Pasillos

Había algo que me hacía sentir nervioso en su forma de mirarme las alas. Alagado, pero nervioso. Me recordaba un poco a...Bueno, todo tenía bastante sentido después de todo.

-Te las guardaré, no te preocupes. -Total, me salen gratis. Eso obviamente no lo dije.

Pronto se sitúa en mi espalda y vuelve a acariciarme el ala. Un escalofrío hace que se me estremezca pero esta vez respondo con una sonrisa, algo extrañada aún sin embargo.
Sonrío al verla alejarse, bastante entusiasmada con...todo, la verdad.

-Salúdala de mi parte. -Y luego más...Bueno, no me cuesta guardarlas cuando se caigan...Y si alguien las aprecia... Tras un instante de sonreírme sintiéndome alagado y tras haberme despedido me llevo una mano a la cara lenta y sonoramente.

-No me ha dicho cómo se llamaba...

Me tomo unos instantes para asumir todo lo que había pasado y lentamente deslizo la mano por mi cara dejando los ojos descubiertos. Miro por la ventana: llueve.
Pego una patada al aire y me vuelvo algo mosqueado, con la intención de buscar algo para comer. Bueno, al menos hoy me han echado un piropo... O algo...



*se marcha*

Camina por los pasillos, oyendo el repiqueteo alegre de sus pasos resonando contra las paredes, mirando por las ventanas distraída.

La muchacha se siente bien, siente que empieza a hacer algo que llevaba tiempo queriendo hacer: lo que le diese la gana. Entrenando, conociendo gente... No esperaba que se le fuese a hacer difícil marcharse de casa, pero poder comprobarlo ahora la hacía sonreír.

*Camina por ahí*

No tarda en verla al final del pasillo, torciendo la esquina.
Bueno, primero ve al animal, pero no tarda en relacionar conceptos. Cuando habla casi se asusta, abre ligeramente la boca, para decir algo, pero se detiene. Empieza a pensar que son dos personas o que tal vez fue un mal momento o...Cuando se conocieron no pareció especialmente nada. Se obliga a sonreír, no falsa, sólo cautelosa.

-Veo que ahora estás mejor. -Comenta simplemente, devolviendo un saludo parecido, como imitándola. Evita decir nombres, por si acaso.

La observa una vez más, inclinando sutilmente la cara a un lado, escudriñándola mentalmente, sin que sea muy obvio de cara al exterior. ¿Quién es esta chica?

La muchacha arquea una ceja. ¿Y ese tono de pronto? ¿Se estaría haciendo la dura? Cada vez entendía menos su conexión con Gerald, pero en aquel momento no le pareció una actuación, estaba afectada. ¿Tanto necesitaba reafirmarse como para ponerse así? Cogió aire y se armó de paciencia, después de todo no la conocía, apenas si se sabía su nombre.

-No hay de qué. -Se limitó a sonreír, fingiéndose adulada, muy sutilmente. Tampoco podía ser sutil eternamente. -La verdad es que a pesar de lo extraña que fue la situación para mí lograste sorprenderme. Muy afectada para alguien que apenas ponía cara a Gerald, si no recuerdo mal.-Inclinó la cabeza a un lado, extrañada, como si intentase recordar algo.

Alguna explicación sacaría de todo aquello, aunque fuera el por qué del tonito cortante de hace un rato, de los gritos de la enfermería.
Ella se mantuvo relajada, respirando con tranquilidad. Una conversación normal, ¿no? Al menos la chica había sido todo sonrisas. En el fondo esperaba que fuese así, que fuese un malentendido.

Abre los ojos, sorprendida. No había llegado a pensar en aquello. ¿Por qué iba a pensarlo? Ella le había dicho que no lo conocía. Si sumar significaba lo que ella estaba pensando...Porque no, no la creía, el tono dejaba más que claro que ya lo tenía que haber deducido sola y no lo había hecho. Se echó una mano a la frente un instante y miró por la ventana. No entendía la necesidad de mentir de aquella manera. Sólo tendría sentido si cuando se conocieron ella ya lo supiera e intentara sonsacarla algo. La muchacha no se atrevía casi a decirlo.

-Mierda...¿Esa suma es que eres..algo de Gerald? -Ese cerdo...Tendría que habérselo imaginado. Frunció el ceño. -¿Sois novios o...matrimonio? -Añadió algo impactada, tanteando la situación, como si la palabra fuera antigua y le costara recordarla. Mithos, no pensaba decir nada más hasta quitarse eso de la cabeza. Era ridículo. ¿Pero y si eso era verdad? Pues si fuera verdad tendría que repasar sus matemáticas. ¿Esta tía era la que le pareció lesbiana? ¿Sólo estaba intentando sonsacarle algo? Joder.

Suspira obviamente aliviada. Se ha quitado un problema, tener que cortarle la lengua. Se siente algo mal por pensar en cortarle partes del cuerpo. Le daba igual los hijos con otras o las ex esposas, no le interesaba por eso. En cualquier caso la tranquilidad de no haberse metido en un marrón de cuidado por culpa de un chulo rubito la tranquilizó. Aunque la joven de pelo lila no tardó en devolverla a la tierra.

-Alguna vez me tenía que equivocar. ¿El tono es una especie de advertencia, vienes cometer los mismo errores? -Clava la vista en la chica, intentando entender qué intenta conseguir con todo aquello. -De lo contrario no entiendo a qué tanto problema. -Ignora el tono con que la hablar y prácticamente la mitad de lo que dice y aunque la tensión del susto permanece procura no sonar fuera de tono. Su voz es dulce y calmada.

-¿Y qué personas son esas? -Pregunta con interés.

Venga, piensa ella, sorpréndeme.

No cuela. No cuela para nada. ¿Qué demonios le pasaba por la cabeza a aquella chica? La boca de la muchacha se abre según habla, entre impresionada y queriendo interrumpirla para preguntarle qué coño le pasa. ¿Tiene doble personalidad? ¿Está drogada? Una parte de ella le dice que se vaya, en el siguiente cambio bien podría intentar atacarla con espuma en la boca.

-Sólo quería asegurarme de que no me habían metido donde no me llamaban. No quiero problemas de esos. ¿Te puedo hacer una pregunta?-No espera a la respuesta -¿Eres así siempre o ya superé la gincana? Porque eras todo sonrisas pero luego me gritas llorando frente a un Gerald al que ni reconozco. ¿Es todo parte de la broma? Porque que entre ya el tío con el ramo de flores. -La mira realmente afectada, casi asustada ¿qué le pasa a la gente de este sitio?

Se echa el pelo hacia atrás y se le empieza a notar la tensión, pero no piensa gritarla ¿por qué iba a hacerlo? Ella no tiene motivos. Cree. ¿Una broma? Vete a la mierda. La mira de nuevo, cada ojo como un puñal.

-Cuando te pregunté si estabas bien quería saber qué coño hacías donde Gerald, pero de verdad me interesaba la respuesta.

Tía rara. Nombre raro. ¿Era una señal?
No había tenido motivos para preguntar con malicia por cómo estaba, no quería regodearse en sus motivos para llorar, sólo saber qué pasaba. ¿Por qué iba a querer meterse con ella si no la conocía? Tenía tantas preguntas, sólo eso, y esa era una de tantas, y empezaba a pensar que de verdad no era asunto suyo pero...

Es tu turno, pensó, vuelve a mentir, huye o saca el ramo de flores, lo que sea. Ya has captado mi atención, a ver si la mantienes.

La muchacha nota la tensión, el esfuerzo. Obviamente ahora la que está quedando mal es ella pero de alguna forma...A lo mejor no acaba tan mal la cosa. Ella no ha venido a vivir una novela romántica con peleas, gritos y lloros; en las novelas románticas el momento culmen es un beso.

Coge aire, pasándose dos dedos por los ojos hasta apretar el puente de la nariz, como ordenando sus pensamientos. Vale, compostura, no queremos acabar a hostias.

-Vale, lo siento. -Sepa ambas manos con las palmas hacia arriba, como mostrando que no tiene nada que ocultar. ¿Por qué no se iba a disculpar? Mejor eso que sentirse orgullosa de explotar como una cría y más delante de una desconocida. -Yo también siento esta escena, parece que me tocaba explotar a mí. Han sido... demasiadas cosas, podrás imaginártelo. He estado ridícula. Solo estoy desorientada. -Se mantiene seria, firme pero comprensiva. No le gustaba no entender las cosas, pero no iba a poder mirar en un libro y leer por qué de pronto los tatuajes se caían y se llevaban brazos con ellos. Tampoco quería atacar, o volverían a gritarse y seguiría sin aclarar nada. ¿Amiga de Gerald? Durante un momento habría jurado que... -Mira, no sé si te he hecho algo pero prefiero que me lo digas a estar con estas cosas. -No atacaba, casi parecía cansada. ¿Cuánto tiempo había pasado ya desde aquel día? Ni si quiera sabía por qué se había metido.

Escucha una vez más hasta que deja de hablar, sorprendida por el avance de la conversación. La muchacha cae entonces. Le ha pedido que se ponga en su lugar, habiendo pasado por algo parecido en la más absoluta ignorancia pero...Cambiando las tornas, lo suyo obviamente ha sido peor. Se dice a sí misma que es todo estrés acumulado y tal vez es eso lo que le hace llevarse una mano a la cara y empezar a reír, no de lo que dice, sino aliviada, de puro cansancio y estrés acumulado. ¿Cuánto hacía que no reía así?

-Podemos dejarlo en que las dos hemos hecho algo mal. -Dice tranquilizándose, más seria. No quiere puntillas, no quiere un "pero tú primero", "pero tú más". No se atreve a decir "que las dos hemos sido imbéciles", por si acaso, que la cosa parece serena.

Estira una mano, con su firmeza y expontaneidad habitual y no obstante algo dudosa.

-¿Empezamos esta vez con buen pie? -Está muy expuesta, es una apuesta arriesgada, ella podría mandarla a la mierda con facilidad pero pff, no cree que sea tan random. -Soy Vest, con V a ser posible. -Esboza una sonrisa de medio lado tras haberse permitido el comentario, esperando que no se lo tome a mal.

La muchacha asiente ligeramente, apretando los labios. La tensión es palpable y más después de lo de hace un rato.
Cuando la joven choca la mano se queda un instante mirando la suya y sube la mirada hasta encontrarse con la de la chica de pelo lila.

-Ni yo lo habría hecho mejor. -Comenta asintiendo sinceramente sorprendida. Sigue algo cautelosa, pero de la misma forma que no entendía su reacción de hace un rato no entendería otro truco.

-Encantada, Frikka Njorthrbiaertr... -Responde todo lo fluido que puede, rezando por que no se ofenda.

Tamborilea con los dedos en el vestido, aunque sin el ruido que causaría sobre una superficie más sólida la muchacha siente que no sirve para desestresarse. No sabe qué decir. O sí, pero no lo ve oportuno.

Sonríe algo tensa. Aunque todo es algo tenso así que la muchacha piensa que daba igual, que no se iba a notar.

-No me queda otra. -Sonríe. Asiente ante su comentario, apretando los labios, desviando la mirada un instante. -Ahora podemos...¿intentar llevarnos bien? No estaría mal empezar por convivir en el mismo palacio. -Se pone un mechón de pelo tras la oreja. -Aunque se me hace rara esta situación, yo no sabía tenía ningún problema contigo, soy menos observadora de lo que creía. -Vale que no se había fijado mucho en ella pero aun así...A lo mejor debería dedicarse al mundo del espectáculo.

-Es bastante sorprendente de lo que eres capaz por un amigo. -Añade. La muchacha decide que lo más fácil es creer que es eso lo que ha pasado. Aunque no se lo crea, pero por el momento será la versión oficial.

La muchacha asiente a todo lo que dice, nada de malos rollos, se lleven bien o mal a partir de ahora al menos que no se note.

-Perfecto entonces. -Añade haciendo un gesto de cortar el aire con la mano. -Somos mayorcitas, no tenemos que llegar a estas cosas.-Levantó un pulgar a modo de reafirmación de lo que la chica había dicho.

Un mechón le cruza la cara y tarda un momento en darse cuenta. Está más concentrada en la chica mientras habla, buscando un fallo, algo que la delate ¿de verdad ha sido todo una prueba? Seguía sin creerse lo en serio que parecían tomarse todo por ahí.
Inclinó la cabeza a un lado asintiendo con lo de que la gente se muere, era una forma un poco bestia de verlo teniendo en cuenta su amplia relación con Gerald pero la chica del pelo lila bien podía verlo como algo peligroso. A lo mejor pensaba que iba a por su fortuna. ¿Qué sería de Gerald?

-Creí que el pequeñajo era una especie de perro guardián, ya veo que no te hace falta quien te proteja. Ni a los tuyos. -Sonrió y se colocó el mechón de pelo. Un par de alagos no hacían nada, a lo mejor conseguía quitarle de la cabeza lo de que era una vil asesina y podía dormir más tranquila sin miedo a que la apuñalara como forma de autodefensa. -Tranquila, no voy a matarle aunque haya veces que se ponga un poco insoportable. -Miró a la nada un instante. Obviamente no se había muerto, ¿no? Pero no había vuelto a saber nada. -¿Cómo.. -Niega. -No importa. -No estaría así si hubiera pasado algo, ¿no? Hablaba en presente. No era la más indicada a la que preguntar.

Se hace ligeramente a un lado y señala en la dirección a la que iba.

-Hasta que volvamos a vernos entonces, Frikka.

Hace un gesto con la mano quitándole importancia.

-No suelo fijarme en las apariencias.-Añade sin mucho interés. Supuso que a "no parecerlo" se refería a que era delgada y no muy alta, bobadas.

Soltó el aire en una risa suave, parece que el muy insoportable lo era con todo el mundo. No se gura cuando se detiene a su lado, pero se permite sonreír cuando oye la respuesta. -Eso me deja más tranquila. Buenas noches...

¿De verdad podía cambiar tanto si se enfadaba? Al menos la muchacha pensó que se había descubierto el problema y lo había conseguido arreglar, al menos en apariencia.

Ha sido suficiente cúmulo de sucesos, tras despedirse simplemente sigue avanzando por el pasillo, como vibrando. Después de tanta tensión hasta le parecía normal.

Ya vería qué le deparaba la vida, por el momento, esperaba que algo caliente para comer.



*Se va*

Cuando entró se quitó la capucha y se agitó el pelo, compactado por el viaje, observando el lugar. A ver cuánto tardaba en encontrar su habitación.

...

El castillo desde dentro era incluso más grande aunque no tenía especial prisa por encontrarlo todo. Al menos ya sabía dónde tenía que dormir y sus cosas estaban allí.
Se entretiene con los rincones, mirando por las puertas abiertas, en definitiva: curioseando.


*vaga*