Sala común

Sonreí cuando me dijo que ya había perdido la cuenta, eso quería decir que vivía en Brontë desde hace mucho y por lo tanto que era una chrysos ya que se nos había convocado hacía poco...

Me dio una palmada en la espalda y yo miré la carta y luego a ella.- A veces, para lo que dicen, es mejor no recibirlas...- Murmuré y tuve que reprimirme para no arrojar la carta al fuego. Pero pensé en que debía leerlo, al menos leerlo, así que la dejé sobre un apoyabrazos.

Miré como las llamas del fuego subían y bajaban y luego suspiré nuevamente, no tenía que comerme la cabeza tanto, ahora estaba en Brontë, no en Ventus. Miré a Adela y me dio pena. La pobre ahí sabe Mithos cuanto tiempo, sin nada que hacer...- Dicen que hay un torneo de lucha...- Le dije de repente.- Se rumorea que el premio es impresionante, pero nadie lo sabe con certeza... Tú te incribiste?-Le pregunté.

Sonreí ante el comentario de la joven.

-Claro que me he anotado.-dije sonriente.- Yo siempre me anoto a todo lo que puedo- dije con una sonrisa.- aunque no me gusta mucho ir de misión... ya estoy un poco vieja para eso- dije frotándome las manos.

-¿Tu te has anotado? Porque yo voy a intentar dar lo mejor de mi en el torneo.- dije sentándome en el apoyabrazos, a su lado.

Le agarré fuertemente el hombro (pero sin hacerle daño)- si alguien se ha tomado la molestia de gastar su tiempo y su tinta en escribirte, deberías por lo menos leerla. Es solo un consejo.- La joven parecía algo turbada por la carta, y yo, simplemente, le dí el mejor consejo que sabía.

Sonreí cuando dijo lo de la misión.- En realidad estoy pensando en no volver yo tampoco...- Dije medio en broma, la misión había sido bastante aterradora, esos colosos... pero bueno, por algo estaba ahí no?

Asentí cuando me preguntó si yo me había inscrito y me reí cuando dijo que iba a darlo todo en el torneo.- No lo dudo, la verdad. Pero te aviso que si nos enfrentamos no te lo voy a poner fácil.- Sonreí amistosamente, esa señora me estaba cayendo muy bien.

Me agarró el hombro y me dio un consejo.- Lo sé.- Le dije después de un suspiro.
Intenté cambiar de tema.- Una pregunta...- Además de que tenía curiosidad, ella lo debería de saber si llevaba ahí tanto tiempo.- Por qué hay unos baños al aire libre que tienen muchísimo vapor?- Le pregunté ocnfusa, ya que el chico del otro día no me había respondido.

-Bueno, será un placer verte luchar, tanto desde el campo de batalla como desde fuera. Espero que todos los guerreros demos un buen espectáculo.

Entonces hizo una pregunta que me cogió un poco por sorpresa.

-Ah, bueno... ¿te refieres a las termas? es un lugar muy bonito, ademas el agua está siempre muy buena. Yo prefiero ducharme y bañarme en el baño, pero por lo general, a la gente joven, le encanta ese sitio, eso es lo que se oye por los pasillos- dije riendo.

-Supongo que están ahí porque al fin y al cabo este es un palacio y en un palacio no puede faltar de nada.- dije meditabunda.

Entonces me levanté y me dirigí al jersey, lo cogí y me quedo pensando...- creo que te podría servir. Cuando lo acabe, te lo daré, total... los hago por puto capricho. ¿que te parece? me gustaría que todo el mundo en este palacio tuviera un jersey echo por mí

-Termas?- Pensé, que era eso?. Asentí cuando dijo lo de la gente joven y el agua...- Por eso estaba tan caliente...- Murmuré más para mí misma que para ella.- Tendré que ir un día si dicen que es tan genial...- Le dije con una sonrisa. Le iba a preguntar otra cosa pero se me anticipó.- Sí, la verdad es que en este castillo hay de todo...-Me puse a pensar en la cantidad de libros de la biblioteca, todos los terrenos, una taberna extraña y enorme...

Me sacó de mis pensamientos cuando me preguntó si quería el jersey. Mi primera respuesta habría sido que no hacía falta, pero al escucharle decir que quería que todo el mundo tuviera un jersey echo por ella no pude decirle que no.- No hace falta, de verdad.- Le sonreí amablemente.- Pero supongo que si es tu deseo...- Luego pensé en que las alas no me cabrían ahí, pero no quería molestarla más y total, con mis ropas me llegaba de sobra. Tendría que darle algo a cambio, pero no tenía ni idea de lo qué... además no es que tuviera muchas cosas... Sin embargo le dije.- Bueno, a cambio prometo dar un buen espectáculo en el torneo, no tengo nada de valor, así que lo único que te puedo ofrecer es una buena pelea.- Rectifiqué en mi mente, tenía a Arpa, pero obviamente no se la iba a dar.

Sonreí ante todos sus comentarios. No esperaba menos de tí-digo frotándole un hombro.

-Bueno, joven, es tarde... debo irme o mañana no habrá quien me saque de cama- digo golpeándome los hombros.

-Astamañana, Winderlein-dije con felicidad.

*se va*


FdR: T-T mañana madrugo

-Nos vemos.- Le sonreí y entonces ella se despidió. Me llevó un momento comprender que ese "winderlein" se refería a mi. Iba a decirle cuál era mi verdadero nombre, pero ya se había ido. Me reí.- Winderlein...- Murmuré, ya se lo diría, algún día.

Bajé la mirada hacia la carta, ya lo había retrasado demasiado. Con un suspiro me levanté y me fui.

*Se va*

FdR: Yo también, de hecho te iba a dejar colgad apero pare que me lo hiciste tú a mi xDD

Tras haberme despedido de Inger, que se iba a cambiar, le comenté que yo estaría por la sala común para poder vernos en cuanto acabara, así que me dirigí al lugar y pronto estuve allí. Pasé unos minutos toqueteando cosas, mirando aquí y allá... Revolviendo, vamos... Finalmente, cuando hube cotilleado bastante, me senté en el sofá y suspiré.

Empezaba a ser tarde y en esas cosas yo era como un niño. El sueño me entraba enseguida. Suspiré.

- Las mujeres siempre tardan horas en ponerse la ropa para que luego se la arranquen en segundos... No lo entiendo...

*se queda*

Después de ducharme y vestirme, fui a la sala común (lugar donde, en teoría, estaría Rick). Cuando llegué, me encontré con Rick (tal y como él había dicho). Estaba sentado en el sofá sin hacer nada (o eso parecía. A lo mejor estaba pensando una enorme trama para una colección de cuentos de aventuras protagonizadas por un joven chrysos que tenía que salvar al mundo de una masa enorme de energía dañina creada por un malévolo nigromante mitad serpiente mitad caeruleus).

Sonreí y me acerqué a él.

—Hola — murmuré, mientras me sentaba a su lado. Lo miré —. ¿Llevas mucho tiempo esperando?

FdR. Y el nombre del muchacho era Fanginson Fang y su aventuras eran fantabulosas.
He dicho.

Estaba pensando en que una vez yo iba por un pueblo cercano a mi casa caminando mientras tiraba de las riendas de mi montura cuando de pronto, del cielo, cayó una claritas que estaba... Buf... Y aún por encima iba ligera de ropa. Al parecer estaba en un hotel siendo presionada por un cliente y había decidido saltar por la ventana para morir antes de perder su pureza y cayó encima mía, por suerte. Yo la había salvado de aquel malandrín y luego, en agradecimiento, había...

- ¿Mmm...? ¡Ingeer! Qué poco has tardado -. Sonreí, invitándola a que se acercara un poco más-. ¿Cómo has estado desde que nos despedimos?

Por lo que decía, parecía que no había tardado mucho. Ensanché la sonrisa. Había pensado que había tardado bastante... Hice caso de su invitación y me acerqué más a él. Clavé mis ojos en los suyos.

—Pues bien... —Me encogí de hombros. ¿Qué quería que le dijese? —. ¿Qué quieres que te diga...? No sé. El agua de la ducha estaba caliente, tardé bastante en secarme el pelo... —Lo miré. Volví a encogerme de hombros —. Todo normal... No me encontré con nadie por los pasillos... Ni en el dormitorio de las chicas...

Estiré los brazos. Sonreí.

—¿Y tú...?

A ver... Como era un caballeroso caballero hijo de un caballeroso caballero hijo de... No podía ir y decirle que estaba pensando en mi sana juventud y aquella muchacha claritas que me había enseñado cosas que jamás hubiera imaginado existentes, así que opté por una segunda verdad algo menos verdadera pero mucho más caballerosa y agradable.

- He estado pensando en ti desde que te fuiste... Inger... Yo quiero...

La miré intensamente mientras pensaba qué sería lo que yo podía pedirle sin que se ofendiese. Al fin y al cabo era una delicada dama y yo debía ponerme a sus pies, y no al revés.

Bajé la cabeza (después de aguantarle la mirada durante unos escasos segundos) ligeramente azorada y me pasé una mano por el cuello. Eso era, claramente, una insinuación, ¿no? ¿O había perdido la práctica? A lo mejor quería hablar. ¿Querría hablar? ¿Se miraba a la gente así cuando querías hablar? No, ¿verdad? ¿O sí?

Farfullé mentalmente y alcé la vista un poco (sólo un poco). Lo miré. Tragué saliva. Me acerqué (un poco) a él.

—¿Tú quieres... ...? — murmuré, sin dejar de mirarle.

FdR. Galletas.
todos sabemos que quiere galletas.

Tragué saliva. Aquello estaba resultando difícil para mí, y no solía ser de esa forma. Nunca había sido un chico muy descarado, normalmente las mujeres se abalanzaban sobre mí pidiéndome que les diera todo aquello que les faltaba, así que el descaro no tenía que estar entre mis cualidades ya que ellas se encargaban de todo, pero encontrándome frente a una de las primeras chicas que no caía rendida y desnuca ante mis encantos ya no estaba muy seguro de cómo reaccionar. ¿Debía ser sutil o, por el contrario, tan claro y conciso que no quedara nadie que no entendiese mi propuesta?

- Quiero... dormir contigo -. Sonreí infantilmente.

Alcé ambas cejas. ¿Dormir?

—¿Dormir? — inquirí, ruborizada. Fruncí el ceño. Negué con la cabeza, con rapidez. — Quiero... Quiero decir... Que... Que claro... ¡Sí! O... O sea... — Me mordí el labio inferior y giré el cuello hacia la derecha. Me pasé una mano por el cuello. Volví a mirarlo —. Podemos... Dormir... Juntos si quieres... ... Aunque...

Fruncí ligeramente el ceño. ¿Dormir dónde? Los dormitorios no eran mixtos, así que no podía entrar en la habitación de los chicos y él no podía entrar en la habitación de las chicas. Lo miré.

—¿Pero dormir dónde...? Porque... Yo no puedo entrar en la habitación de los chicos y tú no puedes entrar en la habitación de las chicas...

Creí que me habría entendido, pero no era así. La fulminé con la mirada, estrechando los ojos.

Dormir con ella sí, claro que quería, pero no solo dormir. Antes de dormir podríamos hacer cosas divertidas de personas mayores.

- Pues... Ems... No sé, la verdad... Me da igual... Yo solo quiero pasar la noche con mi novia...

Quizás así... ¿O estaba siendo muy ambiguo? Es que era tan discreto y sutil...

Al escuchar su respuesta volví a alzar ambas cejas y entreabrí los labios, más ruborizada que antes. ¡Ahora todo tenía sentido! Dejé escapar una suave risa y me pasé una mano por el cuello. Lo miré.

—Aaaah... Vale, vale... ... Estoy... Un poco... ... Digamos despistada... —Me encogí de hombros y sonreí. Me acerqué a él —. Pero ya lo entendí... Y... Bueno, supongo que podemos... Dormir... Aquí...

Lo miré. Ensanché la sonrisa y me acerqué a él.

FdR. cuuutre que eres una cutre

Suspiré. ¿Pero qué decía? Yo hablaba de... y ella lo traducía en...

- A ver... Espera, deja que me entere...

La miré fijamente. ¿Qué era lo que estábamos hablando? ¿Qué significaba la palabra dormir dentro de aquella frase? Empecé por descartar: dormir no significaba nadar ni cantar.

- ... Creo que no lo entiendo.

Alcé ambas cejas y ladeé la cabeza. ¿Qué no entendía? Lo miré fijamente, esperando encontrar aquello que no entendía en sus ojos. Tras unos segundos en silencio, en los que decidí que, definitivamente, mirándolo no iba a solucionar mis dudas o las suyas, tragué saliva y me acerqué y lo besé. Luego me separé un poco y clavé mis ojos en los suyos, ruborizada. Me pasé una mano por el cuello.

—Y eso... ... — murmuré.

FdR. Y eso.
el dominio del lenguaje que tiene... #fan?

Tragué saliva. ¿Y eso? ¿Cómo que "y eso"? ¿Qué insinuaba con "y eso"? Aunque el beso era bastante revelador, pero no podía estar del todo seguro.

La miré fijamente unos segundos.

- Inger... No tengo muy claro lo que quieres decir...

Bajé la cabeza y suspiré. Me mordí el labio inferior. ¿Qué no entendía y por qué no lo entendía? ¿No estaba siendo clara? O a lo mejor no quería hacer nada de eso y con pasar la noche con alguien se refería a hablar o algo así. Alcé la vista y lo miré. Tragué saliva. Todavía tenía las mejillas ligeramente sonrojadas.

—Me refiero... A que... Podemos pasar la noche... Juntos... Como tú querías —murmuré, separando bastante las palabras. Tomé aire—. Y... Por... Lo que quería decir... Era que... No me importaría... Que... ... —Tragué saliva —. ... Ya sabes... ... O... O sea... ... ... Que no me importaría que... Me... Devolvieses el gesto...

Lo miré. Esperaba que lo entendiese.

La escruté con la mirada. En resumen... Que le parecía bien pasar la noche conmigo, a determinar el significado de la frase, y que quería que le devolviese el gesto. ¿Pero con gesto se refería al concepto de "pasar la noche" que quería que también se lo dijese o al beso? O tal vez ninguno de los dos y yo me había perdido un gesto que ella había hecho como un guiño o algo por el estilo.

La escudriñé a fondo.

- ¿Qué gesto? Perdón... A estas horas no soy persona y... claro...

Lo miré. Permanecimos unos segundos en silencio. En ese tiempo, me volví a preguntar si habría entendido lo que había querido decir o si, por el contrario, tendría que explicárselo de una forma más directa o así. Cuando habló, supe que, de nuevo, no me había entendido y no pude evitar suspirar. ¿Tan mal me explicaba? O a lo mejor no quería...

—Me refería al... beso... —murmuré, con la vista clavada en el sofá. Me pasé una mano por el cuello —. Pero... Si no quieres, no hace falta que lo hagas...

Lo miré de reojo.

La besé. Si hablaba claro entonces nos entendíamos, pero si usaba uno de esos extraños idiomas de chicas en el que cogías las segundas letras de cada palabra de una frase y con ellas formabas una nueva palabra pues entonces teníamos un problema. Para empezar, por ejemplo, que yo no sabía las reglas de esos juegos y entonces al encontrarme con palabras de una letra como "a" no sabía si debía coger la a en sí o si, al no tener dos letras, no contaba como palabra, no sé si me explico.

Tras besarla, sonreí y la miré.

- Equipo lunar siempre leproso era solo esta semana ux lozano.

Sonreí. Ya estaba todo dicho, las cartas sobre la mesa, y yo no podría ser más claro. Debí haber empezado por ahí.

Sonreí cuando me besó. Entonces sí que quería. Porque, claro, si no quería hacer nada, no me habría besado, ¿no? Cuando se separó, le devolví la sonrisa y lo miré. Me acerqué a él y, en silencio, escuché sus palabras.

Ladeé la cabeza hacia la derecha y alcé ambas cejas. ¿Equipo lunar siempre leproso era solo esta semana ux lozano? ¿Qué significaba eso? ¿Qué clase de lógica...? Lo miré. Estaba segura de que la confusión que había en mi cara era tal que podía haberla tocado si hubiese querido. Fruncí el ceño.

—¿Qué...? ¿Qué significa eso? — Estreché los ojos —. En serio... Eso no tiene sentido... ¿Equipo lunar siempre leproso era solo esta semana ux lozano? Para... Para empezar... ¿Qué significa ux? Y... Y después... ¿Qué significa la frase en sí? Es que... No la entiendo, en serio...

FdR. ಠ_____ರೃU