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| Ciudad Tornado. | |
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Blues Jefe de Raza
Edad : 43 Mensajes : 734
| Tema: Ciudad Tornado. Dom Jul 01, 2012 2:17 am | |
| Es la ciudad más importante del continente y la capital del mismo. Está ubicada en una pequeño islote situado en la parte central de Ventus, por lo que a su alrededor se pueden intuir (o, en algún caso concreto, ver) algunas de las otras islas que conforman Ventus. Pese a ser la capital, el número de habitantes es inferior al del resto de las islas, aunque en ella se concentran las familias más adineradas, el Palacio de Thor y otras grandes construcciones como el Templo de Ventus. | |
| | | Narrador
Mensajes : 1439
| Tema: Re: Ciudad Tornado. Dom Mar 02, 2014 5:55 pm | |
| LA AGONÍA DE MITHOS
Parecía que la vida en el cielo resultaba ajena a todo aquello que acaecía al resto de continentes de Mithos. Sin embargo, los problemas trascendían más allá de los márgenes físicos, afectando a la corriente vital que conectaba el mundo. De esta forma, las islas en el cielo comenzaron a sufrir también los extraños sucesos que recorrían el mundo.
Comenzó con nieblas densas y vientos que contradecían las habituales mareas ventosas que recorrían habitualmente las islas. Lluvias abundantes e incluso nieves fuera de temporada fueron lo que continuó al primer ambiente enrarecido.
Comenzaron a producirse accidentes aéreos. Los vientos cambiaban de pronto, los aether sentían mareaos y debilidades en pleno vuelo que ponía en peligro sus vidas, e incluso se limitó el vuelo a lo estrictamente necesario, pues ya se habían producido caídas catastróficas que habían puesto de luto a distintas islas.
En la semana que azotó al mundo, Ventus comprendió lo que era el verdadero horror calando hasta la médula de sus habitantes. Los vientos se enfurecieron y generaron tornados que causaron destrozos en las zonas más rurales y menos preparadas. Las lluvias inundaron territorios y anegaron los campos, pero los peor fueron los terremotos que estremecieron las islas e incluso llegaron a desprender fragmentos de la periferia de las penínsulas flotantes.
El miedo, similar a una profunda aguja helada, caló en todos los habitantes cuando algunas de las islas más pequeñas variaron su habitual localización. Unas descendieron ligeramente, otras variaron su ángulo, otras se alejaron de sus vecinas.
El pánico implantó la semilla en los corazones de los aether, pues aquellos extraños terremotos no eran sino el preludio de algo horrible que estaba por llegar. ¿Qué sería de ellos si la energía de Mithos variaba la extraña magia que mantenía en el aire su amado continente y éste comenzaba a caer sobre las tierras bajas? ¿Qué sería de aquellos que vivían bajo su continente y quedarían a merced de la caída de semejantes terrenos?
Mithos estaba en un punto crítico y, en el caso de los aether, socorrerlo era cuestión de salvar su tierra, su historia y a su gente. | |
| | | Cierzo
Edad : 31 Mensajes : 911
| Tema: Re: Ciudad Tornado. Dom Sep 14, 2014 1:03 pm | |
| El viaje me llevó algo más de lo esperado, pero cuando me presenté ante la puerta estaba preparado para lo que fuera a venírseme encima. Ella ya sabía que iría. De hecho, ella había sido la primera en reclamarme, hacía ya mucho tiempo. Y, al final, como yo había sabido desde el principio, había acabado por salirse con la suya. Tampoco era algo que lamentar, porque era algo que yo sabía inevitable.
No tuve que hacer demasiado. Según me vieron llegar, tres criados se avalanzaron sobre mi equipaje, en medio de halagos y reverencias, guiándome prontamente más allá de la puerta principal, dándome acceso a los jardines. Por lo visto, ella ya lo había calculado todo. Yo los dejé hacer, sabiendo que eso era lo que ella quería, manteniendo el gesto inmutable ante las atenciones del personal. Avancé por los jardines, siguiéndolos, respondiendo escuetamente a las numerosas preguntas que se me echaban encima, todas ellas cargadas de respeto y sumisión, tal y como a ella le gustaba. Su casa siempre me había parecido agobiante.
Por supuesto, no recibí audiencia nada más llegar. Le gustaba reservar las cosas, dejar que el ambiente creara una cierta tensión, un misterio de dónde estaría o qué estaría haciendo, y a la vez una sensación de completa indiferencia por su parte. Ni siquiera se esforzó mucho por ocultarse aquella vez. Mientras caminaba por las galerías, pude verla de refilón sentada en un banco, en los jardines, no muy lejos de donde yo estaba, pero de espaldas a mí. Y, aunque estaba de espaldas, yo sabía que ella estaba allí para que yo la viera, y sabía que, muy probablemente, ya le habían avisado de que en aquel preciso momento yo estaba pasando por detrás de ella, dentro de aquella mansión agobiante, camino de mis habitaciones. Porque en aquella casa, ella tenía ojos en todas partes.
Cuando por fin estuve en mis habitaciones, y después de que todo el mundo hubiera dispuesto mi equipaje tal y como ella lo había indicado, me quedé por fin solo. O casi solo. Pero aquella última presencia no me molestaba en absoluto. Llegué, incluso, a esbozar una sonrisa. El viejo seguía allí. Aquella era una buena señal.
Él se mantenía junto a la puerta, perfectamente recto, con las manos a la espalda, como la más auténtica de las estatuas. El lugar estaba en perfecto silencio. Y yo, sin reprimirme, me acerqué y le di un buen abrazo y un par de palmadas en la espalda. Y, hasta que no hube comenzado el gesto, él no correspondió, y en el mismo momento en que lo solté volvió a su posición.
-Sigue sin dejarte hablar, ¿eh, viejo? -comenté, entretenido-. Me harás el favor de no decirle que he perdido las formas. Que lo vea ella misma, si no consigo disimularlo. Me alegro de ver que sigues por aquí. No sé si habría sido capaz de soportarlo si no estuvieras. Anda, prepárame el baño.
Collund seguía tan impersonal como en el primer momento, pero eso a mí no me molestaba. Siempre había sido así, después de todo. Pero, pese a las limitaciones, seguía siendo de vital importancia para mí que permaneciera allí. Su papel era importante y los dos lo sabíamos. Y ella, por supuesto, también lo sabía.
Dejé que lo preparara todo para presentarme ante ella. Incluso si se mantenía en silencio, sabría darme los detalles que necesitaba para no acabar despeñado fuera de la isla. Desde luego, era un detalle por su parte haberlo dejado conmigo. Con caprichos y con todo, tener a Collund era algo que agradecerle.
*Fin de escena* | |
| | | PNJ PNJ
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| Tema: Re: Ciudad Tornado. Dom Sep 14, 2014 1:43 pm | |
| Fienne Aërd ya había sido informada de la llegada de su hijo, pero esperó aún unas horas antes de dar el permiso de audiencia. Después de todo, no era bueno precipitarse, ni mucho menos decoroso. Y el decoro era esencial para que todo saliera como convenía. Así pues, dedicó su tiempo a dar un paseo por los jardines antes de dirigirse a la sala de audiencia, donde esperaría a su hijo.
La aether entró en la habitación con pasos lentos y silenciosos, tal y como era habitual en ella. Su rostro estaba serio, y en su seriedad había un algo fuera de lo normal. Todos podían sentirlo, pero nadie hacía referencias a ello. Por supuesto, no tenían permiso para algo así. Los criados debían mantenerse en su papel, y no perturbar a sus superiores. Y Fienne, desde hacía ya algún tiempo, no contaba con ningún favorito al que se le permitiera nada especial. El resultado era que todo se llevaba a cabo en completo silencio.
La mujer avanzó hasta el fondo de la sala, tomando entonces asiento en una silla elaborada. Y, tras esperar unos minutos, y con cierta desgana, hizo por fin un gesto que cualquiera en aquella casa habría sabido interpretar. Uno de los criados que se hallaba junto a la puerta hizo una reverencia y, sin darle la espalda, abandonó la sala al momento. Ya no faltaba mucho tiempo. | |
| | | Cierzo
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| Tema: Re: Ciudad Tornado. Dom Sep 14, 2014 2:05 pm | |
| Para cuando llamaron a la puerta, Collund estaba terminando de vestirme. Con un gesto, le indiqué que lo dejara estar y abriera la puerta, mientras yo terminaba de adecentarme la chaqueta. No me había pasado por alto que la ropa, pese a que yo ya había dado la noticia, seguía contando con el diseño necesario para las alas. Y, aunque no hice comentarios, sabía perfectamente que aquello no era un despiste. Y también sabía que ella quería que lo supiera.
Me volví hacia el recién llegado, consciente de que estaba esperando mi permiso para hablar. Lo cual era bastante molesto, pero no había otra manera que seguir las normas. Así pues, di el permiso con un gesto. El criado repitió la reverencia que ya había hecho al entrar antes de abrir la boca.
-La señora ha aceptado la audiencia y lo espera en la sala del trono -indicó Ednhag.
Costaba contener la risa, pero no tenía remedio. La sala del trono. A veces me daba la sensación de que lo que intentaba era emular el título de reina de Lumen. Pese a todo, el teatro continuaba, así que me limité a terminar de colocarme la chaqueta y hacerle un gesto de que procediera a guiarme hasta allí. Collund, a mi señal, cerró la puerta a mis espaldas.
Seguí al hombre por los pasillos hasta llegar a la sala. Entonces llamó a la puerta y esperó. Cuando, por fin, al cabo de un tiempo, recibió respuesta, la abrió para mí y pude verla por fin en condiciones. Estaba vieja, se le notaba. Podía fingir que no era importante, mantener el mismo gesto altivo de siempre, la misma postura, pero los años le pasaban factura y estaba cansada. Y a mí no iba a poder engañarme al respecto. A su gesto, comencé mi actuación.
Primero una pequeña reverencia. Después avancé por la sala, hasta estar frente a ella, y clavé una rodilla en el suelo, con la cabeza baja. Pese a ello, seguía manteniéndola en mi campo de visión, y supe cuándo tenía permiso para abrir la boca.
-Es un honor volver a veros, madre.
La misma obra patética de siempre.
FdR - Pausa | |
| | | PNJ PNJ
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| Tema: Re: Ciudad Tornado. Lun Sep 22, 2014 9:43 pm | |
| El gesto de la aether se crispó levísimamente al ver entrar a su hijo en aquellas condiciones. Ya sabía qué iba a encontrar, pero no dejaba de ser la mayor de las ofensas. Un rechazo absoluto a toda una genealogía. Y ella, como última representante pura de la misma, no podía estar más disgustada al respecto. La vida no la había ayudado a mostrar su orgullo, y Mithos la había castigado injustamente con una familia que no merecía ser tal. Y Cierzo, el único al que podía aceptar, su última esperanza, el propio Cierzo Aërd no era capaz de cumplir con las expectativas. Tampoco era algo novedoso, pero no dejaba de ser hiriente.
Permitió, pese a todo, su entrada en la sala, manteniendo el gesto firme, sereno y severo. Esperó a que procediera (al menos podía decir que le había enseñado los modales adecuados), y luego dio permiso al joven, primero para hablar, y por último para levantarse. Su expresión se mantenía invariable, pero cuando suspiró y comenzó a hablar, su voz compungida dejaba clara su posición ante las últimas desgracias acaecidas.
-Acércate, hijo -ordenó, con voz tan suave como irrebatible-. Siéntate junto a tu pobre madre.
Con un pequeñísimo gesto, obtuvo al momento una silla junto a la suya. No por cuestiones de magia, sino por la diligencia de sus sirvientes. Su mirada, furiosa y al mismo tiempo calma, se mantenía fija en su heredero. | |
| | | Cierzo
Edad : 31 Mensajes : 911
| Tema: Re: Ciudad Tornado. Lun Sep 22, 2014 9:48 pm | |
| Permanecí tan silencioso como el resto del ambiente una vez hube presentado mis respetos, esperando la respuesta correspondiente. Llegó a pensárselo un momento. El verme había revitalizado su rabieta, y yo lo sabía. Era algo que ya esperaba, de todas formas. No iba a conseguir sorprenderme ni manipularme con su disgusto. Bastante me había disgustado ella a mí a lo largo de toda mi vida.
Aún con gesto sumiso y siguiendo los gestos que sabía que la complacerían, me levanté de donde estaba y avancé hacia ella, sentándome a su lado. No podía hacer mucho más, realmente. No tenía permiso para hablar. No tenía permiso para moverme. ¿Tenía permiso para respirar? A veces hasta lo dudaba. Una simple inspiración parecía suficiente para crear un enorme disgusto en ella y alterarle al máximo los nervios.
Por el momento, esperé. Ella marcaba el compás, y yo debía esperar a que empezase para seguirlo. Adelantarme era un error. Ya lo había comprobado en suficientes ocasiones, tanto en mi propia piel como en la de otros.
¿Pero cómo la había aguantado mi padre?
Última edición por Cierzo el Lun Sep 22, 2014 9:55 pm, editado 1 vez | |
| | | PNJ PNJ
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| Tema: Re: Ciudad Tornado. Lun Sep 22, 2014 9:54 pm | |
| Una vez su hijo se hubo sentado, de nuevo reinó el silencio. Fienne lo controlaba, y Fienne lo quería presente. No había más que discutir al respecto. Consciente de su posición, desde siempre había sabido asegurarse de marcar su superioridad dominando cada específico detalle por encima de todos los demás. Su orgullo y su poder eran una combinación peligrosa. Y sin embargo, en aquel momento, no era poder lo que intentaba marcar, ni tampoco orgullo, sino aflicción. Sabía que su hijo entendía este hecho, y sabía que su conciencia se vería removida por ello. Porque así debía ser.
Sin mirarlo ya, con la vista al frente, alzó ligeramente el mentón y estremeció las alas, haciendo su figura un poco más grande. Su seriedad era inmutable.
-¿Qué haré, hijo? -preguntó, aunque no era una pregunta que requiriese respuesta. No todavía-. Todo se desmorona. Siempre he vivido con la esperanza de llegar a ver resurgir la grandeza de Ventus -. Un nuevo suspiro, tan significativo como cada gesto-. Pero ya no aguardo eso. Los años me han hecho menos exigente. O quizás puede decirse que me han ido robando la esperanza -. Giró la cabeza hacia él, mirándolo desde arriba, altiva y serena, aunque visiblemente furiosa en su interior-. Dime, Cierzo, ¿dónde irá el orgullo de los Aërd cuando yo no esté? ¿Llegarás a tomarlo bajo tu cuidado algún día? | |
| | | Cierzo
Edad : 31 Mensajes : 911
| Tema: Re: Ciudad Tornado. Lun Sep 22, 2014 10:03 pm | |
| En el mismo momento en que el discurso comenzó supe que no variaría en absoluto a como era el habitual. Hasta las palabras parecían repetirse. Cada poco tenía la sensación de que podría interrumpirla y terminar yo el monólogo, y este no variaría en absoluto. Siempre las mismas obsesiones, siempre el mismo interés incisivo y dañino. Y yo, mientras tanto, guardaba silencio, porque eso era lo que debía hacer, y sabía que contrariarla podía volver la conversación incluso más insoportable. Y, cuando por fin obtuve su permiso, respondí.
-Nunca hubo grandes esperanzas en mí, madre -comencé, rebajándome hasta sus pies, como a ella tanto le gustaba-. Sabes que mis esfuerzos no pueden llevarme a tu altura aunque así lo quiera. Mi condición nunca me ha permitido mantener la nobleza de nuestra casta -. Con tragedia, como a ella le gustaba. Montando el teatro hasta el mismo clímax del drama-. Pero sabéis que en mis intenciones no hay veneno alguno. Aunque no pueda mantenerme a la altura de lo que los Aërd fueron una vez, tomaré todo el esfuerzo en devolverles tanto esplendor como sea posible.
Y de nuevo, silencio. Como en un juego, alternando los turnos. Esperando a que la pareja de baile dé un paso para responder con el correspondiente. Solo con el indicado, porque cualquier innovación sería un craso error. | |
| | | PNJ PNJ
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| Tema: Re: Ciudad Tornado. Lun Sep 22, 2014 10:17 pm | |
| Fienne escuchaba, asintiendo de vez en cuando, imperturbable. Era consciente de cuánto rebajaba su hijo el nivel de su familia. Pero, pese a todo, seguía siendo la mejor de las opciones entre las que Mithos le había provisto. Y esperaba que, aunque él supusiera una ausencia de títulos, riquezas y pureza, en sus descendientes pudiera entroncarse una nueva genealogía de aether que darían esplendor a la nobleza alada. Pues era realmente necesario que eso sucediera.
-Las esperanzas se mantienen en los que tú traigas, hijo -replicó, segura de sus palabras, y un brillo de interés se encendió en sus ojos-. No hay mujeres en la nobleza aether que puedan ofrecer nada útil para nosotros. No hay ni una que mantenga la honra suficiente para ello. Se hace tarde para ti, Cierzo, y no me das una hija que consuele mis desdichas. ¿Dónde está la que será ama de esta casa, hijo? ¿Cuándo traerás una mujer que sea digna de devolver las alas a mi familia?
Aquella era la mayor de todas las preocupaciones que Fienne pudiera tener. Su angustia al respecto crecía con cada día que pasaba sin recibir buenas nuevas, y su insistencia crecía al mismo ritmo que su angustia. | |
| | | Cierzo
Edad : 31 Mensajes : 911
| Tema: Re: Ciudad Tornado. Lun Sep 22, 2014 10:27 pm | |
| Para tantas florituras y desvíos, no tardó mucho en llegar al punto que le interesaba. De hecho, tardó tan poco que pronto me quedó claro que no tardaría en darme señal para que me retirase. Y más teniendo en cuenta que no tenía ninguna buena noticia para ella. Ni siquiera era un tema al que le diera muchas más vueltas de las que ella me hacía darle.
-Sigo en su busca, madre -respondí, firme, pese a todo-. Y me aseguraré de que sea de vuestro agrado y digna de ser vuestra hija. No será el tiempo el que me impida encontrarla. Llegará, y entonces podréis acogerla, a ella y a todos los que traiga consigo -. Hice una pausa, consciente de que mi siguiente movimiento era peligroso-. Sabréis, madre, que la mujer de Fumä le ha dado una niña alada...
Por supuesto que lo sabía, no había duda al respecto. No era un dato que nadie pudiera haberle ocultado. Y lo que a mí me molestaba era que no fuera suficiente para ella. Una niña alada, hija de su primogénito, sin ninguna enfermedad que hubiera podido causarle el menor daño. Una niña que, muy probablemente, volaría en unos años. Porque todo apuntaba a que las alas no eran la única característica aether que había recogido de su progenitor. | |
| | | PNJ PNJ
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| Tema: Re: Ciudad Tornado. Lun Sep 22, 2014 10:36 pm | |
| El gesto de Fienne no varió en lo más mínimo ante su respuesta. Después de todo, sus palabras no eran más que una advertencia. Bien sabía que, llegado el momento, tendría que ser la primera en conocer las noticias. Porque, de no ser así, su hijo sufriría su ira de la peor de las formas. Y él tenía suficiente información al respecto como para cumplir con ese cometido.
Sin embargo, ante su última intervención, su rostro se crispó de nuevo, de forma más evidente que cuando él había entrado. En sus ojos brillaba la ira, y la tensión de su cuerpo parecía trasladarse a todo el ambiente. La mirada que recayó sobre su hijo lo obligó a guardar silencio de inmediato. ¿Qué pretendía con aquello? ¿Acaso creía que estaba desinformada? ¿Acaso creía que no se mantenía al tanto de lo que esos escamados hacían en su tierra? Pero ellos no eran parte de su familia, ellos eran solo unos flammas de bajo rango, completamente ajenos a ella.
-¡Esa niña es una vergüenza! -bramó, perdiendo de golpe toda la calma-. ¿Cuántas generaciones de fuego crees que lleva a sus espaldas? ¿De verdad crees que será capaz de sensibilizar con el aire? No, hijo. Es solo una mancha en su familia. Y para nosotros no significa nada. Solo una historia de una niña que pronto será repudiada, una niña que trata de ocultar el fuego que corre por sus venas. ¡Una auténtica farsa!
Cuando calló, el silencio parecía mayor de lo que lo había sido hasta entonces. La tensión, sin embargo, se fue disipando poco a poco. Recuperada la compostura, la mujer apartó la vista de su hijo, llevándola de nuevo al frente, y recuperó la severidad y calma de su rostro, con aire de absoluto orgullo.
-Partirás mañana -ordenó-. Vuelve a ese palacio y da el honor que corresponde a tu familia. Ensalza nuestro nombre y aumenta nuestras relaciones. Encuéntrame una hija, Cierzo, o no podré soportar más esta agonía -. Hizo una pausa-. Y ahora, retírate. | |
| | | Cierzo
Edad : 31 Mensajes : 911
| Tema: Re: Ciudad Tornado. Lun Sep 22, 2014 10:51 pm | |
| Tal y como sospechaba, me había arriesgado demasiado. De hecho, había llegado a alterarla. Aunque dudaba que un poco de sangre en las venas le hiciera algún mal. Su habitual calma me podía con los nervios. Aguanté su furia en silencio, sin inmutarme, aunque manteniendo en todo momento el gesto servil que me correspondía. Y, de hecho, cuando me dio instrucciones para retirarme, supuso todo un alivio.
A su señal, me incorporé y, ante su permiso, besé su mano entre reverencias.
-Se hará como decís, madre -indiqué antes de abandonar la sala.
Y, tras una última reverencia, Ednhag cerró la puerta tras de mí. Una vez cumplidas mis obligaciones, era libre, y eso mejoraba tremendamente mi humor.
*Fin de escena* | |
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