Ben
Edad : 27 Mensajes : 700
| Tema: Diario de Ibben Dono Dom Jun 29, 2014 2:35 am | |
| Armas inicial: Alfanje corta Armas adquiridas- Anillo llameante:
Tiene 5 cargas de fuego, equivalentes a un flagrare de magia 5, y se lanzan a voluntad apuntando con el anillo en la dirección deseada. Se recargan absorbiendo el poder mágico del portador, a razón aproximada de una carga por hora. Obtenido en Ignis, en la misión ¡Son mis tierras!
Inventario- Caja de dulces de Roca:
Un dulce típico de los pueblos parvus de la montaña. Son unas galletas muy crujientes por fuera, con frutos secos, que mantienen la esponjosidad en el interior por mucho tiempo, ya que la corteza no deja pasar la humedad. Contiene 16 unidades. Obtenida en Humus, en la misión Reconstrucción tras la catástrofe
- Botas anti-deslizantes:
Botas con pequeños pinchos en la suela que sirven para adherirse a terrenos irregulares, terrosos o resbaladizos. Los pinchos no llegan a ser lo suficientemente largos o afilados como para herir a través de la ropa utilizándolos como arma. Simplemente estabilizan e impiden el deslizamiento. Obtenidas en Humus, en la misión Reconstrucción tras la catástrofe
- Pala portátil:
Con un poco de magia, su tamaño puede reducirse notablemente, haciendo muy fácil su transporte. Obtenida en Humus, en la misión Reconstrucción tras la catástrofe
- Colgante:
+1 en agilidad. Fabricado en Brontë, bajo tutela de Rheon, en la lección Amuletos potenciadores
- Botella de falso fondo:
Aparentemente es un pequeño frasco sin apenas capacidad ni peso, pero puede almacenar un litro y medio de cualquier líquido. Obtenida en Ignis, en la misión ¡Son mis tierras!
- Galletas de lava:
Deliciosos dulces de Ignis dulces y picantes al mismo tiempo. Ñam ñam. Crujen. 10 unidades. Obtenidas en Ignis, en la misión ¡Son mis tierras!
- Un litro de licor de fuego:
Beberlo es como entrar en la misma Iracunda. En parte, gastado en una fiesta en compañía de Frikka. Obtenido en Ignis, en la misión ¡Son mis tierras!
- Anillos señalizadores:
Dos anillos que unen mediante un vínculo mágico chrysos a sus dos portadores. Mediante una estimulación mágica mínima, uno de los portadores puede provocar un calambre en la mano del otro (la que lleva el anillo). En caso de que una persona lleve los dos anillos puestos, puede provocar pequeñas descargas (calambres) con la mano con la que los lleve (si lleva uno en cada mano puede provocarlos con las dos, pero su potencia se reduciría a la mitad y serían casi imperceptibles). Obtenidos en Brontë, regalo de Jillian
- Gorra marrón:
Obtenida en Ignis, en la misión ¡Son mis tierras!
- Gemas de horrdtes:
Obtenidas en Fulmen, en la misión Las bases pt 1
- Riñonera de cuero:
Obtenida en Brontë, regalo de Frikka
- Espejo de luz:
Espejo de mano cargado de magia claritas que muestra lo que el usuario escoja. La imagen reflejada se mantiene cinco segundos por stat de magia del usuario, y debe ser él quien la cree a partir de una imagen formada en su mente. Obtenido en Brontë, en el sorteo tras la misión ¿Quién eres?
- Antídoto ovejero del Doctor Flinter:
Antídoto simple. Su nombre se debe a que es muy utilizado en animales que se envenenan comiendo hierbas tóxicas, sin embargo, es perfectamente utilizable en humanos aunque para estos, suele haber remedios mejores y más específicos. Cantidad para un uso. Elaborado en Brontë, bajo tutela de Tita, durante la lección Aprendizaje con Tita Brebajes
- Bufanda de lana gruesa:
Obtenida en Brontë, regalo de Anna
- Agallas de rampuza:
Otorgan la capacidad de respirar debajo del agua durante dos horas. ¡Cuidado con abusar de su consumo! Pueden ser venenosas. 3 dosis. Obtenidas en la misión Lo que habita en las profundidades.
- Brazalete elemental:
1 brazalete engarzado con una gema elemental de luz. La criatura que lo habita es capaz de generar ilusiones visuales de aspecto corpóreo, aunque estas no son sólidas ni podrán atacar de por sí o afectar otros sentidos más allá de la vista. Su poder se ve superado por poderes lumínicos más intensos (magia 5). Obedece a la voluntad de su portadora. Obtenidas en la misión Lo que habita en las profundidades.
Mejoras- Creación de amuletos de agilidad:
Aprendida en Brontë, bajo tutela de Rheon, en la lección Amuletos potenciadores
- Reconocimiento de ingredientes de pociones:
Reconoce los ingredientes más comunes que se usan en la elaboración de pociones. Nivel básico. Aprendido en Brontë, bajo tutela de Tita, en la lección Aprendizaje con Tita Brebajes
- Mejora en elaboración de pociones:
Es capaz de elaborar pociones de dificultad básica. Aprendida en Brontë, bajo tutela de Tita, en la lección Aprendizaje con Tita Brebajes
- Remo:
Habilidad básica. Aprendida en la misión Lo que habita en las profundidades.
Técnicas- Cuerpo libre:
El usuario se concentra para relajar el cuerpo, dejándolo libre y ligero, pudiendo encadenar así un combo de dos piruetas complejas. Aprendida a través del Entrenamiento de técnicas y hechizos de abril del 2015
- Doble salto:
El usuario es capaz de realizar una pequeña acrobacia que lo impulse en mitad de un salto, pudiendo elevarse algo más, en una especie de segundo salto, más pequeño que uno con apoyo. Aprendida a través del Entrenamiento de técnicas y hechizos de octubre del 2015
Hechizos- Âchnam:
Una esfera de materia oscura se forma en una de las palmas de una de sus manos -la que elija-, pudiendo dirigirla en la dirección que desee. Una vez formada, el conjurador podrá mantenerla en la mano cierto tiempo o lanzarla directamente, pero no fusionarla con otra o cambiarla de extremidad. Su potencia dependerá del nivel de magia del conjurador. Innato
- Garves:
Un manto de oscuridad ciega completamente al objetivo durante un momento (un segundo por stat). El efecto es directo sobre los ojos de la víctima. No afecta a caeruleus. Puede ser contrarrestado con un hechizo cegador claritas si la magia de su conjurador es igual o mayor que la del conjurador del Garves.
- Alfresnoiret:
El cuerpo del usuario absorbe toda luz que inflija sobre él, tomando la apariencia de una sombra. Sigue siendo un cuerpo sólido, fácil de ver en contraste con el entorno si este no es oscuro, pero es útil para el camuflaje. Mantener el hechizo activo supone un gasto de magia que en exceso puede ser perjudicial. Básico, aprendido a través de Bonus de técnicas y hechizos
- Baadha:
El usuario crea una pantalla mágica de tamaño variable (nunca mayor que su propio cuerpo) ante su cuerpo, con las palmas extendidas, que lo protege de golpes físicos y hechizos. No es completamente transparente, por lo que la imagen se ve un poco distorsionada cuando la luz la atraviesa, de manera que es fácil delimitarla. Solo puede invocarse al frente, a escasos centímetros de las manos, y solo se mantiene activa mientras está extendida una de las manos, por lo menos. Además, es una pantalla sólida, de modo que el usuario tampoco puede lanzar proyectiles desde su lado. A cambio, la cantidad de energía que consume es muy baja. Aprendido en Brontë, bajo tutela de Nagorr, en la lección Baadha
- Fuuruchi:
Cura heridas en profundidad y contusiones, pero no puede detener una gran hemorragia. La capacidad de curación, a nivel del tamaño de la herida, depende del nivel de magia del usuario. Puede usarse varias veces si una no es suficiente para completar la curación, pero un uso excesivo producirá fatiga. Aprendido en Brontë, bajo tutela de Laylee, en la lección Habilidades curativas
- Benri:
Permite teletransportarse unos pocos centímetros (5 por cada punto de magia que se tenga). Obtenido en Fulmen, en la misión Las bases pt 1
- Suuchi:
Permite volverse invisible mientras el usuario se mantenga donde está. Puede moverse, pero si se desplaza perderá su invisibilidad. Obtenido en Brontë, regalo de Svend
- Loghda:
Permite al usuario mantenerse en el aire durante un instante (1 segundo por punto de magia), lo que le otorga suspensión tras un salto. Podría ayudar a reducir una caída, utilizado en el momento correcto, aunque si el usuario va a mucha velocidad no podría contrarrestar el movimiento por completo. Aprendido en Brontë, bajo tutela de Vanaheik, en la lección Clases de magia
Datos personales- Trasfondo:
Resulta difícil determinar el origen de una niña que apareció completamente sola en un pueblo perdido de Fulmen, con algo más de dos años. Resulta aún más difícil cuando esa niña tiene rasgos tan tremendamente dispares. Y, aunque en un pueblo tan pequeño era muy fácil que todo el mundo lo supiera todo, de hecho no había absolutamente nadie que supiera de dónde había salido aquella niña.
En una situación tan extraña, nadie parecía ponerse de acuerdo para hacerse cargo de ella. Después de todo, ¿quién quería asumir la responsabilidad de criar a una niña salida de ninguna parte? Por otro lado, tampoco había una sola persona que quisiera responsabilizarse de su muerte. El resultado fue que, desde entonces, Ben pasó su vida de casa en casa, recibiendo techo y comida de todos, pero auténtica atención de nadie.
Ibben ("la niña" en el dialecto local) resultó saber tomarse su extraña suerte con mucha entereza, mostrándose abierta y alegre con todo el mundo y, en la medida de lo posible, colaborando en ganarse la vida. En cuanto tuvo edad para ello (o incluso antes) se dedicó a realizar las tareas que se le encomendaran, desde limpiar casas hasta recoger huevos, como medio para ganarse el pan. Desde muy pequeña mostró un gran talento por la música, y se las ingenió para poder desarrollar sus capacidades, que también le servían para conseguir ciertos favores.
En realidad, y pese a que era evidente que la gente prefería no tolerarla cerca en la medida de lo posible, a Ben no le parecía que su vida fuera mala en absoluto. Hasta la llegada del forastero. Era un sacerdote de Fulmen que, al parecer, había decidido asentarse allí. No era demasiado mayor, aunque desde el punto de vista infantil de Ben, lo parecía.
La acogió. Ben, que estaba acostumbrada a ir y venir, se lo tomó como algo temporal, aunque era cómodo poder recurrir con certeza a un techo. No duró mucho, en realidad. Una mañana, el hombre apareció degollado en su cama. De Ibben, "la niña", nadie volvió a saber nada jamás.
De un pequeño pueblo que nadie conocía, Ben pasó a encontrarse de pronto en una gran ciudad. Le había parecido la mejor solución. Allí, pensaba, sería tan anónima como cualquiera. Podía ganarse la vida como lo había hecho siempre. Una idea errónea de la vida en la gran ciudad.
Pronto descubrió que, tal vez precisamente como pago por aquel anonimato, nadie se planteaba siquiera ayudarla. Nadie la necesitaba. Nadie la quería cerca. Era un estorbo, otro de esos chiquillos repugnantes, llenos de piojos, que te metían la mano en el bolsillo en cuanto te dabas la vuelta. Y, aunque la intención de Ben era ganarse la vida con la música, pronto descubrió que si de verdad quería sobrevivir debía hacer más que eso. Bastante más.
Con un historial tan complejo y unas posibilidades de ascenso tan bajas, no es de extrañar que, cuando se le presentó la oportunidad, dejara aquel mundo camino de Brontë. No se lo planteó mucho. No tenía nada que perder.
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