Jardines (1) [completo]

Observé como intercambiaban palabras y sin darme cuenta me había quedado de pie mirándolas fijamente. Me sorprendí cuando los ojos de la chica alta se posaron en mí y di un respingo, al fin dándome cuenta de que llevaba unos minutos observándolas. Me pareció notar que la pelinegra se tensaba un poco al verme y pensé en que tal vez esa era la misma cara de alerta que ponía yo. Llevé mi mano derecha hacia mi arco y la apreté contra la madera pulida, esos ojos me estaban poniendo nerviosa.

Cuando dijo que conocía a Aren, respondió a mi descripción con un tono que me hace sentir la necesidad de sacarla de su posible (y probable) error.

- Seguro que lo conoces -asentí-. Pero no debes de conocer al mismo que yo. Hay dos chicos llamados Aren en el palacio. Me lo dijo el chico del dragón -expliqué-. ¿A cuál conoces tú?

Luego, cuando preguntó por el chiquillo, la sorpresa por su extraña pregunta me hizo adoptar una expresión de extrañeza. ¿Qué clase de forma tenía aquella chica de relacionar conceptos?

- ¿El chiquillo? ¿Un niño? -no entendía a qué se refería-. ¡Qué va! -repuse-. Es un chico alto. Es muy agradable. Creo que ha venido a buscar a alguien. A una chica. Pero no me acuerdo de su nombre... Aunque creo que empezaba por A, como el mío. Por supuesto, no soy yo -reí.

¿Dos Aren? ¿El chico del dragón? Aquel debía de ser Silvanus. Y si Silvanus decía que había dos Aren, lo más probable es que se refiriera al Aren malvado y real y al Aren de sus sueños, que era un hombre bueno, y que no existía. Obviamente, ambos eran el mismo visto desde perspectivas diferentes.

- Conozco a un Aren alto y de pelo largo y oscuro -murmuro, sin dejar de mirar de reojo en dirección a aquella chica que nos mira a lo lejos.

Parece que "el chiquillo" no es un niño, sino un caeruleus alto y "muy agradable", aunque si sigue el patrón del líder Darvenwish... Aunque, de todas formas, ese tipo debe de ser el que estaba con ella aquel día...

¿Una chica cuyo nombre empieza por A? Voy a volverme hacia ella, a preguntar si no seré yo, cuando veo un gesto en la chica aether. Llevó su mano al arco que llevaba la espalda, como hubiera hecho cualquiera que se sintiera amenazado. Ese gesto me hizo llevar mi propia mano a mi arma, aunque no me serviría de mucho a esta distancia.

La chica también llevó la mano a lo que parecía su arma. Entonces mis alas se tensaron, aun no había tenido ninguna batalla contra ningún miembro del palacio, y la verdad es que no deseaba que comenzaran ahora... Mi instinto de supervivencia me decía que esa chica podía ser peligrosa, que huyera. Además, estaba acompañada de la otra chica que no dudaba que se pondría de su parte si iniciábamos un duelo. Sin embargo no quería huir, no iba a irme con el rabo entre las piernas.

Tragué saliva y apreté un poco más el puño sobre mi arma, lo que provocó que la mano empezara a dolerme un poco por la fuerza que estaba aplicando y justo cuando percibí ese dolor, me sorprendí de mi misma y aflojé el agarre. Recordé una conversación que había tenido con el pececillo hace ya varias lunas y fruncí el ceño.-tal vez tiene razón y tengo que empezar a relajarme, al fin y al cabo no tuve ningún problema con nadie del castillo sin contar por supuesto a Runek... Y posiblemente me habría dirigido a la muchacha si su mirada no fuera tan penetrante. Entonces me acordé de que en un primer lugar, la persona que se había quedando mirando a la otra había sido yo y cabía la posibilidad de que solo estuviera tan alerta como yo....- Por favor, soy buena luchadora...- Pensé para mí msima.- Puedo enfrentarme a esto yo sola...- Suspiré alicaídamente y caminé hacia las muchachas y que fuera lo que tuviera que pasar.

Asentí, sin responder. Entonces ella estaba de mi bando. A no ser que el otro Aren fuera igual... Pero en principio, no tenía por qué ser así. Entonces, me fijé en que estaba tensa y había llevado la mano a una especie de hoz que tenía, mientras miraba a algún punto del jardín. Seguí su mirada y vi una figura alada, mirándonos desde bastante distancia. Sonriente, me levanté y me acerqué a ella, con una sonrisa bien amplia.

Cuando llegué frente a ella, que se estaba acercando también a nosotras, me paré y la miré.

- Hola -saludé-. Me llamo Ayne. ¿Quieres venir con nosotras?

La desconocida empieza a acercarse. Eso me hace relajarme un poco, pues no hay que olvidar que en caso de enfrentamiento habrá comenzado ella. Retiro la mano de mi kusarigama y sigo a Ayne, aunque con pasos más lentos, quedando a unos dos metros por detrás de la parvus, mirando a la aether intensamente.

- Buenas tardes- saludo sin más, sin apartar mis ojos de ella.

No sé quién es, ni como se llama, pero ha demostrado tener un fuerte instinto, por lo que tendré que tener cuidado con ella si llega a formarse una enemistad entre nosotras. Su arma, un arco, también es algo a tener en cuenta.

La chica pequeña me saludó alegremente, sonreí un poco al percibir que no tenían malas intenciones después de todo. Aparté la mano de Arpa y se la tendí a Ayne sin perder la guardia.- Thamerlein Naëgling, encantada.- Sonreí un poco más por el carácter de la chica, me sorprendió un poco el hecho de que fuera tan directa, pero al fin y al cabo los niños eran así.- Si no os importa...- Murmuré mirando más a la chica que estaba detrás de ella, cuyo nombre todavía no sabía y que me seguía mirando fijamente. No quedamos mirando la una a la otra y la verdad es que la tensión se podría atravesar con una flecha fácilmente.

Finalmente suspiré y cerré los ojos.- Disculpad que os haya estado mirando antes...- Les dije frotándome la nuca.- Pero sigue sorprendiéndome lo bien que se llevan las distintas razas aquí...- Sonreí un poco nerviosa.

FdR: Siento el retraso pero internete es loq ue tiene u.u

Miré a Alehyss y luego a Thamerlein. Reí ante la ocurrencia de esta última, sorprendida.

- ¿No deberíamos llevarnos bien? -pregunté-. Se supone que somos compañeros, así que vale más colaborar. Además, aquí hay gente muy interesante -me acerqué a Alehyss correteando, y la tomé de la mano para llevarla junto a Thamerlein.

A continuación volví a repasarlas alternativamente. Sonreí. Era más divertido cuando la gente era diferente.

Finalmente, respiro hondo y sigo a Ayne, que me lleva de la mano hasta integrarme en el grupo. Miro tensamente a Thamerlein Naëgling un momento más, pero termino relajando el ceño.

- Alehyss Lester -digo, extendiendo también mi mano hacia ella-. Siento mi actitud. A veces estoy demasiado alerta.

Sigo observándola, pero procurando relajarme algo más. Las palabras de Ayne Stalon, sin embargo, me sorprenden. Si bien son ciertas, yo no soy tan amante de la concordia. De todas formas, es de lo poco coherente que le he escuchado decir.

Ah sí claro!- Le dije a Ayne antes de que me malinterpretara.-
Si yo pienso lo mismo, es decir, estamos juntos en esto, es solo que
antes de venir a Brontë pensaba que la gente se llevaría mal...- Fui bajando el tono hasta que acabé en un murmullo.- Pero yo creo que lo mejor es que nos llevemos bien.- Dije firmemente otra vez.

Entonces la chica pelinegra se acercó por fin y me tendió su mano. Miré
su mano y escuché su disculpa, sonreí ampliamente y levanté la vista
hacia sus ojos.- Creo que te entiendo perfectamente...- Dije divertida y le estreché la mano.

Miré a Ayne que parecía divertida y le sonreí amablemente.- No era mi intención, pero supongo que habré parecido una acosadora o algo por el estilo...- Dije, aunque la palabra acosadora no creí que fuera la indicada para describir mis actos.

Miré a Thamerlein ladeando la cabeza. ¿Llevarse mal la gente? ¿Por qué? Sin embargo, no lo dije en voz alta. Escuché su breve intercambio de palabras con Alehyss con una sonrisa. Llevarse bien, como debía ser. Entonces, Thamerlein se disculpó, pero yo no entendí a qué se refería. Miré a Alehyss, interrogante.

FdR.: Perdón por la tardanza y cutrez :__D

Estrecho su mano conforme. Parece que, pese a la primera impresión que me dio, es una de las personas cuerdas de este lugar.

- La gente se lleva bien o mal en todas partes, sin importar la raza -le digo, pensando en mi relación con Dehnel, pero también en mi relación con la pequeña Dew-. Creo que tiene poco que ver, aunque sí es raro que todavía no nos hayamos encontrado con una tremenda discordia aquí.

Miro a la parvus, que parece confusa. Sigo, sin embargo, dirigiéndome a la aether al hablar.

- En cuanto a tu actitud, está disculpado -. La miro-. Mientras no me ataques o me insultes no tendré nada en tu contra.

Podría incluír actitudes hiperactivas en mi frase, pero no parece de esas.

Asentí ante lo que dijo, parecía que Alehyss y yo éramos del mismo parecer.- Trato hecho.- Le respondí cuando me dijo lo de los insultos y los ataques. Entonces me acordé de una cosa.- Es verdad, hablando de ataques...- dirigí mi mirada a Alehyss y luego a ayne.- Vosotras estáis inscritas en el torneo de lucha que se va a celebrar?- Les pregunté.- Yo estoy inscrita y de hecho creo que las peleas van a empezar en unos días, pero no tengo ni idea de los contrincantes que hay...- Y luego murmuré.-Por no hablar del premio claro, porque un arma como la describen no se encuentra todos los días... y viniendo de los jefes no creo que sea todo una broma de mal gusto....- Fruncí el ceño imaginándome a los jefes planear eso. La verdad esque únicamente conocí a dos, y la joven Jill no me pegaba para nada haciendo eso, claro que Timber... Sacudí la cabeza, era completamente imposible que hubieran hecho todo eso solo por simple diversión.

Miré a Thamerlein, con los ojos muy abiertos y una gran emoción en mi semblante.

- ¡YO LO SÉ! ¡YO LO SÉ! -grité con entusiasmo, correteando alrededor de las chicas-. ¡YO SÉ QUIÉN PARTICIPA!

Dicho esto, eché a correr en dirección al palacio. Sin embargo, al ver que ninguna me seguía, volví junto a ellas. No parecían haberme entendido. Sonreí, triunfante.

- ¡Voy a llevaros a ver las listas! -anuncié, entusiasmada. Y, agarrando la mano de Alehyss con mi izquierda y la de Thamerlein con mi derecha, avancé de nuevo, llevándolas hacia el interior del edificio.

*Se van*

FdR.: Alehyss y yo nos tenemos que ir, así que me he tomado la libertad de llevárme a las tres xD
Espero que no te moleste :3 Hasta el próximo roleo!

-Ven Tristán, vamos a dar un paseo por los jardines- digo lanzándolo al aire para que estire las alas.

Saco la flauta azul que el chico misterioso del bosque me ha regalado y suspiro con adulación. Quizás si aprendo a tocarla, acuda a la llamada. Sonrío esperanzado y comeinzo a inventarme una canción que, con el paso del tiempo, va cogiendo un poco de forma, pero aún me falta mucho por practicar

*se queda*

Estaba volando en los cielos de Brontë. el viendo zarandeaba mi pelo y alas con más fuerza de lo normal, pero parecía que sólo afectaba a esa zona, pues abajo el aire seguía tan calmo como siempre. Buscaba formas humanas en tierra, pero ni siquiera mi vista de águila me permitía diferenciarlos a tanta altura. Podría hacer un hechizo, pero el movimiento me gustaba más, así que descendí poco a poco hasta que difrencié a alguien en los jardines, ¿por qué siempre en los jardines?
Me acerqué poco a poco, diferenciando cada vez mejor sus rasgos: era un piscis rubio, con media oreja y ojos claros.

Tanto me acerqué, que acabé situándome a su lado -sólo flotando medio metro sobre la tierra-, de forma que eclipsaba la luz del sol que a él le llegaba desde su perspectiva.

- ¡Muy buenas, compañero! ¿Disfrutando del hermoso día que hace hoy? - Le pregunté con una sonrisa rígida en la boca, a pesar de que los ojos mostrasen ardor y ganas de aventura.

De repente un enorme aether se sitúa delante de mí y me tapa el sol, por lo que lo ve a contraluz, solo puediendo diferenciar su silueta.
Me pongo de pie de un golpe y dejo caer la flauta al suelo!

-AHHHHHHHHHHHHH HAS VENIDO! - digo saltando para intentar abrazarlo. - ERES TU! MI ADMIRADOR DEL BOSQUE! - no quepo en júbilo de mi interior y mi corazón respondo con enormes latidos y un rubor se apodera de todo mi cuerpo.

- ¿Porqué has tardado tanto en hacerme otra visita, admirador?- pregunto frotándome un brazo y agachando un poco la cabeza. ah! gracias por la flauta, es muy bonita- sentencio casi sin voz.
Mierda, ahora los nervios me estan jugando una mala pasada.

¿En serio? ¿Ese chico que no conocía me admiraba? Vaya... si es que no me lo podía creer... Como se notaba que yo era de todos los jefes aether el más guay.

- Bueno...No hace falta que te pongas así, hombre... - Comenté mientras me rascaba la espalda entre ala y ala.

Abrí los ojos extrañado, ¿qué decía de una flauta? ¡Otra visita? No lo había visto en la vida, pero bueno... no sería la primera vez que hubiese en fingir acordarme de haber hecho algo que no me sonaba para nada...

- Bueno... he estado muy atareado... ¡Pero también es cierto que te he estado buscando! - Exclamé algo nervioso. Espero no haber hecho nada con aquel... jovencillo. No era feo, pero era más del estilo de Aren-

Rio con los dientes apretados cuando dice que no me ponga así, por lo que me rasco la nuca.

-¿Ah, si, has estado ocupado?- pregunto curioso- ¿y que has estado haciendo?- digo con una sonrisa enorme.

Estoy tan nervioso y le tengo tanto respeto a mi admirador por lo valiente de sus acciones, saltándose la seguridad del castillo para venir a verme, que perfiero no moverme por si se siente violento a que le mire la cara completa, asi que me quedo viendo su silueta, un poco atolondrado, repasando casa músculo que le veo.

-Oye...- pregunto ahora sí rojo hasta el infinito. - ¿C-c-c-como te lla-llamas? es que la ultima vez no me dijiste tu nombre y quiero saber el nombre de la persona que arriesga su vida bajo las garras de los líderes por verme... me haría mucha ilusión ponerle un nombre a la persona para la cual son tan importante...

Reí ante los comentarios de Silvanus, ¿estaría bien de la cabeza?

- ¡Mi nombre es Timber Bright! ¡No te preocupes, nosotros daremos la vida por salvaros de esos jefes tan malvados! - Grité acariciándole el pelo al chico, ¿qué jefes había que fuesen malvados?

Me aparté del Sol para que pudiera verme mejor. Como de costumbre, no llevaba la camiseta, espero que eso no le importase.

- Oye... Chico... ¿te encuentras bien? - parecía enfermo, o al menos insano, ¿estaría bien?

Timber Bright... - Es un nombre muy bonito - digo contento. Si, debes tener cuidado con Cynara, esa maldita zorra asquerosa... le gusta que le hagan la pelota, pero no la trago de verdad- cogí mi puño y lo empotré contra la palma de mi otra mano- qeu asquito le tengo, de verdad... que asquito. Pero es un secreto entre nosotros, ¿vale?- digo guiñándole un ojo y echándole la lengua.

Entonces Timber se apartó de la trayectoria del sol y yo lo vi ilusionado, por poder observarle en todo su explendor.

Una enorme sonrísa babeante se dibujó en mi rostro mientras ascendía, pero al llegar a su cara, todo se volvió negro.

-QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEE???????????? - chillo mientras le apunto con el dedo- TU NO ERES MI ADMIRADOR DEL BOSQUE! MI ADMIRADOR TENIA UN APRCHE EN EL OJO Y EL PELO NEGRO! QUIEN DEMONISO ERES, MALDITO MENTIROSO?- digo enfadado y sacando mi daga.- Sabes demasiado! no.... NO TE PUEDO DEJAR MARCHAR!- digo dolido en mi orgullo.

-AQUAERUM! - digo conjurándo una potente esfera dirigida a su pecho.

¿Cynara una zorra? ¡En serio? Quien lo diría con esa ropa tan corta y con esa facilidad de dejarse penetrar por Aren... Bueno... Yo guardaría el secreto si él me lo pedía, de todos modos no tenía ninguna relación especial con ella.

- Tranqui tronco, yo no digo nada - comenté medio riéndome pero iba totalmente en serio, mi boca estaría sellada.

Vaya por Dios... Yo no era su héreo esperado, pues que decepción. Entonce ssupirñe, jo, era una lástima.

¿Demasiada información? Que Cynara era una zorra ya lo sabíamos todos...

Entonces sentí un cosquilleo en el pecho, vaya... había sido un aquaerum.

- Vaya, muchachote... No se te da mal la magia... - comenté sonriente y risueño. No me habría dado cuenta de que eso había sido un aquaerum si no fuese porque lo pronunció.

- ¡Eh, eh! ¡Relájate, macho! - Exclamé con tono sarcástico, el niño se estaba enfadando.

Mi potente hechizo explotó en su pecho con gran ruido y dejando una estela humeante a su paso, pero el tal Timber este seguía de pie, sin un solo rasguño.

-¿Qui-quien leches eres tu?- digo tembloroso. Es un rival fuerte, pero no por ello voy a rendirme. Y también soy fuerte. - No hay nada para tí en Brontë. Este es mi hogar y no voy a permitir que un desconocido, por muy fuerte que sea, penetre estos muros sin mi castigo- digo envalentonándome.

Me acerqué a él y solté un puñetazo contra su abdomen para luego liberar una patada alta contra su costado.

Después de los golpes, doy un salto hacia atrás y me agarro la muñeca. Está más duro que el acero. Au...- dejo escapar.

Frunzo el ceño.

-Nairea!- exclamo mientras una densísima bruma lo inunda, haciéndole desaparecer entre ella. - No podrás escapar de mí- digo serio.

Noté varias caricias en mi cuerpo, por lo menos lo intentaba, ¿no? Parecía que se equivocaba de persona, ¿es que no sabía que yo era uno de los jefes del palacio?

- Ya te lo he dicho, soy Timber, aunque algunos me conocen como el Halcón dorado - Acababa de inventarme le nombre, pero para ser sincero no sonaba nada mal.

Entonces, una niebla espesa me rodeó después de que el chiquillo usase un Nairea. Jo, odiaba la niebla, pero bueno, nada que no se pudiese solucionar con un agitar de alas. Y así fue, agité mis alas despejando la espesa neblina.

- Oye, en serio... ¿Qué estás haciendo? Yo también vivo aquí... - Dije mirándole a los ojos, no entendía por qué estaba haciendo aquéllo, ¿sería porque le faltaba una oreja y había perdido el sentido de la orientación?

Chulito. ¿Porque se autodenominaba como Halcón Dorado?
Al final como veo que ninguno de mis hechizos dan resultado, me cruzo de brazos y noto como uno de mis berrinches de derrota me invade. Pongo morros y pienso.

-No puedes ser un guerrero... eres demasiado fuerte- no, no puede ser...- ¿entonces? - hago una pausa y se me pone la cara blanca - eres... eres el lider de los aether? - solo pensar que era esa la opción, se me ponian los pelos de punta- dime que no eres el líder de los aether- grito con tono de súplica, enfadado, como no quiriendo escuchar lo que era ya evidente.