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| Sala de entrenamiento | |
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Autor | Mensaje |
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Adain
Edad : 33 Mensajes : 509
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Mar Sep 30, 2014 11:34 pm | |
| Tras una cena rápida decidí deslizarme a la sala de entrenamientos esperando que no hubiera nadie, últimamente siempre que encontraba un momento para entrenar estaba ocupada.
La verdad es que no tenía ningún motivo para entrenar a escondidas pero sentía que tenía que hacerlo sólo, como un reto. Y ya tenía a Rick enseñándome espada. Por suerte no había nadie así que me relajé. Siempre entraba algo nervioso al abrir la puerta, no sabía qué hacer cuando había alguien y nunca me encontraba con gente que conociera. Había pasado la semana practicando a escondidas con el puñal que había cogido prestado. Siempre que podía lo sacaba y lo cambiaba de manga, con más o menos capas de ropa. Tenía los brazos llenos de pequeños cortes de cuando empecé a esconderlo en la camisa pero ya controlaba esconderlo en la chaqueta.
Ya que podía practicar con uno siempre que quisiera decidí centrarme en la puntería y me puse frente a una diana. Cogí un montón de puñales y escondí un par en cada manga. Había mejorado algo en eso, pensé que tal vez no sería mala idea llevarme prestado otro al acabar el entrenamiento. Los sacaba bastante bien, incluso teniendo que mantener otro en la manga. También había mejorado pasándolos de una mano a otra aunque seguía haciéndolo bastante cerca. No solía atreverme a alejar demasiado las manos por miedo a que se me cayera, fuera de la sala de entrenamientos era un ruido que llamaría mucho la atención.
Cuatro tiros después, dos con la izquierda y dos con la derecha, habiendo pasado el puñal a la mano contraria de la que lo había sacado, en la diana había dos tiros decentes para un borracho y otros dos penosos. Me revolví y tiré del pelo con las dos manos, estaba frustrado.
Tiré los demás puñales sin hacer ningún truco con ellos; era frustrante que algo que no había hecho nunca se me diera mejor ahora que algo que siempre había sido uno de mis puntos fuertes. No sabría decir cuántos puñales lancé seguidos, cada vez más deprisa y enfadado conmigo mismo y con el mundo. Cuando me quedé sin ellos fui hacia la diana para recogerlos y le di una patada. Para mi sorpresa uno de los puñales estaba en el círculo más cercano al centro, rozando el punto. Sonreí ligeramente, era una tontería pero al menos en ese arrebato de ira había conseguido hacer algo bien.
Los recogí y lancé un par de veces más, los tiros no mejoraron especialmente pero me iba acercando poco a poco a conseguir tiros malos y me alejaba de los tiros penosos. Era cuestión de tiempo. Llevaría una hora cuando un bostezo enorme me llegó a la boca. Me estiré todo lo que pude y guardé los puñales. Bueno, todos menos dos.
No sé qué pasará si me pillan pero al menos parece que la presión de que me pillen me hace mejorar. Como siga así voy a sonar como una chatarrería.
Me lo tomaba a broma, pero de verdad esperaba que nunca me pillaran, no quería más problemas.
*se va*
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| | | Inger
Edad : 31 Mensajes : 1308
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 4:53 pm | |
| Llegué a la sala de entrenamiento sola, con la espada en las manos y una expresión seria, dispuesta a enfrentarme con aquella caja mágica de la que Corbin me había hablado. A pesar de que hacía bastante que conocía su existencia, y de que era consciente de lo beneficioso que podía ser un entrenamiento como aquellos, no me había decidido a probarla hasta ahora, en parte porque había estado ocupada entrenando con Anna y en parte porque antes quería probar por mi cuenta hasta dónde era capaz de llegar: era consciente de que en el último año había perdido parte de mi forma física, y no quería enfrentarme a un guerrero, aunque fuese una copia, sin saber hasta dónde llegaban mis actuales capacidades. Sorprendentemente, en los entrenamientos que había llevado a cabo por mi cuenta descubrí que mi forma física no era tan mala como esperaba, y que seguía siendo capaz de hacer todo cuanto hacía antes, aunque terminase más cansada que cuando entré en Palacio. Así pues, tras cerciorarme de que era capaz de manejarme como antes, decidí probar suerte con la caja.
Al poco de entrar en la sala, empecé a trotar y a estirar, preparando mi cuerpo para el inminente combate; incluso llegué a sacar un par de muñecos, a los que ensarté un par de veces con la espada hasta que me sentí preparada. Entonces me acerqué a la caja, y tras un segundo de duda, la abrí, preguntándome qué sería exactamente lo que escondía.
Me sorprendió bastante ver a un hombrecillo, semejante a un duende de los cuentos, pero no tardé en centrarme y en pedir:
—Quiero un entrenamiento de espadas con Rick Dehnel.
Que hubiese decidido entrenar con una replica de Rick no tenía nada que ver con nuestra ruptura o algo semejante, sino con el hecho de que era la única persona de Palacio que conocía que sabía usar una espada. Si hubiese querido desquitarme, no lo hubiese escogido a él, a fin de cuentas.
Al instante, una replica del flamma apareció ante mí, en posición de combate, y a pesar de que aquello no solo me sorprendió, sino que me inspiró una tremenda curiosidad, no tardé en lanzarme, dispuesta a atacarle no solo con la espada, sino con magia, tomándome aquel entrenamiento con absoluta seriedad, como si se tratase de un combate contra una persona real.
*se queda*
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| | | Anna
Edad : 29 Mensajes : 711
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 6:07 pm | |
| Entro en silencio, y el panorama que me encuentro dentro me hace detenerme un instante. Inger se enfrenta al señor Dehnel con fiereza. Tras un breve momento en el que se me ve titubear, cierro la puerta, con cuidado, y me desplazo lentamente hasta alcanzar una de las esquinas, en la que me sitúo perfectamente callada, contemplando el combate sin hacer amago siquiera de pronunciar palabra alguna. Hoy he traído ropa cómoda y elástica, alejándome de mis típicos vestidos, y el pelo recogido en una pulcra coleta, aunque los mechones más cortos y el flequillo van libres, debido a su longitud. Llevo las gafas puestas, de todos modos, y de mi brazo derecho cuelga el escudo que he traído de casa, que todavía no he probado. No obstante, ahora mismo solo observo, con una expresión a medio camino entre la concentración, algo de impresión, y cierta admiración, siguiendo con la mirada, tras los cristales, los movimientos de ambos. | |
| | | Inger
Edad : 31 Mensajes : 1308
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 6:27 pm | |
| Tal y como era de suponer, la replica se movía igual que Rick, siguiendo su estilo, que era bastante diferente al mío. Rick era mucho más fuerte y resistente que yo, que me valía más de mi velocidad y agilidad para combatir, así que durante el tiempo que duró el enfrentamiento me concentré en esquivar sus golpes, pensando que en el momento en el que me diese me sería complicado escapar, reponerme a tiempo para esquivar su siguiente movimiento: los golpes de Rick debían ser dolorosos, ya solo con verlo uno podía intuirlo, y yo no era precisamente resistente, así que cuanto menos me tocase, mejor.
Escuché que la puerta se abría y cerraba, y aunque al principio no le presté atención, al cabo de un rato, cuando ya me cansé del combate y pedí tiempo, me volví hacia ella, buscando a quien había entrado. Resultó ser Anna, Anna y su escudo. Le hice un gesto con la mano, mientras recuperaba el aliento.
—Hola... | |
| | | Anna
Edad : 29 Mensajes : 711
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 6:42 pm | |
| Cuando por fin se vuelve hacia mí me pongo algo rígida, tensando la espalda, mirándola con cierto apuro y apresurándome a esbozar una sonrisa, que también resulta ser algo tensa. Parezco estar en la posición de "firmes" de algún ejército. -Buenas tardes. Disculpa que ni os haya salu... -. Enarco algo más las cejas al ver cómo, de pronto, el cuerpo del señor Rick se desvanece en el aire y la miro a ella, con cierto agobio-. ¿Puede hacer eso? -. Enseguida recobro la compostura, medianamente-. Tienes unas capacidades increíbles. Hasta ahora nunca te había visto en acción de esa forma. Eres realmente fuerte -le digo, sin abusar de tono adulador, sincera, sin exagerar. Relajo un poco la posición corporal, alejándome un poco de la pared contra la que me encuentro. -Ya llevo hecha una buena parte de tu armadura. Espero tenerla lista pronto -informo, con una sonrisa más suave, acomodándome las gafas con un gesto leve. | |
| | | Inger
Edad : 31 Mensajes : 1308
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 7:03 pm | |
| No pude evitar echarme a reír al ver la cara que puso Anna cuando la replica de Rick desapareció. Negué suavemente, todavía riendo, y mientras avanzaba hacia ella, expliqué:
—Ese no es el de verdad. Es una copia —Señalé la caja—. Sale de la caja, no sé muy bien cómo. Un compañero, Corbin, me habló de ella. —Me encogí de hombros—. Es interesante, ¿verdad?
Le sonreí, amable, sin rastro de la jocosidad anterior. Y cuando empezó a adularme, negué suavemente, bajando un segundo la vista al suelo.
—Qué va. Hay gente mucho más fuerte que yo. El propio Corbin que te acabo de mencionar, por ejemplo.
Me encogí de hombros, dejando ir un suave suspiro. Aquello era cierto: Corbin era más fuerte que yo, y no era el único. Rick también lo era, por ejemplo.
—Oh, la armadura. —La miré de nuevo—. ¡Avísame cuando la tengas! ¿Hay alguna forma en la que pueda pagarte? Por cierto, le mencioné al mismo Corbin del que ya te he hablado que hacías armaduras, y parecía interesado... Espero que no te moleste. | |
| | | Corbin
Edad : 33 Mensajes : 1068
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 7:17 pm | |
| Corbin seguía con una idea en mente, una idea de la que no acababa de librarse: quería darle a su daga un uso correcto en cuanto tuviera oportunidad. Así, también aquella tarde se presentó en la sala de entrenamiento, más que dispuesto a continuar mejorando la técnica que tenía entre manos. Cada vez se sentí más impaciente con respecto a aquel asunto.
Se detuvo en la puerta, según entró, con la sensación de haber oído su nombre. Sin embargo, para cuando quiso prestar atención, era tarde para entender de qué estaban hablando. Porque en la sala estaban Inger y una chrysos a la que Corbin no conocía, pero que tenía un aspecto bastante desvalido.
Corbin se quedó un momento quieto, mirándolas, sin decidirse a qué hacer. Normalmente, habría pasado de largo y comenzado su entrenamiento sin preocuparse, pero el hecho de haber oído su nombre le inspiraba curiosidad, y aquella chrysos tenía bastantes posibilidades de ser la tal Anna de la que Inger le había hablado, lo cual la hacía un individuo interesante.
-Buenas tardes -acabó por saludar, serio, aún en la puerta. | |
| | | Anna
Edad : 29 Mensajes : 711
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 7:24 pm | |
| Río suavemente a su respuesta, asintiendo, cuando por fin comprendo lo que ha sucedido. Dirijo, entonces, la vista a la caja que me señala, y me acerco unos pasos, curiosa, acomodándome las gafas para mirarla mejor. Termino por volver el rostro de nuevo hacia Inger, curiosa. -Nunca había visto nada semejante. Desde luego, es interesante. Aunque creo que no me siento preparada para usarla todavía. Me acerco un poco a ella, entonces, dejando ir una nueva risa, suave, discreta, a su negación. -Desde luego, no conozco a todos los guerreros, pero solo alababa tu capacidad individual. Sea como sea él de fuerte, eso no te quita mérito a ti, ¿no? -. Niego con suavidad-. En cuanto a la armadura, no tienes que darme nada a cambio. No es solo que ya de por sí sea algo que los guerreros recibirán gratis; en tu caso, me has ayudado mucho. Creo que soy yo la que te debe algo a ti. Y sin duda, estoy encantada de que... Acabo la frase bajando el tono, al escuchar la puerta, volviendo hacia ella la cara. Hay una nueva figura, un hombre claritas, que saluda. -Buenas tardes -respondo, adoptando una expresión más formal-. Mi nombre es Anna Hélix -. Hago una suave reverencia, desde mi posición-. Un placer. | |
| | | Inger
Edad : 31 Mensajes : 1308
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 7:34 pm | |
| Siguiéndola, todavía sujetando la espada, me acerqué a la caja, sonriente. Sin duda, era un objeto tan interesante como extraño; no sabía cómo había terminado en Brontë algo así, ni tampoco comprendía su funcionamiento, pero sí entendía, a pesar de haberla probado solo una vez, que servía de gran ayuda a la hora de entrenar.
—Depende de qué enemigo escojas. —La miré—. Seguro que hay alguno que no te supera demasiado y del que puedes aprender.
Fruncí un segundo el ceño, pensativa. No se me ocurría ningún guerrero que pudiese estar al nivel de Anna, pero suponía que aquello se debía a que apenas conocía gente. De los que conocía, tal vez Heylel, que no parecía muy agresivo, podría servirle, aunque no estaba segura.
Volví a negar al escucharla.
—No me quita mérito, pero no quiero que pienses que soy de las más fuertes cuando no es así. —Le sonreí. Y al escuchar sus siguientes palabras, volví a negar, dispuesta a explicarme, pero al notar cómo iba bajando el tono de voz, fruncí el ceño, algo confusa, y me volví hacia la puerta.
Esbocé una tímida sonrisa.
—Oh, Corbin. Ho... Hola. —Le hice un gesto con la mano libre, saludándolo. Me preguntaba si me había oído hablar de él. Esperaba que no. | |
| | | Corbin
Edad : 33 Mensajes : 1068
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 7:53 pm | |
| Corbin hizo una ligera inclinación de cabeza a Inger, a modo de respuesta a su saludo. En cuanto a la chrysos, su nombre fue la única confirmación que necesitaba para acercarse y hacer su petición, con un brillo de interés en la mirada.
-Inger me ha hablado de ti -declaró, situándose frente a ambas, serio-. Me ha dicho que haces armaduras. Querría saber los detalles y encargar una.
Sus ojos estaban clavados en ella, prestándole toda su atención. Para aquella clase de asuntos, no era un problema retrasar un entrenamiento; ir bien equipado era importante, después de todo, y no iba a desaprovechar una oportunidad como aquella. | |
| | | Anna
Edad : 29 Mensajes : 711
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 8:01 pm | |
| Me encojo de hombros, con cierta inseguridad, meneando la cabeza suavemente de lado a lado, como quien calibra algo sin demasiada certeza. -No creo que incluso así sea posible. No soy muy bélica. Pero supongo que puedo probarlo. Será útil intentarlo cuando me sienta un poco más preparada. En cuanto Inger pronuncia el nombre del recién llegado no puedo evitar alzar las cejas con sorpresa, pasando a mirarlo de nuevo, de los pies a la cabeza, en un gesto fugaz. La miro a ella una vez más, curiosa, llegando a esbozar una sonrisa. Es entonces cuando él me habla, y respondo, comenzando nuevamente con una reverencia muy suave, adoptando una expresión risueña pero educada. -También me ha hablado a mí de ti, señor Corbin. Es un placer conocerte -. Comienzo, mirándolo a los ojos un par de segundos. Asiento, suavemente-. Sería un placer confeccionarte una -indico entonces, ensanchando levemente la sonrisa-. Simplemente necesitaría que en algún momento te pasases por la habitación que uso como taller para poder tomar las medidas necesarias. Después de eso, hasta tenerla hecha, me encargaría yo, y cuando la tuviese te informaría de ello -. Dirijo una mirada amistosa hacia Inger, acercándome un paso lateralmente hacia ella, casi rozando su brazo con el mío, pero dejando algo de aire entre ambos-. Ahora mismo estoy con la de ella entre manos, pero en cuanto puedo empiezo una nueva, así que no creo que tarde demasiado. | |
| | | Inger
Edad : 31 Mensajes : 1308
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 8:16 pm | |
| Bajé un segundo la vista cuando Corbin se acercó, carraspeando un instante, y me mordí el labio inferior, permaneciendo en silencio mientras ellos hablaban, atenta a sus palabras, pese a todo. Cuando Anna mencionó que yo, yo, le había hablado del claritas, alcé la vista, mirándola un momento, esbozando una incómoda sonrisa, frunciendo un poco el ceño. No dije nada, pese a todo, y me limité a observar el suelo, contando las baldosa, apretando con fuerza la empuñadura de la espada. Cuando Anna volvió a mencionarme, volví a mirarla; la chrysos se había acercado a mí, no tenía muy claro por qué. Me encogí de hombros, mirándola.
—La mía puede esperar, si quieres, si queréis... O... O sea. No es que... No es que ahora mismo yo... Este haciendo muchas cosas, nada más que entrenar por aquí y, eh... ¡Bueno! —Miré a Corbin—. Creo que... Tú tienes una vida más ajetreada, así que supongo que la necesitarás más que yo, así que no hace falta que os preocupéis por la mía, porque, o sea, la quiero, pero, a ver, tampoco es que tenga así... Mucha prisa. Y, eh... —Miré a Anna de nuevo—. Eso. | |
| | | Corbin
Edad : 33 Mensajes : 1068
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 8:25 pm | |
| Corbin atendió a las palabras de la chrysos, absorbiéndolas con total atención, asintiendo levemente cuando ella terminó de hablar. Se preguntaba cuánto tardaría, de media, en hacer una buena armadura. Lo ideal sería que pudiera dedicarse a la suya cuanto antes, pero comprendía que, si quería algo de calidad, las cosas debían hacerse correctamente.
-Cuando te sea conveniente puedes tomarme las medidas -la invitó-. Es algo que me interesa.
Miró entonces a Inger, que le cedía el turno. Corbin la miró un instante, sin comprender por qué. Desde su punto de vista, era un objeto suficientemente interesante como para apurarse a conseguirlo. Aunque, por el mismo motivo, no tenía la menor intención de rechazar aquella oferta tan conveniente.
-Te lo agradezco -dijo a la caeruleus-. La verdad es que yo sí tengo interés en tenerla cuanto antes.
No sabía cuándo saldría de misión, después de todo, y no podía faltar mucho para ello. | |
| | | Anna
Edad : 29 Mensajes : 711
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 8:31 pm | |
| Escucho hablar a Inger, esbozando una sonrisa suave. Entonces él mismo acepta el ofrecimiento, y asiento con calma. Me acomodo las gafas un momento, manteniendo en todo momento la sonrisa discreta, educada. -Será solo un momento. Si te corre prisa y a ella no le importa, no tengo problema en anteponerla -. Alzo las cejas, como cayendo en algo, y miro a Inger y luego a él-. De hecho, puedo tomarte las medidas ahora, si lo deseas, y así empiezo esta misma noche-. Suave, vuelvo una vez más el rostro hacia Inger, amable, manteniendo el tono educado, cuidado-. Y de paso puedes venir tú a ver lo que llevo de la tuya y te pruebas el armazón. Así corregiré algo si hay algún problema-. Y entonces, por primera vez en tiempo, alzo un poco las cejas, y la sonrisa se carga de cierta intención, solo hacia ella, breve, fugaz-. ¿Vale? Es una pregunta, pero ciertamente es más una propuesta. No la obligo, pero tampoco dejo mucha opción a réplica.
Al momento siguiente he recuperado la calma habitual. | |
| | | Inger
Edad : 31 Mensajes : 1308
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 8:42 pm | |
| Bajé la vista, encogiéndome de hombros, levemente sonrojada. No le cedía el turno por algo en especial, sino porque sabía que se iba a Caligo y suponía que él necesitaría más una armadura que yo, que no estaba apuntada a ninguna misión y que probablemente permanecería varios meses más en Palacio, entrenando con Anna.
—De nada —murmuré. Luego, en un tono más bajo, añadí—. Como te vas y tal...
Me pasé la mano libre por la nuca, todavía mirando el suelo, que ahora mismo me parecía bastante interesante, con sus baldosas y las líneas que separaban las baldosas y las marcas y todo. No alcé la vista hasta que Anna me mencionó, y entonces la miré con las cejas arqueadas y un rubor más notorio en las mejillas, que, esperaba, no se notase tanto porque ¿era pelirroja y eso lo maquillaba?
—¿Ir...? ¿Yo, ahora? Estoy suda... —Bajé la vista—. Oh... Bueno.... Si te ahorras tiempo así... —Me encogí de hombros, mirando a otro lado—. Va... Va... Vale. | |
| | | Corbin
Edad : 33 Mensajes : 1068
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 01, 2014 8:55 pm | |
| Corbin no estaba muy de acuerdo con retrasar tanto su entrenamiento, pero aquello parecía valer el esfuerzo. Después de todo, podía entrenar por la noche, cuando hubiera terminado con aquel asunto de la armadura. Entrenar de noche, después de todo, era algo que le convenía bastante.
Miró a Inger, ya que Anna buscaba su confirmación. Después de todo, aunque a él no le importase aplazar un entrenamiento, y pese a que cuando había entrado, ambas estaban hablando, era evidente que Inger no había tenido que aplazar, sino más bien interrumpir sus propios ejercicios. Y Corbin era perfectamente consciente de lo molesto que era eso.
Sin embargo, la caeruleus aceptó, así que Corbin asintió, más que dispuesto. Pronto los tres salían de la sala de entrenamiento, guiados por Anna hacia su taller. El claritas tenía cierto interés en ver los materiales con los que la chica trabajaba, y poder ver una armadura a medio hacer, como era la de Inger, también era un factor a tener en cuenta.
*Se van* | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Sáb Oct 04, 2014 3:10 am | |
| A veces uno no podía dormir, y entonces tenía que relajar el cuerpo. Y no todas las noches, por desgracia, terminaban siendo afortunadas. A veces había que buscar la calma tras la tormenta por uno mismo. De todas formas me sentía tremendamente bien. Pero, simplemente, no era capaz de dormir.
Me remangué la camiseta, serio, y comencé con un entrenamiento suave, golpeando con los puños desnudos uno de los sacos de boxeo que había en la sala de entrenamiento, que había llevado al centro. Se balanceaba al compás. Era como un baile, verdaderamente. Yo golpeaba, guiaba, y el saco se movía en consecucencia. Poco a poco los golpes se volvían más veloces, más fuertes, más feroces. Comencé a rodear el saco, golpeando aquí y allá, disparando los puños uno tras otro, sin darle tregua. De aquella forma debía ser también con los enemigos. Encadenar un golpe tras otro, sin darles tiempo a reaccionar, y al cabo de un rato los tendrías en el suelo, inconscientes, pero vivos. Aquello era lo importante. Vivos.
Derecha, izquierda, izquierda, derecha con más fuerza. Tenía que controlar cada golpe para saber sorprender, para poder herir o no hacerlo, según quisiese. A veces debían ser pequeños y veloces, tantizando, buscando el momento para encajar el auténtico, el derrotador, el puño que acabaría con los rivales. Dejé que el saco volviese a su posición normal antes de lanzarle un rodillazo. Desde luego, bullía energía de mí interio. Me sentía explosivo.
Estuve allí un buen rato, batiéndome con mi rival, posiblemente relleno de arena. Cuando quise darme cuenta, jadeaba un poco, y el sudor me pegaba el pelo a la frente. Me lo eché hacia atrás con un gesto, y la mayor parte se quedó de aquella forma. Jadeante, entonces, relajé un poco los brazos.
Resoplé, sonriente, estirando los brazos, las manos, ¡hasta los dedos! hacia el techo, y moví la cadera un poco en círculos. Desde luego, me sentía como nuevo. Y un baño caliente... Un bao caliente sería perfecto para dormir bien, que ya no eran horas.
Pero un buen guerrero debía estar preparado siempre para la batalla.
*se va*
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| | | Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Dom Oct 05, 2014 12:29 am | |
| Sus primeros entrenamientos en la banda habían sido con Malia. Al principio, la caeruleus, que entonces era quien guiaba sus pasos en la banda, había decidido que lo lógico sería que él y Dena entrenasen juntos, pues ambos eran novatos y, en teoría, sus habilidades debían ser semejantes; no obstante, tras un corto primer entrenamiento, Malia reajustó sus planes. Dena era no solo mejor maga que él, sino también mejor a nivel físico. Lyam recordaba que había intentado golpearla por todos los medios, con fuerza, sin cortarse por ser Dena quien era, y que había tratado de esquivar sus débiles pero certeros golpes, tratando de reaccionar antes que ella, de prevenir sus siguientes movimientos, y sin embargo, en aquel combate lo único que había conseguido había sido una humillante derrota: no había llegado a rozarla, y apenas había logrado esquivar un par de ataques. Dena entonces era excesivamente baja, de piernas muy cortas, tanto que cualquiera hubiese jurado que era mestiza de parvus, y brazos delgados como dos hilos; apenas tenía fuerza, y si no se cubría, un buen golpe podía tirarla al suelo y noquearla sin ningún problema. Y sin embargo, todas sus patadas terminaban con firmeza en el punto esperado, en el objetivo que se había propuesto atacar, alto, bajo, cabeza, pecho, brazos, piernas, como si aquello no fuese más que un juego de niños, y sus brazos la cubrían con suma precisión, obligándole a él a cambiar la estrategia en busca de un hueco libre y arrastrándole al fallo, porque a pesar de su zancada corta Dena era ágil y veloz, escurridiza como una lagartija, y se apartaba y giraba y deslizaba antes de que él llegase a tocarla. Lyam nunca antes la había visto combatir así, cuerpo a cuerpo, porque la muchacha siempre había utilizado la magia para ahuyentar a sus enemigos, y tumbado boca arriba en el suelo, resollando y con el cuerpo dolorido, el chrysos fue consciente de lo poderosa que era su engañosamente delicada amiga y de que él no había sido el único que había peleado en los suburbios. Sintió entonces una punzada de rabia, pero la contuvo, y con voz entrecortada, bajando la vista para mirar el rostro de la muchacha, le preguntó dónde y desde cuándo sabía combatir; Dena, tendiéndole la mano, se había limitado a responderle que una chica debía saber defenderse.
Después de aquello, sus sesiones de entrenamiento consistieron en diferentes combates contra Malia, que era espadachín y más alta y robusta que Dena, pero también más lenta; por eso mismo, al chrysos le resultaba más sencillo golpearla, atinar, aunque eso nunca significó que pudiese vencerla: los golpes que él lograba darle nunca parecieron hacerle demasiado daño, sino poco más que una leve molestia, y por cada uno de sus aciertos el chrysos recibía los fortísimos golpes de Malia, que aprovechaba la cercanía para golpearle con la espada de madera que usaba en los entrenamientos o con su propio cuerpo si luchaba desarmada, creando entonces una secuencia que combinaba puñetazos y patadas y que solía terminar con el chrysos tirado en el suelo. A la larga, pese a todo, Lyam había logrado que sus derrotas no fuesen tan denigrantes, llegando a aguantar con cierta entereza aquellos entrenamientos, aunque no por ello su alegría fue menor cuando finalmente comenzó a entrenar con otros miembros de la banda.
Ahora mismo, en la sala de entrenamiento de Brontë, el chrysos observaba la caja del duende, con el ceño fruncido y el mandoble fuertemente asido. A su espalda, en un círculo desordenado, había varios muñecos con los que había estado practicando hasta hacía escasos minutos. Como de costumbre, el chrysos se había colocado en el centro de las figuras, y fingiendo que estas eran enemigos, había estado probado diferentes golpes, solo que esta vez la totalidad de su entrenamiento se centró en practicas con la espada, con la que buscó punzar, cortar y atravesar diferentes puntos de los muñecos, tratando de visualizar en la tela los que serían los puntos vitales de una persona; mientras atacaba, el chrysos intentaba no tocar a los muñecos con el cuerpo, imaginando que aquello sería igual a recibir un ataque. Fue casi al final de la práctica cuando pensó en la banda, y en Malia, y en Dena, y cuando se preguntó si el duende de Ignis podría imitar la forma de alguna de ellas. Aunque aquel ser le causaba una fuerte repulsión, sería interesante que pudiese tomar su forma, como parecía que podía hacer con el resto de guerreros; no en vano, si volvían a verse, tal vez terminasen enfrentándose, y el chrysos no estaba seguro de que, aun a pesar de lo que había mejorado en Brontë, fuese capaz de. Negó suavemente, alejándose, volviendo al círculo, donde reanudó su anterior práctica durante un par de minutos, tratando de alejar aquellos pensamientos. No merecía la pena pensar en ello, no.
*tras recoger, se va* | |
| | | Alexander Price
Edad : 32 Mensajes : 524
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Oct 08, 2014 4:48 pm | |
| Estoy algo oxidado. Pienso con sarcasmo mientras abro y cierro mi mano metálica. Quizá debería recuperar algún hábito de entrenamiento.
Después de realizar mis tareas, abandono por un instante la ropa del servicio y me dirijo a la zona de entrenamiento.
Es un gran lugar y no corro peligro alguno de herirme gracias a los hechizos protectores. Sin embargo parece haber algún tipo de novedad: me acerco al anuncio y leo las instrucciones. Abro la caja y sale un viejo dicharachero. Una sonrisa se apodera de mí.
-Vuélvete Lyam.- Le ordeno.
El viejo de la caja obedece y un Lyam de pelo blanco y camiseta de tirantes aparece frente a mi, armado con una daga.
-Ojojojo...- aplaudo sádico. - Qué bien me lo voy a pasar.- Río apretando el puño de metal.
Rápidamente lanzo el puño izquierdo hacia la copia. Sin embargo lo evita con facilidad, para luego lanzarse hacia mí intentando clavar su cuchillo en mi. Me roza el brazo.
Frunzo el ceño. ¿Tanta práctica he perdido en todo este tiempo? -Âchnam - Conjuro. La magia siempre ha sido mi fuerte. La bola mágica golpea su abdomen, aunque mi rival se cruza de brazos para protegerse el pecho, haciendo que mi hechizo lo empuje hacia atrás, de modo que de sus brazos sale algo de humo.
Chasqueo la lengua.- ¡Garves!- Lanzo con algo más de rabia. Aprovecho su ceguera para acercarme rápidamente y lanzar mi izquierda a su cara. Ser diestro nunca pudo ser menos útil, pues mi puñetazo de metal es dado con mi mano débil. Aunque supongo que una cosa compensa a la otra.
Recibe mi izquierda y se tambalea en silencio, dando unos cuantos pasos hacia atrás mientras que al mismo tiempo recupera la visión.
Sonrío, algo más realizado.
Aprovecho su retroceso para acercarme con algo de velocidad y lanzar un puñetazo, del cual se zafa.
-Suficiente.- Digo entonces. Me he cansado. Con ceño fruncido, me doy media vuelta y me voy, algo asqueado, colocándome la chaqueta con algo de rabia.
*se va*
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| | | Anna
Edad : 29 Mensajes : 711
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Oct 09, 2014 12:43 pm | |
| Entro en la sala, contemplándola con gesto serio. Podría decirse que en mi mirada hay, aparentemente, un rastro de inseguridad, pero debido a los cristales que cubren mis ojos no sería descabellado que solo fuese un reflejo de la luz.
Miro a ambos lados, una vez dentro, dando la sensación de que busco algo. Tras un par de barridos desciendo la vista al suelo, por un momento, y entonces me vuelvo para cerrar la puerta. Hoy visto ropa cómoda y elástica, como suelo hacer cuando vengo, en vez de la que acostumbro.
Tras un momento de breve duda comienzo a trotar, despacio, pero sin detenerme, con la mirada fija en el suelo, varios metros por delante de mis pasos. La respiración es estable, por otra parte, marcando la diferencia con la primera vez que entrené con Inger. No obstante, no dedico mucho a la carrera, y pronto recupero el centro, moviendo un poco los brazos, calentando las articulaciones. Sin quererlo, mis ojos se desvían hacia la caja, que miro por un momento largo, dudosa. Luego, con calma, me dirijo hacia uno de los armarios para hacerme con una diana, que sitúo en el centro de la sala.
Me alejo varios pasos, sin perder de vista el objeto que acabo de colocar, e inspiro profundamente por la nariz. Por un momento se ve un titubeo en los labios, pero entoncer el ceño se frunce y la mirada gana algo de fuerza.
-Châxsio -declaro, y una esfera eléctrica se forma en mi mano, irregular.
Por un momento parece que va a deshacerse, porque su forma se altera, amenazante, pero consigo retenerla y la lanzo contra la diana, alcanzando uno de sus aros más exteriores. De nuevo, invoco el hechizo, que aparece en mi diestra en una situación similar.
Repito el proceso un sinfín de veces. La puntería nunca acierta espectacularmente, aunque el hechizo, que parece debatirse entre una forma estable y no, tampoco sigue una trayectoria perfectamente lineal debido a esos cambios. No obstante, a lo largo del entrenamiento parece que la bola va definiéndose un poco más, a medida que mi apariencia es más fatigada.
En algún momento me detengo, dibujando una suave sonrisa, y me paso un brazo con la frente, dejando ir un suspiro de alivio. Entonces, como hice cuando llegué, pero a la inversa, llevo la diana a su sitio, lanzo una mirada a la caja, de reojo, y abandono la sala, poniendo rumbo al baño. *se va* | |
| | | Frikka
Edad : 28 Mensajes : 1436
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Vie Oct 10, 2014 6:31 pm | |
| No he conseguido seguir en cama, aunque estando con Fenris recuperé ligeramente el horario de Caligo. No sé si será que mi cuerpo sabe a qué atenerse cuando se está en Brontë, que he conseguido educarlo, si será porque la actividad le da una vidilla a las cosas que acaba despertando o, simplemente, que he dormido mal. Eso último no sería raro, tampoco. He estado reflexionando mucho sobre la nota de Cierzo, porque cuanto más pienso en ella menos “carta” me parece, y lo cierto es que la intranquilidad ha ido en aumento. Joder…
Sea como sea, he decidido venir a estirar un poco los músculos. Ya hace bastante que no me muevo un poco, y empiezo a notarlo. Me siento como oxidada.
Lo primero que hago tras llegar a la sala es ponerme a desplegar algunos de los muñecos de entrenamiento, en el centro, aunque no tengo muy claro de qué me voy a encargar. Entonces, inmediatamente después, me pongo a trotar un poco, con paso ligero para poner el cuerpo en marcha, que se me malacostumbra, coño.
Estoy segura de que mover un poco el culo me ayudará a quitarme otras cosas de la cabeza…
*se queda* | |
| | | Massen Dew Moderador
Edad : 24 Mensajes : 2840
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Vie Oct 10, 2014 6:38 pm | |
| Cuando entré en la sala de entrenamiento, iba perfectamente armada. Llevaba la espada atada a la espalda y la cerbatana colocada en el cinturón que Heylel me había regalado para ella. Además, había añadido al cinturón el puñal. No era que pensase usarlo absolutamente todo, pero prefería no dejar fuera ninguna posibilidad.
Al entrar, me di cuenta de que la sala no estaba vacía. Y no era que la compañía fuese buena, precisamente. Llevaba bastante tiempo sin dirigirle la palabra a Frikka, y no tenía intención de cambiarlo. Claro que tampoco pensaba permitir que su presencia en un sitio me impidiera a mí usarlo. Sería lo que me faltara.
Así pues, me metí en la sala, sencillamente ignorándola, y me dirigí a la zona en la que estaba el duende, calentando allí, sin dirigirle ni una mirada. Cada una a lo suyo, como debía ser. Comencé por calentar un poco el cuerpo, sin moverme mucho del sitio. | |
| | | Frikka
Edad : 28 Mensajes : 1436
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Vie Oct 10, 2014 6:43 pm | |
| Llevo un rato calentando. Ya he pasado del trote a una carrera más insistente, dándolo todo un instante y recuperando el trote a ratos. Aunque no insisto mucho para no cansarme de más. Justo cuando he terminado de correr y he pasado a empezar rotaciones articulares entra alguien. Alguien no, bueno... Massen. Esto es un poco incómodo.
Me tenso un poco al ver la marca de su cara. Me cago en... No obstante, termino por ceñirme a lo mío y dejarla estar. Algo se va a tener que hacer, creo yo. Llevo un tiempo fuera, y algo despreocupada al respecto, pero no puedo huir para siempre. No soy una puta cría de diez años, ¿no?
Como ella se va a una esquina algo alejada de mí, simplemente desenvaino, comenzando un calentamiento de brazos, ya donde estoy, realizando cortes amlios adelante y atrás, al ritmo, sin contar. No me mato mucho que hoy tengo en mente cosas más intensas...
Le lanzo alguna mirada discreta cada mucho, cuando no mira, evaluando. | |
| | | Massen Dew Moderador
Edad : 24 Mensajes : 2840
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Vie Oct 10, 2014 6:44 pm | |
| Continué con mis ejercicios, calentando articulaciones y preparando el cuerpo un poco más. Saqué entonces la espada, comenzando con movimientos lentos, torpes, más explorando que haciendo nada que supiera. Había entrenado con ella en pocas ocasiones, y todavía se me hacía raro intentar siquiera usarla. Por eso había decidido usar la caja aquel día.
Después de probar algunos movimientos y acomodar la espada a mi mano, me dirigí por fin al duende. Abrí la tapa de la caja y allí estaba, raudo como cada vez. Ignoré sus aspavientos y juegos habituales, exactamente como siempre hacía. No era solo que estuviera ocupada; por más que hubiera pasado a servir a Brontë, aquel ser no me inspiraba la más mínima simpatía.
-Quiero una clase de esgrima de Inger -pedí, muy seria.
Sabía que la caeruleus era buena con la espada, y teniendo en cuenta cómo era su arma, me parecía mejor opción que, por ejemplo, Rick. Además, quería probar hasta qué punto podía ser útil el duende en cuanto a enseñanzas. No podía permitirme combatir con la espada con mi nivel, pero si pedía alguien que controlase y no fuera a intentar matarme, podría sacar bastante del encuentro.
Cuando Inger se materializó ante mí, comencé con ella una serie de encuentros entre espadas, despacio, definiendo los movimientos para que fuera sencillo para mí. Una estocada tras otra, iba acomodándome a mi postura. | |
| | | Frikka
Edad : 28 Mensajes : 1436
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Vie Oct 10, 2014 6:47 pm | |
| Poco a poco, a medida que encadeno diferentes movimientos, rectos, diagonales, más largos, controlando que la punta no toque el suelo, o menos, llegando solo a lo que sería el mentón de mi rival, con un buen control, voy sintiendo los músculos más relajados y flexibles, que es lo que se pretende, al fin y al cabo. Ya no noto los hombros rígidos, como al principio, cuando apenas era capaz de utilizar la katana sin fuerza. Y eso que yo de fuerza no tengo una mierda.
Massen también usa una espada. Jamás la había visto con algo así, aunque tampoco es que nos hayamos visto entrenar mucho mutuamente, La verdad es que si me lo planteo con frialdad, podría decirse que nuestra relación ha sido extraña. Ella me ha ayudado en varias ocasiones. También creí que la ayudaba, en mi caso. Parece que no fue así.
Sigo a lo mío, apurando un poco los cortes, notando cómo el cuerpo se va preparando para la batalla y el aire silba, hasta que, de repente, veo aparecer a otra guerrera. Es una chica a la que he visto alguna vez en los dormitorios, o así, aunque no he hablado nunca con ella. Y ha, literalmente, aparecido. No ha venido por su propio pie.
Me detengo un momento, mirando curiosa el panorama. Ha salido después de que Massen hablase con un tipo extraño que hacía cosas un poco raras. Evitando a Massen y a su rival, me acerco a curiosear al artefacto, a lo que parece ser una caja.
La miro de nuevo, curiosa, siguiéndolas a ambas con al mirada. No quiero interrumpirla ahora y ganarme más desprecio... | |
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