Balcones

UFF... estaba mareado.... la cena me debió de sentar mal... así que decidí dar un paseo nocturno para ver si se me pasaba: Me puse unas enormes zapatillas y una bata y salí hacia los balcones, pues quería meditar sobre la charla con Cero y ver si podíamos hacer algún plan juntos...
Había sido un buen día hasta que entré en el balcón: Allí estaba Aren... un escalofrío recorrió cada centímetro de mi ser... después de lo que me hizo...
Bah, me daba igual: llevaba todo el día con ganas de verle y no habría ocasión mejor:
-¿Aren?, ¿señor?... ¿le importa si... si me pedo a tomar el aire con usted? es que me duele un poco la barriga...

La paz acabó para el líder caeruleus cuando escuchó una voz a su espalda. El piscis de nuevo. Se estaba arrepintiendo de haber empezado a manipularle. Se llevó el dedo corazón al entrecejo y lo frotó unos segundos para tratas de relajarse mientras respiraba. Finalmente se dio la vuelta y miró al muchacho.

-¿Qué quieres ahora, piscis? -Preguntó con cierto cansinismo. Ya tenía alguien que le seguía a todas partes y por lo menos era útil.

- Hablar, un rato, la verdad es que no me importó que se fuera el otro día del claro sin mediar palabra, supongo que fui un tonto pensando que una persona tan importante como usted tendría mejores cosas que hacer que acompañar a un alumno asta el castillo como si usted fuese mi niñera, supongo que lo haría para enseñarme otra lección: alerta permanente, no existen las situaciones idílicas, en cualquier momento te puedes quedar solo y tendrás que apañártelas tu solo. ¿no es asi?.- me quedé pensativo durante bastante tiempo viendo hacia arriba-. ¿Sabe Aren? usted y yo tenemos más en común de lo que cree, por ejemplo, me he informado un poco sobre usted escuchando lo que corre en boca de todos por los pasillos, y si me lo permite, no es que tenga muy buena fama entre los alumnos, pero a mí eso me dá igual. Creo que es un buen instructor que me está enseñando un montón de cosas sobre la vida. -Hago una pausa- me he enterado que es ustéd un careuleus que lleva en su interior sólamente sangre de su raza, es decir, que no tiene ni gota de sangre mestiza... ¿sabe? yo soy como usted, soy un piscis... por decirlo de alguna manera... ¿puro? esa es la palabra?, en mi familia jamás ha habido un mestizaje de sangre, ¿sabe? son bastante estrictos en eso, una vez mi tía Llillian tubo una hija con un Parvus y mi tio Regimund le atizó a su mujer y a la pequeña con una piedra en la cabeza... no he vuelto a saber nada más de él.- Volví a hacer otra pausa para coger aire.- ¿Quiere saber otra cosa de mí, señor? pues sepa, que soy el más pequeño, literalmente, de mis 9 hermanos, y digo literalmente porque mis padres no tenian suficiente dinero para alimentarnos a todos, ¿sabe? a mi, por ser el más pequeño e inutil, sólo me daban los restos de los demás hermanos, y no era porque no me quisieran, pero esque, entre el trabajo, el agetreo de 11 personas en casa (contando a mis padres) la limpieza y todo eso, mis padre n tenían tiempo para el más enjuto de sus hijos, por lo que para no ser una molestia, decidí trabajar un pedazo de jardín y cultivar mi propia comida, por eso soy vegetariano. Y por eso me he quedado seguramente tan esmirriado,- dije intentando sacar músculo de mis brazo con una torva sonrisa- la falta de alimento en mi infancia y la falta de proteinas extra... deben de ser los culpables.- dije soltando una risita para quitarle peso al asunto. Hice otra pausa.- Fama, respeto,poder, dinero, (por que no decirlo) todo eso es lo que usted tiene... y ese es mi afán en la vida, por eso usted me gusta tanto: porque es un modelo a seguir para mi ''quizás no con ese caracter'' -pensé esta última frase- por eso intento ganarme su aprobación, para seguir sus pasos y ser alguien, ése fue el motivo por el que vine al castillo, ¿sabe?, para conseguir algo, que no conseguiría nunca quedándome en casa. Otra cosa que dícen de usted por los pasillos es que es usted un casanova- dije sonriéndole, esperando otra sonrisa picarona por su parte- jaja, ¿sabe? yo solo le dí un beso en la boca a mi vecina de enfrente cuando fuimos a una excursión con todo el vecindario. Ahí se acaba mi vida sexual, dije suspirando.
Bueno, ahora que le he abierto mi corazón y conoce un montón de cosas sobre mi...¿a que le caigo un poco mejor?- dije esperando una respuesta de aprovacion, consejo o simplemente una sonrisa verdadera...

Ante la retahíla del chico el líder caeruleus no disimuló un gesto de desaprobación y aburrimiento, llegando a bostezar poniendo el dorso de la mano delante de la boca. "Menudo pardillo" Pensó el líder mientras no prestaba la mayor importancia a la conversación. Solo se quedó con datos puntuales como "He oído sobre usted", "me he informado sobre usted", cosas que no agradaron demasiado al líder caeruleus y ya no digamos aquella estupidez de ser como el. Por Mithos, un piscis pardillo y raquítico como aquel que se revolcaba en el barro...

-Escúchame bien, estúpido -.Le estampó sin un ápice de amabilidad. -No sé a qué crees que has venido, pero no creas que vas a seguir con tus niñerías. Soy el líder de Caligo y tengo mejores cosas que atender que a un pordiosero de membranas intachables -.Hizo una pausa y se acercó al joven -No me conoces, no me buscas, no hablas conmigo y ni siquiera me miras si no tengo intención de atenderte -.Indicó con severidad. Lo miró de arriba abajo y soltó una carcajada socarrona.- Pff tú, parecerte a mí... Ni siquiera el humor parvus es tan surrealista -.Puso un dedo acusador en su pecho-No quiero que vuelvas a corretear por ahí preguntando o comentando nada acerca de mí. Si pretender ganarte mi aprobación tendrás que morir y nacer al menos tres veces como mantengas este pitorreo-. Pasó de largo por el muchacho y tiró la copa de licor a sus pies, haciendo que se rompiese en pedazos derramando el líquido.

-Llora lo que quieras, pero como vuelvas a rebajar mi imagen hablando de mí en algún tipo de relacionante contigo, serás pasto de los tiburones, pequeño eunuco -.Se alejó de los balcones. Menudo tipejo, tenía más plumas en la cabeza que un bebé aether. El líder sopesó su estrategia. Quizá no resultase rentable emplear a aquel ignorante. Seguro que para cualquier trabajo sucio valdría de algo.

Lágrimotes del tamaño de puños brotaron de mis ojos... como podía ser tan cruel... después de contarle todo sobre mi... lo único que quería era caerle bien... y eso no me ayudaba.
Cuando me amenazó con su enorme dedo en mi frágil pecho, casi me da algo...

-Muy bien entonces...- respiré profundamente tres veces- muy bien...-repetí por lo bajo- con que te dan asco los piscis ¿e? pues entonces voy a tener que dejar de serlo...-estaba llorando como nunca lo había hecho, porque sabía lo que iba a hacerme...
Saqué a Altheda: nueva, brillante, afilada... me aparté el revoltoso pelo e hice brotar mis orejas de piscis...


-Acerqué a Altheda a mi oreja de piscis, la misma que había tocado Aren en el claro del bosque.-Dolía solo con pensarlo.

En el cielo de Mithos se olló el sonido de un corte limpio.

DOLOR

Algo cayó al suelo, mientras mi cara era una mezcla de sangre, lágrimas y algún que otro moco... me agarraba el lugar deonde debía estar mi oreja y miraba fijamente la espalda de Aren, esperando su respuesta

En cuanto empezó a escuchar las patéticas lágrimas del piscis no daba crédito a la situación. Le recordaba tanto a las niñas estúpidas que se enamoraban perdidamente de una cordial sonrisa. Cada día tenía más claro que aquel jovencito lo amaba fervorosamente y solo podía reírse para sí. Que patético...

Entonces escuchó sus palabras y giró un poco la cabeza con curiosidad. Encontró el brillo de la daga y la sangre brotando de la cabeza del chico mientras este se agarraba a lágrima viva. Los ojos del caeruleus se abrieron sin perder su gesto y, al encontrarse aquel apéndice cercenado en el suelo, no pudo hacer más que soltar una enorme y estentórea carcajada.

-Menudo patán estás hecho... ¡Eres tan miserable y gusano que tu patetismo es insuperable! -Continuó desternillándose y dio un par de pasos hacia el joven hasta que se puso frente a su oreja arrancada. -Querido, ¿no te has parado a pensar en algo? Bueno, según esto dudo que lo hagas... -Dio un toquecito con el pie a la oreja ensangrentada. -Ahora no solo me darás asco por tu total arrastres sino que serás la vergüenza de toda tu raza... -Pensó en la cara de Blues Splash si llegaba a enterarse y el ego se le escapó volando entre las escasas nubes.

-Eres lo más despreciable que he visto. Incluso mi querido Barthemius tiene mucha más dignidad que tú -.Aplastó con el pie la oreja y lo movió contra el suelo para cerciorarse de que quedaba bien aplastada. -Pero, ¿sabes qué? La próxima vez que me apetezca un trozo de carne para divertirme un rato ya sé a quién llamar...- Se secó una lagrimita provocada por la gran risotada que le había provocado la situación. Se acercó más al chico y lo agarró del pelo para acercarlo a su cara.

-Te comportas peor que una zorra de barrio -.Susurró con una sonrisa antes de pasarle la bífida lengua por la mejilla llena de lágrimas y sangre. Lo soltó de golpe y escupió lo que había lamido. Después llamó a Barthemius para que recogiese el miembro del suelo. Sería un bonito trofeo que enseñar a la líder Piscis... La verdad es que no se había reído así en mucho tiempo.

*se va*

¿que demonios le pasaba a aquel hombre? DEMONIOS! se había cortado una oreja por el... ¿Acaso se notaba tanto que le gustaba?
Le había llamado de todo: cosas horribles...
Silvanus se cayó al suelo, de rodillas... tapándose la herida... debía ir a la enfermería ahora...
Y, dejado un enorme charco de sangre y lágrimas, se fué tambaleante hacia la enfermería a ponerse unas vendas...

*se va*

Explorando por los pasillos, di con una salida a los balcones. Aburrida y sin mucho que hacer, me quedé por allí, tomando un poco el aire.

*Se queda*

No tengo mucho que hacer ya que no me apetece entrenar hoy. Con las manos en los bolsillos, me acerco a los balcones a ver si puedo dar unos saltos y estirar las alas.
Antes de llegar muevo un poco las plumas para desentumecerlas y prepararme, pero veo que hay alguien en el lugar. No voy a ponerme a saltar del balcón como un energúmeno cuando hay gente...

Me acerco al lugar y veo de quien se trata. Al parecer es la niña piscis que estaba en el pasillo cuando ocurrió lo de la enagenación del flamma...

Le doy un toquecito en el hombro y me pongo a su lado.
- Hola, yo a ti te he visto antes. -Sonrío amablemente.- ¿Estás tomando el aire?

fdr: Hellooo~~ <_<

No había pasado demasiado tiempo cuando alguien se me acercó por la espalda, con la intención de llamar mi atención. Me di la vuelta bruscamente, sorprendida. Ante mí se hallaba un hombre alado. Un aether de pelo casi blanco y ojos verdes. Debía rondar la veintena. Sonreía.

Me había pillado por sorpresa, y pude notar como me acaloraba de golpe. Probablemente estuviera enrojeciendo. Le devolví la sonrisa, algo vacilante.

- Ah, hola, no le había visto -me rasqué la nuca, sin saber muy bien qué decir-. Sí, estaba tomando el aire. La verdad es que acabo de descubrir que hay balcones -solté una risita nerviosa-. Perdone mi mala memoria, pero, ¿nos conocemos?


FdR: Heyy :3

Ante la reacción de la niña, le dedico una nueva sonrisa. Pobrecita, seguro que en aquel momento ni siuiera me había visto.

-Bueno, no nos conocemos exactamente, realmente te vi hace unos días en el pasillo, junto con Alehyss -. Luego extiendo una mano a la niña. -Soy Heylel, un placer -. Me presento, agitando un poco las alas. La verdad es que se está bien fuera.

- Con Lester... En el pasillo... ¡Ah, claro! Cuando Dehnel vino y... Sí, sí, ya me acuerdo -estreché la mano que me tendía, aún algo nerviosa-. Encantada. Yo soy Massen Dew, de Aqua.

Me mantuve en silencio un momento, sin saber muy bien cómo continuar la conversación. Luego volví a mirar sus alas, mientras pensamientos contradictorios se entrecruzaban en mi cabeza. Lo miré a él de nuevo.

- Usted, si no me equivoco, proviene de Ventus -traté de expresarme de forma que no se ofendiera-. Un poco arriba para mi gusto. Las alturas no son mi fuerte. Pero debe ser muy impresionante -añadí, para compensar.

-Un placer, Massen -. Respondo amigablemente. Me alegro de que al menos se acuerde, parece una niña muy agradable.

Cuando pregunta si soy de Ventus asiento. La verdad, siempre obvio ese dato ya que mis alas son bastante rebeladoras, pero hay bastantes aether que viven en otras regiones...

-Sí, está un poco alto, es cierto -.Bromeo. -Pero como tenemos paracaídas -Señalo mis alas. -No tenems problemas de vértigo. -Luego recapacito un momento sobre el comentario de Massen y me llevo una mano a la barbilla.

-Humm... Puede. Supongo que si no vives allí encuentras unas vistas increíbles. Sino, lo impresionante son las dunas de Ignis o los icebergs de Aqua -.Comento sonriendo y encogiendo los hombros.

-¿Y qué te tra por aquí? ¿No tienes algo de miedo estando en un palacio lejos de tu país y rodeada de desconocidos? -Quizá mi franqueza suena a veces desalentadora.

Me estremecí ante el comentario de sus "paracaídas". En mi caso, lo más probable era que ni siquiera unas alas me dieran la confianza suficiente. Aunque sería cuestión de costumbre.

Asentí cuando habló de las distintas características de los distintos continentes.

- Supongo que en todas partes puedes encontrar algo interesante -murmuré algo taciturna, medio para él, medio para mí.

Luego la conversación derivó en mi presencia en el Palacio. Agradecí interiormente que no hiciera ninguna referencia a mi edad. Aunque quizá sí lo hizo indirectamente, pero no le di importancia.

- No había demasiado que hacer en casa -me encongí de hombros-. Llega una edad en la que uno tiene que proponerse hacer algo. En mi caso, era bastante complicado, pero como casi todos mis hermanos mayores se fueron en su momento, me animé a probar suerte. Si me han llamado, será que puedo hacer algo, ¿no? -sonreí de nuevo, animada-. ¿Y qué hay de usted?

Me gusa la respuesta de la pequeña piscis, parece segura de lo que ha venido a hacer, aunque que el mensaje llegase a alguien tan joven... Esas coss hacen que me intranquilice de verdad.

-Así que erais familia numerosa. Bueno, está bien eso de irse cuando uno lo ve conveniente. Yo también quise irme cuanto antes de casa -.Comento, agradable. Luego escucho que me trata de usted. Ese tipo de cosas me hacen sentir muy serio y mayor.

-Mejor trátame de tú, no quiero sentirme un carcamal.- Bromeo. -Yo vivía con mi esposa en una región de Ventus, pero al escuchar la llamada no perdí mucho tiempo en prepararme y venir. La verdad es que no tenía intención de abandonar Ventus por el momento, pero cuando el deber llama... -Comento, apoyándome en la barandilla. Al momento me siento bastante solemne con lo que intento quitar importancia a mis palabras. -Al final será preventivo y podremos tomarlo como un tipo de turismo de aventura -Indico con una mueca divertida.

Asentí.

- Sí, somos doce hermanos. Los más pequeños siguen en casa, claro, pero de los mayores sólo uno se quedó. No creo que ninguno de los que quedan siga su ejemplo, la verdad -expliqué. La verdad, tenía ganas de hablar de mi familia, pero probablemente no fuera un tema muy interesante para Heylel.

Me sorprendió que también él quisiera que lo tutease. La gente de este lugar cogía confianza muy rápido. Por supuesto, no se lo dije. En lugar de eso, me disculpé. No iba a discutir con aquella gente.

- Vaya, ¿estás casado? -realmente, la mención de su mujer resultó una gran sorpresa-. ¿Dónde está ella? ¿Ha venido contigo? -realmente, se me hacía extraña la idea de un matrimonio de guerreros, aunque en realidad era algo totalmente común-. No sé muy bien en qué terminará esto, la verdad -al darme cuenta de lo preocupado que sonaba aquello, le quité importancia con un gesto-. Pero bueno, en mi caso, probablemente me sirva de mucho. Aún si acaban siendo unas vacaciones.

Me sorprendo ante la mención de su familia. Cuantos hermanos, que maravilla y que algarabía... Cuando yo empiece a tener hijos... A saber.

-Vaya, doce hermanos. Pues sí que érais una gran familia. Así que todos escapasteis pronto menos tu hermano mayor, vaya. Se responsabilizaría demasiado -.Comento amablemente. - ¿Y eres la única chica oson hermanos y hermanas? -Me compadecería de ella si fuese lo primero.

Asiento ampliando la sonrisa al preguntarme por mi madtrimonio. Todo el mundo me preguntaba y yo tan contento.
-¡Sí! No llevo mucho, unos tres años... -Inicio. -No, ella no ha podido venir. No está en condiciones -.Añado cambiando a un gesto algo preocupacod. -Una de sus alas -Agito un poco las mias. -No puede volar demasiado.

Sonreí, orgullosa de mi abultada familia. Como a Heylel parecía interesarle el tema, me extendí en detalles.

- Sock siempre fue muy hogareño -reí-. Mi abuelo está muy orgulloso de que haya elegido quedarse. Se pasan horas encerrados, leyendo cosas y filosofando. Entre tú y yo, son bastante aburridos -desvié la vista, repasando mentalmente las caras de todos mis hermanos-. Por desgracia para mi abuelo, nadie más parece interesado en sus estudios. Pero supongo que Sock es suficiente para él... -volví a mirarlo-. Pero lo que es responsabilizarse, a menos que estemos hablando de libros, no creo que se le pueda aplicar mucho a mi hermano... -A pesar de ser como el día y la noche, el hecho de ser tan próximos en edad hacía que Sock y yo hubiéramos compartido innumerables experiencias. Era uno de los hermanos a los que más cariño les tenía. En cuanto a hermanos y hermanas, pronto aclaré las dudas del alado-. En realidad, somos más chicas que chicos. Ellos sólo son cuatro. Dos son mayores que yo, Leen, el mayor de todos, y Sock, que va justo antes de mí. Luego está Carie, que tiene nueve años, y el más pequeño, Dannick. Entre Leen y Sock están las tres chicas mayores, Minta, Seranne e Inwir. Minta y Seranne sirven en el ejército de Aqua, y eso también me animó a venir aquí. Ninguna de ellas se unió al ejército a mi edad. Soy la más joven en hacer algo así -realmente ni yo me creía que hubiera tomado una decisión tan rápido. En el fondo, era consciente de que mi edad no me proporcionaba demasiadas ventajas en un lugar tan ajeno a mí.

Hice una pausa, dudando si dejar ahí mi discurso, pues debía de estar aburrido de mí, pero luego tomé coraje para continuar enumerando:

- Entre Carie y yo hay otra chica, Inma -me reí. Realmente, enumerándolo así resultaba hasta cómico que fuéramos tantos-. Luego está Solce, que es de la misma edad que Carie. Son mellizos -aclaré-. Y luego están las pequeñas, Arennette y Sill. Y luego está Dannick. La verdad, es una auténtica locura. Y todo a cargo de la abuela. Me da algo de agobio que tenga tanto trabajo por nuestra culpa, aunque siempre quiere tenernos a su alrededor. Sobre todo desde que mamá se fue de casa.

Mamá. Mi querida Allie. Me preguntaba a menudo dónde estaría. Sill siempre me pedía que le hablase de ella, pero la verdad es que cada vez mis recuerdos eran más borrosos.

Presté atención a Heylel con respecto a su mujer. No fue tan extenso como yo. Cuando mencionó el problema de movilidad que tenía, no pude evitar estremecerme. Debía resultar muy duro.

- Vaya, es una lástima que no esté aquí. En mi familia todos están lejos siempre, pero en el fondo se les echa de menos -noté que me estaba poniendo melancólica, así que cambié de tema. Sonreí al aether con algo de picardía-. ¿Es guapa tu chica?

Escucho la amplia lista de la familia de Dew, intentando que los nombres no se me pierdan por el camino, aunque se hace algo complejo al explicarmelo a saltos.

-Buff... Suena más numeroso cuando los vas nombrando -.Río - Vaya, así que tus hermanas están en el ejérctio de Aqua... ¿Y no te cuentan cómo es aquello? Yo serví un tiempo en el ejército de Ventus, pero acabé por salir de allí. Supongo que prefiero la tranquilidad .- Continúo escuchando y comentando. -Bueno, eres casi una pionera, al final tus hermanos se pondrán celosos de que pudies irte por ahí tan pronto -Añado.

Entonces menciona que su madre se había ido y estaban a cargo de su abuela. Eso suena bastante duro, que una madre se vaya. Prefiero dejar el tema en que viven con sus abuelos.

Después de la charla sobre su familia parece algo animada. Me gusta la gente que se emociona con sus familiares, quizá porque yo lo hago...
Pregunta por mi mujer e hincho un poco el pecho.

-Por supuesto, es la más guapa -.Sonrío. -Sintiéndolo por ti y tus hermanas -.Bromeo con un falso tono arrogante. luego me llevo una mano al bolsillo del chaleco y saco la foto. -Esa es. ¡La chica más dura, amable y guapa que ha sobrevolado mithos! -Comento con energía y nostalgia.

FdR: La foto es mi avatar XD

Bajé la mirada ante su primer comentario, mientras una sonrisa tímida asomaba en mis labios. Era cierto que éramos muchos. Luego mencionó que ya había luchado alguna vez, y preguntó por Minta y Seranne.

- Vaya, así que ya te manejas algo con las armas... Yo no he tenido mucha oportunidad de aprender -reconocí, por mucho que me pesase-. Pero bueno, espero que aquí eso se solucione pronto -realmente, para eso había ido-. ¿Mis hermanas? ¿Contarme algo? ¡Si no paran por casa! Es comprensible, porque vivimos muy al norte, y la capital está lejos. De hecho, no he vuelto a hablar con Seranne desde que se fue. Minta sí que se tomó unos días libres un par de veces para venir a vernos. Están siempre juntas allí, al parecer. Y bueno, también ven a Leen y a mi padre, que trabajan en el Palacio de Amphrophite. Pero no, mucha idea de cómo son las cosas por allí no tengo.

Como respuesta a mi pregunta, sacó una foto de un bolsillo. En ella salía él con una chica, los dos muy sonrientes. No pude evitar envidiar la melena de su mujer. Realmente, no mentía cuando decía que era muy guapa. Lo miré muy sonriente, y le devolví la foto.

- Qué foto más bonita. Se nota que os quereis mucho. La verdad es que es muy guapa -finjí enfurruñarme un momento, como si realmente me hubiera ofendido su comentario. Luego volví a sonreír, contenta-. Me alegro por ti, en serio. Siempre es importante tener a alguien esperándote en algún sitio -me apoyé en la barandilla del balcón, evitando en todo momento mirar abajo. A veces me gustaría poder escribir mejor. Quizá Sock sí que quisiera saber qué tal me iba, aunque estaba segura de que el abuelo seguía enfadado.

Escucho a Massen mientras habla de sus hermanas. Al parecer sí que están muy separados en su familia. Es una pena no saber más acerca de cómo son las cosas por Aqua. Luego doy una palmadita en la espalda de Massen.

-Bah, todo se aprende. Ya verás que una vez que te hagas una herida enseguida espabilas -.Comento jocoso. Aunque la verdad no estoy muy a favor de que los más pequeños conozcan la guerra, ni los mayores, claro. Pero siendo niños... Aunque la piscis me recuerda un poco a mí en parte, debe de ser por lo rápido que nos fuimos de casa.

-Oh, seguro que ella te lo agradece -.Comento, agradable ante sus respuestas. -Sí, la verdad es que así también tengo un objetivo por el que hacer las cosas bien y acabar lo antes posible -.sonrío.

Llegué al balcón muy cabizbajo... recordando el hecho traumático de la noche pasada...

El caso es que había gente... y me daba mucha verguenza que me viesen sin oreja..., así que decidí tapar la herída con mi mano todo el rato...

El caso esque saludé timidamente:
-Hola... ¿se puede?- vi hacia el suelo aterrado, pues aún habñia restos de sangre en el suelo, por lo que apreté más mi cicatriz...-

Iba a preguntarle a Heylel si seguía en contacto con ella de alguna forma (tal vez así pudiera contactar con Sock y los demás) cuando Kettleburn salió a los balcones. Estaba un poco raro, como se le pasara algo, pero decidí fingir que no me daba cuenta, por si era algo delicado.

- Hola, Kettleburn. ¿Ya se encuentra mejor? -miré a Heylel, vacilando-. ¿Os conocéis ya? Es... -dudé un momento, temiendo equivocarme-. Silvanus Kettleburn, también es de Aqua.

Volví la vista al Piscis. Desde luego, algo le pasaba.

Agradecí que Massen se preocupase por mí, así que solté una amarga sonrisa y respondí:
-Si, estoy mejor...- miré a Heylel y respondí rápidamente:
-Si, lo conozco... he comido con el...
Entonces, dí un respingo porque me empezó a doler la herida, por lo que me giré y apreté más fuerte mi cabeza...
-Au!- dije por lo bajini...-los vi con preocupación- ah!, tranquilos, creo que no me pasa nada...
Solté una sonrisa superforzada...

Parece que Dew va a responder algo cuando otro piscis aparece en el Balcón. Me suena su cara pero no recuerdo su nombre. Cuando dice lo del comedor me acuerdo de lo del arroz. cierto.

-Ah, sí, es cierto. El otro día -.Comento sin demasiada motivación. Luego me fijo en que parece ojeroso y angustiado. Además tiene bendas en la cabeza y se cubre un lado de esta.

- ¿Te... encuentras bien? En serio, eso no parece no ser nada -.comento con cierta preocupación.