Lago

Aparecí en el lago, con una toalla en las manos. El lago, a diferencia que hacía unos días, estaba vacío. Colgué la toalla en una de las ramas de un árbol y me descalcé. Di un par de vueltas por la orilla y, luego, volví al punto donde había dejado mis cosas. Me desvestí. Coloqué mi ropa en el mismo lugar en el que había dejado la toalla.

Me acerqué al lago, comencé a adentrarme en él y, cuando estuve a una altura considerable, me sumergí.

*se queda*

Llegué al lago guiándome con un pequeño flagrare para llevar a cabo mi ritual de siempre. Estos días habían sido tranquilos con lo que el ritual podría ser rápido. Igualmente me agradaba mucho poder hacerlo, era verdaderamente hermoso, así que no importaba si tardaba demasiado. La verdad es que hacía un poco de frío, pero enseguida se me pasaría.
Me acerqué a un árbol y me desvestí con calma para ir adaptándome al clima. Siempre estaba muy cómoda sin ropa pero pensar en que pudiera verme alguien era terrible, por eso venía cuando el sol ya se había puesto del todo.
Después de dar un par de pasos por la hierba del lago me acerqué a la orilla con las manos agarradas y apoyadas en el centro de mi pecho. Toqué el agua con la punta del piel y comencé a introducirme sin miedo. El agua estaba fría pero pronto me acostumbraría. Me metí hasta la cintura y comencé a mojarme los brazos como siempre antes de llegar a introducirme del todo.

Abrí los ojos al notar un movimiento de las ondas del lago. Algo (o alguien) había entrado en el lago. Sin salir a la superficie, me acerqué hacia la zona de la que nacían las ondas. Cuando estuve lo suficientemente cerca, me pareció vislumbrar la figura de una persona (o, al menos, algo con piernas de persona). Alcé una ceja, con la confusión pintarrajeada en la cara, y saqué la cabeza fuera del agua. Empequeñecí los ojos, tratando de distinguir a la persona que, en teoría, tenía enfrente, y ladeé la cabeza.

No veía nada. Pensé que debería decir algo, pero, como no se me ocurrió nada, permanecí en silencio.


FdR. e_____________________________e muerte y destrucción para este post.

Estaba agarrándome el pelo para introducirme en el agua cuando noté que la superficie del lago a mi alrededor se movía. El agua en calma no se movía tanto por el viento con lo que una persona o criatura estaba por allí. ¿Sería el craken? Dudaba que semejante animal de leyenda que ni se sabía si existía en el lago estuviese tan cerca de la orilla. Me moví rápidamente hacia el lugar donde más movimiento noté y me puse a la defensiva con los brazos. "¿Quién va?" pregunté con el ceño fruncido tratando de ver algo. Entonces escuché como algo salía a la superficie cerca de mí y, en un acto reflejo, grité: "¡Flagrare!" y dediqué una bola de fuego a aquello que se estaba aproximando.

Abrí mucho los ojos y volví a sumergirme al ver cómo el/la flamma me lanzaba un flagare. Fruncí el ceño, aún bajo el agua, y apreté la mandíbula. Repasé, mentalmente, a los flamma que había en el Palacio. Por un lado estaba el chico que había acabado en los calabozos el primer día (no sabía cómo se llamaba y nunca me había cruzado con él). Por otro lado estaba Summer Bullet, la flamma con la que me había encontrado el otro día en el lago (y que, muy amablemente, me había echado). Teniendo en cuenta esos datos, supuse que la persona (no había duda alguna de que era una persona) que estaba frente a mí era ella. A fin de cuentas, nunca antes me había topado con el flamma en el lago.

Volví a asomar la cabeza, con el ceño fruncido, y clavé mi vista en la silueta que debería ser ella.

— Summer Bullet — siseé —, ¿qué estás haciendo?

Momentos después de lanzar el flagrare una voz conocida gritó mi nombre y me eché algo hacia atrás. Era... no podía ser... ¿En serio acababa de...? Abrí mucho los ojos y me puse tensa. "¿Bu...- Blues... Splash...?" pregunté con gran temor. Como hubiese estampado un flagrare a un líder al que había faltado al respeto hacía pocas noches iba a acabar muerta o encerrada o... Me puse roja, aun no sabía qué clase de persona era Blues Splash y, aunque parecía joven por su voz, si era líder sería un joven muy serio o malhumorado ya que siempre hablaba con un tono muy seco. "Lo siento de verdad, se lo juro... pero...¿Por qué se acerca tan sigilosamente, señor? ¿No ve que hay una dama bañándose? Yo... pensé qe usted atentaría contra..." digo con gran vergüenza, cubriéndome y deseando que aquel líder no pudiese ver nada de mí en la noche.

Escuché en silencio sus explicaciones. Conforme hablaba, mi expresión facial variaba entre la incredulidad, confusión y sorpresa. Para cuando terminó de hablar, tenía las cejas alzadas y la confusión estaba presente en toda mi cara. Parpadeé varias veces. Miré a los lados. Fruncí el ceño. Volví a mirarla. ¿Por quién me tomaba? ¡¿Y acaso no había visto ella que YO estaba bañándome antes? ¡Yo estaba ahí cuando ella llegó! ¿No me había visto o qué?

Chasqueé la lengua y resoplé.

— Primero, yo estaba antes. Así que deberías haberte fijado tú. — dije, con tono monocorde —. Segundo, no veo nada porque es de noche. No sabía quién eras. Pensé que podría ser una bestia o cualquier otra cosa. Por eso me acerqué con cierto sigilo. — La miré de reojo —. Tercero, no tengo el más mínimo interés en atentar contra ti. Y, por si no había quedado claro, sí, soy Blues Splash. LA misma.

El líder empezó a hablarme con reproche explicando su forma de actuar y, a pesar de que me seguía pareciendo descortés por su parte, no dije anda para no caldear más los ánimos. Ahora solo quería irme lejos y salir del potencial rango de mirada de aquel joven. Pero entonces me sorprendió con su última frase y alcé las cejas. ¿"La misma"? Entonces Blues Splash era una mujer... Me relajé al momento y aflojé las manos que me cubrían. Incluso suspiré. Si era una mujer no importaba tanto. Me incliné un poco haciendo una reverencia para disculparme, aunque no sabía si podría verlo. "Lo lamento enormemente, señora. Debería haberme fijado un poco antes de entrar y, respecto a mi confusión, me disculpo de nuevo. Es que me enturbia mucho el trato con los hombres y todavía más si estoy en esta situación en medio de mi ritual de purificación" Le explico antes de levantarme ya con un gesto más calmado. Casi se me dibuja una sonrisa de satisfacción. La primera líder que conocía era una mujer, una mujer dura y luchadora que no tenía intención de atacarme y a la que le gustaba el lago.

Escuché sus disculpas. La confusión de mi rostro se transformó en satisfacción. Por supuesto, la culpa había sido de ella, por lo que hacía bien en disculparse. Me pareció que se movía, aunque no pude ver qué hacía exactamente. Me dio igual. Sea lo que fuera que estaba haciendo no era de mi incumbencia

Cuando terminó de hablar, asentí con sequedad. Clavé mi vista en su silueta (no podía ver nada) y ladeé la cabeza, con un amago de sonrisa en el rostro.

— Acepto tus disculpas en lo referente al lago. En cuanto a tu otra confusión, no te preocupes. No tiene demasiada importancia — Retrocedí un poco —. ¿De qué va tu ritual de purificación, por cierto? Nunca he visto a alguien que hiciese esas cosas.

Como la líder Splash aceptó mis disculpas me alegré bastante. Al fin había acabado mi periplo del desconocido en el lago. Entonces ella preguntó por mi ritual. "Pues se trata de un ritual que solemos practicar en mi santuario todos aquellos destinados a la torre. Se trata de purificarnos con agua natural y corriente, a poder ser en un sitio silvestre para limpiar el alma de toda la "suciedad" del día, por así decirlo" Le comenté en un principio aunque no sabía si una persona no devota llegaría a comprender para qué se realizaba. "Es como si se tiene un pergamino en blanco todas las mañanas, se anotan las cosas que se tienen que hacer y, una vez finalizado el día, se borra y prepara para el día siguiente" Aclaré con convencimiento y ánimo. Relajé los brazos y rocé el agua con las puntas de los dedos mientras perdía mi azulada vista en el negro lago. "Es una forma de sentir más cerca a la diosa" Añadí con nostalgia.

Escuché sus palabras con atención. El tema me interesaba no porque compartiese sus creencias, sino porque no había tratado antes con alguien adscrito a ese tipo de culto. Me pregunté a qué se referiría con lo de la torre, y a qué se refería con la suciedad del día. Pensé que, tal vez, era el término que utilizaban para designar a un mal suceso, o momento, pero descarté la idea. Si hacían ese rito todos los días, no podía estar relacionado con una mala experiencia, sino que debía ser algo más general. Cuando sacó el tema del papel, supuse que la suciedad se refería al día entero (a los días en sí mismos, mejor dicho).

Fruncí ligeramente el ceño. ¿Realmente notaba algo al llevar a cabo ese rito? ¿Cambiaba algo en su día a día? Supuse que no, pero no lo dije en voz alta. No quería ser descortés.

— No entiendo muy bien lo de la suciedad del día. Me imagino a que te refieres a que el día en sí está contaminado por algo no determinado, pero no estoy segura. — Di un par de brazadas hacia delante —. Pero supongo que está bien.

La líder escuchó mis palabras en silencio para luego indicar que no entendía demasiado lo de la "suciedad". Me introduje en el agua del lago y salí de nuevo. "Se trata de todo aquello que puede perturbar el alma durante el día a día. Mi creencia recoge la idea de que el alma está mucho más allá de lo material por eso el cuerpo ha de estar alejado de aquellas tentaciones que llegan a perturbar al alma, esta no ha de alejarse de su espiritualidad debido a la corrupción del cuerpo" Le expliqué con calma mientras miraba al cielo de vez en cuando . "Cada día estamos expuestos a multitud de factores que entran en contacto con nuestra alma y pueden llegar a perturbarla. Por ejemplo, en mi caso, y en el de todas las mujeres de mi santuario, el contacto con los hombres ha de limitarse lo más posible ya que estos alteran el alma de forma muy intensa y pueden llegar a poner en peligro nuestra espiritualidad. En las chicas del santuario en general no es tan exagerado, claro, pero en las personas destinadas a la torre como yo que tenemos un contacto más íntimo con la diosa, ese factor es muy importante" Le expliqué tratando de hacerle entender lo mejor posible. "La purificación diaria me permite estar segura de que mi cuerpo sigue siendo el mejor recipiente de mi alma de forma que esta siempre esté preparada para recibir a la diosa" Concluí con una sonrisa nostalgica y casi cariñosa que la líder no podía ver.

Fruncí el ceño. Parpadeé varias veces. Su explicación de la suciedad resultó ser más rara (y enrevesada) de lo que pensaba. No dije nada durante su explicación. Me limité a asentir, con la confusión dibujada en la cara, y a escuchar. Según lo que decía, el contacto con los hombres alteraba de forma muy intensa el alma. Me pregunté qué diferencia habría entre un hombre y una mujer en ese aspecto, pero no pronuncié mis dudas en alto. También me pregunté a qué se refería con recibir a la diosa, pero, de nuevo, permanecí en silencio.

Cuando terminó de hablar, esbocé una sonrisa (amplia y falsa) y asentí varias veces.

— Vaaaayaaaa... Interesante, sin duda. Gracias por la explicación.

Fruncí el ceño. Miré a los lados. Me sumergí en el agua. Permanecí unos segundos bajo el agua y luego asomé la cabeza.

— Entonces, ahora mismo... Tu ritual se ha interrumpido, ¿no? Es decir, como estoy yo — Me señalé —, tú estás expuesta a suciedad, — La señalé a ella —, por lo que el ritual no se está llevando a cabo. ¿O sí? ¿Funciona igual a pesar de que esté yo delante?

Tras corroborar que la líder había captado mis palabras negué con la cabeza ante su pregunta y me froté los brazos porque empezaba a tener algo de frío. Me di cuenta de que ella no podía verme así que negué en voz alta. "Realmente es un alivio que sea usted. Lo cierto es que mi ritual se ha visto interrumpido pero el hecho de que quien lo perturbe sea un mujer hace que el rigor sobre su repetición sea menor. Digamos que sería mejor estar sola, pero no pasa nada si hay chicas delante" Comenté escurriéndome un poco el pelo. No hacía falta que me lo escurriese demasiado porque no lo tenía muy largo.

Torcí una sonrisa.

— Interesante...

Me aparté el flequillo de la cara, echándolo hacia atrás. Me sumergí en el agua. Volví a asomar la cabea. Miré a Summer. Sonreí.

— Realmente interesante, Summer Bullet. Pero, si me disculpas, he de irme. — Estiré los brazos —. Espero que nos veamos de nuevo y que, en ese hipotético encuentro, no me lances ningún flagare. Adiós.

En lugar de acercarme a la orilla a nado, me transporté al lugar donde había dejado mis cosas. Me sequé con la toalla que había traído y comencé a vestirme. Antes de calzarme, me giré hacia el lago al escuchar la voz de Summer. Empequeñecí los ojos, buscándola. Vislumbré su silueta a unos metros de la orilla. Supuse que se iría, por lo que decidí esperar. No me pasaría nada por volver con ella.

Me calcé las botas, esperé a que ella terminase de vestirse. Luego nos fuimos.

*se van*

FdR. :__________D Ordenador muerto.

Hacía algo de frío cuando salí para darme mi baño habitual. Era un poco tarde esa vez pero así me aseguraba de que nadie estaba por allí rondando. No tenía muchas ganas de desvestirme con el aire que corría pero debía llevar a cabo el ritual.
Me saqué la ropa y me dejé puesto un camisón blanco para cubrirme un poco del frío al menos y evitar coger un constipado. Era blanco y bastante poroso con lo que serviría para el ritual sin suponer un impedimento.
Me metí en el agua despacio porque estaba bastante helada pero una vez me mojé los muslos preferí acelerar para mojarme pronto. Me metí todo lo rápido que pude hasta que el agua me cubrió el vientre y me introduje en el lago hasta mojarme el pelo. Al salir de nuevo cogí una bocanada de aire y el vaho empezó a salirme por la boca. Hacía frío. Encendí un flagrare para calentarme un poco la zona abdominal pero rápidamente comencé a recitar las frases que debía para acabar con aquello.

El líder caeruleus apreció una noche más la presencia de flagrare en el lago y la curiosidad al fin superó su trabajo o pereza. Se acercó al lago para comprobar de quien se trataba ya que, a pesar de que conocía la afición de Blues Slash por pasarse allí el día, era practicamente imposible -o improbable- que ella conjurase aquellos insignificantes flagrare.

Harta fue su sorpresa al llegar cerca de la orilla y encontrarse con una joven flamma bañándose de forma extranvótica y poco común vestida únicamente con un camisón que poco dejaba a la imaginación. No pudo ocultar una sonrisa pícara para sí.

Piel suave y brillante a la poca luz que otorgaban las estrellas aquella noche humedecida con la gélida caricia del lago. Era una visión bastante entretenida para una noche cualquiera. Por qué no habría venido antes a ver quien conjuraba aquellos flagrare.

Se acercó a la orilla y disfrutó de los sinuosos movimientos de la joven oculto entre las sombras del lugar. Llegado un momento comenzó a aburrirse de ser mero espectador y decidió hacerse presente.

- No es demasiado apropiado en un día como este darse un baño en estas aguas -. Comunicó con voz queda pero suficientemente alta como para que la muchacha lo escuchase. Su sonrisa maleficente quedaba tapada por su elemento.

Continué mi baño con algo más de prisa de lo habitual ya que el frío estaba consiguiendo ponerme la piel de gallina y era complicado concentrarse. Entonces, cuando estaba acabando de rociarme la cara, escuché una voz grave y profunda que venía desde alguna parte de la orilla. Instintivamente me tapé con las manos y me agaché un poco. Esta vez sí estaba claro que era un hombre el que me hablaba. "Quizá tenga razón, pero es un rito necesario para mí" Le dije tratando de localizar donde estaba. No sabía si podía verme y, aunque esta vez llevaba el camisón, eso y nada era una misma frase. "Podría alejarse un poco. No es que desee echarlo, pero que usted me viera echaría por tierra todo mi ritual" Le informé cortesmente mientras permanecía metida en el lago. Empezaba a temblar por el frío del agua.

La chica reacció al momento en cuanto escuchó la voz de líder y se cubrió con apremio. El jefe caeruleus torció su sonrisa al verla.

Entonces la chica mencionó que aquel era una especia de ritual que debía realizar y, al parecer, ser observada haría fracasar su tarea. Obviamente el líder Darvenwish no era hombre de echar por tierra un trabajo esmerado como aquel con lo que hizo acopio de lo que él consideró buena conducta y respondió a la flamma.

- No temas, ¿cómo voy a verte en esta penumbra? - Quiso verdaderamente soltar una carcajada en cuanto pronunció la frase pero por supuesto él el número uno manteniendo la apariencia y si debía indicar que no era caeruleus se creería incluso él mismo que no lo era solamente para que la chica lo tomase en serio.

- ¿Qué clase de ritual es el que realizas? -Preguntó con curiosidad por conocer de aquella conducta. Tenía entendeido que cierto tipo de creencias llevaban a cabo aquellos rituales relacionados con el agua, sus cualidades curativas, el hermanamiento con el entorno... Bobadas de ingenuos estúpidos que necesitaban creer para sostener su patética vida.

El hombre contestó más rápido de lo que habría pensado y dijo que no me preocupase ya que no podía ver debido a la noche. Me tranquilicé un poco al saber ese dato ya que descartaría que se trataba de un caeruelus que podría verme perfectamente. Relajé los músculos y me erguí de nuevo para salir del lago "Si no le importa saldré antes de responderle. Es cierto que no es muy recomendable permanecer en estas aguas mucho tiempo esta noche" Le dije antes de esperar unos segundos y caminar en dirección a la orilla. Una vez fuera del lago encendí un flagrare que me serviría para tres cosas: una era calentarme un poquito antes de conseguir llegar a mi ropa, otra era ver el camino hacia la misma y la tercera comprobar quien era el hombre que me había hablado. "Si no ve puede guiarse por mí, pero le pediría que esperase un momento a que me vistiese"
Me encaminé a mi ropa y me vestí con rapidez. Aunque me dijese que no veía nada era bastante perturbador saberse desnuda con un hombre con semejante voz cerca. No porque resultase incómoda sino porque sonaba imponente. Mientras me vestía empecé a responder a su pregunta. "Pues se trata de un ritual de purificación que debemos realizar las militantes de mi santuario. Soy una de las sacerdotisas pertenecientes a la torre y ese deber me obliga a ciertas cosas. Cuando recibí el aviso me comprometí a continuar con mis deberes a pesar de venia a cumplir con mi mundo. No he querido molestarle, pero una de las restricciones es el trato indebido con hombres. Espero que no se sienta ofendido."
Sonreí con cierta nostalgia y por fin acabé de vestirme. Encendí otro flagrare para volver a ver y buscar nuevamente al hombre. -Por cierto, mi nombre es Summer Bullet. ¿Cómo debería llamarle?

FdR: jope, gracias por la parte que me toca jajaja que vil

El líder caeruleus casí se permite reir con satisfacción al comprobar que su burda artimaña había dado resultado en aquella joven ingenua. ¿Realmente creía que un hombre no caeruleus paseaba por el lago a oscuras a aquellas horas? El líder compadeció la pobre mente de la muchacha llena de estupideces y santerías que esprimían hasta la última gota de intelecto.

En cuanto salió del agua y encendió el flagrare el líder se mantuvo alejado del foco de luz sin mencionar palabra. Luego observó como la joven se cambiaba de ropa mientras le hablaba de su creencia. Había escuchado hablar de ella pero nunca le había dado importancia. Para él todo tipo de religión resultaba una farsa destinada a exprimir las cualidades de todos aquellos inútiles que se las creían. Además estaba seguro de que muchas tenía un afán de roce poco saludable. Respecto a la creencia de la flamma, seguramente resultaría un cúmulo de lesbianas reprimidas que no sabían más que reunirse en sus santuarios para realizar orgías alejadas de miradas indiscretas y críticas. Su hilo de pensamientos le arrancó otra sonrisa. Le recomendaría el lugar a Blues Splash.

- No te preocupes, querida, estoy bien así. Así que tu ritual es diario, asumo. Eso de la purificación resulta bastante complejo -. El líder se vio entretenido mientras la chica, ingenua a su posición, continuaba charlando amablemente. A la disculpa de la chica el líder soltó una risa seca. -Tranquila, no me onfendes. Es algo que debes cumplir -. Indicó sin prestar atención a la conversación.

Se fijaba en el brillo que producía la piel de la muchacha y la forma en que cada una de sus escamas parecían formar arcos brillantes debido a la reacción frente al frío. Sus ojos tampoco eran ningún desperdicio y en fisionomía no resultaba nada deleznable. El líder Darvenwish se acercó unos pasos a la muchacha.

- El frío es algo abstante perturbador. Uno hace lo posible por solventarlo -. Indicó arrastando un poco las palabras mientras continuaba acercándose. Llegado un momento, acortó el tiempo de esperay desapareció para aparecerse a la espalda de la joven y susurrar.

- Espero que tengas un método apropiado -. Amplió su sonrisa y pasó un dedo por el hombro de la chica. -Un placer conocerte Summer Bullet. Si preguntas como deberías llamarme la respuesta puede ser muy variada. -Amplió su sonrisa .- La mayoría me conocen como Aren Ferenc Darvenwish -.

Dicha aquella presentación, esperó unos segundos y desapareció de detrás de la muchacha. El líder marchó satisfecho y divertido del encuentro.

*Desaparece*

FdR: Estás hablando con el ser más vil, troll y retorcido de Mithos u.u XDD

El hombre parecía amable y educado al responderme pero por alguna razón todavía no lo había localizado a mi alrededor y eso volvía la situación un poco extraña. Lo que no la convertía en mala ya que realmente me parecía en parte divertido. Era como uno de esos amigos invisibles que tenías de pequeño al que no veías pero con el que compartías secretos.
Me sentí un poco mejor cuando respondió que no le había ofendido. Ya había sido suficiente cuando había metido la pata con la líder piscis y no quería repetirlo.
Entonces el hombre permaneció callado unos segundos y comentó algo acerca del frío "Sí, lo cierto es que siempre he preferido el calor porque..." Pero ya no pude continuar porque sentí su presencia tras de mí y me quedé helada durante unos segundos.
El hombre susurró algo que no sabía si llagaba a entender pero el hecho de tenerlo a aquella distancia susurrando suavemente ya resultaba realmente estremecedor. Llegué a ruborizarme debido al cambio de situación tan repentino. Me recorrió un escalofrío en cuando me pasó un dedo por el hombro y no me moví. No entendía qué pretendía ni tampoco por qué había olvidado que en aquel lugar corría el aire. "Di-disculpe pe-pero..." Traté de cortar el rumbo de sus susurros pero no fui capaz. Entonces dijo que había ser un placer conocerme y mencionó mi nombre completo con un tono que parecía portador de una sonrisa que nos tenían advertido evitar. "Aren Ferecnc Darvenwish" Ese nombre resultaba tan altamente familiar.Traté de pensar con rapidez, pero había algo que no coincidía... Quien podía ser si no... ¿Me-me había estado mintiendo y...? Abrí mucho los ojos y me llevé las manos a la boca. "El líder caeruleus" Pensé de forma que un nuevo y enorme escalofrío me recorrió antes de sentirme realmente rodeada.
Entonces la presión desapareció de golpe y me di la vuelta como un rayo. Ya no estaba allí, se había ido y el corazón me latía de tal forma que casi conseguí salírseme por la boca. Miré al lago casi con decepción y, a pesar de haberme sentido más perjudicada en aquellos momentos que en toda mi estancia en Brontë, decidí que no volvería a purificarme allí. Al menos aquella noche.



FdR: loool pobrecita. Ro tenía razón, ha sido una nueva víctima de tortura psicológica por parte de ese hombre jajaja

Creí que cargar con un par de cosas iba a ser tarea fácil, pero lo cierto fue que cuando alcancé mi objetivo (el lago) estaba bastante derrengado.

Jadeante, puse un bonito mantel de cuadros en el suelo y dejé las cosas encima, tapándolas con una tela para poder ejercer mi siguiente misión.

Me eché sobre la hierba apoyándome sobre loas brazos, abdominales arriba, y me sumí en un ligero sueño para no aburrirme esperando.

*se duerme XD*

Llegué al lado, con una sonrisa muy, muy grande en los labios. Una vez allí, me puse a buscar a Rick (que, deduje, debería estar ya por ahí). Tras pasar un rato (no muy largo) sin encontrar nada, mis ojos se encontraron con su figura. Estaba tumbado en la hierba. Ensanché la sonrisa.

Me acerqué hasta donde estaba y, una vez allí, ladeé la cabeza. Estaba durmiendo. A su lado, había algo tapado con una tela (no quité la tela, por lo que no sabía qué era). Permanecí unos segundos en silencio, sin saber muy bien si tendría que despertarle o no. Finalmente, decidí agacharme a su lado, y tocarle el hombro (sin demasiada fuerza).

— Ey, Rick... ... Hola...

Me pasé una mano por el cuello, aún sin levantarme. Si no se despertaba así, volvería a repetir la acción hasta que, finalmente, abriese los ojos.

Abrí los ojos. Como empezaba a oscurecer tuve que escudriñar un momento para poder ver bien (y también era debido a que acababa de despertarme).

- Mierda... -gruñí, y me puse en pie de un energético salto-. ¡¡Está todo sin hacer!! ¡¡Lo siento, lo siento!!

Empecé a cacharrear con una olla y a buscar palos por el suelo con la mirada.

- ¡Fuego, fuego! Pero antes necesito madera y... ¡¡Oh, soy un inútil!!