Claustro.

Me encojo de hombros cuando dice que se la queda. Ni siquiera yo soy tan rata como para pedírsela. Eso o que igual este trance en mi vida me ha hecho madurar y plantearme que las cosas materiales no... Por un momento me planteo perdírsela de vuelta.

Apoyo la cabeza en la pared, relajándome un poco. Me apetecía más que me diera el solete en la cara, qué mal. Abro un ojo para responer su pregunta.

—La cerveza es el elixir de la vida. Lo he visto por la mañana, al levantarnos, pero supongo que el bonito reencuentro será hacia la hora de cenar. Por ahora puedo hacer algo de tiempo —Respondo, divertido.

Levanto el codo que está al ado de ella y lo apoyo en su cabeza, acomodándome cuando me responde.

—¿Profundo como el culo de un mecña? Es bastante peligroso eso; dejé de practicarlo porque me daba migraña —Le reprocho. Giro la cara hacia el sobaco que tengo abierto por poner el brazo sobre ella. —Uff, esto sí que deja un olor profundo —Bromeo.

Asiento con algo de indiferencia. Yo le doy el saludo, aunque también puede buscarlo ella, que no creo que se le escape. Las últimas veces se compinchaban cada vez mejor y se traen sus cosillas.

Río cuando ella lo hace, diciendo que efectivamente la cosa es más profunda que el culo de un mecña.

—Entonces tampoco te esfuerces mucho. No es que seas una lumbreras —La critico, entretenido y picajoso. Rasco un gapo en la garganta y acabo por girar la cabeza para escupirlo mientras dice eso del encanto. —Me lo dicen a menudo —Le digo. Entonces me sorprende con una pregunta más graciosa.

—¿Mi qué? —Pregunto con una risotada y bajo el brazo de su cabeza. No me costó captar a quién se refería, más que nada por mirarlas hablar en el pasillo el otro día. —Sé a quién te refieres, pero esa justamente es la que menos espera un compromiso —Comento, sardónico. —¿Qué tal fue la charla? Espero que no saltasen muchos cristales —Conociendo a ambas imagino que se habrán lanzando sus cosas, o al menos Frikka no se habrá resistido a comentar sus tetas.

Río con sus conclusiones. La verdad es que tenía ganas de este momento. Si se había cebado con Lea cuando me acosté una vez con ella, siendo como es Lea, la opinión sobre Vest prometía mucho.


—Imaginaba que no te caería muy bien, la verdad es que tiene todo bastante abierto —Concedo, entretenido. —Es graciosa, pero si le das cuerda no se calla ni debajo del agua. Si no se le diera bien, el dolor de cabeza no compensaría —Río. —¿No te reconoció por lo de las termas? —Lo cierto es que el comentario me sale natural, aunque luego miro un momento al bicho pensando en que esta enana es bastante rencorosa para ese tipo de cosas e igual he azuzado su odio hacia la flamma. Bueno, las cosas hay que superarlas, Fifi.

Estiro las piernas frente a mí, cambiando la posición.

Su respuesta es inmediata y abro más los ojos, algo sobresaltado. Vuelvo a reírme un poco ante su indignación. Pues sí que le ha tocado hondo.

Me río un poco más mientras habla, quitándole algo de importancia a su rebote, y le pongo una mano en la cabeza para frotársela y traerla hacia mí.

—Creo que tienes un problema de seguridad, enana —La pico —Casi todos los bocazas que llegan aquí no han visto una pelea en su vida y vienen diciendo que están preparados para el fin del mundo —Le aclaro al principio . Me echo un poco contra ella, manteniendo su cabeza algo agachada bajo mi mano, sonando más confidencial.

—Lo que pasa es que tú te fijaste demasiado en "ellas" —Bromeo entre dientes, soltando otra risilla. —No seas tonta, anda —Le doy con la mano hacia abajo y la retiro, con intención de hacer rebotar su cabeza. —No estoy diciendo que a Vest le parezcas algo maravilloso, pero tampoco es para tomárselo como un ataque a tu blasón. No te dejes impresionar por los vestidos caros, no es más que una niña mimada que acaba hablando tan mal como todos —Le confirmo, desenfadado, cruzando los brazos y volviendo a apoyar la espalda en la pared.

Luego pretende que no la traten como a una enana poniéndose así. No puedo tomarme esto en serio, así que espero que no le moleste que me siga riendo.

—La verdad es que uno se puede dormir ahí en medio... Sí que tienen que ser duras las barillas del corsé —Bromeo. Luego pienso en que decirle algo como "Cierzo y yo ya salimos sin ti" no es lo más oportuno para calmar los ánimos, así que me centro en otros argumentos.

—Aaah, sí, me lo dijo. Tranquila, Cierzo no tiene tanta paciencia como para aguantarla y su ramalazo de noble repipi le impide tomarla como digna. Además, ¿estás celosa de que Cierzo pueda hacerle más caso a ella? —Me río. Por lo que me había comentado, la chavala se había tomado demasiadas confianzas. Un mal paso, Vest, al parecer no eres tan "poderosa" como creías.

—No sé por qué te la has tomado así con ella. Es una más. Sólo cacarea algo más alto —Comento, jocoso.

Enarco una ceja, mostrándome aludido y desconforme, pero sin perder la media sonrisa.

—¿Eso quiere decir que yo sí? —Me sorprendo un poco diciendo esa frase. A fin de cuentas no solía tener a nadie en estima como para plantearme el superponer unas personas a otras. Unas eran graciosas, otras follaban y otras te dejaban las botas cuando se te olvidaban debajo de la cama al salir de maniobras. Pero en Brontë las cosas han ido cambiando un poco al parecer. Si no, ¿por qué habría de "elegir" a Frikka si con quien me acuesto últimamente es con Vest? Creo que esas cosas no son elecciones a fin de cuentas. Es como entender una nueva lógica.

En cuanto me doy cuenta vuelvo a prestar atención y a punto estoy de repetirle que tendría de olvidarse de ella si apenas la ha visto, pero su reafirmación en lo mal que le cae hace que me calle antes de sonar idiota.

—Bueno, ¿entonces cómo lo hacemos? ¿Yo la distraigo y tú le clavas tu mondadientes por la espalda? —Es un chiste algo oscuro, pero así entenderá a lo que me refiero. —Sé que no quieres ser como yo y ya sabes a dónde lleva el regodearse en sensaciones desagradable —. Mithos, estoy sonando tan dramático como mi hermana... Pero bueno, todo empieza tirando de un hilo.

Suavizo la media sonrisa cuando responde y niego.

—Eres tú la que siempre está lloriqueando, así que no viene mal preguntar —Comento tranquilo y entretenido.

Cuando ríe y responde asiento y río un poco también. Luego me llevo la mano a la boca. Pues apetece fumarme algo estando así de tranquis, la verdad. Es como que el momento acompaña.

—El laxante llega tarde, me parece —Le comunico con aparente indiferencia mientras me muerdo una piel levantada del pulgar. Luego la miro de nuevo. —Pues avísame si se te ocurre algo, porque ya somos dos —Bromeo. No es lo mismo porque a mí Vest sí me cae bien, pero a veces sí que estaría bien eso de que no diese demasiada conversación.

—Como sea, avísame porque seguro que veros juntas es un espectáculo. Debí quedarme un rato el otro día... Pero de lejos, eh. No quiero convertirme en el objetivo de un hermanamiento femenino temporal —Le digo.

Suelto una risa chulesca ante su comentario, mostrándome indignado.

—Oh, bueno, agradezco tu cinco raspado, profesora, te debo un favor. La próxima me esforzaré más en el examen... —Bromeo. Miro como le da toques al bicho y estoy por dale yo uno. Me sabría delicioso, pero seguro que me recrimina más eso que si la dejase caerse de un barranco con el cariño que le ha cogido a esa cosa.

—Por mí vale —Le comento sin intención de moverme hasta que ella lo haga. Cuando suelta su queña queja dejo caer mi cabeza sobre la suya ahora que la ha apoyado.

Se me empieza a asomar una sonrisilla juguetona cuando cae en la cuenta y pregunta. Síii, así es como tenía que pasar. Trato de mantenerme malamente serio y me separo para levantarme.

—¿Qué? ¿No habías dicho que querías comer algo? Pues pongámonos en marcha o nos quitarán los mejores sitios en el comedor... —No tarda en levantarse para venir a por mí, buscando explicaciones. No es que me moleste dárselas, pero tampoco viene mal hacerme de rogar un poco.

*se van*

Necesitaba aire fresco para despejarme, dar una vuelta por los jardines o acercarme hasta el lago. Pero claro, el tiempo no acompañaba. Parecía que con septiembre había llegado ya el mal tiempo y eso sólo significaba que se acabaron las escapadas para volar cuando quisiera, a no ser que quisiera volver empapado y coger una pulmonía.

Suspiré y me dejé caer sobre el muro bajo que sostenía los arcos de piedra, de frente a la lluvia. Desde donde estaba el viento dirigía las gotas hacia el lado opuesto, por lo que era difícil que me mojase, aunque tampoco me importaría. Llevaba un par de días apático, menos social de lo habitual.
Las novedades dadas por los líderes no me decían nada nuevo. ¿Si ya sabía que había sido un éxito a pesar de todo, por qué me seguía quedando esta sensación en el estómago al pensar en la misión?Cerré los ojos un instante centrándome en la lluvia, que hacía especial ruido al golpear la superficie de la fuente.

*se queda ahí meditando*

Me limito a abrir los ojos cuando oigo mi nombre. Últimamente parezco más centrado aunque casi parece que estoy fuera de mí.

-Oh, hola Alehyss, cuánto tiempo. -Me pongo de pie y saludo educadamente con la cabeza. Reprimo una mueca cuando el tema aparece, aunque no la culpo, ha sido muy sonado. Cojo aire y mantengo la compostura. -Bien, supongo. -Contesté con una sonrisa sincera, aunque en el fondo no estaba muy convencido. Después de todo eso pensaba pero... Había salido bien parado así que no tendría por qué estar mal, ¿no? -Sí, así es. Ya supongo que te hayas enterado de casi todo. -Lo cierto es que por los pasillos se podía escuchar aún algún murmullo, sobre todo después de que Gerald despertara. A veces me alegraba de que no me hubiera pasado nada más por evitar los susurros que por el daño físico en sí. Había menos aether en Brontë de lo que cabría esperar así que sería más complicado pasar desapercibido para evitar los cuchicheos a mis espaldas...

-Bueno...Podría haber ido peor. Al menos regresamos casi todos aunque me gustaría decir que de una pieza. Lo líderes dicen que aún así ha sido una victoria, no creo que estén del todo equivocados.

Me limito a asentir ante su comentario. No es como si me molestase pero era como que no llegaba a darme cuenta de la importancia de todo lo que había pasado. No sólo no había acabado, sino que ni si quiera acababa de empezar. Habían pasado cosas así antes y volverían a pasar.

-Al menos la misión fue un éxito. -Aprieto las alas un poco contra el cuerpo, las noto entumecidas. -Las pérdidas personales habrían sido peores de no haberlo sido. Incluso aún si hubiéramos vuelto en las mismas condiciones. -Aunque no habría sido así. Probablemente no hubiéramos vuelto.

-Cierto...-No recordaba lo de los líderes. Parece que no los tengo muy en mente hasta que pasa algo, aunque supongo que incluso cuando no sucede nada es simplemente que no llegan las noticias. Me pegunto si que haya sucedido justo en este momento no habrá sido aún peor...Si la misión hubiese salido peor estaríamos tan indefensos... Aunque no sabía si había más grupos como el de Ignis de los que Brontë debiera cuidarse. -Supongo que ha sido bueno deshacernos de la líder flamma. -¿Líder? A penas merecía ser llamada ex-líder. -Aunque espero que lo solucionen pronto. No creo que sea buen momento para estar tan bajos de defensas.

Dejo que las palabras floten un instante en mi cabeza antes de responder, con un simple asentimiento, aunque con firmeza. No sé si fingida o no. "Debemos seguir trabajando". ¿De qué me sirve ver el resultado de forma más positiva que Rick si me voy a revolcar en los recuerdos para no hacer nada? Estoy paralizado, de alguna forma es ridículo. De estar en el lugar de Gerald ¿qué haría? De alguna forma noto un cambio en la sensación en el estómago, como si ahora apretase, como si... De alguna fotma siento vergüenza. Debería dar ejemplo. Y ni si quiera eso. Debería hacer lo que debo, lo mejor que deba. De nada me sirve un discurso sobre seguir avanzando si sólo me quedo un paso por delante de los que siguen hundidos por lo ocurrido. Sólo estoy un poco menos hundido que ellos...pero porque yo quiero. Tal vez tendría que dejar de ignorar lo ocurrido de aquella forma.

-Necesitan un líder fuerte que ayude a recuperar la fe en su puesto y limpie esa imagen. Aunque no me extrañaría que tardasen en encontrar al indicado. -Aunque no creo que sea fácil. Me pregunto cuántos estarás interesados a llevarse esa carga o si bajarán el listón. Mi vida en Ignis estaba limitada a un cierto grupo y esperaba que ninguno de esos estirados fueran aptos para el puesto, por muy rebajado que pudiera estar el prestigio de este en estos momentos.

Quitando al líder caeruleus había tenido el ¿honor? de conocer a los demás líderes que mencionó. De hecho Fera había sido la que me había aceptado en Brontë a pesar de todo. Sabía que eran capaces y que cuidaban de Brontë pero...¿Cómo de capaces eran los enemigos?

-Me alegra oír que pronto vendrán más a ocupar los puestos. Que puedan defender Brontë no quita que no podamos cometer un error. Tú lo ha dicho, incluso si el enemigo diese un paso en falso... Será mejor estar preparados para evitar más sucesos así.

Cojo aire y agito las alas suavemente. Miro un momento la lluvia golpeando el camino de piedra, perdiéndome en el sonido monótono.

-Bueno...¿Y cómo te ha ido a ti? -Pregunto formal. Casi parece que nada me afecta.