Dormitorio de los chicos

Me crucé de brazos. Menos mal que el aether ese, que debía ser Heylel (y que era el mismo al que me encontré en los pasillos el fatídico día) había entrado en juego.

- Yo no cogí nada. No me interesan los cuadernos de la gente. Yo solo he venido a este lugar a luchar contra el mal, que se supone que es lo que hay que hacer. Ayer estuve toda la tarde entrenándome y luego fui al lago. No hice nada más.

Estaba molesto. Furioso incluso. Pero no quería que mi espalda fuera azotada de nuevo, y tampoco rebajarme a ser un simple matón.

-...Mmmmm no, no ví que él lo hiciera... lo he acusado por descarte... porque Cero es muy bueno, y tu... tu... UN MOMENTO! HAS LEIDO TU TAMBIÉN MI CUADERNO??? Y HAS VISTO MIS DIBUJOS?? no me esperaba esto de ti, Heylel, creí que eras una persona respetable y buena, y aunque ya sepas lo de Aren y yo...- callé de repente... acababa de decir ''Aren y yo'' miraba de reojo a Rick, esperando una burla de cualquier tipo... me tapé la boca con las dos palmas de mis manos. acababa de descubrir lo que había estado protegiendo de Rick...
Era un imbécil...
Agaché la cabeza y me puse a llorar otra vez...

Ante la respuesta de Rick me calmo, pero en cuanto Silvanus abre la boca me llevo una mano a la cara y suspiro. Madre mia, que paciencia...

- Oye, Silvanus, relájate, ¿vale? Nadie ha visto tu cuaderno y, si tan importante es su contenido deberías guardarlo mejor y no ir tirándolo por ahí... -La verdad es que sí que lo he visto, pero viendo como se pone mejor decirle que no.

¿Lo de Aren y Silvanus? Tal vez eran amigos de la infancia... Entonces Aren podría azotarme de nuevo si se enteraba de lo que le había hecho a su amigo. De solo pensarlo, me entraban ganas de temblar. Lo mejor sería que me calmase, pero estaba tan furioso... ¡Había sido acusado de cotilla y ladrón cuando yo siempre me había guíado por las nobles ideas que mi familia me había enseñado!

Bajé la cabeza con los puños apretados. Lo mejor sería que luego hiciera algo de deporte para quitarme eso de la cabeza. Se me olvidaría enseguida.

Si alguien había robado aquel cuaderno, esa sin duda habría sido la asesina, Alehyss Lester, que era seguramente la causante de todos los problemas acontecidos en el Palacio de Brönte.

miro hacia el suelo....me levanto... con la cara llena de lágrimas... me dirijo a Rick... y lo abrazo... entonces comienzo a llorar mas...
-P-p-perdóname... Rick... e-es que estaba muy enfadado...- era muy frustante hablar con una persona que estaba a tres cabezas de distancia...-no volverá a pasar... es que ... es que... no tengo disculpa... te he cortado la mejilla y tienes un sarpullido en la oreja por mi-mi culpa... yo no quería... snif... que... snif...

Que desesperación de hombre. Llora y llora y grita y se disculpa y llora y abraza y besa... Suspiro. La verdad es que me compadezco de Dehnel.

Palmeo las manos y las llevo a mis caderas.

-En fin, asunto resuelto parece. Ahora ya podemos ir a comer algo, tomar café... Esas cosas que le dan la paz a uno después de levantarse-. Comento, quitando hierro al asunto.

Di un par de palmadas en la espalda de Silvanus mientras me abrazaba.

- Venga. Ya está. No ha pasado nada grave, así que todo arreglado.

Sonreí. Seguía molesto, pero la verdad es que ahora estaba mucho más tranquilo que hace un rato, así que decidí que no pelearnos había sido una buena idea. Lo que no me esperaba es que Silvanus y Aren fueran amigos de la infancia. Tal vez estaba en el Palicio en calidad de amigo de Aren, y no de guerrero.

Negué para mí. Fuera como fuera, todo estaba bien ahora.

Suspiré y dediqué a Heylel una mirada de agradecimiento.

-Ya me había tranquilizado... ahora quería desaparecer... quizás Rick tuviera razón... quizás no haya sido el...
Disculpadme: cogí a Tristán y a Altheda y salí arrastrando los pies y agachando la cabeza de la habitación... Quería ir a los jardines... quería aire fresco...

*se va*

FDR: se va a junto su única amiga: Alehyss xDDDDDDDDDDDDDDDDDD

Sonrío con condescendencia ante el gesto de Rick y despido con una mano Silvanus.

-Arriba el ánimo y abajo las garras -.Añado como despedida traduciendo una muletilla de mi tierra. Luego me acerco a Rick y le doy un par de palmadas en la espalda.

-Se te ve paciente, ¿eh? Te compadezco -. Comento con cierta comicidad ante el incidente.

Torcí el gesto.

- La verdad es que he tenido verdaderas ganas de plantar mi puño en su estómago, pero creo que hay que actuar con nobleza, y además ya he recibido ciertos escarmientos, así que...

Alegré el rostro de nuevo y recuperé mi energía habitual.

- ¿Y eso de que viste el libro? ¿Te lo inventaste para ayudarme o es cierto? Porque he de decirte que yo ayer tuve cosas más importantes que hacer que robar cuadernos.

Había hecho más de cinco mil flexiones. ¿Quién querría robar cuadernos pudiendo hacer flexiones, por favor?

- Sea como sea, gracias.

Escarmientos, vaya. Al echar un vistazo a su espalda compruebo que sí. Supongo que por redecillas como las del pasillo o por cosas como aquella que ni siquiera iban con él. La verdad empezaba a pensar que Rick solo estaba en el peor momento en el lugar menos indicado...

-Bueno, por las marcas del cuerpo de Silvanus parece que irritar a la gente es su primer empleo -.Bromeo, ya que el piscis tiene una colección de cicatrices de gran amplitud.

Escucho sus preguntas y miro un segundo hacia otro lado con una mueca de compromiso en la boca. Ya, si ya imaginaba yo que ayer había hecho cosas más interesantes...
Luego me siento a su lado.

- Humm, no hay nada que agradecer, me habeis despertado de forma horrible -.Rio.- Y lo del cuaderno... ¿Podría pedirte que no hicieses un drama o algo así? Sino tendré que contarte la versión para invitados -Indico alzando las cejas entre pillo y pillado.

Bien pensado, era cierto. No sabía desde qué momento tenía Silvanus todas esas marcas, pero el pobre debía de haberlo pasado mal.

Suspiro.

- Tranquilo. No soy dado a hacer dramas. Yo soy un poco más de romances y comedias.

Me eché a reír de mi propio chiste, pero al poco me detuve y sonreí con timidez.

- Lo siento. Era muy malo.

Ante el comentario de Rick me sale un "Pfff" instantáneo, pero suelto una sonrisa.

-Sí, lo era. -. Comento. Y luego al hoyo, Heyl... -Bueno, sí que me encontré ayer con el cuaderno. La verdad es que me tropecé con él. Pero no ponía nada en la solapa para dejarlo en la cama de alguien así que... Lo abrí. Y como no estaba de muy buen humor lo dejé por ahí, así que disculpa la bronca... Creo que he tenido la culpa -. Comento con gran compromiso. Pero ya que no iba a decírselo a Silvanus porque montaría un escándalo, al meno que fuese Rick quien supiese de mi ¿crimen?

Reí.

- No te preocupes. Si no me ha hecho nada. Bueno, casi. ¡Me ha hecho tan poco que hasta puedo decir que no me ha hecho nada! Y tampoco voy a traicionarme, que yo me guío por la nobleza y el valor.

Entonces transformé la sonrisa de orgullo en una menos arrogante.

- En serio... Eres un buen tipo. Sin rencores.

Me estiré. Mi humor, por suerte, había mejorado mucho.

- Pero espero que no siga acusando a gente por ahí de ahora en adelante. No está bien eso de ir ensuciando el nombre de una persona a la que no conoces solo porque has tomado una impresión equivocada de la misma y tal. Es más difícil limpiar un nombre que ensuciarlo.

Sonrio ante el aplomo del flamma. La verdad es que es un gusto hablar con gente como él en este sitio de locos.

-Cierto. La verdad es que tiene la lengua muy larga... Tampoco me agrada mucho que tenga esos arrebatos... Aunque, ahora que lo pienso, quizá ni siquiera pueda llegar a creerme las batallitas que me ha contado o incluso lo que puso en su cuaderno -. Comento con algo de desilusión. Si Silvnus iba por ahí diciendo lo que imaginaba o exageraba, a saber qué parte de lo que había dicho era cierto.

Lo miré curioso.

- Pero eso de su cuaderno... ¿Tan privado es? Debería guardarlo mejor.

Me parecía exagerado que le molestase que la gente se enterase de que era amigo de la infancia de Aren. Aunque tal vez quisiera ganarse el renombre por sus propios métodos y si la gente se enteraba de eso le fuera imposible. Me marcaría esa incógnita como algo a averiguar sin duda.

Ante su comentario muevo las piernas un par de veces y miro hacia los lados. A mí me lo ha contado el propio Silvanus y a Inger y si lo sabe Inger y aun no lo sabe Rick, por su relación lo sabrá si hablan de cualquier cosa algún día y como el pobre ha tenido la pelea por mi culpa pues tendrá derecho a... Además a nadie castigan dos veces por el mismo crimen...

-¿Dices que eres más de romances? -Comento con un tono casi despistado, mirándolo con complicidad. Luego le cuento lo que me había dicho de Aren y, en consecuencia, lo del cuaderno. La verdad es que intento aguantar la risa porque, ahora que se lo cuento, se me hace muy gracioso. - ...Y eso... - Siento una cierta tensión al no saber si reírme o no. A ver como se lo toma, y si piensa como yo, igual nos echamos unas risas que pa'qué.

Me quedo en silencio unos segundos.

Miro fijamente a Heylel, pálido.

Y entonces ambos echamos a reír.

- ¿Se cortó una oreja por eso? ¿De verdad? ¡Qué bruto! Aunque a mí me duele la mía porque su drag...! ...

Sin oreja y con dragón...

... ...

Mi rostro cambió de alegría a furia.

¿No era acaso demasiada casualidad que le faltase una oreja y tuviera un dragón? ¿Acaso había sido él el que atacó a Inger en el bosque? ¿Era él el contrabandista, o lo que quiera que fuera? Entonces lo entendí...

No era el amigo de la infancia de Aren, ni su amante...

Ambos eran, probablemente, aliados que se dedicaban a recopilar información del Palacio para intercambiarla o venderla con los malvados y, seguramente, Lester era de los suyos, además de la que los complacía sexualmente... O tal vez no tuvieran nada que ver con ella.

Ya no sabía qué pensar.

Que alivio al poder soltar un par de carcajadas en conjunto. La verdad es que suena a novela barata... Que risa.

-Sí, lo es. Además por el líder de otra raza... Si es que... -Pero Rick parece quedarse pálido de pronto y borra su sonrisa.

-Rick, ¿te pasa algo? Que soy yo el que tiene alas, vuelve a la tierra, Rick...- Que se quede así callado de repente y con esa cara... No le habrá dado un infarto o algo...

Negué lentamente. No podía gritar mi descubrimiento a los cuatro vientos antes de descubrir si era cierto o no lo era.

- No es nada... Simplemte me acabo de acordar de algo... Me he dejado algo en el bosque ayer. Así que iré a buscarlo, si no te importa. Nos vemos luego.

Me despedí cortésmente y salí del cuarto.

No podía creerme que eso conspiradores hubieran podido llegar a pensar que no me daría cuenta de sus planes.

Ya era tarde para ellos.

*se va con prisa*

Rick no responde nada y se va algo apurado. Esto sí es una incognita interesante. Pero mi nivel de cotillismo de hoy ha llegado a su límite. Me voy a escribir una carta.

Me levanto de la cama de Rick, sacudo mis pantalones y muevo un poco las alas. Luego cojo ropa antes de irme de allí. Mejor me daré un baño antes de vestirme. ... Y mojarme las plumas... Pfff...

*se va*

Entro enfurecido y le doy una patada mi baúl.
Entonces me tumbo sobre la cama y lloro.
Creo que esa noche me la pasé entera llorando.
Me dolían los ojos de llorar.
No me lo podía creer.
Aren: mi amor... se casaba con aquella zorra. Seguramente ni la queria.

Llego a los dormitorios después de una ducha revitalizante y entro con cuidado para no hacer demasiado ruido. Hay gente durmiendo.

Llego a mi cama, ya con el pijama puesto, y me siento. Miro hacia la cama de Silvanus que parece dormir acurrucado sin taparse. Quizá no esté dormido o quizá se haya dormido así después de llorar. Conociéndole...

Dudo unos segundos y finalmente tomo una decisión. Agarro un trozo de mi papel para cartas y, con la pluma de mi padre que siempre uso, escribo una nota que posteriormente dejo sobre el baúl de Silvanus.

Citación :

"Antes de hacer cualquier otra cosa mañana, búscame y hablemos. Es importante"

Heylel

Después vuelvo a mi cama, algo más tranquilo y, tras replegar mi alas y taparme, cierro los ojos esperando dormir del tirón.

*se duerme*

...
Me desperté sobresaltado. Había tenido un sueño horrible: Yo estaba en una jaula toda mi vida mientras veía lo feliz que era Aren con su mujer, mientras yo no era más que su mascota enjaulada... se repitió ese sueño en mi cabeza tooooda la noche.
Me levanté arrastrando los pies. Estaba cansado y me picaban los ojos.
No izo falta que me vistiera, puesto que había dormido con la ropa puesta. Decidí que lo mejor sería darme un baño de agua helada para despejarme un poco.
Cogí mi mochila (y a Tristán que dormía dentro) y fui a coger los zapatos al baúl.
-¿Qué es esto?- musite, casi sin fuerza en la voz. Era una nota que leí con mis legañosos ojos:

"Antes de hacer cualquier otra cosa mañana, búscame y hablemos. Es importante"
Heylel

¿Heylel? ¿que quería el petardo ese? No quería hablar con nadie que no fuera AL, ella era la única que me comprendía y me quería.
Además, tenía cita con el médico para hacerse un tatuaje... Pero después de aquella horrible noticia... ya casi se habían quitadao las ganas...
-Hablaré con el si me lo encuentro... si no, que le den. Si hubise sido tan importante lo que me tiene que decir, me habría despertado- pensé para mí.
Suspiré y salí de la habitación arrastrando los pies.

*se va*

Me despierto algo cansado. Por la noche me había despertado un par de veces y como resultado ahora me levantaba a esta hora intempestiva. Pff... Que mal.

Miro a mi alrededr, algo adormilado y comprueb que Silvanus, al que había escrito ayer, no estaba. Maldición... Había ignorado mi nota... Tsk. Bueno, si el no me buscaba tendría que buscarle yo...

Me levanto y me estiro con relativa calma -tampoco voy a alterarme pr hablar de algo que tampoco me incumbe demasiado- me visto, me despejo y hag mi cama. Estir las alas y me voy.

*se va*