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| Patios y jardines | |
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Aren Darvenwish Jefe de Raza
Mensajes : 1036
| Tema: Patios y jardines Vie Mar 01, 2013 12:02 am | |
| Amplias zonas al aire libre cuidades y decoradas al detalle con cientos de adornos florales y esculturas. | |
| | | Silvio Moderador
Edad : 31 Mensajes : 1997
| Tema: Re: Patios y jardines Lun Abr 07, 2014 8:21 pm | |
| Ya llevo unos días en el continente oscuro y... aún me encuentro bastante desubicado. Me cuesta mucho dormirme por el día o, más bien, me cuesta mucho permanecer toda la noche despierto, lo que es bastante frustrante debido a que todo el mundo parece hacerlo de una forma muy sin ir en completa oscuridad. Sin embargo, tengo demasiado miedo como para hacerlo yo solo y perderme. De momento sólo voy de mi cuarto a los jardines y de los jardines al cuarto. Ahora se está metiendo el sol y pronto este palacio se llenará de vida y yo debía acompañarlos. Aún no he visto a Aren más de que un par de veces y una fue de refilón. Parece que realmente tenía trabajo atrasado en su país. Algún día me apetecería ir a conocer las calles y la ciudad y todas esas cosas... pero es que... es todo tan oscuro que hacerlo solo me da algo de miedo. Quizá Barthemius quiera venir conmigo algún día para comprarle algo a Aren. Aunque supongo que Aren tendrá de todo... Me siento un poco inútil e insignificante, la verdad.
Tristán olisquea nervioso el nuevo ambiente. Le encanta tomar el sol. Ahora eso se convertirá en un problema...
*se queda un ratito y luego se va* | |
| | | Silvio Moderador
Edad : 31 Mensajes : 1997
| Tema: Re: Patios y jardines Lun Mayo 05, 2014 11:00 pm | |
| Saltez es un hombre tan cruel como sonriente. Me hace trabajar mucho, pero al menos es agradable a la vista, no como los viejos profesores de colegio amargados que son feos y ¿he dicho viejos? sí. Pues eso, feos y viejos. Con Saltez las horas pasan más rápido, aunque parece que los libros no descienden. - Jo, no entiendo esto...- Le llamo mientras bufo hacia arriba, apartándome el flequillo de la cara. Escucho su explicación.- Aham...- No me he enterado de nada. - ¿Ahora puedes volver a repetirlo en Mithiense?- Río.- Vale, vale, ya lo hago.[...] Al cabo de un par de horas, acabo con la tarea académica. Pero Saltez tampoco se olvida de mis lecciones prácticas. - ¿Qué? ¿Esgrima?- Brota en mi una arrugada nariz que demuestra mi rechazo inicial.- ¡A mi no me hace falta eso!- Explico poniéndome de pie y sacando pecho. Me señalo el centro del pecho con el pulgar y sonrío.- ¡Cuando tenía a Altheda conmigo era el rey de las navajas!- Me explico guiñándole un ojo.- Una vez.- Digo aguantándome la risa.- La llevé a la escuela y asusté a los de primaria y les robé los bocadillos.- Rompo a reír recordando aquellos momentos. - ¿Qué? ¿Que aquí no se admiten esas técnicas de rateros? ¿Estilo? Saltez en medio de un combate no te hace falta estilo, te hace falta acero. Y cuanto más mejor. Conozco a un tipo, Rick Dehnel, que tiene un espadón...-Digo abriendo los brazos lo más que puedo.- ¡Ese tipo lo tiene todo grande!- Rompo la postura riendo llevándome las manos a la barriga. - Vale, vale, ya me pongo serio...- Carraspeo con un puño en los labios y la otra mano en la espalda.- Saltez, bonito, no quiero amargarte la fiesta pero no tengo ni idea de usar ningún arma que no sea o bien una daga o un tirachinas.- Me froto la nariz. Con una enorme sonrisa, me insta a visitar un enrome patio interior con un suelo negro esmaltado, que parece más un espejo negro que un suelo. - ¡Wala! ¡Esto sí que mola! - Me manda mantener silencio. A los pocos segundos aparece una chica muy guapa (qué raro en este palacio) que trae un par de pesadas maletas. Saltez las coge y las abre en el suelo y yo, curiosón, saco la cabeza por detrás de su hombro.- ¡Espadas! - Chillo. Al instante me llevo las manos a la boca debido a la advertencia anterior. Medita en voz alta, pensando en cual me puede ir bien. - Oye y por qué no me dejas ese sable tan chulo? ¿Demasiado pesado? Jo... Ese me gustaba... ¿Y esa espada? Parece más pequeña y guay. Ah... vale... que para esa hay que saber mucho... - Dice que me la pueden quitar de las manos con facilidad. Porras. Se acerca al fin y me da esto: - Spoiler:
- Espada... ¿ropera? ¿Estás de broma? ¿Cómo una espada puede tener un nombre tan patético? ¿Qué es, para colgar la ropa o qué?- chasqueo la lengua y a cambio, recibo una sutil colleja acompañada de una sonrisa. - Se llama así porque la gente sólamente las usa para adornos en las ropas de gala. ¿No ve que es muy bonita y trabajada? Es casi todo de adorno. Un aditamento, nada más. Moda. Aunque claramente también es un arma de defensa personal.- Explicó.- Como cualquier otra. El guardamano está casi al desnudo así que tenga cuidado con los cortes de las espadas ajenas, además los adornos suelen hacer daño en las manos, por lo que a partir de ahora la cogerá sólamente con guantes. No quiero ser el señor Darveniwhs me haga responsable de que sus pequeñas manos se estropeen. Le miro con ceño en silencio.- No me mire así, está dotada de un equilibrio tan perfecto que la hace mucho más rápida en la mano de lo que sus dimensiones puedan sugerir a primera vista. Un kilo. Es todo lo que usted deberá dominar. Por supuesto...- Sacó tres libros de debajo de su chaqueta- Trae premio. Tome. Léase esto: "Libro de las grandezas de la espada" "Cien conclusiones sobre las armas" y "Nueva Ciencia y Filosofia de la destreza de las armas".- ¿¿QUÉEE?? ¡Embustero! ¡Me dijiste que ibas a enseñarme esgrima!- Y eso hago, señor.- Rió complacido con su buen trabajo. - La clase ha terminado. Hasta mañana.- Y se evaporó. - ¡MALDITO SEAS, ACEITUNO! ¡MALDITO SEAAAS!- Chillo callendo de rodillas al suelo tirándome de los pelos. Entonces la chica que trajo las cosas, me mandó guardar silencio con un armonioso "sssh" mientras recogía las cosas y se iba. - Pues yo también me largo.- Digo enfadado, arrastrando la punta de la espada por el suelo mientras miro de reojo los libros que tengo que leerme seguramente, para mañana temprano. Porras. *se va* | |
| | | Silvio Moderador
Edad : 31 Mensajes : 1997
| Tema: Re: Patios y jardines Sáb Jun 28, 2014 1:22 am | |
| Los días son muy tranquilos en este continente. Las callejuelas se ven vacías desde mi ventana y prácticamente no hay nadie. Sólo puedo ver un par de jovencitos que parecen venir de fiesta o algo así. Sonrío desde mi ventana. Ya hacía varios días que no disfrutaba de un momento a la luz del sol. Puedo notar como mi piel se ha vuelto algo más paliducha, aunque no es por ninguna enfermedad o debilidad. Simplemente, carencia de sol. Aprovecho entonces estos momentos en los que las pesadas cortinas deberían estar corridas y yo durmiendo para cerrar los ojos y aprovechar los tenues rayos de sol que llegan hasta mi. Echaba de menos el hemisferio oscuro. Aqua era algo así pero peor. Siempre con el sol rasgado en el horizonte y nieve. Mucha. Recuerdo compadecerme de aquellos que vivían en la capital del agua. Por suerte yo lo hice en una de las islas norteñas del continente, por lo que el tiempo no era tan brusco. En una ocasión fui a Ciudad Nevada. Era fabulosa. Me parecía increíble cómo la gente se las arreglaba para vivir en aquel sitio. Sin embargo podía ver como decenas de miles de tubos humeantes calentaban la ciudad y emiendo vapor, haciéndola habitable e incluso calurosa para los piscis. Al menos en la zona a la que yo había ido. El vapor no dejaba de ser agua y se utilizaba para luchar contra el hielo. Me pareció algo muy curioso y divertido en aquellos tiempos.
Ahora ya no hay cosas divertidas en mi mente. Veo al horizonte con el codo apoyado en el alfeizar de la ventana y mi quijada en mi palma. Suspiro. No paro de darle vueltas a mi vida. ¿Qué será de mi en el futuro? ¿Acabaré mis días en este palacio? No me importaría, la verdad. Pero... por otra parte... no se ve a gente muy anciana ni mayor entre estos muros. Quizá cuando cumpla una edad sea sustituido. Aprieto los labios y el puño de mi mano libre. Quizá Aren esté obligándome a estudiar tanto y a aprender tantas cosas para cuando tenga que echarme... Los años pasan para todos. Aren también envejecerá algún día. Ojalá la belleza fuese eterna, como la de las muñecas y marionetas. ¿Por qué nos tenemos que morir? Echo la vista al interior de mi habitación. Tristán también morirá algún día. No es un anciano, pero tampoco un cachorro como hasta hace poco. Se ha vuelto más tranquilo y apacible e incluso ha crecido un poco. Ya cubre todo mi antebrazo e incluso puede cargar con paquetes pesados. Me gustaría comunicarme con mi familia o con Brontë. No dudo de sus capacidades (no deja de ser una criatura mágica) pero no me arriesgo a mandarle atravesar el océano. -Tristán, ¿hacemos algo?.- Le comento mientras me acerco a él y me tumbo de golpe en cama, haciéndole rebotar un par de veces. - Te tengo un poco abandonado últimamente.- Bromeo, mordiéndole suavemente un ala.- Ven aquí.- Digo con tono juguetón, echándome encima de él y poniéndolo panza arriba para hacerle un par de mimos en la barriga.
Al cabo de un rato le dejo que se vaya a tomar el sol tranquilo. Debería escribir a Brontë. Quizá no pueda mandar a Tristán, pero espero que el correo funcione adecuadamente. Además, así Heylel podrá ver cuanto ha mejorado mi escritura. Allá voy. Cojo una hoja de mi montoncito de las que dispongo y comienzo a escribir:
"Querido Heylel. ¿Qué tal estás? No os preocupéis por mi. Estoy viviendo en Cáligo, bajo el cuidado de Aren. Ahora tengo un profesor particular y muchos deberes. Tristán también está bien. Me gustaría que hablásemos con frecuencia, así estaría enterado de lo que ocurre aunque si es mucha molestia, no hace falta que lo hagas a menudo. ¿Qué tal está Gabrielle? Cuéntame. Si alguien pregunta por mi, diles que estoy bien. Muchas gracias por estar ahí siempre. Sil~"
Bien. Una vez escrita, la doblo para enseñársela a Saltez antes. No puedo enviar nada fuera de aquí sin su consentimiento. Además así verá que practico la escritura.
Me estiro. Entre una cosa y otra pronto anochecerá, pues el horizonte se ve rojo. Saltez estará al caer. Quizá sea mejor ir cogiendo la espada y bajar a practicar antes de que llegue. Me arrodillo al lado de la cama y tiro con fuerza de un pesado baúl achatado de debajo de esta. Saco la ropera para bajar al patio.
*Baja*
Enciendo un par de farolillos cercanos a los jardines y comienzo a estirar un poco los brazos, luego las piernas, el cuello y la cadera. Los ejercicios de calentamiento son un rollo y siempre procuro saltarme un par de segundos de estiramiento si nadie me está controlando. Rápidamente comienzo practicar en soledad. Tomo la postura correcta y agarro con firmeza la empuñadura. Saltez siempre dice que la esgrima es 80% cabeza y 20% físico. Debo trabajar más con mi cerebro e imaginarme los ataques y enemigos. Desde la posición de puesta en guardia flexiono las piernas hasta abajo totalmente, manteniendo el tronco recto. Realizo saltos con una pierna solamente mientras la otra pierna la mantenemos suspendida y pegada a los glúteos y después cambio a la otra pierna.
Desde la posición de puesta en guardia subo las rodillas de forma alterna, imitando a una carrera primero en el sitio y luego desplazándome hacia delante y hacia atrás. Desde la posición de piernas semiflexionadas, bajo apoyando el peso del cuerpo en una pierna manteniendo la otra pierna estirada, después invierto el movimiento a la otra pierna.
Saltez aparece justo entonces y sin decir nada saca su arma y comienza a practicar conmigo ahora que mi cuerpo está más que listo. Esta vez no dejaré que me ganes.
*entrenan* | |
| | | Silvio Moderador
Edad : 31 Mensajes : 1997
| Tema: Re: Patios y jardines Miér Jul 16, 2014 1:28 am | |
| Montar a caballo es esa rama extraña de mi entrenamiento que no sé muy bien a qué se debe. Sin embargo, me toca un montón de horas a la semana. Saltez siempre dice que un joven debe tener clase incluso montando a caballo y que esos que montan sin silla y chillando como energúmenos en el campo de batalla son siempre los primeros en morir. Tengo que familiarizarme con el animal, volverme uno. Que mis piernas se fundan con su abdomen y que el mío propio siga los movimientos de su columna. No debe haber ninguna disonancia entre nosotros. Una vez que he conseguido eso, debo aprender a formar la guardia a caballo. Es un ejercicio algo duro, pues debo soltar una mano de las riendas y elevar mi codo a la altura de la oreja con el brazo hacia delante y sosteniendo la espada en horizontal hacia delante. Y pesa. Mucho. Controlar al caballo, sostener la guardia, trotar y acertar en la diana con la carga es una tarea imposible. Y eso que el caballo pone mucho de su parte. Sin embargo son demasiadas cosas que me toman todas ellas demasiado tiempo.
Bien es cierto que estoy siendo sometido a un gran entrenamiento todos los días y que mi cuerpo ha ganado gran porte y musculatura. Sin embargo parece que todo mi sudor cae en un pozo sin fondo y que mi esfuerzo nunca se verá recompensado. Saltez me insta a no deprimirme. Lleva tiempo dominar la gran cantidad de información no sólo de esta materia sino de las otras mil que tengo en tan pocos meses.
Bufo. Quiero y estoy obstinado en mejorar pronto y de forma exponencial lo más rápido que pueda. No debo darle ni una sola razón a Aren para que dude de mis capacidades. Voy a ser el mejor.
[...]
La clase de hípica toca a su fin y es el turno de una buena ducha. He estado leyendo durante gran cantidad de tiempo y me gustaría pedirle a Saltez que me deje salir de palacio para conseguir unas plantas a las que les llevo tiempo buscando la pista. Sin embargo ahora no hay tiempo para eso: toca literatura e historia luego. Creo que es lo peor de todo. Es algo denso y, a pesar que después de tener el cuerpo relajado mi mente está más receptiva, se me hace pesado de todas formas. Esto de ser un guerrero de pluma y espada es más complejo de lo que yo creía.
[...]
Me pregunto en qué asuntos importantes estará Aren metido. Hace tiempo que no me reclama y, a pesar de que no tengo mucho tiempo libre, me lo paso siempre contándole a Tristán qué quiero hacer con él y cuáles son mis planes de futuro. Dentro de algunos años... ¿dónde estaré? Es una pregunta que siempre me ha rondado. Me pregunto si este será mi hogar definitivo... No me importaría. Cualquier cosa con tal de estar cerca suya.
Hoy ha sido un día duro. Será mejor dormir.
*fin del día* | |
| | | Silvio Moderador
Edad : 31 Mensajes : 1997
| Tema: Re: Patios y jardines Miér Ago 13, 2014 12:49 am | |
| De aquel tema no se volvió a hablar jamás. Ni Saltez tenía siquiera potestad para sacar el tema.
Mis clases continuaron, cada vez más estrictas. Mis estudios me habían llevado a una teoría para la batalla bastante interesante.- Saltez, ¿podré salir de palacio en busca de algunos objetos interesantes que me gustaría tener?- Pregunto mientras leo bajo una acacia. -Bueno, supongo que si de verdad lo necesitas...- concluye. Parecía algo reacio al no conocer la opinión del líder. -Venga, confía en mí.- Río echándole la lengua.- Sólo quiero un par de hierbajos. -Pues entonces bien puedes pedirlos y que te los traigan.- Argumenta acertadamente. -Oh, venga ya. No seas rancio. ¿De qué me han servido todos estos meses sudando la gota gorda si ahora no me dejas si quiera pisar la calle? Cogeré una caballo y ni te darás cuenta de que he salido. Venga, va...- Suplico con un pucherito. -¿Qué es exactamente lo que quieres? -Te lo diré si me prometes que luego me dejas salir a buscarlo.- Entonces me acerco a su oído y se lo cuento todo. Una sonrisa interesante se dibuja en sus labios. -De acuerdo, pero llevarás escolta en todo momento. No pienso arriesgarme a que te pase algo y el líder me corte la cabeza.
*se van* | |
| | | Silvio Moderador
Edad : 31 Mensajes : 1997
| Tema: Re: Patios y jardines Lun Ago 18, 2014 10:50 pm | |
| Es lunes. Sáltez siempre me sorprende con algo los lunes. EL primer día fue un oso. Casi me muero durante aquel entrenamiento. Desde entonces, se pasaba el fin de semana maquinando crueles formas de empezar la semana. Si los Lunes son malos de por sí, los Lunes de Sáltez son el horror.
Me pregunto qué me aguardará hoy. Sonrío y vago por los jardines. Cualquiera que me viese pensaría que paseo con la guardia baja. Sin embargo, todos mis sentidos están alerta.
Me asombra verle aparecer a él. - ¿Y bien? ¿Cuál es el truco de hoy?- Comento socarrón, con media sonrisa mientras encojo los hombros.
No dijo nada. Simplemente desenfundó su espada y me apuntó con ella. -¿Qué significa esto?- Me río nervioso. - Estoy desarmado. No puedes hacerme nada. Son las normas~- canturreo, intentando quitarle peso al asunto. -Hoy yo soy la prueba del Lunes. Hoy no hay normas. - Lanza la punta de su espada hacia mi con una leve amenaza, con un guiño de su ojo derecho.
Retrocedo y me remango. - Menos mal. Creí que nunca tendría que tomarme en serio los Lunes.- Hablo con chulería.
*practican* | |
| | | Silvio Moderador
Edad : 31 Mensajes : 1997
| Tema: Re: Patios y jardines Lun Ago 25, 2014 6:01 pm | |
| Ya han pasado tres días. Hoy podré desenterrar las pociones que con mimo preparé. Desentierro aquella asquerosidad y recojo las botellas. En el pasado fueron rosas. Ahora estaban llenas de un líquido negro con toques amarillentos. Parecía que todo había marchado bien.- ¡Fantástico!.- Exclamo limpiando las botellitas de tierra para luego meterlas en mi bolsillo y volver al interior de palacio. Me pregunto si aquella cosa sabría bien, pero no era yo quien la probaría.
Ahora descansaría un poco. Parecía que su curso intensivo había disminuido sus horas y ahora que su formación parecía más liviana, tendría más tiempo para él.
*se va con su recaudación* | |
| | | Aren Darvenwish Jefe de Raza
Mensajes : 1036
| Tema: Re: Patios y jardines Lun Sep 07, 2015 8:18 pm | |
| El líder había madrugado aquel día, tanto que todavía no se había puesto en marcha el siguiente turno de sirviente, encargados de dar la bienvenida a una nueva noche y preparar los primeros desayunos.
Estaba al borde del jardín de la planta superior, por el que pasaba un riachuelo que terminaba en una cascada hacia las plantas inferiores. Desde él se podía observar la capital de Caligo, todavía con las últimas zonas oscuras diferenciándose en algunas calles mientras el sol empezaba a ponerse.
Como todas las mañanas, había ido a comprobar que su hija seguía en buen estado y a acompañarla y arrullarla un rato antes de acostarla. Dedicaba parte de la mañana a los asuntos más urgentes de la ciudad, dormía y se levantaba hasta despertar a su pequeña y luego marcharse a Brontë. Si en aquel palacio no había novedades, entonces volvía a Caligo. No eran días relajados, pero al menos no se avecinaba ninguna otra catástrofe y el líder agradecía poder tener aquella disponibilidad.
Mientras miraba al fondo con las gafas todavía puestas, el líder Darvenwish sintió que alguien venía a reclamarlo y se giró para encontrar, segundos más tarde, a su sobrino acercarse tras aparecer a la mitad de camino. Al llegar junto a él hizo una reverencia y el líder respondió con un asentimiento.
—Buenas tardes, mi general. He venido al enterarme de que estabais volviendo estos últimos días. Hacía ya tiempo que no os visitaba —.
El líder se quedó observándolo durante un momento. El joven ya era todo un hombre bajo aquellas ropas. No había superado la altura del líder caeruleus, pero sí estaba muy cerca de flanquearlo. Su cabello caía por su espalda y su pecho de la misma forma que el suyo propio y sus rasgos eran suaves, con los ojos rasgados. Una mirada perspicaz bajo unos rasgos suaves pero altamente masculinos. El líder entornó ligeramente los ojos. Sin duda el muchacho había heredado gran parte de él y casi podía observar su propio rostro en tiempo mejores, en unos rasgos frescos y más jóvenes. El líder se acercó a él.
—Ezequiel, sobrino. Me alegro de volver a verte. No son buenos tiempos para el ocio. El trabajo en Caligo y Brontë me roba cada segundo. Pero, dime, ¿cómo has llegado tan pronto? Ni siquiera ha acabado de ponerse el sol —.
El muchacho sonrió -de una forma que él conocía a la perfección- y se acercó también al líder. Incluso sus pasos eran muy similares. Una chispa de incomodidad tiñó al hombre durante un momento.
—Me gusta levantarme antes de la caída del sol. Y bien es sabido que también es gusto tuyo. Pensé que tendrías menos trabajo ahora. Espero que no sea una molestia —. El líder sonrió con la misma intención.
—En absoluto. Veo que aprovechas el tiempo. Aunque seguramente tus cocheros te maldecirán —Bromeó, frotando su hombro un momento. —Pero, dime, no habrás venido hasta aquí solamente para un vistazo breve —. Instó. El chico pareció dudar un momento, pero luego amplió su sonrisa.
—Tenía ganas de verte, pero es cierto que también he venido por otra cosa. Caligo se preocupa a veces a causa de tus idas y venidas, a veces creen que estás más pendiente de Brontë que de tu propio continente, pero yo defiendo tu posición. Nunca has dejado a Caligo desatendida en ningún momento —El líder se mantuvo algo más serio. Las palabras de Ezequiel podrían resultar impertinentes de tratarse de algún tipo de consejero o amistad, pero saliendo de él, el asunto se convertía en un interés familiar que podía aceptar dentro de unos límites. No le sorprendían las palabras de su sobrino, pues no era la primera vez que tenía quejas sobre su forma de llevar sus tierras.
—Bien, pues. Si sabes que son falsas esas calumnias no sé qué debería preocuparte — Indicó el hombre. El muchacho volvió a dudar un momento.
—Es sobre otro tipo de comentarios. Se ha oído últimamente que has tenido una heredera y que ha salido de la noche a la mañana y no es algo que tranquilice a los cinco y los demás —.
El líder lo miró fijamente un momento, con gesto severo. Sabía que el Ezequiel que se había acercado ya no era solo su sobrino, sino que la sombra de su cuñada había estado presente desde su llegada. No obstante, había tomado al muchacho por algo más inteligente.
—Los comentarios son ciertos, he tenido una heredera. Pero no ha salido "de la noche a la mañana", creo que a estas alturas no hace falta que te explique el proceso. Más allá de conocer la verdad, dudo que el resto sea de tu incumbencia. O la de tu madre —. Respondió el líder, imponente. El muchacho sonrió y apartó un momento la mirada, para luego proseguir.
—Por supuesto. También dicen que tienes acogida a la madre de la criatura, pero que no se sabe de... —.
El líder dio un paso hacia el joven hasta que sus caras quedaron muy cerca y Ezequiel dio medio paso atrás, intimidado.
—Cuidado con tus palabras, querido sobrino. Que te permita ciertas libertades no quiere decir que vaya a tolerar tonterías tuyas o de tu madre —Amenazó con tono peligroso.
Ezequiel frunció el ceño, en cuanto pudo quitar aquella cara sobrecogida y, seguramente por su juventud, se apartó un paso más y volvió a hablar.
—Me he estado preparando todos estos años, siguiendo cada uno de tus pasos. No puedes dar el título de heredera a una cría. ¡A una mujer! No puedes hacer esto, habías dado tu palabras —
El líder respiró hondo para contener su irritación y trató de hablar calmadamente.
—Ezequiel estás tentando demasiado mi paciencia y últimamente no está en su mejor momento. Vete ahora mismo a tu casa y trataré de olvidar este incidente —.
Pero el joven era demasiado obstinado, con lo que tomó la advertencia de su tío como un punto de debilidad a su favor y de nuevo dio un paso adelante.
—¡No puedes robarme el puesto a cambio de una bastarda de una puta cualquiera! —.
El líder soltó un manotazo a la cara del muchacho que lo hizo caer de espaldas consternado. Luego alzó su mano hacia él y lo elevó en el aire mientras su ojos crepitaban en violeta, presionando su cuello con magia.
—Estoy harto del veneno que tu madre ha estado intentando inyectar en mis dominios durante todo este tiempo y que ahora pareces querer transmitirme. Creí que contigo había logrado obtener algo aceptable, pero parece que tienes dentro la misma podredumbre de ella. Créeme que no me faltan ganas de expulsaros por siempre y si no lo he hecho todavía es por respetar la memoria de mi hermano —Las palabras del líder mantenían un tono calmo y moderado, pero estaban teñidas de rabia e irritación profundas. Se detuvo un momento, cuando el muchacho, entre carraspeos y quejidos, trataba de decirle algo.
—Mi... madre... mig... me lo... diggjo... Soy... hijo tuggh... ¡soy... el heredero! —El líder se sorprendió por un momento y frunció el ceño mientras apretaba más el puño arrancando al muchacho un grito de agonía. Aquella soberbia, aquella desobediencia. Ambos había estado tramando contra él durante aquel tiempo.
La carne del muchacho empezó a amoratarse y el líder hizo acopio de voluntad para soltar la fuerza y lanzarlo a un lado.
—Márchate ahora mismo de mi palacio. En unos días haré que os trasladen a ti y a tu madre lejos de la capital, a una de las casas de campo. Si tratas de venir por aquí de nuevo, no pienso ser tan generoso —Ezequiel vomitó al tratar de recuperar la respiración, temblando a causa del daño y el miedo. —Y como vuelvas a hablarme de forma mínimamente similar... —El líder entornó la vista y el chiquillo estaba ya tratando de levantarse, para marcharle lo más rápido posible.
El líder se quedó en su lugar, manteniendo a la fuerza la respiración normalizada. Miró de nuevo hacia la ciudad, pero sus sensaciones ya no eran nada similares a las primeras. En aquel momento habría lanzado un ataque que convirtiera todo aquello en polvo con gusto. *Fin* | |
| | | Madame
Mensajes : 242
| Tema: Re: Patios y jardines Lun Sep 07, 2015 8:40 pm | |
| JARDINES PRIVADOS DE CHRIS-MARCIA Desde que di a luz no he vuelto a Brontë, pero sigo manteniendo activas mis investigaciones relacionadas con el palacio. Y ahora, después de todo lo que ha pasado, he tenido que desplegar más mis medios: Aren está enfadado tras la muerte de su criado, y no es buen momento para que baje la guardia. Sé lo vengativo que puede llegar a ser, y no quiero ser el objeto de su ira si en algún momento explota.
Por otra parte, le he encontrado cierto encanto a Marcia. Sé que no me corresponde educarla, exactamente, y que al final hará con ella lo que desee. Quizás eso es lo que me ha llevado, en contra de todo pronostico, a seguir manteniendo el contacto tras el embarazo. Si me muestro comprometida quizás tenga acceso, con el tiempo, a más poder del que ostento ahora. Sé que, por supuesto, las hormonas que dicen que hacen a las madres como son no funcionan en mi caso; soy más poderosa que eso.
Marcia es un bebé precioso, de pelo blanco y fino, piel blanca, impoluta, fruto de la pureza de su raza, y ojos de un color violeta oscuro. No dejo de verme en ella, aunque mi superioridad sea evidente, aunque no me guste compararme con una criatura tan débil y frágil. Y estoy segura de que también su personalidad será poderosa, rebelde e independiente. Quizás el haber nacido mujer ha sido el primer desafío a su padre, y espero que de muchos. No me gustaría que terminase siendo una súbdita más de ese hombre caprichoso. Espero que termine haciéndolo suyo y controlándolo de esa forma que solo las hijas pueden.
-Algún día serás grande, Marcia -le digo, sosteniéndola entre los brazos, meciéndola con suavidad-. Gobernarás todo lo que tu vista alcance. Estoy segura de ello.
Será entonces cuando lo alcance todo. Lo mío, lo de el; todo. Es mi logro también, de alguna forma. Y lo será más si hay en ella, como parece ser, más de mí que de él. *se queda*
Última edición por Madame el Lun Sep 07, 2015 9:45 pm, editado 2 veces | |
| | | Aren Darvenwish Jefe de Raza
Mensajes : 1036
| Tema: Re: Patios y jardines Lun Sep 07, 2015 9:08 pm | |
| El líder se acercó al palacio aprovechando el trayecto para tratar de calmarse, aunque sabía que no lo lograría hasta desquitarse en sus salas interiores.
Se sorprendió al encontrarse aquella presencia en su camino y, al llegar a verla al fin, dio cuenta de que tenía a la pequeña Chris en brazos y aquello no hizo más que alterarlo. Sabía que ella era su madre y que -por su propio bien- no le haría nada a la niña, pero por la actitud de la mujer -y su propia aversión a las figuras maternas- no le gustaba encontrarla a solas con ella. Se aproximó rápidamente.
—La has cogido temprano. Quizá entre tus conocimientos sobre las calles no esté el de que un bebé necesita unas veinte horas de sueño y no quiero que el desarrollo mental de Chris se vea afectado por ello —Indicó, ácido, acercándose para ver que la niña estuviese bien.
La miró durante un momento, admirándose de sus formas suaves y sus grandes ojos oscuros, pero la imagen de su sobrino estaba más clavada que nunca en su mente y no pudo evitar pensar que su pequeña caeruleus, por mucho que se desarrollase, nunca sería aguerrida y portentosa como un joven heredero. Podría ser fuerte, podría ser decidida, pero no como el muchacho. Estaba orgulloso de su hija y se ocuparía de estarlo mucho más, pero siempre quedaría aquello.
—Déjamela, espero a irme cada noche para poder verla un momento —Ordenó echando los brazos a la niña, para acunarla momentos después. Le gustaba sentir su pequeño calor entre sus brazos y su respiración contra su propio pecho. La sentía más segura en sus brazos.
Finalmente miró a la mujer.
—Veo que ya estás en buenas condiciones —Indicó. —¿Te has dignado a dar de comer a tu hija en algún momento? —Inquirió. | |
| | | Madame
Mensajes : 242
| Tema: Re: Patios y jardines Lun Sep 07, 2015 9:33 pm | |
| Noto el venir del padre cuando se acerca, y aunque no me vuelvo hacia él nada más ha entrado, mantengo mi atención focalizada hacia su posición. Al final, sin embargo, cuando ya es inevitable admitir que está aquí, sí me giro, seria, casi con rostro severo. Lo relajo un poco al mirarlo, como si verlo me regocijase.
-Se movía algo intranquila cuando vine a verla -le digo, permitiendo que se acerque sin alterarme-. Quizás tenía una pesadilla. Dicen que los niños perciben la tensión a su alrededor desde que son muy pequeños.
Soy consciente de su recelo hacia mí desde que Marcia nació, como si todo lo que nos unía fuese lo que parí, y ya no me quedase más de ello dentro. Cuando la pide, la deposito en sus brazos con suavidad. No quiero que piense que puedo sublevarme. Lo que menos me conviene es enemistarme con Aren. Podría prohibirme verla.
Al apartarme y verla en sus brazos siento los míos propios ligeros, como vacíos. Se me hace agobiante verla tan lejos cuando está tan cerca, porque se hace más evidente que, mía o suya, no puede pertenecernos a ambos a la vez, al parecer.
-Ya me encuentro perfectamente -afirmo. Mi cuerpo ha vuelto a su sitio tan perfectamente que podría parecer que nunca estuve en estado, y he recuperado mi energía y mi humor. En general, me encuentro como siempre; quizás algo más satisfecha que de costumbre, incluso. A su pregunta, la sonrisa se hace algo más laxa, burlona-. Por supuesto. Y siempre superviso el preparado de los biberones -le digo.
Lo he hecho, aunque admitirlo en voz alta, para oídos indiscretos, podría mostarme débil. Pero soy su madre, a fin de cuentas, y no hay nada de malo en que, aunque no pueda ser siempre, me gusta hacer eso, aunque pueda parecer que me rebajo a la altura de una plebeya cualquiera. Aunque en el caso de Marcia, por ser mi hija, por haber conseguido que la acepte como tal, no hay nada de malo en que lo haga. | |
| | | Aren Darvenwish Jefe de Raza
Mensajes : 1036
| Tema: Re: Patios y jardines Lun Sep 07, 2015 9:48 pm | |
| El hombre respiró algo más aliviado y tranquilo. Ver y tener Chris en sus manos le calmaba, pero sabía que la mujer también tenía razón. No era bueno acercarse a la niña con una tensión como aquella.
—Ahora está tranquila. Sabe recobrarse rápidamente. Es una buena chica —Respondió sin dejar de mirarla, viendo como iba dejando los ojos cada vez más cerrados.
Volvió a mirar a la mujer cuando le respondió que se encontraba bien y dedicó algo más de tiempo a observarla ahora que ya había corroborado el estado de la pequeña. Era evidente que lo estaba. Sin ningún tipo de conjuro ya se admiraba su figura, ahora algo más aderezada con los pechos de la lactancia. El líder se detuvo un momento en ellos, sintiendo un ligero cosquilleo. Estaba demasiado ocupado en los últimos días.
—Bien. Necesita crecer fuerte. Dudaba de que lo hicieras, aunque creo que te compensa en ciertos aspectos —Hizo un gesto con la mirada, llevándola desde los ojos de la mujer hacia su escote, guiándola. Luego apareció una suave media sonrisa. | |
| | | Madame
Mensajes : 242
| Tema: Re: Patios y jardines Lun Sep 07, 2015 10:02 pm | |
| Buena chica. No puedo evitar que se me escape una sonrisa suave, al mirarla de nuevo. Es más perfecta que ningún otro bebé que haya visto. Sé que podría decirse que cualquier madre opinaría eso, pero en este caso es verdad. Sus genes son perfectos, y a medida que crece se nota más lo hermosa que llegará a ser cuando crezca. Todo el que sepa mirar podría verlo.
El orgullo es mutuo, pero yo tengo que esforzarme por disimularlo un poco. Aunque con el paso del tiempo me he relajado un poco, tras ver que no pasaba nada en el mundo por mostrar orgullo por mi hija. La he fabricado yo, a fin de cuentas.
Sigo la mirada de Aren mentalmente, descendiendo apenas un instante los ojos, y alzo el mentón y la sonrisa al comprender qué mira. Hace segundos parecía tan turbado que me temía que ladrase nada más llegar, y en cierto modo ha empezado a hacerlo, pero parece que las desgracias no son tantas.
-Mis dotes ya eran generosas de antes -le recuerdo-. No niego que me favorezca, estoy segura de que es así, pero me alegro de haber perdido los otros rasgos -añado. El vientre hinchado era algo atroz-. Admito que llegó a preocuparme que el embarazo me estropease, pero no ha sido así, ¿verdad? -inquiero, con una sonrisa ladina.
Quizás el no haber perdido mis hermosos atributos sea otra de las cosas que tanto me satisfacen. ¿De qué me sirve ocupar un lugar elevado en ninguna parte si todos los que miran hacia arriba solo ven a una mujer demacrada? Ahora los que miren verán elegancia, poder, seguridad. Estoy en mi mejor momento, como siempre lo he estado. FdR- Pausa para el café~ | |
| | | Aren Darvenwish Jefe de Raza
Mensajes : 1036
| Tema: Re: Patios y jardines Miér Sep 09, 2015 7:18 pm | |
| El líder acentuó un poco la media sonrisa, algo burlesco, desviando la mirada a la niña una vez más.
—Me encargaré de que seas más segura que tu madre —Indicó, algo jocoso. Seguía incómodo, irritado y dolido por los diversos acontecimientos y su cabeza bullía con todo los problemas que todavía tenía que atender. Pero cerró su mente a esa gran parcela y se limitó a disfrutar de aquellos momentos en los que parecían disfrutar de familia mínimamente normal.
Acabó por acercarse a la mujer y besarla una vez que la niña hubo cerrado de nuevo los ojos. Su intención fue un gesto momentáneo que la tranquilizase para que no hablase demasiado y lo relajase a él mismo al tiempo. No obstante, al contacto con los labios de la mujer, bulló de él un hambre atroz que hizo que se aferrase a boca como si no la hubiese probado en años. El estrés pasaba factura. Al igual que los más de nueve meses de embarazo y crianza.
Se separó un poco de ella, lo justo para poder verla.
—Ya se ha vuelto a dormir —Indicó simplemente. Aunque la afirmación iba algo más allá de la evidencia. | |
| | | Madame
Mensajes : 242
| Tema: u Sáb Sep 12, 2015 1:41 pm | |
| Sostengo esa mirada en la que parece burlarse, en la que me busca, como si no buscase nada de lo que se ve por fuera, sino algo que yo pudiese tener dentro. Y lo que dice, ese comentario tan cierto y que podría herir a tantos otros, me hace esbozar una sonrisa tranquila que eleva solo la comisura izquierda. Siempre trata a Marcia con recelo cuando estoy también. Me ha permitido verla, me ha permitido opinar, aunque siempre he tenido la sensación (y la experiencia me dice que no es incierta) de que a la hora de la verdad no escucharía a nadie que no sea él. Pero que diga algo como eso, y no es la primera vez que hace alusiones así, hace que me pregunte si al final era solo un útero con genética apropiada o si también soy madre.
-Nunca sería como ella -le respondo, sin más, con una sonrisa ladina.
Aunque no le guardo rencor a mi madre, si bien pude hacerlo algún tiempo. Cuando estaba sola y no era más que una niña me preguntaba por qué me había pasado aquello; ahora me doy cuenta, ahora que estoy en la cima de lo más bajo, de que el futuro que me dio fue mucho más próspero por abandonarme de lo que podría haberme ofrecido a su lado. Quizás no fue egoísmo, pienso muchas veces. Quizás fue misericordia.
Miro a Marcia en los brazos de su padre, en los brazos del hombre al que seguiría llamando padre aunque a mí no me conociese, por más que la madre sea la que te lleva dentro. Yo a mi padre no lo conocí, o eso creí mucho tiempo, y cuando supe quién había sido había tanta tierra y tiempo entre ambos que... Realmente siempre me importó poco.
Marcia debe tener madre, y otra si no soy yo. Es mi hija, y merece algo así. Siempre que he podido he sido caprichosa.
Correspondo al beso, preguntándome qué pensaría quien nos viera. De estar en una habitación discreta de un hotel en la ciudad hace muchos años cualquiera pensaría que solo se trataba de dos jóvenes jugando. Pero ahora, ahora que lo que somos se ha resaltado todavía más, ahora que no somos jóvenes aunque nos aferremos a ello, me pregunto qué verá el que mira. Una ironía. Quizás un día él quiera a Marcia para sí y yo amanezca sin cabeza o sin entrañas.
-Hay cosas que los niños no deben ver, según dicen -me limito a responder, acentuando una sonrisa desafiante, recortando la distancia entre ambos para llevar aquel desafío más allá de las miradas
Y me digo a mí misma que Marcia no verá esas cosas, que no verá la lujuria o el egoísmo humano, o tantos otros defectos que causa la podredumbre de las personas. Quizás Aren o yo vimos demasiado, y por eso también nosotros las reflejamos. Supongo que es tarde para que, precisamente yo, quiera entregar a nadie un mundo limpio. *fin de escena* | |
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| Tema: Re: Patios y jardines | |
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