Lago

Apoyé las manos en los hombros de Rick cuando este me besó y me acerqué a él. Desde que me había ido de misión, no había vuelto a tener esa clase de llamemoslos encuentros con él, por lo que en mi interior no pude evitar sentirme... ¿reconfortada? Daba lo mismo.

Rodeé su cuello con los brazos y me acerqué más a él. Ladeé la cabeza, entreabrí los labios y volví a besarle.

Lo había echado de menos estos últimos días...

FdR. por favor, ¿alguien escribe por mí? asashdaghd

¡¡Runek la ponía cachonda!! Tanta confianza... ¡¿Habrían llegado ya al final?! ¿O quizás era yo y mi sex appeal que ya habían hecho efecto? Fuera lo que fuere, yo debía seguir demostrando mi poderío, así que respondí a su gesto con brío, aprovechando su boca abierta para hacer una visita a su lengua (FdR- épico u.u Tuve que ponerlo).

La verdad era que, quitando que ella creía que yo no era yo, el encuentro estaba siendo de lo más excitante. Desde mi partida, no había tocado a una mujer. Estaba ansioso...

Acaricié su cuello mientras mi lengua exploraba su boca. Me acerqué más a él, eliminando así parte de la distancia que nos separaba (que no debía ser mucha), y me separé unos escasos centímetros de él.

Lo miré durante unos segundos, en silencio, y tragué saliva. Tras esos segundos, volví a acercarme y volví a besarle antes de bajar de sus labios a su cuello.

Esperaba que no apareciese alguien. A fin de cuentas, estábamos en el lago, por lo que cualquier alumno o líder podía aparecer por ahí. De todas formas, para convencerme a mí misma pensé que era ya muy tarde como para que alguien pasease por los exteriores del Palacio.

FdR. la última frase no es de relleno, nooo xDUU

Parecía más que dispuesta a entregarse a Runek Dehnel, hijo de Reick De... Digo... A Runek, o a mí. Esperaba que fuera lo segundo.

Por si acaso, para asegurarme de que su deseo era cierto, coloqué suavemente mis manos en su espalda y dejé que, sutilmente, fueran recorriendo su figura hasta llegar a el eso con lo que la gente se sienta. Todo esto, por supuesto, sin separarme de ella más que los mínimos y ocasionales milímetros necesarios para acciones tan cotidianas como respirar.
De hecho... Una pareja de piscis tenía que ser la caña...

Sin embargo, ella abandanó esa acción sin dejarme tiempo a réplica y descendio hasta mi musculoso y sexy cuello.

Suspiré al notar cómo sus manos descendiendo por mi cuerpo y continué besando (entre otras acciones) su cuello. Tras permanecer un rato con los labios sobre su cuello, me separé y lo miré, sonrojada.

Tragué saliva, ligeramente nerviosa, y me mordí el labio inferior.

— ¿Y... Y... Si... Si...? — Negué con la cabeza y tomé aire —. ¿Si... Te... ... Tumbas... O me tumbo... O... ... Algo...? — Negué con la cabeza.Tragué saliva. Suspiré. Lo Miré —. Es decir... ... Eso... ... Es que es... Un poco... ¿incómodo? A ver... Quiero decir... Que... Si uno estuviese... Pues sería... Mejor que estar sentados... ... ... Creo...

Bajé la cabeza y me mordí, de nuevo el labio inferior.

— O... O sea... Como quieras... ... A mí me da... Igual, eh...

FdR. #matadmequesufro xD

Aún era virgen. ¡Bien!

En respuesta a su tímido comentario, tiré de su brazo con entusiasmo, tumbándome mientras, con intención de seguir su idea. Si lo hacíamos al revés probablemente ella acabaría aplastada y muerta y yo tendría más de un problema, y no solo a nivel de calentón.

- ¿Mejor así? -inquirí con cierta picardía.

Me olía que la noche iba a ser larga y grata.

Rick, en lugar de responder con palabras, decidió tirar de mi brazo con entusiasmo al tiempo que se tumbaba hacia atrás. Una vez estuvo tumbado, yo, que estaba encima suya, decidí apoyar ambas manos (las palmas de ellas) en el suelo, a ambos lados de su cabeza.

Clavé mis ojos en los suyos y lo observé durante unos segundos, sonrojada. Asentí al escuchar su pregunta y esbocé una tímida sonrisa.

— Sí... Mejor — murmuré al recordar que él no podía ver por la noche.

Ensanché la sonrisa, me acerqué a él, a sus labios, y lo besé de nuevo.

Fdr. ;__;

En ese mismo momento, cuando Inger cayó sobre mí, tuve una idea fabulosa. Lo que debía hacer no era conquistarla, sino tratarla de forma extraña como Runek y luego consolarla como Rick y... Zas...

La hice echarse a un lado dócilmente (caballero ante todo) y me levanté de un salto.

- ¡Tengo algo que decirte! -. La miré intensamente, aunque ninguno de los dos podía ver al otro-. ¡Yo soy hombresexual!

Me fui corriendo, fingiendo estar avergonzado. Era un genio... No sabía si existían esos hombres, pero si así era, era un genio...

*se va*

Fruncí ligeramente el ceño, confusa, cuando Rick hizo que me echase a un lado y se levantó de un salto. Lo miré, con la confusión pintarrajeada en la cara, mientras me preguntaba qué había hecho yo que hubiese estado mal. O que había pasado. O lo que fuese.

Cuando escuché lo que dijo, no pude evitar alzar ambas cejas y abrir mucho los ojos. ¿Homosexual? ¿Desde cuándo? ¿Desde siempre? ¿Qué demonios...? Iba a preguntarle a qué venía eso, cuando se fue. Observé, boquiabierta, el camino por el que se fue y ladeé la cabeza.

Fruncí el ceño. ¿Cómo que era homosexual (debió haber querido decir eso. Hombresexual es una palabra inexistente, ¿no?)? ¡No era homosexual! No podía serlo. ¿O sí? ¡No! Yo nunca me liaría con un homosexual. Es contradictorio para ambas partes. Es decir, no tenía nada en su contra, pero, a ver, no buscamos lo mismo. Y si no buscamos lo mismo, ¿para qué iniciar algo que no llevará a ningún sitio? ¡Era absurdo!

— No puede ser... — murmuré, con la vista clavada en el suelo y con el ceño fruncido.

FdR. #WAT
edit. sí, había leído mal ._.

Di un rodeo todo lo rápido y que pude y atravesé un par de zonas cor árboles para regresar al mismo sitio pero por otro lado. Corrí hacia ella.

- ¡¡Inger!! ¡¡Inger!! ¡¿Estás bien?!

Jadeante, me detuve a su lado.

- Yo... -. Jadeos-. ¡Lo he oído todo! ¡He oído lo que te ha dicho ese malnacido! Pero... -. Jadeos-. Quiero que sepas algo...

Tomé aire. Estaba muy acalorado, pero al menos había ensuciado enteramente el nombre de su querido Runek.

Clavé serio mis ojos en el lugar en que se suponía que estaban los suyos. Una pena que no pudiera verme por la oscuridad, pues estaba arrebatador.

- Te quiero, Inger. ¿Querrías ser la dama a la que dedique mis hazañas?

FdR- Ooooish XDDD

Iba a irme cuando escuché la voz de Rick, que volvía al lago. Fruncí el ceño, con la confusión pintarrajeada por toda la cara, y lo miré. No entendía por qué se había ido y por qué volvía. Fruncí aún más en ceño al escuchar su siguiente comentario. Si antes estaba confusa, ahora lo estaba más. ¿A qué venía todo aquello? ¿De qué demonios hablaba? ¿Sufría algún tipo de problema de bipolaridad o qué...?

Me acerqué a él, con el ceño todavía fruncido, y crucé los brazos mientras él tomaba aire.

— ¿Sabes qué...? ¡No entiendo...!

Dejé la frase a medias al escuchar, de nuevo, su voz, y bajé la cabeza, azorada. Tragué saliva y lo miré. ¿Eso era una petición para salir conmigo? Sí, ¿no? Porque, si me quería, debería de tener algún tipo de interés en formalizar nuestra relación. Era lógico.

Me pasé una mano por el cuello y asentí levemente.

— Yo... ... Sí... O... O sea... ... — balbuceé. Me mordí el labio inferior y lo miré. Esbocé una tímida sonrisa —. Que sí...

Me acerqué a él y ensanché la sonrisa.

— Aunque, si vamos a tener una relación formal, creo que deberías explicarme una cosa...

FdR. oooish

La tensión minaba mis músculos. Todo el cuerpo, rígido, aguardaba una respuesta, y el aparente enfado que presentó al principio bastó para darme a entender que seguía queriendo a Runek, pero entonces...

"Sí"

Yo había ganado. Una sonrisa se dibujo en mi hermoso rostro.

- ¿Sí?

Me acerqué a ella y la abracé con ganas. ¡¡Ansiaba tanto oír esa respuesta!!

- ¡Bien! Desde que te vi hablando con el tal Runek creí que ya no iba a tener posibilidades... Y entonces me di cuenta, con los celos reconcomiéndome, de que un caballero como yo debería tener una dama especial a la que dedicar sus victorias... Y no quería que fueras la suya, Inger.

Cuanta angustia desapareciendo.

Sonreí cuando me abrazó y lo escuché en silencio. Mientras hablaba, no pude evitar alzar las cejas, para, después, fruncir ligeramente el ceño. ¿Qué demonios había visto cuando había hablado con Runek (quién, deduje, sería el flamma del otro día)? O, mejor dicho, ¿qué se había imaginado? Definitivamente, tenía mucha imaginación. ¿Por qué querría yo algo con Runek?

— No sé qué habrás pensado, pero yo no quiero, ni quise, ni, creo, querré algo con ese tal Runek. — murmuré —. En serio, no. Me gustas tú, no él. Así que no... Saldría con él ni nada parecido.

Me pasé una mano por el cuello y lo miré. Esbocé una amplia sonrisa.

— Así que no te preocupes... Y... ... ¿Qué es eso de que eres hombresexual? — pregunté, jocosa, sin dejar de mirarle.

FdR. xD

¿Hombresexual? ¿Yo?

Y entonces lo comprendí. Ella podía ver y yo... Yo había estado haciendo el ridículo... De manera horrenda... Noté como me sonrrojaba hasta las orejas...

- ¿Hombrese-sexual? No... Yo... Verás...

Y, muy a mi pesar, comencé a contarle la extraña confusión que había tenido.

Lo miré, todavía sonriendo, y esperé a que contestase a mi pregunta. Conforme iba hablando, no pude evitar ir arqueando ambas cejas ante lo absurdo de la situación. Cuando terminó, lo miré, con las cejas alzadas y...

Me eché a reír. La situación era, desde el punto de vista del que la vieses, absurda. Completamente absurda, de hecho. Decidí no darle importancia a lo surrealista de las acciones, y sonreí.

Como ya era bastante tarde, decidimos volver al Palacio.

*se van*

FdR. cutre post~

Aunque había amanecido una mañana fría, había conseguido convencerme a mí misma de ir al lago. Desgraciadamente, estaba empezando a acostumbrarme al clima de Fulmen, lo cual me hacía mucho más vulnerable al frío que cuando estaba en Aqua. Sin embargo, pretendía mantenerme resistente a las bajas temperaturas, así que me dirigí resuelta al lago, una vez más. Había pasado una temporada en la que el agua empezaba a resultarme más indiferente, pero estaba recuperando mi afición a nadar.

Reacia a sentir el frío, decidí entrar en el agua de golpe. Cuanto antes estuviera dentro, antes me acostumbraría a la temperatura. Corrí hacia la orilla, y cuando el agua me cubría por la cintura, me lancé a ella y empecé a bucear, en busca de zonas más profundas.

*Bucea*

FdR.: No estoy~

Caminaba con las manos en los bolsillos por la orilla del lago, dándole pataditas a una piedra.

Esta vez, en vez de ir por el camino de siempre, había ido por la otra punta del lago. Casi nadie iba por aquella, mas que nada porque era la más alejada y menos cuidada.

Suspiré... el palacio llevaba unos meses muy tranquilo. La misión había hecho que muchos de nuestros amigos se fueran y, parecía que no iban a regresar nunca.

Estaba aburrido.

No tenía nada que hacer, por lo que me desvestí y me meti en el lago... por lo menos me distraería un poco.

Una vez en el fondo del lago, extendí mis membranas (incluída la de mi única oreja) pero al momento, sentí como esta vibraba, sintiendo a alguien que hacía vibrar el agua de forma extraña.

Me llevé una mano a la boca y encogí la oreja al instante. Si había alguien, no quería que viese mi disformidad... o quizás fuera ese craken del que la gente habla mendiante rumores... rumores... nunca lo había visto, pero... ahora no sabía si era mejor que hubiese alguien en el lago o un monstro.

Me quedé escondido detras de una piedra en el fondo. A ver si era capaz de localizar las ondas del agua.

Bucear era genial. Sentir la libertad de estar en el agua y moverme con total calma, o bien acelerar de golpe, entre los peces, tocando el fondo y volviendo a la superficie, para sentir al salir el frío del aire en mi cara mojada... Definitivamente, podría vivir en el agua toda la vida sin problemas.

En un momento que salí a la superficie, noté en mis membranas de pies y manos unas hondas extrañas en el agua, y estuve casi segura de que se trataba de una presencia humana. Decidida a encontrar al intruso, me sumergí de nuevo, extendí mis orejas al máximo y me dejé guiar por las vibraciones, en busca de algo que las explicara. Con cierta cautela, me dirigí hacia el fondo del lago, y allí lo vi. Silvanus Kettleburn se escondía detrás de una roca, pero yo me acercaba a él desde atrás y no podía verme.

Desde mi posición, observé su única oreja extendida, y recordé la historia de cómo había perdido la otra. Me preguntaba si la falta de una oreja le impediría percibir las vibraciones con la claridad que las percibía yo. Decidí alejar esos pensamientos de mi cabeza y me acerqué a él, intentando moverme de forma que quedara claro que me acercaba para no asustarlo. Cuando estuve cerca, extendí una mano para saludarlo, y le hice una señal para que me acompañara a la superficie.

Estaba bastante concentrado, con los ojos cerrados y moviendo la membrana de mi oreja, haciéndola vibrar bastante para captar todo lo que pudiera. Pero no era fácil. El hecho de no compaginar la información que obtenía con la que debería obtener de mi miembro amputado, hacía que lo que percibía fuesen conceptos bastante distorsionados de la realidad y que no me ayudaban a localizar el punto exacto del ser al que buscaba. Esa inseguridad me ponia muy nervioso.

Pude sentir algo a mis espaldas, por lo que me dí la vuelta despacio, para ver que era lo que se acercaba. Pero me asusté un poco al ver que Massen estaba a menos de medio metro de mí. Que susto. Sabía que había alguien detras de mí, pero mi disformidad me impedía conocer a que distancia se encontraba.

La saludé con mi mano bastante rojo por que había visto mi membrana extendida y eso me daba mucha vergüenza y subí (al tiempo que recogía mis membranas) ya que me había echo señas para hacerlo.

Una vez en la superficie, le hablé.

-Hola Massen! menudo susto me has metido- dije poniendo mi mano en su cabeza y frotándola fuertemente (pero sin llegar a hacerle daño)

Una vez en la superficie, comenzamos a hablar.

- Perdona, no era mi intención asustarte -me disculpé, medio riendo-. Por eso me acerqué moviéndome tanto. De todas formas, si quieres evitar peligros, esconderte en el fondo del lago no es la solución -me medio burlé, guiñándole un ojo para que viera que estaba de broma.

Luego comencé a nadar, esta vez sin sumergirme.

- ¿Qué tal estás? No he vuelto a verte desde la misión -comenté.

-Ya pero es que...- dijo apuntándome la cicatriz de mi oreja, hundiéndome en el agua hasta la nariz. Porque me daba vergüenza.- me cuesta sentir debajo del agua.

Comencé a nadar a su lado, siguiéndole a su ritmo.- pues nada, de momento todo va bien... bueno... -quise contarle lo de Aren, pero no me atreví. Aren me dijo que la discreción sería nuestra mejor arma.- digamos que he estado entretenido- dije rascándome la nuca y riendo.- nah, pero nada nuevo-digo hundiéndole por los hombros en el agua para jugar con ella. Era muy divertida- Jajaja Massen siempre te pillo! jaja

Sonreí con tristeza. Era un chico demasiado impulsivo. Hice un gesto para indicar que no había de qué avergonzarse. Mientras nadábamos, me dijo que todo seguía como siempre.

- Me alegro -contesté-. Yo estoy un poco aburrida, pero siempre acabo encontrando con qué entretenerme...

Entonces me hundió en el agua, como ya había hecho alguna vez, pero en esta ocasión me dejé llevar por su impulso para sumergirme más y bucear hasta alejarme. Entonces, emergí riendo.

- Siempre igual, Kettleburn -comenté-. Pero que sepas que esta vez lo estaba esperando...

Sin esperar a que se acercara, seguí nadando, aunque con calma.

Moví las cejas de arriba abajo muy rápido y le dí un codazo- así que sí, eh, pequeñaja? ¿siempre encuentras entretenimiento? y parecías tonta jaja- digo riéndome.

Después la hundí y la joven salió a unos metros de mí. Entonces me recrimina mi comportamiento y yo me encojo de hombros y voy nadando como un perrito hasta alcanzarla. Me aparto un mechón rubio de la cara- ¿No me vas a decir quien es tu novio? o solo era una excusa para hacerte la interesante? Venga, enana, dime, dime, dimeeee- digo cogiéndole de las bochechas- venga,que no se lo voy a decir a nadie.

De pronto, Silvanus empezó a decir cosas raras. ¿A qué creía que me refería con entretenimiento? Pronto quedó claro. ¿Un novio? ¿Un chico? ¿Y para qué quería yo de eso? Me agarró los mofletes y me los empezó a mover, y entre sus pellizcos y mi confusión, acabé roja como un tomate.

- ¿Que quién es mi novio? -le agarré las manos para que me soltara las mejillas, porque me estaba haciendo daño-. ¿Por qué iba yo a tener novio? Tengo trece años... No me interesa en absoluto. Además, los chicos sois todos unos tontos. ¿Por qué iba a querer tener a uno detrás todo el día?

Me sumergí para mojarme la cabeza, porque se me estaba secando el pelo y era desagradable, y volví a emerger con una sonrisa pícara y una pregunta en los labios.

- Pero tú seguro que tienes -al momento siguiente recordé su confesión acerca del señor Darvenwish, pero ya era tarde, así que me esforcé por parecer inocente y esconderme tras una sonrisa.

Me llevé una mano al pecho y puse cara de indignación- Ohg! que ataque más gratuito hacia mi! oye! que yo soy un chico! jaja- digo en tono bromista. Le pasé una mano por el hombro.- algún día me explicarás porqué los chicos somos tan tontos- dije frotándome la cabeza con una sonrisa.

Entonces se hundío y salió de nuevo con el pelo mojado para decirme aquellas palabras que hicieron que dibujase una mueca de dolor que rápidamente encubrí con una falsa sonrísa.

-Massen... como te pasas- dije un poco triste.- Tsk... bah, dá igual, dije con una mirada melancólica y que se comenzaba a llenar le lágrimas, pero que no llegaron a salir de mis cuencas.

-¿Nos vamos pequeña?- digo nadando hacia la orilla.

Ella me siguió y despues de vestirnos, nos fuimos a comer algo al palacio.

Lo que más me gustaría en este mundo sería que Aren fuese mi novio... pero eso era imposible, su situación me dejaba a mí no en un segundo plano, sino ya en un tercero por lo menos y, por mucho que estirase mis brazos para alcanzarle, nunca lo haría y esa sensación de estar luchando por algo que jamás se va a conseguir me quemaba por dentro y consumía rápido mis ganas de vivir, otorgándome la sensación de que mi vida era una farsa ya que nunca iba aser realmente feliz...

*se van*