Lo mejor es eso. Que nos vayamos ya. Quizás lleguemos antes de que nos pillen. La Torre está lejos de aquí, los claritas se mueven mal en la noche y el bosque es grande. Obviamente, el abuelo podría recuperarme con un leve chasquido de dedos. Pero, siendo como es, quizás pretenda ver hasta dónde me atrevo a llegar. Debo aprovechar eso para irme tan lejos que no pueda hacerse conmigo sin más.
Mañana estaré arrepentido. He de marcharme ya.
Me cuesta dar cada paso. Por suerte, Massen me ayuda. Y, seguramente, más de lo que ella misma piensa. Pero antes de ir a Brontë nunca hubiese imaginado que alguien me ayudase de este modo. Es nuevo, y no es desagradable.
Seguramente ella no piensa en mí más que como en un cobarde. Yo, sin embargo, siento que gracias a ella soy más valiente de lo que he sido nunca. Aunque también un poco estúpido e infantil...
Pese a que estoy agotado, niego. No pienso parar hasta que no pueda más. Si ahora vuelvo atrás no volverá a tener esta oportunidad.
Frunzo el ceño, tratando de aparentar la máxima seguridad posible.
Estoy muy asustado, aún así. Me tiemblan las manos. Pero es tarde para arrepentirse.
*abandonan la zona*