Comedor

Me rio de nuevo ante el comentario de Hewina y, por un momento, asiento con ceño. Finalmente dejo la broma apartadno el vaso.

- Ahh... vaya, hacía tiempo que no me reía tanto -. Comento frotándome la barriga que me duele de reirme. - Supongo que puede formar parte del entrenamiento. Fortalece las abdominales - Le digo.

"Jajaja, pues sí... aun que a mi la verdad lo que mas falta me hace es hacer pesas...", comenté mientras me pellizcaba la piel que cubre el biceps.

Entonces cojo a Hoju con una mano y lo alzo, pero al rato me canso y lo vuelvo a posar en la mesa.

"Jo... si que debería hacer pesas, pero me cuesta un mundo...", comento.

Sonrio cuando comenta lo de las pesas.

- Como trates de emplear a Hoju siempre va a acabar mareado el pobre -. Comento acariciando la cabeza del animalillo.

Después de un par de comentarios más con Hewina me sale un bostezo que trato de cubrir.

- Bueno, perdona. Me lo estoy pasando muy bien pero creo que debería dormir un rato -. comento con una sonrisa cansada. - Estos días he tenido un horario bastante desordenado y creo que debería organizarme un poco -. Indico. Entonces, tras un momento me levanto para irme. - Supongo que pediré algo de agua. No pienso irme con la salsa en el aliento -. Bromeo antes de acercarme a la cocina para pedir de beber.

Puedo beber un trago de agua antes de volver al comedor y me acerco a Hewina para despedirme.

- Bueno, chica, nos vemos pronto. Cuidate y cuida al enano ese -. Sonrio y me despido poniéndole un mano en la cabeza.

*Se va*

"Ah, vale Heyl", le digo respondiendo a lo que me dijo cuando decide ir a por bebida.

Entonces sonrío y continuo comiendo. Lo cierto es que me lo había pasado muy bien... Heylel era un buen amigo. Incluso había hecho, que me olvidase por un rato del problema de Silvanus.

"Bueno... ya se lo comentaré otro día... cuando sepa más cosas y tal", pienso, entonces Heylel vuelve de la cocina y se despide de mi.

"Adiós, qué descanses", le digo sonriente, y entonces se va.

Cuando terminé la sopa cogí a Hoju en brazos y me fui también, dispuesta a irme a dormir plácidamente con la barriga llena (aun que algo dolorida de tanto reir).


*se va*

Entré en el comedor arrastrando los pies.

El camarero se acercó y le pedí algo caliente.

Entonces me senté y al rato, vino el camarero con un poco de sopa.
La miré con desgana... el humo me golpeaba en la cara y yo la rebolvi sin ganas, cn la cabeza apoyada en la mano, que esta estaba apoyada con el codo en la mesa.

*se queda*

Entré en el comedor con Hoju, y entonces vi a Silvanus en una mesa. Tenía peor aspecto desde la última vez que lo vi...

Me acerqué a él y le dije suavemente: "Ey..."

Cuando alzó su cabeza y me miró pude ver que estaba pálido, con muchos moratones... y tenía ojos enrojecidos y ojerosos.

No me atreví a decirle nada...

-Hola -dije sin dejar de revolver la sopa y sin ver a la cláritas.- tengo una buena noticia. Estoy de vacaciones- dije sin perturbar mi tono de voz, sin parar de hacer círculos en el plato con la cuchara.

hice una pausa.

-Una semana... necesito recuperarme... pero no tengo ganas.

De lo único que tenía ganas era de morirme...

"Vaya... así que Alexander le ha dado vacaciones. Pf, normal, tal y como está el pobre Sil seguro que no le sirve para nada. Maldito desgraciado...", pensé.

"¿Cómo que no tienes ganas? ¿A que te refieres con eso?", le pregunté preocupada.

Entonces el chico del servicio de siempre vino a preguntarme qué quería.

"Oh, bueno, Silvanus... ¿te importa que me siente?"

Él movio la cabeza unos milimetros, por lo que me pareció que había asentido malamente.

"Bueno... pues, tráeme un té con leche, por favor", le dije, y entonces el chico se fue a la cocina.

Me senté en frente suya, y entonces le pregunté: "A ver, cuéntame..."

Asentí levemente ante su pregunta.

-Bueno... pues que como estoy así... pues mi señor me ha dado una semana de vacaciones para que me recupere. Ahora tengo tiempo libre y no se que hacer... y bueno, simplemente me apetece quedarme aqui, dejando pasar el tiempo. No tengo ganas de hacer nada...

hice una pausa bastante larga y me reincorporé.

-Ayer me peleé con Lyam... por su culpa estoy asi... es que es gilipollas... es que le cogía la cabeza y... - no tenía fuerzas ni para levantar las manos para gesticular, por lo que simplemente le di un sorbito a la sopa...

El confirmó mis sospechas con lo que me contó, y después de un largo silencio por parte de ambos me dijo que se peleó con Lyam.

"¿Eh? ¿Os peleasteis?", le pregunté.

"Pero entonces Lyam....... no... aquí hay algo que no me cuadra", pensé.

"¿Cómo que os peleasteis?", pregunté de nuevo para que me lo contase.

La sopa estaba rica, por lo que dí otro sorbito.

-pues que mi señor me prohibió hablar con el, para que no me volviera a engañar, o algo asi. Lo hizo por mi bien... y entonces me lo encontré y no pude evitar pegarle y bueno... luego el me pegó a mi tambien...



Volví a dar un sorbito

"Vale... si empezó Silvanus ya me cuadra. Menudo lío... tengo que hablar con Lyam cuanto antes", pensé.

"Vaya... Bueno, ahora estas de vacaciones, así que no te preocupes. Aprovecha para relajarte y divertirte un poco ¿Vale? No me digas eso de que no tienes ganas.", le dije sonriendo un poco para intentar animarlo.

-Bueno... no. No tengo ganas... me duele todo el cuerpo. Supongo que primero me dedicaré a curarme y luego, el tiempo que me sobre, me "divertiré" aunque ya no me acuerdo de como se hace eso... dije con una amarga sonrisa.

-Hewi, querrías venir un dia de estos, cunado esté mejor a dar un paseo conmigo? no se... eso es lo que hace la gente para divertirse, ¿no?


FdR: ¬¬ no te hagas iluisones de que vallan a volver: solo es un paseo

"Claro... cuenta conmigo para lo que quieras. Incluso si necesitas ayuda en algo... los amigos están para ayudarse unos a otros y apoyarse en momentos difíciles.", le dije sonriente.

Entonces el chico me trajo mi té con leche y unas pastas. Le di las gracias sonriente, y tras decirme uno de sus "no hay de que" se fue de nuevo a la cocina.

Hoju se subió a la mesa, contemplando el plato de pastas mientras movía el rabo rapidamente.

"Ala, toma bichín", le dije dándole una, y comenzó a mordisquearla al instante. Entonces Tristán salió de la bolsa de Silvanus y miró a Hoju fijamente, mientras se acercaba a él y se sentaba en frente suya.

Me reí, y entonces le di otra pasta a Tristán.

"Celoso", le dije mientras lo acariciaba

"Tu también puedes coger si quieres, antes de que se las coman estos dos", le dije a Silvanus mientras le daba un sorbo al té.

Me encojo de hombros y sonrío. Vale, cuando me encuentre mejor, iremos a dar un paseo. Entonces vuelvo a estornudar... jolín... espero que la spa me ayude a mejorar.

Hewina pone las pastas en medio de la mesa y nuestras mascotas salen a comer.

-Bueno... cogeré una... pero mas que nada para no hacerte el feo. Estaba pálido y mis movimientos eran lentos...

Le doy un mordisquito. Olle, pues están ricas...- musito- aunque no eran para nada mi postre favorito: fresas y nata...

Entonces se produce una disputa: la última galleta y dos mini-bocas enfrentadas por ella.

Hoju salta encima de Tristán, ya que este le había dado un mordisco a la galleta y el dragón, enfurecido, había comenzado a morderle. Entonces Hoju también comenzó a morderle.

-Eh, Tristán, no os peleeis! que soy como niños! ¿cuantas veces te he dicho que no puedes ir peleando por la vida? eh?- digo cogiéndolo y poniéndolo a la altura de mis ojos.

-Ala, ahora la galleta pa mi!- digo metiéndomela de golpe en la boca.

"¡Hoju! ¡Que la tenía Tristán!", le dije mientras se peleaban, y entonces Silvanus cogió a Tristán, y yo a Hoju.

"Malo", digo enfadada dandole golpecitos en la cabeza con el dedo. Entonces Silvanus se comió la pasta. Yo me reí levemente.

Entonces continué bebiendo el te.

Hewina se ríe.

A mí también me hace gracia.
Le doy otro sorbo a la sopa... ya estaba medio fría, por lo que con todo el esfuerzo del mundo, me la acabo.

-Ala... por hoy es suficiente, dije apartando el cuenco de mala manera hacia una esquina.

-Hewi... ¿no tienes nada para los golpes? dije bajando la cabeza y tocándome un moratón de la mejilla... me... me duelen... a veces...- Tristán se acercó a mi y comenzó a lamer la contusión.

"Oh, bueno, tengo un ungüento que le pedí a Errst hace unos días", le digo, y entonces abro mi bolsa y comienzo a buscarlo.

"Es que el otro día estuve entrenando con Adela y me dejó llena de moratones también", le digo mientras lo busco.

"Ah, aquí esta. Toma", le digo tendiéndole el frasco.

"Tienes que aplicartelo masajeando los moratones durante un rato, y después dejas que la piel lo absorba", le explico.

Extendí la mano con cautela.
-Gracias... en serio... espero que me ayude a recuperarme...

Había sido una tarde agradable. Era extraño pensar que hoy, ni mañana, ni pasado, mi señor iba a estar encima mía. Eso me arrancó una sonrisa de lo más profundo de mi alma.

-Hewina, me voy ya. Gracias de nuevo. Chao Hoju.

*Se va*

Silvanus decidió irse, y Tristán lo siguió.

"Adiós.", le dije sonriente. Y cuando se fue suspiré.

"Pobre... espero que se anime", pensé, y me quedé allí mientras terminaba el te y le daba vueltas a la cabeza. Cuando lo terminé cogí a Hoju y me fui de allí.


*se va*

Llegamos al comedor y nos sentamos en una mesa. Yo me descolgé de un salto y em senté a su lado.

El chico del servicio se acercó y nos preguntó que queríamos.

-Yo... yo... ¿tienen pasteles de fresa y nata?

El chico asintió y a mi se me iluminaron los ojos.

-¿Me puede traer unos cuantos? Gracias. Tu que quieres, Heyl?

Llegamos al comedor y silvanus baja de mi espalda al fin. Nos setamos y pide algo de dulce. Humm... Bueno.

- Eso estará bien -. Digo al chico de servicio con una sonrisa amable. Luego miro a Silvanus.

- Eres un goloso. Te vas a llenar de dulces y estallarás porque no te cabrán en ese cuerpecito que tienes -. Bromeo dándole un capirotazo en la frente.

-Jah! ya te gustaba a ti tener este cuerpo serrano... eeee... gordo! ala. Dije riendome. Has visto que cintura, que caderas que culo? Jajaja dije poniéndome de pie. Ni un ápice de grasa, chaval, bien es cierto que llevo dos días con comer casi... y bueno... he perdido un poco de tono muscular pero bueno, por una vez que me empache a pasteles no pasará nada, ¿no? dije riendo.
La verdad es que estaba delgado y parecía no crecer... era una faena... pero bueno: a Aren le gustaba y era suficiente.


En ese momento aparece el chico con una bandeja llena de dulces pasteles de dulce nata con dulces fresas... casi me pongo a rodar por el suelo del gustazo, y comencé a deborarlos con ansias, mientras me manchaba todos los morros de nata.

-¿Guierejs?- dije ofreciéndole uno. ¿Que demonuojs? TOMA! dije metiéndole uno en la boca. ESTAN GUIQUÍSIMOS dije casi babándome...Hacia tantos años que no los comía...

Me acerqué al comedor, estaba hambrienta. De hecho, estaba tan hambrienta que no me importaba que me dieran, lo único que quería era sentarme en una mesa,q ue me dieran algo y reponer energías.

Con el ceño fruncido observé que todas las mesas estaban ocupadas.- Tsk... esto me pasa por venir a estas horas...- Pensé al tiempo que me di la vuelta para salir, pero entonces mi estómago sonó, rogándole que le diera algo de comer. Me toqué la barriga y con un suspiro empecé a caminar por si había suerte y encontraba una mesa libre.

*Se queda buscando mesas*

Silvanus empieza a lucir tipín mientras me río pero cuando llegan los pasteles se lanza como una bestia hambrienta.

- Bueno ya prov- ¡UGH!- Antes de dejarme acabar me encasqueta un pastel en la boca. Que bruto es. Agarro el pastel algo desecho con la mano y trato de limpiarme un poco la boca -. ¡No seas así de guarro, hombre! -Reprocho. Pero luego le paso los dedos llenos de crema por la cara.

- Ale, toma, embadúrnate más -. Digo riendo. Una aether entra en el comedor como si buscase algo o a alguien. Parece indecisa. No la conozco, no sabía que había más aether en Brontë. Sonrío.