Pasillos

Alzó ambas cejas al escuchar la descripción de la chica. Interesante. Sonrió, casi jocoso, y dio un paso adelante. Clavó sus ojos en los de la chica.

- Gracias por la descripción - Ensanchó la sonrisa y se encogió de hombros -. Nunca me han dicho que era "algo escurridizo", pero está bien saberlo, supongo.

Se llevó ambas manos a la nuca y miró a la chica. En cierto modo, el conjuntonde adjetivos que había dado la chica podían aplicarse a ella. O, al menos, desde su punto de vista.

Escuchó el siguiente comentario de la chica con cierta curiosidad y le devolvió la sonrisa.

- Pues sí. Más o menos, opinamos parecido - dijo. Miró a los lados y bajó el tono de voz. Ensanchó la sonrisa -. Y sí (y repito), eres de las pocas personas interesantes con las que me he encontrado.

Se pasó una mano por el pelo y suspiró.

- Aunque, bueno, supongo que ya sabrías que no hay demasiada gente interesante en el Palacio - murmuró, no supo si para él mismo o para ella.

FdR. no te preocupes jajaja

Enarco una ceja al verlo acercarse. No es que me parezca mal, además solo ha sido un paso, por lo que aguardo para comprobar si es lo único que hará.

Ser una de las pocas personas interesantes que se ha encontrado... Me apetece preguntarle por las otras, porque si existen no estoy segura de habérmelas encontrado, pero sería muy extraño que en este contexto preguntase algo así. Lo atribuiría a celos o a entrometimiento, y no me interesan ninguno de los dos perfiles por el momento.

- No he encontrado a demasiada gente interesante. Lo que no sabía -. Sonrío- es que yo formase parte de un club tan elitista. Está bien, supongo, saber que no todos me ven simplemente "taciturna" -comento ligeramente irónica.

Desde mi llegada, procuré no relacionarme demasiado estrechamente con la gente, por lo que mis amistades no son muy profundas. Pero a él no puedo explicarle esto. No puedo decirle, simplemente, que no debo hacer amigos aquí a menos que esté segura de que...

Sonrió.

- Bueno... - Se encogió de hombros - ¿Si no perteneces tú a ese club tan elitista (como tú dices), quién pertenecería? Salvando a los líderes (y, evidentemente, a ti), la gente con la que me he encontrado no parece ni interesante ni demasiado inteligente. Aunque también es cierto que no he tratado con demasiados alumnos y...

No terminó la frase. Frunció ligeramente el ceño. Estaba hablando demasiado. O, al menos, estaba dando su opinión de una forma demasiado abierta. La chica le caía bien, pero eso no implicaba que tuviese que darle su opinión personal acerca de las personas de Palacio. Decidió dejar el tema de los alumnos.

- Y... Bueno, no sé cómo te comportarás con los demás, pero conmigo no pareces demasiado taciturna.

Esbozó una amplia sonrisa y guardó las manos en los bolsillos.

Noto como corta su frase a la mitad y ensancho mi sonrisa. ¿Oculta algo, acaso? Es probable. De hecho, hasta su propio apellido es un secreto. ¿Debo fiarme de alguien que mantiene en secreto su apellido? No sé, y por eso mismo, por no saber si es o no es de fiar, me permito el relajarme a su lado.

Mientras yo no hable de más no importa que sea el mayor de los espías.

- Si me ven taciturna, supongo que es fácil de imaginar.

Me retiro un mechón de pelo de la cara. Ahora que está seco me siento algo más cómoda

- Y... ¿Quieres seguir hablando aquí o...? -. Me detengo a mitad de la frase y me doy cuenta de lo malinterpretable que puede ser-. No insinuaba nada raro, aunque lo pareciera. Creo...

FdR- <.< Qué? Es verdad.

Arqueó una ceja y esbozó una amplia sonrisa jocosa al escuchar el último comentario de la chrysos.

- Podemos ir a dar un paseo si quieres - murmuró, aún con la sonrisa en la cara -. No sé... Tú brillas, yo brillo - Se encogió de hombros - podemos ir a dar una vuelta por fuera... - Frunció ligeramente el ceño -. O podemos ir a algún sitio de por aquí dentro.

Clavó sus ojos en los de la chica y enanchó la sonrisa.

- Como quieras. También puedes huir de mí por otro pasillo y no volver a verme nunca más. Lo dejo a tu elección, Alehyss.

FdR. jajaja te creo jajajajaja

"Tú brillas, yo brillo...". Dejo escapar una risa.

- Con tal argumento no me queda otra que aceptar tu oferta de ir fuera. Además, hay menos gente fuera, y no me gusta que la gente ande revoloteando alrededor de uno mientras habla.

Omito un "o hace lo que sea" porque tampoco quiero dar pie a pensamientos erróneos. No me estoy ofreciendo gratuitamente, ni nada por el estilo. Tampoco por dinero, es decir, o daría la razón a Rick Dehnel en lo que se refiere a mi profesión.

Sonrío jocosa.

- Prefiero no huir porque creo que volveríamos a encontrarnos por mucho que tratase de evitarte. Prefiero irme del Palacio y no volver nunca en cuanto pueda deshacerme de ti, pero por el momento tomar el aire está bien.

Dejó escapar una suave carcajada.

- Es que tengo grandes argumentos para todo, eh - Se encogió de hombros y sonrió -. Bromas aparte, a mí tampoco me gusta que la gente revolotee a tu lado mientras mantienes una conversación - Ensanchó la sonrisa -. Y teniendo en cuenta que ambos pensamos lo mismo, me parece ansiéis que hayamos estado hablando todo este tiempo en los pasillos.

Se rió con suavidad y escuchó el siguiente comentario de la chica. Alzó una ceja, jocoso, y esbozó una sonrisa.

- ¿En serio quieres deshacerte de mí? Vaya por Mithos. Y yo que pensaba que era interesante - Rió. Luego negó -. Es broma, tranquila...

Se llevó ambas manos a la nuca, y frunció el ceño, ligeramente pensativo.

- Podemos ir a los jardines... ¿Te parece? - inquirió.

La chica asintió, por lo que ambos se pusieron en marcha y abandonaron los pasillos.

*se van*

fdr. Si hay algo mal, puedo editarlo ^^U
Poner que no se van o lo que quieras

El líder Darvenwish caminaba malhumorado por los pasillos superiores sin un rumbo demasiado fijo pero decidido a huír de todo elemento viviente antes de que la escasa paciencia que le quedaba decidiese marcharse para dejar paso a la ecatombe.

Cruzando los ventanales que daban a una de las zonas de los jardines le llamó la anteción una resplandor amarillento que surgía en la noche una vez ya apagadas las antorchas. Frenó en seco y se apoyó en la baranda fijándose con el ceño fruncido. ¿Personal del servicio escaqueando sus tareas? Sería lo que le faltase apra colmar el día.

Pero lo que vio lo hizo entornar los ojos. Eran chrysos, por supuesto, pero chrysos a los que tenía fichados. El joven mentiroso sin padre y la escurridiza Lester. Ambos parecían dar un agradable paseo nocturno mientras sonreían alegremente. Patético. Algo que, de alguna forma, le sorprendió en ambos. ¿Qué clase de memeces se contarían? ¿Alguno de los dos dejaría su cinismo? No se imaginaba a ninguno contando batallitas de infancia. "ajajaja jugaba con mi papi en la playa" "jijiji pues yo era una niña muy revoltosa" Por favor... Si hubiese comido algo en todo el día habría vomitado en ese mismo momento.

Se quedó observándolos durante unos minutos. Maldita Lester, debía haber hablado con ella hacía bastante tiempo y ahora la encontraba tonteando con el cabezacesped por los jardines. Se preguntó si aquel día por entero no sería un mal sueño o una broma pesada.

Quedó con ambas manos apoyadas sobre la baranda de piedra y respiró hondo, sacando pecho y levantando la cabeza. Aquellos días estaban siendo demasiado desordenados, descontrolados, sin sentido o lógica alguna. El ejército no abanzaba en su formación, la investigación estaba cada vez más ralentizada, las espediciones no podían empezar todavía, parecía que todo hijo de vecino podía colarse en los terrenos de Brontë, los guerreros cada vez eran más desvergonzados...

Tomó aire, no permitiría que se le tomase más el pelo. Miró fijamente a ambos chrysos. Si nunca iba a ser el respetado señor de palacio, entonces sería la bestia.

*Desaparece*

El líder Darvenwish caminaba a solas por los laberínticos pasillos del palacio. Llevaba días dando vueltas a diferentes cuestiones y no quería amargarse repasando aquellas que, por el momento, no tenían respuesta.

Se acercó a uno de los ventanales y se quedó mirando fuera donde el horizonte ya casi se había perdido. Sonrió.

*Se queda*

Caminaba por los pasillos feliz, ya que acababa de cenar un arroz con soja y zanahorias muy rico y ahora estaba de bastante buen humor. El día había estado bien.

Al girar el una esquina vi a Aren haciendo... no. Espera, no estaba haciendo nada, por lo que arquee una ceja extrañado y me dirigí a el. Parecia un poco bobo viendo a ningun sitio.

-¿Estas bien?- pregunté. Había decidido dejar de tratarlo de usted (a no ser que estuviera cabreado) porque consideraba que ya había la confianza suficiente.

El líder Darvenwish ladeó la cabeza para mirar a aquel que llamaba su atención. Dio cuenta de que se trataba del pequeño piscis que tanto lo adoraba y se giró por completo con una sonrisa habitual.

- Desconocía que ahora los líderes debieramos mantener tal grado de colegueo con los guerreros -.Indicó en un ademán de reproche hacia su trato. -Todo perfectamente, pequeño pescadito. ¿Cómo llevas tú tus cosas? -Indicó con un tono divertido sin moverse de su posición.

Parecia que mi tono de segunda persona no le había agradado... jolines! es que me daba rabia tratar de usted a la persona que quiero!
-oh, disculpeme pues, señor-dije un poco rojo- bueno, últimamente me lo he pasado muy bien con Heylel. Somos muy buenos amigos, ¿sabe? y es genial, divertido y muy gracioso cuando se enfada jaja, es que me gusta picarlo porque enseguida se pone a la defensiva y asñi, entre pitos y flautas, nos pasamos el día de coña. Hace unos 3 o 4 dias estuve entrenando con Alexander y mi tecnica de combate ha mejorado bastante desde que llegué. La verdad es que es un buen maestro...

Entonces me acerque un poco a el- ¿puedo apoyarme yo tambien en el alfeizar?

el piscis corrigió rápidamente su trato y el líder lo observó complacido. Entonces le comentó de su gran amistad con el aether sin apellidos y de su mejora en combate gracias a Alexander. Se paró a pensar, por un instante, en lo que le habían informado sobre la instrucción que cada líder debía comenzar llegado un momento en el palacio.

Al terminar el muchacho preguntó si podía acercarse al alféizar y el líder asintió con su sonrisa habitual. En cuanto el chico se acercó le puso una mano en la cabeza y empezó a acariciarle como si se tratasde de una mascota.

- Dime, Silvanus, ¿os lleváis muy bien ese aether y tú? -Preguntó sin mirar al muchacho, con la vista perdida en la oscuridad que, al contrario que el piscis, él sí podía discernir.

Aren accedió a que me apoyase en el alféizar, y entonces apoyo su mano en mi pelo y lo frotó.

Cerré los ojos para disfrutar de ese momento, con la esperanza de que nunca terminase.

-Bueno si. Es mi mejor amigo, desde el principio lo fue y de momento lo sigue siendo. Nos bañamos en las termas, vamos a pescar al lago, contamos batallitas, pero sobre todo nos picamos mucho para luego matarnos a cosquillas por ejemplo o bueno... estos dos ultimos dias como hacía frio y eso... pues dormimos juntos pero no paso nada. dije con una mirada de conocimiento a lo que iba a preguntar o por lo menos pensaría- solo somos amigos y punto... a mi solo me gusta usted y nadie mas, aunque he de reconocer que Heylel es bastante guapo tambien... pero no, no pasó ni va a pasar nada porque el esta casado y yo lo quiero a usted mucho. y supongo que es una tonteria seguir queriendolo, porque dentro de nada estará casado y tendré que olvidarme de usted, Cyanara ya me lo ha advertido en una ocasion...- entonces apreté instintivamente un puño

Callé y me quedé viendo a la oscuridad y me froté un brazo. Hacía frio

El líder caeruleus escuchó al muchacho y tomó cuenta de lo del aether. Miró a Silvanus con curiosidad en el momento que le advirtió que habían dormido juntos y pronto escuchó las palabras del piscis. Lo trajo hacia sí.

- Silvanus, eres un chico muy peculiar. Tienes una capacidad innata para tratar de atraer hacia ti a aquellos que menos podemos acercarnos -.Indicó con tono lacónico. -Aunque supongo que ese tal Heylel puede descansar cuando le apetezca contigo en una de estas frías noches mientras que yo debo regresar a mis aposentos como todos los demás líderes -.Mencionó dando cierto drama al asunto.

Entonces reparó en lo que el piscis afirmó sobre su futura esposa y volvió a pensar en ella con cierta gracia.

-¿Cynara te dijo eso? sí, en parte es muy cierto. Tengo responsabilidades, Silvanus, no puedo dejarme llevar por mis deseos o quereres lejos de mi posición -.Indicó manteniendo el melodrama para que el muchacho recordase que debía estar atado a él. -Pero he asumido que esto es peligroso, Silvanus, y, si ambos lo hacemos bien, podremos seguir viéndonos .-Indicó mirando al muchacho con una ampliación de su sonrisa. Luego le puso un dedo en la nariz. -Repito, siempre que ambos lo hagamos bien... Y si yo no obtengo qué es lo que esconde Alexander entonces no tendré escusas para poder verte de nuevo -.Indicó introduciendo el tema que realmente le interesaba.

Aren me llevó hacia el un poco y dijo una cualidad sobre mi que hizo que arrugase la nariz y sonriese- no puedo evitarlo, señor...

Entonces Aren parecía tener envidia de Heylel porque el aether podía dormir conmigo cuando quisiera y el tenía que volver a sus aposentos de líder. Yo lo miré apenado y no dije nada... ¿que iba a decir? estaba contento por que se notaba que tambien me quería algo, puesto que el echo de que pusiera ese tono de voz denotaba que le gustaria dormir conmigo mas a menudo, pero por otra parte estaba triste, porque era un pobre víctima de la sociedad política que le obligaba a casarse con esa zorra...

-Si, lo dijo... y en dos ocasiones...- musite- esa mujer da miedo cuando te amenaza...- entonces bajé la cabeza y lo escuche.- ya... ya se que tiene responsabilidades... y muchas, pero...- su tono de voz me para. Parece un poco afectado, por lo que no le voy a insistir mas... pobre, debe ser infeliz en su trabajo, quizás debería dejarlo, total tiene que tener dinero para vivir 36 vidas sin trabajar por lo menos.

Entonces dice algo que me impresiona: dice que ha asumido que lo nuestro es peligroso y que por tanto debemos mantenerlo en secreto como dios manda, entonces pone su dedo en mi nariz y yo bizqueo los ojos durante unos segundos, siguiendo el trayecto de estos, para pestañear luego y devolverlos a su estado natural.
-Señor... iba a decirle que lo quería mucho pero entonces soltó la frase lapidaria... esperaba que se hubiese olvidado del tema, pero parecía realmente interesado en el pasado de Alexander.

Lo vi y suspiré, pasandome las manos por la cara sin dejar de verlo.
¿como decirle que a estas alturas no tenia nada? ¿como decirle que mi plan había salido mal? ¿como decir que había utilizado algo suyo y aún por encima robado para mis fines y que no hubiese servido para nada? me estaba metiendo en un berenjenal... un berenjenal del que si no salia pronto haría que perdiese a Aren pronto ya que de esemodo, como bien dijo, no tendría motivos para seguir viéndome...
Joder, tenía que decir algo pero no me salían las palabras, ¿era bueno seguir aunmentando la mentira hasta aquellos extremos? Tenía que hacerlo, tenia que seguir mintiendo hasta que Alexander me dijese algo, pero ya lo había intentado y no soltaba prenda, dice que ya me lo ha dicho una vez y que no es un mico de repetición, y que eran cosas suficientemente importantes como para que las hubiera olvidado... algo había fallado aquella noche (FdR: ò.ó)

Me mordí los nudillos- bueno... está casi a punto es que de verdad, me falta nada para que me lo diga todo, se lo noto, por favor, tenga paciencia y no le defraudaré, sé que ya llevo mucho tiempo haciendole esperar y tambien se lo poco amigo que es de la espera, pero le ruego - dije con ojos ahumados por las lagrimas- que lo tendré muy pronto... asta la fecha señor... no... se olvide de mi...- dije bajando definitivamente la cabeza.- Se que le pido muchas cosas y yo no le doy nada a cambio, pero créame que lo intento de veras conseguir esa maldita información.

Por las reacciones del piscis el líder observó que esa forma de actuar sí surtía efecto con él con lo que esperó a que este le aportase algo de provecho.

Pero la desilusión volvió a su mente ya que Silvanus todavía no había sacado nada de ese caeruleus. Empezaba a molestarle que fuese tan reservado.

El líder suspiró y sacó su mano del muchacho para volver a mirar al frente.

-Bien, supongo que no puedo hacer otra cosa -.Indicó con tono serio sin mirar al muchacho. -Puedes irte, Silvanus. Por hoy ya no podré alargar mi charla -.Añadió esperando que el malestar hiciese al piscis ponerse las pilas en su dichoso trabajo. Que el supiese, no era tan compleo obtener información. Pero claro, una cosa era él cuya capacidad táctica era maravillosa y otra muy distinta aquel crío cabeza de chorlito. Paciencia entonces.

Una presion se apodera de mi pecho como si dos paredes de apretasen contra mi.

Iba a replicar y pedir su perdon, pero seria repetirse, por lo que decidí callar y retroceder unos pasos.

-Hasta mañana... musité casi inaudiblemente- descanse...- entonces me fui lentamente con la cabeza gacha y, al llegar a la vuelta de las esquina, dirigí una ultima mirada al caeruleus, una mirada ansiosa por darle un beso que no se estaba ganando, por lo que decidí irme sin demora a llorar sobre mi almohada.


*se va*

El líder caeruleus miró de reojo al piscis sin que este se percatase y comprobó como su ataque había habierto una productiva brecha en el chico de modo que posiblemente se esmerase más en su trabajo. Sonrió de medio lado.

Esperó en su posición pues, si se había parado en ese lugar no era por mera casualidad. Al rato se acercó una mujer alta con buen tipo y una melena aleonada y parda vestida con el uniforme de servicio y que dedicó al líder una media sonrisa pícara.

-Señor Darvenwish...- Indicó la mujer con cierto desdén mientras se acercaba. El líder le devolvió la media sonrisa.

-Señorita. Juraría que usted y yo nos hemos visto antes -.Jugueteó dejando que la dama se acercase y sin dejar de apoyarse en el alfeizar con una manos.

-Puede que me suene su cara, señor. Creo que en algún momento hemos coincidido -.Indicó siguiendo el juego del hombre mientras se quedaba frente a él, muy cerca, y jugueteaba con el índice en su pecho.

-¿Un cambio de turno fortuíto? -Preguntó con cierta malicia.

-Mi compañera tuvo la amabilidad de cubrirme debido a mis asuntos personales...y a que no le gusta rodar escaleras abajo -Indicó con malicia y una risita la flamante muchacha sin alejarse del hombre. Éste, se rió ligeramente.

-Perfecto -.Indicó con una sonrisa complacida y perversa. Se acercó a la mujer y repasó sus labios con las puntas de la lengua para luego otorgarle un beso apasionado que acabó con la espalda de ella contra la pared. El líder frenó en seco y la miró.

-Movámonos, querida. No querrás que nadie nos incordie -.Indicó separándose un poco de la muchacha y perdiéndose con ella en una de las puertas de los pasillos.

*Se va*

Ese maldito Lyam... ¡¡Me las iba a pagar!! Nadie que pretendiera quebrar de forma tal mi honra podía además pretender salirse con la suya y marcharse de aquella manera. ¡Debí haberlo sujetado por el cuello como a ua mera presa! ¡Vaya si debí!

Atravesaba los pasillos furibundo, deseando encontrarme con algo que golpear.

*se va*

Habladurías por aquí, habladurías por allí... el palacio era un hervidero de opiniones e hipotéticos planes para la futura boda del lider Darvenwish y la lider Ethial que pronto perdería su apellido.

Los chicos se imaginaban como sería pasar una noche con la novia, y se montaban películas sobre todas las cosas que le harían la noche de bodas, diciendo un monton de soeces propias de sus mentes llenas de testosterona y juventud, mientras que las chicas por lo general, hablaban del traje de ella, como sería, que peinado llevaría y cómo una chica tan guapa se podía casar con ese viejo.


Ja.


Yo sabía muy bien porqué se casaba Aren. A su política autoritaria -la cual defiendo y alabo- se le ha quedado pequeña Cáligo y el hombre, como buen gobernante, busca nuevos terrenos a los cuales expandir su ideología.
Podrá engañar a los jóvenes con parafernalias sobre el amor con Cynara, pero a esta vieja no la engaña tan facilmente.

Como siguiera a este ritmo, y si mis estimaciones de vieja no me fallan, Ignis caerá poco a poco en su poder. Aren se caracteriza por su buena labia y su buen hacer como político. Supongo que si no consigue Ignis por las buenas, no se enzarzará en una batalla contra el continente del fuego, pero irá al merme, poco a poco, ganado adeptos para dar el colofón final.
Es más listo que el hambre.

Mientras mis pensamientos se perdían en la politica actual, un par de boros pasaron a mi lado. yo los vi con una sonrisa. Daría lo que fuera por que me hubiesen regalado uno el día de mi boda con él.

Suspiré al acordarme de mi marido ya fallecido. Yo siempre quise tener hijos. El me prometió el día de nuestra boda que tendríamos los que yo quisiera, y que me regalaría un boro en cuanto ganase un poco de dinero.
Él nunca cumplió ninguna de sus dos promesas, pero no se lo reprocharé nunca. El pobre bastante tuvo con su enfermedad y la falta de trabajo como para que yo le echase algo en cara.
Era un hombre maravilloso...

Sonreí al ver a un par de guerreros jóvenes por el palacio. La verdad es que aunque algunos guerreros se hubiesen ido de misión, por lo que escuché en la habitación de las mujeres, el palacio iba cogiendo forma.

Pero ver tanta sangre joven y ardiente, llena de esperanza y ganas de comerse el mundo me hacía entristecer un poco. La verdad es que me apetecía un poco hablar con alguien maduro... si la juventud fuera algo contagioso, yo ya habría muerto hace mucho.

Me apoyé en una ventana y e hice rodar mi rodillo por el algeizar de esta, haciendo que viajase rodando de una mano a otra.

Tenía ganas de que empezase el torneo de Año Nuevo. Por lo menos, me divertiría un poco.



*se queda*

FdR: toda suposición de Adela sobre el futuro de Ignis es parte de su opinión. Cualquier parecido con la realidad, no será mas que una coincidencia, demostrando así, que los viejos son listos... jajajaja



Despues de un rato, decidí irme a cenar


*se va*

Los pasillos del lugar eran extensos, casi laberíticos. Pese a que cualquiera se hubiera agobiado nada más pisarlos, Zacharyas no sintió ninguna clase de desagrado al encontrarse en ellos. No le molestaba estar cansado, ni estar perdido. De alguna forma, eso le provocaba cierto bienestar. Lo único que hubiera cambiado sería la iluminación, muy exagerada para su gusto. Aunque, claro, ¿qué podía esperar de un castillo en el que convivirían tantas razas cegadas durante la noche?

Se quedó vagando un rato más, disfrutando de la soledad y el silencio.

*se queda*

Pasé a los pasillos, para dar de bruces con un jovencito. Frené en seco y lo miré sonriente.

- ¡HOLAAA! -grité, echándome a reir escandalosamente al instante siguiente. Los nervios de haber llegado y el eco del lugar me daban más ganas de reír. Finalmente, agarrándome la barriga, me puse seria, carraspeé y sonreí de nuevo -. Me llamo Stalon. ¿Quién eres tú?

Se volvió lentamente al escuchar una exclamación a su espalda, sin preocuparse demasiado por meterse prisa. Le gustaba tomarse su tiempo si quería, y en ese momento tenía ganas de hacerlo. Nada ni nadie impedirían que llevase a cabo ese hecho.

En cuanto se encontró frente a la joven parvus ruidosa esbozo una sonrisa. La miró de abajo arriba, examinándola y analizando sus rasgos más característicos. Entonces se aproximó a ella, encorvándose más de lo acostumbrado por su estatura, y enarcó mucho las cejas, sin dejar de sonreír, como si se hubiera encontrado con un inofensivo especimen de algo interesante.

- Buenas noches -dijo al final-. Yo soy Zacharyas, pero puedes llamarme como gustes.

Sonreí, llevándome un dedo a los labios y acariciándolos. Finalmente, negué con la cabeza.

- Zacharyas está bien -aseguré, asintiendo enérgicamente con la cabeza -. Y, ¿qué te trae por aquí, Zacharyas?

Eché a andar, esperando que me siguiera. Como no sabía dónde estaba, me limité a caminar mirando a mi alrededor.