Escalera de caracol

Mis pasos me llevaron a la escalera de caracol. Había estado vagando por la biblioteca hacía unas horas, y ahora había decidido explorara la interminable escalera de caracol. Comencé a subir los peldaños, preguntándome qué me encontraría al final de la escalinata.

*sube escaleras :3*

Camoni por el pasillo jugando a hacer malabarismos con mis tonfas. Tiro una al aire, la cojo con la otra, la vuelvo a lanzar para cogerla con la mano... Esoty hecho un artista con ellas.

Entonces escucho unos pasos pasando cerca de las escaleras de caracol y una sombra que sube. No sé a donde subirán esas escaleras porque aun no he subido a ninguna torre -creía que eran de servicio-. Pero ahora me pica la curiosidad, me convertiré en espía por unos minutos. A veces soy tan bobo...

*sube las escaleras*

Indagué e inquirí por los pasillos y encontré una puerta que llevaba hasta estas curiosas escaleras. Eran realmente largas, parecían hasta infinitas. Con paso lento me dirigí a las escaleras. Quizás los escalones eran un poco más altos de los que solía subir, pero debería comenzar a adaptarme a las dimensiones de los "otros".
Subí y subí los escalones, y nunca acababan, o eso parecía, porque cuando iba a empezar a correr para llegar antes, me tropecé con la desaparición de las escaleras.

*Se va*

Cuando salí de la biblioteca, reparé en que había unas escaleras bastante bonitas; todas en forma de caracol... Nunca las había subido, así que comencé a subirlas con paso firme: ya no tenía miedo.

*subo*

Después de salir de entrenarme un poco, estaba inspirado. me sentía nuevo, renovado... caminaba con el pecho hinchado, el sudor caía por mi cuerpo y eso me hacía sentirme mejor.
Me sentía vivo.
Pasé entonces al lado de las escaleras de caracol y decidí sentarme un rato a descansar... y, mientras pensaba en mis cosas, decidí que ya era hora de mandarle otra carta a Aren: no me iba a morir sin haberlo conquistado. Era mi objetivo vital.
Así que saqué un trozo de pergamino y la pluma y comencé a escribir un poema...

Bajo el frío del Palacio te odio
mas te amo cual sirena,
que en la noche busca el calor
de tu cuerpo desnudo:
solo mío.

Te busco. No te encuentro.
Si no pienso en ti, muero
mi esperanza, como la hojas en otoño, se pierde
cada día que pasa al no verte.

Siento profundo odio hacia ti
pero cuanto más te odio, más te amo
y como el humo, te escapas de mí.

Sueño con agua violeta
cerca de una casa que sonríe
contigo, no sin ti.

El paso del tiempo separa nuestros cuerpos
mas Cupido, divertido, ha decidido
herir el mío con sus juegos.

Sé que no me amas
mas espero que sientas
sólo un ápice del amor que yo te proceso
sólo espero que no eches
este poema al fuego.

S.K.

Me costó mucho empezarlo, pero VAYA! había quedado realmente bien!! Estaba orgulloso.

-Tristán... ¿estás despierto? ESPABILA SO VAGO! - el dragón se despertó- mira- dije enrollando el pergamino en un rollito del tamaño de un dedo índice- llévale esto a Aren- el dragón bufó malhumorado. vega, no te me pongas terco, que llevas tres días sin hacer nada... anda corre, ve.
El dragón salió con el rollito entre sus piernas traseras y se perdió por los pasillos.

Acaricié la piedra de la escalera donde estaba sentado, pensando en que Aren se alegraría de mis dotes de poeta e igual vendría amí a felicitarme...
-Quizás vuelva a tocarme... suavemente... la cabeza, como lo hizo aquella vez... parece que le gustó mi pelo... quien sabe... - dije recostándome en el escalón de fría piedra.
-Solo espero que Cynara tenga un accidente... no mortal... pero un coma profundo o algo así... estaría bien... porque Aren no se casaría y sería todo mío...
Pasó un boro entonces por el pasillo y me estremecí, recordando mi aventura con el boro muerto...¿y si lo encontraba Aren? es bastante listo... quizas me descubra... mmm... no lo creo... no dejé pistas en la biblioteca que indiquen que hubiese sido yo...
-Bueno- dije levantándome- será mejor que me vaya a echar una siesta... que estoy cansado...

*se va*

Ambos hombres aparecieron al inicio de las escaleras de caracol, un rincón oscuro, frío y taciturno donde apenas se veía a esas horas de la noche.

El líder empujó al chico contra el comienzo de la escalera con cierta brusquedad y se quedó mirándolo uno momentos, quizá pensando en la forma que tendría que actuar.

Había renunciado a su amado látigo, pues acabaría dejando al muchacho como una parrilla, por esa razón tenía un hermoso as e la manga o, en este caso, en el cinto. Echó mano de una riñonera casi tan grande como la palma de su mano y la abrió sacando un cinto de piel para manipularlo entre sus manos.

- Los chicos como tú no siempre saben hacia donde pueden llegar a enviarles sus acciones -. Miró un segundo al chico y tensó el cinto. -Por eso hay que llevarlos con cierta... guía -. Cogió uno de los extremos del cinto y dejó ver cómo se abría dando lugar a un círculo. El lider no sugetaba una cuerda ni otro cinturón. Sugetaba una correa.

Dio un par de giros de muñeca y lanzó la correa contra el chico para cazarlo con el lazo. En cuanto esta cayó sobre los hombros del piscis, el jefe caeruleus tiró de la cuerda y esta se cerró alrededor del joven pescuezo. - ¿Qué tal por ahora, querido? - Musitó volviendo a una sonrisa en la que mostraba los dientes.

FdR: Máximo sadosamaso LOOOOL XDDDDDDD

Abrí los ojos después de aparecernos en la escalera. Mis ojos no estaban acostumbrados a aquella tremenda oscuridad... tendría que esperar un poco...
¿Que pretendía? ¿que quiso decir con ''si, solo esta noche''? no iria a... no iria a...
Si iba a hacerlo... no se... quizas no volviese a obtener un ''si, solo esta noche'' nunca mas... Quizas esta era su oportunidad...
Entonces noté como sacaba algo... no pude ver lo que era porque mis ojos aunque estaban habiertos al máximo, no podían ver absolutamente nada...
...
Sentí entonces una especie de correa de cuero que rodeaba mi cuello... comencé a respirar entrecortadamente.... me apretaba mucho y notaba la sangre como pasaba con dificultad por mi cuello... pero me daba igual

A su pregunta, respondí Auntomáticamente
-No.
pero entonces recapacité y pensé que esto quizas no se volviese a repetir...
Alcé mis manos y encontré su cara... su fría cara...
-No... no... pares. y me abalancé, valiente, sobre sus finos y experimentados labios.

El líder Darvenwish podía escuchar los primero cantos matinales de los pajarillos mientras ignoraba alegremente el beso que le había dedicado el piscis. Sin embargo, Aren Darvenwish no era un hombre que dejase con ganas a nadie. Agarró el pelo de la nuca de Silvanus con fuerza y correspondió a su beso mostrando su bífida lengua. No había ser en el mundo sin derecho a probarla.

A pesar de que fue intenso, no quiso que durase demasiado. Separó al chico de sí con un tirón y lo miró a los ojos. Un fulgor violeta inundó los ojos del caeruleus debido al rápido flujo de la magia por todo su cuerpo y el echo de que sus pupilas cubriesen ahora todo su globo ocular debido a la práctica inexistencia de luz, hacía que el brillo fuese más nítido a pesar de durar apenas unas milésimas.

Separó al chico y estendió su mano frente a él sin llegar a tocarlo para comenzar a emplear su magia. Lo levantó unos centímetros del suelo y lo envió de bruces contra la escalera sin soltar la correa. Rápidamente se colocó tras él, agarrando la cintura del muchacho con su mano izquierda.
El pulso empezaba a acelerarse. El erotismo le gustaba, la oscuridad le gustaba, el dominio le gustaba y, por supuesto, sus artilugios de cuero le gustaban.

Nuevamente con la palma abierta empleó la magia para hacer arder en un suspiro las prendas del joven piscis sin que el oscuro fuego que las deboró llegase a hacer daño a su piel.

El líder podía sentir los bruscos temblores del muchacho de quien recordaba -milagrosamente- que le había informado de su inexistente vida íntima.
Tiró de la correa, haciendo que la espalda del chico se encorvase, y se acercó a él para repasarle la columna con su lengua bífida y acabar mordiendo su hombro izquierdo.

Acercó su cara al oído del joven y dejó que escuchase su, ya algo perjudicada, respiración para luego hacer sonar el sonido de su cinto en señal de que la piel era ya la única barrera. Se pegó al joven, sin llegar todavía a culminarse, y susurró:

- Dime, pequeño... ¿Tienes miedo a las tinieblas?

Los cantos de los pájaros me indicaron que ya debían ser las primeras horas de la mañana, mas aún, no había ni un ápice de luz.
Aren no vio mi gesto como una ofensa, aunque, viendo el tirón de pelo que me propinó, parece que ya no quería besarme más.

Entonces, en medio de toda aquella oscura negrura, dos círculos violetas indicaron que el show comenzaba. Estaba aterrado... completamente aterrado.

Me tiró contra las escaleras usandol su magia, por lo que mi cara se dio de bruces contra la fría piedra... entonces noté como su mano izquierda rodeaba mi pequeña cintura.

De repente, ocurrió una cosa que me hizo temblar de miedo y, por que no decirlo, placer: mis ropas desaparecieron bajo un fuego que, mágicamente, no me hería la piel.
A continuación, hizo algo que me dolió mucho: tiró bruscamente de la correa hacia atrás, dejándome sin respiración durante unos instantes y curbándome de forma poco natural mi joven espalda.

Entonces su lengua resbaló por mi desnudo hombro hasta mi única oreja e hizo una pregunta...

Tardé en contestar... no porque no quisiera, sino porque no podía.
-No... y lo sabes...

El líder caeruleus amplió su sonrisa y agarró con fuerza la cadera del chico. Sin pronunciar palabra, Darvenwish se dispuso a lo que ya podía tomar como un ritual diario. Agarró también con ímpetud la correa de cuero y fue entrando en el muchacho con cierta lentitud. No tanto por él como por sí mismo, pues, a pesar de que no había mantenido más de dos o tres relaciones con varones en algunas fiestas demasiado animadas, sabía que no tenían ni punto de comparación con las relaciones con cauqluier mujer en su forma más natural.

Soltó un suspiro ronco mientras mantenía el rumbo y se echó un poco hacia adelante en cuanto llegó al final. Sonrió, tomó aire y paso su mano libre por la espalda del chico, mirándola con lascibia. Era realmente pequeño para su edad.

Comenzó a moverse en un ya bien conocido compás que empezó algo más rápidamente que en otras ocasiones. No sentía esa necesidad de lentitud o preliminares como con muchas jóvenes que se habían iniciado con él en aquellos ámbitos, sino que lo dminaba cierta desazón poderosa que le decía que no debía detenerse demasiado.

Tras un rato con cierta agitación, el líder tiró nuevamente de la correa. Quería escuchar al chico. Oír cada uno de sus temblorosos suspiros.

- Ladra, cachorro -. Gruñó entredientes sin perder la sonrisa.

Parece que mi respuesta le agradó, puesto que no recibí ningún golpe a cambio.
Entonces lo sentí... sentí como se apoderaba de mí, lentamente... me mordí los nudillos hasta que pude saborear mi propia sangre...
Era horrible... me dolía mucho y no podía contener algún que otro quejido de dolor mezclado con un intenso placer.

Entonces se echó sobre mí, llegandol hasta el final, por lo que no pude reprimir un grito ahogado ante tal situación.
Pasó su mano entonces por mi corvada espalda, haciendo que muchas lágrimas brotasen sin control... el dolor le estaba ganando el pulso al placer...

Comenzó entonces a embestirme rápidamente... yo lloraba sin contrlo alguno y mis manos se aferraban a la fría piedra...
Ante su nuevo tirón de correa, que me volvió a cortar la respiración, pronunció aquellas vejantes palabras, que realmente agradecí, ya que así, podría dar rienda sujelta a mis quejidos de placer.

El líder soltó un quejido seco al escuchar los sonidos del joven. Tan vulenable, tan manejable, a su completa disposición. Apuró su ritmo, pues aquello no dudaría demasiado. Nunca duraba con los primerizos y debía aumentar su intensidad para quedar satisfecho con el encuentro también.

Agarró al muchacho con ansia mientras escuchaba su llanto. Escalofríos por su espalda. La sencación de poder era mayor siendo su presa un joven y no una chiquilla.

Ante el aumento de la velocidad de sus impulsos, parecía que me iba a partir en dos... aquello no era normal... a cada embestida, el dolor disminuía y el placer aumentaba, puesto que ya me había acostumbrado a su miembro.
Sus graves gemidos que de vez en cuando dejaba escapar por el esfuerzo, hacían que me sintiere mucho más cercano a él, pues sentía que el también estaba disfrutando...

Media hora más duró el pequeño encuentro entre ambos, pues el joven piscis no pudo dar más de sí y acabó tiempo antes que el líder de Caligo. En cuanto el hombre notó la reacción del chiquillo y escuchó sus últimos gritos, decidió tomarse al menos un miunuto más para sí.

En cuanto llegó a su punto álgido, tiró dela correa del joven y lo apretó contra su cadera con fuerza, deshaciéndose por completo dentro del chiquillo al tiempo que soltaba un quejido ahogado.

Se tomó unos segundos para regular su respiración sinsepararse del joven. Su camisa estaba mojada de su sudor por su espalda y pecho y ahora el caeruleus apoyaba ambas mans¡os en las estrechas paredes.

Finalmente se dignó a separarse y se recolocó antes de volver a dirigirse al joven, ahora recostado en la piedra. Se acercó a él, con su habitual sonrisa, y apartó un mecho de pelo de su cara.

- Y con la llegada del día, nuestro tiempo se ha acado, pequeño Silvanus -. Acercó su cara a la del chico y probó sus lágrimas pasando su bífida lengua por su mejilla. -Sé que me recordarás siempre -Comentó en un susurro. Luego liberó al jove de la correa, casi con dulzura en sus sutiles gestos y se acomodó junt a él, esperando a que se durmiese para abandonar el lugar. Era la firma del líder arropar a sus amantes para desaparecer en el mmento en que menos conscientes eran de ello.

*se va*

FdR: Pedimos disculpas a los televidentes por la mala calidad de la ortografía y eso, pero no tenemos tiempo y los post sn corriendo y a oscuras LOL

Aren terminó en mí. Sentí como sus fluidos me llenaban por completo. Yo estaba exhausto...Me quitó la correa muy suavemente y se recostó dandome suaves caricias...no podía moverme... ni siquiera un músculo... no podía articular palabra y allí, desnudo y a oscuras, me quedé, muy a mi pesar, profundamente dormido.

*se duerme*



Fdr_ al fiiin!!! acabamos!!! LOOOOOOOOOOOOOOOOOL
Quien será el valiente que se atreva a encontrar al pobre Sisil en esta situacion n.n jajajaajajajaajajaaj

"Algo muy extraño está pasando... Esas criaturas de sombra tan sanguinarias son las que me daban tan malos presentimientos, y las que me debilitaban tanto. Además, parecían estar controlados por alguien, ya que se fueron al escuchar un aullido. Es muy extraño... Tengo que investigar", pensé. Había estado buscando la biblioteca por todas partes, cojeando, ya que tenía heridas en mi pierna derecha ocasionadas por la batalla contra aquellas bestias.

Abrí la puerta y me adentré en aquella estancia, y entonces...

al inicio de las escaleras...

vi...

a un hombre...

completamente desnudo.


"... ... ... ... ¡¿EHHHHHHHHH?!", grité asombrada. Desvié la mirada un momento, me froté los ojos y volví a mirar... y sí, al inicio de las escaleras había un hombre completamente desnudo. Me quedé viéndolo atónita. Él estaba tumbado allí, boca abajo, y completamente inmovil.

"¿Le-le abrá pasado algo...?", me pregunté, y me acerqué un poco mas a el. Estaba muy pálido y tenía los labios morados.

"¡Es el chico piscis que estaba con Heylel en el comedor aquel día!", pensé.

Me acerqué mas a él y pude ver como su espalda se movía con su respiración, y entonces se la toqué (la espalda ¬¬ XDDDD) para ver si así se despertaba, pero tenía la piel muy fría.

"Ay... vaya...", dije en bajo. Me saqué la chaqueta que llevaba puesta y lo tapé con ella, y entonces me fijé en un líquido blanco que había... en el suelo...

"... ¡PUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡NO PUEDE SEEEEEEEEEER!", grité alborotada dando un salto hacia atrás y tapándome la cara.

Un tremendo grito me despertó . estba desnudo y una chica Cláritas gritaba sin control.
Tenía puesta una chaqueta... seguramente era de ella, porque mia seguro que no era.
Me tapé lo mejor que pude con ella,
Me levanté de golpe pero rápidamente me caí al suelo por el tremendo dolor que sentía en mis cuartos traseros.
-No... no te asustes... Hewina? era Hewina? soy yo, el chico del comedor- dije con la voz temblorosa... tenía frío y no estaba en una situación muy cómoda...

-Me ayudas a levantarme? dije tapando mis partes pudegnas con su chaqueta lo mejor que pude mientra estiraba un brazo hacia ella...
-Es que yo solo no puedo...

El chico se había despertado con mis gritos. Me dijo que no me asustara, y que le ayudara a levantarse.

"Ah... claro...", le dije tímidamente. Le cogí la mano y tiré despacio para que se incorporase.

"Pero... que ha...? que has...? que te han..? que-que...? ... ... es.... estas bien?", dije sin saber que decir ni como actuar en esa situación tan embarazosa, y desvié la mirada para que no se sintiese incomodo.

Hewina demostró ser un ser amble y bueno, ya que no todas las personas le darían la mano a unc hico desnudo, rodeado de semen y tirado en unas escaleras...
En cuanto me pongo de pié, noto un dolor punzante, pero intento aguantar el dolor como puedo...
Entonces comienza a bombardearme con preguntas... yo no le iba acontar a una desconocida lo que había echo y menos con quien... lo que me faltaba... no quería que se extendiese por Brontë que era el juguetito sexual de Aren...
-No hace falta mucha imaginación para descubrir lo que he estado haciendo, dije frotándome el trasero con una sonrisa... Si, no te preocupes, estoy bien...

-Perdón por asustarte... lo último que queria era asustar a alguien... lo siento... AAAAAACHÏS!!!!

Estornudé muy sonoramente... estaba temblando de frío...

"Ejeje...", dije con una falsa sonrisa, pero en el fondo pensaba: "Bravo Hewina... bravo".

Entonces el chico me pidió disculpas, y le dije: "No, no te preocupes...", y mientras tanto el estornudó.

"¡Uy, te vas a resfriar! Espera un momento", le dije. Entonces salí un momento de allí cerrando la puerta. Miré por los alrededores para ver si podía encontrar algo para que el pobre piscis se tapase, pero lo único que vi fueron unas cortinas de terciopelo colocadas en unas ventanas no muy grandes.

"Bueno... qué se le va a hacer", dije suspirando, y entonces cogí una de las cortinas.

Entré allí de nuevo, cerré la puerta y le ofrecí la cortina.

"Es lo único que he encontrado, pero bueno, algo es algo...", le dije sonriente.

En cuanto vi que apareció con unas cortinas para taparme pensé: ''esta pava los tiene cuadrados'' como se entere algún lider de que anda arrancando cortinas... se la comen viva...
pero decidí no decirle nada y darle las gracias...
me tapé rápidamente con ella... era una sensación muy agradable... estaba muy caletita... y el terciopelo era muy suave....
-Gracias! dije muy animado- ACHIS!!!! ups, perdóna jajaja bueno me voy que tengo que ir a buscar una cosa a los balcones, si me disculpas...
Le devolví su chaqueta y me puse de puntillas para darle un beso en la mejilla derecha.

-Chao! grité mientras desaparecía por los pasillos, diciendole adiós con la mano... Muchas gracias! te debo una jajajajaa

*se va*

Me despedí de él moviendo la mano mientras se iba.

"Pobrecillo, jaja", dije sonriente una vez se había ido.

"En fin... seguiré buscando", pensé, y seguí cojeando por todo el palacio en busca de la dichosa biblioteca.

*se va*

Había pasado una buena noche. Por lo menos las camas eran decentes... en cuanto a la comida... bueno... lo que tenía seguro es que no iba a probar una bocado más de aquella bazofia hasta que aquello no mejorase...
-Se que pueden cocinar mejor, pero como nadie les llama la atención, esta panda de vagos, se limitan a cocinar rápido y mal... que vergüenza...

Anduve un poco por los pasillos hasta encontrar unas empinadísimas escaleras de caracol...
-...- me quedé pensando-. Sería bueno conocer todos los rincones del Palacio, si se va a convertir en mi nuevo hogar... también espero que no haya más "Arenes Darvenwish" por aqui... porque si nó, voy a tener que dar muchos tortazos para enderezar a toda esta calaña- dije remangándome un brazo.

Comencé a subir las escaleras despacio, con las manos en los riñones.
-Ahi!, esta cadera mia...


*subí muy despacio*

Al pasar por delante de las escaleras de caracol, me estremeció un tremendo escalofrío que no supe identificar si era de terror o de placer...
No quería volver a aquel lugar, y aunque ya no quedaba rastro de nuestro encuentro nocturno, me daba mucha vergüenza volver al "lugar del crimen"... ¿no decían que los asesinos siempre volvían al lugar del crimen?... eso me convertía en culpable... y yo sabía que en parte lo era...

Me llené de valentía y subí las escaleras corriendo, para desaparecer rápido de aquel lugar que me traía tantos recuerdos... quizás más buenos que malos...

*sube*