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| Establos | |
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Autor | Mensaje |
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Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Dom Abr 20, 2014 1:59 am | |
| Me llevé un dedo al tabilete nasal, dándole un golpecito, con solemne expresión de inteligencia Dehnel. Aquello no era más que otro tipo de fuerza, al fin y al cabo. No todos los guerreros luchaban con espadas contra osos inmensos y malandrines malvados.
-La inteligencia es un gran poder también, al fin y al cabo -confirmo, asintiendo, recordando a Nadia, que no tenía mis poderosos brazos, y menos mal, porque era apenas una doncella...
Al oír su propuesta, enarco ambas cejas. Las mujeres y las edades eran algo delicado, de siempre. Mi padre me había dejado claro siempre lo peligrosas que eran. Si decías mucho se sentían ofendidas, si acertabas se sentían ofendidas, si decías uno o dos años menos se alegraban a no ser que creyesen que las estabas llamando niñas y entonces... Era todo muy confuso. La observé un instante: sus ojos, su nariz, sus labios, que deseaba tocar, su cuello, su pecho, que evité casi al instante para no imaginarlo sin ropa, sus ojos, sus ojos...
Por su rostro solo podía decir que no era viuda. Joven. Sin embargo, no tan mayor como para estar casada, pero sí lo suficiente como para moverse de aquel modo entre sábanas... Sentí un leve cosquilleo en el vientre, por abajo, al pensar aquello.
-Veinte... -aventuré, estrechizando un poco los ojos-. Uno más -dije luego, recordando a Inger, que me parecía más joven que Lea, por su dulce comportamiento y su aspecto puro.
Esperaba que, ya que no le gustaba que la tratasen como a una doncella, tampoco se pensase que la llamaba vieja. ¡MITHOS! ¿Y si tenía tan solo dieciséis y estaba muy desarrollada? Entonces yo... Deshonra... | |
| | | Lea
Edad : 31 Mensajes : 1311
| Tema: Re: Establos Dom Abr 20, 2014 2:21 am | |
| Ladeo ligeramente la cabeza, con la vista fija en él, y cuando habla estrecho ligeramente los ojos, con expresión seria. Es divertido porque es demasiado correcto como para no sentirse en un apuro. Otros no le darían importancia, pero para él todo tiene que ser impecable. Así le va, al pobre.
Acabo por fruncir el ceño, y tras un instante, experando para ver su expresión de ansiedad, acabo por asentir, como aceptando su acercamiento. Supongo que no se ha desviado mucho. Después de todo, aparento la edad que tengo.
-Dos más -matizo finalmente, con tono indiferente. No estoy en edad de preocuparme por semejante tontería-. Y tú otro más como mínimo, me parece.
Encogiendo las piernas, estiro los brazos hacia adelante, con cansancio. Menudas horas para ponerse de conversación. Por lo menos, su garrapata no molesta. | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Dom Abr 20, 2014 2:38 am | |
| Enarqué ambas cejas, esbozando una sonrisa un instante, asintiendo. De modo que era, sí, mayor que Inger. Más cerca de una viu... ¡NO! ¿Qué enfermizo pensamiento era aquel? Tenía ante mí a Lea, una atractiva flamma a la que deseaba con fuerza y honor, pero aún así era tan estúpido e innoble como para ponerme a pensar en viudas en momentos como aquel. ¡¡NADA DE VIUDAS, DEHNEL!!
-Dos más -repetí, esbozando una sonrisa, imitando la frase que ella había dicho.
La vi acomodarse y dediqué una nueva mirada a Lyo, que seguía dormido. El ruido de moverse sobre el heno no lo despertaba. Habría que ver si... Mithos... Y... ¿Y si...? Solo una vez...
Miré de nuevo a Lea. En aquella posición, casi infantil, parecía encantadora. Pero cansada, también. Un caballero se levantaría, tomaría al bebé en brazos y la dejaría dormir, finalmente. Yo también estaba agotado. ¿Y un mendigo? ¿Qué haría un mendigo? O un granjero...
Me apoyé sobre la izquierda para inclinarme suavemente hacia ella. Ya no sabía cuándo era buena idea, ni cuándo mala, pero ya que nunca parecía buena idea pues probaba a ver si había suerte. A aquellas alturas ni siquiera tenía nada claro, de modo que si conseguía un beso, por lo menos, tendría una buena noche de sueños gratos. Nada de roce sutil de labios, pero tampoco pretendía ahogarla si aceptaba. Tenía que conseguir que fuese lo suficientemente noble y largo como para que tuviese tiempo a reaccionar si correspondía, sin haberme separado antes, pero listo para la fuga en caso de innobleza. Era como las matemáticas, aquella mujer... O quizás era yo..., que no era tan despierto como había pensado. Mithos... | |
| | | Lea
Edad : 31 Mensajes : 1311
| Tema: Re: Establos Dom Abr 20, 2014 2:59 am | |
| Dos más. Sí, eso tiene sentido. Cuadra con la idea que yo tenía al respecto. Asiento con suavidad. Una lástima, de alguna forma. Es más agradable, en cierto modo, pensar que su comportamiento se debe a su juventud. Aunque es bastante evidente que no tiene nada de niño, así que ese pensamiento no tiene mucho sentido.
Lo observo mientras se acerca con cierta curiosidad. Me ronda continuamente, como si quisiera alcanzarme en todo momento pero nunca se viera capaz. Cuando lo hace, es entre dudas y miedos, esperando lo peor. En cierto modo es tierno, en cierto modo irritante. En cualquier caso, es mejor que que se crea que estoy a su completa disposición, un pensamiento típico en los hombres.
No llego a dedicar una mirada al niño, aunque sí pienso en hacerlo. Me molesta, es un hecho. Aunque esté callado. Su sola presencia. Claro que no voy a amargarme por ello.
Lo recibo con calma, segura, respondiendo sin mucho entusiasmo, esperando a que él mismo me muestre lo que busca. Si me quiere, que lo trabaje un poco. Así es más divertido. Tampoco tiene motivos para cohibirse. Después de todo, no lo estoy rechazando, ¿no? | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Dom Abr 20, 2014 3:20 am | |
| Telma calló aquella vez, y pronto vi que no había sido rechazado, de modo que empecé a dejarme guiar por los instintos Dehnel que tiraban de mí hacia ella. Me incliné un poco más, facilitando el contacto, entreabriendo los labios para acceder a ella, controlando la respiración, pero sintiendo el vientre duro al hacerlo, esforzándose por no perder la calma antes de tiempo. La derecha, al mismo tiempo, se apartó del heno, alcanzando su rostro. Rocé la mejilla con los nudillos, en un gesto ascendiente, y enterré los dedos con suavidad a la altura de su sien, en su pelo, que siempre quería tocar y nunca podía. Mientras tanto, afianizaba el contacto con sus labios. Era involuntario, pero aunque empezaba con calma siempre acababa dejando bien claro que en cuanto la tocaba de aquella forma ya no era capaz de dominar mi cuerpo por completo, y que la buscaba, dejando paso al ansia poco a poco, luchando contra mí mismo para no abalanzarme sin más, pero notando cómo perdía terreno contra el dragón, que hacía tiempo que despertaba de su sueño casi solo de pensar en ella un instante.
Aquello era muy innoble por mi parte. Lo sabía. No la buscaba solo por aquello, Mithos... Pero aquello tampoco estaba mal, y teniendo ya bien la herida del vientre... ¿No era acaso lo más noble demostrar mis auténticas capacidades? Y me había quedado algo por hacer...
Comencé el descenso por el cuello, hacia su hombro, tras atrapar su labio inferior con los dientes, relajándome durante un segundo, respirando, para recuperar el control total. Al inspirar junto a su piel la respiraba, y poco a poco iba diferenciando el propio olor a ella del olor a heno que la impregnaba. Era...
Última edición por Rick el Dom Abr 20, 2014 3:45 am, editado 1 vez | |
| | | Lea
Edad : 31 Mensajes : 1311
| Tema: Re: Establos Dom Abr 20, 2014 3:38 am | |
| Cuando se acerca, separo un poco los brazos, abriéndome a él, mientras las piernas se estiran, proporcionándome una posición más cómoda. Para resistir su encuentro, apoyo una mano en la manta, tras de mí, facilitando así el mantener el equilibrio. No voy a dejarme caer bajo él como si nada.
Correspondo al beso, profundizando con calma pese a su evidente ansia, y dejándolo descender después, alzando levemente el cuello para dejarle paso. La mano derecha sube junto a su cuello, situándose entre el pelo, en torno a su oreja. Con el pulgar, acaricio suavemente el lóbulo, con calma todavía. No tengo prisa. De él depende hacerme cambiar de opinión.
De todas formas, presiono ligeramente en el cuello, atrayéndolo con sutileza al cuello. Cierro los ojos, centrándome en el contacto, espirando silenciosamente por la nariz. | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Dom Abr 20, 2014 4:01 am | |
| Ella siempre parecía tenerlo todo controlado. Aquello, por una parte, resultaba muy atractivo: daba aquella sensación de seguridad, de dominio..., pero al mismo tiempo no podía evitar pensar que era como si no sintiese absolutamente nada, aunque correspondiese a mis gestos, a mis acciones. De todos modos, tampoco me rechazaba, y yo disfrutaba enormemente de cada pequeño gesto o caricia, cada contacto con mi piel por parte de ella.
Sentí su mano en la oreja y se me erizó un poco el pelo de la nuca. Aquel descenso que había comenzado con lentitud y disfrute poco a poco aumentaba de ritmo. Las viudas me habían enseñado a no dejar pruebas, a no dejar marcas, de modo que succionaba de aquel modo, sin dejar señales de mi paso, pero atrapando su piel entre los labios, a veces entre los dientes. Así como bajé, pero más veloz, subí de nuevo, llegando, como ella, hasta su oreja, justo debajo, recorriendo aquella zona que creía no haber visitado antes y luego, guiado por su mano en la mía, atrapé su lóbulo un instante, lo besé, tiré un momento. ¿Qué podía hacerle? Se me ocurrían tantas posibilidades... Imaginaba tantas cosas que deseaba, a veces, cuando ella no estaba. Pero en aquel instante, como las otras veces, se me nublaba la cabeza y no lograba decidir bien. Pero tenía algo claro. Una cosa sí.
Regresé a sus labios, con más ganas que antes, ya con una mano en su cintura, rozando su piel por encima de la ropa, recorriéndola de forma superficial. Comencé a moverme, pasando de mi posición sentado, inclinado, a una más cómoda, girándome por completo hacia ella para tenerla de frente, arrodillándome para poder actuar con más soltura, sin mis propias piernas molestándome delante.
Solo deseaba que en aquel momento no hubiese un llanto, no hubiese un mugido, que rompiese todo aquello. Por favor... Por favor... | |
| | | Lea
Edad : 31 Mensajes : 1311
| Tema: Re: Establos Dom Abr 20, 2014 4:20 am | |
| No tarda en responder a mi gesto, desplazándose por mi cuello con gestos bastante controlados para el que parece su estado. Sabe lo que se hace, y no pongo pegas. Incluso aprovecho el apoyo de mi mano izquierda para impulsarme un poco más hacia adelante, aumentando el contacto de su boca, primero en mi cuello, después en mi oreja. Con los dedos enredados en mechones de pelo rojo, doy un levísimo tirón, inspirando un instante.
Para cuando quiero tomar cartas en el asunto, él va por delante. Me dejo rodear, arqueando ligeramente la espalda cuando su mano la toma, echando un poco los hombros hacia atrás y tomando entre los dientes su labio superior cuando regresa al contacto con mi boca. La mano en su pelo viaja un momento camino de su nuca antes de descender junto a la otra, sobre la manta. Una vez he recuperado algo de apoyo, se alza de nuevo, retomando su posición.
Procedo entonces a ejercer mayor resistencia contra su boca, profundizando, explorando, pero también empujándolo. Me conviene ganar algo de terreno. Sin embargo, mi posición no me lo facilita, y su fuerza tampoco. | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Dom Abr 20, 2014 5:00 am | |
| Tenía que evitar hacer ruido. Ya no solía ser muy ruidoso, aunque a veces la voz quería dejarse ir un momento, pero no era la ocasión de perder los nervios. Aunque si el ruido era malo... Con lo que deseaba escucharla... Escucharla contra mi oído, como la otra vez... ... Mno... No podría ser... Aunque...
Me estremecí. Ella atrapó mi labio superior y yo hice lo mismo con el suyo, con el inferior, tirando ligeramente. Cuando no la había besado, cuando simplemente charlábamos en cualquier situación, aquel simple gesto volvía a parecer imposible, como si cada vez que besase a Lea fuese una chica diferente y tuviese que romper de nuevo la barrera, pero una vez saboreaba su saliva no resultaba tan complejo el dejarse llevar por los deseos, hacia ella, que no eran pocos.
Al notarla empujar sentí un pinchazo de excitante satisfacción en el vientre. La dejé venir un poco, sintiendo que por un instante yo era el que llevaba las riendas, el que permitía. Sin embargo, aquella sensación me aceleraba, y pronto pasé de besarla a comerla, a acariciar su paladar con la lengua, suavemente, justo tras los dientes, y luego a atraerla de nuevo, acomodándome a su lengua. Una mano ya había entrado bajo su ropa, y acariciaba la piel lisa de la espalda. Al llegar a la línea de la columna me encontré con algunas de aquellas escamas más grandes que yo mismo tenía, y las recorrí hacia abajo, reconociéndolas, hasta sentir el borde del pantalón. Hacía mucho que no notaba aquello en una mujer, como aquel calor de la piel sin ser enfermedad, sino fuego, Ignis puro... Dejé ir un jadeo, apartándome apenas un instante, finalmente, terminando de encenderme con algo tan simple, y cuando volví a ella lo hice con más fuerza. Me sentía irrandiar más calor, que chocaba contra la camisa y sofocaba, que lograba escapar por los brazos, por las manos, por la cara... Con la izquierda desabroché los dos primeros botones de su blusa, disfrutando cada vez que soltaba uno de ellos como, consiguiéndolo aunque tenía la cabeza en demasiadas cosas a la vez. Y el dragón, innoble, por supuesto, siempre despertaba antes de tiempo.
FdR- Pauzau | |
| | | Lea
Edad : 31 Mensajes : 1311
| Tema: Re: Establos Lun Abr 21, 2014 1:20 am | |
| Pronto empieza a perder el control. Así es más interesante. Que se encienda, que se deje llevar. Me aproximo un poco más cuando comienza a besarme con más ansia, a recorrerme la boca, correspondiendo con movimientos tentadores, buscándolo al tiempo que lo incito a buscarme, a querer abarcar más de mí, hasta que no pueda contenerse.
Mientras recorre mi espalda, voy desabrochando con gestos comedidos cada botón de su camisa, preocupándome de que, por más que quiera que lo roce, no llegue a tocar su piel con los dedos. Lo voy atrapando, mientras tanto, entre mis labios, profundizando, luchando contra su ansia de comerme comiéndolo yo, imponiéndome, sabiendo que no consigo sino acelerarlo y que quiera ir más allá.
Cuando llego al botón más bajo, lo desabrocho y mi mano desciende un poco más, pasando a milímetros de su entrepierna antes de retirarse de la zona. Suben entonces ambas manos a la altura del pecho, aferrándose a su camisa y, atrapando su boca con más fuerza que hasta el momento, tiro de él hacia mí, tanto de sus labios como de su camisa, dejándome caer sobre la manta y haciéndolo caer sobre mí.
Es entonces cuando me permito, por fin, soltar la camisa y apoyar las manos sobre su piel, ardiente, tersa, suave escamosa, recorriendo el pecho en una caricia lenta, descendente. | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Lun Abr 21, 2014 2:06 am | |
| Al poco, ya perdía el terreno que había ganado, perdía la calma que conservaba, cuando ella me llamaba con sus gestos y mi cabeza no sabía responder a más que a buscarla, a perseguirla. De nuevo me adelantaba, me pegaba lo más posible a su cuerpo, entraba en su espacio. Y ella, con una calma que me contristaba con la velocidad de mis pensamientos y mi respiración, iba desabrochando mi camisa y librándome del calor abrasante allí donde la piel empezaba a tocar el aire. Ni siquiera era ya consciente de dónde estaba, por completo; lo era más de sus manos, de sus labios y de su cuerpo, cuyo calor me sentía capaz de perseguir incluso sin ver.
Contuve el aliento un instante, viendo bajar su mano allá donde empezaban a reclamarla, pero ella siguió con su juego y lo evitó. Dejé ir un jadeo grave, sorprendido, al notar cómo tiraba de mí, y detuve la caída con la derecha, pero solo cuando estaba tan cerca que podía sentirla a través del aire. Con el vientre ya sanado, me sentía mucho más capaz, más poderoso.
Me estremecí, tomando aire por la boca, con los dientes entrecerrados, al notar el calor de sus manos contra el de mi pecho. Empujé con la izquierda el centro de su blusa, deslizándola hacia arriba, descubriendo mientras su vientre, acariciando de forma ascendente con las yemas de los dedos, besando su mandíbula, respirando contra su cuello. Me aparté un poco, finalmente, para quitársela y descubrir al fin su cuerpo, echándola a un lado. Enseguida descendí de nuevo, sobre ella, besándola con más ansia, profundizando en ella como si ya se tratase más que de un beso, con urgencia, pegando por un momento mi pecho al suyo. Apenas sentía la camisa sobre los hombros, y el sujetador, entre ambos me molestaba y tentaba a la vez. Era como tenerla sin tenerla. | |
| | | Lea
Edad : 31 Mensajes : 1311
| Tema: Re: Establos Lun Abr 21, 2014 2:36 am | |
| La caricia no llega a descender demasiado. Detengo poco a poco las manos, que no llegan a bajar del pecho, cuando siento cómo sube mi blusa, con intención de deshacerse de ella. Cierro los ojos, inspirando por la nariz, dejando que me acaricie el cuerpo, que saboree mi cuello, echando la cabeza ligeramente hacia atrás y arqueando un poco la espalda, dejándole así más espacio tanto para deshacerse de mi ropa como para tomar mi cuello.
Una vez vuelve sobre mí, y por el simple placer de impacientarlo, detengo su avance ejerciendo fuerza con las manos sobre su pecho. Por supuesto, él tiene mucha más fuerza, así que no cuento con detenerlo por completo, pero sí con retrasar un poco su avance. Con gestos suaves, correspondo a su beso, sin acomodarme al ansia que trae, obligándolo a bajar el ritmo contra su voluntad.
Lentamente, las manos ascienden hacia sus hombros, introduciéndose con más firmeza bajo la camisa. Probablemente se revuelva, intentando deshacerse de ella cuanto antes, pero yo no pienso darme prisa. Si tanto quiere poseerme, ya puede suplicar. Prefiero hacerlo perder el control que complacerlo a la primera.
Una vez me he deshecho de la camisa, apoyo un codo contra la paja, alzándome ligeramente hacia él, enfrentándome a su boca primero, y después a su cuello. La mano que se mantiene en contacto con su cuerpo acaricia su costado con las puntas de los dedos, avanzando hacia su espalda, que recorre en una caricia descendente, disfrutando el contacto de las escamas. | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Lun Abr 21, 2014 3:17 am | |
| Me cortó cuando la buscaba, haciendo que se me escapase el aire por un momento, seco, como si aquel leve gesto hubiese sido el más poderoso puñetazo en el estómago. La alcancé, luego, pero una vez más me puso obstáculos. Su velocidad, su ritmo... No era capaz de amoldar por completo mi acelerada respiración a aquello, y trataba una y otra vez de hacer que ella acelerase, buscándola con ganas, atrapando sus labios. Me sentía un poco como un animal encerrado, aunque no lo estuviera en ningún caso. La energía me desbordaba y no era capaz de dejarla salir por completo.
Cuando sentí sus manos llegar a la espalda la arqueé un poco hacia fuera, buscando facilitar sus movimientos. La enorme lentitud llegaba a resultar incómoda, pero aquella tensión, lejos de enfurecer al dragón, lo hacía alzarse más. Dejé ir un estremecimiento, aliviado, al verme liberado al fin de aquella malvada tela, y pronto fui enfrentado por ella, que parecía haber recuperado fuerzas. Me tensé, la recibí con ganas, deslizando la tira izquierda de su sujetador con suavidad, pero volviendo a estremecerme al sentirla en mi cuello. Atrapé el lóbulo de su oreja, lo poco a lo que podía llegar, y pasé finalmente una pierna por encima de Lea, hallando aquella posición mucho más cómoda, evitando presionar demasiado contra ella para no hacer más evidente una erección que ya lo era. Me valía de mis poderosos abdominales para no caer sobre ella. Pronto la derecha fue a la espalda, desabrochó lo necesario para librar sus pechos, mientras la izquierda presionaba contra el hueso de la cadera, reconociéndolo con la palma, y subía hacia las costillas, pegándose a la piel como si la guiase un imán. Al alcanzar la curva del pecho, introduje primero los dedos, separando la tela, acariciando suavemente la piel, para acabar por retirar la prenda.
Seguía teniendo claro, pese al ansia, pese a la respiración agitada, lo que deseaba.
fdr- again u.u last time | |
| | | Lea
Edad : 31 Mensajes : 1311
| Tema: Re: Establos Miér Abr 23, 2014 4:24 am | |
| Parece impacientarse ante mi calma y agradecer que ceda un poco a acelerar el ritmo. En seguida lo tengo sobre mí, lo que me impide rodearlo, pero no opongo resistencia. Incluso si no pone especial interés en pegarse contra mí, siento la calidez que emana de su piel, ese fuego que reconozco a la perfección.
Cedo a su gusto cuando se empeña en atraparme, en recorrerme. Cedo en el cuello, girándolo cuando busca mi oreja; cedo en la espalda, arqueándola cuando busca desnudarme; cedo en la cadera, ascendiendo con su mano a medida que avanza desde ella hacia el pecho. Ayudo, además, a desprenderme de la prenda, quedando de nuevo desnuda a sus ojos, pendiente de esa ansia por devorarme que lo recorre.
La mano que descendía por la espalda asciende de nuevo al cuello, a la base del pelo, donde se encuentra con la otra. Aprovecho este punto de apoyo para alzarme hacia su oído, dejando ir en él un leve jadeo antes de hablar.
-¿Qué quieres, Rick? -murmuro, juguetona, con voz contenida-. ¿Qué buscas? ¿Qué deseas? | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Miér Abr 23, 2014 5:01 am | |
| Por fin sobre ella, la situación era casi opuesta a la última vez, y sin embargo seguía sintiéndome a su merced, como un caballero encantado por algún extraño hechizo que no podía enfrentarse a aquella que se lo había lanzado. Y Lea, sin embargo, seguía dominando la situación al completo, dueña de todo. Y, aún así, no se interponía en mi camino, sino que prácticamente tomaba mi mano y me guiaba más allá.
Aquella fue la segunda vez que vi sus pechos, y no fue, por serlo, peor que la primera, ni menos ansiada. Había tratado de recrearlos en mi cabeza algunas veces, pero volviendo a tener aquella imagen frente a los ojos me daba cuenta de que no lo había llegado a conseguir. Y aunque quería contemplar, no era el momento.
Iba a descender sobre ella cuando la sentí alzarse, apenas un poco, aproximándose a mi oído. Me estremecí al instante, notando cómo la piel de los brazos se me ponía de gallina, y también la del cuello, y cómo un cosquilleo me ascendía por el vientre. Y luego habló. Y me detuve un instante, con un pinchazo extraño y violento en el pecho. Expulsé el aire caliente por la nariz. Se me escapço un jadeo, pero no como el suyo, sino más desesperado, más... Doncellil.
Me aparté un poco de ella para poder mirarla, olvidando durante un instante lo que estaba haciendo, sintiéndome algo descontrolado, desorientado y animal. Aquello era muy innoble por mi parte.
-Tú -dejé ir contra sus labios, en una palabra que fue más bien un nuevo jadeo, un gruñido, seco, angustiado, todo..., antes de atacar de nuevo a sus labios, con renovado interés.
Au... En mi noble cabeza eran tantas las frases apropiadas que no era capaz de pronunciar que casi me resultaba digno de reproche. Me quedaba sin las palabras que otras veces había dicho, perdía mis capacidades.
Descendí por ella, arrastrando los labios a ras de su piel, absorbiendo su calor por ellos, llegando al esternón y apoyando allí la frente, ladeando luego la cabeza, reposando la mejilla para acceder al carnoso pecho con la boca, lejos todavía de la zona más sensible, limitándome a la piel más blanca. La izquierda, por su parte, ascendía al otro, abarcando la zona con disfrute, atrapando entre los dedos sin apretar demasiado, tomando, ansiando, acariciando finalmente el centro con la palma, superficial, como por casualidad. La derecha iba al pantalón, al botón, queriendo reducir la separación entre ambos. El calor de mi cuerpo contra mi ropa era desagradable, agobiante, pero el de su piel, sin embargo, me resultaba de lo más atrayente. Buscaba sentirlo al completo. | |
| | | Lea
Edad : 31 Mensajes : 1311
| Tema: Re: Establos Miér Abr 23, 2014 5:20 am | |
| No es capaz de soportarlo. Está tan ansioso, tan exaltado, y al mismo tiempo tan perdido, pese a que ambos sabemos de su experiencia y capacidades. Es como si cada vez tuviera que iniciarlo, y al mismo tiempo lo dominara su propio instinto.
Se acerca a mi boca entre jadeos, y no contengo una sonrisa incitadora. La punta de mi lengua se alza hacia su boca, sugerente, y al momento me ha atrapado, deseando devorarme. Y se lo permito, guiándolo a continuar con sus desesperados gestos. Lo guío también con las manos, en su nuca, en caricias más bien intensas.
No dura mucho en los labios, y no me quejo. Cuando comienza a descender con la boca, arqueo la espalda, pegándome a él y aumentando el contacto. Las manos, juguetonas, se enredan en el pelo, pretendiendo invitarlo. Acaban por rodearlo cuando se apoya, pegándolo más a mí.
Una pierna se escurre de entre las suyas, escapándose de su agarre. Alzo la rodilla hacia él, acariciando su costado, como en un amago de rodearlo con ella. Una mano desciende hacia la espalda, situándose entre los omóplatos, y me apoyo en ella, acercando su cuerpo al mío, para alzar la cadera en un pequeño jadeo, estremeciéndome ligeramente. | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Miér Abr 23, 2014 5:43 am | |
| Me entretuve entre su pecho y su vientre, sin llegar en un principio al pezón, mientras la mano izquierda sí que acariciaba a veces, de pasada, sin centrarse, tratando de algún modo de incitarla también a ella. Terminé por ascender hacia el centro, al final, y aunque quise hacerme de rogar terminé por no poder evitar lamerlo, con suavidad, atraparlo entre los labios, tirar con sumo cuidado hacia mí y luego abarcarlo de nuevo con la boca, humedeciéndolo, saboreando con gusto.
Para entonces, mi mano ya había desabrochado su pantalón, y me aparté un poco de ella para retirarlo con ambas manos, pasando con la boca al otro pecho, disfrutando del cambio de textura, de sensación, mientras acariciaba sus piernas, arrastrando el pantalón fuera de su cuerpo. Cuando volví a pegarme a ella, lo hice introduciendo la izquierda entre las suyas, presionando ligeramente contra ella. Atrapé suavemente el pezón entre los dientes y luego continué, cambiando los movimientos ascendentes por otros circulares, aumentando ligeramente el ritmo mientras las manos se encargaban de seguir sus propios caminos: la izquierda se encargaba de su torso, de su muslo, con suavidad y atención, en un roce infínimo, mientras que la derecha ascendía de nuevo al hombro, al cuello, a la nuca.
El dragón deseaba salir, pero todavía no había cumplido mi objetivo, y a medida que notaba cómo la meta se acercaba la respiración se me descontrolaba. No era constante, sino a ratos, cuando pensaba en ello, y se aceleraba de pronto, inestable. | |
| | | Lea
Edad : 31 Mensajes : 1311
| Tema: Re: Establos Miér Abr 23, 2014 6:06 am | |
| Me mantengo en tensión, más bien arqueada, y esta aumenta cuando siento que aumenta el contacto, acariciándole el pelo, tironeando, recorriendo con los dedos la parte superior de su espalda, atrayéndolo ligeramente con la rodilla. Cuando se posiciona sobre mi pecho, haciendo amago de resistirse, doy un empujón algo más fuerte que el resto y en seguida establecemos contacto, inspirando yo con fuerza por la nariz cuando comienzo a sentir las caricias de su boca.
La cadera, ligeramente alzada, recibe sus manos con ánimo, ayudándolo con movimientos sugerentes y ondulantes a deshacerse del pantalón, sin dejar de sostener su cabeza sobre mi pecho, rodeándolo con los brazos. Con su pierna entre las mías, lo siento hacer presión y correspondo levantando la cadera, apretando su pierna con ambos muslos para mantener el contacto.
Las manos de él me recorren, al igual que su boca, y yo me muevo en respuesta, haciendo claros con mis movimientos qué gestos me resultan más agradables, al tiempo que le abro espacio para actuar. En ningún momento detengo los suaves gestos del cuerpo, ni de las manos, que no dejan de rozar la piel, acariciando, atrayendo, invitando. Una de ellas se desliza hacia su torso, descendiendo por el costado con decisión hacia la entrepierna, aunque sin llegar a alcanzarla.
FdR.: pausa | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Sáb Abr 26, 2014 6:02 pm | |
| Cuando me atrajo hacia su pecho, quizás ansiosa, como yo, por aquello, llegué a sentir cómo se me escapaba una leve sonrisa de satisfacción, mientras me centraba en complacerla, en devorarla, en hacer mío cada rincón de su cuerpo que lograba alcanzar con el mío propio. Me era difícil no distraerme con cada uno de sus jadeos, con cada movimiento sugisrente, con cada tirón de sus dedos, pero al mismo tiempo mi cuerpo seguía funcionando, excitándose, buscándola sin necesidad de que yo diese orden alguna.
Apreté un poco más contra ella con la rodilla. Cuando noté el peligroso descenso de su mano, el dragón deseó con fuerza ser él la meta y acabar con aquella tensión que tenía. Finalmente, con esfuerzo heroico, abandoné sus pechos con una última caricia de la lengua. Quise volver a sus labios por un momento, a comerla de nuevo, pero no me sentía con fuerzas para pasar de nuevo por el pecho sin detenerme, de modo que lo evité, e inicié el descenso por su vientre, lentamente, atrapando cada centímetro de piel con los labios, depositando un suave beso justo bajo el ombligo. Al llegar a la pelvis pasé por encima, recorriendo la tela como si fuese parte de su piel, aunque desviándome hacia el muslo derecho. Las manos habían descendido también, al trasero primero, y luego asiendo sus piernas desde atras, invitándolas a mantenerse abiertas. Mientras tanto, yo recorría con los labios la cara interna de su muslo, hacia abajo, mirando de reojo la última barrera de tela que me quedaba, que me tentaba. Pasé por encima de la última de mis metas en aquel momento, sin rozarla siquiera, para ir al otro muslo, quedandome aquella vez más cerca incluso, rondando la zona con deseo, prolongando mi propio sufrimiento por el ansia de tomarla, sintiendo un tirante amago de sonrisa en los labios por tenerla tan cerca. Y finalmente fui, con sumo cuidado, por encima de la ropa, acariciando suavemente con el tabileque nasal, con los labios, apenas un roce, sintiendo su calor, su humedad, el aroma más bello de la mujer, mientras el pulso se me desbocaba y se me escapaba algún jadeo suave, ansioso, contenido.
El cuerpo me ardía, tenía fuego por sangre, y no se me ocurría, en aquel momento, sitio alguno en el que tuviese más ganas de encontrarme que entre sus piernas. | |
| | | Lea
Edad : 31 Mensajes : 1311
| Tema: Re: Establos Sáb Abr 26, 2014 6:23 pm | |
| El contacto de su pierna entre las mías me alivia un tanto, así que lo busco incluso sin ser del todo consciente de ello. Me hace descargar un poco, aunque sea mínimamente, la tensión del cuerpo, aunque también colabora en hacerme sentir más mi propia excitación, el calor y la humedad que dejo ir, cada vez de forma más evidente.
Llego a alcanzarlo con la mano, incluso a dar un par de caricias, aunque sin tomarlo con la mano. Lo estimulo un momento, pero me detengo al verlo dudar de a qué dirigirse. Es cierto que me gusta alterarlo, pero tengo una cierta curiosidad, así que me retiro en una caricia lenta, ondeando el cuerpo ligeramente, subiendo apenas unos milímetros el cuerpo. No sé si ha entendido el gesto, pero el caso es que comienza a descender.
Le suelto el pelo, manteniendo una mano primero en su hombro, luego a escasa distancia de su oreja, rozándola con los dedos, antes de que termine de bajar. Le abro camino entre mis piernas sin el menor pudor, abriendo los ojos para observar cómo desciende. Incluso tengo el impulso de incorporarme un tanto, aunque no llego a hacerlo.
Alzo la cadera para permitir el paso de sus manos bajo mi cuerpo, dejando apoyar en ellas las nalgas, alzando ligeramente la cadera en su dirección. Pero no está tan ansioso como parece. Está lo suficientemente entero como para contenerse. Eso me frustra un tanto. Llego incluso a fruncir el ceño, mientras me ocupo de mantener el cuerpo lo suficientemente tenso como para evitar que refleje el efecto de las cosquillas que recorren la cara interna de mis muslos.
Finalmente, tras un tira y afloja en el que osa pasar por delante de mí sin detenerse a devorarme con más decisión de la que me hubiera gustado, se dirige al foco del placer, sin siquiera ocuparse en mi ropa. Recatado, se acerca, huele, acaricia. Tampoco ahora devora. ¿Qué se ha creído?
Tengo el impulso de deshacerme yo misma de lo poco que queda de mi ropa, pero no lo hago. El lugar de eso, llevo la mano de nuevo a su cabeza, aferrando su pelo con fuerza y hundiendo su cara contra mí al tiempo que me alzo ligeramente, casi como si pretendiera ahogarlo con mi cuerpo. Yo misma puedo sentir el calor y la humedad que impregnan su cara en segundos. | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Establos Sáb Abr 26, 2014 7:13 pm | |
| Me encontraba en el mejor lugar que podría haber soñado, disfrutando de la tensión que me provocaba estar allí sin abalanzarme, como las viudas me habían enseñado, disfrutando y calmado. Y, de pronto, sin previo aviso, me vi empujado por sus manos, y ella misma se encargó de despertar los instintos innobles y poderoso que tanto me costaba contener, arrancándome un gruñido ansioso, un jadeo ahogado, mientras sentía cómo me impregnaba de ella y deseaba hacerlo sin intermediarios. Rompió en aquel instante toda la contención que tanto me había costado construír, y me aparté de ella todo lo que su mano me permitió para tirar de su última prenda, deslizarla por sus piernas,y para contemplar lo que no había tenido oportunidad de ver antes. Enseguida sentí cómo con aquello mi dureza aumentaba, si ese hecho seguía siendo posible.
Tenía el vientre tenso de hacer fuerza para no abalanzarme. Aunque ella me había hecho ver que quizás un ataque directo no hubiese sido tan mala idea. Jadeé contra ella, aunque había querido hacerlo de un modo más calmo, y di una primera caricia ascendente con la lengua, larga, lenta, intensa, ahogando un gemido grave, saboreándola directamente, excitándome más. A aquel movimiento lo siguió un segundo, y luego un tercero, cada uno de ellos algo más veloz que el anterior, aunque todavía con un ritmo fácil de aumentar. La izquierda se aferraba a su muslo, acariciándolo, liberando parte de la tensión de mi cuerpo en pegarse a su piel. Primero la recorría entera, sin centrarme en nada en particular, como evaluando la zona, buscando respuestas a mis acciones que me guiasen sobre sus preferencias. Pronto descendí un poco, hacia la entrada a ella, y atrapé la piel suavemente entre los labios para luego recorrerla en círculos, con la lengua, y luego entrar también, saboreándola por dentro, moviéndola en su interior. La mano derecha, por su parte, se separaba del muslo izquierdo de la flamma, arrastrándose por su piel, acercándose a la pelvis, a mi rostro, para separar sus pliegues con cuidado. De aquel modo, cuando abandoné su interior para ascender un poco de nuevo, su piel estaba más tirante y expuesta. La recorrí entonces de nuevo, aumentando la velocidad de mi lengua, pero disminuyendo la amplitud de cada gesto para poder hacerlo, notando cómo su sabor era cada vez menos intenso, por mezclarse con mi saliva.
Hacía ya algo de tiempo que casi contenía jadeos, en vez de respirar con normalidad, procurando controlar por lo menos la velocidad de mi respiración, consciente de que, al igual que en el noble ejercicio, era posible marearse con aquello si uno no tenía cuidado con el aire. | |
| | | Lea
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| Tema: Re: Establos Sáb Abr 26, 2014 7:49 pm | |
| El gruñido ansioso me arranca una pequeña sonrisa de satisfacción, y dejo ir un momento el aire con fuerza al sentirlo revolverse. Eso ya está mucho mejor. Aflojo un tanto la mano, dejando ir su cabeza, acariciándole el pelo un momento antes de dejarlo a su aire, ahora que ha decidido ponerse de verdad en marcha, como yo estaba esperando. No ofrezco resistencia, sino que de nuevo acomodo el cuerpo para ayudarlo a deshacerse de mi ropa con rapidez. No tardo en sentir de nuevo su aliento contra mí, expectante.
Mantengo las piernas en tensión, sin adelantar el cuerpo hacia él, con la respiración algo acelerada pero no descontrolada, esperando hasta que llega el primer contacto. Es lento, cuidado, y me hace tensarme más y dejar escapar el aire, conteniendo un estremecimiento. Hace bastante que no siento esta clase de contacto, pero es difícil olvidar la suavidad que implica y lo bien que se adapta al cuerpo de una. Repite el proceso, acelerando poco a poco el ritmo, y ya hace un tiempo que he decidido dejarlo. Jadeo al contacto, reaccionando al hecho de que acelere, y contengo el cuerpo para no acompañarlo, permitiéndole ser él mismo el que me recorra y me traiga el placer.
Las manos se me cierran en puños en torno a la manta sobre la que estoy tumbada cuando alcanza la entrada. Su seguridad lo hace más excitante; sé que no necesita una guía. Y aún así, como es lógico, mi cuerpo reaccionando a los gestos es en sí mismo una guía. No puedo evitar alzarme ligeramente cuando introduce la lengua, al tiempo que uno de mis jadeos arrastra un deje de voz que no he podido controlar. Me humedezco los labios, cierro la boca y los ojos, trago saliva. Pronto tengo que despegar los labios de nuevo en busca de aire.
Me estira la piel para tener mejor acceso, y como respuesta pego las rodillas al suelo, con las piernas bien abiertas, facilitando su tarea. Cuando vuelve a salir de mi interior abro los ojos un momento para mirarlo. Mi mano derecha desciende con seguridad por el monte de Venus, dirigiéndose con seguridad al foco de mi placer, peleando un momento con su lengua para estimularlo. Acabo por abrirle paso, tirando yo también de la piel desde arriba, dejando la zona expuesta para él. | |
| | | Rick
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| Tema: Re: Establos Sáb Abr 26, 2014 8:29 pm | |
| Sus reacciones no hacían más que aumentar mis ganas de seguir, ganas que llevaba teniendo desde el día de la enfermería, asediándome por las noches, incluso. Tenía el cuerpo tan caliente que casi me agobiaba a mí mismo, pero ya no tenía camisa de la que deshacerme. Los pantalones, sin embargo, no solo impedían salir todo aquel fuego, sino que aprisionaban al dragón, que no lograba alzarse como quería con aquella innoble tela, y ascendía pegado a mi propio cuerpo, buscando salida por algún lado sin hallarla.
Cuando su mano descendió me recorrió un excitante escalofrío, y atrapé un segundo la yema de uno de sus dedos entre los dientes, antes de enfrentarme a ella (o de cooperar, según se vea) por el control de la tan ansiada zona. Cuando obtuve la victoria, continué con lo que había hecho hasta entonces, pero centrándome cada vez más en un solo punto, pasando de los movimientos ascendentes a otros que parecían aleatorios, guiados por la experiencia y las enseñanzas, sin dejarla acostumbrarse a ningún patrón, estimulando a una velocidad mayor que hasta aquel momento. La mano derecha, por su parte, aprovechó que la flamma se encargaba de separar la piel para bajar lentamente, en una caricia, impregnándose en la atrayente humedad. Se me escapaban jadeos, acompañados ya de voz, de gruñidos contenidos casi animales, ansiosos, mientras la devoraba, cerrando ya los ojos, en ocasiones, concentrado solo en dar a su cuerpo lo que me pidiese, pero en satisfacer también mis deseos, sin tener ya muy claro si eran nobles o todo lo contrario. Y Lyo, mientras tanto, inocente, dormía, pudiendo despertarse en cualquier momento para tener una innoble visión, pero habiendo sido olvidado por mí ya hacía tiempo.
Tonteé con la entrada con el índice, ya húmedo, mientras tanto, haciendo círculos a su alrededor, presionando suavemente, comprobando la dilatación, con calma, centrando la velocidad y necesidad en la boca. Finalmente, no obstante, el dedo entró, por completo, y lo dejé inmóvil un instante, estremeciéndome con placer, antes de comenzar con una suave penetración que solo serviría para acompañar a mi cada vez más ansiosa boca. Giraba, doblaba y movía lentamente el dedo en su interior, reconociéndola, aprovechando para aprenderme sus reacciones, sus puntos débiles, sus gustos, disfrutando con aquello casi tanto como si fuese el dragón el que allí se hallase, aunque de modo distinto. | |
| | | Lea
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| Tema: Re: Establos Sáb Abr 26, 2014 9:28 pm | |
| Cuando, aprovechando la ayuda de mi mano, cambia su modo de proceder, el contacto se vuelve más directo, podría hasta decirse que más duro. Sin embargo, mi cuerpo ya está preparado para este tipo de trato, así que reacciona bien. No obstante, sus movimientos improvisados no acaban de convencerme, ya que me hacen impacientarme. Quiero más contacto, más calor, y así se lo hago saber, tomando su cabeza con la mano libre para aprisionarlo entre mis piernas, con un leve gemido, grave.
Parece que no se contenta con la boca, sino que quiere ir más allá. Casi sin controlarlo yo, mi cuerpo lo reclama, ondulando la cadera hacia él al sentir la proximidad de su boca y de su mano. Llego a contraerme cuando lo siento en la entrada, tanteando sin llegar a introducirse, sin que el movimiento de su lengua deje de llamar mi atención, obligándome a dejar ir jadeos que aumentan en intensidad gradualmente.
Cuando, tras juguetear, acaba por introducirse, dejo ir un gemido algo más fuerte, al que siguen pronto jadeos algo más controlados. Dejo de aprisionarlo, relajando el agarre de los muslos, aunque ello no implica relajar el cuerpo. Se me juntan ahora dos sensaciones: la fricción, dentro, hace aumentar el calor de mi cuerpo, enviando oleadas de placer y haciendo más honda mi respiración; la lengua, por fuera, insta mi cuerpo a moverse, buscando un mayor contacto que no sabe muy bien donde hallar.
Acabo por apoyar los muslos en sus hombros, sujetando sus costados con los pies, dejando que mi cuerpo busque por su cuenta qué posición le resulta más cómoda. Me dejo llevar por el placer de forma cada vez más evidente, preocupándome por todos los medios de que no detenga sus acciones. | |
| | | Rick
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| Tema: Re: Establos Sáb Abr 26, 2014 9:59 pm | |
| La comunicación era algo de lo más importante, así me lo había hecho saber Rossel en su momento, guiando mi cabeza, y, en aquel instante, también Lea lo hizo, acercándome a ella, buscando más contacto. Envalentonado por la petición, me hundí más en ella, apurado, como si fuese yo el que estaba recibiendo placer con todo aquello, incrementando el contacto, la velocidad, adoptando un ritmo más sencillo y directo, sin abandonar sus recovecos, pero centrándome ya casi en un solo punto.
Así como al principio ella parecía no sentir, incluso, controlar hasta el más mínimo detalle, en aquel momento sus jadeos, sus movimientos tentadores, su propio calor y la humedad que sentía a través de la boca y la mano, dejaban claro que no era así. Aquello resultaba mejor que cualquier caricia o cualquier palabra de ánimo, haciendo que llegase a costarme el no apresurarme demasiado, el no entregarme a una pérdida total de control.
Al movimiento de la lengua, cada vez más rápido, tuve que unir el propio de la cabeza, acompañando mis propios movimientos para incrementar la velocidad un poco más. De todos modos, era ella la que marcaba, aunque yo actuase todo, con sus jadeos, sus gemidos, más escasos, y los sinuosos movimientos de su cuerpo. La fatiga no existía cuando lo que te movía era el más fuerte y noble interés que el hombre podía sentir. También el dedo comenzaba a descontrolarse, abandonando su lentitud inicial para ir incrementando el ritmo poco a poco, con suavidad, mientras un segundo se preparaba también para acompañarlo, con calma, acariciando su exterior junto a la entrada, sin llegar a hacerlo.
Jadeé de nuevo contra ella cuando me rodeó con las piernas, cada vez más interesado, ya sin tener claro cómo era capaz de evitar la necesidad de mi propio cuerpo de ser complacido. Aunque, por supuesto, sabía que el disfrute de una dama era el verdaderamente importante, el que debía ir en primer lugar, y por ello aguantaría lo que fuese necesario. Había oído de hombres egoístas que no disfrutaban, por algún motivo, de aquello, que a mí me resultaba tan atractivo, tan excitante.
Ya casi sentía que no podía acelerar más, aunque me había asegurado de contar con una última reserva de energía por si acaso, y finalmente uní el segundo dedo al primero, doblándolos ligeramente, frotando en su interior, sacándolos casi del todo y volviendo a introducirlos, resbalando por su piel o moviéndolos independientementro dentro de ella para acariciar diferentes zonas al mismo tiempo, esperando siempre una reacción que me indicase cómo seguir. Ya no necesitaba la mano de una viuda en la nuca, ni las suaves palabras saliendo de sus labios para indicarme qué gestos eran muy lentos, o cuáles muy bruscos. Había ido aprendiendo a leer el cuerpo, y contaba con poder complacerla sin preguntas, basándome solo en sus gestos, en sus sonidos, en su temperatura. | |
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| Tema: Re: Establos | |
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| | | | Establos | |
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