Nombre: Camel
Apellido: Cemelyus
Edad: 36 años
Descripción física: Pelo castaño y corto, ojos azules. Complexión atlética, que es cuando está en forma aunque ahora no sea así, la vestimenta podría denominarse de prisionero. Utiliza en ocasiones lentes para ver en la oscuridad y claridad. Posee el típico bolso mágico donde puede salir algún conejo, o paloma de Paz, a veces incluso sale un dual que no se sabe bien si es él mismo o un artilugio mágico para despistar a quien se precise. Mestizo, posee miles de escamas que cubren su piel y que le dan un tacto suave además de un aspecto jovial y brillante. Tienen un doble párpado translúcido que les permite ver entre densos vapores sin que sus ojos sufran daño. Menos vello corporal que lo normal.
Descripción psicológica: Lo que le describe prácticamente es su estado de no cordura, o en sus límites, simpático, es poco hablador aunque si le das confianza suele ser lo contario, contradictorio en ocasiones o no, depende de las razones para serlo, creativo en su justa medida, pero es menos lógico que creativo, si le das un océano y un rio te hace un descosío, y dirá que pío, pío que yo no he sido. Cree en la palabra.
Arma inicial: Espada llamada Monroy, no es gran cosa pero intimida por tener una leyenda, que un día contaré.
Otras cosas: En su origen estuvo tonteando con los poderes otorgados a los del fuego, pero al no controlarlos y considerarse Piscis inclinó su destino al otorgado por un ser superior, respeta, teme pero posee valor, templanza y más a descubrir prefiere estudiar las distintas plantas que se encuentre para preparar útiles medicinas utilizando algas y demas, o preparar potentes venenos.
Raza: Piscis.
Stats:
- Fuerza: * *
- Resistencia: **
- Velocidad: ***
- Agilidad: ****
- Magia: **
- Técnica: ***
- Puntería: ****
Habilidades:
-Encantador de serpientes si procede. Cautiva con la palabra y otras artes.
-Observador. Analiza su entorno como nadie para actuar en consecuencia.
Defectos:
-Extremadamente sincero. Todo en extremo es defecto.
Una primavera de lo más rutinaria era, hasta el día que casi por casualidad descubrió un entorno que podría ser el añorado desde que descubrió la realidad de su entorno y fue un susurro del allá que díjole que si enemigos había debería estar con los que luchan por no luchar. Ese susurro fue tan tenue que dudó si era tal o era su imaginación, pero en la perdición y lucubración de pensamientos inició lo que podría ser la aventura de su vida.