Fuente termal

Es como que cada vez va a más, no sabe si son las sensaciones las que aumentan o la fuerza del propio movimiento pero nota su cuerpo como hecho de energía, son forma, con continuos escalofríos que le recuerdan dónde se delimita su cuerpo. Es como que no siente nada más y cierra los ojos con fuerza, soltando toda esa energía en un gemido y apretándose contra el joven.

Lo nota empujar en la dirección opuesta a ella. Casi puede sentir lo que el siente, y pronto todo parece desaparecer por un instante en el que ni si quiera respira. Lo nota en su interior, lo nota desahogarse y oye el sonido que sale de sus labios, como si la satisfacción fuera una. Es como que todo se pausa y de pronto como una ola de mar llega un cambio de temperatura en el cual recupera la consciencia, de alguna forma.

Sigue moviéndose, suavemente, como con inercia, pero respira con fuerza, como si ese instante de aguantar el aliento requiriese ahora el doble de aire. Se deja caer sobre el pecho azulado del joven, agitada por el esfuerzo. Notando cómo el piscis se recupera también, como su cuerpo está perlado por el sudor del ejercicio. Deposita un beso sobre su piel y se recuesta sobre él, recobrando un poco el sentido de las cosas, notando el pecho del joven subiendo y bajando bajo ella, como meciéndola. Las ondas rojas de su pelo la rodean, frescas en contraste con su piel. ¿Cuándo se le soltó el recogido? Tampoco era como si importase.

Cuando el joven habla es como si las palabras llegasen a su cabeza pero no las entendiera. Coloca una mano sobre el hombro del piscis para usarlo de punto de apoyo e incorporarse un poco sobre él y poder mirarlo a la cara. Observa su expresión, tranquila, que contrasta con su respiración aún algo acelerada.
Alza las cejas lentamente durante el proceso, mirándolo perplejo, hasta que de pronto parece entenderlo todo y rompe a reír, no pudiendo evitar dejar caer la cabeza de nuevo sobre el chico, seguida por su pelo que parece ondear tras ella.

-Qué idiota.-Dice entre risas sin levantar la cabeza, golpeándole suavemente con el puño en el hombro. Levanta la vista con media sonrisa y se echa hacia atrás el pelo que le tapa la cara, apoyando la cabeza sobre una mano. -¿Qué pasa si me sigue doliendo? -Preguntó mirándole a los ojos atenta a la respuesta.

La muchacha se incorpora con media sonrisa, colocándose como puede el pelo, como distraída.

-¿Disimular? Sería muy idiota por mi parte.

Se hizo un recogido con un movimiento rápido, exagerado para el resultado final. A pesar del acabado algo desaliñado nadie la habría mirado mal de presentarse en cualquier evento.
Como mucho por el hecho de ir desnuda.
Buscó con la mirada su ropa mientras se colocaba un mechón escarlata que le surcó la cara.

-Disimulando sólo saldría perdiendo yo. -Añadió sonriéndo. -Y no me interesa.

-Y zanjarás bien. -Contestó con una sonrisa.

Caminaba despreocupada por el agua, alargando las manos de vez en cuando para coger alguna de las prendas desperdigadas por el borde. Las colocó todas juntas sobre una roca, lo mejor estiradas que pudo, y volvió a meterse del todo al agua cubriéndose hasta el cuello, cerrando los ojos un instante.

Lo observa moverse entretenida, no deja de ser un hombre desnudo y es algo a lo que no solía hacerle ascos. Se acerca a él, previsora, cuando lo ve sacar un cigarro.

-Siempre. -Responde algo misteriosa mirándolo fijamente tras invocar un pequeño flagrare en la palma de su mano. La luz brilla sobre su piel y su pelo mojados arrancando destellos anaranjados que parecían acariciar su piel, perfilando sus formas.

Se fijó en los ojos del joven una vez más, la luz rojiza le resultaba curiosa sobre su piel azul.

Deja que la llama se apague y mantiene la mirada un instante más.
Inclina la cabeza ligeramente a un lado, sopesando sus palabras y finalmente asiente apretando los labios como si hubiese encontrado la mejor opción.

-Con robarte una calada me conformo. -Y dio un paso hacia él con media sonrisa y los labios algo separados.

Normalmente no fumaba y eso quería decir justamente que normalmente no lo hacía, pero había ocasiones en las que el cuerpo parecía pedirle nicotina, aunque no solía estar relacionado con las actividades que practicara.

Se sumerge en el agua casi al mismo tiempo que él, soltando un suspiro de alivio. No es que tuviera frío estando fuera pero la sensación era reconfortante.

-Debería venir a las termas más a menudo. -Comentó para sí, aunque por el tono que usó nadie lo diría.

Nota el humo entrar y lo mantiene un instante, antes de alejarse una vez más de él y soltarlo, apoyando los codos en el borde de las termas, a su espalda. Se queda un momento recostada mirando el humo que asciende y va desapareciendo antes de volver la vista al piscis.

-Bien, más masajes para Vest. -Añadió riendo. -Tampoco te creas que les va a ayudar acompañarme o no.

Le resultaba agradable el contraste entre el aire del exterior y la temperatura del agua. Estiró las piernas cerrando los ojos.