Sala de entrenamiento

Me dedico a dar saltos de buen calibre contra las paredes y usarlas de apoyo de una a otra como si quisiera subir un par de pisos. En el momento en que la inercia no me llega doy un salto hacia atrás o hacia otro lado para tener una buena caida que generalmente me deja casi aplanado contra el suelo para amortiguar bien mis articulaciones.

En cuanto escucho una voz dejo de saltar contra las paredes y me quedo quieto ladeando la cabeza para ver de qué se trata. Al parecer es la niña piscis y ahora me ve con muy malos ojos. Miro a mi alrededor.

—Esto es una sala de entrenamiento —Digo haciendo chocar el aire contra la tela, girándome hacia ella del todo y volviendo a fijarle la vista. —¿Eras tú quien entrenaba dentro del nairea? —Pregunto, pues es lo que me interesa.

Me contuve para no replicar alguna inconveniencia, y esperé quieta a que hablara.

- Sí, era yo -contesté, con cierta rudeza-. Quiero aprender a defenderme sin depender de mis ojos. Nairea es lo más parecido a una ceguera temporal que se me ha ocurrido, y además aprendo a usarlo.

Me relajé un poco, pero no bajé la guardia. Follow había demostrado que, pese a su aura misteriosa y atrayente, podía ser una persona de lo más desagradable. Y no iba a dejar que volviera a tratarme como una tonta. Estiré los dedos, notando la humedad que el Nairea había dejado en el aire. Siempre podía utilizar al chico como saco de golpes, si se ponía impertinente.

FdR.: Nunca hieras el orgullo de una dama. Hard Massen is hard.

Escucho con atención y gesto neutral pero, debido a la humedad, antes de que termine de hablar se me saltan las membranas de las manos y las orejas sin poder ni querer hacer esfuerzo para evitarlo. No obstante su entrenamiento era útil y estaba bien que aprovechase su tiempo.

—Es una buena práctica. Está bien que empieces pronto con eso —Comento sin variar demasiado el tono. Luego me fijo en que su actitud es bastante ofensiva y, aunque había pensado en que podía haber venido dada por su reciente práctica, puede que al final se trata de que quiere estar a solas en la sala.

—Veo que tienes una actitud hostil así que iré a concentrarme a otro lugar —Y echo a caminar hacia la puerta de la sala de entrenamiento sin mayores explicaciones. Creo que entrenar en las mazmorras será bastante útil.


FdR: LOL lo siento, pero hoy quiero acostarme más o menos pronto XDD Massen le va a coger odio profundo LOL

Ante su aprobación me relajé un poco más, pero no duró mucho. Al poco, volvió a dar muestras de su terrible educación. Y lo peor era la naturalidad con que lo hacía. Me quedé mirando cómo se marchaba, estupefacta, y a continuación conjuré un fuerte aquaerum que estampé con un grito de rabia contra la pared.

¡Maldito necio! ¿Pero quién se creía que era? Con el mal humor que me había creado, no me apetecía seguir entrenando. Recogí mis cosas con mal genio y me fui de allí.

*Se marcha*

FdR.: Del amor al odio no hay más que un paso u.u Tranquilo, descansa xDDD

Estoy decidida. Ese hombre será mío y yo de él y todo será absolutamente maravilloso. ¿Por qué? Porque Nagore Brumm es la parvus más guapa del mundo.

Hoy me he acicalado en extremo, me he puesto purpurina en las pestañas y me he vestido bastante provocativa, con la camisa abierta, dejando ver mi sostén, mientras que con los puños cerrados y el ceño fruncido lo busco.

Llevo toda la tarde haciéndolo y solo me queda un sitio en el que buscar que, sabiendo como es, es por el que debí haber empezado.
Abro de par en par las puertas de la sala de entrenamiento y allí está.

Trago saliva... Qué guapo es...
Me acerco decidida y corro hasta donde está él para que no huya. -¡¡FOLLOW!! -digo corriendo como una auténtica deportista.

Estoy entrenando contra uno de los troncos que hay en la sala de entrenamiento para practicar golpes en distintas zonas del cuerpo cuando escucho un portazo y doy un brinco hacia atrás poniéndome inmediatamente en guardia. Abro bastante los ojos debido a la sorpresa al ver de quién se trata y doy un salto hacia atrás para quedarme encuclillado sobre el tronco de entrenamiento, situándome en una
una zona lejos del terreno hostil de aquella niña.

—¿Qué quieres o buscas? —Pregunto con el ceño fruncido. Ha interrumpido mi entrenamiento y ahora se dedica a dar gritos y montar escándalo. Es demasiado ruidosa.

Sin ningún tapujo, demora o vergüenza, se lo escupo. -Que seas mi novio -digo apretando los labios-, pero justo antes de que abras esa bocaza que tienes -continúo- escucha mi oferta.

Doy un paso hacia delante y me pongo de medio lado, extendiendo mi brazo derecho hacia el centro de su frente, que queda señalada por mi índice. -Una cita conmigo -digo lo más segura posible-. Una cita conmigo, si yo gano- digo justo antes de lanzar mi primer hechizo- ¡Terra Der!

FDR:

Fuerza/Magia de ATACANTE x Arma/conjuro - Resitencia de DEFENSOR = Daño causado
5 x 0'25 - 3 = -1,75 x 6= -10,5 --> 10,5

(Velocidad ATACANTE +Técnica/Puntería ATACANTE) x Arma/hechizo x NºDado = Precisión de golpe enviado
(5 + 2) x 0'75 x 5 = 26,25

PV: 16

El miembro 'Nagore' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Ataque' : 6

--------------------------------

#2 'Defensa' : 5

Sus palabras me sorprenden. Ninguna mujer o niña me había elegido nunca como macho para sus crías, sin embargo yo no veo a esta parvus preparada para dar a luz a guerreros que engañarán a la muerte.

Me señala con dedo acusador y reclama que le ofrezca algo cuando ha robado mi calma y tiempo. Nada equitativo encuentro en cada individuo que hay en este palacio. Todos se apropian de lo que te pertenece y luego siguen pidiendo más y más. La siguiente petición no fue más corriente. Supongo que con cita se refiere a indagarnos más íntimamente para ver si nuestra estirpe dará lugar a grandes guerreros. La verdad no me hace falta inspeccionar mucho.

Pero el momento cumbre es cuando lanza su conjuro y me veo en la obligación de salta para esquivarlo.

Citación :

PV: 16

Precisión de golpe enviado: 26,25

(agilidad DEFENSOR + técnica) x (kunai) x (tirada de dado) = Precisión del golpe recibido
(4 + 5) x 0'75 x 4 = 27

Precisión final: 26'25 - 27 = -0'75; como el resultado es negativo el golpe falla

PV: 16

En cuanto consigo esquivar el ataque mi contraataque es rápido y, desde mi nueva posición en el suelo, conjuro:

—Nairea —La niebla comienza a espesarse en el lugar y yo aprovecho para salir de la vista de la parvus y colocarme a su espalda.

Citación :

Afectación de la precisión de Nagore:
Magia x conjuro = Bajada de precisión; 1 x 0'25 = 0'25

El miembro 'Follow' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Defensa' : 4

Entorno los ojos molesta, no por haber fallado, sino porque me impresiona su facilidad para haber esquivado un golpe directo.
Veo... Más bien siento cómo convoca uno de sus hechizos, pues un cierto frío húmedo me rodea, lo que me pone ciertamente nerviosa, pues mi capacidad para localizarlo disminuye, lo que me hace retroceder un par de pasos, dudosa.

Veo como desaparece entre la niebla, y lo busco rápido con la vista, por todos lados, girando sobre mi misma y logro distinguir una silueta que llega por mi espalda.

-¡Pervatia!- chillo con las manos extendidas hacia el suelo, con el fin de levantar un muro de piedra bajo sus pies que lo lance por los aires.
Si lo logro, lanzaré un hechizo Terra Der cuando esté en el aire e intentaré no fallar esta vez.

FdR: E_EU dios mío, que dificil es esto xDDDDD


Fuerza/Magia de ATACANTE x Arma/conjuro - Resitencia de DEFENSOR = Daño causado
5 x 0,25 - 3 = -1,75
(Velocidad ATACANTE +Técnica/Puntería ATACANTE) x Arma/hechizo x NºDado = Precisión de golpe enviado
(5 + 2) x 0,75 x 7= 36,75 - 0,25 nairea (e.e que me parece muy poco)= 36,5

El hechizo a continuación formulado sólo se tendrá en cuenta si el anterior acierta.

Fuerza/Magia de ATACANTE x Arma/conjuro - Resitencia de DEFENSOR = Daño causado
5 x 0,25 - 3 = -1,75
(Velocidad ATACANTE +Técnica/Puntería ATACANTE) x Arma/hechizo x NºDado = Precisión de golpe enviado
(5 + 2) x 0,75 x 3= 15,75 - 0,25 = 15,5

El miembro 'Nagore' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Ataque' : 7

--------------------------------

#2 'Ataque' : 3

A pesar de mi nueva posición la parvus me localiza y lanza un nuevo conjuro que hace que la tierra empiece a temblar bajo mis pies. Doy otro salto para huír de ese nuevo ataque.

Citación :

PV: 16

Precisión Nagore: 36'5

(Agilidad Follow + Tecnica Follow) x Arma x NºDado = Precisión de golpe recibido

(4 + 5) x 0'75 x dado= 6'75 x 4 = 27

36'5 - 27 = 9'5; el gope acierta

PV: 16 - 1'75= 14'25

2º Hechizo de Nagore:

Precisión: 15'5

15'5 - 27= -11'5; no acierta el golpe

A pesar de que el golpe del primer conjuro me hace caer, ruedo para esquivar el segundo y lanzo mi kunai para clavárselo.

Citación :

Fuerza de Follow x Arma - Resitencia de Nagore = Daño causado

2 x 0'25 - 1 = 0'5

(Velocidad de Follow + Puntería de Follow) x Arma x NºDado = Precisión de golpe enviado

2 + 3 x 0'75 x 4 = 15

El miembro 'Follow' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Defensa' : 4

--------------------------------

#2 'Ataque' : 4

Me muerdo el labio inferior con ansias y orgullo al verlo rodar. Pero mi segundo hechizo falla... Es como una maldita serpiente mojada. ¿Será posible?

Entonces, veo como su arma viene volando hacia mí.
Se me dilatan las pupilas y noto una descarga de adrenalina y como mi corazón late. Intento levantar un Pervatia lo más rápido posible.

Citación :

Fuerza de Follow x Kunai - Resitencia de Nagore =

2 x 0'75 - 1 = 0 --> el daño mínimo siempre es 1.

(Agilidad Nagore + Tecnica Follow) x Kunai x NºDado = Precisión de golpe recibido
(4 + 5) x 0'75 x 7 = 47,25

Esto se pone serio, por lo que lanzo otro Terra Der directo a el.

Citación :

Magia de Nagore x Terra Der - Resitencia de Follow = Daño causado
5 x 0'25 - 3= 1'75

(Velocidad Nagore + Puntería nagore) x Terra Derx NºDado = Precisión de golpe enviado
5 + 2) x 0,75 x 1= 5,25

El miembro 'Nagore' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Defensa' : 7

--------------------------------

#2 'Ataque' : 1

No estoy lo suficientemente centrado para este combate y el hecho de que mi enemigo sea una niña caprichosa y no una bestia o un villano no ayuda a que me lo tome en serio. Suspiro.

En cuanto lanza su cojuro ruedo para evitarlo de nuevo y me pongo en pie sin hacer nada más.

—Has venido a interrumpirme, me has prohibido darte mi opinión y me has atacado sin preguntar. No eres una bestia del bosque. Si quieres un compañero de entrenamiento, debes tener respeto —Dicho esto me retiro de la sala con paso calmo, pero alerta por si la parvus se descontrola y trata de volver a atacarme.

*se va*

Veo con expectación que se levanta y me habla, a lo que yo pestañeo un par de veces. NO HAY QUIEN LO ENTIENDA: si le hablas como una persona huye, si luchas, huye. ¡POR MITHOS!
Veo como se excusa y se va. -¡OYE TÚ! VUELVE AQUÍ AHORA MISMO! FOLLOW! ¡FOLLOW EL NINJA! -digo saliendo detrás de él para alcanzarle corriendo. -¡TE HAS RETIRADO! HE GANADO, ME DEBES UNA CITA... ¡FOLLOW!- digo gritando como una histérica. -¿RESPETO? ¡TEN EL RESPETO QUE DEBE TENER UN HOMBRE DE NO DEJAR A UNA MUJER ASÍ!
-¡¡COBARDEEEEEE!!



*se pierde detrás de él por los pasillos y la noche*
FdR: feeling like McGonagall luchando contra Snape

Cualquier resto de buen humor que pudiera haberme quedado del día anterior se había disipado aquella mañana, en mi encuentro con Nagore. Me sentía abrumada por los acontecimientos. Habían pasado demasiadas cosas en demasiado poco tiempo. Apenas hacía un par de días, Nagore se sentaba junto a mí en la biblioteca, repitiéndome una y otra vez cada lección. Aquella mañana se había declarado ajena a mí, se había despedido. Poco le había faltado para tirarme una enciclopedia a la cabeza, como mi abuelo. Estaba claro que estaba destinada a acabar en malos tratos con mis profesores.

Necesitaba urgentemente desahogarme, gastar energía y centrarme en algo totalmente ajeno a lo que había pasado. Resuelta, entré en la sala de entrenamiento. Unos cuantos golpes me ayudarían a deshacerme de toda aquella tensión. Dispuse la sala a mi gusto, extendí un Nairea a mi alrededor, que iría renovando a lo largo de mi entrenamiento, y me centré en Loksass. Hacía mucho tiempo que no practicaba con la cerbatana, y me estaba oxidando.

*Se queda entrenando*

Me sequé el sudor de la frente con una mano ensangrentada. Lo que había empezado como un entrenamiento con cerbatana, se había convertido en un entrenamiento de hechizos, que a su vez había derivado en un enfrentamiento a puño limpio contra los troncos de madera.

Cansada, sudorosa y con los puños llenos de astillas, decidí que aquello era más que suficiente. Recogí mis cosas, puse algo de orden en la sala y salí al pasillo, camino de los baños.

*Se va*

Pese a que mi idea inicial es entrenar fuera, escucho al pasar junto a la sala de entrenamiento sonidos propios de ello (un entrenamiento), por lo que entreabro la puerta y me asomo. Una desconocida entrena hábilmente con un muñeco de madera. No la he visto antes, nunca, y no necesito hacer memoria para darme cuenta.

La observo con la cabeza erguida, pasando por completo mi cuerpo al otro lado de la puerta, aguardando a que se dé, o no, cuenta de mi presencia.

No digo nada. Me gusta observar. Es la mejor forma de conseguir información.

Tras unos instantes, percibo que ella me mira. No quiero estorbar, por lo que hago un gesto de disculpa con la cabeza, sin dejar de mirarla intensamente, y me retiro.

*se va*

Abrí la puerta de golpe y entré en la habitación entre risas. Solté a Amatista y correteé un poco por aquí y por allá, cuidando de que todo estuviera a mi gusto. Ya dispuesta, estaba a punto de invocar la primera piedra cuando mi arma me llamó la atención, brillante en el suelo. Compuse una sonrisa algo macabra y, con aire orgulloso, me acerqué a ella y la enarbolé, dirigiéndome contra mis "enemigos". Hacía mucho que no jugaba con ella, y si la dejaba tan sola, Amatista se enfadaría.

Inspiré aire antes de soltar el primer golpe, y luego ya no me detuve.

*Se queda entrenando*

Me detuve, jadeando, y me limpié el sudor de la frente. No pude evitar reír al mirar a mi alrededor, sorprendida al intentar hacer inventario de los destrozos. Acaricié a Amatista y di un beso a la piedra que le ponía nombre. Se había portado muy bien.

Con tanta energía como cuando había entrado, salí de la estancia, a toda velocidad.

*Se va*