Lago

-Eh?- heylel me despertó de mi amodorramiento- bueno, pues tu no te quejaste mucho esta noche... parece que te gusta mucho tenerme a tu lado aunque te hubieras ido así, sin despedirte ni nada- dije con tono socarrón.

-Si que me dan bien de comer, sabes que soy vegetariano- dije viendo al medio del lago-. los pesco y los suelto de nuevo- hago una pausa larga- ¿sabes? ya no me acuerdo a que sabe el pescado...

-Sientate a mi lado anda, que pareces una estaca ahí de pie- dije riendo.

-Lo cierto es que dormí bastante incómodo y acalorado -.Le comento dándome unos golpecitos en los hombros.

Me siento a su lado y miro lo que hace.

-Vaya, parece suuuper divertido... -.Digo con tono monocorde mirando el lago con la cara apoyada en la mano derecha mientras estaba descansaba sombre mi rodilla. Lo miro. -Así que eres solo medio vegetariano, ¿eeeh? Eso de haber sabido a que sabe el pescado...

-Si es que yo doy mucho calorcito...- dije conriendo.

-Hombre, claro que he comido pescado, mis padres me lo daban cuando era pequeño. Sin embargo la carne... no teníamos mucho dinero, ¿sabes? así que rara vez la comprabamos y yo rara vez la comía. Mis padres me dijeron que con diez años o así vi como mataban un cerdito delante de mi y que desde aquella no quise volver a saber nada mas de la carne, aunque yo no me acuedo muy bien cuando dejé de tomarla exactamente... creo qeu fue algo progresivo. Solo se que con 13 años, ya no tomaba ni carne ni pescado, por eso digo que casi no recuerdo su sabor. A veces ma apetecería probarlo... pero creo que no esté preparado aún para comerme algo que tiene, bueno tenía ojos, boca, un cerebro, una cara... como nosotros... no se...


-¿que hiciste tu?- pregunte curioso.- ¿le mandaste una carta a Gabrielle contándole nuestra apasionada noche de amor? Jajaja así tendría un motivo para venir a Brontë: partirte la cara.

-Que niño más sensible...- Comento jocoso a su anegdota. -Pasando hambre y con esquisiteces... No debiste haber apsado demasiada entonces -.Le digo mirando como un pez se acercaba y hacía vibrar la caña.

Entonces pregunta qué he estado haciendo.

-Sí, he escrito a Gabrielle contándole como un enano cagón no puede dormir solo por las noches. Pero creo que si viene, la cara te la partirá a ti por no dejarme descansar -.Comento dándole una pequeña colleja.

-No soy sensible... a ver... que sea vegetariano no quiere decir que no sea capaz de matarlos... creo...me da un poco igual matar si me van a atacar, por ejemplo un animal salvaje o así, pero de ahí a metermelo en la boca... uf, hay un paso importante, ¿no crees? es como si...- mi respuesta se vió interrumpida por la vibración de la caña.
-Oh, Heyl, creo que ha picado uno.- dije corriendo hasta la caña y cogiéndola.- Ala, mira, a este no lo voy a devolver al lago. Te lo voy a dar a ti, ¿lo quieres? dije sacándolo del agua. Decídete pronto, que sino se va a morir- dije agarrándolo con una mano.

-Una cosa es querer comerte una rata gigante que quiere deborarte y otra es comer carne de... -No acabo mi argumento porque Silvanus se levanta rápidamente a por la caña. Y yo que la había ignorado...

Entonces me ofrece el pez. ... Este tipo no es normal. Abro los ojos algo estresado por el movimiento del pescado.

- ¡¿Pe-pero qué haces?! ¡Déjalo ahí, hombre! ... que yo prefiero que me lo den hecho ya -.Digo echándome a reír. -Si eso me avisas y un día que hagamos un camping o algo...

-Vaaaale, lo echo al agua, pues- dije lanzándolo al río con todas mis fuerzas- ala, a la porra el pez- dije con una sonrísa mientras me secaba las manos contra mi camisa.

Entonces dijo que le diera peces cuando fueramos de camping.
Entrecerré los ojos y separé las aletas de la nariz, bastante enfadado.

-¿Para que? ¿Para que me volvais a dejar tirado? o peor, ¿para que vayais y no me desperteis?- dije bastante cabreado.

Tonto Heylel... mira que... es que le cogía la cabeza así y... asdfghjkl

-Bueno, pero ya da igual, la próxima vez me iré de camping yo solo, jum!- dije cruzándome de brazos, pues aunque tristan había tenido la culpa de que no me hubiera enterado, aún me parecía un poco mal que me hubieran dejado alli tirado.

Silvanus tira el pez y entonces parece enfadarse por comentarle lo del camping. Al parecer todavía no ha superado el rencor que nos tenía a Hewi y a mí por no haberle despertado.

Me quedo mirándolo sin ningua expresión unos segundos. Entonces me pongo de rodillas y lo agarro de las piernas.

-Nosotros solo queríamos que descansases en tu último día pero quizás obramos mal por no despertarte porque la gente a veces quiere hacer cosas buenas para ayudar a alguien y resulta que se equivoca porque claro... -Le suelto una retahíla con voz perjudicada mientras le sigo abrazando las rodillas. Este tonto de Silvito ya verá él...

FdR: eso, eso, hazme esperar por ir a nadar... DX

Su gesto me pilló de improvisto y abri mucho los ojos

-Ohhh.. Heyl, dije acariciandole el pelo- tranquilo... jolin, no pasa nada, anda levanta, que te vas a manchar los pantalones, no seas tonto...- dije con los ojos un poco humedecidos- boh... mira lo que has conseguido - dije secándome una lagrimilla- perdoname, si es que a veces soy un poco borde y eso... no sabía que lo habíais echo para dejarme descansar- dije bajando un poco la cabeza,- ¿me perdonas?

Todo sale como estaba previsto. Si es que Silvanus es un bobo. Me rio con cierta malicia y me tiro de lado sin soltarle las piernas para que se caiga en la hierba. Cuando está bien caído le suelto y me siento en el suelo riéndome.

-Toma esa, por borde y bobo y por... humm gritarme -.Comento cruzándome de brazos y subiendo la cabeza con falsa indignación.

-AH- Heylel me tiró al suelo de golpe y me golpeé la cabeza contra el suelo.

-¡Au! ¡tonto! ¿porque lo has echo? ¿no estabas muy afectado? - dije mordiéndome el labio inferior con fuerza para aguantarme las ganas de llorar mientras ponía las manos en la cabeza, donde me había dado el golpe.- Heylel Tulvind, eres un gilipollas, ala, he dicho.- dige con unos morros infinitos y un poco rojo por la verguenza y el dolor.

Hice una pausa para recuperarme y continué.

-¿Acaso quieres pelea?, vas a ver, cuando termine contigo tendrás que comer el maíz con una pajita, gallinita- dije cerrando mis puños con fuerza delante de su cara sin poder evitar soltar una sonrisilla: Tampoco había sido para tanto y tampoco me iba a enfadar con el por eso... pero aquel acto clamaba venganza y ¡Por Mithos! si habria venganza...

Compruebo que silvanus no se ha hecho daño y veo como clama venganza. Le dedico una media sonrisa y me pongo en pie.

- ¿Que voy a ver? ¿Yo? Vengaa... Anda, dejate dejate no te vayas a ahcer daño solo ... si seguro que me das una patada y te haces daño tú -.Le digo, metiéndome con él. Le doy un pequeño empujón en un hombro. -Venga, machote .-Comento haciendo como que subo los puños.

-Ja!, no sabes tu con quien te has metido dije dando saltitos a mi alrededor y puñetazos cortitos al aire, jajaja vas a ver, Heyl, te vas a quedar peor que mi tia abuela Gladis.

Entonces me quedé viendole a los ojos- Venga pichón, vamos a ver que haces con un ala vend...- entonces callé de repente y dirigí la vista a algo que estaba a unos metros detrás de nosotros, a las espaldas de Heylel, intenté boquear algunas palabras, pero el miedo me impedía hablar.

-Ah..Ah... Heyl... - musité- no quiero asustarte... p-p-ero... no te muevas...- entonces alcé la voz como si la persona que estaba detrás nuestra se hubiese hacercado quedándose justo detrás de Heylel- Hola lider, Darvenwish... buenas noches, dije con tono firme, alzando la vista y viendo a un Aren inexistente que estaba supuestamente detrás del aether.

Si todo salía como era debido, Heylel se daría la vuelta y yo podría atacarle por detrás para darle su merecido.

Me río cuando Silvanus suelta sus amenazas y me preparo para un intenso torneo de cosquillas o algo similar cuando veo que su rostro cambia por completo a uno muy poco tranquilizador.

Lo miro extrañado y me pongo recto y normal dejando el juego de lado.

- ¿Qu- -Pero no puedo acabar la frase porque Silvanus se pone firme y saluda al líder caeruleus. Me pongo rígido y me da un pinchazo en el ala. Está detrás de mi, está detrás de mí, está... Rápidamente me doy la vuelta casi con sudor en la frente y... No hay nada. Giro la cabeza para ver al Silvanus.

- Eres un estúpido, ¿lo sabías? Eso sí que no tiene gracia... -Reprocho. Usar a ese tipo como broma es querer causar infartos.

la cara de Heylel era un poema y yo casi no podía aguantar la risa, cuando se dio la vuelta comencé a reirme de una forma incontrolada.

-Jajajajajajajajaja pagaría millones por volver a ver tu cara, Heyl, MILLONES! jajajajajajajajaja- me sequé las lágrimas de los ojos y continué- aiiiiiiiiiiiiiiiiiins que risa por dios, es que te tuviste que haber visto.

-Bueno, - dije remangándome- ahora es la hora de la verdad dije saltando encima de el con fuerza para tirarlo al suelo y meterle mis manos frías por dentro del cuello de la camisa- Nunca vencerás a un piscis tan listo y guapo como yo, pollo. Muajajaja- reí de forma maleficientemente falsa mientras no paraba de pinchar su cuerpo y tocándolo con mis heladas manos.

Lo miro seriamente mientras se ríe e ignoro sus tonterías mientras trata de hacerme caer molestándome sobre mi espalda.

-¿Te sigues divirtiendo? -Le comento tratando de mantener el equilibrio. Espero un poco a que baje la guardia por mi impasibilidad y entonces aprovecho para ponerme de rodillas con él a la espalda.

-¡Ahora verás! -.Y me echo hacia atrás dejándolo aplastadito contra el suelo, sirviéndome de camilla. Me quedo sobre él boca arriba. -Aish que bien descansa uno en este lugar con algo blandito debajo...

-Chi, mucho- dije dándole un mordisco en el cuello- mmmm que rico, ¡alitas de pollo!- dije que estaban ricas las alitas de pollo, pero nunca las había probado, así que no se asta que punto era cierto lo que decía, cosa qeu me hizo mucha gracia.


Pero Heyl no trataba de defenderse, y estar colgado de una persona cansa mucho, por lo que mis fuerzas comenzaron a flaquear, justo en ese momento, Heylel se calló de rodillas y se giró para dejarme aplastadito contra el suelo y el hombre.

-Aiiii!! Heyl, tonto! que me estoy clavando una piedra en la espaldaaaaaaa... ya veraaaas - dije pataleando, con la cara aplastada contra el suelo.- Aiiiiiiii Areeeeeeen Bluuuuuues, Jiiiiiill, Sveeeeeend, ¿Nagorr? ACUDIDMEEEEEEEE

Me río mientras patalea y llama a todos los líderes.

- Me parece que todos están demasiado ocupados como para escuchar a una hormiguita -.Le digo. Entonces salgo de encima de él y me pongo en pie.

Me llevo una mano al cuello para quitarme sus babas.

- Aj, venga, sin tanta confianza, ¿vale? -Digo con cierta sorna antes de tratar de ayudarle a levantarse.

- Bueno, se nos hace un poco tarde, ¿no? Ya no se ve un pimiento. Vamos para dentro, anda -.Le propongo. Si él no quiere al menos yo tengo la firme intención de irme. -Pero hoy duermes en tu cama -.Le advierto seriamente con el ceño algo fruncido y señalándole con el dedo. Pero relajo el gesto y vuelvo a reírme.

FdR: Llevatelos u.u pero no le hagas cosas raras ¬e¬

-Calla, gordo- le espeté cuando se levantó.- gordo gordo gordo y gordo!- dije pataleando

-Bueno, ya hemos dormido juntos, eso me dá +100 de confianza- dije frotándome el cuello. entonces me dijo que hoy dormía en mi cama- nuuuu pasaré frio, Heyl, ¿que hay mejor que el calor humano para pasar el largo invierno? vale, no soy Gabrielle, pero a falta de pan, buenas son tortas- dije dándole una bofetadita en la mejila y riéndome. Jajajaja tranqui, hoy dormiré en mi cama, descuida.

-Vale, vámonos que ya es tarde- dije echándole un brazo por encima de sus hombros. Nos fuimos hablando de cosas insustanciales y graciosas durante todo el camino


*se van*


FdR: choli* la noche es muuuuy larga... ya veremos yeah!

Llegué al lago, que a estas alturas del año tenía en las orillas un poco de escarcha por el frio.

Tristán volaba a mi alrededor echando vaho por la boca y yo me subí el cuello del abrigo y suspiré, expulsando vaho también.

Me quedé viendo al silencioso lago y pensando en mis cosas.

*se queda*

Percibí un viento frío, la estación helada se acercaba lentamente... Me acerqué al río y... bueno, no me sorprendí al ver ahí a Silvanus. Sonreí, hora me tocaba a mí...
Lo más sigilosamente que pude, me acerqué por la hierba, ayudándome con el impulso de mis alas para que mis pies en la hierba no se escucharan mucho. Cuando estuve lo suficientemente cerca, murmuré en su oído.- Ya estás vagueando pececillo?- Le llamé por su habitual apelativo.

Me alejé con un largo salto y la ayuda de mis alas, antes de que pudiera reaccionar para darme un golpe o algo por el estilo. Sonreí amigablemente.

Un suave aire caliente cargado de palabras al lado de mi oido hizo que un escalofrio atravesara mi columna de arriba abajo y que no pudiera contener un grito.

-AHhhhhhhh - de dí la vuelta y vi que aunos metros de mi estaba Thamerlein.- tu! buitre! - dije frotándome la oreja- ¿porqué hiciste eso? ¿eres tonta o comes queso caducado?- dije con unos morros de aquí a Ventus.

-Ya se lo que te pasa a ti... dije frotándome la nariz- tu lo que quieres es un poco de bulla, ¿verdad? ¿vienes buscando venganza? pues creo que te vas a ir bastante escaldada...

Cuando gritó y me insultó, puse las manos tras la espalda y me incliné un poco, luego sonreí enseñando los dientes como si no hubiera roto un plato en mi vida.

Luego situé la mano derecha sobre mi boca y con gesto sorprendido le dije.- Yo? Venganza?- Quité la mano.- Por quién me tomas Silvanus?- Cambié mi peso de un lado a otro. Cuando el picis acabó de hablar, di un par de botes sobre mí misma.- Tú mismo...- Murmuré.- Pero dudo que tengas que puedas hacer nada teniendo en cuenta que te estás muriendo de frío.- Le dije observando sus ropas atadas hasta el cuello. En cambio, yo seguía utilizando mi habitual vestimenta, pero a pesar de que en las piernas y el los brazos notaba el aire fresco, llevar un abrigo me dificultaría los movimientos y de todas formas, estaba acostumbrada al frío de Ventus, así que la vesimenta que cubría mi cuerpo estaba fabricada con los materiales más calientes.

Ante su pavoneamiento y chulería, me crucé de brazos y arrugué la nariz mientras la veía de reojo.
-Calla, mala pécora...- dije picándola.

Entonces dijo la frase que fue la gota que colmó el vaso.

-Ja! frío yo, MAS QUISIERAS, guapetona!- entonces me saqué el abrigo y lo tiré al suelo, luego los zapatos y la camisa, junto con los calcetines, le hicieron compañía a este, quedándome solo con unos calzones flojos, roidos en una de las perneras.

-Te recuerdo que soy piscis y que mi raza está mejor ad-ad...ad-ap-pta-tada al frío- dije con voz temblorosa las ultimas palabras, pero no quería dar muestras de debilidad frente a Tham, por lo que resistí la tentación de volver a vestirme aunque me estuviera muriendo de frio bajo el rocío helado que caía sobre mi desnuda piel.

¿A-a-a que t-tu no eres ca-capaz?- dije con un tono divertido, venga, Tham, demuestrame lo valiente que eres jugando con-conmigo a Verdad o Atrevimiento, a ver si-si m-me ganas

Ví como se helaba. -Este es estúpido, por muy piscis que sea, el viento helado de las alturas de Ventus es incomparable a nada...- Pensé mirándolo haciendo un pequeño gesto de negación con la cabeza. Iba a decirle que se vistiera si no quería pillar un resfriado, pero ya que había llegado hasta ahí, mejor dejarlo y no herir su orgullo.

Entonces me dijo que si hacía lo mismo.- Silvanus, tu te entrenas para decir esas tonterías, o de verdad las crees?- Le dije realmente seria, no me podía creer que fuera tan raro.-Supongo que al fin y al cabo es sólo un niño...- Pensé con un suspiro. Entonces dijo algo que no podía permitir.

Levanté una ceja.- Por una parte es una tontería, lo único que conseguiría ese desgraciado es que nos muriéramos de frío. Pero por otra parte es obvio que no puedo perder contra ese pececillo: 1º porque es caer muy bajo y 2º porque me lo estaría recordando toda la vida...-Fruncí el ceño.- Pero no puedo rebajarme a su nivel...- Miré la hierba un segundo y su ropa tirada. Entonces lo miré a él, definitivamente, no podía perder.- Vale, tú lo has querido pescado...

Bajé las manos y empecé a desatarme los guantes que cubrían mis muñecas y percibí el viento en esa zona que había estado calentita hacía apenas un segundo. Cuando acabe los tiré al suelo, donde empecé a hacer una montaña que comprendía mis múltiples pulseras, mi cinturón, mi collar, mis medias, mis sandalias y la parte larga de mi falda, esa parte que estaba compuesta por plumas calientes. Una vez acabé, noté el frío en mi cuerpo, pero miré a Silvanus fieramente.

- Bueno, ya está, algo más?- Le pregunté con sorna, tenía frío, sí, pero parecía que él tenía todavía más que yo. Aunque no entendía muy bien que había dicho con lo de verdad o atrevimiento,supuse que tendríamos que estar un tiempo indefinido así.- Y cuánto tiempo tenemos que estar así?- Le pregunté cruzando los brazos sobre el pecho.- No entiendo este "juego"...- Dije, en Ventus nunca se había oído hablar de eso.