|
| Nos asedian los ladrones. | |
| | |
Autor | Mensaje |
---|
Narbe
Edad : 34 Mensajes : 166
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Mar Ago 20, 2013 6:09 pm | |
| El gusano es más rápido de lo que parece y me embiste, haciéndome caer. Ruedo un poco, tratando de ponerme fuera del alcance de esos dientes que gasta, y de las babas ácidas. No podía babear cosas agradables, no, para qué.
Observo cómo mis compañeros se disponen a atacar al bicho repulsivo este. Yo dudo un momento antes de volver a la pelea. Me ha parecido que el bicho protege la parte baja de su cuerpo, pero no estoy seguro. Aunque sería lógico que fuese más blando por ahí, y más fácil de atacar.
- ¡Eh, chicos!- les grito mientras me levanto de un salto-. ¡Intentad atacar por abajo! Lanzo otro flagrare, poco dispuesto a acercarme a esos dientes, pero esta vez trato de darle en la "boca". Con un poco de suerte alguno de nuestros ataques le hará levantarse del suelo. | |
| | | Narrador
Mensajes : 1439
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Mar Ago 20, 2013 11:36 pm | |
| Tras el primer flagrare de Narbe, el enorme gusano había echado el cuerpo a tierra, embistiendo al flamma. Mientras todo esto ocurría, Ayne trataba de mantenerse aferrada al mango de su arma, viendo dificultado su avance hacia la hoja por los bruscos movimientos que hacía la criatura. Pese a todo, pudo valerse de su fuerza suficiente para alcanzar, finalmente, la hoja de su arma y, desde esa posición, pudo, estirando una mano, alcanzar la herida abierta con su mano izquierda. Sin embargo, aunque la herida le permitía meter la mano dentro para aferrarse, la superficie de aquella bestia era muy resbaladiza, y parecía difícil encontrar sobre su cuerpo alguna zona en la que asentarse con estabilidad, sin resbalar. Podía intentarlo, pero con tanto movimiento podría ser peligroso. Mientras todo aquello pasaba en la cima del gusano, Errald y Elektra actuaron cada uno por un lado. Elektra decidió ir por la derecha, corriendo hasta el lateral del gusano desde su posición, lanzando un ataque punzante que acertó en el lateral de la cabeza, clavándose en la carne, haciendo chillar al monstruo. Sin embargo, por desgracia para Elektra, la dura carne del gusano también atrapó su arma en ella, prieta y resistente. Ahora la parvus tenía dos opciones: soltar su arma y probar otra cosa o ser arrastrada por el gusano, que seguía embistiendo, y tratar de buscar alguna forma de arrancar el tridente o ser arrollada, si tenía mala suerte. Errald, por su parte, se preparó para el combate con calma. Estaba habituado a otro tipo de equipos, pero sabía tomar la iniciativa por su parte si era necesario, de modo que aferró su hacha y se echó a correr hacia el gusano, deteniéndose a escasa distancia de él para lanzar un ataque cortante. La bestia no pareció haberlo visto, de modo que no se desvió. Su golpe fue, quizás, más efectivo que el del resto, dado que su hacha no tenía salientes o picos que se enganchasen en la carne, siendo un arma más adecuada para cortar sin encallarse en aquella situación. Sin embargo, la dureza de la piel externa hizo que, de todos modos, el ataque no fuera tan efectivo como Errald esperaba. Un profundo tajo sangrante de casi metro y medio de largo emergió en el lateral de la bestia, que chilló sin detenerse. Al no parar, Errald terminó por tener que retirar su arma si no quería que, al perder la inercia inicial, terminase por encallarse como el resto en aquella piel y lo arrastrase o derribase. Tras recibir el impacto, que lo había lanzado un par de metros hacia atrás, Narbe había conseguido evitar aquellos dientes, aunque se había hecho un rasguño poco importante en el brazo derecho, sobre el que había caído. Aún así se las arregló para indicar a sus compañeros lo que creía haber descubierto y regresar al combate, lanzando un flagrare a la boca del gusano. El flagrare no era muy potente, pero pese a eso consiguió dañar a la bestia, haciendo que volviese a chillar. Sin embargo, en vez de lanzarse de nuevo contra Narbe, el gusano comenzó a agitar su cuerpo a ras de suelo de un lado para otro, buscando desprenderse de aquellas cosas punzantes que dañaban su cuerpo. El enorme corte que le había hecho Errald, además, no dejaba de sangrar con abundancia, provocándole más gruñidos y chillidos. Tras sacudirse, el gusano se detuvo por completo, guardando silencio. El sonido de lo que pareció una inspiración enorme llegó a los oídos de los guerreros. Tras hacerlo, con precisión, el gusano se volvió hacia Errald, iniciando una nueva embestida de frente. Aunque el parvus tenía el tiempo suficiente para esquivarla si no ocurría nada más... Con cada nuevo movimiento, el gusano había levantado más de aquel polen que ya yacía en el pueblo, suspendiéndolo en el aire, esparciéndolo más por la zona. FdR- Narbe, no es necesario que recibas golpes en tu post. Si el gusano solo te embiste tienes la opción de intentar esquivarlo. | |
| | | Ayne Stalon
Edad : 31 Mensajes : 1315
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Miér Ago 21, 2013 4:28 am | |
| El churro azul de cara de cortado se movía mucho, y eso lo hacía más divertido. No pude evitar comenzar a reírme a carcajadas. ¿De quién sería? Yo quería uno así.
Los dedos empezaban a ponérseme blancos de agarrar a Amatista con tanta fuerza. Conseguí meter una mano en la carne y me aferré también a ella. El churro azul era resbaladizo, así que tenía que agarrarme bien para no caer.
Tratando de asegurar mi posición pese al constante bamboleo, intenté introducir un pie en la grieta, pisando el filo de la guadaña y clavándola más en la carne. Con la mano que agarraba la carne, y sin soltar el mango de Amatista con la otra bajo ningún concepto, invoqué un terra der contra la carne abierta.
El churro era azul. Si le sacaba rojo, se haría violeta. Así era más bonito. | |
| | | Elektra
Edad : 31 Mensajes : 263
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Sáb Ago 24, 2013 3:48 pm | |
| Sonreí. Había clavado el tridente en la carne del monstruo, que había hecho que chillase y se retorciese. Me aparté rápidamente, soltando a Jaogín con mis manos, y alejándome del gusano sin darle la espalda ni un momento. No iba a permitir ser agitada -no como Ayne- por esa cosa. El olor, mi pelo... De repente me volví a dar cuenta del asco que estaba dando en ese momento. Cerré los ojos durante un segundo y cuando los abrí, el monstruo yacía en el suelo, retorciéndose un poco menos. Parecía su final cuando de repente comenzó a arrastrarse contra Errald. Ya que no iba a hacer nada sin Jaogín, alcé mi mano apuntando hacia el espacio entre Errald y el monstruo, pues yo podía observarlos desde una perspectiva lateral.
- Pervatia - dije con tono de voz normal, esperando el muro amortiguase el golpe; mi magia no daba para mucho más.
Mientras tanto miraba a Errald. Sonreí.
- No hagas que me arrepienta - susurré manteniendo mi sonrisa. | |
| | | Narbe
Edad : 34 Mensajes : 166
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Lun Ago 26, 2013 12:28 am | |
| Mithos, sí que tenía aguante el maldito bicho asqueroso. Tenía colgando a la mitad del equipo y ahí seguía, luchando y sin querer morirse. Qué poca consideración. Y encima más polvito blanco.
Veo que, tras un breve momento de descanso, se lanza contra Errald. Confío en su capacidad física para evitar el ataque, pero de todos modos lanzo un par de flagrares lo más directos a lo que debería ser la cabeza del bichejo. Con un poco de suerte lograré entretenerlo algo.
| |
| | | Narrador
Mensajes : 1439
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Jue Ago 29, 2013 8:05 pm | |
| El bicho no dejaba de sangrar y chillar, mientras avanzaba hacia Errald. Ayne realizó un terra der contra la carne abierta del lomo del gusano, que resultaba bastante más blanda que su piel. Al realizarlo tan cerca de él, la potencia fue suficiente para ensanchar aquella herida, penetrando en su carne y haciendo salir un grueso chorro de sangre que, sumado al movimiento del gusano, obligó a Ayne a soltarse finalmente. La parvus voló y cayó de espaldas al suelo, a espaldas de la bestia, desde donde se encontraba, recibiendo un fuerte impacto que la dejó sin aliento durante un instante, pero que no ponía en peligro su vida. Elektra y Narbe, mientras tanto, trataban de evitar que Errald recibiese el golpe. Los flagrares de Narbe dieron en su gran objetivo cada vez más maltrecho, hiriéndolo más, agotando poco a poco su cuerpo gigante, pero no parecían suficientemente poderosos como para sacarlo de su trayectoria. Errald se preparó para evitar la embestida, con tan mala suerte que una raíz había atrapado su pie, haciéndolo caer al suelo. Por suerte para él, el pervatia de Elektra le sirvió de algo, pues cuando el gusano chocó contra él chilló de dolor y se desvió un poco de su trayectoria, aunque al pasar unas gotas de aquella baba corrosiva cayeron sobre el brazo del parvus, que enseguida notó la quemazón, como si el brazo estuviese envuelto en llamas. El gusano, desorientado, terminó chocando contra una de las paredes que delimitaban la zona. Tenía varios de los colmillos rotos y su boca sangraba. Jadeante, aún chillando, se desplomó. Respiraba, sangraba y chillaba cada vez más bajo. Estaba vivo, pero débil. | |
| | | Ayne Stalon
Edad : 31 Mensajes : 1315
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Jue Ago 29, 2013 11:37 pm | |
| De pronto, un enorme chorro rojo se me echó encima, y los bruscos movimientos me hicieron soltarme del bicho y salir volando. Pegué un largo grito, que terminó de pronto al chocar yo contra el suelo y perder todo el aire. Sentí un momentáneo dolor en el pecho.
Sacudí la cabeza, aturdida y dolorida, y, cuando conseguí recuperar el aire, tomé una buena bocanada para reír a carcajadas. Me froté la cara para limpiar la sangre, aunque solo conseguí extenderla un poco más. Si me viera el chiquillo.
Fue en aquel momento en el que me di cuenta de que algo me faltaba. Miré alrededor, buscando a Amatista, y la localicé un poco más allá, clavada en la carne del churro azul. Con una nueva risita, me levanté y eché a correr hacia él.
Estaba un poco alto, así que levanté un pervatia bajo mis pies para elevarme. Saltando desde mi nueva altura, me colgué de nuevo de Amatista, tratando de desengancharla. | |
| | | Errald Halvard
Edad : 38 Mensajes : 141
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Vie Ago 30, 2013 4:23 pm | |
| Estúpida raíz. Respiraba de una forma bastante agitada, pues de nuevo, las esporas se habían levantado y ya se notaban sus efectos. Entre eso y el golpe de la caída, Errald se quedó algo aturdido. Pudo ver cómo sus compañeros le salvaban de una muerte segura, lo que le molestó algo. Ahora les debía una.
Se puso de pie y se llevó una mano a su brazo, que presentaba unas marcas de quemadura muy dolorosas. Le dolía como si le estuviesen manteniendo una vela encendida cerca. Era horrible. -Agh...- masculló. Con mirada sombría y arrastrado su enorme hacha, se acercó al mosntruo. Aprovecharía su debilidad para acabar con su vida de una vez por todas.
Dudaba que aquel mosntruo hubiese sido el que robaba a los aldeanos, pues no parecía tener conciencia ni ánimo de lucro alguno. Entonces... ¿Por qué aparecían esporas en las casas? Alguien estaba detrás de todo aquello. Alguna persona había estado en aquel lugar...
Pensando en aquellas conjeturas, alzó su hacha a la altura de la cabeza del bicho. Pronto le partiría la cabeza en dos. Ja.
FDR: Fuerza: **** +1 Resistencia: *** -1 Velocidad: ** Agilidad: *** Técnica: **** Puntería **
ll v
Fuerza: ***** Resistencia: ** Velocidad: ** Agilidad: *** Técnica: **** Puntería ** | |
| | | Elektra
Edad : 31 Mensajes : 263
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Sáb Ago 31, 2013 5:05 pm | |
| Antes de que el monstruo alcanzase a Errald, el viejo tropezó con una raíz. Solté una pequeña risa que traté de camuflar con mi mano desocupada, la izquierda. Pobrecito, perdiendo toda la seriedad que le faltaba casi al final; al monstruo ya no le quedaba mucho tiempo.
Tanto Ayne como Errald se había acercado al monstruo, probablemente para rematarlo de una vez. ¿Debería acercarme yo también o estaría fuera de lugar? Estaba claro que al bicho ese no le quedaba mucho tiempo.
Comencé a caminar hacia los dos que se encontraban al lado del gusano con Jaogín en mano, mientras sonreía. Aún podía oler la peste que desprendían aquellas babas. Sentí de repente un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo. ¡Qué asco!
Estaba ya al lado de mis dos compañeros, y el cuerpo tumbado en el suelo del monstruo, casi muerto. Agarré con firmeza a Jaogín, y lancé mi tridente hacia la cabeza del bicho una y otra vez. Cuanto antes muriese mejor; estaba harta de combatir. | |
| | | Narbe
Edad : 34 Mensajes : 166
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Mar Sep 03, 2013 12:55 am | |
| Afortunadamente, parece que al horroroso bichejo maloliente le queda poco por hacer. Mis pequeños compañeros están descargando en él toda su furia, y yo les dejo hacer. La verdad es que no es el tipo de enfrentamiento que esperaba cuando nos internamos en el bosque. Esperaba más bien... No sé, cuarenta ladrones en una cueva mágica con el suelo cubierto de esporas que los hicieran invisibles. Aunque supongo que mejor un sólo bicho gigante que una horda de tamaño normal.
Me acerco, sin darme prisa, al grupo, pero no bajo la guardia. Lo último que me faltaba es que el gusano se lanzara contra mí dientes por delante como canto de cisne. Sería ridículo... y repugnante. | |
| | | Narrador
Mensajes : 1439
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Miér Sep 04, 2013 5:10 pm | |
| Finalmente, el enorme gusano murió a manos de Errald, no sin antes sufrir varias macabras punciones del tridente de Elektra. El sonido que producía aquella bestia cesó de pronto, y aquella apestosa baba empezó a caer de su boca al suelo, quemando la hierba que quedaba a su alrededor, pero sin dañar a los guerreros. El combate había finalizado. Ayne se acercaba al gusano para extraer la guadaña, pero de pronto, sin que nada hubiese alertado a sus compañeros de ello, se desplomó en el suelo, inconsciente, sucumbiendo finalmente a aquellas esporas que flotaban en el aire. Elektra también se sentía bastante débil ahora que la adrenalina de la batalla había desaparecido de su cuerpo. Los varones, sin embargo, gracias a las telas que tenían en torno a las entradas de aire, se encontraban bastante más enteros. *Ayne está inconsciente*Un crujido a sus espaldas les hizo darse la vuelta. Aquella pesada atmósfera los había agotado más de lo que esperaban, y quizás no aguantasen otro combate. Sin embargo, lo que vieron allí no fue otra bestia, sino la mujer chrysos que los había recibido en el pueblo. - Nada más veros supe que seriáis capaces de acabar con él... -murmuró la mujer, mirándolos con una sonrisa. De pronto esta sonrisa se esfumó, y la mujer bajó la vista al suelo-. Supongo que os debo una explicación... Seguidme.Los guerreros fueron tras la chysos, introduciéndose en la cueva. Ella emitía una tenue luz para que pudiesen ver por dónde iban. Al final de aquel túnel, en un lugar desde el que ya no se veía la entrada. Allí pudieron ver una grieta por la que una persona media podría pasar con dificultad, al otro lado de la cual parecía haber una estancia diferente a la que ocupaban, pero que en la oscuridad pasaba completamente desapercibida. Sin embargo, al pasar la chrysos junto a esta, la luz que emitía reflejó algo en el interior de esta. Un pequeño rostro se acercó a la grieta y, al ver a la mujer, sonrió con gran deleite. Se trataba de un niño que no tendría más de ocho años. - ¡Nha! -exclamó, mirando un instante al interior de aquella sala-. ¡Nha ha venido! El niño calló al ver a los guerreros, cambiando su expresión afable por una fría mirada de desconfianza. Junto a su rostro apareció otro, esta vez de hombre adulto, que miró del mismo modo a los parvus y al flamma. - ¿Quiénes son ellos? -gruñó el hombre, mirando a la chysos. La mujer suspiró, miró a los guerreros y comenzó a hablar. - Ellos son Sumi y Frid. Somos pobres desde siempre... Así que nos hemos estado dedicando a actividades poco lícitas -murmuró. Parecía francamente arrepentida-. Nunca quisimos hacer daño a nadie, solo sobrevivir. Sin embargo... vivíamos en esta cueva y un día descubrimos la habitación que hay al otro lado de esa grieta. En ella encontramos un tesoro. Íbamos a devolver todo lo robado y empezar de nuevo, pero entonces apareció esa bestia y se alojó en la cueva. No han podido salir desde entonces, pero los del pueblo no querían ayudarnos por lo que habíamos hecho...
-¡¿Por qué les cuentas eso? -gruñó el hombre-. ¡Nos entregarán sin más!- No digas eso, Frid... -. Miró a los guerreros-. Teníamos que sobrevivir... Robar no está bien, pero jamás herimos a nadie. Os estaríamos muy agradecidos si nos permitieseis ser libres y empezar de nuevo...El niño sonrió de pronto, mostrando su boca semidesdentada, como era propio a su edad. - ¡Podemos darles algún tesoro por haber matado al monstruo! -exclamó, haciendo amago de volver al interior de la grieta. Frid lo detuvo, dirigiendo una última mirada desconfiada a los guerreros. - Espera, Sumi... -. Miró fíjamente a los guerreros-. Dejad que nos marchemos, por favor. No tenemos intención de seguir robando. Y os daremos a cada uno un tesoro de los que encontramos aquí. Hay cosas muy interesantes.Los tres chrysos los miraron, expectantes, en silencio. Ahora los guerreros tenían dos opciones: aceptar el trato de los desesperados ladronzuelos o apresarlos de todos modos y encarcelarlos, aunque también podrían llevarlos al pueblo para que los aldeanos hiciesen con ellos lo que quisieran. FdR1- Si nadie lleva a Ayne consigo, supondré que sigue desmayada en el exterior, así que decidid. Ella no podrá postear hasta nuevo aviso.
FdR2- Pónganse de acuerdo para saber qué hacer con los tipos estos. Tenéis varios turnos o solo uno, en función de lo que tardéis. Si habláis con ellos y lo considero pertinente, postearé respondiendo. Si tarda demasiado, terminaré sin vosotros. Con un post o dos por cabeza debería bastar, vamos. La recompensa será diferente según lo que elijáis. | |
| | | Elektra
Edad : 31 Mensajes : 263
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Miér Sep 04, 2013 9:34 pm | |
| Al fin. Al fin habíamos acabado con aquel monstruo. Qué pesadez... Todavía seguía sintiendo aquel olor, aquel sabor... Mi cuerpo sufrió un bajón tras haberme quedado quieta durante un instante y, a mi lado, vi caer a uno de mis compañeros. La pequeña y extrovertida chica yacía inconsciente en el suelo. Pobrecita... Miré a ambos chicos, que parecían estar en mejor forma que yo, y sonreí, esperando a que uno de ellos los llevase; mi cuerpo no aguantaría una carga más.
De repente, una chrysos apareció. Su cara era familiar. Tardé poco en darme cuenta de que era la chica que nos había encargado la misión. Tras habernos prometido una explicación, la seguí, entrando en la cueva.
Llegamos a una sala iluminada con dos chicos aparte de la chrysos. ¿De qué iba todo eso? A medida que sus palabras sonaban, mi sonrisa se engrandecía más y más. Landronzuelos que no tenían nada para vivir. Bueno, sí. Robar. Sonreí aún más.
- Nuestro cometido es ayudar a la gente. No distinguimos entre ladrones y personas normales... - Comenté mirando hacia todos, especialmente los tres individuos casi desconocidos -. Además, no tenemos ninguna autoridad... -añadí con jocosidad, mirando hacia mis compañeros.
No me interesaba meterme en más embrollos, y me daba un poco igual el hecho de que fueran ladrones; ni que todos fuéramos unos santos. Miré hacia Errald y sonreí especialmente, seguro que tendría algo que decir en contra. | |
| | | Errald Halvard
Edad : 38 Mensajes : 141
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Dom Sep 08, 2013 12:00 am | |
| Malnacidos... Aprovecharse de ellos con aquella sucia mentira para su propio beneficio. ¡Ladrones, aún por encima! Si aceptaban una recompensa, serían tan ladrones como ellos. ¿Un tesoro? ¿Así, tan gratuitamente? No confiaba en ellos. Ya había confiado en su palabra una vez y casi terminó devorados. Iba a decir que no. Sin embargo, aquella niñata de lengua suelta habló.
Y una polla, rubita. -Yo sí que hago distinciones. -Aclaró, molesto. - Habla por ti. -Yo sí la tengo. Soy guardia del ejército de Humus. -Dijo acercándose a la mujer para detenerla, asiéndola de un brazo.
Miró a Narbe y luego al crío desdentado. Luego entornó los ojos. -No sé lo que opinas. -Le dijo al flamma. - Pero yo no aceptaré ser cómplice de esto. -Dijo manteniendo a la mujer agarrada con fuerza.- Los ladrones, ladrones son, y la gente que ha sido atracada no tiene la culpa.
-Sin embago... -Dijo, mirando al crío de nuevo.- Haré lo que haga la mayoría. Aunque si decidís no entregarlos. -Le dio un fuerte tirón a la mujer.- No quiero nada de lo que me den. -Les dijo con asco.- No seré cómplice de ladrones. FDR: MAL-FO-LLAO. FDR: Mil perdones por mi desaparición ;-; en serio ;O; | |
| | | Narrador
Mensajes : 1439
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Jue Sep 19, 2013 7:30 pm | |
| Narbe se unió al resto de sus compañeros, cargándose a Ayne al hombro, pues dejarla allí podía ser peligroso y ninguno de los otros guerreros lo había hecho.
Una vez los ladrones se hubieron explicado, fue el turno de los de Brontë tomar la decisión final. Narbe observaba mientras sus compañeros hablaban. Primero Elektra, que opinaba que debían ayudar a los ladrones, que parecían arrepentidos. Según la parvus, ellos tenían la misión de salvar a los que le habían pedido ayuda, fueran quienes fuera, y por tanto habían cumplido con su cometido. Errald, sin embargo, opinaba que su misión, como guardia del ejército de Humus, era apresar a todo aquel que hubiese cometido un crimen. No obstante, pareció compadecerse al ver al pequeño, pues terminó por aceptar la decisión del grupo, fuese cual fuese. Narbe, entonces, propuso ayudar a los ladrones, quizás conmovido por la historia de los chrysos o por la mujer, que lo miraba expectante, con cierto miedo.
Los guerreros pudieron ver enseguida cómo los ojos del niño se iluminaban, desapareciendo su rostro entre aquellas piedras al introducirse el pequeño en aquella sala donde parecían guardar su tesoro.
-Gracias -dijo la mujer, acercándose a Narbe y tomándole las manos, mirándolo a los ojos llena de gratitud.
El hombre, por su parte, simplemente los miraba, aún desconfiado, pero más relajado.
El niño, Sumi, regresó junto a ellos, aunque en aquella ocasión portaba un gran saco en las manos, moviéndose de un lado para otro a cada paso, difícilmente. Aquello tenía que pesar bastante, pues se veía claramente que al niño le costaba cargarlo.
-¡Mirad! -dijo, resollando de cansancio, depositando aquel saco en el suelo-. ¡Estos son los mejores!
Frid tensó el cuerpo, como si esperase que los guerreros atacasen al pequeño, aunque no se movió. Sumi, mientras tanto, fue sacando aquellos objetos del saco, depositándolos cuidadosamente en el suelo y mirando luego a los guerreros con ilusión y gratitud. Se acercó a Errald, mirándolo de ese modo.
-Por favor... Os estamos muy agradecidos... Aceptad nuestras muestras de gratitud...
OBJETOS: Guantes de escalada. (Unos guantes robustos con unos pequeños ganchos en las palmas que se clavan en casi cualquier superficie, permitiendo la escalada). Botas ligeras. (+0,5 velocidad, +0,5 agilidad) Capa imitadora. (Adopta el color y la textura del entorno, facilitando el camuflaje a su portador). Farol de luz invisible. (La luz mágica que emite este farol solo puede ser vista por aquel que lo esté tocando en ese momento. Se alimenta de la magia de su portador, de modo que este sentirá fatiga a mayor tiempo de uso.) Espinilleras de hierro. (+0,5 fuerza en las piernas , +1 resistencia en las piernas. Vamos, que solo si te atacan a las piernas o golpeas con ellas) FdR1- Los objetos se entregarán en orden de post, de modo que el que postee de primero podrá elegir el que prefiera y el que postee de último solo podrá escoger entre dos, así que... ¡A competir!
AYNE SE DESPERTARÁ TRAS EL PRIMER POST SIN NECESIDAD DE INTERVENCIÓN DE NARRADOR.
FdR2- El usuario de Narbe no pudo postear antes por problemas de localización, de modo que he incluido en la narración sus acciones como excepción. Disculpad las molestias.
FdR3- No está permitido coger más de un premio. | |
| | | Elektra
Edad : 31 Mensajes : 263
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Jue Sep 19, 2013 7:44 pm | |
| Sonreí ante la reacción de los ladrones, confiaban en nosotros -aunque como para no hacerlo, tras haberlos ayudado-. La chica parecía demasiado efusiva a la hora de mostrar su agradecimiento, ¿no se daba cuenta de que nos había engañado? Podríamos habérnosla llevado con nosotros hasta Brontë, simplemente resultaría un estorbo para todos. El hombre, por otra parte, todavía mantenía una mirada reacia; le dirigí una sonrisa especialmente "amable". Por último, el niño desapareció durante un instante para volver a nosotros con un saco con "trofeos". Pudimos verlos de uno en uno, y sonreí todavía más, no me esperaba ver aquéllo y, sinceramente, no me interesaba nada.
- Estas botas son muy monas, ¿no creéis? - comenté sonriente y con voz alegre hacia mis compañeros, y después devolviendo la sonrisa hacia el niño pequeño, que había traído los presentes.
No eran mi estilo, pero podría modificarlas para ajustarlas a mi estilo...
- Creo que me las quedaré... ¡Muchas gracias! - Exclamé, mirando hacia los ladrones y cogiéndolas sin bajar la guardia. | |
| | | Ayne Stalon
Edad : 31 Mensajes : 1315
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Jue Sep 19, 2013 7:54 pm | |
| Abrí lentamente los ojos, frotándome una con un puño y bostezando ampliamente. En cuanto vi mi situación, en brazos del rojo, comencé a patalear, inquieta, hasta que conseguí que me dejara en el suelo. Miré entonces a mi alrededor, entre curiosa y desorientada.
Parpadeé. Una enorme sonrisa se me extendió por la cara.
-¡Tesoros! -exclamé, lanzándome encantada hacia aquella bolsa.
Rebusqué entre los objetos, cogiendo y dejando unos y otros. Me quedé un momento mirando el farol, tocándolo y soltándolo, riendo al ver cómo se encendía y apagaba la luz. Miré a todas aquellas personas conteniendo la risa.
-Qué raro -comenté.
Me dediqué también a sobar los guantes, mirándolos con verdadera curiosidad. Los probé y los quité, dejándolos con el resto. El resto, por algún motivo, llamaron menos mi atención. Al final, abracé el farol, que se encendió en cuanto lo toqué, y eché a correr con él, riendo, por toda la cueva, iluminando todos los rincones. Brillaba mucho. | |
| | | Narbe
Edad : 34 Mensajes : 166
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Dom Sep 22, 2013 7:29 pm | |
| Me alegro de que finalmente todo haya salido bien. Ayne parece estar perfectamente, ya correteando como siempre. Me había preocupado bastante cuando la vi desplomarse pero ya está bastante entera.
Ahora que ya esa preocupación ha desaparecido me concentro en los tesoros. ¡Tesoros! Sólo por esto ya ha merecido la pena que un gusano repugnante me babee entero. Dejo que las chicas elijan primero y después dirijo mi atención a lo que queda. En un principio los guantes me parecen una elección interesante, pero entonces veo la capa.
-¡Cómo mola!- me brillan los ojos de la ilusión-. Yo me quedo con esto. | |
| | | Errald Halvard
Edad : 38 Mensajes : 141
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Dom Sep 22, 2013 8:25 pm | |
| Miro los guantes y ellos me miran a mí. Los cojo con asco. -No quiero nada que provenga de ladrones. Sin embargo, me los llevaré. Ya se los regalaré a alguien. -Digo con rabia, guardándomelos en el bolsillo. -Larguémonos de aquí.- Digo, algo molesto consigo mismo.- Adiós.
Una vez fuera de la cueva, miro los guantes. -Bah... -Digo, metiéndolos en el zurrón. Quizás si los vendo obtendré alguna suma interesante de dinero...
FDR_ e-e *le da una patada en la boca voladora* | |
| | | Narrador
Mensajes : 1439
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. Dom Sep 29, 2013 1:45 am | |
| Finalmente, los guerreros tomaron sus decisiones, uno a uno, bajo las atentas miradas de los ladrones. Sumi, emocionado, no dejaba de contemplar con suma curiosidad la elección de cada uno, como si él fuese un guerrero más y esperase su turno, preguntándose qué quedaría para él.
Cuando todo hubo acabado, los tres ladrones acompañaron a los guerreros hasta la entrada de la cueva. Allí, tímidamente, la mujer esbozó una sonrisa. Parecía sentirse culpable, pero tremendamente agradecida. Frid, sin embargo, se mantenía algo rezagado, pegado a la pared y cruzado de brazos.
-Mis hermanos y yo nunca olvidaremos lo que habéis hecho por nosostros...
-¡Cuando sea mayor quiero ser un héroe como vosotros! -exclamó Sumi, mirándolos uno por uno con admiración.
Finalmente, Frid relajó el rostro y se acercó, tendiendo la mano a los hombre.
-Estamos en deuda con vosotros. Gracias...
Tras despedirse de los tres chrysos, los guerreros emprendieron su vuelta a Brontë.
MISIÓN CUMPLIDA
Recompensa: 2 puntos de experiencia.
Elektra: Hojas asfódelo espinoso (1 uso), raíz asfódelo espinoso (1 uso), botas ligeras Ayne: Farol de luz invisible Errald: Hojas asfódelo espinoso (1 uso), guantes de escalada Narbe: Capa imitadora
| |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: Nos asedian los ladrones. | |
| |
| | | | Nos asedian los ladrones. | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |