Balcones

Acabé por asentir. Si se sentía mejor así, realmente no había problema en ello.

-Está bien -accedí-. Así nos veremos.

Cuando hablaba de aquella forma, no podía evitar preguntarme si de verdad no era en absoluto consciente de lo culpable que me hacía sentir diciendo aquello. Claro que no podía negarle hablar. Dudaba que hablara con mucha más gente, además de Frikka, en realidad. Y decirle que no quería hablar de aquel tema parecía bastante egoísta. Además, yo misma había preguntado.

Asentí, algo nerviosa.

-¿Y... y Finder? -Preguntarlo me hacía sentir hasta mezquina, rastrera-. ¿Tampoco lo sentías con ella? ¿No llegaste a... tocarlas nunca?

Su primera declaración me dejó algo extrañada. La actitud de Finder conmigo era agresiva, pero siempre había pensado que era precisamente porque ella estaba cerca de Follow y me consideraba una amenaza. No me había planteado que Follow también fuera hostil con ella. No parecía así por lo que había sabido hasta el momento. Asentí, pensativa.

La verdad era que cada vez que repetía la situación me hacía sentir más responsable. Evidentemente, Follow había tenido muchas dificultades para actuar siguiendo mis expectativas, pero yo tampoco se lo había puesto demasiado fácil. Por no decir nada. Pero me costaba mucho hablar con él, porque siempre tenía la sensación de que interpretaba las cosas con el matiz equivocado. Siempre tenía miedo de que no entendiera lo que le decía.

-Entonces, ¿qué te trae el destino ahora? -pregunté, curiosa-. Si ya no buscas hijos... ¿estás buscando otra cosa?

Escuché con atención, pensativa. No esperaba esa respuesta, pero tenía sentido. De hecho, no solo tenía sentido, sino que además parecía una buena idea. Estaba de acuerdo con él en que le enseñaría mucho.

-Parece una tarea muy importante -comenté-. Y creo que funciona. Has aprendido mucho de nosotros desde que llegaste, pero todavía puedes aprender mucho más. Sí que te harás fuerte.

Pensé un momento en lo que decía. Follow podía no tener miedo a la muerte, pero entendía el concepto de peligro y le tenía respeto. Aunque el hecho de que buscara refugio en el grupo llegaba a sorprenderme, por mucho que hubiera demostrado interés en querer acercarse.

-Los extraños dejan de serlo cuando prestas atención y los conoces -expliqué, encogiéndome de hombros-. Además, una vez dejan de ser extraños puedes saber qué esperar de cada uno. Es verdad que tú eres muy diferente de todos nosotros, Follow, pero cada uno de los que estamos aquí viene de un sitio distinto. Nosotros también encontramos muchas diferencias a los demás. Puedes aprender cosas muy distintas de cada uno de los extraños que viven aquí. Entonces sabrás más que los antepasados de todos, que son antepasados diferentes para cada uno. Y, además, ya no te moverás entre extraños.

Follow parecía, pese a todo, animado. Aunque seguía encontrando cierta incomodidad, cierta sensación de no saber en todo momento cómo actuar, parecía que las cosas podían volver a estar bien entre nosotros si nos esforzábamos un poco. Yo no quería dejar de hablarle solo porque las cosas no hubieran salido bien.

De todas formas, acabó por despedirse. Y tenía razón en que era tarde, desde luego. Asentí a sus indicaciones.

-Gracias -le dije-. Tal vez nos veamos entonces. Me esforzaré en recuperarme del todo.

Tras pensárselo un momento, decidió que prefería entrar. Abrí un poco más la puerta. Seguía haciendo mal tiempo.

Cuando entró, cerré la puerta del balcón para que no entrara más frío. Al poco rato de caminar por el pasillo, cada uno tomó un camino diferente. De todas formas, y a pesar de las dificultades, el haber hablado con él me había dejado cierta sensación de alivio.

*Se van*

Con una buena capa podía permitirme estar fuera. La nieve había dejado de caer desde hacía un rato, pero ya todo estaba cubierto por un manto blanco. El invierno hacía acto de presencia. La verdad era que estaba muy bonito.

Después de retirar algo de nieve de la baranda, me recodé en ella y miré el paisaje. Ya estaba oscuro, pero se veía un poco con las luces del palacio. Sonreí. Me gustaba aquel tiempo. De hecho, quería ir a las termas con nieve. Aquello sí que sonaba bien. Quizás al día siguiente.

Miré un momento hacia dentro. Jun estaba tardando un poco. De todas formas, no era tarde.

*Se queda*

Llego corriendo, con la capa que me ha dado Lluvia ondeando detrás de mí y el gorro de Massen colocado de cualquier manera debido a la carrera. Me he entretenido acabando unas cosas y hasta ahora no he salido. Estaba un poco encima de la hora y así claro que llego algo tarde.

Abro la puerta con algo de torpeza nada más llegar y el frío me choca contra la cara, haciéndome estremecerme. Cierro los ojos en gesto involuntario, y lo primero que hago al llegar es estornudar, porque el frío me ha dado directo en la nariz y de pronto he sentido la necesidad.

<<Llego tarde.>>, compongo con las manos, con gesto de disculpa, en cuanto me recompongo.

Casi me avisó más un estornudo de que había llegado que él mismo. Me volví a mirarlo, justo a tiempo de verle componer unas palabras con los dedos. Sí, era verdad, pero no era grave. De todas formas estaba esperando desde hacía poco. Me encogí de hombros, sonriendo.

-¿Prefieres ir dentro? -pregunté-. No vayas a acabar como yo el otro día...

Saqué un par de sobres de un bolsillo, enseñándoselos, aunque sin llegar a tendérselos.

-Ya he escrito -informé-. Quería pedirte que hicieras un boceto claro de lo que quiere Alehyss para poder mandárselo a Loksass. No quiero que lleguéis allí y os encontréis con que no puede hacerlo o algo así.

Niego rápidamente a su primera pregunta y me apresuro a ir junto a la baranda, apoyándome en ella e inclinándome hacia delante con una gran sonrisa. La miro entonces, de reojo, pero no tardo en volverme por completo hacia ella.

<<La nieve es bonita, y con esto ya no tengo frío.>>, le explico, refiriéndome, claro está, a los regalos.

No era cierto del todo. Algo de frío tenia, pero de todas formas... ¡Nada en comparación al que tendría sin el gorro y la capa!

Extiendo una mano hacia los sobres, pero la retiro enseguida, dándome cuenta de que no me los está dando. La escucho entonces, asintiendo involuntariamente a sus palabras.

<<Mañana te los daré. Ya tengo una idea bastante clara, pero querría hacerlos bien esta vez, y no un dibujo rápido.>>, explico, serio.

Asentí, conforme. Yo prefería quedarme a ver el paisaje. No hacía un frío insoportable.

<<Como quieras>>, concedí.

Pronto se puso a mi altura, y me situé de lado, apoyada en la baranda pero con el cuerpo hacia él. De fondo veía algo de fachada y algo de paisaje nevado, y justo delante a él para poder atender a lo que me dijera.

Asentí de nuevo, enérgica.

-Sí, sí -coincidí-. Prefiero que sean lo más claros posible. No va a tener a nadie que le explique si hay algo confuso, así que... Y... otra cosa... ¿puedes intentar no escribir demasiado? Si hay algo que necesites escribir sí o sí, hazlo, pero intenta que sea en dibujos tanto como puedas...

Siempre podía contar con Leen, pero eso no implicaba que quisiera dificultarle las cosas a Loksass.

La miro, alzando las cejas. No puedo evitar recordar las cartas que me llegaron a la Torre. Tenían bastantes faltas de ortografía, aunque nunca se lo dije. Aquello, sumado a su pánico a la escritura al principio, cuando nos conocimos...
¿Quizás su padre no lee muy bien, tampoco?
Asiento, enseguida.

<<Por supuesto. Trataré de hacer unos dibujos que se entiendan. Es mucho más fácil de explicar así, de todas formas.>>

Y me quedo un rato mirando la nieve, como ella. La verdad es que tendré que ponerme mañana por la mañana si quiero tenerlo acabado para la noche. Aunque bueno... Ya siempre madrugo. Eso no será el problema. Y trabajar me gusta.
Me acomodo la capa con un gesto.

En algún momento la miro de nuevo, de reojo. No sé si es buen momento para hacer preguntas. Es el tipo de cosas que se me dan mal, pero...

<<Te seguí el día que nos encontramos en el comedor.>>, acabo formulando, tras un momento. <<Estaba preocupado.>>

Asentí, contenta. Eso lo hacía más fácil.

-Perfecto entonces. Avísame en cuanto lo tengas para que se lo pueda mandar, ¿vale? -pedí.

Aunque acabé por centrarme de nuevo en el paisaje, percibí sus movimientos y me volví hacia él cuando me habló. Llegué a componer una sonrisa un tanto arrepentida, bajando la vista. Negué con la cabeza.

-Lo siento -murmuré-. No quería preocuparte. Entre que estaba enferma y lo de Follow. Era la primera vez que lo veía desde que lo dejamos, ¿sabes? Aparece y desaparece. Nunca sé cuándo voy a dar con él, y buscarlo es completamente inútil. Además, viene de una cultura muy cerrada y le cuesta entender ciertas cosas. A veces se hace incómodo. No es culpa suya, claro, pero...

Me apoyé en la baranda. Era difícil, desde luego.

-De todas formas me lo volví a encontrar en seguida -expliqué-. Creí que iba a ser peor. Es difícil hablar con él porque tenemos que explicarnos el uno al otro con mucho detalle lo que queremos decir, y llega a hacerse costoso. Pero parece que las cosas están bien. Me siento mejor después de haber hablado con él. Bueno, no diría que todo está perfecto, vaya, pero estoy un poco mejor al respecto.

Asiento y el asunto queda cerrado. Mañana la buscaré en algún momento y le daré los dibujos. Espero que eso baste.

Cuando menciono lo que pasó el otro día arranca a hablar. Es un alivio verla tan dispuesta. Desde luego, parece estar mejor que entonces, en todos los sentidos.
Yo no entiendo exactamente como se siente, pero creo poder intuirlo. Y, de todas formas, no entender algo por completo no significa que no sienta que debo ayudarla.

Las veces que lo he encontrado no pude dejar de tener esa sensación de que es muy diferente al resto.
Asiento suavemente a sus palabras, sin dejar de mirarla. Es otro de esos momentos en el que uno agradece que cuando se crea un silencio no haya responsabilidades. La gente suele tener que decir cosas para llenarlo.
Pero...

<<¿Y qué harás ahora?>>

No sé exactamente cómo transmitirlo. Me preocupa que esté bien. Han pasado meses desde que me dijo que lo habían dejado, pero es como si aún tuviese un peso en ella.

<<Yo no entiendo muy bien estas cosas, pero si puedo ayudarte como sea dímelo.>>, le pido, gesticulando con tiento. <<Aunque sea escuchar.>>

Ladeé la cabeza, mirándolo con gesto interrogante.

-¿Hacer? -pregunté-. Nada de particular. Parece que Follow tiene interés en que nos veamos de vez en cuando, y estoy de acuerdo con eso. Nunca quise romper completamente, no le guardo rencor ni nada parecido -. Para empezar, no tenía ningún motivo para guardárselo-. Aunque creo que busca que volvamos, y eso ya es otro tema. No creo que sea buena idea. No salió bien. Cuando empezamos yo no tenía ni idea de cómo funcionaban esas cosas, pero ahora lo veo de forma diferente. Creo que necesitaría conocerlo mucho más a fondo antes de estar segura de querer repetir la experiencia -. Sacudí la cabeza, con un pequeño suspiro-. Es un poco triste decir eso después de dos años de relación, pero...

Sonreí, encogiéndome de hombros. La verdad era que no creía que pudiera hacer mucho. Tampoco creía que hubiera mucho que hacer. Si de verdad iba a ver a Follow con algo más de frecuencia, me sentiría mejor. Eso desde luego. Y sentía que no tenía muchos problemas en aquel momento. Poco a poco, después de tantas cosas, todo volvía a su cauce. Me sentía incluso algo aliviada.

-Llega con que escuches -aseguré-. No creo que haya mucho en que ayudar más que eso. En realidad, no sé si sabría decirte qué problemas tengo ahora mismo. Supongo que si de vez en cuando me desahogo estará bien. Tampoco te sientas obligado a estar pendiente de todo, ¿eh?

También tenía a Alehyss. A menudo estaba ocupada, pero siempre parecía dispuesta a reconfortarme cuando lo necesitaba. Me alegraba mucho que hubiera vuelto.

Parece muy complicado. Es el tipo de temas que creo que nunca se me darían bien. Me cuesta comunicarme en ese aspecto. No sé...
Es algo que no he llegado a plantearme nunca. Como que no me iba a importar, o algo así...

Frunzo el ceño un momento, confuso, pensativo.

<<Pero más allá de que sea o no sea buena idea, ¿no quieres de ninguna forma?>>. Es decir... Me froto el pelo, buscando una forma de... <<Yo no entiendo muy bien cómo sabes eso. Cómo puedes saber que él te gusta, o que ya no te gusta, o que quieres o no quieres estar con él. Yo no entiendo eso.>>, le explico.

Es difícil de entender, supongo. Demasiadas reacciones bioquímicas. Demasiada inteligencia emocional. No soy demasiado emotivo. Me preocupo, pero creo que la emoción más intensa que he sentido nunca ha sido miedo.
Yo... Es como si me costase alterarme. Supongo que el haber vivido aislado...

<<Si te escucho es porque quiero. No me siento obligado, claro. Pero me importas y quiero ayudarte. Y siento curiosidad.>>, admito, con una sonrisa avergonzada.

Será que soy un entrometido...

Fruncí el ceño, callada, pensando. Sí era difícil, claro. Pero no podía pasarme el día dándole vueltas o me volvería loca. Tenía que tomar decisiones cada vez, y en aquel momento no me sentía con fuerzas como para intentar sacar adelante una relación tan complicada. Quizá era un poco egoísta. Aunque, bien pensado, solo podía pensar en mí y en Follow para aquello. Yo no me sentía con fuerzas. Ofrecer algo a Follow que no me sentía con fuerzas para impulsar sería como dejarle toda la responsabilidad, y era una responsabilidad muy dura. No parecía buena idea para ninguno.

-Me gusta Follow -declaré, segura-. No sé hasta qué punto, claro. Estos meses me he distanciado mucho de él. Además de que descubrimos que no nos entendíamos del todo. Supongo que no nos comunicábamos bien. Ya digo, no lo quiero fuera de mi vida. Es un buen chico. Pero no quiero esa clase de relación con él. No creo que fuera a disfrutarla, al menos ahora. Quizá es que no me gusta de esa forma.

Lo miré, curiosa. Acabé por sonreír.

-¿De verdad no entiendes nada? -pregunté, intrigada-. Me resulta muy raro. Todo el mundo siente esas cosas, en un momento o en otro. ¿No hay nadie que te guste? Bueno, o que te haya gustado. No creo que tenga que explicarte cómo es. Seguro que sí que lo sabes, ¿no?

Me encogí de hombros. Al final asentí, conforme. No era eso a lo que me refería, claro.

-Ya, ya -respondí-. Me refiero a que no quiero aburrirte. Una cosa es que escuches y otra que te sature. Que humanos lo somos todos -. Callé un momento, pensativa. Luego lo miré otra vez-. ¿Quieres decir curiosidad científica? -pregunté, divertida-. ¿O más bien marujeo?

Parece muy complicado. Ella dice que le gusta, pero que no cree que sea buena idea. Y luego dice que quizás no le guste de esa forma.
Sí entiendo eso. Entiendo lo que es que no te guste alguien en el sentido romántico. Entiendo que me cae bien la gente, pero eso ni implica que quiera nada especial con esas personas. También entiendo el concepto "atractivo", y soy capaz de diferenciar a alguien guapo de alguien feo, y soy capaz de apreciar ciertos rasgos físicos en la gente y...

<<No sé qué se supone que es sentir "esas cosas">>, le explico. <<El pulso se acelera. Las pupilas se dilatan. Cosquilleo. Entiendo eso. Pero aún así, ¿cómo lo sabes?>>. Suspiro, pensativo. <<Antes de que Ben... Bueno, lo que te conté.>> Hago una pausa. <<Yo hasta ese momento ni me había planteado la posibilidad. En la Torre tampoco había gente de mi edad. Y no es que yo sea de fijarme.>>, le explico.

La miro de reojo. Supongo que ahora estoy desviando el tema. Es un poco maleducado por mi parte...

Sonrío a su comentario y niego. Si me aburriese no preguntaría.
Bueno, por cortesía. Pero no insistiría demasiado, supongo.

<<Un poco de todo.>>, confieso, apartando la vista, sin poder ocultar una sonrisa.

Atendí a lo que decía, divertida. Siempre se me hacía raro, porque Jun era como de mi edad pero parecía, tal y como decía, muy alejado de aquello. Y a la vez, de alguna forma, muy atento. Aunque pudiera no parecerlo a primera vista, le gustaba sacar temas de aquel tipo, cotillear. Era evidente que sentía curiosidad, aunque no tenía del todo muy claro si era por él mismo o por los demás. No era fácil decirlo.

Me encogí de hombros.

-Bueno, supongo que cuando lo sientes, lo sabes -resumí, entretenida-. ¿No sentiste nada con Ben? Bueno, supongo que estarías demasiado nervioso por la idea en sí misma como para preocuparte de los detalles, pero...

Avancé hacia él, con una sonrisa divertida, y tomé un brazo suyo para rodearme con él los hombros. Apoyé la espalda en su pecho, ligeramente de puntillas, dejando reposar la cabeza contra su mandíbula y mirándolo desde abajo, entre curiosa y burlona.

-¿No quisiste buscarla luego? -pregunté, con voz sugerente-. ¿Nunca sentiste el impulso de repetir? O a Lluvia... ¿Nunca quisiste coger así a alguna de ellas o buscar alguna clase de contacto? Venga, Jun, eso no se lo cree nadie.

Será eso. Una de esas cosas que, cuando algo hace click en tu cabeza, entiendes. A veces pasa. No es la primera vez que estudiando algún concepto complicado siento, de pronto, que lo he entendido correctamente al fin.
Tampoco es algo que me quite el sueño. Pero supongo que si lo entendiera podría ayudarla mejor.

Noto que me ruborizo cuando menciona a Ben. Trata ese tema de una forma tan frívola, burlona... Que bueno, no es que piense en ello a diario. Pero a mí no me resulta algo tan natural.
Es incómodo.

El verla venir de esa forma es... ¿Cuál es la palabra...?
Perturbador...
Por supuesto, sigue con la broma. No la va a dejar. Porque cuando toca donde no puedo defenderme es muy gracioso, claro...
Noto cómo me tenso un momento. Seguir la broma sería lo gracioso, pero me pone nervioso esta actitud. Yo no sé hacer estas bromas. No sé ser así...

No quise buscarla luego. Aunque admito que llegué a pensarlo. Por curiosidad. Porque hasta que ella lo había hecho apenas me lo había llegado a plantear. Pero la relación que tengo con Ben no era como para planteárselo seriamente...

Y entonces menciona a Lluvia y me tenso un poco más. Ya lo ha comentado varias veces...
A Lluvia le gusta Follow. Me di cuenta aquel día en los pasillos, pero eso a Massen no se lo puedo decir...

Hace tiempo que soy más alto que Massen. Ya tiene que ponerse de puntillas. Todavía se me hace algo raro poder mirarla así, desde arriba.

Hago amago de apartarme, nervioso, para apoyarme en la baranda, evitando mirarla. Pestañeo algo deprisa.
Se ríe de mí. No es justo...

La miro entonces. Doy un paso hacia ella, erguido, acercándome serio. Avanzo de nuevo.
Si quiere bromear para reírse de mi cara pues quiero ver la suya yo ahora. A ver qué pasa si la broma se la hacen a ella...

La verdad, se volvía tan pequeñito en aquellas situaciones que no tardaba en volverse aburrido. Bueno, tampoco era aburrido. Pero llegado cierto punto era como si se bloqueara y ya no fuera capaz de nada más. Y yo llegaba a sentirme mal en ocasiones, porque se volvía muy niño. Aunque, en realidad, no estaba segura de poder decir que en ningún momento llegase a dejar de ser algo niño. Después de todo, era Jun, sencillamente.

Quizá lo que resultaba menos interesante era que no llegase a contestar. Bueno, según se mirase. Porque aquellas mismas preguntas hechas con normalidad habrían recibido un "no sé" o alguna queja evasiva como respuesta. Eso era lo que solía hacer Jun. Aunque el silencio absoluto no era mucho más ilustrativo. Solo estaba nervioso porque aquellos temas le daban muchísima vergüenza. Como a un niño.

Y entonces, cuando ya estaba a punto de soltarlo y dejarlo estar, terminando con la broma, cambió de actitud y se puso muy serio, avanzando ligeramente. Sentí que se me desdibujaba un poco la sonrisa ante la inesperada respuesta, pero pronto la volví a componer, mirándolo con curiosidad.

-¿No respondes? -pregunté, con voz más débil de lo que esperaba, aunque manteniendo mi postura, sin dejarme amilanar.

Durante un momento veo esa cara. Esa debe ser la que tengo yo habitualmente. Y supongo que sí, que es divertido. Aunque burlarse de la gente cuando se siente débil no está bien. Es un poco injusto. Las burlas deberían ser sobre temas que no hacen que nadie se sienta demasiado débil, porque sino esa persona se empequeñece.
Esa es la impresión que llega a dar su cara por un instante, muy breve.
Pero ella no tiene miedo, claro, así que pronto sonríe de nuevo.
Supongo que yo soy el pequeño. El que no es capaz de llevar bien una broma sobre según qué tema, porque le resulta incómodo.

Incluso aunque crezca ella siempre es más valiente y más fuerte. Es evidente.

¿Alguna vez pensé en besar a Lluvia?
Lo admito. No puedo negarlo.
Y también a Ben después de que lo hiciese.
Y hace poco, en la sala común...
Supongo que no tiene nada de raro. No es algo en lo que haya pensado a diario. Solo en momentos concretos. Son cosas que no me preocupan. No es algo que me interese, ¿no? Yo lo que quiero de verdad es dedicarme a los inventos. Ir con Alehyss a ver a tu padre para poder aprender a fabricar ese tipo de mecanismos tan complicados.

Noto los labios cuarteados por el frío. Y helados, claro. Es que está nevando. Se ve cómo caen los comos desde hace rato. De hecho, tiemblo un poco. No voy suficientemente abrigado. Es decir... Sí, pero hace demasiado frío para mí.
Es curiosidad, ya se lo he dicho. ¿Quién no la tendría? En algún momento todo el mundo ha de preguntarse "cómo será", ¿no?

Me acerco a ella. Noto un nudo extraño en la garganta. Pero lo voy a hacer, creo.
Cierro los ojos antes, porque me da vergüenza mirarla.

Pero, de nuevo, silencio. Y, de nuevo, empezó a flaquearme la sonrisa. Cuando hacía aquellas bromas no hablaba de mí. Yo era la... No sé. Algo. ¿Qué era? Su amiga, supongo, pero también lo eran las otras chicas a las que yo sacaba a colación para meterme con él. Quizás no había ninguna diferencia, después de todo. Para mí sí, claro, yo era yo y ellas eran ellas. Pero para él bien podía ser todo igual. No me había parado a compararme con ellas.

Pero era una broma. Yo no buscaba aquello. ¿Me estaba probando? Porque aquello parecía un poco exagerado para ser una burla. A no ser que se detuviera a apenas milímetros y empezase a reírse. Entonces sí tendría que reconocer que me había superado y retirarme humildemente.

Para besar a Follow había necesitado mucha concentración y arrojo. Luego él lo había repetido, y poco a poco se había ido haciendo más habitual. Aunque no tenía claro que hubiera llegado a ser algo a lo que me acostumbrara. Al final, aunque me metiera tanto con Jun, yo tampoco era tan mayor ni tan madura.

¿Cuánto hacía desde que había besado a Follow por última vez? ¿Cuándo había sido el último beso? ¿Era aquello igual? ¿Había alguna diferencia?

Pensé en retirarme. Pensé en quedarme quieta. Al final, llegué a adelantarme ligeramente, en un movimiento casi inconsciente. ¿Por qué lo hacía? Quizás por adónde había llegado la situación. O a lo mejor era simple curiosidad. De todas formas, una vez en aquel punto, era mejor dejar el asunto resuelto.

¿No?

También tiene los labios fríos. Creo que son los labios, aunque no podría jurarlo. No estoy acostumbrado a palpar de esta forma. Pero están fríos. La piel es como más fina que la de otras partes. Es algo que se nota a primera vista.
¿Vista?
Bueno, vista no...
También se adhiere distinto. Y como hay cierta humedad supongo que sí, que son los labios.

El nudo se hace un poco más fuerte. Esto era solo una broma. Ahora al apartarme cargaré con toda la vergüenza. Tendré que sonreír y reírme, todavía, y no seré capaz. Solo quería demostrarle que cuando me ponen a prueba yo...

Tanteo un poco. No sé qué hacer, pero hago un breve amago de intentarlo antes de rendirme. Entonces, despacio, me aparto. Abro los ojos y el rubor crece, porque claro... Estoy más cerca de la distancia de seguridad.
En seguida me aparto un poco más, incómodo.

Este es de esos momentos en los que uno se maldice por no poder llenar el silencio con comentarios tontos sobre cualquier cosa. Yo como no me ponga a silbar...
Miro de reojo los copos que caen. Estrictamente, no es más que un contacto breve, extraño, pero inofensivo... Aunque hace nada ha tenido catarro, y...
La miro de nuevo, esbozando una sonrisa incómoda, mal lograda.
Di algo tú. Haz un chiste o así, por favor.