Establos

Frunció el ceño y giró la cabeza en dirección al flamma. ¿Pijo? ¿Acababa de llamarle pijo? ¿A él? ¿PIJO? Pijo era Alexander, no él. Por el amor de Mithos, ¿cómo que pijo?

—¿Cómo que pijo? — Observó su espalda. Parpadeó un par de veces. Desvió su vista —. No soy pijo...

Miró a la chica y esbozó una sonrisa al escuchar sus comentarios.

—Bueno, no te preocupes. Tengo todo el tiempo del mundo — murmuró, jocoso —. Cuando quiera venir, que venga.

Ensanchó la sonrisa y clavó sus ojos en los de la chica. Luego miró de reojo a Runek, que estaba en los establos, y se acercó un poco a la chica.

—¿En serio vienes a ver los animales? Me sorprende... — inquirió, lo suficientemente alto como para que ella lo escuchase, pero lo suficientemente bajo como para que el flamma no. Torció una sonrisa —. Por cierto, me gustaría hablar contigo... Algún día de estos...

Alzó ambas cejas y retrocedió un par de pasos. Luego volvió a mirar al establo.

FdR. ¿PIJO? ¿PIJO? SOS

Los dejé un rato a solas mientras yo andaba por el establo, mirando la clase de bestias que habia. Me apetecia montarme en una de ellas y dar varias vueltas por ahí, pero no sabia si podia hacerlo.

Derrpente pisé algo blandito, estaba envuelto en el barro del establo y no sabia muy bien lo que era. Me agache de cuclillas y lo cojí lo miré varios segundos, no sabia bien lo que era hasta que lo limpié un poco con mi pantalón.

No podia creerlo, era un sosten y bastante grande, por cierto... ¿Pero qué puñetas hacia allí un sosten?

Me giré rapidamente y miré a Alehyss y Lyam a la vez y les grite:

-¡Hey chicos! Mirad que he encontrado, tremendo sostén. Dije mientras zarandeaba el sostén de un lado a otro agarrandolo por un extremo y acto seguido añadí:

-¿Que clase de mujer puede tener semejantes tetas? Sonrei. Aun que mi aspecto no era el más apropiado y parecia que me habia revolcado por el barro.

Lyam me responde jocoso, alternando su posición, acercándose a mí y alejándose a ratos.

- Pues ya hablaremos, de acuerdo. Te concederé una tarde -. Mantengo su mirada, pero pronto Runek nos llama y entro a ver qué quiere.

Maldición.

Mantengo el rostro sereno, pero mi interior no está para nada tranquilo. Solo hace falta un breve comentario de Lyam para...

Fuerzo una sonrisa.

- Parece que hay los que se divierten viniendo aquí a pasar la noche. Hay que ser desvergonzado...

FdR- XDDDD

Como respuesta al primer comentario de la chica, murmuró un seco gracias. Luego, al escuchar los gritos del flamma, desvió la vista hacia ese punto. Alzó ambas cejas, frunció el ceño y miró a la chyrsos de reojo. Eso explicaba porque estaba ahí...

Chasqueó la lengua, esbozó una torpe sonrisa y clavó sus ojos en la figura del flamma.

—Desde luego... Cuánto desvergonzado hay en Palacio... — Ensanchó la sonrisa. Miró de reojo a la chica —. Y sobre lo que preguntas, Runek, fuese quién fuese, seguro que era una chica bastante despistada. O alguien con prisas. O ambas...

Volvió a chasquear la lengua.

Todavia estaba en posesión del sosten y no pude evitar hacer la gracia poniendomelo, me quedaba un poco grande así que me lo quité y me lo puse en la cabeza, despues me lo quité de la cabeza y lo olí, la verdad es que me arrepentí de haberlo hecho. Por que olia fatal, se habia mezclado con el aroma del barro y del establo y el olor no era demasiado agradable.

Después de haber hecho el tonto con el sostén me quedé pensativo mirandolo... y les dije a los dos.

-Me lo quedo. Y lo guardé en el bolsillo de mi pantalón.

-Quien sabe, si lo lavo y esas cosas, se lo puedo regalar a esa chica afortunada. Dije mientras sonreia de forma tonta. No era muy normal llevarse un sostén de alguien que ni conoces y seguramente volveria a por él. Pero me habia hecho gracia.

Me dirgí otra vez hacia ellos, y les dije:

-Bueno chicos, creo que se me hace tarde, estoy cansado y quiero descansar. Espero que no os importe que me haya quedado el sostén. Al fin y al cabo lo habia encontrado yo y alomejor podria encontrar a la chica que lo habia perdido.

-Hasta otro dia... Les dije mientras me adentraba en la oscuridad que llegaba hasta el palacio.

*se va*

Miro a Lyam de reojo, captando su mirada. Muy gracioso.

- Quizás era alguien que tenía prisa, sí. Puede ser...

Mis palabras se ven cortadas por la actitud de Runek: manosea, olisquea y se pone mi sujetador sin otro motivo que el de ser un varón. No puedo creérmelo. Y lo más alucinante es que después de hacer eso decide quedárselo. Quedárselo y regalárselo a la chica "afortunada" a la que quizás conozca.

Mi sujetador...

Mantengo la serenidad mientras se despide y luego hago un gesto con la cabeza correspondiendo a su saludo.

- Que descanses -le digo, y lo veo irse.

Silencio.

Silencio.

Silencio.

- Joder.

Frunció el ceño y observó cómo el flamma jugaba con el sostén de la chrysos. Definitivamente, o era tremendamente infantil o nunca había visto uno antes y se sentía completamente fascinado por él. Cuando dijo que se lo iba a quedar, el chrysos puso los ojos en blanco y resopló. Se preguntó qué tenía pensado hacer. ¿Iría detrás de todas las féminas de Palacio preguntándole si aquel sostén era suyo? ¿Pondría un cartel diciendo que había encontrado un sostén perdido y que, por favor, la dueña fuese a recogerlo? Era absurdo...

—Hasta otra... — murmuró, con sequedad.

Chasqueó la lengua y miró a la chica. Permaneció un rato en silencio, sin saber muy bien qué decir, y, cuando la chrysos habló, se acercó a ella. Esbozó una corta sonrisa.

—A... A ver, mujer... Tampoco es... El fin del mundo... — susurró —. Y, bueno, ¿qué posibilidades hay de que sepa que es tuyo? Dudo que vaya parando a todas las chicas del Palacio para preguntarles si el sostén es suyo o algo así... — Rió —. Si lo hace, seguro que pensarán que es un depravado. O alguien que nunca ha visto un sostén, que, por cierto, era lo que parecía...

Miró a la chica.

Lo miro de reojo.

- No me preocupa demasiado lo que haga con él. Solo me preocupa que es mío, y si algo es mío, aunque sea un palillo de dientes, no me gusta que otro se haga con él como si lo regalasen. Es solo eso. Además -.Hago una breve pausa- . He venido hasta aquí por él, y ahora he fracasado en mi misión y, por si fuera poco, seguramente ahora quieras tener esa conversación de la que hablabas antes.

Maldita sea. Ojalá me equivoque, él tenga un sueño de muerte y decida que no, que quiere irse a dormir la mona y no hablar de cosas que NO HAN PASADO.

Frunció el ceño. Menuda actitud... Retrocedió un par de pasos y puso las manos en alto, como si algún guardia le estuviese cacheando. Luego habló.

—¡Oh, disculpe, señorita Lester! ¡Lamento haber intentado animarte! ¡Tranquila, no lo volveré a hacer! En su lugar, dejaré que maldigas por lo bajo y que te comas el tarro porque Runek tiene tu maldito sostén que, por cierto, a lo mejor no lo tendría si no te hubieses pirado como si te fuese la vida en ello — bufó, molesto. Guardó las manos en los bolsillos y la miró de reojo—. Y si no quieres hablar conmigo, ¡no lo hagas! ¡Ni que te estuviese obligando! — Desvió la vista —. Lo único que quería preguntarte era si conocías a un tal Zacharyas, porque, según Rick Dehnel (quien opina que eres una prostituta, por cierto), va por ahí diciendo que torturas a la gente. Nada más.

Chasqueó la lengua.

FdR. Ahora me enfado y no respiro ¬¬
xDDDDDDD

Frunzo el ceño. Se comporta como un imbécil, poniéndose a gritar como si tuviera doce años, yo fuera su maldita novia y me hubiera olvidado de regalarle alguna mariconada por su cumple. Alzo la cabeza, airada.

- Haz lo que te plazca, Lyam -. Gruño-. ¿Qué esperabas? ¿Que me quedara toda la mañana a darte besitos y a despertarte con una buena taza de chocolate? ¿Con una mamada, quizás? Lo siento, no soy de esas, por mucho que Dehnel se esfuerce en hacérselo creer al mundo.

Me aparto un mechón del pelo del rostro. Estoy enfadada. No es la vez que más lo he estado en mi vida, pero sí me ha molestado que se pusiera a echarme cosas en cara como si por un polvo ya estuviéramos casados.

Me anoto, sin embargo, el dato del tal Zacharyas sin decir nada sobre él. Es algo importante a investigar.

Soltó una carcajada sarcástica y frunció el ceño. ¿Pero de qué demonios iba?

—¡¿Pero de dónde demonios sacas eso?! ¡Interpretas las cosas como te da la gana! — exclamó, más molesto que antes —. ¡No esperaba que te quedases toda la mañana, ni que me despertases con una buena taza de chocolate! ¡Y tampoco con una mamada, por el amor de Mithos! Ni tan siquiera me molesta que te hubieses ido... — La miró de reojo. Chasqueó la lengua —. Y, por cierto, no creo que seas una puta como Dehnel dice. Y, por si te interesa, tampoco creo que tortures gente, a pesar de lo que digan.

Resopló. Estaba molesto. ¿A qué venía esa actitud tan borde con él? ¡Ni tan siquiera le había hecho algo! Cruzó los brazos y la miró. Suspiró

FdR. cof... (yo no digo nada y lo digo todo, eh)

Me quedo mirándolo, mientras me replica. AL respirar agitadamente, furiosa, noto como se me dilatan las fosas nasales. Aunque, sinceramente, estoy que echo chispas, sus palabras logran apaciguar un poco mi ánimo, haciendo que me piense dos veces la respuesta que le voy a dar. Eso está bien, porque quizás he sido algo dura de más.

Abro la boca para hablar, pero la cierro al instante. Repito esto un par de veces, pero todo lo que se me ocurre me parece demasiado borde para ser dicho y que no suene a ataque gratuito. Finalmente, respiro hondo y le doy la espalda.

- Creo que voy a irme a dormir -mascullo.

Mejor eso que acabar enzarzados en un combate a muerte por orgullo.

Observó a la chica en silencio, esperando alguna contestación por su parte. Mientras permanecían en silencio, el chrysos pensó que, tal vez, había exagerado un poco (un poco bastante) su reacción. No tenía por qué haber alzado el tono de voz, a pesar de que su actitud sí que le había molestado. Aunque, bien pensado, igual era normal que estuviese irascible...

Suspiró y descruzó los brazos. De reojo, miró cómo le daba la espalda y escuchó su comentario. El chrysos bajó la cabeza y avanzó un par de pasos hacia la chica.

—Lo siento, en serio... — balbuceó —. No pretendía gritarte, ni comportarme como un borde ni como un imbécil ni... — Alzó la vista del suelo y contempló la figura, ahora distante, de la chrysos. Suspiró —. ¡A...! ¡Alehyss, lo siento...!

Dejó que la frase se perfilase en el aire y bajó, de nuevo, la cabeza. Se maldijo por lo bajo y volvió a suspirar. ¿Habría escuchado algo de lo que le había dicho? Pensó que, probablemente, no. O, si lo hizo, lo ignoraría. Suspiró. A veces podía ser un tremendo bocazas. Un bocazas estúpido.

Le dedicó un vistazo al sitio y, después, comenzó a caminar en dirección a Palacio.

*se van*

FdR. A alehyss se le fue internet u.u
Y... personaje mío, ¿por qué te disculpas? ¿por qué te ablandas con ella Ò__ó?te voy a desheredar Porque no entiendo ¡¡¡¡nada Ò_____ó!!!! ARGH... Esto es de risa è__é Muere lentamente, MUY LENTAMENTE.

Estaba caminando por los alrededores del castillo cuando un olor un tanto peculiar me llegó. No es que fuera agradable, todo lo contrario. En un primer momento pensé que podría ser yo y eso provocó que frunciera el ceño, pero un segundo después me di cuenta de que no podía ser ya que si no lo estaría oliendo todo el rato.

Así que un tanto curiosa, seguí el infame olor que me llevó a una puerta de madera. Me paré delante de ella y miré las vetas de la madera, levanté la mano izquierda y deslicé un dedo por una de las vetas, la más marcada. Después de seguir el camino durante unos segundos, dejé caer la mano y sonreí.

La puerta chirrió cuando la abrí y cuando la poca luz de lo que quedaba de día entró en la estancia, pude distinguir un establo. Mi sonrisa se ensanchó, hacía mucho que no veía animales y ya que ahí había un establo, debía de haber unos cuantos por brontë.

*Se queda admirando el establo desde la puerta*

Al final la herida de la astilla que me clavé el otro dia, no habia sido tan grave y se me curó a los pocos dias. Ahora lo que me preocupaba era de quien seria ese sujetador. Pregunté por el palacio desesperadoa todas las chicas y muchas de ellas me llamaron descarado, me pegaron, me apalizaron ¡Pero yo tenia que saber de quien era! No era una cuestión de perversidad sino de curiosidad.

Así que durante la noche decidí volver al lugar donde me habia encontrado el sujetador esperando que la chica se diese cuenta de que lo habia perdido y volviese.

Pero al llegar, ví la puerta abierta, sin duda habia alguien dentro. Me adentré un poco más mirando a mi al rededor y cuando miré hacia la izquierda pude contemplar a una chica con alas... que me resultaba familiar... ¡Espera, era Tham! ¿Qué hacia ella aquí? ¿Vendria buscando su sujetador? No pude evitar esconder mi curiosidad y sin que me viese decidí sorprenderla por atrás.

-¡Bu! Le grité por detrás mientras le tocaba con mis dedos en su cintura.

Yo era así de impulsivo y me gustaba gastarle bromas a la gente.

Noté unos dedos fríos en mi cintura y el sonido de algo raro. Dí un saltito en cuanto noté los dedos.- Maldito pecec- Me interrumpí a media frase porque cuando me giré esperando encontrarme con el joven piscis, me encontré con una melena larga y roja.

Mis mejillas se sonrojaron al darme cuenta de que era el hombre que me había "tocado" una vez en las termas. Di un salto con la ayuda de mis alas hacia atrás y retrocedí metro y medio a la vez que sacaba las garras de mis manos, ya que a esa distancia arpa no tendría prioridad. -Qué se supone que haces aquí?- Le pregunté con los ojos entrecerrados por dos razones: la primera era que estaba un poco enfadada y la segunda que cada vez se hacía más de noche y como no había luna llena no se veía muy bien.

¿Pecec? ¿Pececillo? ¿Me habia confundido con Silvanus? Vaya, no sabia que el tipo este se dedicaba a tocar a la gente así por que sí, yo solo intentaba gastarle una broma a Tham, pero al ver como se sonrrojaba no pude evitar sonrrojarme yo también, aun que intenté disimularlo mientras me rascaba la cabeza y sonreia de manera idiota.

-Je...je...je... Escuché sus palabras atentamente y me preguntó que hacia por aquí... pero eso no era algo que le tuviese que responder yo, sino ella. Así que le respondí de inmediato.

-No ¿Qué estás haciendo tu aquí? No habrás perdido algo ¿no? Le dije mirandole los pechos y entonces me dí cuenta de que el sujetador que yo poseia no podia ser suyo. Era imposible que esos melones fuesen de ella.

Levanté ligeramente las cejas y dejé de mirarle los pechos fijandome en sus ojos aun que mi rostro tenia una expresión de incertidumbre y de duda. ¿A qué habia venido a este lugar?

Por desgracia tenia el sujetador metido en el bolsillo de mi pantalón y sobresalia un poco, esperaba que no lo viese. No queria que pensase que era un pervertido...

-Ey! A caso te crees con derecho a preguntarme eso?- Le pregunté frunciendo el ceño, vamos, primero me da un susto, después me intenta violar y ahora me exige respuestas.- Y a ti que te importa si perdí algo o no?- Lo miré a los ojos y seguí su mirada hasta mis...- PERO QUE TE CREES QUE HACES MALDITO PERVERTIDO!!!- Le grité mientras saqué una flecha y la puse en la cuerda de Arpa, ya me importaba un comino que estuviéramos a un par de metros.-Más te vale tener una buena explicación si quieres salir vivo de aquí...- Siseé amenazadoramente mirándolo fijamente.

¡Hay va! Esta vez si la habia hecho buena, me habló enfadada diciendome que no me importa y en parte tenia razón, pero no podia contarle que en realidad busco a la chica del sujetador de mi bolsillo, es estupido y seguramente pensaria que soy más pervertido de lo que ya parecia.

No tuve más remedio que actuar impulsivamente y aparté de un golpe la flecha que me apuntaba.

-Guarda el arma, no quiero hacerte daño, llevas las de perder debido a la distancia... Le dije muy seriamente mirandola fijamente, no tenia el pico en estos momentos pues lo habia dejado en mi habitación. Pero de todas formas siempre fui un buen luchador y ella no parecia muy buena a corta distancia.

-Estoy buscando a una persona... pero creo que tu no eres la indicada. Le dije mientras le señalaba y miraba disimuladamente a sus pechos.

-Asi que, puedes estar tranquila. Dejé de señalarla y metí las manos en los bolsillos de mi chaqueta y volví a desviar la vista para mirarla fijamente a los ojos.

Tuve que utilizar toda mi fuerza de voluntad para no saltarle a la yugular en el momento en que apartó mi flecha de un golpe.
Analicé la situación, era cierto que mi arma no tenía prioridad en esa situación y por mucho que me molestara, no creía poder con el en un combate cuerpo a cuerpo. Claro que no todo eran músculos y mi velocidad tenía pinta de ser superior a la suya, pero no ganaba nada iniciando una pelea en ese momento, así que opté por bajar un poco la guardia.

- Pero que haces!- Le dije indignada bajando el arma, por mucho que me pesara, tenía razón.- No tienes ni idea de lo valiosas que son estas flechas...- Murmuré analizando minuciosamente mi flecha, pero era lo suficientemente resistente como para que no le afectara un golpecito como ese así que resignada la guardé en el carcaj; mientras el murmuraba no se qué de que buscaba a una persona. Solo alcancé a ver como sus ojos se posaban en los míos cuando levanté la vista.- Estoy muy tranquila, gracias.- Le dije tozuda apartando la mirada y observando un montón de paja.

Seguía oliendo mal y la verdad es que estaba un poco decepcionada porque aún no había visto ningún animal propio de Brontë. -Oye Runek.- Creía recordar que se llamaba así.- Tu sabes si hay animales aquí?- Le pregunté sin desviar la mirada de la paja.

Pensé varios segundos después de escuchar sus ultimas palabras y tal vez me habia pasado un poco, nuestra relación no era muy buena y a ver como le explicaba yo que queria devolverle a una chica su sujetador perdido...

Intenté quitarle importancia a la pequeña discusión que habiamos tenido como habia hecho ella y le respondí a lo último que dijo.
Aun bastante serio y con las manos en los bolsillos me acerqué ligeramente a ella y le respondí mirando hacia al frente sin mirarla.

-Pues ni idea, yo animales no he visto, solo bestias y criaturas de montura. ¿Te gustaria montarte en alguna? Le dije mirandola de reojo.

Yo queria hacerlo, pero no sabia si podia, por esa razón le pregunté a ella con la esperanza de que me respondiese. La cosa todavia estaba tensa y ella todavia agarraba con fuerza su arco, pero esperaba que se calmase al ver que yo no le iba a hacer nada...

Me giré y lo miré a los ojos cuando dijo lo de la montura.- Me gustaría si al pobre animal no le importase, pero me niego rotundamente a hacerlo a la fuerza, cada uno debería elegir qué quiere y qué no quiere hacer, y eso incluye a todos y cada uno de los seres vivos.- Le dije firmemente. Mi postura estaba clara, a mi me encantaban los animales por como eran, por sus actividades y sus formas de vida; no por lo rentables que fueran o el beneficio que les pudiera sacar.

Suspiré al darme cuenta de que mi actitud no estaba siendo la adecuada y relajé mi mano derecha dejando de ejercer fuerza sobre Arpa.

Bueno, la chica tenia razón. Pero si vamos a eso, también es una crueldad tener a animales o bestias encerradas en establos obligandolas a trabajar para la gente como nosotros.

-Quejandote no solucionarás nada Tham... el mundo por desgracia, no es muy justo y por eso me gusta defender las pequeñas cosas justas de la vida. Filosofee, dando mi opinion sobre la vida y acto seguido me giré para apoyarme en una de las vallas de madera pero cuando iba a hacelo se me enganchó en la madera el sujetador de la chica misteriosa que guardaba en mi bolsillo.

Miré el sujetador y miré a Tham, miré el sujetador y volví a mirar a Tham, desconcertado y avergonzado me encojí de hombros y me quedé mirando para Tham esperando que me dijese algo... Decir que eso no era mio, era una tonteria por que se habia visto perfectamente que habia salido de mi bolsillo...

Lo volví a mirar y no dije nada después del comentario que soltó.- Puede que haya algo de inteligencia en esa cabeza...- pensé y e permití sonreír levemente.

Cuando giró la vista hacia abajo yo también lo hice y me encontré con un sostén. Me sonrojé un momento y luego lo miré. -Q-Qué demonios...- Un sostén, el buscando a una persona... Até cabos en un momento y me sonrojé más, por eso me había dicho que yo no era la persona que buscaba! No buscaba una chica, sino a "la" chica para devolverle el sostén que seguro que se había dejado después de... Sacudí la cabeza fuertemente de un lado a otro intentando sacar esa imagen de mi mente.

Miré hacia otro lado esperando que guardara la prenda, de repente se respiraba un ambiente incómodo.

Me acerqué lentamente hacia el sostén mientras ambos lo mirabamos intensamente... ¿Qué se le estaria pasando a Tham por la cabeza? Poco a poco alcancé la prenda por uno de los extremos con los dos dedos, la desenganché y la volví a meter en mi bolsillo.

-Esto no es lo que parece... este sujetador es de mi mmmh... eeh... madre. Solté de sopetón sin haber pensado nada en absoluto y todavia habia quedado peor... ¿¡A que clase de idiota se le ocurre decir que tiene un sujetador de su madre!? En fin... ya estaba dicho y no podia volver el tiempo atrás aun que quisiese.

Lo que no entendí es por que se sonrrojaba... ¿Le gustaba que fuese un pervertido? ¿O es que tal vez estaba pensando otra cosa?

Después de lo que le dije, reinó el silencio durante varios minutos...

-FdR Pobre Runek que mal miente xDDD