Río

Estaba durmiendo profundamente cuando sentí algo fresco y húmedo en mi frente. Abrí los ojos lentamente, y pude ver a Heylel, que me estaba tocando la frente con su mano mojada.

"Oh... hola Heylel", le digo mientras me estiró. Entonces el quitó su mano de mi frente, y yo me levanté mientras me tapaba un bostezo con una mano.

"¿Que tal? Dando un paseo, ¿no?", le digo sonriente y aun medio adormecida.

Al ver como despierte y se estira doy por hecho que está bien y solo se dedicaba a dormir. Me fijo, cuando se iergue, que tiene una marca en el cuello. Y no una marca cualquiera. Una de esas marcas "felices" que decía mi madre. Jope, viendo como fluye el amor en este palacio me entran ganas de decirle a Gabrielle que se venga a vivir... Tampoco es que estemos haciendo demasiado.
Me aparto un poco y me dejo caer para sentarme.

- Vaya, estabas durmiendo, siento haberte despertado entonces... Es que ver un cuerpo tirado en el río en un palacio de guerreros llega a ser perturbador -.Comento con tono jocoso y una risilla.

Cruzo los brazos sobre las rodillas y asiento.
- Sí, suelo pasear por aquí hasta el lago para estirar las articulaciones y pasar el rato. Además así me inspiro y me acuerdo mejor de las cosas que conta en las cartas -.Comento con sonrisa amable.

-¿Y cómo se te ocurrió ponerte a dormir aquí en medio? -Le pregunt, extrañado.

Escucho lo que me cuenta Heylel con una sonrisa, y entonces este me pregunta que como se me ocurrió dormir ahí.

"Ah , pues nada, me senté un rato después de pasear y... me quede... dormida", le digo mientras recuerdo que me había quitado el pañuelo, y lo busco con la mirada tocándome el cuello inconscientemente. Despues miré a Heylel, que me miraba atentamente con cara de circunstancia.

Me quedé callada un rato sin saber que decir. Entonces solté una risilla nerviosa, y me acerqué al pañuelo para cogerlo y ponérmelo.

Escucho a Hewina y rio un poco cuando dice que se ha quedado dormida. Entonces ella se lleva la mano al cuello y me mira con comprosimo. Le dedico una sonrisa amable mientras se pone el pañuelo.

- ¿Una noche ociosa? -Pregunto con tono tranquilizador como si preguntase "¿qué tal el tiempo?" Oh, Heyl, si es que tienes un garbo.

"¡No no no! No es lo que piensas...", le digo con cierto nerviosismo, ya que no quería que pensase mal de mí.

Permanecí unos segundos callada, y mientras Heylel me miraba atentamente.

"Es que... bueno... Silvanus y yo somos pareja... y claro...", le confieso tímidamente. Al fin y al cabo no era nada malo, y Heylel es amigo de ambos.

Esucho a Hewina mientras cruzo las piernas y apoyo las manos en los pies, ahora cruzados. Vayaaaaaaaa. Amplio la sonrisa.

-Os lo teníais calladito, ¿eeeh? -Le digo para meterme con ella, echando la cabeza hacia adelante mientras sonrío de medio lado. Luego vuelvo a mi posición y a mi sonrisa agradable.

-Me alegro por ambos. La verdad es que empezaba a pensar que Silvanus pasaría el resto de su vida deprimido, pero parece que simplemente es un tipo muy impulsivo... -Comento. La verdad es que cuando me pongo a divagar paso de hablarle a la persona para hablarme a mí mismo.

Como mi cara ha pasado de sonriente a desorientada mientras miro un árbol medio ensoñado, la muevo un poco para volver a dirigirme a Hewina.

-Bueno, no me hagas caso, seguro que os va bien. El caso es que estéis contentos -. Le digo amigablemente.


FdR: Seguuuroooo *choli* XDDD

"No, si lo cierto es que sí que es muy impulsivo...", le digo mientras rememoro los recientes acontecimientos.

"Pero bueno, yo le quiero igual de todas formas...", digo con una sonrisa mientras miro hacia el suelo y pienso en Silvanus.

Entonces me fijo en Heylel, que me seguía mirando atentamente, y me ruborizo. Seguro que se estaría riendo de mi, hacia sus adentros...

Me alegra escuchar a Hewina. Y me entra nostalgia, claro. Jope. Estiro las piernas y apoyo las manos hacia atrás.

-Me encata oír eso. Ah... La felicidad de la pareja enamorada... Que envidia -.Digo, guiñándole un ojo. Silvanus y Hewina eran pareja, rick e nger seguro que lo serían pronto y ahora solo faltaba que Alehyss encontrase al amor de su vida... Que cosas. Y yo sin mi querida gabrielle ente tanto amor florecido.

-Parece que Brontë es el jardín del amor -. Bromeo. - Ah, sí, sí... Que envidia -. Lo que pasa es que cuando me pongo a pensar en que todo el mundo duerme calentito en Brontë -todos los que tienen edad, claro- me entran las ganas de ver a Gabriel -más que de costumbre- y entonces me pongo algo bobo. Y ahora me empolo yo solito y así me queda la cara de tonto que tengo mirando a aquel pájaro que vuela lejos.

Miro de nuevo a Hewina ya que sino se creerá que se me va mucho la cabeza.

-Pero no debéis de llevar demasiado, ¿cierto? -Pregunto con curiosidad. Si es que no hace tanto que Silvanus estaba por ahí llorando por su incorrespondida homosexualidad, repito. ai,ai,ai...

Me río levemente con los comentarios de Heylel.

"Pobrecillo, debe de hechar en falta a su chica", pienso sonriente.

"Aun que lo cierto es que debe de hacerse muy duro estar separado de quien amas... y yo ya me siento mal por no haber visto a Silvanus hoy todavía, jope. Cuanto tiene que sufrir... y sin embargo nunca aparenta estar deprimido", pienso a seguir con cara compasiva.


Entonces Heylel me dice si no llevamos demasiado Silvanus y yo, y le respondo: "No, solo llevamos unos días... lo cierto es que todo surgió muy rápido"

La escucho con tranquilidad. Vaya, unos días, eso tiene más lógica. Sonrío.

-Hum... ¡Entonces estáis en lo mejor! Las risas, los tonteos, la sensación de cosquilleo en el estómago -. Comento con una risita haciendole cosquillas en la barriga.

-Es muy divertido y emocionante -. Indico.

Llego al río después de un ocioso día en la biblioteca, ya que me pasé la tarde comiendo a escondidas en ella (porque no se puede comer ahí) y leyendo unos libros muy graciosos indicados para niños... pero me daba igual: eran divertidos.
Entonces ví a Heylel y Hewina en el rio, hablando tranquilamente.
Me hacerco por detrás a Heylel, con mucho cuidado. Hewina me vio, pero no dijo nada porque puse mi dedo en mis labios, indicando que se callara.

Entonces salté encima de Heylel por la espalda.
-HOLA POLLO!!- grité entre risas mientras rodábamos por el cesped. Siempre era bueno tener una migo con el que divertirse un poco.

Escuché a Heylel sonriente mientras me hablaba, pero entonces vi como se acercaba Silvanus. Iba a saludarle, pero me indico que me callase con un dedo mientras se acercaba sigilosamente a Heylel.

Entonces Heylel me hizo cosquillas en la barriga para enfatizar su comentario, y yo me reí.

Después de lo que dijo a seguir yo le dije: "Sí... lo cierto es que sí", aparentando normalidad, y de repente Silvanus saltó encima de Heylel. Empezaron a rodar por el suelo, y yo me reí.

Trsitán salió rápidamente de la bolsa de Silvanus para evitar ser aplastado. El pobrecillo se había llevado un buen susto también.

"Ven pequeñín, ya paso", le dije mientras me reía y lo ponía en mi regazo.

En cuanto Hewina me respondió vi como no me miraba a mí, pero cuando fui a darme la vuelta para comprobar a dónde miraba un peso muerto me calló encima.

Después de caer de lado bajo el peso del que me había embestido, pude comprobar -por los gritos más que nada- que era Silvanus.

-Eres un petardo con complejo de mosca, que lo sepas -.Le digo, poniéndole una mano en la cabeza y empujándolo para que se sacase de encima. -Cuántas veces te tengo dicho que tengas cuidado con las alas. La próxima vez te daré un acero al rojo a ver que tal le sienta a tus membranas -.Comento entre risas y gruñidos.

Me revuelvo el pelo, ya que el ataque me ha despelusado y luego -una vez lejos de él- lo miro con gesto pícaro.

-Llegas tarde para impedir que lo sepa, sadina. Ya me he enterado de que te puede hasta "tu novia" -Lo pico, recordando que ayer se había rendido en el entrenamiento y uniéndolo a los datos recopilados hoy.

Heylel me insultó mientras me empujaba la cabeza hacia atrás, para librarse de mí. Luego me amenazó con ponerme un acero caliente en mis membranas.
-Ya, ya, ya, ya... traaaaanquilo, ya paso, jajajjaajajaj -me dirijo a Hewina, haciendo como que el no está- pobrecillo... no sabe lo que dice- digo con una enorme sonrisa.

Se me cayó la boca al suelo cuando me dijo que Hewina era más fuerte que yo, pero sobre todo porque sabía que era mi novia.
-C-c-c-c-omo lo sabes?- pregunté con un dedo acusador apuntándolo fuertemente con los ojos muy abiertos- ¿como te has enterado? ¿cuando te has enterado? ¿quien te lo ha dicho?- entonces me di cuenta- OOOOOOOGHHH Hew!! se lo has dicho!! mecachis... dije con una burla- realmente me daba igual, mas que nada porque era Heylel, pero no me hubiese hecho gracia que se enerase otra persona... de momento.

Entonces me acerco a Hew y la beso en los labios- hola amor, hoy no te vi en todo el día-.

"Hola...", le digo a Silvanus después de que me besase y me saludase, avergonzada por la presencia de Heylel.

"Yo he estado paseando... y después me dormí aquí y me despertó Heylel", le comento mientras acaricio a Tristán.

"¡Ah! Y que sepas que si no fuese por "cierta marca", Heylel no se habría enterado", le digo mirándolo con los ojos entrecerrados y de forma acusadora.

Escucho a silvanus y, como estoy acostumbrado, le ignoro. Entonces me rio cuando se pone histérico y luego se relaja de golpe. Menudo caso...

Entonces Hewina le explica la situación. Sí, sí, seguid confiados mis pequeños... El tio Heylel se etara de todo, jojojo. A veces me recuerdo a una bruja de cuento.

-No deberias tratar a tu pareja como al ganado, bandolero -Me meto con él y miro a Hewina. -Lo siento, Hewina, no lo digo por meterme contigo -. Le informa con una sonrisa amigable.

-Bueno, como os habéis echado mucho de menos y esas cosas creo que es hora de que vuelva al palacio -. Porque querrían estar solo, pero especialmente porque me darían evidia y empezaría a empolarme solo y porque, además, tengo hambre.

-Pasadlo bien, pero no demasiado... -Indico con un tono sugerente, emprendiendo el camino. -Buenas noches -. Me despido contento.

*se va*

Cojo a Hewina por la cintura y la apriteto contra mi mientras miro a Heylel con picardía.
-No me digas como tratar a mi chica, listo.- digo echándole la lengua.

-Ala, ala, a volar, ASTA MAÑANA!!

-Bueno....¿por donde íbamos? dije poniéndola mas cerca de mi en cuanto Heylel desapareció de nuestra vista...
Entonces justo cuando la iba a besar, Tristán levantó su cabeza y le dí el beso a él, en vez de a Hewi.
-Puaj! que asco! he besado a un lagarto! ¿serás tonto? dije entre risas dándole con mi dedo índice en la cabeza, a modo de colleja.

"Ya, ya se, no te preocupes", le dije a Heylel cuando me dijo que no se metía conmigo.

Después Silvanus y yo nos despedimos de Heylel, y cuando este se fue Silvanus iba a besarme, pero Tristán se puso en medio y le dio el beso a él sin querer.

La escena había sido muy cómica, y me provocó un ataque de risa que hizo que rodase por el suelo y que me llorasen los ojos.

No tiene ninguna gracia! podría pegarme alguna enfermedad... podría quedarme enano!! como el!! o... escamoso... ¿quien sabe?
Entonces, aprovechando de Hewina estaba en el suelo tumbada, no dudé ni un minuto para tumbarme a su lado y secarle una de sus lagrimitas producidas por la risa con uno de mis dedos.

Entonces Tristán se puso entre nosotros, acurrucadito, pero del lado de Hewina, entre sus pechos.
-Mira que fino nos salió en bicho!... LLAMALO TONTO! jajajajajaja... ¿sabes? podría ser nuestro bebé de broma jajaja

Me reí del comentario de Silvanus con una risa un poco fingida, ya que no había sido un comentario muy oportuno...

Entonces decidí cambiar de tema, preguntándole algo que me interesaba y que le había estado dando vueltas sin necesidad: "Por cierto, ¿tú donde has estado?"

Noté que Hewina se rió, pero no lo había hecho de una forma tan divertida como la anterior. Quizas le afectó mi comentario...¿estará preocupada por lo del otro día?... no se... mejor será no preguntar.

Entonces me preguntó donde había estado, por lo que me tumbé boca arriba, viendo el cielo para comenzar a hablar:
-Bueeeno, me desperté bastante tarde y luego fui a comer algo, pero me llevé algo de comida a la biblio para comer a escondidas, mientras leía libros infantiles... me gustan, ¿vale?- dije ruborizándome un poco entonces me volví a girar hacia ella para pasarle la mano por su pelo, pero entonces noté ese adorno extraño quje siempre llevaba en la cabeza con forma de ala... ¿que es esto? pergunté mientras lo cogía entre mis manos- siempre lo llevas puesto y nunca me acuerdo de preguntarte que leches es esta cosa.

Silvanus me preguntó por el adorno de mi pelo.

"Ah... es un adorno con forma de ala que mi madre me dió cuando era pequeña. Representa mi sangre aether... porque mi padre es claritas y mi madre aether. Es que de pequeña siempre me entristecía porque no tenía alas y quería ser una aether como ella... y entonces ella decidió darme este adorno, para que no me entristeciese tanto. Pero no es que no me gustase ser claritas. Simplemente quería tener alas porque me parecían muy bonitas, y quería volar como ella. Aún que muchas veces ella me cogía en brazos y me llevaba volando por el cielo.", le respondí sonriente mientras rememoraba el pasado.

Era mestiza? ¿que diantres? ¿como? ¿cuando? ¿donde? ¿ERA MESTIZA?¿MESTIZA? Oh, dios mio de mi vida... mi padre me mata... y lueg mi madre me revive para matarme también. Oih, oih, oih... menudo percal... Ya tenía pecado para mi familia que tuviera una novia no-piscis... PERO UNA NOVIA NO.PISCIS Y AÚN POR ENCIMA NO-PURA??... me matan... decididamente... de cuelgan de un pino...
-Oh... que genial! no sabía que eras medio aether- sinceramente, a mi me la soplaba la raza de la chica... pero a mi familia no... la que se iba a armar...- pues no te lo había notado... ni siquiera un poco. Su historia me había entristecido bastante... ella no podía volar... y ahora su madre estaba enferma y tampoco podía llevarla como lo hacía antaño... jo... que pena.

Sonreí forzadamente y me giré, para poder ver bien el estrellado cielo que aquella cálida noche nos ofrecía.
-Que bonito está hoy el cielo... dije cerrando los ojos, para escuchar las sonatas y conciertos nocturnos que los grillos nos ofrecían gratuitamente.

Imité a Silvanus y me giré también para ver el cielo. Después giré mi cabeza para verle y le sonreí, pero tenía los ojos cerrados. Entonces me puse despacio encima suya (mientras Tristán se quedaba acurrucado en el suelo) y le besé suavemente en los labios.

Él me miró sorprendido, y yo le dije un poco sonrojada: "Te quiero..."

Cuando sentí que sus piernas me recorrían para ponerse encima mía, noté como mi corazón se aceleraba hasta pulsaciones ilimitadas.
Me besó y me dijo que me quería.

...

...

A la mierda mis padres.

La besé efusivamente y entonces me separé de ella, mirándola a los ojos.
-Así que quieres jugar, ¿e? ¿pues sabes que te digo? dije con una sonrisa picarona, mientras mis manos se deslizaban por sus nalgas.

-Te voy a hacer sufrir un poquito... hoy te voy a dejar con las ganas... así mañana estarán aún mas ansiosa y me necesitarás... y yo a ti...

Me giré sobre mí mismo, llevándomela a ella, de forma que yo me quedé arriba y ella abajo.
-Asta mañana- le susurré al oido.

*se va*