Jardines (1) [completo]

Cada vez me gustaba más esa mujer. Seguí comiendo, pero, pese a sus palabras, intenté hacerlo de forma más comedida. Al fin y al cabo, no tenía que parecer un asqueroso cerdo. Tras un buen rato me sentí saciado y solté tal suspiro que casi vi ondear las hojas de los árboles cercanos.

Ruborizado, miré a la señorita.

-Le debo mi vida... -. Sonreí-. Muchas gracias. Estaré en deuda con usted hasta que su belleza desaparezca, lo cual no creo que haya de suceder nunca...

Me sentía lleno de felicidad, aunque realmente estaba lleno de carne. Desde el día que Inger y yo nos habíamos despedido no me había sentido tan cómodo. Pero no por ello debía olvidar mi posición.

Llego a los jardines y alzo la vista, con los ojos iluminados, para plantar cara al imponente palacio. Siento una punzada de simpatía. La verdad es que he echado algo de menos este sitio, y no me lo esperaba.

Hace ya tiempo que me fui, pues contraje una enfermedad grave y, aprovechando mi vuelta con Jager a mi ciudad natal estuve con mi familia y arreglé algunos asuntos que tenía pendientes desde hace tiempo.

Inspiro y miro a mi alrededor. Hace fresco, pero la capa me escuda del viento, así que decido remolonear un poco antes de entrar.

*da una vuelta*

FdR- Vuestra chrysos borde favorita ha vuelto

Al fin ya recuperado de mis lesiones por haberme pasado día sí y día también entrenando, pude estirar las piernas y decidir dar un paseo por los jardines del palacio... Era de noche y parecía más bonito que de costumbre, imagino que con el tiempo que me pasé en cama, había olvidado lo bonito que era todo aquello. Mientras caminaba, vi un rostro femenino que me resultaba familiar, decidí acercarme un poco más como quien no quiere la cosa para definir ese rostro.

Pero no todo fue tan bonito, mientras me acercaba tropecé con un pedrusco del suelo, por suerte no llegué a caer pero hice ese amago estúpido que hacen todas las personas cuando tropiezan con algo y acto seguido seguí avanzando como si no hubiese pasado nada, pero seguramente aquel rostro femenino se había dado cuenta de mi torpeza...

Aun así me armé de valor y le dije:

-¿Hola? Levantando la mano ligeramente por que no estaba seguro de si la conocía o no.

Enarco una ceja al ver el torpe movimiento de una sombra que se acercaba. Al dirigir mis ojos iluminados hacia el chico, puedo comprobar que no es el flamma desagradable, Rick, sino el irónicamente llamado "Runek" (el parecido de los nombres me irrita un poco). Hace mucho que no veo a nadie, pero hace más que no lo veo a él, por lo que decido que un poco de simpatía no me vendrá mal para variar.

-Runek -digo a modo de saludo-. Hola. Hace mucho que no te veía.

No es extraño, realmente, pienso, pues llevo mucho tiempo fuera, pero quizás él no se percate de este detalle y parezca que, simplemente, no hemos coincidido. Cuanto menos llame la atención mi regreso, mejor.

Sin previo aviso aquella sombra que ya se había convertido en una mujer de voluminosos pechos, me saludó como si me conociese, me llamó por mi nombre... A pesar de que por desgracia habia pasado tanto tiempo que yo no recordaba bien el suyo.

-Ah... ¡Hola cuanto tiempo! -respondí con cierto tono de inseguridad mientras me rascaba la cabeza y sonreí levemente intentando recordar su nombre... Pero por más que lo intentaba no podía recordarlo.

Bajé la mirada hacia el suelo, con cierto tono de timidez (aun que parecía que miraba sus pechos.) Pero no me percaté de ello, solo estaba pensando en como se llamaba...

Levanté la mirada y decidí aventurarme a averiguar su nombre.

-Estoo... ¿Eras Igner? Jeje... ¿No? -le dije no muy convencido porque estaba seguro de que me estaba equivocando.

El chico parece no recordarme muy bien. Supongo que no es sorprendente, ya que siempre fue bastante despistado. Noto, además, que mira hacia abajo (a mis pechos, supongo). En una ocasión normal me enfadaría o me daría igual, pero hoy, como acabo de llegar y estoy de buen humor, me apetece avergonzar un poco al chico que robó mi sostén sin saberlo.

-¿Encuentras algo interesante ahí? -inquiero con seguridad-. Y te confundes de nombre. Te daré otra oortunidad.

FdR- Tiene ganas de vacilarlo, sí XD

-¿Eh? Estaba tan ensimismado en intentar recordar su nombre que no me di ni cuenta de que parecía que le miraba a los pechos...

Rápidamente al darme cuenta alcé la vista y me puse tenso como un palo.

¿Qué? ¿Eh? No... yo no te estaba... yo no... Miré como quien no quiere la cosa de reojo una milésima de segundo a sus pechos, esperaba que no se hubiese dado cuenta.

Y de repente, empezó a surgir en mi cabeza el nombre de aquella chica ¿Como podría haberlo olvidado? Unas así, no se olvidan fácilmente...

-¡Ah! Ya me acuerdo eras Rick... no espera... ¡Alehyss! ¡La chica de los pechos grandes! Jaja.. sonreí levemente como un idiota y añadí: -Que tonto soy, Rick es un chico... creo.. Había sufrido tantas lesiones en la cabeza por mis entrenamientos que me costaba pensar con claridad... Aún me estaba recuperando y eso me hizo replantearme que para otra vez no debía entrenar tan en serio o acabaría por lesionarme de verdad.

No puedo evitar esbozar una sonrisa, aunque me planteo indignarme en vez de sonreír.

-¿Son mis tetas lo que te hace acordarte de mi nombre? -inquiero altanera-. Bueno, es una forma de recordar nombres, pero no la más recomendable para tratar con mujeres.

Por suerte hoy estoy de buen humor. Descargar tensión siempre viene bien. Aún así, que me compare con Rick Dehnel hace que me entren escalofríos.

-Deberías cuidar más esa memoria.

Lo miro de reojo. No me apetece preguntar, pero está socialmente bien visto y finalmente lo hago.

-¿Cómo has estado?

Noté que mi comentario le molestó un pelín por las cosas que le dije e intenté arreglarlo de la manera más eficaz posible.

-Eh... ¡No! ¿Pero qué dices? No son tus tetas... Son... tus... esto... curvas, sí, eso. Vale, lo sé, no lo había arreglado en absoluto, pero no se me ocurrió otra cosa, mi cabeza hoy no iba a pensar con claridad.

También me preguntó qué tal todo, que cómo estaba... supongo que para cortar la conversación anterior que se tornaba incómoda... ¿Qué le podía decir? ¿Que estuve tirado un mes en la cama muerto de asco por no poder mover el cuerpo? ¿Qué clase de hombre es ese que acaba hecho trizas con un simple entrenamiento'? No podía contarle la verdad, así que me inventé algo, algo bastante rebuscado.

-Estuve... entrenando duramente hasta que un día me enfrenté a un par de bandidos, que habían secuestrado a unas bellas damas y tuve que ir detrás de ellos hasta su guarida secreta, pero me secuestraron y me encerraron durante semanas allí, hasta que logré escapar con una pequeña piedra y salvar a las damas en apuros... Me iba por las ramas; seguramente no me creía una pizca de lo que estaba diciendo, la verdad es que se me daba muy mal mentir.

Me hace cierta gracia su torpeza, incluso llego a sentir cierta arrogancia y superioridad. Me recuerda un poco a Rick, pero al menos no es un descerebrado agresivo.

No creo una sola de sus palabras. Podrían ser ciertas, pero no por cómo las cuenta. Sin embargo, él no tiene que saber que no lo creo, así que decido darle un poco de coba para ver qué más dice. No hago daño a nadie y ambos hablamos un rato.

-¿Y las salvaste a las dos? Debieron de recompensarte gratamente... -insinué, enarcando ambas cejas, dando a entender lo que él prefiriese.

¿Qué demonios estaba insinuando con eso? Que yo y esas damas inventadas... ¡Oh, por dios..! No pude evitar ponerme rojo como un tomate a pesar de que eran inventadas... ¿Por qué me preguntaba eso? ¿Quería ella tema conmigo o me estaba vacilando? ¿A qué venía esa pregunta y por qué levantó las cejas? Las preguntas nublaban mi mente.

-Ah... Intentaba hablar pero no articulaba ninguna palabra.

-No me recompensaron de esa forma que piensas... ¿Por qué lo preguntas?.. Acaso tú... No, nada... Respondí y acto seguido giré mi cabeza hacia un lado rápidamente dejándome los pelos delante de la cara. No quería que viese mi cara sonrojada, en ese momento lo único que podía hacer era pensar en cosas indecentes...

Sus pechos me desconcentraban y no podia evitar mirarlos por el rabillo del ojo.

Niego lentamente. Vacilarlo es sumamente divertido.

-No, por nada... Creí que un hombre tan atractivo como tú no rechazaría la oportunidad de rescatar a dos damas en apuros para acabar en su lecho. Quizás tú no eres de esos que solo piensan en obscenidades.

Tengo suerte de saber guardar bien la compostura, pues de lo contrario ya empezaría a asomar más que una sonrisa a mis labios. Aquel chico no me cae mal, pero su inocencia me hace sentirme como si fuese mi deber gastarle una pequeña broma.

FdR- XD

Estaba claro, esta quería tema, la forma en la que me hablaba, las cosas que me decía... ¿Atractivo, yo? ... ¿Le parecía atractivo?

-¿Eh? ... Pues no, nunca rechazaría una oferta así... Pero... ¿Debo contarte esto? Remoloneé un poco, haciéndole ver que me daba un poco de vergüenza contárselo, pero haciéndole a la vez creer que sí que era verdad.

Al final decidí tragarme un poco mi timidez y añadí:

-Tienes razón, no soy un chico que piensa todo el día obscenidades. Además... una chica tan atractiva como tú, tal vez sentiría celos de este tipo de cosas... ¡Jojojo! Puse mis manos en la cintura y reí con un tono bastante falsillo.

Mi mentira había llegado demasiado lejos, supongo que al final cuando me cansase le acabaría contando toda la verdad, esta chica empezaba a caerme bien y no quería cagarla, es más, con todo el tiempo que llevaba en el palacio, probablemente Alehyss era la que más conocía.

Enarco ambas cejas con fingida sorpresa. ¿Celos yo? Yo jamás siento celos. De hecho, las escasas veces en mi vida que los he sentido han sido por razones meditadas, por lo que las palabras de Runek llegan a herir mi orgullo, si bien no lo muestro.

-No te preocupes -le digo con sorna-. Prometo no ponerme celosa. Puedes acostarte con cuantas damas quieras... O puedas.

Ensancho mi arrogante sonrisa, pero pronto me doy cuenta de que quizás esté siendo desagradable y relajo un poco el gesto.

-No te lo tomes a mal -murmuro, excusándome.

Su sonrisa me provocó cierta duda, a lo mejor no quería tema conmigo, me estaba equivocando. Alehyss no era mala chica y me gustaría que supiese cómo soy en realidad, por esa razón no tardé en decirle lo que realmente pensaba.

-La verdad es que... nunca he tenido mucha suerte con las chicas y si lo hago, me gustaría que fuese con la mujer a la que amo... y no voy a ser menos hombre por no haber decidido aun con quién acostarme ¿No crees? Afirmé con un tono sereno pero convencido.

-Así que... creo que no debería importar con quién me acueste siempre y cuando esa persona quiera, no soy quién para forzar a nadie... Y lo de las damas pues me lo inventé, siento haberte mentido, aunque he notado cierto tono picaresco en ti... ¿Tú te has acostado con algún hombre? Pregunté rápidamente para quitarle importancia a mi mentira y levanté las cejas como lo había hecho ella la anterior vez mientras la miraba fijamente.

Me entraba curiosidad por saber lo que me respondería, aunque no sé por qué... Pero aún si me había tragado mi timidez me sentía bastante excitado... ¿Serían sus pechos? ¿Sus curvas? No sé, soy un hombre, puede ser cualquier tipo de cosa.

Tras mi comentario, Runek se sincera conmigo. Al parecer es virgen. No sé cuantos años tiene ni con cuantas mujeres se ha cruzado en su vida, pero no es un chico feo. Supongo que a cada uno las cosas le llegan cuando cuadra.

- Claro que no -le digo, y esta vez no hay burla en mis palabras-. Tienes derecho a hacer lo que quieras con tu cuerpo.

Cuando pregunta por mí, no puedo evitar sorprenderme. Creí obvio que la respuesta era sí, pero de todas formas le respondo.

- Digamos que algún amigo he tenido -murmuro.

Tampoco es que me apetezca contarle mi vida. Especialmente porque lo que intento es que, precisamente, se sepa lo menos posible.

Lo miro.

- Supongo que encontrarás a alguna chica que te guste -recito con poca convicción. Es eso lo que se suele decir, aunque seguramente sea verdad. Al final todos suelen encontrar a alguien.

A juzgar por sus palabras pude deducir que no era virgen y que ya habia tenido a alguien... Imagino que ahora ya no lo tiene, pero la verdad es que eso ahora mismo no era de mi incumbencia y tampoco quise preguntar algo que pudiese incomodarla.

Me puse a andar alrededor de ella pero sin dar una vuelta completa con las manos en los bolsillos de mi chaqueta, mirándola siempre por el rabillo del ojo, al rato desvié la mirada y observé el paisaje.

*Suspira* -Sí... Supongo que algún día encontraré a esa chica especial. Respondí con un tono desanimado.

Tenia curiosidad por saber que opinaba ella de mí, así que sin más miramientos le pregunté:

-¿Tu te fijarías en un chico como yo? No se cómo podía sentarle eso, no quería que pensase que le estaba tirando los trastos de manera patética... Solo intentaba satisfacer mi curiosidad de alguna forma.

Aunque al principio me había burlado un poco de él con buen humor por diversión empiezo a sentirme mal. Al parecer he tocado un punto sensible del chico que ahora parece estar entristecido. Yo no soy la persona más simpática del mundo, pero no quiero ser desagradable con él, ya que acabo de llegar y, además, soportó mi broma con entereza, así que no le doy una respuesta borde como podría hacer con otro.

- Bueno... Habría que verlo... -murmuro mirándolo de reojo-. Se dice que nunca se sabe...

Me merezco esto por bocazas. Ahora me siento culpable y siento el deber de consolar y animar al pobre flamma.

- Aunque no creo que una chica como yo te convenga -añado con sinceridad.

Me quedé pensativo mirando hacia el horizonte por las cosas que me había dicho... Si quería estar seguro de una cosa, debería comprobarlo y bueno... No sé si era el momento exacto, pero yo era así de impulsivo y no me lo pensé detenidamente.

-Espero que me perdones, pero no tengo otra manera de comprobarlo... Respondí a todas aquellas palabras.

Saqué las manos de mis bolsillos y agarré a Alehyss con firmeza plantándole un beso en la boca... Después de esto ya no había marcha atrás, pero al menos así comprobaría si ella era la chica especial, o lo que más me temía, que de repente la mano de Alehyss se grabase en mi cara.

Me sorprende que el chico me bese. De todas formas, no lo aparto. Realmente no me representa ningún problema que me bese siempre que con ello no se crea que tiene derecho a poseerme. Un beso es un beso, nada más.

Cuando se separa de mí lo miro con tranquilidad, esperando su veredicto. Al fin y al cabo, él quería comprobar algo.

Alzo la ceja izquierda, interrogante.

-¿Qué tal ha ido el experimento?

Sonrío divertida. Me imagino la cara de Lyam si viese esta escena. Jager se reiría, pero Lyam... Realmente no sé qué cara pondría.

Con los ojos cerrados y haciendo fuerza esperando el bofetón, escuché sus palabras... ¿No me había golpeado?

-Vaya... dije sin saber mucho que decir.

Supongo que el beso no fue demasiado especial... No sé, fue bueno, pero tampoco lo había disfrutado al máximo... ¿Sería culpa de ella que no puso demasiado entusiasmo? ¿O sería mi culpa? En fin, las preguntas rondaban por mi cabeza sin sentido, pero de alguna forma me había dado cuenta de que ella no era mi chica especial. Pero no podía decírselo, tal vez le haría sentir mal.

-Fue... bueno ¿Quieres repetirlo? Añadí sin más.

Le sonrío. Por suerte no se abalanza sobre mí, así que supongo que su prueba no ha tenido éxito. Despierta cierta ternura en mí, lo cual es muy raro.

-Ya te dije que no creí que fuera yo. Pero tranquilo, la encontrarás -le digo, tratando de animarlo-. Yo estoy algo cansada, acabo de regresar de un viaje, así que creo que me voy a ir a dormir.

Sonrío. No miento, es cierto que estoy cansada, pero quizá él se tome a mal mis palabras dado el momento en el que se las digo.

-Si encuentras a esa chica y quieres contármelo, me alegrará saberlo -añado. Ni siquiera sé si es verdad, seguramente me haga gracia, pero no quiero que el chico se desanime.

La verdad es que no es mal tío. Acabará por encontrar a alguien tarde o temprano, y eso es seguro.

-Me ha alegrado mucho verte, Runek -exagero-. Buenas noches.

Esbozo una última sonrisa y me despido con la mano.

Quiero dormir. La verdad es que estoy tan cansada que no sé cómo he aguantado tanto. Quizás mañana busque a Lyam. Si me levanto con fuerzas, sin duda, lo haré.

*se va*

FdR- Buenas noches a todos u.u

Desde luego, no es mi chica especial, con sus últimas palabras me lo había demostrado, pero bueno, quién sabe, si no me había pegado ni se había escapado tal vez le guste... Aunque me daba la ligera impresión de que era una chica fácil... y no creo que mi chica especial fuese una chica fácil...

Le extendí yo la mano también y le dije:

-Un placer Alehyss, si la encuentro te lo haré saber, pero entonces ya no estaré disponible para ti... Jaja... reí levemente algo sonrojado. Acto seguido ella se marchó y yo me fui también.

(Espero no volver a olvidar su nombre...) Pensaba mientras caminaba un poco taciturno en la inmensidad de la noche.

*se va*