Lago

...

...

...

- ¿Qué demonios...?

La voz me sale ahogada. No recuerdo haber tenido los ojos tan abiertos JAMÁS EN MI VIDA.

...

...

Hay un punto del cuello que si es golpeado con la suficiente fuerza te hace caer inconsciente. Es muy difícil de encontrar en movimiento, y más aún tratándose del cuello de toro de Dehnel... Pero, para mi sorpresa, mi cuerpo reacciona solo, recordando a la perfección el lugar, y acompañando el golpe con un chrysantae, por si acaso.

¡¿Qué hacía?!

- ¡¿No querías qu...?!

Ojos en blanco. Caí hacia delante, ya inconsciente, llevándome a la chrysos por delante.

Mi último pensamiento fue dedicado a una decepción sexual.

*inconsciente XD*

Y, aún existiendo infinitas direcciones, el imbécil decide caer hacia mí. Hasta inconsciente es la cosa más molesta del mundo.

Lo veo venir, pero el alcohol en sangre no me deja esquivar. Y, por si fuera poco, su peso por poco no es el doble del mío. Me lleva por delante como haría un karnikarsh con un conejito rosa del bosque encantado de los arcoiris.

Cómo no, me aplasta como a un insecto. Noto mi cabeza chocar contra el suelo, y mi cuerpo recibir todo su peso encima.

Y todo se va oscureciendo.

Y yo, sin nada con qué cubrirme más que su asqueroso ser, noto que todo se oscurece (tal vez por el golpe en la cabeza o tal vez porque la luz que emite mi piel se va apagando lentamente).

Mi último pensamiento: Él ha caído antes.

Gané.

*ídem que Rick XD (No iba a acabar así, pero me hizo gracia, más que nada, lo que sería el despertar)*

Salí del castillo no sin esfuerzo, puesto que con el dolor de cabeza que tenía me constó bastante encontrar la salida.
Llegué al lago y lo primero que veo es al mongolo de Rick ahí, tumbado en el suelo, cual Lagarto al sol...
Lo miré con asco... no me caía nada bien... y la cuestión es que no sabía con claridad el motivo...
-Quizá debería llevarlo dentro... al fin y al cabo, eso hizo conmigo él el otro día...- me quedé mirándolo de lejos... Bah! que le den... total, yo no puedo con el y estoy demasiado resacoso como para trabajar en vano...

Lo que yo no sabía entonces, es que su enorme cuerpo tapaba al de mi mejor amiga.

Me acerqué con un palo y le pinché en la espalda y luego en un orificio de la nariz.
-Bah! este tío es como una piedra! que sueño más profundo tiene...
Entonces vi un sostén a unos metros de el.
-Sera guarro el tío! jajajaja acabo de descubrirte maldito pervertido! le voy a decir al primer líder que me cruce que andas robando en la habitación de las chicas jajajajaja- no me esperaba esa faceta de Rick: robando sostenes para masturbarse con ellos mas tarde en un lugar solitario... lógicamente no podían ser de su novia, su ligue o lo que fuera, principalmente porque un descerebrado de ese calibre y una persona tan imbécil, simplemente no podía tener novia.
-jojojojjo como me voy a reir de ti..., el caso es que no se si coger el sostén para tener alguna prueba de lo que voy a decir o no, puesto que me podían tachar a mí de pervertido también...
-Bah! ya lo pensaré luego... ahora AL AGUA!- no debí gritar tanto, porque en ese momento las palabras AL y AGUA se quedaron rebumbando en mi cerebro durante varios segundos... mierda de resaca...
me desvestí por completo y dejé mi ropa encima de Rick... era para lo único que servía: perchero. Le puse mis calzoncillos en la cara para hacer la gracia del día y me escabullí al agua antes de que se despertara.
Me puse a nadar y a bucear, buscando cosas de valor que pudiera haber en el fondo del lago.

*me quedo buceando*

Me siento pesada. Intento rascarme la nariz, pero no puedo. Además me cuesta respirar. Es como si la atmósfera de mi alrededor se hubiera condensado y me estuviese aplastando...

Abro los ojos con lentitud y me encuentro con el pesado cuerpo del flamma sobre el mí. Esto explica muchas cosas, pero especialmente la pesadez que siento.

Me revuelvo un poco. Para colmo, estoy desnuda de cintura para arriba, y me está tocando con su piel, así que es como...

- Muévete, mastodonte

Intento apartarlo. Intento escurrirme.

Todo es en vano.

Abrí los ojos con un soberano esfuerzo. Tenía la boca seca y la lengua tan pastosa que parecía la suela de una boca.

Y tenía a una asesina debajo, que me miraba sin demasiado aprecio.

No tenía ni ganas de gruñir.

Me erguí algo ido y entonces vi esa parte de ella (o de ellas) que suele ir cubierta y se me cayó el alma a los pies. Estaba casi desnuda. ¿Qué habíamos hecho?

Clavé mis ojos en su pecho, consternado, queriendo desvanecerme, incapaz de hablar.

FdR- Trollface

Al fin se levanta... Y me mira como si me tratase de un trozo de carne, aunque hay un deje en su mirada que lo hace parecer vegetariano.

No me esfuerzo en cubrirme y me pongo en pie, caminando hasta mi camiseta (en el suelo por alguna razón) y poniéndomela. Al ser de asas, se entrevé lo que le falta a mi vestimenta, pero al menos no estoy "como vine al mundo".

Me llevo una mano a la cabeza. Ya recuerdo por qué no debía desde hacía tanto, y espero que tarde en olvidárseme, porque estas son las cosas que con el tiempo van pareciendo menos serias y, cuando te das cuenta, las estás volviendo a hacer.

- Cierra la boca -le digo al boquiabierto flamma-. Ni que fueran las primeras que ves.

Lo que me faltaba... Imbécil y mirón. Tsk.

Me encanta esta agua! es super fresca y transparente y he encontrado un montón de piedras muy bonitas y estaba supercontento.
-Me voy a Hacer un collar precioso! de esos que se ciñen al cuello... jajajaja.
Vuelvo a ver al montón de carne ese, pero seguía inconsciente... pero de repente se mueve y se levanta
-Mierda! mi ropa... el sostén!... Mierda... ¿ahora como salgo yo de aqui? mejor será que me quede observando... a ver si se va...

Metí mi cabeza en el agua hasta las sienes, con lo que mis ojos se quedaban fuera y poder ver...
-¿Que era esa masa que había debajo de Rick?... que sospechoso...

Entonces se levantó y era una mujer... ¿una mujer? ¿de pelo negro? Quien podía ser? estaba muy lejos del lugar...
*se queda*

No podía ser cierto. ¿Nos habíamos acostado? No recordaba bien la noche anterior, pero si me había despertado sobre ella sería por algo, que yo me conocía bien los estragos que causaba el alcohol y ese era de los comunes.

Estaba conseternado. No podía hablar.

Me sentía sucio.

Horriblemente sucio.

Me estiro. Tengo la espalda destrozada por haber dormido con casi cien kilos encima, y eso que solo me aplastaba parcialmente, o, sin duda, habría muerto.

Miro al boqueante flamma. ¿Ha perdido, acaso, toda su fuerza por la noche? Parece tan perdido que me recuerda a un niño recién emancipado.

- Creo que deberías, en primer lugar, pedir disculpas a Inger. Ayer parecía furiosa-comento con distracción.

Me siento sucia. Una ducha ya...

-¿Esa no es... no es Al? no... no creo que sea ella... ¿o si?
será mejor que me acerque un poco para comprobarlo...

¿Inger? ¿Nos había visto... haciendo...?

¡No podía ser! ¡Había roto su corazón!

- ¡Lo dejaremos así por hoy...!

La miré de mala manera. Ya me vengaría por lo de esa noche, pero ahora...

Lo primero era siempre ser un caballero.

*se va*

Me rasco la cabeza con desgana. Miro hacia el lago. Ni ganas tengo de regresar al Palacio a ducharme, así que me quito los pantalones y observo el sostén que una vez estuvo en mi pecho y ahora descansa entre hierbas.

No creo que vaya a aparecer nadie por...

Pero esa ropa que veo. ¿No es acaso de alguien? Debió de caer de encima de Dehnel y yo, como estoy muy espesa, ni me di cuenta. Incluso hay ropa interior.

Miro de nuevo hacia el lago, estrechando los ojos, molesta por la existencia del sol.

ese inutil se larga y veo como la chica de pelo negro se desviste... quizás quiera meterse en el lago... sigo sin saber quien es, por lo que decido esconderme debajo del agua hasta estar seguro.
Buce asta el fondo y me siento a esperar, que para eso soy piscis...

No veo nada en el lago. Tal vez esté tras el islote. Escruto la distancia, pero tampoco hay mucho que ver. Solo agua y sol.

No me fío. No me siento segura nadando desnuca mientras alguien hace lo propio. No es que me importe el tema de la desnudez, pero tampoco es que el agua sea un sueño para mí.

Deshago mis pasos, me visto de nuevo y abandono el lago.

*se va*

FdR- XDDD Lo siento, pero es que descofía y tengo que comer y estudiar

Mi oreja no nota vibración alguna en la superficie del lago...
-Mmmm que extraño... decido salir a la superficie para ver que ocurre.
...
Nada
...
Nadie
...
Mi cara es un poema: SE SUPONE QUE HABÍA UN CHICA ALLÍ!!! dije señalando el lugar... Mierda! ahora nunca sabré quien era esa zorra... definitivamente, no podía ser Al porque me había dicho ayer que ella no tenía novio, ni nada... así que debía ser alguna putita que Sir lagartija violó ayer por la noche...

Cierro los ojos y me cruzo de brazos, manteniéndome en el agua solo con el movimiento de mis pies.
Asiento con la cabeza un par de veces...
-Si, eso debe ser...

Decidí salir, puesto que ha había encontrado las piedras más bonitas del mundo en el fondo de ese lago... estaba encantado. Nadé para fuera y me tumbé en la hierba desnudo al sol: quería secarme, puesto que no quería mojar mi ropa.


Al rato ya estoy seco, me pongo los calzoncillos y comienzo a trabajar en mi nuevo collar.
Sería precioso: las piedras eran muy redondeadas y cada una brillaba con un color distinto... muy suaves y brillantes.

*se queda*

Ya llevaba unas cuantas horas haciendo mi super mega collar de piedras, cuando me dí cuenta de que me picaba la nariz...
-Seguramente me habré quemado- dije frotándome los hombros.
La verdad es que el Sol había apretado mucho esta tarde, por lo que mi moreno era bastante destacable.

-Quizá sea hora de volver, dije viendo al cielo- total ya he terminado mi collar... ahora solo falta que me lo ponga.
Lo anudé fuertemente alrededor de mi cuello, quedando exactamente como quería: bien ceñido.

Fui corriendo al agua para verme en el reflejo.
-Bua! como mola!

-Tristán, vamonos: es tarde dije al volder de la orilla del lago.
El dragón emprendió el vuelo y se posó en mi hombro.

*se va*

El lago habría mantenido el silencio acostumbrado a aquellas horas de la tarde si no fuese por un grupo de cinco chicos del servicio de Brontë que se reunieron en la orilla izquierda del lago. Entre ellos, Barthemius tomaba nota de todos los movimientos que realizaban los trabajadores.

Dos de ellos, se habían introducido en el lago y formaban una barrera mágica de unos siete metros de radio apoyados por diferentes instrumentos de desconocida procedencia. Los tres restantes, se disponían en la orilla empleando su magia con las manos dentro del agua.

Empleado 1:
-¿A ti te han dicho algo sobre por qué el líder Darvenwish quiere que hagamos esto?

Empleado 2:
-Ni idea. Yo soy un mandado. igual ese que no para de escribir...

Comentaban entre ellos mientras enviaban miradas fugaces al claritas. Pero este se mostraba insondable, dedicando miradas de reproche a todo aquel que se despistaba de su trabajo.

Se dedicaron al encargo durante unas tres horas y, en cuanto se llevaron a cabo todas las ordenanzas del caeruleus, rompieron la barrera y se dirigieron a sus respectivos puestos.

Empleado 2:
- Pfff... menudo desperdicio de pescado -

Empleado 4:
- Aprovechamos y hacemos la cena de hoy.

Empleado 2:
- ¿Cena? Aquí hay pescado para ocho días -Comentó enfurruñado, cargando la captura.

Empleado 3:
- ¡Hey, por mí perfecto! Pescadito ricooo... -

Empleado 2:
- Un desperdicio, un desperdicio... Y todo por esos juegos de líderes. Aahh... Cuando será Brontë un lugar decente.

En cuanto los empleados acabaron de recoger los bártulos y el pescado que había muerto en aquella región del lago debido al experimento ordenado, Barthemius se encargó de que volviesen a sus tareas y llevó los apuntes del proceso a su amo, que se encontraba tomando té en uno de los árboles cercanos observando la maniobra.

En cuanto todo estuvo recogido, el lago volvió a quedar en su solitario silencio crepuscular.

*vacío*

Salí a darme un baño al lago: hacía calor y llevaba mucho metido en el palacio: necesitaba refrescarme.
Tristán me acompañaba ya que ya le había dado la carta a Aren, pero no me había traido respuesta... estaba un poco depre...

Me desnudé y me metí de golpe en el agua, con Tristán en la cabeza.

*me quedo nadando*

Llego al lago para dar un paseo y estirar las alas. La verdad es que es un sitio muy agradable para pasear y ya tengo uns cuantos buenos recuerdos allí.

Después de un rato escucho unos chapoteos y me acerco a la orilla para descubrir un cúmulo de ropa tirada. Hay alguien bañándose.

En cuanto el individuo sale a respirar veo que es un piscis sin una oreja. Silvanus.

Me acerco a la orilla, aun con las manos en los bolsillos, y me encuclillo sin llegar a acercarme del todo al agua.

- ¿Hoy no te pasas al baño maria? - Le pregunto con sorna.

-Callate pollito... -digo dejando solo mis ojos fuera del agua, mientras me sonrojo un poco.
-Sigues siendo tan rápido en todo? dije picaramente mientras me acercaba a la orilla.
-Voy a salir... ¿puedes darte la vuelta o cerrar los ojos?. digo azorado...

Tristán vuela hasta su hombro para saludarlo.

En cuanto me llama pollito abro las alas cuan grandes eran y saco pecho.

- Mide bien lo que dices, sardina -. Comento jocoso. Luego relajo las alas y doy n salto hacia atrás.

- En todo en lo que sea preciso -. Comento levantando la cabeza con falsa altivez. Luego, cuando pide que me de la vuelta suspiro y me giro cruzando los brazos, cerrando los ojos y rodeándome un poco con las alas.

- ¿Así bien, señorito vergonzso? -Le replico. Darle vergüenza salir del lago para vestirse... ¿Es que nunca ha id a unos baños públicos?

Hinché mis carrillos al máximo y me azoré aún mas cuando me llamó ''sardina'' Igual se creia muy guay por tener unas alas que eran no más que un estorbo (desde mi punto de vista)

Se dá la vuelta y me pregunta gracioso que si estaba bien así...
-Si... esta muy bien, de hecho, no quiero que veas más de lo que debes...- dijo con una sonrisa.

Cojo mi ropa y comienzo a vestirme lentamente, para que tenga que estar más tiempo en esa postura.

Espero a que Silvanus se vista y entnces escucho un ruido a nuestro alrededor. Abro los ojos al instante y encrispo las alas inconscientemente.

Me llevo las manos a las tonfas y me pongo en guardia con ellas preparadas. Quien sabe si la tal bestia se habrá cansado de huír...

- Silvanus, vete dándote prisa, por favor... -. Le apremio.