Cascada

Frunzo el ceño al escuchar las palabras que dedica a nuestro líder y dirijo la mirada a Gabrielle, comprobando que su gesto es similar al mío.

—Perdone, señora, pero no creo que tenga usted derecho a hacer un juicio así sobre el líder aether. El señor Tld'Michaelis es un hombre honrado y muy sabio con un gran poder —Reprocho a sabiendas de que resultará una falta de respeto para la líder. Pero ella ha menospreciado a los aether y eso tampoco está bien.

Trato de apartarme cuando me rodea y sobre todo cuando da el fuerte grito aprobando mis palabras. Lo que dice a continuación no me sorprende demasiado, pero antes de que pueda reprochar nada, Gabrielle se levanta sin dejar de abrazar a Masslow.

—Estas no son unas vacaciones familiares. Si yo estoy aquí es porque he sido enviada en misión por parte de Ventus y Heylel coopera conmigo desde Brontë. Independientemente de eso, Masslow está bajo nuestra tutela y parte de nuestro deber es procurar que esté a salvo —Indica con tono firme ante mi gesto absorto. Se la ve tan seria y tan determinante, sin un ápice de duda en sus palabras. Esa es la parte que siempre he admirado de ella.

A pesar del reproche la mujer empeoró sus palabras hacia el líder y eso sí me pareció una gran falta de respeto. ¿Qué se creía esta mujer? Si se metiese con nosotros no podría decirle nada, pues su poder está por encima del nuestro, pero el líder Michaelis está a su misma altura como para hablar de ese modo.

—Ya está bien, informaremos al líder de sus palabras, señora. No crea que pasaremos por alto el ataque a nuestra raza —Digo, molesto e irritado. Acabo de salir del yugo de un tirano y ahora esta mujer pretende degradar a toda mi raza. Esto es vergonzoso.

Temo profundamente cuando se acerca a Gabrielle y le habla. No sé qué es capaz de hacer esta mujer.

—¡Espere! ¡Déjela! ¡Soy yo quien le ha faltado primero al respeto! —Trato de alertarla para que se aparte de ella pero, en lugar de eso, le dedica amenazas y comentarios de mal gusto respecto a Masslow. Gabrielle, que se mantiene en su sitio sin soltar a Masslow, acaba por responder.

—Esto es una vergüenza. Para empezar, usted no tiene nada que decirnos sobre si estamos aquí o no, el palacio es propiedad de los Campbell. Sin duda nos iremos lejos de usted, líder Flamma —Gabrielle agarra a Masslow que ahora parece bastante asustado y se lo lleva en brazos para alejarlo de la líder flamma. Ahora mismo estoy muy nervioso. Cuando pasa a mi lado la agarro.

—Gabrielle, por favor, ¿qué haces? —Pregunto en voz baja, asustado. Ella tira de su brazo.

—Esto es un completo abuso, me voy a buscar a nuestro líder —Me reprocha con fuego en la mirada. Yo no puedo hacer otra cosa que soltarla y dejar que se vaya. Luego me doy la vuelta hacia Flavia y abro ligeramente las alas para evitar amedrentarme demasiado. Intentaré que puedan irse sin problemas.

—¿Tanto le molesta que permanezcamos en palacio? —Pregunto, molesto. Gabrielle y yo ya habíamos acordado el día para marcharnos a Ventus, ya que hacer que Masslow se quedase aquí se estaba volviendo bastante peligroso, pero primero deberíamos encontrar a alguien que pudiese tratar lo de su marca. Lo último que esperaba era un abuso como este para echarnos.

La líder responde diciendo que todo es por nuestra "seguridad". No niego que Brontë ha demostrado se bastante peligroso, pero si permanecemos aquí es por una razón y no por aprovecharnos de las inversiones de los continentes.

Cuando desaparece doy un fuerte suspiro, aliviado porque todo haya acabado bien y sin mayores problemas. Como ahora no encontremos al líder vamos a vivir amargados.

Después de mi charla y paseo con Frikka, decido ponerme manos a la obra para comenzar a entrenar algo que llevo maquinando un buen tiempo, aunque nunca lo había probado. Creo que tengo un nivel mágico decente y podría sacarle partido. Mis Aquaerum son fuertes y mis Nairea, densos.

Sin embargo, leyendo el otro día uno de los tomos de magia de mi colección favorita, pude leer que los dragones son criaturas mágicas. Me paré a pensar que, ciertamente, sus escamas, uñas, ojos e incluso huesos son utilizados por los grandes para realizar pociones o potenciar elementos mágicos, lo que me llevó a pensar que quizá Tristán podría ayudarme a realizar un pequeño experimento: Comencé a preguntarme qué pasaría si las llamas de Tristán entrasen en contacto con mi Aquaerum y, como no tenía ni idea de lo que podría ocurrir, decidí que sería cuanto menos interesante observar qué ocurría.

Llego pues a un lugar alejado de palacio en el que puedo practicar tranquilamente. Tristán está en plena forma, por lo que comenzaré enseguida. Me froto la nariz y sonrío. - Vamos allá. ¡Aquaerum!.- Digo con firmeza.
Al instante, una perfecta esfera de magia densa flota ante mí. El agua de su interior gira lentamente, despacio, sin fuerza.
Entorno los ojos y crispo un poco más los dedos, de modo que el agua de su interior comienza a girar algo más fuertemente. Es un Aquaerum normal y corriente, de toda la vida. No es agua sola, sino que contiene dosis de mi capacidad mágica. Un buen resultado sin duda.
-Venga Tristán, dale caña.- Digo guiñándole un ojo.
El dragón, firme desde mi hombro, lanzó una fuerte bocanada de fuego contra mi hechizo.

El resultado no fue bonito.

-¡Aaaaah!- chillo mientras salgo despedido hacia atrás, cayendo de culo debajo de la cascada. - !Buala!- Digo sacando la cabeza del agua con los ojos abiertos como platos. Aquello fue la leche.

¿Qué había ocurrido?

Me quedo en la charca, de brazos cruzados y el ceño fuertemente ceñido mientras pienso con tesón. - Veamos... Partiendo del punto en el que la base de mi hechizo es agua y el poder de Tristán tiene una base ígnea... es probable que simplemente la combinación explotase por pura repulsión entre elementos. Mmmmm... - me quedo callado un rato.- O quizá... el agua... quizás... veamos. Yo controlo el Aquaerum a la perfección, sin embargo no tengo ningún control sobre el poder mágico de Tristán. Mmm... esto se complica. No sé si la carga mágica del fuego de Tristán es siempre la misma. Teniendo en cuenta que un hechizo está formado por un elemento básico (agua, tierra, aire, fuego, luz, oscuridad y electricidad) el cual es invocado mediante nuestra magia, esto da lugar a una mezcla elemento-magia. Esto es fácil de entender. Lo que no sé es la proporción elemento-magia... supongo y, esto simplemente es una teoría mía... que para que un hechizo sea completo y eficaz, debería tener una proporción de.. digamos... 1-1 entre ambas substancias... - cavilo.- Partiendo de esta hipótesis en la que la cantidad de elemento invocado tiene relación directa con la cantidad de magia que posee el usuario... explicaría por qué un guerrero recién llegado con poca habilidad mágica podría invocar poca cantidad de materia (lo que daría lugar a un hechizo de pequeño tamaño). He podido observar cómo mis Aquaerum han ido aumentando de tamaño conforme mi poder mágico aumentaba. Recuerdo haber leído algo en uno de los libros de Chárity Strauss que...

El agua cae sobre mi cabeza con fuerza, pero pronto me olvido de ella, pues estoy bastante ensimismado con mis pensamientos y estudios.

-Si por ejemplo, tomamos 100 como medida estándar de magia y un guerrero sólamente posee un control mágico de 20, lógicamente sólo logrará crear un hechizo mucho más pequeño de lo normal. Era lo que me pasaba a mí al principio. Trabajando mi habilidad mágica, he aumentado mi capacidad de invocación del elemento (en mi caso el agua) de modo que mis hechizos son mucho más grandes.

Abro los ojos un instante, con el ceño fruncido. Algo no cuadra en la ecuación. Imaginemos que la esfera de mi Aquaerum es un todo. Una unidad.
Creo rápidamente un nuevo Aquaerum ante mi y lo dejo a la altura de mis ojos. -Si mi hechizo contiene magia y mi elemento en las mismas proporciones... eso me dice que la mitad de mi Aquaerum es magia y la otra mitad, agua.
Entonces... como si se tratase de un balón de juegos, si intento meterle la magia y el fuego de Tristán una vez esté el hechizo completado... el hechizo (o balón) reventará por los cuatro costados ya que no puedo controlar tanta cantidad ni de magia ni de elemento en mi mano y con mi poder.

-Entonces... - salgo del agua y corro a mi zurrón para sacar un papel y unos lápices. Al cabo de un rato, obtengo el esquema del que será mi trabajo:



- Bien. Necesitaría entonces producir Aquaerum más pequeños con el fin de que, al inyectarle el fuego de Tristán, pueda controlarlo en la esfera. Sin embargo... tengo que contar con que desconozco la proporción de magia y fuego de la llama de Tristán. Puede ser 50% como en los de las personas pero... ¿Y si no lo es? Imaginemos que el fuego de dragón tiene una composición de 25% fuego y 75% magia. Debería crear yo Aquaerum con un 75% de agua y un 25% de magia... Eso no va a ser tarea nada fácil... Quizás deba pedirle ayuda a algún líder. Aunque por el momento, practicaré sólo por mi cuenta. - En ese momento mi concentración cae en picado al escucharme las tripas. -Ajaja... hambre. - río.- Bueno.- Digo arrugando el papel y vistiéndome rápidamente.- Iré a cambiarme y luego a cenar. Seguramente vea a algún chico guapo por el camino y... - un escalofrío recorre mi nuca.- ¡Guapos todos!- chillo mientras corro hacia palacio.


*Se va. Fin del entrenamiento*

FDR: Me gustaría sentar estas bases como funcionamiento de la magia en mithos. Daría esto respuesta a las dudas que Rais planteaba de fusión de hechizos y explicación de la magia. Me gustaría saber vuestra opinión en cuando podáis. Por supuesto, esto no son más que teorías que (tanto a mi como a Silvanus) se nos han ocurrido. Al ser todo hipótesis, podremos ir moldeando la idea de la magia si alguien tiene algo más que aportar. Gracias.