Comedor

Logicamente, no había colado... me apostaba la otra oreja a que Rick Dehnel si se lo habría creido...
-Bueno, si te lo digo, jurame por... por... eso! por tu mujer... como se llamaba ¿Gabrielle? si, Gabrielle, que NUNCA nunca se lo diras a nadie el El me cortará en pedacitos, ¿entendido?

Entonces me levante y arrime mis labios a su oreja.
-Aren- susurro- Aren me ha curado... "gratis"... ¿ves? te dije que era su favorito- me aparté entonces de su oreja y me volví a sentar mientras bebía mi zumo a la vez que lo miraba fijamente a los ojos.

Entonces me acordé y me levanté el cuello de la camisa disimuladamente para intentar ocultar mis marcas... espero que no se haya fijado- pensé-.

Miro a Silvanus con curiosidad y cedo mi oreja para que me diga ese secreto suyo. ¿Aren? ¿Curar? ¿Gratis? No es que conociese al jefe caeruleus de toda la vida, pero las vivencias que había tenido con él no contenían ninguna de las palabras que había dicho.

Voy a preguntar pero boqueo antes de decir nada. Miro a los lados y me acerco a Silvanus para hablar en bajo.

- ¿En serio te ha curado porque sí? Apuesto que ese tipo no da gratis ni los buenos días... -Comento algo incrédulo. Si es su favorito... No sé si eso es bueno o malo.

Miro como se recoloca el cuello y me fijo en los negrones. Entorno los ojos y mi cara se pinta con una sonrisa suspicaz.

-Gratis, ¿eh? -Le digo. Aunque realmente no entiendo la conexión o la finalidad, cuando hay heridas y líder Darvenwish en una conversación suelen esar relacionados. Igual al mentir indicando que "he comprendido" que tiene algo que ver me lo dice... Y si no tiene nada que ver, pff.

-Lo que pasa es que teneis una idea equivocada de el... vale, es un poco brusco, prepotente, incluso retorcido... pero a la hora de la verdad... no se... me parece un tipo del que te puedes fiar- le susurro apoyado en la mesa tapando el lateral de mi boca con la mano.

En cuanto veo su torcida sonrisa dibujada en la cara, me doy cuenta de que me ha pillado.
-Heylito, eres el metiche mas grande que ha conocido Mithos en toda su historia... aunque no te puedo mentir, al fin y al cabo, eres mi amigo...- me bajo el cuello de la camisa, total, ya me ha descubierto...- si, ¿vale? me lo ha hecho el... esto y algo mas, pero no, no, no, no, no quieras saber tanto- le digo burlon.- ¿O acaso yo te pregunto como te lo montas con tu mujer?- me llevo las manos a la boca... mierda... Abro mucho lo ojos e intento remediarlo- E! no, no... no quise decir eso, es que... es una frase hecha, o algo asi, un ejemplo... no... no te confundas...

Me dejo caer en la silla abatido...

En cuanto habla de la idea equivocada que supuestamente ¿tenemos?, bueno, supongo que tendrá más detractores, lo miro algo extrañado.

- Lo que pasa que no me suelo fiar de la gente que casi me mata -. Le susurro. Si alguien lo odia infundadamente, pues vale, pero yo tengo mis motivos.

Luego roto los ojos cuando me llama metiche. Si yo solo pregunto por sus heridas... en cuanto comienza a hablar más de la cuenta mi cara es de desagrado y me echo hacia atrás para finalizar la conversación.

-Vale, mejor cállate, es cierto que no quiero saberlo -. Le indico. Por sus palabras prefiero pensar que han ido de picnic o algo así antes de saber más sobre el tema.

-Pche, no inventes, trolas, que Aren nunca te ha intentado matar... jajajaja ¿Aren? ¿matando a alguien?... en fin...
-Jajajajaja que retraido eres...-entonces me acuerdo- EH! sabes que en Brontë hay un cementerio? Me enteré ayer... es un lugar bastante intrigante... tendriamos que pasarnos algún día por ahí... Por cierto, tienes que ayudarme a pedirle perdón a Inger, y había pensado llenar el jardín con velas perfumadas... o... mmmm... veamos... regalarle alguna mascota- que aún no tengo, por cierto- o... no se... ¿a tí que se te ocurre?

Cuando niega lo de el líder de Caligo prefiero no decir nada. Si no se niega a verlo no voy a ser yo quien discuta con él. Además no es muy seguro hablar de estas cosas en medio del comedor.

Entonces habla de las disculpas a Inger.

- Mira, para ser francos... No sé si Inger querrá perdonarte. Creo que no has sido consecuente con ella y dudo que vaya a olvidarse de todo por regalarle un bismonte o algo similar -Le comento con cierto aprieto. - Déjala tranquila una temporada para que se le pase un poco el cabreo y luego pues... No sé, la verdad. Trata de ser un compañero normal. Sin escupir y esas cosas -. Le digo con cierto tono de reproche.

-mmmmm quizás tengas razón... quizas le regale algo pequeño, para que no le estorbe... si, creo que será lo mejor... ¿Te vienes al rio? ya se lo que le voy a regalar... si te vienes, coge mi baso, que vamos a tener que meter su regalo en algún lugar. dije con una sonrisa.
-Podemos saltar por la ventana para llegar antes? porfi porfi porfi porfi porfiiii dije saltando a su alrededor. Yo me subo o tu me coges en brazos y saltamos vale? dije apoyandome en la cornisa.

Me llevo una mano a la cara. Que paciencia... Me levanto del asiento, no voy a participar en algo tan absurdo si nadie queire escucharme.

- Olvídalo, no cuentes conmigo. Si quieres regalar bichos allá tú, yo ya te he advertido -Le digo sin dar opción a reproches.

Me levanto y me dirijo a la puerta.

- Vengaaa, nos vemos. Ya me dirás qué tal tu gigantesco fracaso. Pero no quiero lios, ¿ok? -Sigo diciendo mientras muevo la mano en señal de despedida sin girarme hacia el piscis.

Al llegar a la puerta, me apoyo en ella y lo miro.

- Hazme caso y déjala en paz. Al menos un tiempo... un tiempo largo. Adios - y me voy tan pancho. Lalalalalalala.


*se va XD*

Me quedé con cara de tonto al ver como Heylel se largaba... era un tipo poco servicial... pero era muy bueno, así que se lo perdoné.
-Pues si el no quiere venir a buscar un regalo para Inger, tendré que ir yo solo.

*me voy caminando muy altivo, con mi ropa nueva*

Entré en el comedor, echando a Barthemius de mala manera.
-Larga, larga, que no te puedo ver delante...

Me senté en una mesa y le pedí al camarero que me trajese de todo un poco.

...


Despues de esperar pacientemente en un silencio sepulcral, aparecieron 5 chics cargados de comida...

Me puse a comer, y con cada vocado, mis ojos se iluminaban cada vez mas... me estaba poniendo de muy mal humor... aquello era bazofia...
Con el último bocado, mis ojos brillaban increiblemente y mi cuerpo emitia una luz que deslumbraba por completo... estaba realmente enfadada.
Sin mediar palabra, entré en la cocina, y, rodillo en mano, le dí un coscorrón al chef.
Este comenzó a llorar sutilmente, mas por la verguenza que por el dolor.
-Tú sigue llorando, veras como te doy una buena razón para que llores de verdad.
sin decir nada mas, desaparecí de la estancia, muy enfadada...

Tenía sueño. Me iba a acostar.

*se va*

-

Entre en el comedor, malhumorada y sintiendo crecer en mi estómago un hambre voraz. Pedí a un miembro del servicio un tazón de habas con arroz y cordero con patatas. Con un poco de suerte, la comida caliente me haría sentir mejor.

*Se queda*

Tras una buena comilona, abandoné el comedor en silencio.

*Se va*

Entramos en el comedor.
Dejé a Hewina en una silla y yo me senté en frente. Un camarero vino a atendernos y yo le pedí una ensalada para mí y una sopa caliente para ella.
Entonces posé mis codos en la mesa y ci cabeza en mis manos.
-A ver, alma cántara, ¿me vas a explicar, lenta y detenidamente lo que te ha pasado?, ¿o me vas a tener suplicandote una respuesta toda la noche?- pregunté gracioso.

El camareco vino enseguida con la comida y yo cogí una hojita de lechuga, que comí sin muchas ganas.

Tristán salió de mi mochila y se comió el único tomate cherry que tenía la ensalada.

Entonces le dí con el dedo índice en el culo mientras comía, tirándolo al suelo desde la mesa.
-Pero que tonto eres- musite

Ya estaba algo más calmada y Silvanus me había pedido que le explicase lo ocurrido otra vez.

Entonces le dije, mirando hacia el plato de sopa: "...estaba paseando por el palacio, y de repenté oí los gritos de una chica que provenían de un lugar que está por debajo de la primera planta. Entré y estaba todo muy oscuro, y había muchas jaulas grandes... y entonces la chica dejó de chillar, y apareció un hombre..."

Mi cuerpo empezó a temblar sin quererlo. Me abracé a mi misma y seguí diciendo: "Me preguntó que estaba haciendo ahí... pero no fui capaz de decirle nada... entonces levanto el brazo y me elevó con su magia mientras me... me... estrangulaba..."

Mientras le explicaba rememoraba todo como si me volviese a pasar en aquel instante, y volví a llorar: "Después me estranguló con más fuerza y me acercó a su cara, y me... me olisqueó... y... y después me... me dijo que... que me fuese con mi maldita luz al lugar que me correspondiese, y me tiró al suelo... y de repente se desvaneció en el aire..."

"Estuvo a punto de ahogarme... creí que moriría allí mismo", le dije alzando la voz sin darme cuenta, y llevándome las manos a la cara mientras seguía llorando.

Torcí una sonrisa picarona en cuanto terminó de hablar... parecía que mi amorcito había hecho su carta de presentación.
-Pche, tranquila, solo es Aren, el lider caeruleus... si solo te ha hecho eso, considérate afortunada... no hace falta ponerse asi.

Me pongo de pié y me saco la camisa, dejando a la luz todas las cicatrices de mi cuerpo, las que Aren me había dejado aquel día, cuando lo empujé sin querer... le mostré tambien mis negras marcas del cuello.

-ESTO, ESTO- repetí- ES AREN DARVENWISH, sientete muy, pero que muy afortunada por lo que te ha hecho... no me seas llorona, que no te ha hecho nada, dije entre risas, volviéndome a poner la camisa.

Bueno, yo me tengo que ir, que ya es tarde, lo siento muchísimo, mañana seguiremos con esta conversación, y si quieres te cuento como me hizo todo esto... ahora tengo un sueño horrible... le dí un beso en la frente y me voy.
-Mañana te veo! dije despidiéndome de ella.


FDR: perdon por irme asi, pero es que tengo un padre esquizofrénico gritandome que apague el ordenador n.n

Miré a Silvanus asombrada... no podía creer lo que me estaba diciendo... y sobretodo, no podía creer la forma en la que me lo estaba diciendo.

Después me dijo que tenía sueño, me dió un beso en la frente y se fue.

"Yo... yo... ... no entiendo nada... yo me vuelvo a Lumen...", dije llorando desconsoladamente.

Apoyé mi cabeza en la mesa y me cubrí con los brazos mientras lloraba.

Entonces caí en algo.

"Un momento... ¿Aren Darvenwish? ... ¿el lider de Caligo?... ... ... no es posible... un ser con aura diabólica... ... ... nadie me creera ahora...", pensé.

Me levanté despacio y me fui de allí con la cabeza baja, intentando pasar desapaercibida.

*se va*

Entré en el comedor tarareando, distraída. Me senté en una mesa, rechacé el ofrecimiento de comer del servicio y apoyé los brazos cruzados en la mesa, y la cabeza en ellos. Quería hablar con alguien. ¿Dónde estaba todo el mundo?

*Se queda*

Abrí los ojos, aturdida y desorientada. ¿Dónde estaba? Miré a mi alrededor, y entonces lo entendí. Me había quedado dormida en el comedor. Me levanté y me fui, aún adormilada.

*Se va*

Después de haber paseado por el bosque mientras pensaba en lo ocurrido, decidí ir al comedor. No tenía hambre, pero me apetecía beber un poco de néctar.

El chico del servicio, como siempre, me trajo rápidamente el néctar que le había pedido.


"No entiendo nada... ¿por qué Silvanus quiere que sea su novia...? Me dijo que ya no le gustaba Aren... pero... está claro que sigue sintiendo algo... sino... no se le habrían humedecido los ojos cuando se fue, después de decirle aquello... y su aura no habría cambiado de esa forma...

Pero... de todos modos no entiendo como Silvanus puede sentir algo por alguien como él... sobretodo cuando ese ser despreciable lo trata de esa forma. No es que quiera que Silvanus me quiera a mi en lugar de a Aren...

No quiero que me quiera, porque yo... no le quiero de esa forma. Lo quiero como mi amigo... aún que seguro que él no me quiere en realidad.

Puede... puede que Aren tenga razón, y que Silvanus solo me esté usando para curar las heridas que el mismo le hace". , pensé mientras tocaba con un dedo el borde del vaso, haciendo movimientos circulares.


"...no debí corresponder a su beso.", pensé mientras se me llenaban los ojos de lágrimas, y entonces bajé la cabeza y apoyé mi frente en mis manos, para que nadie me viese llorar.


Cuando pude tranquilizarme me sequé los ojos, bebí el néctar rápidamente y me fui de allí.

*se va*

Entré en comedor despues de estar en el lago: tenñia bastante hambre, por lo que le pedí al camarero un bocadillo de queso y lechuga y para beber... zumo de sandia.

Me lo trajo en un periquete me puse a comer.

Después de estar en el lago y de dar un paseo decidí ir al comedor para comer algo, pero entonces vi a Silvanus comiendo en una de las mesas.

Parecía que me había visto, así que no tuve otra elección mas que ir a junto suya, a pesar de que tuviese ganas de evitarle.

"¿Hola, ejeje... ¿No te ibas a dormir?", le comenté con una sonrisa un poco nerviosa.

Vi como Hewina entraba en el comedor y la saludé con la mano.
Ella se acerco y preguntó porqué no estaba durmiendo.
-Bueno- dije con la boca llena-. tenía hambre y...- trago- quería tomar algo antes de ir para cama- digo volviendo a morder en bocadillo-. ¿quieres? dig ofreciéndole un trozo- esta bueno.

Le doy un largo sorbo a mi zumo de sandía y continuo hablando.

-No me extraña que volvieras del lago... es un poco tenebroso si estas solo y además, de noche... y con las bestias esas...- un escalofrío recrrió mi cuerpo. pero... ¿que me sigas acosando vilmente apareciendo en todos los lugares en los que yo estoy... no te parece sospechoso? Quizas tu subconsciente te arrastre hacia a mi. dije pasando mi dedo por su desnudo brazo, de forma juguetona con una blanca sonrisa.

"No, gracias, ya le pediré algo al chico del servicio", le digo sonriente mientras me siento en frente suya.

Entonces habló sobre las bestias, y sin darme tiempo a responder me dijo de forma insinuante que era sospechoso que acabase apareciendo siempre en los lugares en los que el estaba, mientras me rozaba el brazo con un dedo. (Fdr: por qué será? ¬¬)

Aunque lo que insinuaba no fuese cierto no supe qué responderle, así que solo le contesté con un "Bueno... no se...", mientras desviaba la mirada.

Entonces apareció el chico del servicio, y me preguntó qué quería.

"U... una tortilla vegetal y un poco de néctar, por favor", le dije. Entonces volví a mirar s Silvanus, quien me observaba atentamente.

Me encantaba dejarla sin palabras... su simpleza bucal me embelesaba asta extremos inesperados.

- ¿"bueno no se"? ¿es eso lo único que tienes que decirme?... entonces... me lo tomaré como un sí... dije dandole un piquito- ¿sabes? dejémonos de tonterías y de chorraditas de amistades sin fundamento: estamos hechos el uno para el otro ¿no lo ves? ¿acaso estas ciega? no... dije acariciando su morena cara... esos preciosos ojos azules no pueden estar ciegos... ven a la perfección... y sé que le gustan lo que están viendo. A un chico joven, simpático, guapo (por qué no decirlo?) buena persona, amable y bueno... con cierto desdé hacia las normas y las reglas... pero ¿que es la vida sin un poco de emoción? dije preguntandole al aire, sin esperar respuesta- Hew,- dije cogiéndola de la mano... ya se que somos amigos... y muy buenos, por cierto... pero no dejo de pensar en tí toooooodo el dia... y creo que tu tampoco dije poniendo mi dedo indice en su naricita.-¿acierto?

Mi corazón empezó a latir rápidamente con aquello.

"Sil... yo... yo... no se...", le dije sin responder a su pregunta con un hilo de voz. Estaba realmente nerviosa, y lo cierto es que sí que había estado pensando en él casi todo el día, pero también era cierto que no sabía que hacer... Una parte de mi me decía que deberíamos seguir siendo amigos, pero la otra me decía que me dejase llevar.

Él últimamente me trataba de una forma muy distinta...y en parte me gustaba, pero en parte no... en parte quería que fuese el mismo Silvanus de siempre.

Como me gustaba que se quedara sin palabras... era algo que me superaba... me hacía tener el control y eso me gustaba... por eso a Aren le gsuta tanto mandar.

-Bueno- dije jugando con un mechón de su cabello- como veo que te has quedado sin argumentos en tu defensa, entenderé pues que quieres estar conmigo... se nota que te gustan mis besos, pues no los rechazas... somos jóvenes, lo raro sería que no te gustasen los besos...

Mientras hablaba, Tristán aprovechó para comerse el resto de mi bocadillo. Me daba igual porque ya no tenía hambre: tenia a una mujer preciosa delante de mis verdosos ojos y pronto comería de su boca todo su amor.

-Vamos Hew, el comedor está desierto a estas horas... y los camareros están fregando los cacharros... no tengas verguenza, que no estamos haciendo nada malo- entonces la besé suavemente, dejando que nuestros labios se rozasen, sintiendo la respiración acelerada del otro. - vamos Hewina... solo se vive una vez... debemos ser felices mientras podamos... y entonces la besé profunda y apasionadamente.

Mi temperatura corporal había aumentado considerablemente con todo aquello, y Silvanus me besaba de una forma que cada vez me impedía más controlarme...

Entonces me aparte de él y le puse los dedos en los labios para que parase.

Me levanté despacio y me acerqué a él, entonces lo cogí de las manos y le dije: "Ven...", tirando levemente de él.

Él se levanto y se dejo llevar por mi, y nos fuimos de allí.


*se van*