Jardines (1) [completo]

No puedo evitar sonreír.

- ¿A un lugar menos lleno de gente? Espero que te refieras a la habitación y no a tu cama.

Mi mirada, el brillo de mis ojos, se enciende un poco más. Es un gesto inconsciente. me maldigo mentalmente por ser tan débil como para dejar entrever cualquier reacción no calculada.

- Entónces venga, llévame a algún sitio. Pero que no haga tanto frío como aquí-. Sonrío. Me estoy divirtiendo. Sigue pareciendo una especie de juego.

Y que no sea la biblioteca, por favor...

Le devolvió el gesto y asintió.

—Me refería a la habitación... — murmuró, con un tono de voz divertido.

La observó y, al notar cómo el brillo de sus ojos se encendió un poco más, ensanchó la sonrisa. Dejó escapar una suave carcajada al escuchar su último comentario y, aprovechando la escasa distancia que los separaba, la besó. Cuando se separó, esbozó una sonrisa jocosa y se dio la vuelta.

—Vamos... — susurró, y comenzó a andar. La chica hizo lo mismo.

*se van*
FdR. ;O; horror de horrores

Salió a los jardines a tomar un poco el aire. había pasado la tarde en la biblioteca, buscando información de diversos temas que podrían serle útiles en un futuro, por lo que había decidido que no sería mala idea despejarse dando un paseo por los exteriores de Palacio.

Estiró los brazos, iluminó ligeramente sus ojos (lo suficiente para poder ver) y comenzó a caminar. De vez en cuando se paraba a observar plantas que se le antojaban interesantes por uno u otro motivo, pero, por lo demás, apenas se fijaba en la flora del jardín.

*pasea*

Fdr. cofcofreciclopostcofcofosadhasjk

Corría por los jardines entonando con mi fuerte voz de tenor la más hermosa canción jamás compuesta. Estaba de buen humor, la verdad. La noche fresca hacía que mis músculos sintieran placer con la diferencia de temperatura, y la ausencia de problemas últimamente me hacía mantener un buen estado de ánimo.

¡¡SI LESTER NO FUERA TAN PUTA
SERÍA UNA PERSONA MALA!!
¡¡PERO ES QUE ESE ASESINA
AUNQUE SE VISTA DE GALA!!
¡¡SE VA TIRANDO A LOS HOMBRES,
PARECE UNA ZORRA INMUNDA!!
¡¡POR ESO TODOS LA ODIAN,
Y ADEMÁS TIENE OJOS OPACOS!!
¡¡QUEREMOS MATARLA TODOS,
PERO NOS CONTENEMOS!!
¡¡PORQUE MI APELLIDO ES DEHNEL,
Y SOY UN TIPO BUENOOOO!!

*corre*

Los gritos de alguien hicieron que se detuviese y que escrutase los jardines, en busca del recién llegado Rick Dehnel. Cuando lo encontró, alzó ambas cejas y torció una sonrisa. El flamma corría, al tiempo que hacía algo parecido a cantar algo que, sin duda, había compuesto él mismo. A pesar de que no podía decir que la voz del chico le entusiasmase, sí podía decir que la letra de la canción le había hecho, de alguna extraña forma, gracia. Se preguntó cómo reaccionaría la protagonista de la canción si escuchase aquello...

Ensanchó la sonrisa.

—¡Buenas noches, Dehnel! — exclamó, con un tono jocoso.

Me detuve al verme interrumpido en mitad de la canción tradicional de la familia Dehnel que entonaba. No había escuchado aquella voz más que una vez, pero era obvio por el timbre, el tono y todo que era aquel chrysos espía contrabandista fumador... Como estaba en su país no iba a decir nada, pero eran todos unos cacos.

- Buenas noches, Elyam -gruñí. Seguro que se reía de mí porque aún no me había acostado con mi novia, o por envidia, ¡pero a mí no me importaba!-. ¿No te han enseñado que hay que lavarse las manos después de ir al baño?

Puso los ojos en blanco al escuchar cómo se refería a él. Suspiró. Inventarse nombre para que lo llamasen de cualquier otra forma... Que si Grell, que si niño sin padre, que si rata, que si Elyam... Ni que fuese tan difícil decir Lyam.

—Es Lyam. No Elyam — murmuró —. Lyam. Sin ninguna e.

Observó al flamma, a unos metros de él, y escuchó en silencio su siguiente comentario. Frunció el ceño y asintió un par de veces. Esa era la clase de pregunta lógica que hacía alguien normal, sí señor. ¿A qué demonios venía aquello?

—Bueeeno... No preguntaré a qué demonios viene eso, pero sí — Esbozó una amplia sonrisa irónica y se acercó al flamma. Ensanchó el gesto y asintió —. Sí, Dehnel, sí.

No sabía que decirle... ¿Qué clase de lógica había seguido para preguntarle eso?

Fdr. en serio, no entiendo el post lolU

Encendí un flagrare para poder verlo bien. Lo escruté. Tenía tanta pinta de tío bueno y poco sospechoso como yo de burro imbécil e inculto, es decir, ninguna. No confiaba en él. Seguro que era uno de los clientes de Lester.

Gruñí. No le iba a ocultar mi desagrado.

- ¿Qué haces por aquí, siendo sospechoso a estas horas, Lyam?

Estaba seguro de que tramaba algo.

Alzó las cejas al ver cómo el chico conjuraba un hechizo y observó la esfera de fuego que había formado en silencio. Cuando el flamma gruño, apartó la vista y volvió a clavar sus ojos en los de Dehnel. Torció una sonrisa y dejó escapar una suave risa.

—¿Siendo sospechoso a estas horas? ¿Yo? ¿En serio me ves así? — preguntó, jocoso, con las cejas alzadas —. Por favor, sólo paseaba por los jardines, igual que tú... Bueno, igual no, yo no cantaba, pero, por lo demás, hacía exactamente lo mismo que tú.

Ensanchó la sonrisa y guardó las manos en los bolsillos.

—¿Por qué preguntas?

- Te crees muy listo -ladré-. Pero a mí no me engañas. Seguro que eres otro espía, uno de tantos, a saber si asesino, igual que ella...

Apagué el flagrare. Prefería no ver su cara de serpiente chrysos. Me estaba enfadando esa suficiencia con la que se movía, como si fuera uno de esos hombres que tienen mil mujeres que comen de su mano. Un Aren Darvenwish.

No pudo evitar reírse al escuchar sus siguientes palabras. ¿De dónde habría sacado aquello? ¿Y con ella se refería a quién?

—¿Espía? ¿Yo? Por favor, Dehnel — Volvió a reír —. ¡Cuánta imaginación! Y, además, te planteas que sea un asesino... — Alzó ambas cejas, con una amplia sonrisa pintarrajeada en la cara, y ladeó ligeramente la cabeza hacia la derecha. Asintió un par de veces —. Eso hasta duele... — Rió —. Vamos, ¿por qué me tienes en tan mala estima? Y... ¿Quién es ella?

Clavó sus ojos en el flamma, sonriente.

Fruncí el ceño. Era demasiado listo como para no haberme entendido, pero yo no tenía reparo alguno en repetirle las cosas. Así era yo, todo paciencia y bondad.

- ¡¡¡DEBO DESCONFIAR DE SI ERES O NO UN ASESINO PORQUE ERES RARITO!!!

Así era. Si yo sospechaba, yo, que siempre había tenido una granintuición noble de guerrero, algo raro se cocía.

- Y seguro que sabes quién es esa puta con la que tú y todos los demás os acostáis. A mí intentó camelarme, besándome junto al piano, pero yo no sucumbí ante esa mala mujer porque mi férrea voluntad se sobrepuso.

Suspiró y torció una sonrisa. Por lo que decía, podría sospechar de cualquiera con un rasgo peculiar, así que decidió no darle importancia.

—¿Entonces desconfías de todos los que son raros? — inquirió, con un tono ligeramente más serio que el que había utilizado antes —. Cuánta crueldad, Dehnel...

Ensanchó la sonrisa y escuchó su siguiente comentario con interés. Por lo que decía de la chica, podía descartar a algunas. Hewina no podía ser de ninguna forma posible. Le había hablado con naturalidad cuando se la había encontrado en el comedor, y, por lo que decía, parecía casi odiar a esa persona casi tanto como...

Alzó las cejas. Acababa de acordarse de la canción que había estado cantando antes.

—¿Te refieres a Alehyss Lester? — preguntó, con el ceño ligeramente fruncido —. ¿Eh? ¿Hablas de ella? ¿O de otra persona?

¿Se referiría a ella? Y, en caso de ser así, ¿lo había besado? Frunció aun más el ceño.

Reí.

- No de todos los raros, solo de los raros que pasean a altas horas sospechosamente por los jardines. O por el río... -. Lo miré de reojo. Me lo estaba inventando todo sobre la marcha y no me acababa de tener sentido, pero eso él no tenía que saberlo.

Alehyss Lester... ¿No sabía de quién hablaba? ¿Acaso no era él clientela de esa puta?

- ¿Conoces, acaso, a otra prostituta de este lugar? Que yo sepa, esa furcia es la única que va por ahí chupando lo que las damas no deben mentar y metiendo las narices donde no la llaman, siempre insultándome como a un burdo perro. Ya supe que no era de fiar cuando la ataqué sin avisar nada más llegar al palacio por ser sospechosa. Y no en vano, pues no me equivocaba.

Forzó una sonrisa. Aquel día, en el río, había pensado que el maldito flamma no sospechaba nada... ¿Pero y si no era así? Parecía estúpido, pero... ¿Y si no fuese tan bobo como parecía?

—Insisto, Dehnel: sólo paseaba por los jardines, igual que tú. Así que deja de decir que estaba siendo sospechoso, por favor — murmuró, con una seriedad reflejada tanto en el tono de voz como en su rostro. Luego relajó la expresión y esbozó una sonrisa —. No es agradable que te consideren un espía o algo así sólo por pasear... ¡Imagínate que te oye alguien!

Dejó escapar una suave risa, y luego clavó sus ojos en el flamma. Escuchó en silencio la descripción que hizo de la chica y, cuando terminó, alzó ambas cejas. Parecía que sí, que se refería a la chrysos. ¿Por qué la había atacado sin avisar? ¿De qué era sospechosa? O, mejor dicho, ¿por qué había pensado él que era sospechosa?

—¿La atacaste sin avisar nada más llegar al palacio? — Frunció ligeramente el ceño — ¿Por qué hiciste eso? ¿Por ser sospechosa de qué...? — Dio un par de pasos y se acercó al chico —. ¿Y por qué estás tan seguro de que no te has equivocado? Aparte de lo del beso, ¿crees que ha hecho algo más...?

fdr. modo detective on xD

¿Se creía que iba a poder tirarme de la lengua con esa palabrería, así, como si fuera una cotorra de esas lavando la ropa? Uy, no. No iba a hablar gratuítamente para su sospechoso beneficio.

- ¿Qué más da que lo oigan? Es mentira, ¿no? En cuanto a lo de Lester, ya que te la tiras, pregúntaselo tú, ¿no? Yo ya le dije en su momento que no la aceptaba ni regalada. Seguro que tiene alguna enfermedad y acaban muriéndose todos sus clientes. Ojalá, ¿sabes? No es una chica de fiar. Un tal Zacharyas me contó que tortura a gente.

Frunció el ceño. Había pensado que, a lo mejor, le respondía sin ningún problema a sus preguntas... Chasqueó la lengua.

—Sí, es mentira, pero imagínate que alguien lo escucha, lo malinterpreta y convierte esto en un rumor que llega a oídos de los jefes... Por mucho que sea mentira, a lo mejor se interesan y no me gustaría tener que explicarles que sólo daba un paseo por los jardines —murmuró. Luego sonrió—. Respecto a lo segundo... — Rió —. Dudo que si se lo pregunto me lo diga, la verdad. Pero si no quieres responder, adelante, déjame en mi ignorancia. — Se encogió de hombros —. Qué más da...

Se preguntó quién sería el tal Zacharyas y también los motivos por los que le había dicho algo así al flamma. Estaba casi convencido de que la chica, por más que lo dijesen, no torturaba a gente... Y tampoco acaba de creerse que fuese una prostituta, a pesar de los esfuerzos del flamma por repetirlo una y otra vez.

- Si no te dice la verdad será porque realmente es una puta que viola y tortura niños y bismontes. Créeme, ese Zacharyas era de fiar. Asustaba un poco, pero yo me creí sus palabras porque sonaban voraces.

Lyam no me inspiraba nada de confianza, pero menos me inspiraba Alehyss. Con suerte, serían enemigos, se matarían entre ellos y yo quedaría ipune de toda culpa, vamos. Ipune del todo. Ipune ipune.

- Ahora, si no tienes más que preguntar, y si lo tienes me da igual, te dejo seguir con tu paseo.
Sonreí sagazmente y me marché antes de que pudiera decir nada. Lo había dejado intrigadísimo, lo sabía.

*se va*

Escuchó las palabras del flamma en silencio. De nuevo, había vuelto a salir en la conversación el nombre de Zacharyas, quien, según decía el chico, era de fiar. El chrysos frunció ligeramente el ceño, preguntándose quién sería Zacharyas. Tenía que encontrarse con él... ¿Conocería a Alehyss Lester de antes? ¿O había otro motivo por el que decía eso? O... ¿Y si el flamma mentía y ese tal Zacharyas no conocía de nada a la chrysos? ¿Y si no existía? Chasqueó la lengua. Siempre podía preguntarle a la chrysos si conocía al tal Zacharyas... Y, de paso, podía preguntarle por su relación con Dehnel, aunque estaba casi seguro de que no le iba a responder. O, al menos, de que no le iba a responder sin hacerle alguna pregunta.

Suspiró. De todas formas (le respondiese o no, existiese Zacharyas o no), ahora tenía ganas de verla. A pesar de que no le respondiese, podía sacar algo en claro de sus reacciones... O no. Quién sabía. Pero, fuese como fuese, quería verla.

Le dedicó una sonrisa torcida al flamma cuando este se despidió y, cuando desapareció de su campo de visión, murmuró:

—Es veraces. No voraces, imbécil...

Se pasó ambas manos por el pelo, echándose el flequillo hacia atrás. Luego le dedicó un rápido vistazo a los jardines y abandonó el lugar.

*se va*

Corrí hasta los jardines para hacer algo de ejercicio nocturno. Aunque yo era mucho de cultivar mi cuerpo frondoso de roble, la verdad es que esa noche no estaba muy concentrado en eso de correr, así que terminé parando y sentándome en el suelo, sobre la hierba, para mirar al cielo.

Había tantas estrellas que cualquiera diría que pretendían decirnos algo. Quizás si las unías de la forma correcta aparecía un dibujo que desvelaba algún misterio. Podía incluso ver mi nombre escrito en ellas si me concentraba...

*se queda*

Salí a los jardines para dar un paseo. Hacía bastante que no paseaba por los exteriores de Palacio, por lo que me había parecido una buena idea. Estirar las piernas nunca sentaba mal...

Tras dar un par de pasos, mi mirada se encontró con la espalda de Rick, que estaba sentado en el suelo. Me pasé una mano por el pelo, avancé hasta donde él estaba situado y, al estar a un par de metros de él, sonreí.

—Buenas noches... — murmuré, al tiempo que ensanchaba la sonrisa.

Tan embelesado estaba con la visión de los astros que no note que había alguien acechándome hasta que fue demasiado tarde.

- ¡¿QUIÉN ANDA AH... Ingeeeeer~~!!

Me levanté de un salto, como un resorte, e hice una gran reverencia.

- Disculpa mis modales, hermosa dama, pues me encontraba ejerciendo mis trobadorescas hazañas y no pude sino entretenerme con el cielo, pero tus ojos son sin duda más hermosos.

Retrocedí un par de pasos y parpadeé varias veces al escuchar su grito y al ver cómo se levantaba con rapidez. Cuando hizo la reverencia, dejé escapar una suave risa y me pasé una mano por la nuca. Luego escuché lo que decía en silencio, con la vista clavada en sus ojos y con las mejillas sonrojadas.

—Mis ojos no son más hermosos... — murmuré, azorada, al tiempo que reducía la distancia que nos separaba. Sonreí y le cogí las manos —. ¿Qué tal estás...? ¿Llevas mucho tiempo aquí fuera...?

La idea de pasear por los jardines ya se había ido alejando lentamente de mis planes...

Me acerqué a ella estrechando mis ojos castaños, negros en la noche, para poder ver los suyos lo mejor que podía con tan poca luz.

- Déjeme decirle, señorita, que yo soy el juez que dicta cómo de hermosos son, y me parecen, si me disculpas, de los más bonitos que he visto. No solo son grandes y brillantes, no opacos de asesina, sino que son apropiados a tu delicado rostro...

Sonreí seductor y apreté un poco sus manos para darle parte de mi calor.

- Llevo aquí escasos minutos. He decidido no entrenar hoy en favor del hermoso cielo que tenemos. Y ahora he cambiado el cielo por la hermosa dama ante la que me postraría sin dudarlo.

Atraje una de sus manos a mis labios y la besé.

Graur.

Sonreí y ladeé la cabeza ligeramente hacia la derecha al notar cómo apretaba mis manos. Cuando besó una de ellas, ensanché la sonrisa y avancé un par de pasos. Bajé la vista al suelo y dejé escapar una suave risa. Todavía tenía las mejillas sonrojadas.

—Bo... Eres tonto... — murmuré. Alcé ligeramente la cabeza y clavé mis pupilas en las suyas. Sonreí —. Pues yo... Yo iba a dar un paseo, pero como te he visto... He decidido cambiar mi plan inicial, igual que tú...

Solté sus manos, me puse de puntillas y rodeé su cuello con mis brazos. Ensanché la sonrisa y avancé un par de pasos. Luego lo besé con suavidad.

Fdr. eew post. eeeew...
(leer el "ew" con el tono más pijis que se imaginen)