero la verdad me sorprende la rapidez.

-Bueno, es nuestro deber. Esperamos poder ayudarles en cuanto necesiten. -Hice una ligera reverencia con la cabeza con una sonrisa ligera pero a pesar de todo solemne.

En un instante comenzamos a bajar la calle dirigiéndonos hacia el lago, parecía que la mujer no quería perder ni un segundo pero dada la situación tenía sentido. "Mi hermano". Tiene mucho sentido. Tres rostros idénticos para un espectador normal se perfilan en mi mente. Muchísimo sentido...

Puta magia... Es todo cuanto tengo que decir. Pero obviamente no lo digo. Mi gesto permanece tranquilo aunque por dentro el asunto empieza a no gustarme. Bueno, igual es la magia la que da ese aspecto al lago así que tampoco puede ser muy mala...
La odio.

-Sí, estese tranquila, traeremos a los dos chicos de vuelta. -Añado al comentario de Frikka. -¿Hay algo que debamos saber? Ya sabe, algún consejo sobre la zona o los sucesos...

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Tus palabras, Frikka, resultaron algo duras para la claritas, que bajó la mirada con expresión algo agobiada. Acabó, sin embargo, por recomponerse y miraros de nuevo, empeñándose en mostraros aquella sonrisa tan evidentemente falsa.

-No lo sé realmente -respondió, resignada-. En esta época del año, el ambiente mágico es especialmente fuerte, y la energía puede crear muchas cosas. No es algo que se pueda predecir. La magia puede hacer tanto... Normalmente se crean colores nuevos en la luz, o el aire huele diferente, o las cosas parecen más suaves y ligeras... Otras, la magia atrae seres que normalmente viven más apartados de las poblaciones. A veces nos afecta directamente, y otras ni siquiera vemos cambios. Podría haberles pasado cualquier cosa... Siento no poder deciros más...

Y, efectivamente, parecía que poco más ibais a poder sacar de ella. Sí os explicó, en cambio, qué encontraríais (al menos, normalmente) al bajar por el camino. Este serpenteaba en dirección al lago, y se difuminaba en su orilla. A los lados, encontraríais campos verdes y gran variedad de flores, pájaros e insectos. En torno al lago, otros caminos salían en otras direcciones. Al este, un frondoso bosque impedía ver más allá. Al suroeste, una cueva no muy grande trataba de ocultarse entre matorrales, sin demasiado éxito. Un poco más allá, en un pequeño muelle, había amarradas algunas barquitas de paseo. Por último, al norte se extendían más colinas.

Edad : 27 Mensajes : 1436

Parece que la mujer está algo apaleada. No responde a lo que he preguntado sobre los vecinos, pero bueno... De momento lo dejaré estar, porque tiene una cara de ir a echarse a llorar...
Me limito, pues, a prestar atención a lo que nos dice sobre la magia, que es algo turbio, pero, al parecer, aquí es hasta normal. Pues qué gentes...

Me acomodo un momento bajo el ala de Adain. No sé cuánto tardará en cansarse, pero mientras aguante... Miro entonces a mi compañero un momento, pensativa.

-Si puede ser cualquier cosa, más nos vale ir con tiento -digo de forma que lo escuchen ambos, pero dirigiéndome especialmente a él. Luego miro a la mujer-. Y, bueno... Por mí es hora de empezar a investigar. Los traeremos lo antes posible.

En lo que a mí respecta iríamos a la cueva directos, pero las cosas no funcionan así. Lo lógico será ir primero al lago y buscar allí algún rastro o lo que sea para tomar la dirección correcta desde el principio. Recuerdo las vueltas que dimos en Memphyis y a poco se nos come el padre de Thor...

Edad : 32 Mensajes : 509

La mujer no parece muy animada a hablar. Ni muy animada en general. Su aspecto y lo que dice de que no tiene forma de saber qué les ha pasado a los chicos o qué nos vamos a encontrar me incomoda pero no digo nada y permanezco firme y sereno.

Asiento con firmeza al comentario de Frikka y me giro para añadirme a la despedida.

-Sí, cuente con nosotros. -Los encontraremos, era nuestro deber después de todo. Seguro que había sido un despiste debido a la magia. Simplemente los veríamos perdidos en un rincón y...¿Y qué?
-Por cierto, antes de irnos, ¿cómo son su hermano y el otro chico? -Bastante difícil era ya la cosa sin saber qué había pasado como para no tener una referencia de lo que buscábamos.

Nos dirigimos al lago, supongo que a investigar la zona antes de decidirnos por dónde tirar. Coloco el otro ala a modo de visera y observo. Tanto el bosque como la cueva tienen un aspecto más bien poco hogareño pero poco tardaremos en ir a uno de los dos sitios.

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La mujer centró su mirada en ti, Adain, con expresión de evidente tristeza.

-Pues... mi hermano tenía el pelo oscuro y los ojos violetas, y era así de alto -. Señaló con la mano una altura parecida a la tuya-. El otro chico era más bajo, y tenía el pelo blanco y los ojos azu... -. De pronto se llevó las manos a la boca y los ojos se le llenaron de lágrimas-. Disculpadme. No sé por qué hablo de ellos como sí... -La voz se le quebró antes de que pudiera acabar la frase.

Al final, viendo que vuestra demora parecía empeorar sus ánimos por momentos, decidisteis dejarla y dirigiros al lago, como ella os había pedido. Tú, Frikka, tenías dificultades para ver, ya que la desagradable luz parecía perseguirte. A ti, Adain, en cambio, te ayudaba a verlo todo mejor, aunque no podías evitar tener la sensación de que quizás sí era un poco excesiva.

Al llegar al lago, no encontrasteis nada distinto a lo que ella había dicho. En el propio lago, todo parecía brillar con más fuerza por efecto del agua, con lo que las sombras en las zonas de alrededor se hacían también más nítidas y oscuras. Más allá de aquella extraña energía que parecía zumbar en el ambiente, no había nada de extraño en el lugar. Fueran adonde hubieran ido los chicos, no habían dejado rastro.

Edad : 27 Mensajes : 1436

La verdad es que la tipa esta me está empezando a poner un poco nerviosa. No es que sea una insensible, pero está todo el rato como con la moral por los suelos. Casi parece mejor idea dejarla estar y ponernos en marcha. Ya nos explicará luego lo que sea. Por lo menos tenemos los aspectos de los chicos, así que malo será que no los reconozcamos más o menos si damos con ellos.
¡Y vamos a dar con ellos, hostia!

Enseguida, tras darle un par de ánimos más y asegurarle que volveremos pronto con ellos (anda que como salga mal la cosa habré jurado yo aquí…), nos ponemos en marcha. Me ralla de cojones el sol, pero ya aprendí en Memphyis que no debo gastar toda la energía al principio solo para ver, así que, mal que me pese, tengo que llegar los ojos entrecerrados y la mano a modo de visera.
Por desgracia, la búsqueda de pistas en el lago no da muchos frutos. Miro a Adain, que ve mejor y quizás ha visto algo más, per la resolución no es muy positiva.
Resoplo, cerrando los ojos un momento y frotando los parpados con los dedos para relajarlos, en lo que ordeno las ideas.

-Bueno, ¿te parece empezar por la cueva? –le digo al fin-. Dijo que no era muy grande ni estaba muy oculta. Parece poco probable que estén allí, pero así ya descartamos algo desde el principio. Buscar en el bosque, por ejemplo, será bastante más largo.

Lo miro entonces, esperando su resolución. Aunque, sinceramente, yo opino que, a no ser que encuentre una pista reveladora, seamos sinceros… No tiene forma de rebatirme.
Si es que soy una experta, ya.

Edad : 32 Mensajes : 509

La mujer no parece muy estable emocionalmente, creo que no tendría sentido seguir dándole vueltas al asunto, lo mejor es empezar. Además...no sabemos si los chavales tienen el tiempo contado, no podemos arriesgarnos a llegar tarde. Con algo más de información y tras unas palabras tranquilizadoras para la mujer nos dirigimos al lago.

Es bastante espectacular pero llega a ser algo molesto tanta luz, exagerado tal vez. Me giro para mirar a Frikka y decido que tampoco tengo motivo de queja.

Tras un vistazo no parece haber nada relevante y está claro que Frikka se cansa con tanta luz.

-Sí, será lo mejor. Si están allí nos ahorraremos inspeccionar todo el bosque. Además podrás descansar la vista.

La mirada de que le había entrado medio litro de limonada no es un buen signo y si nos encontramos con...algo, será mejor que esté lista para enfrentarnos a ello. Me giro para empezar a caminar hacia la cueva, levantando un ala como ofrecimiento. A ver si se va a quedar ciega o algo...

FdR: Siento mucho la tardanza, si vuelve a pasar acepto las consecuencias u.u no lo puedo dejar tanto.

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Tras ver que no hay nada demasiado revelador a las orillas del lago, decidisteis inspeccionar una de las otras zonas cercanas. Por tu petición, Frikka, Adain accedió a empezar por la cueva, con la que no tardasteis en dar. Tal y como la mujer había descrito, era un lugar fácil de encontrar, y no parecía muy grande.

La cueva:

Al entrar, pudisteis comprobar que seguía una dirección ligeramente descendente, como si se hundiera un poco en la tierra. Y, en apariencia, no tenía mucho más que ver. Para ti en particular, Adain, no tenía absolutamente nada que ver, ya que, pese a la luz exterior, tan intensa, la cueva estaba prácticamente a oscuras. Para ti, Frikka, en cambio, no había una posibilidad mejor de ver todos los detalles.

Te costó un poco acostumbrarte al principio. La luz te había dejado marcas, y se te dibujaban nebulosas de luces delante de lo que intentabas enfocar. Al cabo, sin embargo, las nebulosas empezaron a desaparecer, y pudiste explorar sin problemas. Las paredes de la cueva parecían naturales, y aunque había cierta sensación de humedad en el aire, estaban completamente secas. Eran de roca oscura, opaca, y aunque la cueva giraba un recodo, no parecía muy profunda. Y, sin embargo, pudiste ver al fondo unos cristales de roca que llamaron tu atención. Eran diferentes al resto del lugar, así que no era fácil que pasasen desapercibidos.

FdR- Tenéis 48 horas desde el momento de publicación de este post.

Edad : 27 Mensajes : 1436

Mi idea es bien recibida, y aunque no lo he dicho yo Adain menciona lo de la luz de la cueva, que me dejará relajar los ojos. Qué atento, la verdad. Agradezco incluso, con una sonrisa, que me cubra con el ala. Mientras no se canse, la verdad, me hace un favor...

No tardamos en alcanzar la boca de la cueva, y me refugio en las sombras con deleite. Casi puedo ver mis propias pupilas dilatándose de forma atroz, relajadas. Pero no es momento para disfrutar.
Echo un vistazo alrededor, aunque al principio veo poco más que nubes violetas. Joder con el sol. Es que lo odio, de verdad.

Voy contándole a Adain lo que veo mientras exploro. Aquí se cambian las tornas, eh...

-¿Es que no tienes nada para alumbrarte? Bueno... Parece normalito del todo, el sitio este. Cuidado con el bache -añado, señalando una zona antes de que la pise-. No veo nada que...-. Guardo silencio, alzando las cejas. Bueno, normal del todo...-. Ahí hay algo... Son como unos... cristales -digo al fin, acercándome a largas zancadas a mirarlos más de cerca.

Bueno, ¿y qué? ¿Son una pista? Diría que están aquí porque... será una veta de algo. No sé.
Extiendo la derecha a uno de ellos con intención de darle un par de golpecitos. Ni que fuesen a estar huecos. Anda que, como me exploten en las manos...

Edad : 32 Mensajes : 509

Bueno, de alguna forma es lo justo... Intentaba pensar en positivo mientras echaba un vistazo rápido por la cueva. Tampoco es como si pudiera detenerme en ningún detalle.
Negro, negro, negro...Creo que...No, no se veía nada.

Era como si la luz tuviese miedo de entrar porque el contraste entre el exterior y el interior era cuanto menos exagerado.

-Sí, a ti. -Puse una mano en lo que supuse que sería su hombro por la procedencia de la voz, pero acabó siendo la cabeza. Esquivé como pude el bache, tampoco se estaba esforzando mucho en guiarme la muy cabrona. Casi parecía que se vengaba, como si yo tuviera la culpa de que afuera hacía sol.

Pronto se aleja y la pierdo de...¿tacto?

-¿Cristales? ¿Cómo son? -Me acerco lentamente hacia la voz, arrastrando los pies muy despacio, tanteando bien antes de dar cada paso, con las alas plegadas y los brazos extendidos. Llevo los ojos cerrados, total no es como si fuese a ver menos y, además, prefiero no clavarme ninguna piedra. -¿Ves alguna señal de que los chicos hayan entrado aquí? -O de que algo les haya metido hasta aquí... Encogí algo los brazos.

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Eres tú, Frikka, la que lleva ventaja. Y como tal, eres la única que, en un principio, puede distinguir los cristales. Pese a que te planteas los peligros que puedan esconder, descubres que no tienes nada que temer. Como pensabas, no es más que una veta en la cueva. Una simple marca...

Ah, no. Hay algo más allá. Los cristales apenas pueden verse asomar en la rugosidad de la roca, pero al acercarte, puedes comprobar que se introducen en ella hasta un nuevo recodo. Porque lo que parece el fondo de la cueva no es más que una curva en el camino. El túnel continúa. Y, por desgracia, trae algo consigo: luz. No es tan intensa como fuera, ni mucho menos, pero sigue siendo luz. Quizás penumbra, en cierto modo. No te molesta en los ojos tanto como la otra, la exterior. Es algo que puedes soportar.

En cuanto a ti, Adain, encuentras que, al acercarte, dejas de necesitar sus explicaciones, sus escasos datos, y puedes volver a valerte por ti mismo. Aún te cuesta un poco distinguir lo que hay en la cueva, pero cerca de los cristales hay un poco de luz, y puedes ver cómo el túnel continúa adelante.

De hecho, las paredes se van cubriendo de ese cristal que habéis visto asomar, hasta que las paredes están formadas exclusivamente por él. Un simple cambio geológico, probablemente. La parte interesante es que los cristales sí dejan pasar la luz que la roca opaca bloqueaba, así que el camino está un poco más iluminado. De dónde procede la luz... Eso ya no es algo que podáis decir, o al menos no desde vuestra posición.

En cuanto a los chicos, sigue sin haber ningún rastro de ellos.

FdR- Tenéis un plazo de 48 horas para postear.

Edad : 27 Mensajes : 1436

Al llegar a los cristales y tocarlos me siento algo decepcionada. Ni una reacción ni nada. Pues podía estar aquí la solución ya. Los cristales teleportadores que llevaron a nuestros pobres clientes a una dimensión alternativa llena de monstruos algo flojos de la que tenemos que traerlos de vuelta.
Parece que no es el caso.

-Pues son cristales como son los cristales...-. Me encojo de hombros-. Ya sabes, lisos, fríos e inútiles, aunque haya quien quiera convencernos de lo contrario. Mera bisutería, pero en tamaño súper.

Pero no es que todo esté perdido. Parece que el camino sigue por aquí. Y eso no nos lo dijeron.
Me vuelvo hacia Adain para llamarlo, pero termino frunciendo el ceño.

-¿Qué haces? Abre los ojos, hombre. Ven aquí, que hay algo.

Tengo que concentrarme para acercarme a la luz. Estoy acostumbrada a ella, pero no deja de ser un puto rollo. Al final, sin embargo, me voy acercando a la zona más iluminada. Desde luego que es extraño esto. Aunque con tanta luz por aquí dudo que si estuviesen no los hubiesen visto ya.
Pero el trabajo hay que hacerlo bien. Y sin perder el tiempo.

-Vamos por aquí -le indico, señalando el camino que avanza hacia... no sabemos qué-. Y ahora ten los ojos abiertos, eh -añado, con una sonrisa burlona, iniciando la marcha.

Estas misiones nunca son de noche. Mierda para ellos.

Edad : 32 Mensajes : 509

Me acerco siguiendo su voz hasta sentir los cristales de los que habla, con lo ojos cerrados, no sea que su maravillosa descripción no diga que algunos están a mi altura y me quede sin ellos.

-A lo mejor valen algo, aunque si hay tantos y aún no se los han llevado...

Cuando me dice de abrir los ojos lo hago extrañado pero pronto veo que...veo. No puedo decir que sea algo a lo que llamaría luz pero debe de serlo porque distingo algunas cosas, siluetas. Al asomarme al túnel ya es distinto y sí que hay una ligera claridad que, por suerte, me permite dejar de depender de mi lazarillo.

Definitivamente los cristales no deben de valer nada, porque toda la pared está llena de ellos. No creo que entre mucha gente pero si fuesen valiosos se habrían encargado de limpiar la cueva. Cojo un trozo de uno para observarlo mejor, ya que al parecer es gracias a ellos que entra la luz desde...¿desde dónde?

-No nos habían dicho nada de esto. -Ignoro educadamente su comentario. -Aun no parece que haya ninguna pista de dónde han podido ir los chavales...

A lo mejor al ser tan difícil de encontrar este túnel sí que han venido por aquí... Bueno, es difícil de encontrar así, pudiendo iluminar la cueva no tiene que ser nada complicado.

Mensajes : 1439

Adain, cuando tratas de coger uno de los cristales, te das cuenta de que están bien fijos a la pared. Pueden parecer completamente diferentes a ella, pero parece evidente que son parte de la misma. De todas formas, ahora que vuelves a ver, aunque no sea la mejor luz del mundo, tienes oportunidad de apreciar mucho más lo que tienes ante ti. La extraña luz se extiende por todo el lugar, reflejándose de cristal en cristal. Es una luz suave, y da un efecto bonito. De hecho, te llama la atención el pelo de Frikka, que expuesto a esta luz parece haberse vuelto blanco. No le queda mal, la verdad.

En tu caso, Frikka, es cierto que la luz no es maravillosa, pero es tan débil que no te molesta a los ojos. Los brillos de los cristales te rodean, y el camino aparece avanzar de forma un tanto tortuosa. A ratos casi parece que vaya a haber problemas para pasar, pero de hecho es solo un efecto. La luz hace que los cristales parezcan más grandes.

Avanzáis en fila por el momento, sin embargo. Puede que de uno en uno podáis pasar bien, pero el pasillo no es demasiado amplio, y no hay espacio para los dos. Acaba por hacerse más espacioso al cabo de unas cuantas curvas, sin embargo. Y en ese punto, se divide en dos, y encontráis caminos a derecha e izquierda.

FdR- Tenéis 48 horas (hasta las 10:27 de la mañana del miércoles)

Edad : 27 Mensajes : 1436

Esto es muy turbio. Es decir... Este sitio parece no acabarse, y a nosotros nos dijeron que aquí no estaban y que este sitio se encontraba fácil, pero ahora ya parece que aquí pudiese vivir una familia entera y esconderse de forma que no los encontrásemos.
Bueno, quizás no tanto...

-Cuidado con las alas -llego a comentar en un momento, mirándolo de reojo-. ¿Vas bien?

Yo es que soy pequeña y me meto en cualquier parte. Si él cabe con esas cosas a la espalda yo pues entraré siete veces más. Al final somos capaces de avanzar, de una forma u otra, y terminamos llegando a una bifurcación.
Siempre hay bifurcaciones. Si es que...
Inspiro hondo y me vuelvo hacia Adain. No me voy a poner a discutir tan pronto, así que la solución es fácil.

-Yo me quedo la derecha -zanjo, primero-. Tú ven conmigo si crees que es mejor mantenerse juntos o ve por la izquierda si es al revés, para agilizar la marcha. En caso de que nos separemos, si pasa algo se dará un aviso de voz. Si uno lega al fondo de su camino y no ve nada, irá a a buscar al otro. ¿Te parece bien?

En caso afirmativo, iniciaré mis andanzas por el lado derecho. Solo estamos buscando a unos chavales, no hay motivo para que haya un asesino despiadado tras una roca. Y si lo hay...
Bueno, para algo llevo la katana. En lo personal, de momento no siento ningún tipo de miedo.

Edad : 32 Mensajes : 509

Parece que el cristal no se suelta por más que tire, como si fuese parte de la pared aun con otro aspecto, así que decido seguir caminando no sea que me aleje demasiado.
Al menos la poca luz que hay me permite ver por donde piso y seguir a Frikka.

Me fijo entonces en cómo le brilla el pelo con esta luz, preguntándome si será cosa de los caeruleus y yo no tenía ni idea.

-Oh. Sí, lo tendré... Tranquila, con esta luz veo lo suficiente como para no tropezarme. -Pienso en comentarle algo, la verdad no le queda nada mal, pero no es el momento. A lo mejor es algo que le molesta, que su pelo...brille así. A lo mejor se ofende. Eso no estaría bien... Tras su comentario tenso algo más las alas. De momento paso bien pero nunca se sabe.

Me pongo firme cuando menciona lo de separarnos y asiento, no es momento de mostrar debilidad. Aun así...

-Tampoco creo que debamos separarnos demasiado. Deberíamos andar unos cuantos metros, si los túneles acaban pronto será tan fácil como volver y buscar al otro pero si siguieran indefinidamente...Podríamos acabar muy dentro de la montaña y daría igual dar un grito.

Me pongo frente el túnel con el gesto sereno aunque no es que me fíe demasiado de todo esto. Las personas no desaparecen así como así, algo tiene que pasar. Que sea un laberinto o...algo.

-De todos modos hagamos eso, no queda otra alternativa y no podemos pasar aquí todo el día sin saber si buscamos por donde es.- Solo espero que esta luz se mantenga todo el camino o no servirá de nada separarnos...

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Es cuando llegas a la bifurcación, Frikka, que decides darte la vuelta para comentar la situación con Adain. Por cierto, qué rara se le ha puesto la piel, ¿no? Qué oscura. Aunque a lo mejor son tus pobres ojos, que después de esa jodida luz de fuera ya no son capaces de ver con propiedad. Ojalá que no sea permanente...

El caso es que tú, Adain, no creas discordia, como no lo has hecho con ese pelo y... ¿siempre ha tenido ese brillo violeta en los ojos? Bueno, puede que no te hayas fijado mucho hasta ahora. O quizás sea la luz, en este sitio tan raro...

Mientras avanzáis, sigue reflejándose en cada cristal, iluminando muy suavemente el camino. Este se ha hecho un poco más amplio, y continúa internándose de forma tortuosa. ¿Tenéis idea siquiera de qué dirección estáis siguiendo? Es difícil de decir, desde luego...

FdR- De nuevo, tenéis hasta el viernes a las 10.12 de la mañana

Edad : 27 Mensajes : 1436

cuando veo a Adain... Bueno... Enseguida frunzo el ceño. ¿Pero qué cojones?
Ladeo un poco la cabeza y me acerco a Adain un poco para mirarlo más de cerca. Ni que fuese a cambiar algo por eso. Y no cambia nada, de hecho.
Hasta le paso un dedo por la piel.

-Tío... Te has... ennegrecido. ¿O soy yo...?-. Esto es raro de cojones-. ¿Tú te ves la piel oscura también? Porque te queda de un raro...-.Él también me señala algo, y no tardo en verme el pelo. Blanco. Pues sí-. Pero... ¿Qué cojones?

¿Será la mierda esa de la magia del ambiente? ¿Se estará poniendo moreno? Que con el sol de los cojones...
No, eso no tiene sentido.

El avance no es menos raro. Intento estar atenta a todo, pero no es que haya mucho a lo que estar atenta. Paisajísticamente es bonito, sí hay cosas que ver, pero lo que son pistas. Termino por llevarme las manos a la nuca y fruncir el ceño.
A ver, esto no puede ser tan fácil como recorrer una cueva y encontrar a los chavales sentados jugando a las cartas. Tiene que haber algo más allá... La magia esa, que dijo la tía.
Y por eso ahora Adain es medio claritas.

Apuro un poco el paso. Tiene que haber un final. Tiene que haber un punto en el que decir "eh, no hay más después de esto", darse la vuelta y salir. Que luego resulta que están al fondo y los incompetentes somos nosotros, por no haber llegado hasta el fondo del asunto, o de la cueva, o de cosa...

-¿No tenía uno de los chavales los ojos violetas? -termino preguntando, mirándolo de nuevo, tras caminar un rato.

He estado pensando en ello. No es normal, ni sé qué quiere decir todo esto. Quizás me esté entrando la neura. Ya dijo la tía aquella que pasaban cosas raras...

Edad : 32 Mensajes : 509

Cuando Frikka se gira y me mira...Bueno, es raro. Miro incluso a mi espalda para comprobar si la cara de extrañeza no se debe a otra cosa. Cuando me pasa un dedo por la mejilla me estiro y me pongo firme, notando cómo se me erizan las plumas. ¿Qué pasa? ¿Qué ve? ¿Qué tengo? ¿Le habrá afectado tanto el...espera, sus ojos siempre han sido violetas? A lo mejor le pasaba eso a los caeruleus que se exponían a la luz... Cuando habla levanto las manos para mirarme y mis ojos se abren más de lo que las normas de protocolo consideran apropiado.

-¿Pero qué co-monios? ¡Esto no lo ha podido hacer el sol! -Me froto las manos como si fuera a desprenderse siendo solo pintura. - ¿Entonces no es la luz de este sitio lo que te hace tener el pelo así y los ojos violeta? ¿Se han...teñido?[/b] -¿Eso había sonado ofensivo? Era una situación un poco tensa como para acordarme del saber estar.-Creo que deberíamos ir juntos. Esto empieza a ser raro y separarnos solo daría más problemas. -Me miré las manos. Moreno cláritas...No sé si me llegaría a costumbrar. Me recordaba demasiado al trabajo en el campo.

La sigo por el camino, viendo como acelera el paso en algún punto. Ella también debe de estar desesperada por encontrar algo, cualquier cosa. A veces ni si quiera parece que quede claro hacia dónde vamos. El pelo blanco de Frikka empieza a ponerme nervioso porque encima me hace recordar lo de mi piel. Aunque no se puede decir que se me olvide.
Evito preguntarle acerca de si estaremos haciendo bien siguiendo en esta cueva tan rara, no quiero sonar cobarde.

-Creo que...pelo blanco y negro y ojos violetas y azules respectivamente los dos críos, no tengo muy claro ahora si el hermano era el de los ojos morados o no... -Tendría que haberlo apuntado... -Insinúas que esto del pelo y la piel quiere decir...¿que ellos también entraron aquí?

Odio la magia. Ahora solo era un moreno digno del desierto de Ignis pero si seguíamos el camino de aquellos críos unos ojos nuevos no serían lo peor que nos iba a pasar. A lo mejor descubriríamos el siguiente efecto de la cueva al tiempo que lo que les pasó.
Agité las alas algo nervioso. Odio la magia.

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Al final parece que lo mejor es que no os separéis, porque... Bueno, porque todo esto es muy raro, y solos, pues... eso. Ahora que sabéis que vuestro cuerpo está cambiando, y no solo el de quien os acompaña, la cosa no parece simplemente curiosa, ¿eh? Y cuando Frikka echa a andar por el camino de la derecha, Adain, no tienes más remedio que seguirla a paso rápido.

Hasta que se da la vuelta. Y entonces ves que algo no cuadra en su cara, y no estamos hablando de unos bonitos ojos de color particular. ¿De dónde se ha sacado esa nariz? Porque semejante pico de águila, y de eso estás seguro, porque te habrías dado cuenta (porque semejante prominencia llama la atención, vamos a hablar claro) no lo tenía antes. La verdad es que muy bien no le queda, pobre.

Pero, ¿y qué ves tú, Frikka? Puede que al principio no te llame la atención, porque con ese pelo blanco de Adain, podría pasarte desapercibido. Pero acaba por llamar la atención, es decir, es raro de cojones. Esas son orejas de animal, no humanas. Ahí, asomando entre el pelo blanco, dos orejitas redondas, también blancas, bastante más arriba de lo que tiene... tenía las orejas normales, las humanas que tú le conoces. Parece que sea parte de un disfraz, o algo así. Solo que es un disfraz muy realista.

FdR.: Lo aclaro por si hay dudas: lo de Frikka es una nariz humana, no un pico de pájaro. Con pico de águila me refiero a la curva y prominencia de su recién adquirido miembro.

Yyy tenéis hasta el miércoles a las 11.49 para postear.

Edad : 27 Mensajes : 1436

Alzo las cejas nada más encontrarme con... Con... ¿Qué coño lleva ahí? La verdad es que le da un aspecto...
No sé qué dice de si los chavales estuvieron aquí o qué cojones pasa con eso, pero estoy segura de que... eso no es algo que...

Esbozo una sonrisa y señalo sus nuevas orejas. Si es divertido y todo.

-Estoy segura de que ellos no tenían esas orejitas tan adorables- me burlo-. Agáchate un poco, por favor. Déjame que las toque-. Esto va en serio-. No tiene mucho sentido. ¿Crees que si nos cambia el cerebro dejaremos de ser nosotros?

Una breve pausa.
Soy un poco gilipollas, a veces. Y eso que no voy puesta de nada. Bueno, ni suelo ir puesta de nada. Soy una chica sana.

Miro de nuevo el camino que tenemos ante nosotros. Me muerdo un momento el labio inferior, pensativa.

-Tendríamos que darnos prisa en llegar hasta el final -. Y mientras lo digo echo a andar de nuevo-. Pero a ver si sirve de algo...

Quizás los chavales se hayan convertido en las gemas esas de las paredes. Joder... ¿Cómo sabremos si los encontramos?

Edad : 32 Mensajes : 509

La cosa es la hostia de rara, por lo que mejor no separarse. Acabamos siguiendo el camino de la derecha y mientraa Frikka mira al frente, avanzando, me fijo más detenidamente en mis manos para apreciar mi nuevo bronceado con una mueca de extrañeza. Cuando se gira me enderezo y coloco las manos a los lados de forma apropiada pero...He de reconocer que ha sido cuanto menos inesperado.
Noto toda la sangre en la cabeza de la impresión ante tal...espectáculo. Me mantengo estóico, serio, formal...No debo ofenderla. Aunque debería informarla... Me tomo unos segundos para recuperar el aliento, haciendo esfuerzos increíbles para no reírme en su cara de una forma totalmente maleducada pero gratificante. La escena merece la carcajada. Pero no debo...

-Esto... - Mi expresión normal, tranquila, se ha convertido en una sutil mueca que tiembla por la tensión de evitar sonreír. Me aclaro la garganta, me enderezo un poco y, algo más tranquilo, continúo. -Me temo que la magia ha afectado también a tu nariz... -Digo con la voz más tranquila que me es posible, aunque algo aguda y titubeante por forzarme a no reír.

La cosa se pone fea, esto ya no es un espejismo o cosa de la luz, son cosas tangui...tangi...que se pueden tocar. La magia nos afecta cada vez más...Espero que no sea permanente... Sobre todo por Frikka, pobre Frikka, probre... Cuando me señala todo rastro de risa desapaece y con algo de miedo alzo las manos hasta toparme con...

-¿QUÉ? -Palpo esa especie de cosa de peluche en que se han convertido mis orejas, todo rastro de compostura desaparece durante un momento de estrés por el impacto. -Quiero decir...¿qué c...es todo esto? -Noto el calor en las mejillas aunque veo normal la vergüenza, me estoy convirtiendo en una mascota. Orejas de animalillo peludo y alas...Bueno, peor sería la napia de Frikka, parecería un águila.

Me agacho para que Frikka las toque. No sé por qué coño la hago caso, supongo que por el susto que me ha saturado.

-¿Crees...Crees que si seguimos avanzando no podremos volver? - Tal vez...tal vez eso es lo que les pasó a los chavales...

La magia es algo que no alcanzo a entender y, aunque la falta de interés me impide querer hacerlo, en este caso una parte de mi necesita saber que fuera de la cueva esto se irá, que de alguna forma no corremos un peligro muy grande. Solo...molestias.

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Debes reconocer, Frikka, que esas orejitas de Adain son muy suaves. Dan ganas de seguir acariciándolas eternamente. Es como si se hubiera convertido, aunque solo sea en parte, en una adorable mascotita. Acaba por alzar la vista de nuevo para mirarte, y ves que los cambios siguen en marcha. Se le ha puesto boquita de piñón. No cuadra mucho con sus rasgos, pero... le da un aire cómico, reconócelo.

Y cuando ella se da la vuelta para continuar, tan despreocupada (¡¿cómo puede ir tan despreocupada?!) es cuando tú, Adain, puedes ver que los cambios tampoco se han detenido para ella. Ahora, en la base de la espalda, algo por debajo de su níveo pelo, asoman dos, no una, sino dos preciosas y elegantes colitas blancas, delgadas y estilizadas, rematadas en un penacho del mismo color lechoso.

Por cierto, ¿no ha crecido mucho, así de repente? Al alejarse por delante de ti, por el pasillo, eres más consciente de ese cambio. Sigue siendo más baja que tú, pero no tanto. No era tan alta, eso seguro.

Ante ti, Fifi, el camino continúa igual. Aunque los cristales también parecen estar cambiando un poco, ¿no? Ahora parece que reflejan vagamente una figura, como si se estuvieran volviendo espejos. Es una figura casi humana de estatura media, pelo largo y claro, con dos colas a la espalda. Aunque el reflejo es vago, como no te acerques a los cristales no vas a distinguir bien.

FdR- Tenéis hasta el viernes a las 19.13

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