Establos

Ya no sabía donde esconderme de Alexander. Era horrible. Cada día que pasaba me trataba peor y me hacía cosas horribles... tenía un par de moratones en la cara y un ojo un poco hinchado... todo esto debería tenerlo Lyam... no yo...

Estaba por los exteriores en una zona un poco alejada cunado oí un balido y me quedé quieto.

¿Qué demonios era aquello? me acerqué siguiendo aquel ruido y vi una casucha con un farolillo encendido en su interior, que emanaba una tenue y casi inexistente luz.

Me acerqué al farolillo y lo cogí, echándole unas ramas secas en su interior.

-Tristán, enciende.

El dragón encendió las ramas secas que crepitaron dentro del farolillo. Ahora ya podía ver lo que había dentro de aquel lugar.

Era un establo, o algo así...

Había unos cuantos animales, que ante la aparición de luz abundante, se quedaron muy quietos viendo para mi.

-Hola... dije timidamente- ¿que tal?

MEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

Esa fue mi respuesta...

Me acerqué a donde vino el balido... era una osmeja... bueno, 3. Como molaban... tenían cada una la lana de un color y distintos grados de rizo.

-Hola a ti también dije sonriendo.

Los tres animales me miraron fijamente y balaron al mismo tiempo, haciendo bastante escándalo.
-Callad, agoreras! vais a despertar a todos! dije enfadado. ¿teneis hambre? digo cogiendo un puñado de hierba seca y una mazorca de maíz.- tomad, la cena.

Entonces las tres callaron y comieron.

Seguí inspeccionando el lugar... había unas cuadras grandes y vacías: me dieron miedo... quien sabe que clase de bichos guardarían en ellas...


Me quedé sentado encima de la puertezuela de la cuadra de las osmejas, viendo como comían... así por lo menos, me evadiría de la realidad un rato...





Después de largo rato en silencio, vi como las osmejas ya se habían acostumbrado a mi presencia y se habían quedado dormidas.
- Os tengo que poner un nombre... tu serás Maicita, porque te has comido toda la mazorca tu sola...- dije apuntando con el dedo al dormido ser- Tu serás... pueees... Ricita, porque eres la que tiene la lana más riza de las tres. ¿te gusta? ajaja y tu... tu serás Alerta, porque siempre estas alerta de si aparece alguien, levantando la cabeza para ver quien es, como hiciste conmigo...- sonrío. Tengo sueño y el heno parece muy mullido... miro haci los lados... no hay nadie ¿porqué no?

Entonces me tumbo en el heno y me hago un ovillo.- Asta mañana, Maicita, Ricita y Alerta... Buenas noches... y me quedé profundamente dormido.

*se duerme*

El heno me dio calor durante todo el día. Se estaba tan bien, que me lo dediqué enteramente a quedarme despatarrado encima del heno. Parecía que aquel sitio no lo conocía nadie: porfin un lugar para mi solo...

Justo cuando le iba a dar de comer a las osmejas, apareció un chico del sevicio, por lo que me escondí entre el heno para que no me viese. El chico le echó de comer rápido y se fue de allí, dejando a las osmejas durante 23 horas y 58 minutos solas de nuevo... que poca consideración, tenerlas aquí solas y aburridas todo el día... ¿y si las saco a pasear?... no... es arriesgado, necesitaría a otra persona que me ayudase...


Decidí quedarme a hacerles una cama de heno mullida, para que no durmiesen encima de aquella estercolera que tenían por suelo

*se queda*


Después de terminar mi trabajo, decidí irme del lugar... ya llevaba bastante tiempo fuera y estas pequeñas vacaciones habían hecho que se me acumulara trabajo.

*Se va*

Decidimos ir a los establos por mutuo acuerdo por varias razones: están cerca, hace menos frío, hay paja, está, cerca, están cerca, están cerca... Si no fuera por eso, yo hubiera votado por entrar en el palacio. Visto de otra forma, aquí no vendrá nadie.

Hacía mucho que no besaba a nadie. Incluso al recordar el sexo con Aren no recuerdo besos. En aquel momento no hubo más que lo justo y necesario. Sin embargo ahora me permito continuar el contacto que él ha iniciado.

Casi había olvidado lo que se sentía. Por mí estará bien besarlo mientras mañana, o la próxima vez que nos veamos, sea cuando sea, no sea necesario hablar de ello. Ni repetirlo. No como si no hubiera pasado, ni como si no pudiera volver a pasar. Simplemente como si no fuera necesario recordarlo porque haya sucedido.
Ahora mismo no me gusta estar atada a nadie. Y menos a alguien en quien no logro confiar del todo. Demasiadas incógnitas.

Pero por ahora sí me lo permito. Me permito perder un poco el control, porque hace mucho que no lo hago. Entierro una mano en su cabello y lo aprieto con fuerza, tirando un poco. Quizás le haga daño, no lo sé. Espero que no, pero tampoco importa mucho. Muerdo un poco su labio inferior de vez en cuando. Es estimulante notar su sabor, el sabor de alguien. Hacía mucho que no saboreaba a otra persona y no puedo evitar que ello me perturbe. No logro controlarme del todo y ello me pone nerviosa. Actúo un poco sin pensar. De ahí la importancia de que esto no se mencione sin más en otra ocasión. Y de que no se repita porque sí.

Esto no tiene por que ser, necesariamente, más que un caso aislado. Mientras esto se cumpla, puedo besarlo.

Recorría su cuerpo con las manos, sin separar sus labios de los de ella. Nada más llegar, se había quitado los guantes (que siempre llevaba puestos) para poder notar su piel directamente, sin telas inútiles de por medio.

Metió las manos bajo la camiseta de la chica y acarició su espalda. Descendió a su cuello y comenzó a besarlo (entre otras cosas), al tiempo que sus manos ascendieron en busca del cierre de su sostén. Cuando lo encontraron, lo desabrocharon.

—Quítate esto, anda... — murmuró, antes de seguir atendiendo al cuello de la muchacha.

FdR. EHEM
#holaquétal
#fundidosennegroftw

Su destreza desabrochando ropa interior me alegra la noche. No creo que sea un friki que se haya comprado un sujetador para practicar, así que supongo que tiene suficientes nociones para saciarme. Sonrío. Mis manos pasan de su cuero cabelludo a introducirse bajo su camiseta. Palpo su vientre, su pecho... Qué delgado. Recorro su espalda con las yemas de los dedos relajados y luego los crispo, clavando ligeramente las uñas.

Me siento poderosa. Hacía mucho que no sentía algo así.

Comienzo a subir mi camiseta, pero me detengo. Lo miro y mi sonrisa se difumina un poco. Siento el bombear excitado de mi corazón en el cuello. Mi respiración entrecortada, con jadeos que se hacen necesarios para tomar aire suficiente, se hace más patente cuando me desvinculo un poco de la situación. Cuando miro desde fuera lo que sucede.

Un pequeño chispazo involuntario surge de mi piel al contacto con la suya, solo un segundo. Estoy nerviosa. Siempre me costó más que al resto de los chrysos que conocí el controlar mi electricidad. Quizás porque no toda mi sangre es chrysos. O quizás porque sí, porque al ponerme nerviosa pierdo un poco el control.

- Para -susurro-. Por favor...

No puedo hacerlo. Podía hacerlo, pero ahora no puedo. Sí puedo, pero no quiero. Porque no sé cómo se apellida. Ni siquiera sé si se llama Lyam, o si tiene veinte años. Ni siquiera sé si su cabello es realmente negro. Ni siquiera sé si él es la persona a la que tengo que encontrar, a la que quizás debería matar.

No puedo confiar en nadie. No puedo hacer amigos. Y ya lo he incumplido demasiado. No estoy enamorada de él, pero me asusta la química que existe entre nosotros. Me asusta dejarme ir al primer impulso y que el resultado de eso sea que mis sentimientos me nublen la razón. Es demasiado fácil para mí encariñarme con él a un nivel más alto que con el resto.

Me cuesta no mirarlo consternada. Lo más probable es que si le digo que no puedo acostarme con él porque quizás haya alguna posibilidad de que sea una persona que no debería estar aquí, como yo, alguien que ha venido a este lugar mandado por alguna organización por razones muy distintas a las de luchar con el resto de guerreros en Brönte... se ría de mí, pero no puedo correr el riesgo. De ser otra persona quizás lo hiciera, pero...

- Tú primero -. Esbozo una sonrisa, obviamente forzándome a pensar en otra cosa.

Apoyando mis palabras, tiro un poco de su camiseta. Una vez logro que se deshaga de la suya, lo complazco haciendo lo propio.

- Supongo que no es lo que imaginabas -. Sonrío con cierta picardía-. Parecen más grandes con ropa.

No pasará nada si esto no significa nada. Esa es la solución. No hacerlo será sospechoso, simplemente deberé tratarlo como si su significado no trascendiera al placer físico. Además, es demasiado pedir para mí el renunciar a algo que está tan al alcance de mi mano. ¿Acaso no me llevo quejando un tiempo de la ausencia de esto?

Dibujo una sonrisa torcida en mis labios. Me acerco a su oído exhalando sonoramente una buena cantidad de aire.

- Veamos que me ofreces... - susurro mientras, sin pudor alguno, introduzco mi mano en su pantalón, tanteando aquello que supuestamente he venido a buscar.

No pido que sea Aren Darvenwish, pero interiormente pongo en él mis esperanzas: no me decepciones, Lyam. Estoy arriesgándome mucho con esto como para que lo hagas.

FdR- Así que más vale que disfrute ù.u
Y yo me voy a dormir que madrugo. Voy a morir mañana.

Al escuchar la petición de la chica, frunció ligeramente el ceño y se separó del cuello de la chrysos. La observó en silencio, a escasos centímetros de ella, con el ceño fruncido y con la confusión pintarrajeada en la cara. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué le pedía que parase? ¿Había hecho algo mal o...? Escrutó el rostro de la chica, buscando alguna clase explicación en él. ¿Por qué no decía nada...?

Iba a preguntarle qué pasaba, pero la chica se le adelantó. Al escuchar su comentario, el chrysos alzó las cejas, y luego frunció el ceño. ¿Entonces no le pasaba nada? ¿Sólo le había dicho que parara porque... sí? No lo entendía...

—¿Estás bien o ha pasado algo...? — inquirió, en un susurro. Luego negó con la cabeza. Si le pasase algo, se lo diría, ¿no? O, al menos, no continuaría como si nada...

Clavó sus ojos en el rostro de la chica, que ahora sonreía, y le devolvió el gesto. Cuando tiró de su camiseta, obedeció y se deshizo de ella. Al igual que le pasaba en las manos, su pecho tenía algunas cicatrices. Lo mismo le ocurría en la espalda, donde tenía las marcas que le había dejado el látigo del líder caeruleus. Mientras observaba con un brillo curioso en los ojos como la chica se deshacía de su camiseta, pensó que sería todo un engorro que le preguntase cómo se había hecho eso. Esperaba, de todas formas, que, dada la situación, no se fijase demasiado, y que no preguntase nada.

Se acercó a la chica y volvió a besarla cuando terminó de hablar. Colocó ambas manos en su cintura y acercó su cuerpo al suyo. Luego esbozó una pícara sonrisa.

—Eso que acabas de decir es... estúpido... — murmuró, a escasos centímetros del cuello de la muchacha. Cuando terminó la frase, se deshizo de la distancia que lo separaba del cuello de Lester.

Alzó ambas cejas al notar la mano de la chrysos y al escuchar su voz al lado de su oído. Ensanchó su sonrisa, torciéndola ligeramente, y giró la cabeza para poder mirar a la chica. Bajó las manos, que hasta ese momento habían permanecido en su cintura, al trasero de la chica y la besó con una repentina avidez, como tantas veces haría durante el transcurso de la noche.

*se quedan/fundido en negro/ya sabéis lo que hacen, viciosos*

Fdr. a quién me diga algo del post o cualquier cosa, que sepa que morirá lentamente è_e odio escribir esto porque o queda ñoño o basto, así que chitón.
btw...

Spoiler:

Abro los ojos lentamente. Es insoportable. Tengo el cuerpo agotado, y la luz que entra por algunas rendijas de la construcción me ciega, por lo que debo entornarlos.

Miro a Lyam, que yace a mi lado, durante largos segundos. Observo la expresión de su rostro mientras duerme. Parece incluso bueno. Se me escapa una sonrisa. Aparto suavemente el flequillo de su cara, rozando su frente con las yemas de los dedos y luego me levanto en silencio.

Recojo toda mi ropa desperdigada por la estancia y me la pongo procurando no hacer ruído. Una vez vestida, suspiro. Apenas he dormido y estoy incómoda, pero no debo quedarme.

Lanzo una última mirada al chico, sumida en mis pensamientos. Doy un suave beso en su sien a modo de despedida.

- Descansa.

Salgo del lugar sin hacer nada más, en silencio, procurando no despertarlo. Ahora necesito pensar en muchas cosas, y quizás luego necesite acostarme con alguien distinto. Lo que sea para quitarle importancia a esto, para que nos parezca a ambos que no me importa quién sea. Así quizás logre seguir manteniendo la cabeza lo suficientemente fría como para pensar con lógica.

*se va*

FdR- Trollface.

Abrió los ojos y bostezó. Se irguió, se pasó una mano por la cara y estiró los brazos. Luego volvió a pasarse una mano por la cara. Estaba cansado y había dormido fatal.

Buscó con la mirada a Alehyss, y, al no encontrarla, frunció ligeramente el ceño y parpadeó un par de veces. Resopló, se pasó una mano por el cuello y se levantó. Recogió su ropa y se vistió en silencio.

Suspiró. Le dedicó un último vistazo a la estancia, y salió del lugar, en dirección al Palacio.

*se va*

fdr. cutre post is cutre XDU

Habia decidido salir del palacio para dar una vuelta, hacia un buen dia y me sentia con ganas de caminar un rato. A lo lejos vi los establos y decidí acercarme para ver a los tipos de bestias y monturas que habia.

Una vez allí pasé la mano por la valla de madera mientras ojeaba todo lo de mi al rededor, pero por desgracia al deslizar suavemente la mano por la valla, se me clavó una astilla en un dedo.

-¡AAAAhaaaaaay! Grité de dolor mientras cerraba los ojos con fuerza y me sostenia la mano con la otra mano e inclinaba ligeramente la cabeza hacia el techo.

No tardé en abrir los ojos.

Allí estaba, la puta astillita clavada en mi mano, que dolor. Necesitaba quitarmela o se me iba a infectar. ¿Quien me mandaria a mí pasar la mano por la valla de madera? Si es que más idiota y no nacia.

Derrepente con mi grito las bestias del establo empezaron a hacer ruidos como alteradas. Estaba claro que las habia asustado.

*se queda*

Paseaba por los exteriores de Palacio cuando oyó un grito proveniente de los establos. Movido por la curiosidad, decidió acercarse para comprobar quién era el dueño de la voz y, de paso, para saber por qué demonios había gritado.
Al llegar se encontró con la espalda de un flamma al que no recordaba haber visto antes. Ladeó la cabeza, esbozó una sonrisa jocosa y lo observó en silencio durante unos segundos. Corpulento, con el pelo largo y anaranjado... No, definitivamente no lo había visto antes.

Ensanchó la sonrisa.

—Menudo grito... — Dejó escapar una suave risa y dio un par de pasos hacia delante —. ¿Qué te ha pasado?

FdR. Tan hablador como siempre ♥
(dando su nombre como siempre).

se supone que ahora mismo tiene el pelo azul ;3

¡Oh no! Alguien habia visto que grité como una nenaza ¡Mi reputación se iba ir al garete!

Escondí la mano detrás de la espalda y de seguido miré al chico de cabello azul y con un gesto extraño en mi cara le dije:

-¿Qué grito? Nada, yo no escuché nada... Se me daba muy mal mentir y se me notaba en seguida, pero jugaba con la ventaja de que este chico no me conocia así que alomejor colaba.

Y seguí con la mano en la espalda para que el chico no me viese la astilla clavada, que era bastante grande y me impedia cerrar el puño como es debido. Tenia que quitarla cuanto antes, pues me estaba doliendo demasiado, seguro que se habia infectado.

-¿Y tu quien eres? ¿Qué te trae por este lugar? Le dije para intentar desviar el tema del grito.

FdR- Bue, uno habla poco y el otro es tonto, vamos bien xDDD

Alzó ambas cejas y ladeó la cabeza hacia la derecha. Luego asintió un par de veces y rió, jocoso.

—Claro... — Esbozó una sonrisa sesgada —. Me habré confundido... — Señaló, con la mano izquierda, a un par de bestias —. Debieron de ser ellas. Sí, sin duda. Ese grito tan poco animal pertenecía a una bestia — Cerró los ojos y suspiró —. ¡Cómo pude haber sido tan estúpido como para confundir a una bestia con una persona! — Rió —. Desde luego... Qué tonto.

Sonrió y observó la cara del flamma. Ojos verdes y, en la mejilla izquierda, un corte. Se preguntó cómo se habría hecho la cicatriz.

—Yo soy Lyam — respondió, al tiempo que clavaba sus ojos en los del flamma. Ensanchó la sonrisa —. Y lo que me trajo a este lugar fue el grito de las bestias — Torció el gesto y cruzó los brazos —. ¿Y tú te llamas...?

FdR. xDDD sí, vamos bien lol

¿Era mi impresión o este chico estaba diciendo que mi grito fue el de una bestia? Bueno, preferia no meterme más en ese tema, así que me limité a responderle lo ultimo que me habia dicho.

-¿Yo?... me llamo Runek Vanikud, encantado. Dí un paso al frente dispuesto a estenderle la mano... pero derrepente... se escuchó un (chof) en el suelo... Habia pisado una mierda. qué asco, aun que en distintas culturas dicen que pisar mierda da suerte. Y de echo me dió suerte, me recordó que no podia estenderle la mano por la astilla que aun tenia clavada.

Entonces al darme cuenta de que habia pisado la mierda, dí un paso hacia atrás sonrei ligeramente y le dije al chico...

-Je...Je...Je... he pisado mierda. Y me dirigí hacia la paja que habia allí como quien no quiere la cosa, para limpiarme y sacarme esa bosta de la bota.

Miré al chico de cabellos azules y le dije:

-Que suerte la mia ¿eh? Y me rei. Acto seguido añadí:

-¿Y tu como te llamas? Mientras me seguia limpiando la mierda en la paja... como quien no quiere la cosa.

Asintió un par de veces y observó los movimientos del chico un amago de sonrisa dibujado en el rostro.

—Eres completamente afortunado, Runek. Sin duda — comentó, irónico, al tiempo que le daba la espalda y comenzaba a caminar en dirección a la salida de los establos —. ¿Qué te parece si hablamos fuera? Tiene mejor vistas, no hay bestias...

Se calló al escuchar la pregunta del flamma. Frunció el ceño y resopló. ¿No lo escuchaba o qué? Ya le había preguntado quién era, y muy amablemente le había respondido. ¿Por qué repetía la pregunta? Estúpido.

—Lyam. Me llamo Lyam. Cuando me has preguntado que quién he dicho Lyam, y, créeme, me llamo así. — Torció el cuello y miró al flamma, al que le daba la espalda —. Lyam. Soy Lyam y me llamo Lyam. Es un nombre corto, sencillo... — Sonrió —. Fácil de recordar.

Siguió andando y salió del interior de los establos, quedándose a unos metros de la puerta de este. Luego se giró y observó a Runek.

—¿Llevas mucho tiempo en Palacio? No te había visto antes...

Fdr. sí, es un borde xD (y es un pijis xDD).
podemos hablar igualmente en este tema... Se supone que está fuera de los establos, pero cerca de ellos... No sé si me explico x3 Está a las puertas de los establos xDU
(¿te acuerdas lo que te dije en la chatbox? pues eso xDD Estaba visto)

¡Uy! Qué tonto habia sido, le pregunté como se llamaba 2 veces... es lógico que se hubiese molestado por eso, pero bueno, no atendia mucho a razones entre que habia pisado una mierda y querer ocultarle la mano, mi cerebro fallaba.

-¡Ah! ¡Es verdad! Ya te lo habia preguntado. Y reí con un tono suave y amable para quitarle importancia al asunto.

-A veces soy muy burro...Je, Je, Je. Le dije mientras me acercaba hacia la puerta de los establos en la que estaba Lyam. Aun limpiandome los restos de "caca" que me quedaban en la bota por el suelo.

La verdad es que los establos apestaban, era mejor salir a fuera como habia hecho el chico de pelo azul.

Una vez ya fuera me estiré metí las manos en los bolsillos de la chaqueta (para ocultar la astilla de paso.) y me incliné ligeramente hacia Lyam para decirle:

-Tio... Como apestaba ahí dentro ¿eh? Y no, no llevo mucho tiempo en el palacio.

-FdR Nah, tampoco es tan borde, bue un poco sí pero no mucho xD

Asintió al escuchar las palabras del flamma y observó cómo se acercaba a él. No respondió a sus primeros comentarios, puesto que no tenía nada más que añadir, y se limitó a mirarlo. Cuando se acercó a él, alzó ambas cejas, sonrió y dio un paso hacia atrás. Por lo que decía, no llevaba mucho tiempo en el Palacio, motivo que explicaba el hecho de que aún no lo hubiese visto.

—Es lo que tiene un establo — comentó, con sequedad, al tiempo que guardaba las manos en los bolsillos. Esbozó una lacónica sonrisa —. Imaginaba que no llevabas demasiado tiempo por aquí, aunque no estaba seguro — Lo miró de reojo. Ensanchó el gesto —. ¿Conoces a mucha gente? Cuando yo vine me encontré bastante rápido con gente...

FdR. cutre post >.<
es borde, no intentes negarlo e.e
vuelvo sobre las 9 y pico/10 ^^U

Despues de lo ocurrido me preguntó si habia conocido a más gente en el palacio... Y si me ponia a pensar, la verdad es que habia conocido a bastantes. Primero a una chica que me pegó una patada, después a un flamma bastante tonto y a una chica con un tic en el cuello... creo que se llamaba inger. Y no me podia olvidar del piscis este rubio que actua como un niño y hablando de niños, también me acuerdo de la parvus feliz del cementerio y... como los cementerios dan mal rollo también me acorde de ese tal Zarcharyas y no tardé nada en recordar al tio malhumorado que decia que queria matarme, también por desgracia... y tampoco podia olvidarme de aquella chica llamada Hewina que tocaba una preciosa melodia y me salvó de un Tidnle y como no, Alehyss otra chica encatadora aun que algo reservada.

Habia conocido a mucha gente en el palacio y todos ellos más o menos me habian caido bien, excepto el tipo que queria matarme ¿De que iba ese piltrafilla? En fin, no tuve la oportunidad de conocerlo demasiado a fondo.

Suspiré, y rapidamente le respondí:

-Buf... sí, he conocido a bastante gente a pesar de llevar aquí poco tiempo. Bueno, la verdad es que ya llevaba aquí un tiempecito pero no habia visto a nadie más nuevo que yo... así que supuse que yo era el más nuevo de todos.

En ese mismo momento me empezó a doler la mano con la astilla... y cerré los ojos, pero aguanté con el dolor un poco más, no queria que mi reputación cayese así como si nada, más tarde iria a la enfermeria, además era una simple astillita, y yo era un guerrero hecho y derecho, una mierda de astillita no iba a poder conmigo.

-Bueno Lyam... ¿Y tu has conocido mucha gente en el palacio? Le dije mientras seguia con las manos en los bolsillos de mi chaqueta.

FdR- Perdonad que tardase andaba ocupado y bue aun sigo, pero almenos pude sacar un poco de tiempo xD

Hace mucho que pasó lo de Lyam, pero he estado evitando venir a este lugar desde entonces. De hecho, no tengo ningunas ganas, pero he de hacerlo porque olvidé el sostén. Puede parecer estúpido, pero cuando una quiere largarse del lugar en el que acaba de acostarse con alguien no puede pararse a buscar cada una de sus prendas de ropa si pretende no ser vista. Así que tras echar una ojeada por la estancia, tuve que rendirme y dejar para otro día aquella búsqueda. Y aquel día es hoy. Hoy y ahora. Confío en que al menos la estancia esté vacía.

Pero justo antes de entrar, al doblar una esquina... Mi gozo en un pozo. Lyam y Runek. ¿Podrían venir también Aren Darvenwish y Rick Imbécil Dehnel? Me encantaría la experiencia...

- Buenas noches -digo lo más relajada que puedo.

FdR- Hola~~ Me cuelo~~ Dice Lyam que ahora viene a postear~

Asintió al escuchar su respuesta. El flamma, según sus palabras, había conocido a bastante gente a pesar del poco tiempo que llevaba en Palacio. El chrysos se preguntó, dado que no había dado ningún nombre, quiénes serían. ¿Conocerían a la misma gente? ¿O el flamma había hablando con gente que el chrysos no había visto antes? ¿Sabría quién era el tal Zacharyas del que tanto había hablado Dehnel aquel día? ¿Conocería a Alexander Price? ¿Le caería bien? ¿Sí? ¿No? ¿A quiénes conocía, cómo se llevaba esa gente...?

—He conocido a bastante gente, sí — respondió, con sequedad. Miró de reojo al flamma. Sonrió —. Y todos son bastante simpáticos, salvo Alexander Price, un caeruleus que no sé si conocerás...

Desvió la vista. Hacia tanto que no se encontraba con alguien nuevo... ¿Qué podía preguntarle? ¿Le respondería? A primera vista parecía bastante simple, pero...

Una voz conocida lo sacó de sus pensamientos. Alzó la vista del suelo (donde la había clavado hacia unos segundos) y miró a Alehyss Lester, la dueña de la voz. Sonrió. Quería hablar con ella desde que se había encontrado con Dehnel...

—Buenas noches — Ensanchó la sonrisa —. ¿Qué tal...?

FdR. BUH
siento la tardanza, pero, como dije, estaba con trabajos : 3

Vaya... Lyam conocia a los mismos tipos que yo... o bueno, almenos el caeruleus que mencionó podria ser ese tipo que me queria matar y el nombre Alexander me sonaba... Probablemente fuese el mismo.

Escuché la voz de alguien y no tardé en mirar hacia donde provenia el sonido. Era Alehyss... ¿A que habia venido a los establos a estas horas de la noche?

-Bueenas. Le respondí saludandole con la mano que saqué del bolsillo.

Al parecer Lyam y ella se conocian, o eso fue lo que me pareció. Acto seguido levanté ligeramente el pie para comprobar si seguia manchado y bueno, un poco de "caca" si tenia, pero ya me habia quitado la mayor parte en la paja del establo.

Puse el pie en el suelo y lo arrastré hacia atrás mientras di un paso hacia delante acercandome a Alehyss. No pude evitar preguntarle:

-¿Qué estás haciendo a estas horas de la noche aquí? Bueno, lo siento si me meto donde no me llaman pero no me parece normal que una chica como tú, salga del palacio a estas horas de la noche para ir al... Y derrpente me dí cuenta, ya lo entendia todo. Alehyss tenia una aventura con Lyam, solo que Lyam habia llegado antes que ella.

Me callé durante varios segundos y los miré a los dos y les dije:

-Oh... ya veo... creo que sobro. Y no pude evitar reirme de forma picara

-FdR Os pilló ò.o xDDD

Estoy algo tense, pero me veo obligada a relajarme para no parecer sospechosa. O una tía loca psicópata. O, en general, alguien raro.

- Buenas noches, Lyam. Y bien, gracias -respondo, escueta.

Lo miro unos segundos y luego desplazo mi vista a Runek. Lo que pasó la otra noche no ha de repetirse y el pelirrojo es grande, por lo que tengo mucho cuerpo que mirar para entretenerme si flaqueo.

- Solo estaba paseando. Se me ocurrió venir a este lugar porque me gustan los animales -miento-, pero la verdad es que es más grato encontrar personas agradables con las que hablar -. Mentiras ascendiendo-. Así que tranquilo, puedes quedarte si quieres. Por mi parte, no hay problema.

Esbozo la sonrisa menos falsa que puedo dibujar.

- ¿Y qué hacéis vosotros por aquí? No tendréis una aventura, ¿no? -. Sonrío. Bromear es lo mejor que puedo hacer.

Quiero largarme.

Asintió.

—Me alegro... — murmuró, como respuesta al comentario de la chrysos.

Luego miró de reojo al flamma, que acababa, no sabía muy bien cómo, de llegar a la conclusión que le había dado la gana sacando las cosas de cualquier tipo de contexto. Frunció el ceño y miró a la chrysos mientras esta hablaba. Cuando terminó, rió.

—Runek, ya te he dicho antes que si vine hasta los establos fue porque había escuchado ese grito del que tú, por supuesto, no sabes nada — apuntó, cortante —. Así que, como dice ella, quédate si quieres. Yo tampoco tengo ningún tipo de problema.

Realmente, en cierto modo, lo tenía. Quería hablar con la chica acerca del tal Zacharyas y demás, pero no quería hacerlo delante del flamma. Chasqueó la lengua. Luego clavó sus ojos en los de la chica y esbozó una amplia sonrisa, jocosa.

—¿En serio crees que tenemos una aventura? — inquirió, con un deje divertido en la voz. Luego dejó escapar una suave risa —. Lo siento, Runek, pero no eres mi tipo — Miró de reojo al chico. Luego volvió su vista a la chrysos —. Nos hemos encontrado hace un rato, nada más.

Miré a los dos mientras hablaban y escuché atentamente sus palabras... sugirieron que yo y este tipo de pelo azul estabamos saliendo.... Bueno, si le ponias tetas, aun tenia pinta de chica. De todas formas no me gustaba, demasiado pijo y borde para mí... y bueno que sea un hombre ya sacaba todo tipo de posiblidad.

-Lo siento Lyam, sin ofender, no me van los pijos. Le dije con un tono seco como habia hecho él conmigo.

Me dí la vuelta aun que las manos en los bolsillos y entré en los establos, aun me seguia doliendo un poco el dedo con la astilla, pero era un dolor soportable.

-FdR cutre post, no se me ocurria otra cosa xD

No me sorprende que no estén liados porque no entraba ni de lejos en mi concepto de ellos, pero de todas formas esbozo una sonrisa.

- Bueno. No te preocupes, Runek. Si no es él la persona indicada, ya llegará. Tú sigue buscando -comento jocosa.

Miro de soslayo a Lyam, recuperando algo de seriedad.

- Lo siento también por ti. Tendrás que seguir esperando a que el amor llame a tu puerta.

Mantengo la mirada clavada en él unos instantes. No puedo evitar pensar en que suena mucho a indirecta, pero espero que Runek no lo vea así. Lyam que se lo tome como quiera.