Sala común

Sé que oigo algo, de haber llegado un minuto antes habría asumido que estaba entrando alguien y me habría incorporado y adecentado un poco. Desde luego me habría librado del golpe.

-¡¿Pero qu-...?!- Aún adormilado consigo reprimir las maldiciones que me vienen casi por inercia y con el rostro algo retorcido, como si de pronto la luz me quemase, abro un ojo para ver al atacante. Me encuentro cara a cara con una criatura más bien extraña, aun así... -Yo te conozco... -Digo simplemente. Giro la cabeza al volver a oír la voz que no corresponde con lo que cabría esperar. -H-hola, Ben. Bien, gracias por preguntar... -Mis esfuerzos por adoptar un gesto más tranquilo y apropiado no parecen surtir efecto aunque al menos evito bostezar.

Intento al menos incorporarme y sentarme de forma más adecuada, siguiendo la corriente al animal que desde luego está más despierto y activo que yo ahora mismo. Hago amago de jugar con él con una mano y vuelvo la vista hacia Ben.

-Tranquila, no me molesta, siempre que no me salte encima por sorpresa... ¿Te han dejado de niñera? -Pregunto con una sonrisa suave. Me paso una mano por el pelo intentando adecentarme un poco.


FdR: durante un momento se ha parado el tiempo XD ¿hay canguros en Mithos?

Me aliso y coloco la camisa y bajo un pie al suelo, dejando la otra pierna doblada para hacer hueco al animal, con cuidado de no posar la suela sobre el sofá. Aunque no sé ni para qué me molesto... Una vez acomodado, o al menos presentable ya que no era la postura más cómoda, vuelvo a centrarme en Ben.

-Oh... -Pensé un instante. ¿En la enfermería estaba...? -¿Es amiga de Gerald? Tiene que haber sido un duro. -Aunque no tanto como para él, claro. Asentí cuando dijo que Thor no podía o quería o algo. Lo de animales en zonas con enfermos me parecía normal, al menos encontró con quién dejarlo. -Puedo imaginármelo, sí. -Respondí sonriendo.

-¿Qué tal te ha ido a ti? Más allá de cuidar de Thor, claro. -Volví a llevarme una mano al pelo distraído, todo parecía en orden.

-Vaya. -Torcí un poco el gesto. Hacía bastante que no me encontraba con Frikka así que me sentí un poco mal, aunque tampoco hubiese arreglado nada. Yo tampoco sabía qué pensar de Gerald pero Frikka sabría lo que se hacía. Pensé en perder un brazo. Y en perder un ala. Fruncí un poco el ceño, pensativo. -No creo que nadie quiera pasar por algo así o que le resulte fácil. -Los aether tenemos más miembros de los que preocuparnos... Nunca lo había pensado así. De alguna forma me incomodaba.

Dejé escapar el aire a modo de carcajada suave y asentí, mirando al animal disfrutar del trozo de carne.

-Bueno, al menos lo tienes claro, sólo tienes que ir a por ello. Tú lo has dicho, aquí la gente no para, te saldrá algo que hacer, ya verás. -Suspiré. -Yo no sé si tengo fuerzas para más acción en una temporada, pero tampoco puedo quedarme quieto. -Por varios motivos, además. En tre ellos el hecho de que estuviera descuidando tanto los entrenamientos, que no era como que no me hicieran falta.

Sonrío de medio lado, bajando la vista a Thor.

-Habrá que seguir buscando...

Me pasé una mano por la nuca, algo incómodo, aunque con el gesto impasible.

-Unas vacaciones y ya no sería capaz de ponerme a trabajar. Sería relajarme demasiado. A lo mejor a mi también me hace falta revolucionar un par de pueblos. -Sonrío algo nervioso. Ir a casa sería lo peor, no necesitaba reavivar problemas. Aunque no sabía si estaban apagados. O si había. A lo mejor ya no se acordaban de mí. Tampoco sabía si eso era bueno o no...

Cierro los ojos un instante y vuelvo a la conversación.

-Lo que me hace falta es dejar de escaquearme y entrenar. -No sabía si había salido bien del paso, pero el tema vacaciones con la familia... Además, no era del todo escaquearme, era cierto que no podía descuidar mis quehaceres tanto. Estaba aquí de prestado, tenía que tenerlo en mente. Me senté algo más recto, tenso, y agité ligeramente las alas, como para quitarme una mala sensación.

Acompañé su risa con una igual, con un volumen bajo.

-Si alguna vez conozco a alguien que quisiera perder un brazo le preguntaré por qué. -Aunque no sería muy educado entrometerse de esa forma, ¿no? Bueno, lo pensaría cuando llegase el momento.

Incliné la cabeza ligeramente un lado, apartando la vista, pensando.

-Siempre se me ha dado mal lo de trabajar... -Sonreí algo avergonzado. Recordaba perfectamente varias ocasiones en Ventus y varias broncas. -Aunque ahora...Simplemente no estoy en lo que tengo que estar. No es que no me guste, pero necesito una concentración que no soy capaz de conseguir últimamente. -Reí para quitarle peso al asunto. -Aún tengo mucho que aprender si no soy capaz de hacer estas cosas en cualquier situación, ¿no? -Vaya guerrero estaba hecho. O lo que fuera que fuese. Pero cada vez que pensaba en coger la espada o ponerme a lanzar puñales volvía a ponerme tenso y me recordaba a estar en combate. En teoría eso es bueno, era capaz de ponerme en modo combate pero...Era como si por no correr realmente peligro no pudiera moverme y sólo tuviera esos malos recuerdos.

-No se pierde nada por intentarlo.

Sonreí con la mirada centrada en Thor. Tras su pregunta mi sonrisa se volvió una carcajada irónica, pero sin subir mucho el tono, eso sí.

-No exactamente. Pero últimamente parece que si no hay alguien con la sincera intención de matarme no soy capaz de centrarme para entrenar. -Huía tanto de cualquier recuerdo de la misión que si no había una razón de peso para coger un arma no lo veía práctico. Y claro, que hubiese una razón de peso implicaba otro follón como el de Ignis. En ese indecisión me mantenía estas ultimas semanas y el único resumen era que no hacía nada más que vagar por el castillo intentando olvidarme de todo.

Observo a Thor, sigue pareciéndome curioso que cacaree. Cuando se tumba panza arriba no puedo evitar sonreír, una sonrisa tranquila, distinta a las que solía mostrar, casi como si fuera de otra persona. Rasco al animal y durante un instante pierdo la razón del tiempo. En un momento trago saliva y relajo el gesto, volviendo a la sonrisa habitual.

-No, no es eso exactamente. -Ensancho la sonrisa. -Es como si...necesitase que fuera más real que un entrenamiento. -Niego manteniendo la sonrisa. -Volar es como...Es como fumar. Al menos para mí. Te evades de todo. Yo vuelo siempre que puedo pero por eso no lo considero entrenar, es como... respirar. -Supongo que para alguien que no puede volar se ve distinto, a mi también me sorprenden los piscis aguantando tanto la respiración o los caeruleus viendo en la oscuridad. Supongo que volar es un poco más espectacular...

Sonreí tras oír su comentario, siguiendo jugueteando con Thor, y bajé un poco el tono como confidente. -Y no te recomendaría que durmieras volando, he oído de alguno que lo intentó.

Casi le parecía de otra época pensar en esas historias, en esos chismes que se extendían por el pueblo.

Seguí el juego al animalejo encantado, moviendo la mano según cómo él se colocara.
Fruncí el ceño.

-No, la verdad. No soy muy amigo de esas cosas. Aunque...-Igual era eso...Igual tenía que salir de mi..."zona de confort". -Bueno, pero eso es aparte. Nunca rechazo un reto. -Respondí con una sonrisa, permitiéndome un poco de chulería. De haber sabido subir una ceja lo habría hecho en ese momento.

Alcé la vista desde Thor hasta Ben, con el gesto calmado pero una sutil sonrisa intentando asomar.

-Esto es...Es diferente. -Sonreí volviendo un instante al animal. -Creo que es más como nadar. -Fruncí ligeramente el ceño cuando mencionó al piscis. Aún no me había vuelto a encontrar con él.

Me pasé una mano por la cara como si tuviera algo de barba, pensando.

-Visto así... Supongo que podré mantenerme en forma. Pero no es suficiente, ¿verdad? Lo importante es mejorar y pasándome las tardes volando no lo voy a conseguir. -Miré por la ventana. -Y menos con esta lluvia.

Intenté coger a Thor y ponérmelo en el regazo, aunque por su puesto esperé a ver cómo reaccionaba antes.
Asentí con firmeza y media sonrisa. No estaría mal entrenar con alguien, es más difícil escaquearse. Además Ben sería un adversario más cómodo que Alehyss...Aquí habría posibilidades de ganar.

-Seguro que te gustaría volar. -Digo distraído. Aunque siempre lo digo. No me imagino alguien que pueda hacerlo y no le guste.

Escucho a Ben con creciente interés, aunque al principio no me parecía nada nuevo lo cierto es que le da otra perspectiva.

-No me has visto volar si crees que es un simple paseo, me gusta moverme más. Pero eso de esquivar árboles y así...Creo que debería probarlo... -Dejarme caer en picado y esquivar en el aire era una cosa pero ¿con obstáculos? Ya estoy deseando que deje de llover.

Me rindo rápidamente al ver como se retuerce el animal y acabo por limitarme a rascarle la cabeza.
Dejo escapar el aire por la nariz como en una risa.

-Lo es. -Confirmo. Aunque dudo que haya mucho que confirmar.

Al igual que Thor el movimiento de Ben capta mi Atención y asiento con firmeza y una ligera sonrisa cuando anuncia que se marcha. Le doy un par de palmadas a Thor y me despido de ella.

-Descuida, lo apuntaré si hace falta. -De nuevo media sonrisa. De alguna forma esas cosas me relajaban aun estando relacionadas de alguna forma con el problema. "Cuida tu espalda y la de tus compañeros". ¿Sería eso a lo que se refería? ¿Limitarse sólo a las personas y dejar pasar los problemas? ¿Y si el problema son las personas?
Parecía que cada vez que aclaraba algo aparecía otra duda. Suspiré y miré por la ventana antes de dejarme caer hacia atrás. Con una queja ahogada y una mueca me incorporé un poco y coloqué las alas en mejor posición antes de volver a tumbarme, con las manos a modo de almohada. Alguna pega tenían que tener estas cosas...

Con el silencio volvieron los pensamientos, así que me limité a cerrar los ojos. A lo mejor me volvía a quedar dormido.



*fin de escena*

Las agujas bailan en mis manos sin dificultad, como si dicho baile estuviese ensayado, dando forma a la lana poco a poco. Tardo en hacer cada punto lo mismo que en el anterior, prácticamente, avanzando a buen ritmo, pero dando a la vez la sensación de que no lo hago, debido al gesto relajado, concentrado, tranquilo.
De momento, podría tratarse de cualquier cosa; acabo de empezar. Lino sigue atento los moivimientos, como hipnotizado con el hilo de lana que también forma parte de esa especie de baile, y que se mueve de un lado a otro, guiado por mis dedos y las agujas, sin enredarse y sin que yo pierda el ritmo.

Relajada, incluso tarareo por lo bajo una canción, con voz suave, y Lino apoya la cabeza sobre el cojín sobre el que se encuentra. Se lo hice una vez para que no dejase pelos o plumas en los sitios comunes, aunque empieza a quedarle pequeño.

No alzo la vista cuando se abre la puerta, aunque Lino sí lo hace. Yo sigo trabajando hasta que escucho el grito, momento en el que alzo la vista con los ojos abiertos, sobresaltada. Tardo un momento en ser consciente de la situación. La evalúo, y enseguida sonrío, contenta. Entonces veo lo que lleva en las manos y dejo ir también una pequeña exclamación aguda, soltando el trabajo recién empezado y llevándome las manos a la boca, con los ojos muy abiertos y luminosos.

-¡Es encantadora! -le digo, sin poder evitarlo, con tono de estar viendo lo más entrañable del mundo-. Oh, por favor... Es... Mirala, es como...-. La miro a ella, y de nuevo a la niña. De pronto parezco muy desorientada, hiperactiva-. ¿Cuándo volviste? Si lo llego a saber antes... -pregunto a Ayne, tras inspirar. La mirada vuelve a caer sobre el bebé y la sonrisa se me escapa sin poder evitarlo-. ¿Cómo se llamaba? Era Julia, ¿no?

De pronto necesito hablar. Me la como con los ojos.

No puedo quitarle los ojos de encima, y llegado este punto es evidente mi nivel de emoción. Pese a todo, trato de prestar atención también a Ayne. Por eso mismo me doy cuenta de lo que me ofrece, y alzo las cejas, incrédula.

-¿E-en serio...? -inquiero, pero termino por extender las manos para tomarla, con cuidado-. Hola, Julia -la saludo, acomodándola un poco en mi regazo, con cuidado-. Soy Anna. Eres preciosa, ¿lo sabías? -le digo con dulzura. Bajo los ojos hacia Ayne cuando habla, con una sonrisa radiante-. He estado algo encerrada trabajando estos días. Pero si lo hubiese sabido te hubiese buscado -le aseguro-. Y más sabiendo que Julia es tan guapa -añado. La niña parece encontrar curioso a Lino, que sigue tumbado, muy quieto-. Ese es Lino -les explico a ambas, con voz clara y suave-. Es mi pequeño-. Miro a Ayne-. ¿Puedo...? -inquiero, haciendo amago de acercarle un poco a Julia para que lo vea más de cerca.