Sala común

Todavía no tengo claro qué hacen aquí además de sentarse y esperar. Algunos vienen y leen cosas, otros se encuentran aquí sin hacer nada y se cuentan cosas. A veces hay gente que simplemente viene y no hace nada más que mirar el fuego cuando está encendido.

Camino por la sala, sin encontrarle todavía un uso que pueda entender.

Al final acabo por saltar sobre el borde del sofá más grande y quedarme ahí en cuclillas. Noto cierto alivio. Intento moverme y vivir como ellos, pero últimamente siento que necesito las alturas e incluso el agua. He llegado a pensar que nunca podré ser como ellos, que soy demasiado diferente. Me miro la mano y abro las membranas. Hay muchos piscis en el palacio y ellos sí son como los otros y viven tranquilos entre ellos. ¿Por qué? ¿Por qué todo es tan incómodo? Todavía no duermo bien en las habitaciones con todos los demás, aunque ya no los considero como enemigos, como me informaron Massen Dew y Njorthbiart, pero todavía es extraño. He intentado practicar lo de las palabras, pero sigo sin comprender muchas cosas. Igual debería seguir escalando y luchando, este mundo no es para mí.

Vuelvo a pasarme horas en la biblioteca mirando libros y anotando cosas sólo para descubrirme cabeceando, por lo que decido que ya de dormirme con un libro puedo hacerlo en un sofá.

Cuando entro hay alguien, cosa que me alegra muy por dentro, en esa parte de mí que no quiere hacer nada.

-Oh, hola...No sabía que había alguien. -Me fijo en cómo está sentado e inclino ligeramente la cabeza a un lado. Es el tipo de la otra vez, cuando cenaba con Jun y...¿Massen? -Creo que no nos conocemos como es debido. De hecho me temo que no recuerdo tu nombre.

Aseguro el libro en la mano izquierda, apoyando el peso del cuerpo cobre esa pierna tras cerrar la puerta. Creo recordar que me llamó la atención, pero no sabría decir por qué. Puede que por su curioso sentido del "saber estar". -¿Te importa que me siente?

Cuando siento llegar a alguien giro la cabeza para observarlo. Es el aether del comedor que compartía comida. Me bajo del respaldo del sofá estirando primero una pierna hacia el suelo, luego me dejo caer con la otra en un movimiento pequeño.

—No tengo nombre. Algunos me llaman Follow, otros me llaman buscador, otros no me llaman —Le informo. Luego lo miro con curiosidad.

—¿Cómo es debido? —Pregunto. Sé cómo se presentan y "se conocen", pero no sé si hay una forma mejor que la que conozco.

Miro el sofá y luego a él. Niego.

—No me importa —Respondo. No es mio, no tengo que alejarlo de él y evitar que se siente.

Lo observo con curiosidad, es una forma de comportarse que no conocía. Era bastante llamativa sobre todo comparada con todo lo que durante años me habían metido en la cabeza.

-¿Y tú cómo prefieres que te llame? -No por ser algo raro tenía que perder las maneras.

La pregunta me pilla por sorpresa, durante un segundo miro al infinito. -Emm...Quiero decir que no sé cómo te llamas y tú no sabes cómo me llamo. Sólo nos hemos visto una vez pero no tuvimos la oportunidad. -Estoy extrañado por sus reacciones y me pregunto si lo dice en serio.

Acabo por sentarme a su lado, al otro extremo del sofá, ligeramente girado para quedar de frente a él.

Lo miro un momento cuando pregunta. ¿Por que ibaa preferir un nombre? Niego.

—Prefiero seguir sin nombre, todavía lo necesito para evadir a la muerte. A vosotros os gusta Follow —Le informo. Al final todos utilizaban eso.

Parece que conocerse "mal" es no conocer nuestros nombres y es algo nuevo que me parece curioso. Asiento, asimilando la nueva información.

—¿Cuál es tu nombre? —Pregunto. Pero ahora para conocerlo "como es debido" y no porque quiera controlar su destino.

Miro como se sienta en el sofá, en la esquina, y hago lo mismo, sentándome como él, en la otra esquina. Imito su postura. Es másinestable que estar acuclillado sobre algo sólido.

Medito un momento su respuesta, pasándome la mano por la inexistente barba.

-Te llamaré Follow entonces, pero si puedo evitarlo simplemente...no te llamaré...-Sonreí, esperando que la respuesta le gustara. Me parecía raro, pero tenía que ser educado. Si no tenía nombre y no quería tenerlo lo mejor era no obligarlo, pero no podía ir gritando si me lo encontraba a lo lejos llamándole "Eh, tú". No estaba bien. Al menos no era educado.

-Oh, claro. Soy Adain Stoke. -Sonrío al presentarme pero pronto vuelvo a mi cara tranquila normal, aunque cada vez más se me nota el interés en el tal Follow sin nombre.

Sonrío de nuevo cuando me imita, aunque algo ha estado dándome vueltas en la cabeza.

-¿A qué te refieres con evadir la muerte por no tener nombre?

Lo sigo mirando cuando me responde y acabo por asentir son neutralidad. Todos eran incapaces de no utilizar un nombre e intento entenderlo.

Asiento también a su nombre.

—Buenas noches, Adain Stoke —Le saludo con un gesto de la cabeza como he visto hacer a los chrysos iguales del palacio.

Sonríe a cada poco así que supongo que todo está bien. No suelen sonreír. Sonreían Massen Dew y Njorthbiart. También el gigante flamma sonríe mucho, ahora que me acuerdo. Abro algo más los ojos con curiosidad al escuchar su pregunta. En seguida se me va la emoción pensando en que seguramente le resultará extraño como a los demás. Me pienso un momento si decírselo.

—La muerte te encuentra por el nombre que la gente te pone, es como una marca. Si no tienes nombre, no puede encontrarte —Le explico.

Sonrío. ¿Este tío de dónde ha salido?

-Con Adain me vale, puedes ahorrarte el apellido. -Hice bien ahorrándome la F. de cualquier modo odiaba la F.

Abro la boca ante su comentario y pienso. Sé que he leído algo parecido antes pero como de costumbre no recuerdo nada útil. Sea lo que sea me llama demasiado la atención como pare dejarlo ahí. No era muy fan de los dioses pero no por ello me parecían más interesantes las culturas a su alrededor.

-Supongo que en algún momento lo hará, ¿no? Es decir...No se puede huir eternamente de la muerte... -Lo miro con renovado interés. Me enderezo un poco intentando recuperar la compostura en vano.-Es una forma interesante de ver las cosas, ¿de dónde eres? Me suena haber oído algo así antes pero no caigo...-Demasiadas preguntas no son corteses, pero mi curiosidad es más fuerte que cualquier cosa que me hayan metido a presión en la cabeza.

Tengo los ojos muy abiertos, expectante. De alguna forma este tipo raro parece más interesante que peligroso. Cosa que por otro lado no he llegado a plantearme a pesar de su aspecto. Supongo que eso habla bien de él...de alguna forma.

Giro la cabeza un poco, observándolo con curiosidad. Me fijo sobre todo en sus alas blancas. He visto más gente con alas, pero todas son distintas. Lo miro cuando me dice que me "ahorre el apellido".

—¿Qué es el apellido? —Le pregunto. Sé que muchos utilizan más de un nombre, pero no entiendo por qué. Igual él me lo explica ya que ha dicho eso del "apellido".

Como los otros, insiste en que la muerte acaba cogiendo a todo el mundo. Ellos lo tienen así asumido. Ellos vivien con nombre y huyen ocultándose entre la multitud. Siempre están a la espera de que los encuentr.

Me encojo de hombros. El tiempo que he estado intentando implicarme con su forma de vivir todos se han marchado al tratar de explicarles lo de la muerte. Debe de ser un tema de los que "no se deben decir".

Frunzo el ceño cuando pregunta por mi procedencia y dice que conoce algo de ella.

—Vengo de una tribu en las profundidades de Aqua. Vivíamos aislados de los que son como vosotros, los que tenéis nombres. Pero nos enseñaban cosas para poder enfrentarnos a vosotros si era necesario. Vengo de una tribu de guerreros ninja —Le explico, ya que su cara parece interesada. Vuelvo a mirar sus alas. Estiro una mano para coger una de las plumas con curiosidad.

Evito fruncir el ceño, podría sentirse ofendido, pero interior mente me pregunto si su pregunta es sincera. De algún modo, a pesar de su aspecto, parece inofensivo al hacerla, como un niño que dice algo sin ningún mal. Acabo decidiendo que debo responderle, en cualquier caso, aun si es una broma, no sería cortés ignorarle.

-Adain es mi nombre, Stoke es mi apellido, es...El nombre de mi familia. Soy Adain, de los Stoke. -Intentaba no sonar condescendiente ni que pareciera que se lo explicaba a un niño lentito. Después de todo, mis preguntas le habrían parecido igual de tontas a él. -Son para...Es una forma de diferenciarnos entre nosotros. Por eso me parece tan curioso que no tengas nombre.

Se encoje de hombros ante su comentario así que decido no seguir indagando, aunque la curiosidad sigue ahí.

Escucho atentamente todo lo que dice, visualizando mentalmente su poblado, perdido en la nieve y lleno de gente sin nombre. Me quedo algo cortado cuando dice "vosotros", no sabiendo si la distinción era simplemente por ser de fuera o por desprecio.

-Vaya, guerreros ninja. -Si bien mis habilidades de combate eran más bien pocas sabía reconocer cuando algo era bueno de verdad. -¿Y cómo os las arregláis si nadie tiene nombre en tu tribu? Es decir...Si quisieras llamar a alguien que está lejos, por ejemplo. Sin nombre tiene que ser difícil que sepa que se refieren justo a él. -Miré con más interés aún. Puede que de su respuesta sacase una solución a cómo referirme a él.

Giro ligeramente la cabeza para seguir su mirada. Obviamente me está mirando las alas.

-Bueno, no creo que sea el primer aether que ves, ¿no?

Acerco una cuando estira la mano. Estaba harto de ese romanticismo que le dan a las alas los que no tienen, como si fuera algo mágico obtenido con gran esfuerzo como una espada encantada o un escudo mágico. Son alas. Ellos no tienen, claro que para ellos sería mágico y valioso, pero sólo es como que te toquen un puto brazo. No pasa nada si alguien te toca un brazo.

Así que funciona así. Tienen un nombre para ellos y un nombre para el grupo que os cría. Parece que se rodean de nombres entre ellos. Así se dividen pese a formar parte de la misma raza.

—¿Por qué os dividís entre vosotros si vivís todos juntos y podéis dormir tranquilos todos juntos? —Le pregunto. No me mira con el odio de la mujer morena ni trata de ignorar mis preguntas.

Parpadeo un par de veces, extrañado por sus preguntas. Parece interesado en aprender también de mi tribu. Niego con la cabeza.

—Todo es silencioso en la tribu. Hay muy pocas voces. Si hace falta alertar a alguien entonces se da un grito de alerta. Cada uno debe cuidar de sí mismo cuando llega a una edad, así que pocas veces nos llamábamos uno a los otros. Muchos tienen lo que aquí llamáis "títulos", pero no son reconocimientos. Si uno se dedica o se le da bien un oficio, entonces se gana ese título. Por eso me llamaban el buscador —Le explico.

Aparto un poco la mano cuando veo que mueve el ala, alerta. Lo miro rápidamente, pero luego veo que no hace nada más y luevo a acercarla para agarrar una de las plumas y tirar de ella. Luego niego.

—He visto más gente con alas. Yo tengo esto —Abro las membranas. —Pero muchos tienen miedo de que le toquen las alas. Muchos tienen daños en ellas. Parecen débiles —Le comento.

Abro la boca para responder pero no sale ningún sonido. Vuelvo a cerrarla lentamente, dudando. La pregunta podría parecer una tontería pero visto así...

-Creo que así...Así somos nosotros. Somos un grupo pero cada cual es diferente. Así podemos diferenciarnos. -Medito un momento. -De todos modos, no son grupos cerrado. Compartir un apellido no implica que tengas que sentirte unido a tu familia. De la misma forma que puedes sentirte unido a alguien de otro grupo. Es más una forma de...Ordenarnos en la historia.

No tenía muy claro si le serviría de algo, pero tampoco me había planteado nunca qué era tener nombre.

Me parece extraña esa forma de vivir. Es como si...

-¿Y cómo llamas a tus amigos, a tu familia? ¿Cómo los diferencias del resto de personas? -Sabía que no llegaría a comprender esa forma de vivir, pero si él seguía respondiendo yo seguiría interesándome. Algo de lo que dice me llama la atención. Así que por eso lo de buscador... -¿Y...buscas algo en especial? -Debe de haber muchos Costureros y Pescadores en su tribu...

Me sobresalto tras su reacción cuando muevo el ala. Supongo que eso es parte de ser un ninja, siempre alerta... Aunque es lo que le faltaba a su extraña forma de ser... Doy otro respingo cuando noto el tirón y suelto un "au" algo sorprendido. Aunque no sé de qué, era bastante obvio. Muevo ligeramente el ala para dejar de notar el tirón. Es como cuando me arrancaban plumas mis hermanos, estoy acostumbrado...Además sólo ha sido una. Ellos eran tres, era bastante peor.

Cuando despliega las membranas abro aún más los ojos, sorprendido.

-Vaya...- Las observo con curiosidad. Tampoco había conocido a tantos piscis y desde luego nunca había visto eso. Acerqué un dedo para tocarlas, aunque mirando de reojo al piscis por miedo a su reacción. No pienso hacer nada pero puede que él no lo crea así...

Asiento cuando dice que es una forma de ordenarse. Lo de juntarse entre gente con distintos nombres me lo había explicado Njorthbiart; lo de los "lazos".

Cuando pregunta por mis amigos y familia lo miro curioso.

—Pues a la caeruleus la llamo Njorthbiart y a Massen Dew la llamo Massen Dew y al gigante flamma lo llamo Rick Dehnel y ahora a ti te llamo Adain St... Adain solo —Le digo primero. —Mi familia es mi tribu entera. Dos personas tienen una cría y entonces cuando puede comer lejos de la madre los más jóvenes se cuidan entre sí por edad y fuerza bajo la vista de los mayores y luego cada uno se cuida a sí mismo, pero siempre intentamos protegernos a todos y somos la tribu —Le explico. Pregunta también por "el buscador" y asiento.

—Antes siempre buscaba mi destino y ahora busco hacerme fuerte y aprender de vosotros —Respondo.

Vuelvo a ponerme en tensión cuando se queja y se mueve. Miro la pluma un momento. Así que les duele que se las quiten. Miro como acerca la mano a mí y mi reacción es apartarme, pero pronto me doy cuenta de que está haciendo lo mismo que yo y le dejo acercarse. Es extraño, es como un ritual de apareamiento donde uno estudia al otro, pero no es un ritual de apareamiento porque somos dos machos.

Vaya, conoce a Rick y a Frikka...

-Vaya...-Era algo más frío de lo que me esperaba pero parecía bien estructurado. Me pregunto cómo sería el shock del cambio de costumbres al llegar aquí. -¿Entonces aquí en Brönte te estás haciendo una tribu también?

Me paso una mano por la barbilla sopesando sus palabras.

-Entonces...¿Eso quiere decir que encontraste tu destino? -Sonrío ante el comentario de su nueva meta. -Pues si tienes dudas o quieres entrenar búscame, buscador. -Sonreí. -Eso sí, querré saber más cosas de tu tribu a cambio. -La verdad es que me parecía fascinante. Había visto cosas así en los libros pero toda la vida en Ventus sin mucho con lo que soñar y los últimos años en Ignis sin mucha libertad me habían llenado de ganas de conocer más lugares.

Aparto la mano, consciente de su reacción al acercarme. Es como si siempre estuviera alerta, como si pensase que le fuesen a atacar en cualquier momento. No sé si es desconfianza general o instinto animal...

-Son curiosas...Y pegajosas. -Se me escapa. Pero no debería ofenderse. Espero. -También tienen que ser muy útiles, aunque prefiero poder volar, no me gusta demasiado el agua. Supongo que es todo cosa de costumbre.

Me sorprende que me pregunte eso, como si me hubiese estado observando. Después de la sorpresa niedo con la cabeza.

—Cuando llegué creí que esa era mi misión, pero al estar aquí me he dado cuenta de que, por ahora, no se trata de eso. Pensaba que debía hacer una tribu con Massen Dew, pero al final sólo hice que se enfadase y se alejase de mí —Dejo de mirar al aether acordándome con algo que siento mal dentro al acordarme. Luego respiro hondo y vuelvo a mirarle cuando me doy cuenta.

Vuelvo a encogerme de hombros cuando habla de nuevo.

—Antes creía que mi destino estaba claro, ahora vuelvo a buscarlo en un nuevo camino —Se ofrece a enseñarme, asiento. —Gracias. Njothbiart me ayudaba mucho. Ahora hace tiempo que no la encuentro —Lo miro con sorpresa cuando dice que quiere saber más de mi tribu. Luego asiento. —Sí, puedo enseñarte. Así podrás huír más fácilmente de la muerte —Le confirmo. Me hace algo de ilusión. Son pocos los que quieren aprender.

Dejo que me toque al final y luego retraigo las membranas. Es un cosquilleo desagradable. Asiento.

—Se sienten muchas cosas. También me gusta el aire. Me gustan las alturas, pero subiendo con las manos —Le enseño la palma.