|
| Sala de entrenamiento | |
|
+34Ayne Stalon Pris Zaih'ra Zacharyas Vest Lluvia PNJ Johan Ben Kyoti Fera Marik Loutka Silvio Madame Alehyss Blues Nagore Svend Lea Follow Jun Nagorr Alexander Price Corbin Cero Elektra Massen Dew Adain Frikka Inger Anna Rick Heylel Lloyd 38 participantes | |
Autor | Mensaje |
---|
Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 7:02 pm | |
| En el momento en el que la puerta se abrió, el chrysos se sobresaltó y su voz sonó algo más aguda y el dardo calló al suelo y él se encontró mirando a Kyoti con las mejillas sonrojadas y la ballesta apuntando al techo. Carraspeó.
—Buenas tardes —saludó, componiendo una sonrisa quizá más nerviosa de lo habitual, y volviéndose al momento hacia la diana todavía con la ballesta apuntando al techo. La bajó, volviendo a apuntar a la diana. Le llevó un segundo darse cuenta de que no estaba cargada, pero fingió que aquello no era un despiste, sino algo premeditado.
No volvió a cargar el arma, pese a todo, y en su lugar se acercó a la diana y comenzó a quitar los dardos que había clavado, sin prestar atención al flamma. | |
| | | Kyoti
Edad : 28 Mensajes : 391
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 7:08 pm | |
| Cuando Kyoti termina con su segunda ronda de flechas, echa un nuevo vistazo al chrysos, que parece estárselo tomando con mucha calma. Kyoti se siente algo intimidado por su seriedad, así que le cuesta dirigirse a él. En su lugar, recoge las plumas que ha dejado en el suelo y se acerca a las dianas. Extrae todas las flechas, amontona las dianas a un lado y se sienta en un banco, un poco más allá. Mientras vuelve a colocar las plumas a cada flecha, sigue observando al chrysos.
Acaba por carraspear y sonríe, envalentonándose a hablar. No parece concentrado en nada en particular, realmente. Es como si hubiera dejado su entrenamiento.
-¿Es difícil? La ballesta. ¿Es una buena arma? Bueno, supongo que sí. ¿No está dura? -Las preguntas salen un poco al azar, tanteando, como si pensara que, si hace muchas, hay más probabilidades de que alguna reciba respuesta. | |
| | | Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 7:15 pm | |
| Al chrysos le sorprendió que el flamma estuviese interesado en hablar con él. No le había prestado demasiada atención, pero había jurado que su entrenamiento lo mantenía concentrado y al margen de intentar dar conversación.
—Pues... —empezó. No tenía muy claro cómo responder. Se encogió de hombros—. Pues depende... Esta no es tan dura como otras más grandes y... Bueno, como no es tan fuerte como las otras es más fácil de manejar, creo. —Lo miró un segundo, arrancando un clavo de la diana—. A mí me gusta como arma. Es útil.
Se encogió de nuevo de hombros.
fdr. pero nunca tendrás una. | |
| | | Kyoti
Edad : 28 Mensajes : 391
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 7:20 pm | |
| Mientras el chrysos responde (porque responde) Kyoti continúa colocando cada pluma en cada flecha. No es un trabajo tan simple, pero él está acostumbrado a hacerlo. Trata de no desviar mucho la vista de su compañero, no sea que crea que no le presta atención.
-Pero... ¿no es muy lenta? Es decir, para cargarla. Se dice eso -insiste, no muy convencido.
Quizás con la fuerza suficiente se pueda cargar de prisa, y más sí, como él dice, no es tan dura como otras. De todas formas, a Kyoti le cuesta pensar que pueda ser tan rápida como cargar un arco. Aunque, probablemente, tiene otras ventajas. | |
| | | Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 7:23 pm | |
| El chrysos caviló su respuesta. Bueno, la que él tenía ahora mismo en la mano no era tan lenta como la que había probado con Alehyss, pero tampoco podía decir que era un arma especialmente rápida. No como el arco, al menos. Seguro que para el flamma la ballesta era un arma terriblemente lenta.
—Bueno, no es demasiado rápida, pero esta en concreto cuesta menos cargarla que otras más grandes. —Se encogió de hombros—. Aunque tampoco es que yo sepa mucho de ballestas.
Mejor pregúntale a Alehyss, pensó, pero no lo dijo. No fuese a ser que lo del arma fuese un secreto y lo matase con la kusarigama o algo. | |
| | | Kyoti
Edad : 28 Mensajes : 391
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 7:36 pm | |
| Kyoti asiente, creyendo comprender.
-Ah, ¿entonces no es tuya? -aventura, mirándola con curiosidad-. O es nueva, bueno... Todo es práctica, supongo. Creo -. Carraspea-. Usas muchas armas -. Duda-. ¿No? Bueno, es la impresión que da, que te... ¿desenvuelves? Bien, digo.
Es como tiene que ser, ¿no? Es lo que se supone. Él debería ser igual. No puede depender de lo que su contratante le explique, porque, como ha tenido ocasión de comprobar, puede que su contratante sea alguien muy ocupado. Y él no ha ido a molestar a nadie, sino a ayudar. Desde luego, aún le queda mucho por hacer.
Continúa colocando plumas, algo preocupado por sus capacidades. | |
| | | Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 7:41 pm | |
| El chrysos se encogió de hombros. ¿Usaba muchas armas? Pues de momento usaba una espada y una daga. Dudaba que pudiese decir que se desenvolvía bien con la ballesta, aunque, bueno, tampoco había visto a nadie más que Alehyss utilizarla. Quizá no iba tan mal. Quién sabía.
—La ballesta no es mía: la cogí del armario. —Arrancó el último de los dardos de la diana—. Y... Bueno, sé usar la espada, y las dagas y puñales y también sé pelear cuerpo a cuerpo. —Volvió a encogerse de hombros y miró al flamma de reojo—. Pero gracias, supongo...
Una vez recogidos los de la diana, comenzó a recoger los que habían llegado al suelo. | |
| | | Kyoti
Edad : 28 Mensajes : 391
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 7:52 pm | |
| Por lo visto, las impresiones de Kyoti son correctas. Probablemente el chico representa lo que es un verdadero guerrero. Kyoti no es más que un cazador intentando dar el paso. Tiene mucho de aprender del chrysos.
Se le ocurre entonces preguntar.
-¿Y las misiones? Digo que... habrás ido a muchas. Bueno, es lo que parece... -Aclárate, Kyoti-. ¿Puedes contarme algo? De las misiones. Bueno, si no te importa, no quiero que... Eso. Es para saber un poco.
Quizá descubra que empezó como él, o quizás que ya le llevaba ventaja desde el comienzo. En cualquier caso, cree que le vendrá bien saberlo. | |
| | | Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 7:57 pm | |
| El chrysos frunció el ceño y miró de reojo al flamma, apenas un segundo. De pronto, sentía cierta desconfianza. ¿Por qué tantas preguntas? ¿Qué quería exactamente? Recordaba que el flamma era uno de los que estaban en el bosque durante el ataque de la flamma, así que quizá quisiese, qué sabía él, descubrir algo, como que hacía realmente en las misiones. Quizá fuese eso, o quizá fuese mera curiosidad, no sabría decirlo. Fuese como fuese, tras unos segundos en los que simuló que estaba pensando, acabó por asentir.
—He ido a varias, algunas más fáciles y otras más complicadas. En algunas tuvimos que ir a buscar a gente y en otras solo que combatir. —Se encogió de hombros—. Cada misión es diferente, así que, si quieres un consejo, mantente despierto en todas ellas y trabaja en grupo.
Algo así bien podía valer. No tenía interés en revivir las misiones en las que había participado. | |
| | | Kyoti
Edad : 28 Mensajes : 391
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 8:11 pm | |
| Kyoti no se siente del todo satisfecho con la respuesta. Por una parte, resulta tan escueta que parece mala idea insistir. Pero, por otra, ni siquiera su consejo es aplicable a su experiencia. Baja un momento la vista a las flechas, que ya ha terminado de poner a punto. Repasa cada una de ellas en silencio, preguntándose si estará siendo una molestia.
Pero quiere aprender.
-¿Y cuando vas solo? Porque también vas solo, ¿no? Bueno, supongo...
Solo esa. Solo esa pregunta y lo dejará en paz. Tampoco quiere que se enfade. Quizá, aunque con calma, si estuviera tomándose en serio su entrenamiento. Seguro que lo ha interrumpido. Comienza a clavar las flechas en el carcaj, atento a la respuesta. | |
| | | Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 8:14 pm | |
| El chrysos alzó ambas cejas. ¿Cuándo va solo? ¿Cuándo va solo qué? Él nunca había ido solo a una misión, en todas, hasta en esa en la que pensó que iría solo porque era lo que más sentido tenía, había ido acompañado.
—Nunca he ido solo a una misión —dijo, sin más, cogiendo un nuevo dardo. Lo miró de reojo—. En caso de que fuese solo, me mantendría alerta e intentaría no llamar la atención.
Tampoco con la banda había ido a muchas misiones solo. La única, la de Brontë, pero no hacía falta decir cómo había terminado. | |
| | | Kyoti
Edad : 28 Mensajes : 391
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 8:21 pm | |
| A Kyoti le sorprende mucho la respuesta. ¿Nunca? Pero si él acaba de llegar y... Baja la vista. ¿Será que se ha hecho una idea que no es? ¿O el chico no quiere hablar hasta el punto de mentirle? Quizás sea eso: quiere que lo deje en paz. Después de todo, las respuestas, tan escuetas, no muestran muchas ganas de hablar.
-Gracias -se atreve a murmurar, algo cohibido, antes de levantarse. Carraspea y se obliga a sonreír-. Te estoy molestado. Es decir. Sí, ¿no? Ah, no, no quiero decir que... Bueno... Te dejo que entrenes...
Algún día aprenderá a estarse callado. Algún día. Seguro. Recoge las dianas y las guarda, tratando de hacerlo rápido y sin molestar más. Después se despide en voz muy baja, también para no molestar, y por último se esfuma por la puerta, sintiendo el mal sabor que le ha dejado la conversación. Si es que es un bocazas.
*Se va* | |
| | | Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Mar 19, 2015 8:36 pm | |
| De nuevo, al chrysos le sorprendieron las palabras del flamma. ¿Cómo que le estaba molestando? Bueno, de acuerdo, quizá no estuviese muy animado, y también era cierto que no tenía ningún interés en hablar con él, pero tampoco creía haberse mostrado tan borde o dejado como para que el muchacho supusiese que lo molestaba. Que tampoco era, a ver, tampoco era una enorme molestia, realmente. De hecho, no le resultaba desagradable.
Se apresuró a negar.
—Eh, no, no. A ver, no me molestabas, eh. Tampoco estaba haciendo gran cosa y, bueno, no te preocupes, eh.
Esas cosas se le daban un poco mal. El flamma terminó por irse, pese a todo, y el chrysos suspiró. Luego volvió la vista a los dardos que quedaban y siguió recogiendo hasta que finalmente terminó.
*se va* | |
| | | Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Sáb Mar 21, 2015 7:33 pm | |
| El chrysos entró en la sala de entrenamiento y comenzó a correr alrededor de la misma, al principio en un ligero trote y luego en una carrera en la que se desviaba, variaba la velocidad, y retrocedía, tratando de no disminuir el ritmo. Cuando se sintió satisfecho, se detuvo y comenzó a calentar las articulaciones y a estirar. Luego se sacó una venda de los bolsillos y se cubrió los ojos con ella, dándole un par de vueltas a la tela para que no llegase a sentir ningún tipo de luz. No sería lo mismo que un combate de noche, pero podía servirle: a fin de cuentas, así estaba prácticamente ciego y quizá, incluso, veía menos que durante la noche.
Permaneció unos segundos quieto, como si estudiase su situación actual, y luego, dirigiendo la cabeza a donde creía que estaba la caja del duende, pidió:
—Quiero un enfrentamiento contra Alehyss Lester.
Y al momento retrocedió, manteniéndose atento a los sonidos que la replica pudiese hacer. A pesar de que llevaba el mandoble consigo, no lo desenfundó, buscando en un primer momento dedicarse a esquivar los golpes de la falsa chrysos.
Al igual que la auténtica, la replica de Alehyss era ágil, veloz y silenciosa. El chrysos no tardó en descubrir lo mucho que le costaba esquivarla y notó varias veces cómo la kusarigama le rajaba la carne. Estaba convencido, además, de que el hechizo de protección de la sala estaba desviando muchos de los golpes que estaba sufriendo, pero aun así se mantuvo con la venda en los ojos y el arma enfundada, defendiéndose como buenamente podía, valiéndose del resto de los sentidos para orientarse y para intentar descubrir la posición de la replica y tratar adelantarse a sus movimientos, buscando defenderse, esquivar o, en un par de ocasiones, amagar golpes que apenas llegaron a rozar a la replica.
En un momento dado, desenfundó el arma, y entonces comenzó a tratar de detener los golpes de la kusarigama, consciente de la ventaja que tenía el arma de la chrysos sobre la suya propia. Seguía tratando de esquivar los golpes que la replica lanzaba, pero también empezaba a mostrarse más agresivo en sus intentos de ataque, quizá sintiendo que tenía más posibilidad de éxito ahora que él, aunque ciego, también estaba armado. En varias ocasiones sintió que el filo de la espada llegaba a la carne de la chrysos, pero ninguna de sus acometidas parecía suficiente como derrotar a la replica, quien, por otro lado, continuaba dañándole con mucha más facilidad de la habitual en sus enfrentamientos. Sin duda, pensaba el chrysos, practicaría más lo del combate a ciegas: aunque la dependencia a la vista fuese un poco menor de la esperada, seguía ahí, y eso era algo que debía de solucionar.
Alargó el combate a ciegas hasta que los golpes comenzaron a ser insoportables. Entonces, en vez de pedir el final del combate, se quitó con un movimiento veloz la venda, sin dejar de esprintar para evitar que la replica lo golpease entonces. Recuperada la visión, volvió a lanzarse contra la replica, dispuesto, ahora, a enfrentarse a ella en una casi igualdad de condiciones (él, a fin de cuentas, estaba más cansado físicamente que ella, pero no importaba). Buscaba ahora ensartarla con la espada, atravesarla, acabar con ella como si fuese un auténtico enemigo y no algo que imitaba la forma de Alehyss. Y quizá fuese que ya había practicado muchas veces aquello, que ya había tenido muchos enfrentamientos con la replica o quizá solo fue que tenía suerte, pero al final logró que la espada atravesase la garganta de la chrysos y él se alejó, resollando, soltando la espada, que permaneció ensartada en la carne de la replica, y observó el resultado del combate mientras recuperaba el aliento.
No parecía especialmente satisfecho.
*se va* | |
| | | Kyoti
Edad : 28 Mensajes : 391
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Lun Mar 23, 2015 12:15 pm | |
| Por lo visto, el mal tiempo ha vuelto para quedarse. A Kyoti le desespera, pero no hay nada que pueda hacer contra ello. Su única opción es permanecer guarecido dentro del palacio, incluso si ello supone no salir de caza. La forma de compensarlo, lo sabe muy bien, es dirigirse a la sala de entrenamiento y trabajar allí. Sabe bien cómo. Ha dejado un ejercicio a medias.
Lo primero que hace al entrar es dar unas buenas vueltas por la sala. A estas alturas, ya ha visto cómo trabajan otros, cómo se preparan, y Kyoti quiere aprender de los que puedan enseñarle. Así que no duda en ponerse manos a la obra, en calentar todo el cuerpo, no solo los brazos, e incluso llega al punto de preparar una gincana que lo obligue a ejercitarse.
De todas formas, no es ese su objetivo principal, así que acaba por dejar ese ejercicio a un lado. Tras recoger, se centra en lo realmente interesante: las dianas. Kyoti prepara cinco de nuevo, aunque las coloca de forma diferente a la última vez. Prepara dos arriba, cerca del techo. Entre ambas, un poco más abajo, coloca una céntrica. Debajo, ya en el suelo, otras dos. Trabajará con esa disposición.
El primer ejercicio es el sencillo. Dos flechas en el arco al mismo tiempo. Las dos, cuando las lanza, se dirigen al mismo punto. Kyoti sabe sujetar y colocar las flechas, así que no es un trabajo complicado. Trata de ser rápido para forzarse, con lo que aumenta un tanto la dificultad. Y así, poco a poco, vacía el carcaj, utilizando para ello las cinco dianas. Cuando termina, se acerca a recogerlas.
En la segunda ronda comienzan los problemas Kyoti tiene que hacer cálculos precisos para saber adónde van a dirigirse sus flechas. Una de ellas siempre apunta al centro de una diana. A la otra le retira una pluma, cada vez una diferente, con intención de desviarla al lanzar. Necesita muchos intentos para escoger la posición adecuada de las flechas y la propia, la distancia que necesita para que ambas flechas den en el centro, los pequeños trucos que pueden facilitarle el trabajo.
Para cuando su carcaj queda vacío por primera vez, la mitad de las flechas están clavadas donde deben, y la otra mitad son un auténtico desastre. Pero Kyoti no se deja amilanar. Las recoge todas, y en esta ocasión no vuelve a colocar las plumas a las que les faltan. Trabajará con ellas así, variando la posición de la flecha sobre el arco. Para cada tiro, escoge dos flechas, una normal y otra trucada, y localiza dos objetivos antes de lanzar. Encuentra una pequeña mejora, pero no suficiente. Tiene mucho que practicar.
La tercera tanda de flechas sigue un ejercicio diferente, en el que Kyoti escoge al azar las flechas con las que va a tirar, y se preocupa de hacerlas acertar todas. Esto supone que unas veces las dos flechas van rectas, pero también que ambas pueden desviarse o que puede haber una de cada. Kyoti tiene que fijarse cada vez que carga el arco de adónde debe apuntar para alcanzar el centro de las dianas. Y aunque poco a poco le encuentra el truco, los resultados siguen sin ser suficientemente buenos. Por ello, el entrenamiento continúa un buen rato antes de que Kyoti se permita descansar. Pero al final, acaba por retirarse.
*Se va* | |
| | | Adain
Edad : 33 Mensajes : 509
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Mar Mar 24, 2015 12:19 am | |
| Cogí aire y entré en la sala de entrenamiento, mentalizándome. Cada vez evitaba con más facilidad venir y hacer algo, aunque sí es cierto que solía hacerlo moviéndome por todo el castillo así que de alguna forma conseguía moverme. Pero no lo suficiente…
Abrí las puestas y miré adentro, no había nadie. De alguna forma había esperado encontrarme con algún conocido, entrenar luchando parecía entretenerme más y mi bajo nivel me hacía tener que esforzarme más por lo que parecía que me cundían más. A pesar de estar solo no iba a dejar de entrenar y, de hecho, pensé que sería buena oportunidad para seguir con la puntería. Si bien solía llevar un par de puñales siempre encima y hacía movimientos con ellos cuando me aburría de nada me servía esa habilidad si no la aplicaba al combate. Para hacer esos truquitos bien lo podía hacer con cartas. Aunque con puñales queda más llamativo…
Me acordé de mi entrenamiento con Alehyss y empecé a estirar, cosa que normalmente no hacía. Casi parecía que iba por demostrar que entrenaba más que por querer entrenar en sí. No debía demostrar que me esforzaba por ser valioso para Brontë, tenía que empezar a serlo. Relajé los hombros y estiré las alas y los brazos todo lo largo que eran y solté el aire casi en un suspiro. El poco uso que le daba últimamente a las alas lo compensaría con las piernas.
Empecé a correr por la sala de entrenamientos, en círculo, reduciendo la marcha y aumentándola para mejorar la resistencia, intentando mantener controlada la respiración. Solo esperaba que la falta de costumbre no me afectara a la hora de volar. No es como si temiera que se me olvidara, ya no, pero sí perder la habilidad que tenía. Torcí el labio en una mueca al plantearme que por mi pereza había perdido lo único que realmente se me daba bien y, ya fuera para huir de esos pensamientos o para demostrarme que estaba equivocado, empecé a subir el ritmo. Rápido era, eso lo tenía claro. Siempre pensaba hasta qué punto tenía que agradecerles eso a mis hermanos y a sus métodos de entretenimiento basados en putearme.
Al cabo de un rato de correr al máximo que podía estaba exhausto, pero al menos tenía la cabeza despejada. Estiré las alas y los brazos y los encogí varias veces, como intentando hincharme más al coger aire. Sí que notaba algo las veces que me había escaqueado, aunque podía ser peor. Tras unos minutos y unos ejercicios variados para ejercitar todos los músculos decidí probar la idea que había tenido. Estando cansado después del entrenamiento, por lo que ponerme a practicar puntería sería más complicado que cuando simplemente me dedicaba a ello. Con el tiempo que llevaba pasando de los entrenamientos podía ser un poco exagerado como forma de volver a la rutina, pero era una forma de probarme. Y de castigarme.
Llevaba ya unos 20 minutos cuando los brazos me empezaron a dar tirones más fuertes de los que me apetecía soportar y tampoco quería forzarlos. Notaba cada músculo agarrotado y pesado debido al entrenamiento y en la última ronda cada vez que había lanzado uno de los puñales había notado partes de mis brazos que desconocía.
Como resumen, revisando una vez más las dianas antes de recoger las armas, parecía que me mantenía en mi mediocridad pero sí que veía progresos. Para empezar los que había lanzado con la derecha parecían por fin dirigirse a zonas más cercanas a los puntos a los que apuntaba. Con la izquierda no tenía más problema que el recuerdo de lo bien que se me había llegado a dar años atrás. De alguna forma sabía que podía recuperar esa habilidad y esa precisión, pero en esos momentos estaba demasiado cansado para verlo.
Al menos estaba contento. Me costaba menos manipular los puñales y transportarlos en las mangas, además de sacarlos y colocarlos en la mano para poder lanzarlos. Ya apenas tenía cortes a fuerza de llevarlos a diario, aunque cuando me desvistiera al ir ahora a los baños para quitarme el sudor y relajarme un poco vería si el dolor que sentía en los brazos era sólo del esfuerzo o si tenía un nuevo tajo.
Guardé los puñales en su sitio y, una vez más, tomé 3 prestados para ir practicando siempre que tuviera un rato, aunque ahora era casi como una costumbre. Siempre se me habían dado bien los juegos de manos, por lo que en el fondo ahora no necesitaba practicar mucho más, pero seguro que podía mejorar algo. Y nunca va mal tener un arma a mano por si pasaba algo, Brontë no dejaba de ser un lugar que podía ser atacado en cualquier momento. Además, de no llevarlos me veo olvidándome de esto también…
Me pasé una mano por la cara para apartarme el sudor de los ojos y me eché el pelo hacia atrás mientras con la otra mano guardaba el último puñal entre los pliegues de la manga de la camisa. Con paso lento por el cansancio pero curiosamente ligero debido al entrenamiento salí de la sala dirigiéndome hacia los baños.
*Se va* | |
| | | Anna
Edad : 29 Mensajes : 711
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Mar 25, 2015 6:17 pm | |
| El tiempo ha ido haciendo que mejore. Hoy vuelvo a la sala de entrenamiento, cosa que llevo haciendo no todos los días, pero sí bastantes de ellos, durante las últimas semanas. Hoy, una vez más, vengo a lo mismo de siempre: un proyecto que he estado practicando y del que me encuentro cada vez más cerca. Dispongo las dianas, como ya es costumbre; tres en total. Esta vez ya no hago fluir la magia con chrysantaes o châxios, sin embargo, sino que empiezo directamente con wixoss, invocando tres elementales y manteniéndolos a mi alrededor, buscando dirigir sus movimientos en todo momento, concentrándome en cada esfera por separado para que resulten independientes. Y no es hasta que me hallo conforme con el comportamiento de estas que procedo al entrenamiento real.
Cierro los ojos. Inspiro profundamente. Puedo sentir la electricidad concentrada en mi cuerpo, fluyendo desde los pies a las yemas de los dedos. Al abrir los ojos incluso emiten un leve destello sin que llegue a darle la orden, pero dejo que sea así, que sea él el que se acomode a las necesidades. Y entonces hago la prueba, y en vez de tres son cinco los elementales que aparecen. Los mantengo, pendiente de cada una, y los envío en grupos de dos a las dianas de los lados, dejando el restante para la del centro. La trayectoria no resulta muy eficaz, pero terminan alcanzando su objetivo con relativo acierto, dentro de mis capacidades. No me conformo con eso, sin embargo, e invoco otros cinco. Esta vez solo envío tres, mientras los dos restantes giran a mi alrededor como satélites, esperando su turno. Mantener el pensamiento individual es lo más complicado, pero con el paso del tiempo lo voy consiguiendo sin darme cuenta, haciéndolo natural, de modo que manejar los elementales que hago aparecer va haciéndose más sencillo. Logro incluso invocar un sexto, y aunque noto la frente perlada de sudor no dejo que esto me abata, y los hago realizar trayectorias cambiantes, atacando de frente o dando un giro primero, tratando de generar movimientos fluidos y no secos, predecibles, aunque acabo siendo consciente de que cometo algún error a cada poco. Pero soy consciente de que muchos de ellos no son mágicos, sino de combate. A fin de cuentas, no soy una experta.
Permanezco en la sala enfrentándome a las dianas cada vez con más decisión hasta que soy consciente de que soy capaz de invocar el hechizo sin problema. Dejo ir un jadeo, agotada, pero no puedo contener la sonrisa satisfecha.
Me seco la frente con un pañuelo de tela e invoco el último wixoss de hoy, haciendo que los elementales vayan cada uno en una dirección distinta, aunque un control tan alto termina haciendo que algunos se desvíen. No borro la sonrisa, de todas formas. Creo que he terminado por hoy. *se va* | |
| | | Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Sáb Mar 28, 2015 10:42 pm | |
| La replica le rajó el antebrazo izquierdo, pero él logró golpearle la cara con el puño derecho, que se incrustró con fuerza en la mejilla derecha de la falsa chrysos. Al primer golpe le siguió un segundo al momento, esta vez con el puño izquierdo, que acabó en la nariz de la replica, haciendo que un poco de sangre llegase a sus nudillos. Lyam finalmente comenzó entonces a encadenar los golpes, sin descanso, ignorando las acometidas de la falsa chrysos. Llevaba un buen rato ya enfrentándose a la replica de Alehyss, y de nuevo lo hacía desarmado. Las heridas eran profundas y evidentes en su cuerpo, pero no le importaba y, de hecho, uno podía decir que parecía buscar ese desnivel.
No había cambiado nada en ese sentido a pesar de todo el tiempo que había pasado. Lyam recordaba a su yo de quince años recorriendo los suburbios como un extraño depredador, buscando el peligro propio de lugares como aquel, adentrándose en ese ambiente aun sabiéndose inferior. Dena era la que siempre le curaba las heridas después, cuando lo encontraba y lo llevaba a ese lugar al que seguían llamado casa pero que no era casa realmente, y entonces él se prometía que volvería y volvería hasta que pudiese ir a casa por sus propios medios mientras le decía a Dena que no se preocupase. También había sido Dena quien le había sacado de aquel mundo, de alguna forma, la preocupación de la chica había sido la que lo había arrancado de allí, pero ahora Dena no estaba y no estaría y él sentía que ya no importaba, que no tenía por qué reprimir aquel raro deseo que desde el encierro de la flamma tenía.
Le dolían los nudillos y sentía el cuerpo cansado, pero siguió peleando hasta que no pudo más. Entonces pidió el final del combate y observó el rostro de la falsa chrysos desaparecer, preguntándose qué hubiese pasado si no la hubiese conocido nunca. Aquel pensamiento no le resultó agradable.
*fin de escena* | |
| | | Elektra
Edad : 31 Mensajes : 263
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Sáb Mar 28, 2015 11:47 pm | |
| Tenía que entrenar muy duro todavía para hacerme más y más fuerte, y así ser capaz de hacer frente a lo que quisiese. Aún no le había sacado brillo a Jaogín este día, y se estaba acabando. Esta vez practicaría el cuerpo a cuerpo, estaba harta de que la gente pensase que por usar tridente mi especialidad era el ataque a distancia.
Coloqué sacos por toda la habitación, a modo de cuerpos. Obviamente, no se movían y reaccionaban, pero lo que quería potenciar esta vez era la optimización de tiempo a la hora de desplazarme de un enemigo a otro, sin bajar nunca la guardia y dejándolos K.O. uno a uno.
Comencé corriendo hacia el más cercano, lo apuñalé con Jaoguín y lo levanté hacia arriba rápidamiente, haciendo que volase por los aires y asegurándome de usar la fuerza suficiente como para que no cayese encima de mí, sino más atrás. El siguiente estaba a mi derecha, me impulsé con fuerza dirigiendo un ataque circular con mi tridente en la misma dirección, tratando de rozarle con el filo de sus dientes y, finalmente, volándolo conra la pared. Ahora había dos, los dos a la izquierda. De nuevo un impulso me permitió llevarme a un saco tras otro, haciendo de ellos un pincho moruno. Para mi desgracia, Jaogín se había quedado atascado. Tuve que prescindir de él y lanzarme con mis puñas al resto de sacos -cada vez menos-. Asestando golpes con toda mi fuerza fui derribando uno a uno, impulsándome con fuerza cuando se encontraban un poco lejos y aprovechando las posiciones para alcanzar dos al mismo tiempo, o empujar uno contra el otro.
Acabé jadeando, todos los sacos estaban por el suelo, me había dedicdo a corretear de un sitio a otro y, aunque no me notaba especialmente más veloz que antes, sí que sentia cierta agilidad adquirida. Estaba muy orgullosa de mí misma.
Desclavé a Jaogín de los sacos con los que lo había dejado, era tiempo para una ducha.
*Se va* | |
| | | Lloyd
Edad : 33 Mensajes : 2032
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Dom Mar 29, 2015 11:15 pm | |
| Lyam abrió la puerta de la sala de entrenamiento y se adentró en la estancia con pasos lentos, observando el lugar sin demasiado interés: las paredes, el suelo y tejado, el armario de armas, la caja del duende. Al momento sus pasos, calmos, se dirigieron hacia el duende, pero tardó en hablar.
–Quiero un enfrentamiento con Alehyss Lester –pidió, como ya parecía ser costumbre, y retrocedió un par de pasos, manteniendo la mirada fija en el frente, donde pronto se materializó la replica, que pronto se puso en movimiento, dando por empezado la pelea. Pese a todo, el chrysos no pareció inmutarse: seguía caminando con lentitud, y aunque sí llevaba las armas con él, no las desenfundó, manteniendo la actitud tranquila, distinta a lo esperado en un enfrentamiento, con la que había entrado.
Pronto notó el filo de la kusarigama en su piel, pero ni entonces pareció entrar en el combate, a pesar de que sí comenzó a esquivar algunas de las acometidas de la chryso, aún con esa extraña calma, sin apartar en ningún momento la mirada, que permanecía fija en la replica, como si estudiase algo. Frunció el ceño.
—Fin del combate —pidió, apenas unos minutos después, y observó cómo la replica desaparecía. Parpadeó.
Qué desagradable.
*se va* | |
| | | Rick
Edad : 32 Mensajes : 2682
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Lun Mar 30, 2015 11:30 am | |
| Cuando hube entrado en la sala de entrenamiento no tardé demasiado en ponerme en marcha. Enseguida me dirigía al duende preparado para comenzar una jornada intensiva. Pedí un enfrentamiento contra mí mismo para el calentamiento, y me dediqué a disputar un combate ligero mientras observaba mis propios movimientos en mi réplica. Trataba de observar cómo se veían mis movimientos desde fuera para poder aplicarlos al combate. Aquello no duró demasiado, sin embargo. No había ido allí a entrenar algo cualquiera. Pronto estaba preparado para comenzar seguir con mi objetivo.
Detuve el combate y fui a dejar a Värdjas, mi fiel compañera, a un lado. Agité los brazos, relajándolos, y me volví de nuevo hacia el duende, más dispuesto aquella vez, o quizás solo dispuesto de otra forma. ¡Un guerrero siempre estaba dispuesto, a fin de cuentas!
-Quiero a aquella chica otra vez, Frikka, lanzándome ataques. Pero esta vez con un arma de verdad.
Su copia apareció frente a mí, armada no con una espada de madera, sino con una de aquellas katanas. Tragué saliva y me dispuse a recibirla, porque ella enseguida venía a por mí. Y había que reconocer que para ser tan joven era bastante diestra.
Detener aquello no era como parar la madera. Yo me esforzaba por buscar su filo cada vez que este venía hacia mí, tratando de aprisionar la hoja entre las manos para cortar su avance. Debía mantenerlas alejadas del filo o acabaría cortado, y pese a todo, y aún con el hechizo de la sala, que protegía de las heridas mortales, pronto me di cuenta de que aquello no era tan sencillo como podría haber parecido. ¡Y eso que no lo había parecido! Su espada me buscaba, veloz, y yo trataba de pararla cada vez. Algunas llegaba a lograrlo, y ella, con menos fuerza que yo, se debatía para recuperarla, pero otras muchas terminaba viéndome obligado a apartarme, y el filo rasgaba mi ropa y cortaba mi piel, dejando finas líneas rojas en los brazos o el torso. Pero el escocor o el dolor no me detuvieron, y seguí tratando de esperar a que cada ataque llegase para hacerme con aquel filo maldito, para ser capaz de protegerme de otra forma de los ataques de cualquier malnacido.
Al cabo de un rato no podía evitar resoplar. Llegaba a tener la piel de las manos en carne viva en algunas zonas, allí donde el filo había sido mal parado, y me veía obligado a apretar la mandíbula cada vez que la recibía. Si era un corte vertical no era difícil, y una estocada llegaba a ser sencilla si me concentraba, pero cuando veía venir su arma en diagonal u horizontal me resultaba bastante más difícil, y aunque algunas veces acertaba a atrapar la hoja otras muchas eran las que me alcanzaban y marcaban mi cuerpo.
Vino a por mí de nuevo y la esperé, con el ceño fruncido. Aquella vez se trataba de un golpe diagonal, y me obligué a dar un paso atrás para tener mejor distancia al recibirla. Esperé a que el ataque estuviese lanzado, aunque de esperar mucho acabaría partido en dos, y cuando vi el momento la busqué yo mismo, saliéndole al encuentro, y aunque las manos dolieron cuando atrapé el arma no fue por un nuevo corte, sino por los anteriores. Aquella vez, entonces, no solo no la solté, sino que la torcí para quebrar sus muñecas, buscando desarmarla, y aunque se resistió un momento no tardó en sucumbir a mi fuerza y la espada cayó al suelo.
Con un jadeo pedí el final del combate. Me sequé la sangre de las manos contra la ropa, entonces, y las miré con gesto algo fastidiado. Tendría que pasar por la enfermería antes de toparme con Lea, sin duda.
*se va* | |
| | | Adain
Edad : 33 Mensajes : 509
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Jue Abr 02, 2015 4:21 pm | |
| Parecía que estaba empezando a tomarme en serio lo de llevar los entrenamientos más a rajatabla y no escaquearme, aunque no era como si no me hubiese saltado alguno en los últimos días alegando alguna tontería. Tampoco es como si tuviera que volverme super profesional de golpe en unas semanas… Eso me decía como otra forma de exculparme, pero fuera lo que fuera, había entrado a la sala de entrenamientos una vez más en vez de quedarme remoloneando paseando lo más lejos que pudiera del pasillo en el que estaba.
Repetí lo que ya tenía casi como una rutina a la hora de entrenar, ya que una vez más estaba solo. Tampoco debería dejar la espada de lado, estaba mejorando bastante pero…
Comencé a correr cambiando de ritmo, vigilando la respiración y pasando de trote a pasos más largos. En algún momento abría las alas y hacía fuerza con ellas para que me resultara más difícil avanzar. Esperaba que de alguna forma con ejercicios así mantuviera también algo en forma esos músculos.
Me tomé un par de minutos de descanso para recuperar el aliento y miré de reojo la zona donde estaban las armas.
Cogí todos los puñales que había y de nuevo me coloqué frente a las dianas para practicar, esta vez decidido a notar un cambio drástico, ya iba siendo hora.
Como tantas otras veces intenté tirar lo más rápido que podía, sin apenas esperar a oír el sonido del impacto. Notaba tirones en los brazos por la fuerza del movimiento y el cansancio de repetir una y otra vez pero aun así seguí hasta acabar. Observé los blancos detenidamente cuando me acerqué a recoger los puñales. Cada vez estaban más cerca del centro y empezaban a ser tiros certeros (al menos todos habían acabado en los blancos).
Después de recogerlos repetí otra vez la operación. Notaba el cansancio del entrenamiento con punzadas cada vez más fuertes en los brazos pero no quería parar, después de todo podía haber situaciones donde no tuviera esa opción. A falta de un par de tiros acabo por detenerme. Me echo el pelo hacia atrás, apartándome el sudor de la frente mientras intento relajar los músculos. Con gran esfuerzo lanzo los últimos puñales y me dejo caer, quedando de cuclillas, notando como los brazos me hormiguean. Miro de reojo las dianas: todos los tiros son peores que los anteriores, obviamente por el cansancio. Aun así, ninguno ha dado fuera de las dianas y la diferencia entre la mano derecha y la izquierda apenas se notan ya.
Me pongo en pie, motivado por los resultados y decido intentar repetir la tirada una vez más. Agito los brazos para destensarlos mientras me acerco para recoger los puñales. Algunos son más largos o más pesados que otros, obviamente no están en la armería como un conjunto, aun así pienso que eso puede ser de ayuda puesto que no me acostumbraré a un peso determinado.
Vuelvo a la posición de tiro. Agito las alas un par de veces al igual que los hombros para destensar los músculos. La brisa que provoca el movimiento tampoco es desagradable. A pesar de la determinación con la que me he decidido a hacer otra tirada noto que tal vez mis brazos estén ya muy cansados, por lo que pruebo otra ejercicio. Me pregunto cuanto de mis fallos se debe a estar mal acostumbrado a apuntar, por lo que decido cerrar los ojos en el próximo tiro, fiándome más de mi primera impresión y evitando modificar la trayectoria en el último momento.
Apenas llego a la mitad de los puñales cuando los pinchazos del brazo se vuelven más de lo que estoy dispuesto a soportar. Empieza a ser contraproducente. Aun así los tiros no han sido malos del todo. Más de la mitad han acertado y de ellos alguno podría ser un blanco relativamente bueno.
Recojo las cosas para marcharme directo a los baños reflexionando sobre el entrenamiento. De alguna forma estaba recuperando la puntería que solía tener, aunque los puñales son distintos a los dardos. Puede que incluso ya haya superado mi antigua habilidad y esté mejorando, después de todo solemos adornar los recuerdos. Fuera como fuese me vuelvo a guardar tres puñales en las mangas con un movimiento de muñeca y, sintiendo como cada músculo del brazo arde, empujo la puerta de la sala de entrenamientos con el hombro y me voy. Creo que me he ganado un descanso. Y en cualquier caso paso de entrenar más por hoy…
*se va*
| |
| | | Alehyss
Edad : 30 Mensajes : 3185
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Miér Abr 15, 2015 1:31 pm | |
| No he perdido la forma durante el viaje. En Ventus entrené bastante. En el camino de vuelta no tanto, pero el mero hecho de caminar sin pausa durante todo el día llegó a resultar bastante cansado. Es un entrenamiento de otro tipo.
En la sala de entrenamiento caliento un poco antes de acercarme a la caja del duende y pensármelo un momento. Es una decisión complicada. No quiero ponérmelo muy fácil, pero tampoco creo que hacerlo difícil sea la opción correcta. Pero no conozco los niveles de muchos de los guerreros. Finalmente tomo una decisión.
-Quiero un combate sin armas contra Heylel Tulvind.
No es que quiera ensañarme con él, ni nada parecido. Me ha parecido un nombre aceptable. No podría plantar cara a gente especializada en el cuerpo a cuerpo sin armas, pero tampoco quiero enfrentarme a alguien sin ninguna habilidad si le quitas la suya.
Estoy descalza. Siento el cuerpo flexible, preparado. Pero el problema es que hoy no pondré solo el cuerpo en marcha. Cierro los ojos un momento y espiro profundamente. Vamos allá...
Me lanzo a por él enseguida, que no tiene miedo a recibirme. Busco su cuerpo con las piernas, pero no me centro solo en golpear. Cuando llego a él invoco un chrysantae, cada una de las veces que lo alcanzo, y todas ellas me encuentro con que desprendo una corriente tan débil que resulta frustrante, pero sigo. Siempre hago lo mismo. Siempre me rindo.
Cuando él viene hacia mí me centro en no escapar. Trato de parar sus golpes con baadhas, encontrándome con que funcionan mejor, pero incluso pese a eso terminan destrozados cada vez por sus golpes, que acaban por alcanzarme si no me aparto a tiempo. No me detengo por ello, y sigo con mis ataques que apenas lo hieren y con mis defensas ineficaces, notando la evidente torpeza de mi lucha en comparación con la acostumbrada. No debo rendirme de todas formas.
En un momento noto cómo la magia que envío al realizar el chrysantae es mayor a la habitual. Interiormente llego a alegrarme, aunque la diferencia en su gesto es nimia, y sé que el dolor que haya podido causarle también.
Retrocedo evitando un par de aethes y lo miro de nuevo, desde la distancia, jadeante.
Cada persona tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Yo parece que en esto no pueda salir de aquí, no pueda levantarme. Es como encontrarse en una especie de zanja profunda y ver que todos comienzan mucho más arriba. Es como si te enterrasen poco a poco con arena y te sintieses más pesado e inmovilizado.
Detengo el último ataque con un baadha y noto cómo el resto del hechizo me hace un corte en la mejilla al pasar.
-Fin del combate -declaro, con un jadeo.
Ya está. Ha sido suficiente por hoy.
*se va* | |
| | | Lluvia
Edad : 28 Mensajes : 465
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Sáb Abr 18, 2015 6:17 pm | |
| Lluvia abrió la puerta de la sala con cuidado y entró en la estancia, cerrando la puerta tras de sí. Hacía relativamente bastante que no entrenaba, así que había decidido aprovechar las lluvias para practicar con el arco. La aether comenzó los ejercicios calentando, corriendo alrededor de la sala, manteniendo un ritmo constante que solo se atrevió a incrementar en un par de ocasiones. Cuando sintió que era suficiente, empezó con las articulaciones, y al terminar se dispuso a colocar los materiales que necesitaba para su práctica.
Seleccionó una única diana y la colocó en una zona apartada de la sala. Luego tomó su propio arco y una flecha, y tras apuntar, disparó, haciendo que esta se clavase en uno de los círculos exteriores. Repitió el proceso.
*fin de escena* | |
| | | Ben
Edad : 27 Mensajes : 700
| Tema: Re: Sala de entrenamiento Vie Abr 24, 2015 5:40 pm | |
| A Ben no le gustaba considerar sus entrenamientos como tales. Solía tratarlos más de juego. Pero, de todas formas, de vez en cuando "jugaba" en la sala de entrenamiento, no fuera alguien a pensarse que no se tomaba las cosas en serio. Había escogido aquel como uno de esos días, y trotaba por la sala haciendo toda clase de equilibrios y cabriolas. Lo que uno podría haber considerado un trote de calentamiento, Ben lo convertía en una cadena de saltos por toda la sala. Utilizaba todo el espacio que podía, sintiéndose con todo el derecho a ello. ¿Por qué no?
Decidió subirse a las espalderas, y lo hizo rápidamente, con su agilidad característica, pasando de una barra a otra con tremenda fluidez. Y, una vez arriba, se lanzó al aire. No hacia el suelo, sino hacia arriba. Aunque no hubiera mucho más que subir. Se lanzó y extendió los dedos, tratando de tocar el techo. Y, al sentir que caía, trató de impulsarse hacia arriba con los pies, aunque solo el aire pudiera ayudarla a ello.
Por supuesto, cayó al suelo, y se agachó al hacerlo para amortiguar el golpe. Miró hacia arriba. Seguro que, si insistía, podía lograrlo. Con esa idea en mente, Ben volvió a subir a las espalderas, se alzó y saltó, tratando de rozar el techo con los dedos. Y, al sentirse caer, de nuevo buscó un impulso que apenas llegó. Una vez más, se vio en el suelo. Y, una vez más, se lanzó a subir a las espalderas.
*Se queda* | |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: Sala de entrenamiento | |
| |
| | | | Sala de entrenamiento | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |